Fe y Alegría en Movimiento con Jóvenes

 Por Carlos Fritzen S.J. – Coordinador General de Fe y Alegría

No es un mero juego de palabras. Nuestro lema del mes ha sido “Jóvenes en Movimiento con Fe y Alegría” porque pretendemos visibilizar y compartir con todos y todas varias iniciativas que desde los países estamos impulsando con nuestros jóvenes. Trabajos con jóvenes que se dan en movimientos muy variados con mucha Fe y con mucha Alegría.

Parte de esos trabajos con jóvenes encontraran en este boletín a la vuelta de “un click”. Verán a jóvenes participando en medio de sus experiencias de campamentos, acciones sociales, retiros, convivencias, acciones lúdicas … y muchas mas. Experiencias que no se olvidan con los años, experiencias fundantes de la personalidad que solemos encontrar cuando por la vida algún exalumno nos dice con orgullo “yo estudié en Fe y Alegría”.

Pero es que también nosotros, los de “juventudes acumuladas” que hacemos Fe y Alegría, nos movemos al ritmo de los jóvenes y sus juventudes. Si algo caracteriza a nuestro movimiento es que está conformado por miles y miles de jóvenes en tres continentes. Jóvenes que se acercan solos o acompañados tras un sueño de una vida digna y mejor. En una mano sus sueños y en la otra mano sus realidades. Fe y alegría es uno de los puentes entre su presente y su futuro. Un puente entre su vida actual y una vida transformada que transforma los mundos que les rodean. Por eso afirmamos que Fe y Alegría está en movimiento con los jóvenes.

En este número también presentamos la iniciativa que desde la Federación Internacional estamos impulsando para construir una plataforma de encuentro, formación y acciones comunes de ciudadanía transformadora de todos los movimientos de jóvenes que estamos animando. Es una iniciativa tan ambiciosa como el futuro mejor que soñamos. La Red Generación +21 es la iniciativa de Fe y Alegría para en-RED-dar a la mayor cantidad de movimientos juveniles de todo tipo con los que trabajamos en nuestros países. No solo es una iniciativa en sí misma, sino que es una iniciativa para darnos en vinculación con otros y con otras. Pretendemos hacer una red de jóvenes con vocación global que tienen acciones e incidencias locales. Una gran red de jóvenes ciudadanos de este mundo dispuestos a transformarlo. Esperamos unirnos entre nosotros y con otros.

Estamos convencidos que somos muchos y muchas, que juntos podemos ser mas y hacer mejores cosas. Queremos sentirnos bien haciendo el bien a tanta gente que lo necesita. Nuestras juventudes son un presente de trabajo, de vida, de sueños … un presente para transformarnos y transformar nuestros mundos.

Después de 63 años de experiencia educativa, Fe y Alegría tiene la edad de nuestros jóvenes.

Fraternalmente,

 Carlos Fritzen S.J. 

Reunión Grupo Interredes Educativas de la CPAL

Los representantes del Grupo Interredes Educativas de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe (CPAL) se reunieron el pasado 23 de julio en Lima-Perú, con los propósitos de hacer un seguimiento de los proyectos que se vienen implementando y seguir ampliando los horizontes de colaboración entre Fe y Alegría, la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) y la Federación Latinoamericana de Colegios de la Compañía de Jesús (FLACSI).

En este encuentro participaron: P. Roberto Jaramillo SJ, Presidente de la CPAL, P. Luiz Fernando Klein SJ Delegado de Educación de la CPAL, P. Ernesto Cavassa SJ Presidente de AUSJAL, P. Saúl Cuautle Quechol SJ Presidente de FLACSI, P. Carlos Fritzen SJ Coordinador de la Federación Internacional Fe y Alegría y el Secretario Ejecutivo de FLACSI y del Grupo, Juan Felipe Carrillo.

Entre los resultados alcanzados en la reunión, se destacó el desarrollo de un documento conjunto para conceptualizar el derecho universal a una educación de calidad y la formulación de nuevas líneas de acción, con el propósito de orientar acciones comunes que permitan sensibilizar, investigar e incidir para que el goce a este derecho sea una prioridad en la región latinoamericana.

