No es el Fin del Mundo

El mundo cambia. Muchas veces esa transformación puede generar la sensación de incertidumbre, y algunos sentimientos apocalípticos. Sin embargo, en general, la historia avanza, y la vida continúa, aunque en condiciones diferentes: ¿cómo vivir estos tiempos de transición?

Por Raúl González Fabre

Vivimos una transición histórica. El orden político de Estado nacionales soberanos consolidado con la descolonización ha sido progresivamente disuelto por la competencia económica global. Los Estados nacionales han pasado de poner condiciones a los agentes económicos en el contexto de mercados fundamentalmente nacionales, a competir por los favores de esos agentes en mercados globales: por sus inversiones para nuestras empresas, su demanda para nuestros productos, sus ahorros para financiar nuestros gastos, sus turistas para nuestros monumentos, sus descubrimientos e invenciones para no hacer mucho el ridículo.

¿Es esa dinámica reversible? Pensamos que no lo es, pese al empeño de nacionalistas de todo color en proponerlo, en nombre de la Patria, la Democracia, el Pueblo, o algún otro “sagrado” político que se pone precisamente en manos del Estado nacional. ¡Vaya por Dios: lo ponen precisamente en manos de algo que ya apenas funciona!

La dinámica presente no es reversible porque el país que pretendiera hacerlo vería descender la eficiencia productiva de sus empresas, limitadas en tamaño al mercado nacional, resguardadas por principio de la competencia global, con grandes dificultades para todo tipo de intercambios con el exterior. ¡Claro que es posible irse de la Unión Europea! Lo que no saldrá es gratis en términos de la competitividad de la economía británica. Y así.

El camino es precisamente el opuesto. Desde luego ha de haber mínimos en el mercado global, por ejemplo laborales o medioambientales. Ello no contradice la idea de una competencia global: todo match de boxeo tiene lugar sobre un ring, con un reglamento y un árbitro comunes. Una vez acordado todo ello, los boxeadores se pegan, aprovechando cada ventaja competitiva para ganar al otro. Pero el match no es solo el combate, sino además el ring, las reglas y el árbitro. Todo ello.

Lo esencial entonces es que los mínimos para el mercado global (las condiciones de un trabajo decente, por ejemplo, o los requisitos medioambientales) no sean objeto de competencia entre los países, sino iguales para todos los agentes económicos, estén donde estén. Reglas globales comunes, que ningún país pueda violar, que ninguna votación de un electorado local pueda rechazar: exactamente lo contrario de la sagrada soberanía nacional democrática.

En esta transición histórica, las relaciones económicas han ido más deprisa que la capacidad de las instituciones políticas para ordenarlas al bien común, incluso en lo más elemental. El caballo que parecía ya embridado en 1970 (solo en algunos países, es verdad), ha vuelto a escapársenos.

No es la primera vez que ocurre en la Historia. Al revés, es más bien lo habitual: entablar una relación de mercado resulta más liviano, requiere saber menos del otro, implica menos comunicación, dura menos… que formar con ese otro una unidad política con normas comunes. Cualquiera puede comprar un cacharro en un chino. Llegar con los chinos a un acuerdo de reglas comerciales equitativas, ya no es tan fácil. Formar un solo país con los chinos, con fuertes redistribuciones que realicen la solidaridad entre ricos y pobres estén donde estén, nos parece imposible. Y sin embargo, esa debe ser la meta de largo plazo: un solo estado global, que cuide los intereses de una sola Humanidad.

Hay que asumir que estamos en una transición, y que el camino adelante consiste en moverse hacia mayor unidad política global, esto es, hacia más normas obligatorias, compartidas por todos los países, que establezcan condiciones a la competencia en los mercados globales y no estén ellas mismas sometidas a esa competencia.

Una vez asumido eso, en vez de llorar por lo bien que nos iba con los Estados nacionales, en vez de llorar un pasado que no volverá, añorarlo y dar palos de ciego buscando recuperarlo, podemos dedicarnos a construir el futuro. Esto es, a levantar instituciones políticas mundiales que embriden los mercados globales y los pongan al servicio del bien común. Estamos en una buena posición para contribuir a ello, sea desde los organismos internacionales existentes, desde las grandes ONG internacionales, desde la política con visión, o desde la Iglesia, que ya proponía una misma ética para toda la Humanidad bastante antes de que hubiera estados nacionales.

Esta transición histórica no es el fin del mundo. Es solo el fin de un mundo. Como suele ocurrir en el Cristianismo, simplemente nos llama a construir otro mundo, un mundo nuevo más próximo a la voluntad de Dios. Son los signos de los tiempos. No es una religión de muertos sino de vivos.

