Encuentros Educativos de la Red Internacional Jesuita

Te contamos cómo se vivió este encuentro sobre Educación que se llevó a cabo en Barcelona y del que participaron miembros de la Federación Latinoamericana de Colegios Jesuitas (FLACSI) y de Fe y Alegría en América Latina.

70 educadores y directivos pertenecientes a centros educativos de la Compañía de Jesús de España (EDUCSI) y Latino América (FLACSI), Fe y Alegría de Latino América y África y la ONG jesuita Entreculturas, participaron durante los días 8 y 9 de julio en Barcelona en el I Encuentro Internacional Fe y Alegría – EDUCSI.

Bajo el nombre “Hacia nuevos horizontes educativos: el reto de la transformación social y el trabajo en red”, el objetivo del encuentro ha sido dar respuesta al reto lanzado por la Compañía de Jesús de un trabajo colaborativo y en red de las escuelas ignacianas de América Latina y España. El evento se presentó como una magnífica oportunidad para compartir propuestas educativas innovadoras y para crear red internacional de escuelas ignacianas, que permitan mejorar las praxis en la educación de personas conscientes, compasivas, comprometidas, competentes y creativas y para desarrollar proyectos vitales con sentido.

Dos días llenos de emoción y sentido en los que los participantes trabajaron en grupos, compartieron ideas y opiniones, retos y sueños, siempre bajo la premisa de la necesidad de modificar los marcos mentales y el corazón de los directivos y educadores para transformar la educación como vía de transformación social. Se acentuó el propósito misional común de trabajar por una educación para formar a personas que contribuyan a la transformación de un mundo herido hacia un mundo en que prevalezca la justicia social.

Ha sido el primer encuentro de estas características que busca facilitar el trabajo real en la red internacional de escuelas ignacianas para compartir y enriquecerse mutuamente de las buenas prácticas y experiencias que se están llevando a cabo en escuelas de diferentes países.

El encuentro, organizado por Entreculturas, Alboan y EDUCSI, con el apoyo de Jesuïtes Educació, ha tenido lugar en el colegio Jesuïtes Sarrià – Sant Ignasi, en Barcelona. Se ha realizado aprovechando la celebración, justo unos días antes, del I Simposio Internacional Barcelona/Educación/Cambio organizado por Blanquerna y Jesuïtes Educació que ha reunido cerca de 200 directivos de la educación, maestros y profesores de 18 países distintos de Latino América, Europa y África.

Fuente: Info SJ

Los nadies

Los nadies, es un poema escrito por el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano, que habla de aquellos cuyas vidas, culturas, modos, derechos no son reconocidos como tales por la sociedad actual. Son los olvidados, excluídos y últimos de nuestras sociedades; y sobre quienes Jesús siempre ha mostrado una gran predilección.

Autor: Víctor Codina

Transcribimos aquí un fragmento:

Los nadies: los hijos de nadie,

los dueños de nada.

Los nadies: los ningunos, los ninguneados,

corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos,

rejodidos:

Que no son, aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos.

Que no profesan religiones,

sino supersticiones.

Que no hacen arte, sino artesanía.

Que no practican cultura, sino folklore.

Que no son seres humanos,

sino recursos humanos.

Que no tienen cara, sino brazos.

Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal,

sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies,

que cuestan menos

que la bala que los mata.

Este poema, típico de una época en algunos aspectos ya lejana, sigue siendo actual pues su contenido profundo sigue inspirando hoy movimientos sociales, movimientos de indignados, movimientos indígenas, movimientos feministas, de minorías sexuales, de ecologistas e impulsa a los participantes del Foro social mundial a proclamar que otro mundo es posible.

Más aún, los nadies actualizan la tradición bíblica del Éxodo, de los profetas de Israel que denunciaban la injusticia, de las bienaventuranzas de Jesús de Nazaret, de sus parábolas del buen samaritano, de Lázaro y el rico comilón, y del juicio final en el que Jesús se identifica con los pobres y los constituye jueces de la humanidad.

Y aunque esta tradición bíblica muchas veces fue olvidada y se exhortaba a los nadies a la resignación y se les consolaba con el cielo futuro… siempre se mantuvo en la Iglesia una línea profética que llamaba a los pobres “vicarios de Cristo” y que inspiró a numerosos movimientos religiosos, de mujeres y de hombres, que desde Francisco de Asís a Charles de Foucauld fueron sensibles a los pobres.