Otros temas abordados fueron el seguimiento a las acciones que se vienen impulsando para la profundización y articulación del trabajo con jóvenes en el contexto del Sínodo de los Obispos: Los Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional y la Jornada Mundial de Juventudes – Panamá 2019; y, los programas orientados al fortalecimiento del cuerpo apostólico como es el caso del Diplomado de Gerencia Social Ignaciana y el Centro Virtual de Pedagogía Ignaciana. Asimismo, se planteó la posibilidad de avanzar en la articulación de acciones en la Panamazonía y Haití, en el horizonte de seguir contribuyendo solidariamente a las necesidades de nuestro continente.

La reunión deja un balance positivo. El trabajo adelantado desde este espacio ha sido de gran riqueza y las oportunidades de acciones conjuntas para contribuir a la región desde la educación cada vez son más.

El Grupo seguirá reuniéndose con más frecuencia, la otra será una reunión virtual en el mes de octubre.

Oficina de Comunicación Institucional de la CPAL, con información de: Juan Felipe Carrillo

 

Alimentos que Sobran

Entrevista a Marcela Carignani en la que cuenta detalles de la ley que rige en la Argentina respecto a las donaciones de Alimentos. La entrevistada es Magíster en Tecnología de los Alimentos y Gerente Regional IRAM (Instituto Argentino de Normalización y Certificación) de la Región Norte-Centro, y además es docente en la Universidad Católica de Córdoba (UCC).

Todos los días se desperdician en el mundo alimentos que podrían servir para paliar el hambre de millones de personas. La donación es una gran posibilidad para evitar que se desperdicien, siempre que estén en condiciones de ser consumidos. La mayoría de las empresas alimenticias que cuentan con sistemas de gestión de inocuidad y calidad, pueden garantizar el buen estado de los estas donaciones. La fiscalización de esta actividad por parte del Estado, aseguraría el cumplimiento de todas las partes; debiendo arbitrar los recursos necesarios para que esos alimentos lleguen a las poblaciones vulnerables en tiempo y forma.

¿Qué es la Ley Donal?

Es la Ley Nacional N° 25.989, por la cual se crea el Régimen Especial Para la Donación de Alimentos. Su objeto es contribuir a satisfacer las necesidades alimentarias de la población económicamente más vulnerable. Fue sancionada el 16 de diciembre de 2004 y promulgada parcialmente el 29 de diciembre del mismo año.

En 2005 se vetó su artículo 9, lo que hace que la norma vigente no deje claro hasta donde llega la responsabilidad de los donantes. Este hecho implica que muchas empresas se alejen de esta práctica.

¿Qué alimentos pueden donarse según la Ley Donal?

Pueden donarse alimentos que cumplen con las exigencias bromatológicas y de inocuidad contenidas en el Código Alimentario Argentino.

¿Quiénes son los destinatarios de las donaciones?

Las instituciones públicas o privadas de bien público, legalmente constituidas en el país o grupos humanos o personas individuales, para ser equitativamente distribuidos entre familias o sectores poblacionales necesitados.

El Banco de Alimentos es una de las instituciones que lleva adelante esta actividad, que aspira diariamente a tender un puente de solidaridad entre quienes padecen hambre y quienes desean evitar este flagelo.

¿Qué requerimientos se deben considerar al donar alimentos según la Ley Donal?

Los productos donados deberán ser distribuidos con la celeridad necesaria a los efectos de impedir la descomposición o vencimiento de los alimentos y de paliar las urgentes necesidades de los destinatarios en el plazo más breve posible.

Las empresas donantes de alimentos, cuando lo estimen conveniente desde el punto de vista comercial, podrán suprimir la marca del producto debiendo conservar los datos que identifiquen su descripción y la fecha de vencimiento de los mismos. Además deberán llevar un sistema de control que especifique:

  • Fecha y descripción de los alimentos donados;
  • Donatario al que fueren entregados los productos;
  • Firma de la autoridad receptora, fecha y sello de la institución de que se trate.

Los donatarios que reciban los productos no podrán comercializarlos bajo ningún motivo ni asignarles un destino diferente al establecido.

¿Quién fiscaliza esta ley?

La fiscalización del cumplimiento de esta ley está a cargo de la autoridad sanitaria provincial o municipal, según corresponda, pudiendo también intervenir la autoridad sanitaria nacional, quienes llevarán un Registro de donantes.

¿Qué establece artículo 9 (que hoy está vetado) y qué implica esto?