Fuente: Entre Paréntesis

 

Intenciones de Oración del Papa: Septiembre

INTENCIONES DE ORACIÓN DEL SANTO PADRE

Universal – Para una sociedad más humana.

Para que cada uno contribuya al bien común y a la construcción de una sociedad que ponga al centro la persona humana.

Por la Evangelización – La misión evangelizadora de los cristianos.

Para que los cristianos, participando en los Sacramentos y meditando la Sagrada Escritura lleguen a ser siempre más conscientes de su misión evangelizadora.

 

Reflexión del Evangelio, Domingo 4 de Septiembre

Evangelio según San Lucas 14, 25 – 33

Junto con Jesús iba un gran gentío, y él, dándose vuelta, les dijo: «Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. ¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo: ‘Este comenzó a edificar y no pudo terminar’. ¿Y qué rey, cuando sale en campaña contra otro, no se sienta antes a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra él con veinte mil? Por el contrario, mientras el otro rey está todavía lejos, envía una embajada para negociar la paz. De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.»

Por Matías Yunes SJ

Jesús es el acontecimiento central de la venida del Reino. Él mismo, su persona, es la novedad fundamental que todavía estamos descubriendo. Como una fuente inagotable, el rostro del misterio se nos hace siempre nuevo. Esto es lo que al pueblo le resultaba tan escandaloso de Jesús. Venía a ponerse en un lugar que no le correspondía. ¿Cómo tener el descaro de llamarse igual a Dios? Osar autoproclamarse con el poder del espíritu de Dios para sanar y curar. Llamarlo su Padre…

Y es que para el pueblo judío la Ley es su tesoro más sagrado. Ella ha sido el modo como Dios se ha quedado presente en medio de su pueblo, recordando todos los beneficios recibidos de su favor. El pueblo recuerda con memoria agradecida y no espera más que serle fiel a Dios por medio del cumplimiento de lo que él mismo les ha pedido

En este contexto, podemos imaginar lo que habrá sido para ese “gran gentío” que seguía a Jesús, escucharle decir que era necesario amarlo a él por sobre todas las cosas. Incluso más que al propio padre, madre, hermanas, hijos….¡Más que a la propia vida! ¡Un escándalo! Quizás muchos que lo seguían habrán dicho como los atenienses que atendieron a la predicación de Pablo: “¡Otro día te escucharemos!”. Un mensaje demasiado radical para considerar sensato.

 En la palabra del Evangelio de hoy, lo sensato comienza a ser un poco distinto a lo que usualmente estamos acostumbrados. “Cualquiera que venga a mí y no me ame…no puede ser mi discípulo”; “El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo”. La sensatez del Evangelio pasa necesariamente por el amor. Sin él, los valores del Reino son incomprensibles. Nuestra fe radica en el amor profundo a una Persona, en la entrega de nuestra vida por amor. Este es quizás el fundamento de lo que la segunda parte del Evangelio nos relata. ¿Quién, antes de construir una torre, no se pone a calcular si puede cubrir los gastos para terminarla? Antes de seguir al maestro, ¿comprendo que los cimientos de la entrega de mi vida dependen del afecto puesto en aquel que me llama a caminar con él? Y aquí nos colocamos ante una pregunta engañosa. Una parte de nosotros se sentirá tentada a preguntarse: “¿amo lo suficiente?”, ¿tengo las capacidades para cargar con la cruz?”, “¿seré digno?”.

 Pero la exhortación de Jesús no quiere dejarnos con esa carga en nuestro corazón. Si podemos amar, es porque otro ya nos ha amado y nos sostiene en su amor. Su gracia es la que nos asegura una entrega amorosa y confiada. De nuestra parte queda abrirnos y disponernos activamente para acoger su amor paterno e incondicional. Sólo en él encontraremos la fuerza para seguir al Maestro, sin saber dónde lleva el camino, pero con la seguridad de que vemos sus espaldas y nuestros pies se posan en sus huellas. Pidamos hoy la gracia de ser discípulos. De seguir a Jesús confiados en que su amor despierta en nosotros un deseo grande de entrega, y pidiendo que su Espíritu nos encienda el corazón para más “amarlo y seguirlo”.

Fuente: Red Juvenil Ignaciana Santa Fe 

Reunión del Equipo de Pastoral Juvenil y Vocacional

Con el objetivo de seguir trabajando y haciendo carne esa opción preferencial por los jóvenes que ya hace un tiempo ha hecho la provincia jesuita Argentina y Uruguay para su trabajo apostólico; el equipo encargado del trabajo con la juventud y las vocaciones se ha reunido a mediados de Agosto. Además de acordar una agenda común para la provincia se han debatido diferentes cuestiones con la idea de ampliar y diversificar la propuesta juvenil y vocacional.