Los nadies están presentes en la opción de la Iglesia latinoamericana por los pobres y en las teologías liberadoras. Los nadies subyacen en la formulación de Juan XXIII que deseaba que la Iglesia fuese ante todo Iglesia de los pobres, en el sueño del Papa Francisco de una Iglesia pobre y de los pobres y en su revolución de la misericordia y la ternura.

Los nadies hoy son no sólo los oprimidos, sino los excluidos, los desechables, las masas sobrantes, son los emigrantes de Lampedusa, las víctimas del terrorismo yihadista, los niños muertos en Siria por armas químicas. Los nadies son aquellos de los que Bartolomé de las Casas decía que Dios siempre tiene memoria de ellos, son los que conmueven el corazón misericordioso del Padre, los que el Espíritu, llamado padre de los pobres, alienta en sus luchas por la vida y por un mundo mejor.

El anciano obispo poeta del Brasil, Pedro Casaldàliga afirma que solo hay dos absolutos, Dios y el hambre, es decir, parafraseado el poema de Eduardo Galeano, Dios y los nadies.

Fuente: TeologíaHoy

 

Encuentro de Hermanos SJ en Formación

 Del 6 al 12 de julio, en Bogotá, Colombia, se ha realizado el primer Encuentro de Jesuitas Hermanos en Formación, pertenecientes a las provincias jesuitas que forman parte de la Conferencia de América Latina (CPAL). De ella, han participado 28 Hermanos de alrededor de un total de cuarenta, que están actualmente en Formación (entre los primeros y los últimos Votos).

Además, se sumaron al encuentro el P. Jorge Cela (Presidente de la CPAL, Eudson Ramos (Socio de Brasil), Víctor Hugo Miranda (Delegado de Juventud y Vocaciones CPAL) y Juan Miguel Zaldua (Delegado de Formación CPAL).

Aunque en algunas provincias existen pocos o ningún Hermano en Formación, en el conjunto de la Conferencia constituyen una cantidad considerable, lo que motiva a preguntarse por la novedad, el don, la gracia que estas vocaciones le traen a la Compañía, a su vida y misión, como fruto de la solicitud del Señor por ella.

El objetivo de este encuentro fue que los Hermanos que están en formación pudieran conocerse y compartir su experiencia vocacional, la inspiración por la que se guiaron, su identidad como jesuitas, el modo de la Formación que les brinda la Compañía, y sus deseos e inquietudes sobre la incorporación definitiva al cuerpo de la Compañía después de los Últimos Votos.

Participación ARU

De nuestra Provincia participaron Rodrigo Castells y Carlos Gauna.

Rodrigo nos habla de su experiencia: «Ha sido una instancia muy importante en el proceso de ir apropiándome de la vocación a la que Dios me llama, ser jesuita Hermano. Compartir con otros Jesuitas Hermanos, me ha ayudado a comprender la belleza, amplitud y diversidad en que nuestra vocación se hace concreta en el corazón de la misión de la Compañía de Jesús. A la vez, ha sido muy importante caer en la cuenta de la continuidad profunda que hay en relación con los Jesuitas Hermanos que nos preceden en la rica historia de la Compañía. También caer en la cuenta de la novedad, maravillosa y desafiante, que se va gestando en el corazón de una vocación que se ha visto rejuvenecida en estos últimos tiempos. Queda el desafío de comunicar la gracia que esta vocación significa a todos aquellos con los que compartimos la misión de Cristo».

Fuente: CPAL SJ y Vocaciones Jesuitas Argentina y Uruguay

Maratón Solidaria por la Escuela de Oficios de Alto Verde

El domingo 7 de agosto, en la ciudad de Santa Fe, se llevará a cabo la sexta edición de la Maratón Solidaria. Todo lo recaudado se destinará a la construcción de la escuela Papa Francisco, donde ya se forman en oficios 130 adultos. La Maratón Solidaria busca superar la convocatoria del año pasado, en que llegó a las 700 personas: esta vez la meta es llegar a los 1.000 participantes.

La escuela ya cuenta con 130 alumnos que se dividen entre las tres aulas y los cuatro oficios que se enseñan: Albañilería y Montador electricista, Ayudante de Cocina y Carpintería (estos dos comenzaron a implementarse este año). El dinero recaudado en la maratón será para terminar la cocina industrial necesaria para el curso de Ayudante de cocina, y para reparar las máquinas que fueron donadas para Carpintería, cuya reparación es muy costosa.