El artículo 9 de la Ley Donal, libera a los donantes de responsabilidades “por daños que puedan producirse” con sus productos, siempre y cuando los hayan entregado en las condiciones que exige el Código Alimentario Argentino.

Darle validez a este artículo, podría permitir establecer el momento a partir del cual la organización deja de ser responsable por las consecuencias que pudieran producirse por una incorrecta manipulación o uso indebido de los alimentos donados. Esta responsabilidad se trasladaría por ejemplo a las instituciones que son receptoras de donaciones.

Por este motivo, la Red Argentina de Bancos de Alimentos está difundiendo una campaña de firmas para la reincorporación del art. 9 a la Ley 25.989, fundamental para alentar y favorecer la donación de alimentos.

Se trata de un gran desafío de trabajo en equipo entre muchas partes interesadas, en un marco de consciente responsabilidad social.

Fuente: UCC

 

Estar de Vuelta sin Haber Ido

El desafío de acercar a los jóvenes a la Fe en las sociedades contemporáneas.

Por José María Rodriguez Olaizola, sj

Hay montones de jóvenes que pasan de religión. Hoy en día, al menos en España, parece que para muchos es incompatible ser creyente y sobre todo practicante con ser normal. «¿Que aún vas a misa? Ufff, qué colgado». «¿Que estás en algún tipo de grupo para formarte en cosas de fe? Ufff, esto es grave, estás en la secta, te han lavado el cerebro». «¿Que crees en Dios? Qué antiguo (o qué bobo)» «¿Que cómo puedes pertenecer a esa Iglesia?» (normalmente en el esa Iglesia va una simplificación y una caricatura que poco tiene que ver con la complejidad, riqueza y hondura de la iglesia real y sus gentes).

Es curioso, porque en estas latitudes, y en muchos asuntos, hay una tolerancia políticamente correcta –y digo yo que está francamente bien respetar la diversidad de actitudes, orientaciones, sensibilidades, opiniones, etc.– pero luego parece igualmente correcto ser tremendamente intolerante con las creencias del personal. A mí me deja a veces alucinado cómo la gente se mete con otros –incluso amigos, cercanos, etc– por sus creencias. Me duele que a menudo se parte de estereotipos gastados –que, en general, lo que muestran es bastante desconocimiento de lo que de verdad está en juego cuando hablamos de fe–. A menudo te encuentras jóvenes que parecen prematuramente desengañados de todo, escépticos sin motivo, rendidos sin guerra.

El caso es que esto a veces me cuestiona, otras me entristece y otras me provoca. Me cuestiona, porque hay que reconocer, con un poco de autocrítica, los muchos errores que ha habido –y hay– a la hora de transmitir la fe. Me entristece, porque me doy cuenta de que bastantes veces las personas que pasan de religión tienen una visión poco reflexionada, y está fundada en prejuicios, simplificaciones y estereotipos, antes que en preguntas, búsquedas y opciones serias. Me provoca, porque es un reto ayudar a las personas a abrirse. ¿Cómo ayudar a la gente a darse cuenta de que la religión en realidad tiene que ver con lo más hondo, lo más auténtico, lo más profundo que se pone en juego en nuestras vidas: el amor, la alegría, la soledad, el propio lugar en el mundo, el sufrimiento, la muerte, el encuentro entre las personas, la libertad, el riesgo, el tiempo y Dios…?

¿Cómo ayudar a la gente a adentrarse por el camino de la duda, la búsqueda y la fe, cuando a menudo la actitud es la de quien está de vuelta sin haber ido?

Fuente: Pastoral SJ

 

Reflexión del Evangelio – Domingo 5 de Agosto

Evangelio según San Juan 6, 24-35

Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban en el lugar donde el Señor había multiplicado los panes, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo llegaste?”. Jesús les respondió: “Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello”. Ellos le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?”. Jesús les respondió: “La obra de Dios es que ustedes crean en Aquel que él ha enviado”. Y volvieron a preguntarle: “¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: ‘Les dio de comer el pan bajado del cielo’”. Jesús respondió: “Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo”. Ellos le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Jesús les respondió: “Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed”.

Reflexión del Evangelio – Por Fabio Solti SJ 

Nos encontramos hoy, en el evangelio, con un pueblo que busca a Jesús. Ahora bien, las motivaciones que vemos que tienen no son espirituales, sino meramente utilitaristas. Ellos han comido con Jesús, han saciado su hambre física y quieren más.