Por Equipo de Pastoral Juvenil y Vocacional

Los días 16 y 17 de agosto nos reunimos en el Noviciado en Córdoba los miembros del Equipo de Pastoral Juvenil y Vocacional de la Provincia. No pudieron estar Patricio Alemán, Javier Rojas y Oscar Freites. Se sumó al Equipo Raúl González. Y dejaron de formar parte del mismo Marcelo Larotonda, Tomás Bradley y Rodrigo Castells.

El objetivo principal de la reunión fue armar la agenda de las actividades de Pastoral Juvenil y de Pastoral Vocacional del año que viene, de tal manera que se puedan instalar con tiempo en las distintas agendas de nuestras obras apostólicas y comunidades.

Otro tema de trabajo giró en torno a las Comunicaciones, y para ello nos acompañó el martes de mañana Mariano Durand, quien nos estuvo mostrando las distintas plataformas de comunicación que tenemos: como la Página Web de la Provincia, los distintos facebook que se están usando tanto para la Pastoral Juvenil (Jesuitas Argentina y Uruguay; Encontrados; las RJI de las distintas regiones), como para la Pastoral Vocacional (nuestro nuevo Facebook de Vocaciones Jesuitas Argentina y Uruguay). Fue una buena oportunidad para interiorizarnos mejor acerca de estas páginas, para caer en la cuenta de la importancia de estas plataformas en nuestra comunicación con los jóvenes, y para comprometernos en darlas a conocer a los compañeros jesuitas y a nuestros respectivos grupos de jóvenes.

Evaluamos el desarrollo de cada una de las RJI en nuestras regiones, las actividades que hemos venido haciendo y las que se nos vienen, así como las dificultades y oportunidades que se nos presentan. La Red Juvenil Ignaciana va creciendo en la Provincia, contamos con muchos jóvenes y queremos seguir ofreciendo un proceso paulatino y respetuoso en el que se vaya consolidando la experiencia ignaciana de nuestros jóvenes en edad universitaria, que permita forjar una identidad común en medio de la diversidad.

La tarde del miércoles la dedicamos a la Pastoral Vocacional, conversamos sobre los jóvenes que están en el Plan de Candidatos y sobre aquéllos otros que podrían sumarse a la próxima actividad vocacional, que será en Casa Arrupe en torno a las próximas ordenaciones diaconales de Matías Yunes y Franco Raspa. Hemos culminado la elaboración de un tríptico que queremos hacer llegar a todos los jesuitas de la Provincia, en el que se explicitan la articulación del plan vocacional y se ofrecen algunas orientaciones para el acompañamiento de las vocaciones.

Sabemos que el trabajo con los jóvenes y las vocaciones es una de las prioridades de la Provincia y esperamos seguir dando pasos en la articulación del trabajo con las otras áreas apostólicas.

Agradecemos a todos el apoyo que nos brindan y nos unimos en la oración que es fuente de fidelidad y entusiasmo para la misión.

Noticias de Provincia

 

La Espiritualidad de Madre Teresa

Poco se conoce de las experiencias místicas y la relación de la Madre Teresa con Dios. En esta nota del foro Entre Paréntesis, el Padre Brian Kolodiejchuk, miembro de los Misioneros de la Caridad, habla de estas experiencias de la Santa contemporánea.

El Padre Brian Kolodiejchuk fue el postulador oficial de la causa de canonización de Teresa de Calcuta. Al mismo tiempo, es el editor de “Ven, sé mi luz”, una colección de cartas y notas personales que se publicó en 2007, en donde se reveló la lucha de Madre Teresa con décadas de oscuridad interior.

Padre Brian, gracias a Dios por la canonización de la Madre Teresa. Me gustaría hablar con Usted acerca de su “noche oscura”. ¿Puede decirnos cómo vieron la luz, en primer lugar?

Gracias a Dios, los jesuitas tuvieron la previsión de salvar esos documentos. Vienen sobre todo del P. Celeste van Exem, su director espiritual en Calcuta durante los años de la inspiración y los siguientes. Además el arzobispo de Calcuta, Périer, que también era jesuita y luego los jesuitas que vinieron más tarde: el P. Lawrence Pichachy, más tarde cardenal, y luego el P. Joseph Neuner.