“Toda la construcción se financia con donaciones, eventos a beneficio y todo tipo de apoyo, que seguimos teniendo a pesar del mal año”, valoró Alicia Helú, presidenta de la Fundación.

La cocina que la fundación construye en la escuela Papa Francisco se erige a partir de las recomendaciones de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal). La obra incluye, además de los utensilios necesarios, los muebles de cocina y mesadas de acero inoxidable que donó una empresa privada de la ciudad.

“El objetivo es que quienes se forman como ayudantes de cocina tengan plena conciencia de la profilaxis de la manipulación de alimentos, con los hábitos de limpieza que esto implica”, explicó la presidenta de Manos Abiertas. Así, el espacio contará con un vestidor donde los alumnos dejarán su ropa de calle para cambiarse con guantes y hasta los zapatos adecuados para la tarea. La demanda de este curso es tal que tras completar el cupo de 35 alumnos todavía quedan varias decenas en lista de espera. “Los ingresos de la maratón nos permitirán terminar la cocina, construir la entrada de la escuela y poner en funcionamiento las máquinas que nos donaron para el taller de Carpintería cuyo arreglo es muy costoso”, agregó la voluntaria.

En este marco, la invitación de la ONG excede el carácter deportivo del evento. “La convocatoria es desde la solidaridad: no es una maratón común, es una invitación a trabajar Por el otro, y es desde ese lugar que convocamos a la gente para que vaya”, concluyó.

Fuente: Diario el Litoral

Diez Puntos Clave sobre ‘Amoris Laetitia’

Aunque ya hace un tiempo que se publicó la exhortación Amoris Laetitia y no ocupe un lugar central en la agenda mediática y (quizás) en las discusiones de Iglesia, el mensaje que ella contiene está destinado a ser fuente de reflexión constante para la Iglesia. Por eso, compartimos este texto, que con gran claridad, da cuenta de 10 puntos claves contenidos en el texto y para tener en cuenta al pensar en cómo nos posicionamos frente a ciertas realidades cotidianas.

Por James Martin SJ

En el reciente e innovador documento del Papa Francisco “Amoris Laetitia” (“La alegría del amor”) le pide a la Iglesia que vaya al encuentro de la gente allí donde esté, que tenga en cuenta las complejidades de su vida y que respete la conciencia de cada uno cuando se trate de decisiones morales. Esta exhortación apostólica es, ante todo, un documento que pretende reflexionar sobre la vida familiar y que desea dar aliento a las familias. Pero incluye también la advertencia del Papa de que la Iglesia no puede limitarse a juzgar a la gente y a someterla a normas sin tener en cuenta sus dificultades.

A partir de las aportaciones del Sínodo de los Obispos sobre la Familia y de las conferencias episcopales de todo el mundo, el Papa expone la enseñanza de la Iglesia sobre la familia y el matrimonio, pero insiste mucho en el papel de la conciencia personal y el discernimiento pastoral. Y urge a la Iglesia a valorar el contexto en el que vive la gente a la hora de ayudarla a tomar buenas decisiones. El propósito es ayudar a las familias —a cada una de ellas— a experimentar el amor de Dios y a saber que son acogidas en la Iglesia. Todo esto requiere lo que el Papa llama “nuevos caminos pastorales” (p. 199).

Señalamos diez puntos clave en este innovador documento del Papa:

1. La Iglesia necesita entender a las familias y a las personas en toda su complejidad.

La Iglesia tiene que ir al encuentro de la gente, allí donde esté. Los pastores deberán “evitar los juicios que no tengan en cuenta la complejidad de las diversas situaciones” (296). “Las personas no pueden ser encasilladas en rígidos esquemas que no dejen espacio al discernimiento personal y pastoral” (298). En otras palabras, no existen tallas únicas. Hay que invitar a la gente a vivir el Evangelio, pero es preciso también acogerlas en una Iglesia que conoce sus dificultades y sabe tratarlas con misericordia, evitando “creer que todo es blanco o negro” (305). La Iglesia no puede aplicar leyes morales como si “estuviera lanzando piedras sobre la vida de las personas” (305). Por encima de todo, su voz tiene que ser una llamada a la cercanía y a la comprensión, a la compasión y al acompañamiento.