Jesús se deja buscar y encontrar. Sabe de las intenciones de los que lo procuran. Entra por la de ellos y desenmascara el movimiento interesado para desvelar una verdad: trabajen por lo que los hace humanos y libres.

¿Cuál es ese movimiento? El movimiento de procurarse movidos por la compasión, la misericordia, el amor. ¡No se utilicen! ¡Aprendan a aceptarse! ¡Háganse cada día más humanos!

Quien se mueve por el interés, por el utilitarismo, por el materialismo, termina destruyendo a otros y a si mismo. Ese hambre, no es un hambre que hable de nuestra humanidad, es una voracidad que precisa de saciar una necesidad. Necesidad que es meramente personal y egoísta: es “mi” provecho, “mi” beneficio, “mi” ventaja, usando de medio al otro.

Creer en el Dios de Jesucristo, es ser libre de esas necesidades para abrirnos a una búsqueda genuina del otro. Para abrirnos a una búsqueda genuina de Dios.

La voracidad de la necesidad es inmediata. Es un hambre que destruye.

El hambre al que somos invitados es al hambre de convidarnos, del diálogo, de saber compartirnos con nuestros hermanos y descubrir a Dios en esas relaciones. Ese es un hambre de vida, mediato y que nos deja mucho sabor. Es el sabor de saberme hermano e hijo. ¡He ahí nuestro pan!

Que, con la ayuda de Jesús, se nos dé siempre de ese pan.

Fuente: Red Juvenil Ignaciana Santa Fe

‘Nuestra Casa es el Mundo’… Un ‘Mundo al Revés’

Durante julio 2018, alumnos de Colegios secundarios pertenecientes a la compañía de Jesús participaron del ya tradicional campamento de trabajo ‘Pachacutí’, organizado, principalmente por los alumnos del Colegio Seminario de Montevideo, Uruguay.

El campamento de trabajo Pachacutí (“un mundo al revés”), se realiza en Uruguay con la participación de alumnos secundarios de la Red de Colegios Ignacianos (RAUCI). Se propone -durante una semana de las vacaciones de julio- vivir “al revés”, dejando de lado nuestras comodidades, y así poner la necesidad del otro por delante de las nuestras. El Pachacutí es una invitación a aprender a dar lo mejor de nosotros mismos, en el lugar que Dios nos pone.

Este año, durante los 7 días del Pachacutí, 460 jóvenes voluntarios de Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y los Estados Unidos; con 72 coordinadores y 5 capellanes jesuitas, se repartieron en 30 localidades del interior del Uruguay.

El lema de este año “Nuestra casa es el mundo” es una invitación a seguir haciendo de la Tierra una ‘casa común’ para todos. En el Pachacutí se invita justamente a salir de uno mismo y a encontrarse y compartir-se intensamente con otros a través de una experiencia de fe y servicio.

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Testimonios

Víctor Hugo Fernández (exalumno del Colegio Seminario de Montevideo)

Acabo de vivir una experiencia brutal. Con personas que hace una semana no conocía, a pasar frío, comer mal y dormir peor, con lo futbolero que soy, perderme parte del mundial. Será difícil de creer, pero me encantó: viví un PACHACUTÍ

Así fue toda esta primera semana gélida y futbolera de julio: madrugando para ganarle al sol; sin importar el sueño ni las bajas temperaturas; con mucha austeridad y con el sobre de dormir y aislante como los aliados contra el frío.

Ni dinero, ni títulos, ni gloria, ni fama son motivadores ¿Qué combustible logra tanto bien desinteresado? ¿Por qué atacan de buenas intenciones a los más desfavorecidos? Fueron cerca de 500 los protagonistas de estas batallas.

Yo me pregunto: con tantos paladines de la alegría, enemigos del egoísmo, defensores de los más débiles… ¿quién dijo que todo está perdido?

Aluhé Arena (alumno del Colegio Inmaculada de Santa Fe, Argentina)

El Pachacuti te muestra la espiritualidad Ignaciana en acción, te hace vivirla y sentirla durante 7 días, en comunidad (con un grupo de persona de distintos países que no conoces previamente) y siempre basados en la fe, con un mismo propósito: el servicio.