Ellos salvaron los documentos. No eran conscientes de que estaban ahí hasta que comenzó el trabajo de recolectar los documentos, antes incluso de que el proceso formal empezase. Cuando comprobamos los archivos de los jesuitas en Calcuta y en la casa arzobispal de Calcuta, aparecieron las cartas.

Estas cartas formaron parte del proceso en sí, y una vez que ocurrió esto, ya solo era cuestión de tiempo cuándo serían reveladas— o bien ahora o, digamos, 50 años más tarde, cuando el material de archivo se abriese. Pero uno de los nueve teólogos que leyó la positio (la vida, virtudes y reputación de santidad) sugirió que se publicasen. En realidad, el archivero de la Provincia de Calcuta usó parte del material en un artículo para Review for Religious, y el P. Neuer también había escrito algo [en la revista india Vidyajyoti], usando algunas partes. Así que pensé que lo mejor sería ofrecer todo lo que teníamos acerca de la oscuridad. Así que Ven, sé mi luz, tiene todo, excepto una o dos cartas que llegaron más tarde.

Ella nunca había hablado de esas experiencias, ¿no es cierto?

Ese es un asunto del que ella nunca habló, y de manera bastante premeditada. Las hermanas o yo mismo le solíamos preguntar sobre “la inspiración” (10 de septiembre de 1946) y ella no decía nada; solo si el Papa en obediencia le dijese decir algo. Tan sagrado era para ella. Así que logró ser una persona muy pública y al mismo tiempo, mantener oculta esta experiencia. El Padre Van Exem le dijo a un jesuita de Calcuta, que le contó a uno de nuestros sacerdotes que el P. Van Exem tenía cinco cajas de materiales. La Madre se mantuvo en su presión para que destruyese todas esas cosas. Ahora estoy seguro de que su perspectiva es otra.

Afortunadamente, tuvieron el sentido de conservarlo, porque revelan una parte muy importante de la santidad propia de la Madre Teresa y un aspecto importante del carisma de las Misioneras de la Caridad. Queremos estar en solidaridad con los materialmente más pobres de los pobres, pero cuando ella vino a Occidente, cada vez más fue diciendo que las mayor pobreza del mundo actual es no ser amado, no ser querido, no ser cuidado. Y esa era su propia experiencia.

Paradójicamente, estaba tan unida a Jesús que pudo compartir sus más grandes sufrimientos en el Huerto y el sentido de abandono en la cruz, como otros santos. La excepcional parte de la oscuridad asociada a la Madre Teresa es esta.

¿Podría describir el tipo de experiencias místicas que tuvo al comienzo de su ministerio?

El principio, el 10 de septiembre, lo que nosotros llamamos el Día de la Inspiración, creíamos que era cosa de un día, una llamada especial. Pero nos dimos cuenta de que era solo el inicio. Incluso entonces, cuando lo escribió, no dijo precisamente lo que ocurrió el 10 de septiembre. En esa primera carta dice lo que pasa: escucha muy clara y distintamente la voz de Jesús, comenzando en el tren el 10 de septiembre. Entonces está de camino a Darjeeling para hacer su retiro. Y continúa. Incluso meses después, en cada comunión Jesús sigue preguntando: “¿Te negarás?”

Esto está conectado a un suceso del que yo no tenía ni idea, que es que cuatro años antes ella hizo un voto privado de dar a Jesús cualquier cosa que le pidiera o, por decirlo de otro modo, no negarle nada. Así que especialmente en la segunda carta hay un mayor sentido de diálogo. La primera cosa que Jesús dice es: “¿Te negarás?”

 Tal como Usted lo entiende, estas locuciones fueron auditivas, lo que es raro en la vida de los santos. ¿Es correcto?

Tuvieron lugar en la imaginación. No fueron externas, como una aparición o algo así. Pero acontecen clara y distintamente, sin formar parte de su meditación matutina, por ejemplo. Ella misma lo llamaba “la voz”. Ella lo dijo muy claro, inconfundiblemente.

La noche oscura aparece bastante poco después de que comience su ministerio. Hasta donde Usted puede saber, pues esto es algo un tanto confuso en Ven, sé mi luz, esto permanece hasta su muerte. ¿Es así como lo entiende?

Así lo veo. Hay un momento recogido en el libro, en 1958, cuando muere Pío XII y, como seguimos haciendo, el obispo tiene una misa rezando por el eterno descanso de su alma. En esa misa, Madre Teresa pide un signo de que Jesús está conforme con el trabajo de las Misioneras de la Caridad. Y en ese momento, se levanta la oscuridad. Ella dice simplemente que Jesús se dio a sí mismo completamente – aunque la unión y la dulzura de esos seis meses pasaron muy pronto.