2. El papel de la conciencia es primordial en la toma de decisiones morales.

“La conciencia de las personas debe ser mejor incorporada en la praxis de la Iglesia en aquellas situaciones que no encajan con nuestra comprensión del matrimonio” (303). Es decir, se olvida la tradicional convicción de que la conciencia individual es el árbitro definitivo de la vida moral. La Iglesia está “llamada a formar conciencias, pero no a pretender sustituirlas” (37). Sí, es verdad que la conciencia tiene que ser formada por las enseñanzas de la Iglesia, nos dice el Papa. Pero la conciencia tiene que ir más allá de juzgar lo que está o no está de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia. Tiene que reconocer con “una cierta seguridad moral” lo que Dios nos está pidiendo (303). Por eso los pastores tienen que ayudar a la gente no solo a seguir normas, sino a practicar el “discernimiento”, una palabra que implica la toma de decisiones en un clima de oración (304).

3. Los católicos divorciados y vueltos a casar deben ser reincorporados de manera más completa en la Iglesia.

¿Cómo? Teniendo en cuenta lo específico de su situación, valorando los atenuantes, aconsejándoles en el fuero interno (es decir, en conversación íntima entre el sacerdote y la persona o la pareja) y respetando siempre que la decisión última sobre su grado de participación en la Iglesia debe dejarse a la propia conciencia de la persona (305, 300). (No se menciona expresamente la posibilidad de recibir la Comunión, pero es evidente que es un aspecto tradicional de la ·participación” en la vida de la Iglesia.) A las parejas divorciadas y vueltas a casar hay que hacerlas sentirse parte de la Iglesia. “Ni están excomulgadas ni deben ser tratadas como tales, porque integran en todo momento la comunión eclesial” (243).

4. Todos los miembros de la familia están invitados a vivir una vida plenamente cristiana.

Gran parte de “Amoris Laetitia” son reflexiones sobre las enseñanzas que el Evangelio y la Iglesia hacen acerca del amor, la familia y los hijos. E incluye también una buena parte de consejos prácticos que el Papa ha ido desgranando en exhortaciones y homilías acerca de la familia. El Papa Francisco recuerda a las parejas casadas que un buen matrimonio es un “proceso dinámico” y que cada una de las partes tiene que tolerar las imperfecciones y fragilidadesde la otra y “no exigir que el amor sea de antemano perfecto para entonces apreciarlo” (122, 113). El Papa, hablando como pastor, anima no solo a las parejas casadas, sino también a las parejas prometidas, madres embarazadas, padres adoptivos, personas viudas, así como a tías, tíos y abuelos. Se muestra muy atento a todos, para que nadie se sienta minusvalorado o excluído del amor de Dios.

5. Dejemos de hablar de la gente que “vive en pecado”.

En una expresión que refleja un nuevo modo de ver las cosas, el Papa dice claramente: “No se puede decir que todas las personas que viven en una situación que denominamos “irregular” estén viviendo en pecado mortal” (301). Otras personas en “situaciones irregulares” o familias no tradicionales, como las madres solteras, necesitan que se les ofrezca comprensión, consuelo y aceptación” (49). En lo que respecta a estas personas, a cada una de ellas, la Iglesia debe dejar de aplicar leyes morales como si ─en la gráfica expresión del Papa─ “estuviésemos tirando piedras a la vida de esas personas” (305).

6. Lo que puede servir en unos lugares, puede no funcionar en otros.

El Papa no solo habla en términos de personas individuales, sino también en términos geográficos. “En cada país o región se pueden buscar soluciones más inculturadas, más atentas a las tradiciones y a los desafíos locales” (3). Lo que tiene sentido pastoralmente en un país podría parecer fuera de lugar en otro. Por estas y otras razones, como indica el Papa al principio del documento, el magisterium, es decir, la enseñanza oficial de la Iglesia, no puede dejar cada cuestión completamente fijada (3).

7. Se reafirman las enseñanzas tradicionales sobre el matrimonio, pero la Iglesia no debe sobrecargar a la gente con exigencias poco realistas.

El matrimonio es entre un hombre y una mujer y es indisoluble; los matrimonios entre personas del mismo sexo no pueden equipararse sin más al matrimonio. La Iglesia sigue manteniendo su invitación a los matrimonios sacramentales. Por otra parte, la Iglesia ha impuesto a menudo a la gente un “ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto”, alejado de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias reales (36). A veces estos ideales han sido un “tremendo peso” (122). Por último, seminaristas y sacerdotes necesitan estar más preparados para entender la complejidad que conlleva la vida de casados. “A los ministros ordenados les suele faltar la formación adecuada para tratar los complejos problemas que deben afrontar actualmente las familias” (202).