El día comenzaba a las 7 de la mañana en la obra en construcción, entre mañana y tarde, sumando un total de 6 horas por día. Al terminar de trabajar, venían chicos y chicas con quienes compartíamos juegos y animaciones. Por la noche teníamos un rato de oración, liturgia y reflexión para repensar lo vivido y buscar dónde vimos a Dios a la largo del día.

Si tuviera que resumir los 7 días en una palabra, esta sería felicidad: porque era impresionante ver la alegría con la que la gente nos veía al llegar a ayudarlos; la alegría de los chicos cuando jugábamos con ellos Felicidad te daba al escuchar todo los días que te digan “muchas gracias “, pero que te lo digan del corazón. Te ayuda a ver todo con otra mirada.

Isabel Pígola (Coordinadora de Castores, exalumna del Colegio Seminario)

Entre los 30 lugares de trabajo, me tocó vivir el Pachacutí en Pueblo del Barro, un lugar pequeño y sencillo (98 habitantes) con gente de corazón grande y generoso.

Apenas llegamos, notamos que nos estaban esperando con ansias y lo mucho que valoraban que fuera gente nueva al pueblo. Pudimos ver lo privilegiado que era el paisaje en este lugar: todas las mañanas fuimos testigos de los amaneceres más espectaculares mientras caminábamos rumbo al trabajo.

De esta semana nos llevamos muchas caras de las personas con las que compartimos, la certeza de que muchas de las cosas de nuestra vida cotidiana que consideramos imprescindibles no lo son y un corazón sensibilizado y agradecido.

El lema de este año fue “Nuestra casa es el mundo”: una invitación a seguir haciendo de la Tierra una casa común para todos. En el Pachacutí se nos invita justamente a salir de nosotros mismos, y a encontrarnos y compartir intensamente con otros a través de una experiencia de fe y servicio.

Fuente: Colegio Seminario

 

El Problema Ético de la Cuarta Revolución Industrial

“El problema de la Cuarta Revolución Industrial será, por encima de cualquier otra consideración, un problema moral, una cuestión ética, que habrá que resolver desde la lucidez, el diálogo, la política, la voluntad de construir un mundo más humano; es decir, más equitativo y sostenible.”

Por José Luis Fernández Fernández

El trabajo humano, desde el punto de vista antropológico y ético –cuando se lleva a efecto de manera plena, con sentido, y atento a la dimensión espiritual y trascendente del mismo- contribuye al desarrollo, a la autorrealización y al florecimiento personal, mediante el despliegue de las capacidades y potencias que la persona tiene y que necesitan, precisamente, de ocasiones para madurar. Por desgracia, con más frecuencia de la deseable, la manera en que se lleva a cabo la actividad laboral dificulta, cuando no impide a radice, esta potencialidad ínsita en el proceso de trabajo.

Esta tesis es reiterada en múltiples tradiciones. Por referirnos a dos que merece la pena tomar en consideración, cabe recordar, de una parte, cómo el joven Marx se enfrenta con el problema de la alienación, de la objetivación, del extrañamiento del trabajador. Es decir, con el asunto de lo que él denomina trabajo enajenado. Lo hace, entre otros pasajes, en los capítulos XXII y XXIII del primero de los Manuscritos económico-filosóficos. Allí, cuando aporta de manera expresa una definición –“¿En qué consiste la alienación del trabajo?”, leemos frases tan lúcidas como las siguientes: “Primeramente, en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que, en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu… El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de auto sacrificio, de ascetismo” (Karl Marx (1977). Manuscritos. Economía y Filosofía. Alianza Editorial: Madrid, pgs. 108-109).

En línea semejante, si bien, desde un punto de vista bien distinto al marxista, es necesario leer despacio la carta encíclica Laborem Exercens de Juan Pablo II (1981). La distinción que en dicha encíclica se lleva a efecto entre el trabajo subjetivo y el trabajo objetivo; así como la valiente apuesta por la primacía de la dimensión subjetiva sobre la objetiva, reafirma el aspecto personalista del trabajo y la dignidad del trabajo humano, convenientemente -éticamente, espiritualmente- llevado a cabo: “El trabajo es para el hombre; no el hombre para el trabajo” (parágrafo 6).