Quiero compartir con Usted una historia y escuchar su reacción. Un obispo que fue uno de sus acompañantes espirituales me contó esta historia. Me dijo que un día estaba hablando con ella acerca de su sequedad en la oración y ella le contaba cómo no sentía la presencia de Dios. Los dos estaban en Calcuta. Justo entonces, llegó un niño y le echó los brazos alrededor. Y él le dijo a Madre Teresa: “Esa es también la presencia de Dios”. Lo cual me trae la pregunta que siempre he querido hacerle. ¿Cree que es posible que su formación inicial, en cierto modo, le impulsase a privilegiar los movimientos interiores más que los signos exteriores de la presencia de Dios? Porque cuando leo sus diarios y cartas, a veces querría decirle, “¿Estás mirando fuera de ti misma?” ¿Tiene esto algo de sentido?

Es una buena pregunta. Uno de los comentarios que hace en una de sus cartas, pensando sobre todo en sus tiempos de oración, es que dice: “Cuando estoy en la calle puedo hablar contigo durante horas”. Así que sí hay un sentido de que todas esas experiencias se dan más en el plano de los sentimientos. Por ejemplo, ella puede decir: “Sé que mi mente y mi corazón rebotan de nuevo a Jesús”.

Así que está unida a Él a través de la voluntad más que, digamos, por pura fe. Ella ve a su alrededor que todo el trabajo se expande, crece. Ve el fruto de todo ello y ve a la gente reaccionar. Está viendo la generosidad de quienes le ayudan. Así que, para ella, eso también ha de ser presencia de Dios, trabajo de Dios.

Así que ella lo ve. Por otro lado, siempre me he preguntado que quizá sus experiencias místicas desde el principio fueron tan bonitas, que simplemente deseaba tenerlas de nuevo, como haríamos cualquiera.

De modo extraño, hay gente que ha dicho: “¿Quiénes eran su directores espirituales y por qué no le ayudaron más?” No fue hasta 1961, cuando el Padre Neuer le ofrece una sugerencia y le dice: “Esto es el lado espiritual de tu obra”. Eso enciende la bombilla, como dice el propio P. Neuer más tarde. Así, esto le ayudó. Todavía era doloroso y difícil, pero al menos tenía ya tenía algún sentido, asociarse al propio sufrimiento de Jesús, especialmente al sufrimiento interior. Solía decir que Jesús sufrió más en el Huerto que en los sufrimientos físicos en la cruz, y ahora tenemos una idea de por qué decía eso.

Para mí, todo esto la eleva a la categoría de uno de los más grandes santos de la historia, porque otros santos hicieron estas grandes obras con los pobres, pero con consolación. Y ella lo hace con el “depósito vacío”.

Cierto. Quienes estábamos alrededor de ella pensábamos, “No es fácil ser Madre Teresa”, con todos los requerimientos, incluso en un avión la gente se te acerca queriendo hablar, pidiendo un autógrafo o una bendición. Así que pensábamos que, al menos, estaría disfrutando de una vida interior rica que le impulsaba a seguir caminando. Y entonces descubrimos justo lo contrario.

Es asombroso. Me gusta lo que dices, que ella es un modelo para hoy. Es interesante que Dios le dio las gracias que necesitamos hoy, pero también le invitó al sufrimiento que la mayoría de la gente sufre hoy.

Sabemos que los santos surgen para una época determinada, para los tiempos en los que viven. Así que ahí está una de las razones por las que la Madre tuvo esa experiencia. ¿Fue debido a ese fenómeno tan extendido, este modo de pobreza espiritual? Incluso si eres rico materialmente, o en cualquier clase de vida, es una experiencia bastante común en la vida moderna. Vamos tan deprisa, y ya la vida en familia no es lo mismo, que es mucho más fácil tener esa experiencia de soledad, de no ser querido ni cuidado, aparentemente.

Para ir terminando, ¿puede decirnos cómo era estar junto a ella, cómo era personalmente y qué ha significado para Usted?

Bueno, yo la conocí en los últimos 20 años de su vida, así que tuve la versión más melosa de Madre Teresa. Al principio, era muy exigente, sobre todo con las hermanas. Pero lo realmente llamativo era lo maternal que era. Cualquiera que la conociese, aunque fuera brevemente, le llamaba Madre, y las hermanas le llamaban Madre, así que para toda la gente que estaba cerca de ella era simplemente Madre. Realmente, le gustaba ser esa presencia maternal: esa es una de las cosas sorprendentes.

