Nuevo Curso para Colaboradores en Cuba

En distintos puntos de la Conferencia de América Latina y el Caribe se están dando pasos para estrechar la relación entre jesuitas y los colaboradores laicos que forman parte de las obras de la Compañía. Esta vez en La Habana, se llevó adelante, durante el mes de Julio la segunda edición del Curso-Taller “Cardoner I: San Ignaciano de Loyola y mi camino espiritual”.

Del lunes 11 al jueves 14 de julio, treinta personas entre animadores de programas educativos, profesores, técnicos de audio y luces, confraternizaron por primera vez en un mismo espacio para capacitarse juntos compartiendo sobre la vida, historia, y legado de fe del fundador de la orden de los Jesuitas, el vasco San Ignaciano de Loyola (1491-1556).

El Curso-Taller Cardoner es una modalidad de formación para colaboradores en misiones que desarrolla la Compañía de Jesús y una experiencia para mirar profundo en la vida de San Ignacio de Loyola y contextualizarla en las propias vivencias de los participantes. Esta iniciativa, busca fortalecer la identidad de los colaboradores en los principios de la espiritualidad ignaciana para elevar el compromiso en el trabajo misionero que se desarrolla.

Otras emociones y deseos de acentuar su entrega a través del trabajo que realizan en las obras, marcaron los testimonios de vida compartidos en las horas del taller. Así lo describió Maykel Bautis, profesor de inglés en el Centro Loyola Reina, cuando reconoció en el Curso “un espacio donde sentirse parte de una gran familia, y con una gran misión”.

“Experiencias y problemáticas comunes se compartieron como se comentan los asuntos cotidianos a un grupo de amigos o viejos conocidos. Alcanzar esa empatía y comunión entre compañeros de trabajo es el saldo más duradero que me ha dejado este Taller”, dijo Bautis, examinando la importancia de confluir todos en un mismo espacio de la Institución y valorar aspectos del trabajo y la misión individual de cada uno dentro de la Compañía.

También Gerardo de Juana, promotor del Proyecto Sociales, en el Centro Loyola, refirió cuánto de lo aprendido en estas jornadas, puede aplicarse a las actividades que desarrollan en sus espacios de labores. “Entender que los procesos formativos y de acompañamiento son un camino y un peregrinar, nos ayuda a visualizar a los estudiantes o beneficiarios de nuestros Proyectos, como compañeros de viaje y no como simples necesitados de nuestros conocimientos y potencialidades como facilitadores, psicólogos o profesores. Todos aprendemos de todos.”

Fuente: CPAL SJ

 

A pocos días de la CG 36: Entrevista al Padre General

Las más importantes revistas jesuitas europeas publican este mes de septiembre la entrevista que el jesuita Antonio Spadaro, director de La Civiltà Cattolica, ha hecho al Padre General de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás SJ, quien renunciará a su cargo el próximo mes. Si quieres leerla completa puedes descargártela aquí. 

“Para los jesuitas era un imposible pensar que uno de los nuestros fuese elegido papa, a sólo doscientos años de la supresión y veinticinco después de una intervención papal en el gobierno de la Compañía” responde con sinceridad el P. General. Para él “habiendo ya sucedido lo improbable, la elección de un Superior General bajo el pontificado del Papa Francisco, jesuita él mismo y por tanto buen conocedor de la Compañía, adquiere un significado especial”.

Adolfo Nicolás espera de la Congregación General, además de que elija un “buen Superior General”, que el Papa se dirija a los participantes y les presente “sus sentimientos y preocupaciones”, y que su fruto sea “una mejor vida religiosa en el espíritu del Evangelio y una renovada capacidad de imaginación (…) Necesitamos audacia, fantasía y valentía”.

Y es que para este palentino de 80 años, que lleva en el cargo desde 2008, la Iglesia necesita “un lenguaje nuevo que use la sabiduría de los sabios, o la sabiduría del pueblo, para hablar una lengua que el mundo sea capaz de entender”. Porque su visión del mundo es contracultural: “Tenemos ya que comenzar a concebir la humanidad como una unidad y no como un conjunto de países separados uno de otros por sus tradiciones, sus culturas y sus prejuicios. Es necesario pensar en una humanidad que necesita a Dios, que necesita una profundidad que sólo puede venir de la unión de todos”.

En 2013, durante otra entrevista concedida al mismo P. Spadaro SJ, el Papa Francisco afirmó que los jesuitas debían ser personas “de pensamiento incompleto, de pensamiento abierto”. Para el P. General eso significa que tenemos mucho que aprender del silencio, de la humildad, de la sencilla discreción. El jesuita, como dije una vez en África, debe oler a tres cosas: a oveja, esto es, a lo que vive su gente, su comunidad; a biblioteca, es decir, a reflexión en profundidad; y a futuro, es decir a una apertura radical a la sorpresa de Dios. Creo que estas cosas pueden hacer del jesuita un hombre de pensamiento abierto”.