8. Los hijos deben recibir educación sobre sexo y sexualidad.

En una cultura que a menudo banaliza o empobrece la expresión sexual, los hijos necesitan entender el sexo “en el marco más amplio de una educación para el amor, para la entrega mutua” (280). Por desgracia, el cuerpo se ve con frecuencia como “un simple objeto para ser usado” (153). El sexo debe ser entendido principalmente como algo abierto a la comunicación de la vida.

9. Los hombres y mujeres homosexuales tienen que ser respetados.

Aunque el matrimonio entre personas del mismo sexo no esté admitido, dice el Papa que quiere dejar claro “ante todo” que las personas homosexuales tienen que ser “respetadas en su dignidad y tratadas con consideración y que hay que evitar cuidadosamente cualquier signo de discriminación, especialmente cualquier forma de agresión o violencia”. Las familias con miembros LGBT necesitan un “respetuoso acompañamiento pastoral” por parte de la Iglesia y de sus pastores, de modo que gays y lesbianas puedan realizar plenamente la voluntad de Dios en sus vidas (250).

10. Todos son bienvenidos.

La Iglesia puede ayudar a familias de toda condición, a personas de cualquier tipo de vida, sabiendo que, incluso a pesar de sus imperfecciones, son queridos por Dios y pueden ayudar a otros a experimentar ese amor. “Amoris Laetitia” nos muestra el rostro de una Iglesia pastoral y misericordiosa que anima a la gente a experimentar la “alegría del amor”. La familia es una parte absolutamente imprescindible de la Iglesia, porque, a fin de cuentas, la Iglesia no es más que una “familia de familias” (87).

Fuente: Teología Hoy

Panamá Será la Sede de la JMJ 2019

El pequeño país centroamericano ha sido señalado como el lugar de encuentro del Papa con los jóvenes de todo el mundo. Los panameños han acogido la noticia con gran alegría y, desde ahora, se preparan para recibir a la juventud de todo el mundo.

Compartimos con ustedes un vídeo que ha difundido la Conferencia Episcopal Panameña para invitar a la próxima jornada ¡No dejes de verlo!

JMJ PANAMÁ 2019 ¡Te esperamos!

 

2 de Agosto – San Pedro Fabro

Un encuentro. Alguien toca la puerta y Pedro Fabro, que repasa algunos apuntes a la luz de una vela, se levanta con desgana a abrir. Seguramente sea un compañero del Colegio de Santa Bárbara, lleno de estudiantes de Artes y Teología. No conoce al hombre que le sonríe, pero la primera impresión es buena. Aunque es mayor y parece pobre, tiene algo en la mirada. Dice que se llama Ignacio y es de Loyola.

Una experiencia. A los pocos días, Ignacio tiene una propuesta para ellos: hacer los Ejercicios Espirituales. Fabro se sumerge en la experiencia a tumba abierta. No saldrá siendo el mismo. El propio Pedro escribió de esos días: «Ojalá llegue pronto el momento en que yo no vea ni ame a ninguna creatura prescindiendo de Dios, sino más bien vea a Dios en todas las cosas, o por lo menos lo reverencie en ellas.» De aquella habitación en París, Fabro sale convertido en un apóstol incansable recorriendo Europa de extremo a extremo en misiones como la de Italia, Ratisbona, Portugal, Alemania, España o el Concilio de Trento.

Un testigo del Evangelio. Fabro es el amigo fiel que calladamente cuida, sirve, alegra. Es la imagen del bien, sencillo y profundo. Es un médico del alma, un detective de lo que Dios quiere. Sabe que las formas son importantes pero es en el fondo donde se juega la partida de nuestra vida. Quizás su ejemplo nos ayude a vivir desde las entrañas. Fabro nos invita a descender allí donde Jesús nos habla claro: en el hermano necesitado, en la naturaleza creada y en lo profundo de nuestro ser.

Fuente: Ser Jesuita  

 Vídeo sobre Pedro Fabro

Libro electrónico de El Memorial de Pedro Fabro SJ 

Reflexión del Evangelio – 31 de Julio

Evangelio según San Lucas 12, 13-21.

Uno de la multitud dijo al Señor: “Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”.

Jesús le respondió: “Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?”.

Después les dijo: “Cuídense de toda avaricia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas”.