La otra es lo normal que era. A veces, si no sabías cómo era y estabas en el convento, no llamaba la atención de ningún modo, a no ser que te fijases en cómo hacía las cosas pequeñas, como una genuflexión o tomar agua bendita cuando entrabas— las cosas pequeñas en las que podías decir que había un modo especial de hacerlas. Era una santa realista, con los pies en el suelo, muy práctica, muy observadora. A la hora de comer, se daba cuenta de qué hermanas estaban comiendo y cuáles no, lo que se decía, de qué humor estabas… ¡era muy observadora!

¿Cómo se siente acerca de la próxima canonización?

Hablando humanamente, una cosa es el sentido de satisfacción porque ocurre tras todos estos años de trabajo y de espera. Pero pienso que la cosa más positiva es que ahora, a lo largo y ancho de toda la Iglesia, se puede rezar a la Madre más formalmente; veneración publica, decimos, Así que ahora, por ejemplo, su mensaje para nuestro tiempo puede expandirse de un modo incluso más amplio, más fuerte.

También está la otra parte de un santo, que rezan por nosotros. Justo al principio del libro hay una especie de declaración misional: “Si alguna vez llego a ser santa, seré una santa de la oscuridad. Pediré desde el cielo ser la luz para aquellos que en la tierra están en oscuridad”

Y esa misión continúa. E incluso continuará con más fuerza ahora.

Fuente: Entre Paréntesis

 

Espiritualidad sobre la Ecología

Desde hace tiempo, la Compañía ha mostrado un interés y compromiso en las cuestiones relacionadas a la Ecología y el cuidado del ambiente. En este artículo de espiritualidad, el P. Jorge Cela, presidente de la CPAL, hace una invitación a llevar a nuestra vida este cuidado, cada vez más urgente, de nuestra casa común.

Jorge Cela, SJ

Cada vez más nuestra conciencia de ser creaturas, principio y fundamento de nuestra identidad, nos lleva a vernos situados en un mundo creado y puesto bajo nuestro cuidado. Y la experiencia de los Ejercicios Espirituales nos conduce a “en todo amar y servir” desde la contemplación de la creación para alcanzar amor. Una mirada que nos revela la creación como espacio donde Dios trabaja para nosotros y se nos comunica en la dinámica del amor. Una vivencia que nos convierte en contemplativos en la acción apostólica. A aprender a contemplar el mundo como expresión del amor gratuito de Dios.

Esto debe traducirse en un hábito contemplativo que marca nuestra acción y vida toda. La dimensión contemplativa debe traducirse en prácticas ecológicas sustentables en nuestra vida personal, comunitaria y misionera. Nuestras obras, nuestra vida comunitaria y nuestra vida personal deben cambiar a la luz de esta nueva mirada.

Nuestra vida espiritual se siente estimulada por la contemplación de la naturaleza que nos introduce en el diálogo agradecido con el Señor. Lo que nos cuentan de Ignacio diciendo a las flores del jardín: callen, que ya sé de qué me hablan. Esta contemplación que nos lleva a admirarnos de la belleza y diversidad presente en la naturaleza que nos crea la actitud de cuidado.

Este cuidado nos ha de llevar a la preocupación por nuestra acción personal, comunitaria e institucional con relación a la biodiversidad y cuidado de la creación en los pequeños y grandes compromisos:

• No derrochar ni contaminar el agua.

• Clasificación de la basura para su mejor manejo.

• Combate a la cultura del descarte evitando el consumismo, el uso de plásticos contaminantes, de papel innecesario, de productos tóxicos.

• La cultura del ahorro de energía eléctrica y de gases contaminantes producto del excesivo uso de transporte antiecológico.

• La construcción ecológicamente amigable.

• La preservación de espacios ecológicos, como bosques, parques, santuarios para pájaros o vida marina.

• La preocupación por disminuir el derroche de alimentos o el consumo que tiende a disminuir la biodiversidad, o los bosques.

Son pequeños signos de que hemos integrado una actitud que se manifiesta en acciones concretas, en políticas comunitarias e institucionales, en presencia de esta inquietud en el discurso evangelizador y pedagógico, en las acciones de incidencia ante los constructores de políticas públicas.

La ecología no es un tema para especialistas. Es una dimensión de nuestra vida espiritual, de nuestra práctica cotidiana, de nuestro discurso y nuestra acción institucional y política.

 Fuente: CPAL SJ

La Teología del Pueblo y el Papa Francisco

Los discursos y la pastoral del Papa Francisco están inspirados en lo que se denomina Teología del Pueblo. Esta es una rama de la teología latinoamericana desarrollada en Argentina por algunos teólogos y pastoralistas, y luego asumida por el Episcopado Argentino en la Declaración de San Miguel en 1969.