Por lo demás, es obvio que el trabajo humano, desde el punto de vista económico –como empleo remunerado mediante un salario-, constituye, de ordinario, para la mayoría de las personas, la principal fuente de acceso a la renta con la que atender a las necesidades de la vida, tanto a las más básicas –comer, vestir…- cuanto a otras más sofisticadas, en línea con la famosa pirámide de Maslow.

Ahora bien, trabajo, de una parte; y empleo remunerado, de otra, tienen puntos de tangencia, de contacto, de intersección… pero no abarcan realidades exactamente iguales. ¿Qué pasaría si, como es razonable pensar, cada vez haya más ingenios, más robots y procesos más complejos, ocupándose de lo que hasta ahora venían realizando los trabajadores, las personas, en las fábricas y oficinas?

No sabemos con certeza qué escenario acabará consolidándose. Unos dicen que el trabajo asalariado va a desaparecer; otros indican que va a transformarse. Hay quienes auguran una mayor división social entre los que van a tener trabajo y los que no lo van a volver a encontrar nunca.

Esta dicotomización, por lo demás, abre serios interrogantes morales, toda vez que incide, entre otras cosas, en el problema de la desigualdad social. Y, por supuesto, en el de la renta básica garantizada para todos los ciudadanos… por muy irrealista y quimérico que aparezca en estos momentos.

El asunto, de todas formas, no es nuevo. Lord Keynes lo abordó con lucidez en una conferencia pronunciada en Madrid, el año 1930, titulada “Las posibilidades económicas de nuestros nietos”. El lector interesado puede encontrar el texto en Internet. Yo, por mi parte, lo tengo en el volumen segundo de los Ensayos de persuasión, editados por Folio en Barcelona, en 1997. Entre las páginas 323 y 333.

Venía a decir, don John Maynard, lo siguiente: el desarrollo económico de la humanidad, a partir del siglo XVI, al menos en Europa y los Estados Unidos ha sido extraordinario: ¿Y cuál fue el resultado? Pese a que, como reconocía, en el momento en que escribía estaba la economía inmersa en una gravísima depresión, sin embargo, su optimismo era palmario: superada lo que él consideraba una fase temporal de desajuste, todo esto está hablando a las claras de que a plazo largo, la humanidad está a punto de resolver el problema económico.

A partir de este punto, una vez enunciada tan optimista afirmación, empieza a realizar suposiciones: “Supongamos, en aras del razonamiento, que dentro de cien años estuviéramos, en promedio, ocho veces mejor, en sentido económico, que hoy” (p. 328). Faltan escasamente doce años para que se cumpla la fecha que Keynes barajaba; y, ciertamente, no se cumplieron los supuestos de los que partía, cuando decía que, “suponiendo que no se produzcan guerras importantes ni grandes incrementos de la población, el problema económico puede resolverse o por lo menos tener perspectivas de solución dentro de cien años. Esto significa que el problema económico no es -si miramos hacia el futuro- el problema permanente del género humano” .

La Segunda Guerra Mundial y el rosario de otras igualmente cruentas guerras, de una parte; y el incremento de personas sobre el planeta, la explosión demográfica conocida de entonces a acá, no dieron la razón a los supuestos keynesianos… Y, sin embargo, es muy probable que tenga razón en la conclusión que extraía, respecto a que el problema económico no es EL problema; sino que, una vez resuelto –y la Cuarta Revolución Industrial, con los Big Data, la Analytics, el Internet of Things, la Industria conectada y la Smart Factory, puede avanzar mucho en esa dirección-, se nos plantea otro más básico: el de identificar el verdadero objeto de la vida humana.

La formulación de Keynes resulta visionaria: “Hemos sido expresamente desarrollados por la naturaleza -con todos nuestros impulsos y nuestros instintos más profundos- con el fin de resolver el problema económico. Si este problema se resolviera de pronto, la humanidad se vería privada de su finalidad tradicional”. Aparecerá entonces a las claras el verdadero, real y permanente problema que el hombre -la humanidad- debe resolver; y que, en definitiva es un problema ético: “cómo ocupar el ocio que la ciencia y el interés compuesto le habrán ganado, para vivir sabia y agradablemente bien”.

Este problema de acertar a emplear como es debido el tiempo libre era una de las tres cosas más difíciles de la vida -al decir de Quilón Lacedemonio, o Quilón de Esparta: uno de los Siete Sabios de Grecia. Las otra dos, eran respectivamente: la de saber guardar un secreto, de una parte; y la de desarrollar el temple adecuado como para poder sufrir un agravio con torería.