 Les dijo entonces una parábola: “Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo: “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha”. Después pensó: “Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida”. Pero Dios le dijo: “Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?”. Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios”.

“Y dijo a la gente: Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes…”

Reflexión – Por Julio Villavicencio SJ

El Evangelio del domingo nos invita a regresar sobre lo importante.

Cuento un caso que me paso no hace mucho con un habitante de la calle que tengo el honor de ser su amigo. Hacía muchos días que no lo veía, y un día reapareció. Charlamos un rato y realmente la había pasado muy mal. La vida en la calle es ciertamente muy dura, y uno está expuesto a toda clase de cosas. Entre lágrimas y abrazos él me dijo algo que me impactó, me comentó que estuvo varios días con la idea de suicidarse, de tirarse debajo del Transmilenio (transporte público de la ciudad de Bogotá). Ya sabía incluso en que lugar lo iba a hacer y todo. No se lo había contado a nadie porque no quería que lo detuvieran.

No sé bien lo que pasó con él, pero algo pasó por su cabeza y tuvo que ver con una iglesia a dónde él pasaba para rezar. Algo en una de esas visitas le hizo sentir, pensar, creer, todo junto, que no podía perder la esperanza en Dios. “Hermano, no puedo perder la esperanza en Dios. Si yo que no tengo nada, de nada, pierdo la esperanza en Dios, no me queda nada”. Por dentro yo pensaba, ciertamente que si Carlos pierde la esperanza en Dios, no le queda absolutamente nada a qué agarrarse o aferrarse. Perdió a su familia, no tiene casa, la vida lo despojó de proyectos y el dolor le ha marcado con un vició con el cual tiene que lidiar todo los días de su vida. En verdad, si Carlos pierde su esperanza en Dios, ha perdido lo único que le quedaba, todo.

En el fondo, me quedé pensando que esto es así para cualquiera de nosotros.

Todo lo que hemos construido depende de Dios. Ésta es la base, el horizonte y lo que nos envuelve. Al final de cuentas, aquello que Carlos había experimentado con un realismo brutal, es la verdad de todos nosotros. Si perdemos la esperanza en Dios, no nos queda nada. Pero tenemos una ceguera, esta tiene que ver con que nosotros no somos como Carlos. Tal vez tenemos un montón entre lo que tenemos y la esperanza en Dios. Tenemos casa, familia, amigos, dinero, proyectos.

Tenemos tanto entre la vida que vivimos y aquel hilo que sostiene todo lo que somos, que tal vez perdemos esa conciencia. Y ahí es donde comenzamos a poner nuestra vida dependiendo de nuestros bienes, de aquellas cosas o personas que nos pertenecen o creemos que nos pertenecen. A veces creemos que no solo las cosas materiales nos pertenecen, también las personas. Entonces no nos despedimos de las personas cuando mueren, las perdemos (como si alguna vez hubieran sido nuestras).

No animamos a los hijos a hacer sus caminos, los queremos siempre a nuestro lado. No aceptamos la ruptura en alguna relación que ya no iba más, sino que entendemos que hemos perdido a esa persona. Y así, nuestra vida está tan llena de “bienes” que nos hacen sentir bien, que creemos que ahí está puesta nuestra esperanza. Pienso que las personas en nuestra vida, y las cosas que vamos logrando y nos alegran el corazón son importantes, pero lo son porque nos transmiten la esperanza. La esperanza de que al final de todo, detrás de todo, está la esperanza de Dios. Y está ahí, en lo cotidiano, es lo que experimento en una caminata matinal hacia la universidad, es el sol cuando sale y me calienta las mejillas y recuerdo mi niñez en Mendoza. Es el abrazo de Carlos después de nuestra charla y su “gracias”. Son los mates compartidos con los compañeros jesuitas.

Finalmente, en el día de San Ignacio, de esto se trata de recibir el amor y la gracia de Dios como lo único importante. Es experimentar esta presencia y sentir “esto me basta”. Es el mensaje que encontró Ignacio y nos transmitió. El peregrino sabía que detrás de todo, está la esperanza de Dios y se decidió a encontrarla. Su horizonte fue “Encontrar a Dios en todas las cosas” y es lo que aún hoy, los jesuitas y las personas que nos acompañan en nuestra espiritualidad intentamos hacer, y sin darnos cuenta, Dios nos encuentra a nosotros.