Les proponemos escuchar el audio de una charla, dictada por el Dr Rafael Luciani; y posterior conversatorio, realizada en el Colegio San Ignacio de Caracas (Venezuela), en la que se pretendes compartir el origen y los contenidos fundamentales de esta teología, y cómo ella ha inspirado las acciones y discursos del Papa Francisco.

A lo largo de la exposición, se reflexiona sobre el sentido actual del cristianismo y su aporte como propuesta de superación del esquema tradicional de religión cultural.

Si te interesa conocer más de estos debates y reflexiones, no dejes de escucharla

Acuerdo de Paz en Colombia

Se ha firmado un histórico acuerdo en Colombia entre las FARC y el Gobierno Nacional para comenzar a dar fin a un conflicto que implicó mucha violencia para toda la población colombiana. Los jesuitas en Colombia se han comprometido con la causa. En la nota siguiente escribe Francisco de Roux SJ, anterior provincial de aquél país.

Por Francisco de Roux SJ

Dios, finalmente, nos hace comprender que todos tenemos que cambiar para que todos seamos posibles como seres humanos en un país reconciliado.

Tengo un sentimiento profundo de acción de gracias a Dios desde el martes en la noche, cuando concluyeron las negociaciones de La Habana y supimos que había llegado el final del conflicto armado.

No pretendo que por sentir las cosas así, como creyente, tenga yo más razón que otros. Y tengo plena conciencia de que esta experiencia profunda del Dios de la paz puede no ser compartida por otros que con sinceridad estarían buscando a Dios.

Lo siento así porque veo el misterio del espíritu que se abre paso en el camino de todas las mujeres y los hombres, entre aciertos y errores, fidelidades y vacilaciones, certezas e incertidumbres, no importa si son creyentes o ateos. Y porque en el silencio he constatado también al mismo espíritu bregando por acontecer en la historia de nuestro pueblo, desde lo hondo de la crisis espiritual que nos precipitó en sesenta años de violencia política y desde dentro de nuestras búsquedas de una reconciliación esquiva.

Desde tiempo atrás he percibido este misterio avanzando entre nosotros, entre luces y sombras, cuando Belisario Betancur inició las comisiones de Paz y se creó la Unión Patriótica, cuando Virgilio Barco inició conversaciones con la Coordinadora Guerrillera, cuando César Gaviria convocó la Constitución del 91, en la que fueron miembros exguerrilleros del M-19, el Quintín Lame y el Epl; cuando el ministro de Agricultura de Samper, José Antonio Ocampo, estableció las líneas de las transformaciones rurales que hoy están en el primer acuerdo de La Habana; cuando Andrés Pastrana intentó la paz en el Caguán y consiguió, con el Plan Colombia, el fortalecimiento del Ejército; cuando Álvaro Uribe dirigió a las Fuerzas Armadas con su ministro de Defensa hasta golpear a las Farc y hacerles ver claro que nunca accederían al poder por la lucha armada; hasta cuando la cúpula militar dirigida por el presidente Santos concluyó que había llegado el momento de sentarse a negociar con el enemigo y no pararse de la mesa hasta no firmar los acuerdos.

Pero igual, no puedo dejar de ver a ese mismo Dios de la historia, solidario y compasivo, al lado de nosotros cuando vivimos el genocidio de la Unión Patriótica, en la soledad desesperante de cada secuestrado y su familia, en el horror del soldado que se despierta sin piernas por el impacto de la mina, en las mamás que lloran a sus hijos asesinados en ‘falsos positivos’, en los guerrilleros que están en las cárceles, en los niños que, llenos de preguntas, crecieron en la insurgencia con un fusil en la mano; en las mujeres violadas y humilladas, en el desconsuelo de los hogares que buscan a sus hijos e hijas desaparecidos, en el espanto de los habitantes de los 1.906 pueblos de Colombia arrasados por masacres, en los siete millones de campesinos que abandonaron el campo, en los 280.000 civiles a quienes mataron los actores armados de todos los lados; y en miles de jóvenes militares, policías, guerrilleros y paramilitares que fueron eliminados por balas y bombas.

Dios estaba también allí. En el sufrimiento físico, los corazones destrozados, el terror y el silencio, cuando veíamos naufragar cualquier futuro posible. Y desde allí, el mismo espíritu, nos acompañó en la desolación y nos invitó desde el abismo a no perder la esperanza.

Y no puedo dejar de ver a ese mismo Dios actuando entre los miembros de las Farc, independientemente de si ellos lo perciban. Porque ellos también cambiaron en cuatro años de diálogo, cuando las víctimas les mostraron que lo que estaba en juego era la verdad, la aceptación de responsabilidades, la reparación y la no repetición.