Por lo demás, incluso resuelto el problema económico, trabajo lo hay siempre y siempre lo habrá, al menos mientras haya personas viviendo sobre la Tierra. Todo ser humano trabaja y, trabajando se desarrolla física y espiritualmente. La parte del Orare, sobre todo, a partir de la Modernidad, ha ido muy en paralelo –cuando, como decíamos, no se producía la desvirtuación, mediante un trabajo enajenado- con la actividad laboral. Ahora bien, el escenario de la Cuarta Revolución Industrial modificará muy sustancialmente la circunstancia y habrá que ver cómo se actúa en consecuencia.

Apuntemos una nueva perspectiva y señalemos cómo el trabajo humano, desde el punto de vista social, representa –al menos, durante los años de vida activa- junto a otras instituciones en las que no procede detenerse ahora –los partidos políticos, las asociaciones, etc.- una de las formas más directas de participación en la dinámica societaria, a través de la realidad organizativo-empresarial.

Ahora bien: Las circunstancias derivadas de la Cuarta Revolución Industrial modificarán seriamente las posibilidades de obtener empleos remunerados; al menos en los yacimientos tradicionales. Por otra parte, la sostenibilidad social, se verá seriamente comprometida, a resultas del aumento de personas y del envejecimiento de la población.

Ello exigirá múltiples providencias: empresariales, unas –crear oportunidades desde la innovación social-; y políticas, otras. Tales serían, por ejemplo, llevar a cabo los esfuerzos necesarios para ajustar de manera eficiente la oferta con la demanda de empleos en un mercado de trabajo nuevo. Naturalmente, los alcances estratégicos y educativos, en este aspecto, resultarán relevantes en extremo. Habrá que llevar a término, como indicaba unos párrafos más arriba, los ajustes sociales que sean precisos, al objeto de facilitar el acceso a la renta a quienes no dispongan de un empleo remunerado, a partir del cual obtener los recursos económicos para llevar una vida digna.

Por lo demás, merece la pena retener la fina ironía de Keynes, cuando, abogando por la conveniencia de preocuparnos por “otras cuestiones de mayor significado y permanencia”, deseaba que la ciencia económica ocupara el lugar que le corresponde; a saber: “una cuestión reservada a los especialistas, como la odontología. ¡Sería estupendo que los economistas lograran que se les considerara como personas modestas y competentes como los odontólogos!” (p. 333).

El problema de la Cuarta Revolución Industrial será, por encima de cualquier otra consideración, un problema moral, una cuestión ética, que habrá que resolver desde la lucidez, el diálogo, la política, la voluntad de construir un mundo más humano; es decir, más equitativo y sostenible.

Fuente: Entre Paréntesis

 

El Padre Angelelli Será Beato

Francisco dio luz verde para reconocer como mártir al histórico obispo de La Rioja y a sus compañeros: Carlos Murias, Gabriel Longueville, Wenceslao Pedernera. Todos ellos fueron asesinados durante la última dictadura militar argentina

Por Andrés Beltramo Álvarez

Monseñor Angelelli será beato. En las últimas horas, el Papa Francisco aprobó el decreto con el cual reconoce su martirio “en odio a la fe”. Así, dio luz verde para su elevación al honor de los altares junto a sus compañeros en la diócesis de La Rioja: los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville, el laico Wenceslao Pedernera. Todos ellos asesinados en un tiempo oscuro de la historia argentina: la última dictadura militar (1976-1983). Aún no está definida la fecha de beatificación, pero existe la propuesta del mes de noviembre.

La noticia se la comunicó el propio pontífice a Marcelo Colombo, todavía obispo de La Rioja, con una llamada telefónica. “En sus palabras cálidas y paternales, al comunicarme esta hermosa novedad, el santo padre Francisco me animó a comenzar cuanto antes los trabajos preparatorios para la oportuna beatificación”, reveló el clérigo, en una carta dirigida a todos los fieles de su diócesis este mismo 8 de junio.

El Papa estaba contento, emocionado. De ahí el gesto de la comunicación directa, cuando este tipo de noticias corren por cuenta de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano. Pero Jorge Mario Bergoglio tiene especial aprecio por Enrique Angelelli (1923-1976), a quien conoció como jesuita y con quien tuvo varios contactos hasta su muerte, el 4 de agosto de 1976, en el paraje Punta de Llanos, en la ruta nacional 38 a la salida de la localidad riojana de Chamical.