Fuente: Red Juvenil Ignaciana Santa Fe

AUSJAL: Avances de los Proyectos

La Asociación de universidades Jesuitas en América Latina cuenta con una serie de proyectos que se están desarrollando actualmente y de manera colaborativa. Compartimos aquí los avances que se han dado en cada algunos de ellos, con el objetivo de potenciar la habilidad y efectividad de las universidades para responder a las necesidades de transformación de la sociedad en clave de justicia, solidaridad y equidad social. Estas iniciativas nacen desde la Red de Homólogos de Responsabilidad Social Universitaria (RSU). La misma, fue creada en el año 2007, y cuenta con la participación de 25 universidades de AUSJAL .

La arquitecta Dra. Daniela Gargantini, investigadora y profesora de la Universidad Católica de Córdoba (Argentina), es la coordinadora regional de la Red y adelanta que actualmente trabajan en tres sub-proyectos en articulación con las redes de Educación y Ambiente de AUSJAL:

Subproyecto P8-1

Incidencia del Enfoque de RSU en los procesos de formación y de gestión interna, el cual ha identificado y seleccionado, bajo criterios consensuados, experiencias significativas de inserción curricular como de gestión académica en clave de RSU en las universidades de AUSJAL. El mismo busca favorecer la transferencia horizontal de buenas prácticas en materia de institucionalización del enfoque en el ámbito educativo.

Juan Carlos Ramírez, homólogo de la red de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, indicó que se ha levantado un compendio con las experiencias más significativas sobre RSU y que próximamente estarán a disposición del público en una versión en línea.

Subproyecto P8-2

Institucionalización del Sistema de Autoevaluación de la RSU en AUSJAL. Creado para promover la institucionalización real y efectiva de la Responsabilidad Social Universitaria, esta herramienta es capaz de identificar el estado de situación institucional, contribuir en los procesos de toma de decisiones con la inspiración cristiana y la identidad ignaciana de las universidades jesuitas y presentar una radiografía en cinco dimensiones: educativa, cognoscitiva y epistemológica, social, organizacional y ambiental.

Jaime Carrera, homólogo de la Universidad Rafael Landivar (Guatemala), ha coordinado la actualización de este sistema que le permitirá a las universidades de la Red AUSJAL recolectar y administrar indicadores en temas de Responsabilidad Social en un ambiente web que dispone de instrumentos de recopilación de datos (disponibles para PC, tablets y smathphone), genera reportes e informes, verifica el estado de las universidades en cuanto a RSU a través de una sección denominada “Monitoreo” y presenta estadísticas.

Subproyecto P8-3

Programa de sensibilización y formación en responsabilidad social universitaria para académicos y directivos. Este subproyecto contempla el diseño de un Diplomado en Responsabilidad Social Universitaria que se ofrecerá a académicos y gestores para mejorar el conocimiento del enfoque y poner a su disposición herramientas factibles de ser empleadas en pos de la institucionalización efectiva del enfoque en las distintas funciones universitarias.

Ramírez afirmó que el programa de estudios contribuirá en el proceso de formación de los participantes y que el detalle del mismo se dará a conocer en el mes de octubre.

Trabajo en Red

Gargantini cree que AUSJAL debe fortalecer sus estrategias de incidencia y trabajo articulado con otras instituciones afines a sus temas de interés, profundizando su incidencia en el ámbito de la educación superior del continente y del mundo. “La colaboración y el aporte al diseño de políticas educativas en ámbitos decisorios y en universidades externas a la Red, es todavía una deuda pendiente para AUSJAL y tal vez merezca considerarse fuertemente como meta para los próximos años de trabajo”, aseguró.

Por su parte Ramírez valoró el trabajo que la Red ha venido realizando para consolidar el modo de entender la RSU, propio de las universidades jesuitas, y sus mecanismos para evaluarla. “Independientemente de las particularidades del contexto, no somos tan diferentes, estamos en el mismo camino tratando de generar una labor bajo una misma inspiración”.

Fuente: CPAL SJ

Misericordia y protestantismo

Así como hemos compartido material que nos permite conocer cómo se viven la misericordia en otras religiones no-cristianas, hoy la invitación es a conocer más de esta característica universal del Dios en que creemos y cómo se la concibe dentro de otras ramas del cristianismo.

Por Alfredo Abad Heras. Pastor de la Iglesia Evangélica Española (IEE)

¿Cuándo encontraré un Dios misericordioso? (Martín Lutero)

Martín Lutero (1483-1546) entendió un día que Dios no era un juez que pesaba en su balanza los méritos humanos, sino un Padre, que en su misericordia, quería sacar a su criatura de su caída y hacerla participar de su santidad y de su felicidad. Descubrió que el corazón de Dios es la bondad, la misericordia y la gracia.