Dios que, finalmente, nos hace comprender que todos tenemos que cambiar para que todos seamos posibles como seres humanos en un país reconciliado.

Fuente: El Tiempo

Voluntariado Universitario en Dolores (Uruguay)

La Universidad Católica del Uruguay (UCU), ha invitado a sus alumnos a sumarse, durante las vacaciones de Invierno a realizar trabajos de construcción en el interior del Uruguay; en los que colaboran con la Comisión Honoraria Pro Erradicación de la Vivienda Rural Insalubre (Mevir), que se dedica a construir y reparar hogares para que las personas que viven en el espacio rural puedan tener acceso a condiciones habitacionales dignas.

Estudiantes y funcionarios de la UCU destinaron la edición de Trabajos de Invierno 2016 a colaborar en la reconstrucción de edificios en la ciudad Dolores, Uruguay.

La Vicerrectoría del Medio Universitario llevó a cabo una nueva edición de los Trabajos de Invierno. Desde hace cinco años esta actividad busca apoyar el trabajo realizado por Mevir para mejorar las condiciones de vida de quienes viven en entornos rurales.

En la edición 2016, sin embargo, los Trabajos de Invierno estuvieron enfocados a colaborar con la ciudad de Dolores, Soriano en sus esfuerzos por recuperarse del tornado que afectó a aquella localidad en abril de este año.

En esta oportunidad se sumaron 25 integrantes de la comunidad universitaria, entre estudiantes y funcionarios, quienes trabajaron con las familias afectadas realizando diferentes tareas como la preparación de los espacios para la construcción, nivelación de terrenos, construcción de platea y armado de estructuras.

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Además de las tareas de construcción, el grupo llevó adelante diferentes actividades de reflexión y proyección en torno al grupo y la propuesta, con la intención de darle un sentido personal y trascendente a las experiencias. “Este fue el primer año que fui a los trabajos de invierno y fue una experiencia inolvidable que me encantaría repetir”, cuenta Evangelina Prosper, estudiante de psicopedagogía. “La posibilidad de colaborar aunque sea con lo mínimo en la felicidad de otros es algo único y mágico”, agrega.

“Disponer de tu tiempo, romper la rutina para ir a darle una mano a aquellas personas que de verdad necesitan de nosotros, no hay nada más que llene tanto como sus testimonios de vida”, asegura Juan Pozzi, estudiante de Comunicación.

Juan destaca, además, algo que le dijo el hijo mayor de la familia en la que le tocó trabajar: «Entre todos de a poquito, vamos lográndolo». “Esa frase hay que llevarla a nuestra vida cotidiana, no dejar lo hecho en Dolores, sino traerlo para todos los días y que en los momentos difíciles siempre se puede encontrar una luz que nos aliente para seguir adelante y volver con más fuerzas», agrega. Los trabajos se realizaron entre el 27 y el 31 de julio.

Fuente:ucu.edu.uy

 

Jesuitas con los Cristianos de Medio Oriente

Un grupo de jesuitas relacionados con el Oriente Próximo, ha elaborado, a pedido del Padre General, un texto que constituye, ante todo una llamada a la conciencia personal de cada uno, ante lo que viven muchos cristianos del Oriente Próximo en el día de hoy.

Además de dar a conocer la situación de los cristianos en Oriente Próximo, es una invitación a compartir y reflexionar sobre los conflictos y problemáticas que amenazan en futuro de los pueblos de la región; y de, en la medida de lo posible, generar iniciativas concretas.

Medio Oriente: Recuperar la Palabra

“La situación dramática que vivimos actualmente en Oriente Medio tiene su origen en los conflictos locales, regionales e internacionales, en la competitividad entre las potencias mundiales por hacerse con los recursos de la región y en las luchas internas por la justicia social, por la libertad y por el establecimiento de unos regímenes políticos que respeten la dignidad humana. Esta dramática situación nos sume frecuentemente en una mezcla de desánimo ante la locura criminal, de cansancio extremo ante una paz que parece inalcanzable y de impotencia para actuar en un contexto geopolítico difícil de entender.

Las distintas partes de estas sociedades, sufren el influjo de esta locura, comenzando por las comunidades cristianas, musulmanas y judías, particularmente en Palestina, Siria, Irak, Libia y Yemen, pero también en un grado o en otro, en muchos otros países de la región. Ante este drama, tenemos que romper el silencio y despertar las conciencias individuales y la de la comunidad internacional.”

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