Los reformadores desde diferentes ángulos y fuentes, Lutero (reformador en Alemania) se inspiraba principalmente en el apóstol Pablo, Bucero (reformador en Estrasburgo) en los evangelios o Oecolampadio (reformador en Basilea) en los escritos joánicos, llegan a la misma conclusión: Dios es amor. Esta convicción se impone en ellos para enfrentarse a la teología nominalista y escolástica de la época, rígida y dogmática, para subrayar la importancia de la gratuidad, de la gracia, en su relación con Dios.

Predicarán a favor de un Dios muy distinto al que se predicaba en la Edad Media, más sostenido en el miedo y el pago de indulgencias, que apuntaba al Dios-Juez implacable, ante el que solo podían encontrarse a través de las mediaciones, fundamentalmente de la iglesia. Las personas solo podían enfrentarse a sus angustias, y en la época eran notables, a través de remedios relacionados con el sacrifico, de sumisión, económico o de absolución sacerdotal. Las reliquias o los santos ofrecen un contacto casi físico con la divinidad. Posteriormente la Iglesia Católica ha hecho también su propia reforma o “aggiornamento”, sin embargo algo de ese acento perdura.

Paul Tillich, teólogo alemán del s. XX, señala que este acento se sitúa sobre la realidad de la presencia de Dios en ciertos lugares, objetos, instituciones, textos y ceremonias. A través de ellos Dios tiene un rostro concreto y se hace tangible. El acento de la reforma protestante es iconoclasta, rompe con la imagen, pero también con el dogmatismo, eclesiocentrismo, ritualismo y sacramentalismo. La presencia de Dios no es material sino espiritual. La relación con Dios es un acontecimiento por medio del Espíritu y no por medio de una institución. Tillich señala que ambos acentos se necesitan y son complementarios, aunque de manera conflictiva.

Este cambio de acento, como en la experiencia existencial de Lutero, se produce en los reformadores protestantes insistiendo en el Dios de amor. Subrayaran diferentes aspectos, por ejemplo Zwinglio (reformador de Zurich) insiste en el buen pastor (Juan 10, 11-14), Martín Bucero cambiará en todas las liturgias de Estrasburgo la invocación de Dios por la formula bíblica de “Padre”. Juan Calvino (reformador de Ginebra) dice que lo que importa es contemplar el rostro benigno de Dios: “Si tenemos la menor chispa de la luz de Dios, que nos descubre su misericordia, somos suficientemente iluminados para tener una firme seguridad”.

Para el protestantismo la relación con la misericordia de Dios es una palabra de liberación, de perdón que ofrece confianza y compromiso. Los reformadores buscaran confrontar a cada persona con la Palabra de Dios, en la Biblia, la predicación y los sacramentos, para que cada uno encuentre una relación saludable con Dios, una relación auténtica. Es a partir de esta relación, por medio de la acción del Espíritu, que la misericordia se traduce en compromiso con la humanidad, para que la igualdad, la justicia, la ética y la paz alcancen a toda criatura. Apelarán a la libertad de conciencia, como compromiso responsable con ese Dios de amor, y al sacerdocio universal de todos los creyentes, como compromiso comunitario e igualitario, para la transformación de la sociedad en la perspectiva del Reinado de Dios.

Un ejemplo claro de esta misericordia y su extensión a toda criatura fue la Declaración de Barmen (1934), a cuyo Sínodo asistieron por ejemplo Karl Barth o Dietrich Bonhoeffer, que afirmó que “la Iglesia es una comunidad de hermanos unidos en el amor de Cristo y rechaza cualquier doctrina que pretenda que deje esta convicción para supeditar su mensaje a los vaivenes de la política (Efesios 4, 14-16)”. Frente a la barbarie del nazismo, la misericordia –amor de Cristo– no permitía a la iglesia ser cómplice del desprecio por la vida de algunos seres humanos, judíos, por ejemplo.

Hoy necesitamos de este compromiso con la misericordia de Dios para no ser cómplices de ninguna clase de barbarie, por cierre de fronteras, exclusión social o cualquier otro tipo de discriminación. Lutero encontró al Dios de misericordia e hizo de Él su bandera en el compromiso a favor de la libertad cristiana

Fuente: Entre Paréntesis