Ese día, junto al padre Arturo Pinto, el obispo regresaba tras haber celebrado una misa en homenaje, justamente, de Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, asesinados poco tiempo antes, en el mes de julio, en la misma zona. Por eso, desde hace muchos años, los lugareños los conocen como los “mártires de Chamical”. De ahí la decisión del propio obispo Colombo de pedir al Vaticano procesar todos los expedientes como una única causa.

Paradójicamente, las primeras causas de beatificación iniciadas formalmente de ese grupo fueron las de Murias y Longueville. Después vino la de Angelelli, y la de Pedernera, un líder obrero y activo laico católico, asesinado de 20 balazos por cuatro encapuchados en la madrugada del 25 de julio de 1976. Coca, su mujer, y sus hijas María Rosa, Susana y Estela fueron testigos presenciales del homicidio.

Aquellos cuatro homicidios se inscribieron en un mismo contexto histórico y político, fueron parte de un plan para desarticular una Iglesia en salida, capaz de colocarse del lado de los jornaleros explotados en esas tierras. Con un obispo de voz profética, que cuestionaba sin temor las injusticias y los excesos del régimen. Por eso, tras su muerte, Angelelli se convirtió en una figura emblemática para el pueblo, pero también incómoda para cierto establishment argentino.

El próximo 4 de agosto se cumplirán 42 años de la muerte del obispo. Para esa fecha ya se tiene lista una ceremonia especial dedicada a los mártires, para “para celebrar la vida que nos viene del señor y que en Enrique, Carlos, Gabriel y Wenceslao fue entregada por amor a Dios y a los hombres”, según señaló el obispo Colombo. En su carta recordó también que el 24 de agosto se cumplirán 50 años del inicio del ministerio pastoral de Angelelli en La Rioja, en 1968.

“Muy conmovido de poder darles este anuncio tan esperado, agradezco a Dios que nos ha permitido como diócesis y junto a los Frailes Franciscanos Conventuales, acompañar este proceso canónico que puso de relieve la nobleza de la entrega de nuestros mártires, testigos con su sangre del Reino de Dios”, indicó.

Y agregó: “En las próximas semanas podré comunicarles más detalles de la ceremonia de beatificación que compromete desde ya nuestra oración. ¡Dios bendiga a La Rioja y a su Iglesia! ¡Dios bendiga al pueblo riojano! Los abrazo y bendigo en Jesús, nuestro niño alcalde y buen pastor”.

Después de esta primera noticia, recibida desde Roma, se debe avanzar en la ceremonia de beatificación. Todavía el Vaticano no tiene una decisión tomada, pero desde La Rioja quieren proponer el próximo mes de noviembre. Las posibilidades se deben dialogar, también considerando que, para esas fechas, ya habrá asumido su cargo el nuevo prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos: Giovanni Angelo Becciu. Esta podría ser, quizás, su primera ceremonia de beatificación y si se mantiene el protocolo, resultaría natural que él fuese enviado como representante del Papa para encabezar la ceremonia.

Otro aspecto que no se debe desdeñar es el lugar y la logística, porque ya se piensa en un sitio con capacidad para acoger a una multitud venida, incluso, de diócesis vecinas. De Córdoba especialmente, donde Angelelli transcurrió buena parte de su vida sacerdotal. La ciudad de La Rioja se presenta como la alternativa viable, por accesos y desarrollo.

Todos estos aspectos desvelarán al obispo Colombo, justo al final de su servicio en esa provincia ya que, el 9 de agosto, se trasladará a Mendoza para asumir allí una arquidiócesis por voluntad del Papa Francisco.

Fuente: La Stampa

Recursos en Web para el Discernimiento Apostólico

La Curia General ha dispuesto un sitio web para compartir diversos materiales a propósito del discernimiento de las nuevas Preferencias Apostólicas Universales.

Con el nombre de ‘Recursos Ignacianos Esenciales’, se podrán compartir contenidos para el discernimiento que toda la Compañía Universal está llevando adelante.

Como pudimos escuchar del propio P. General en Córdoba, este proceso se encuentra en marcha y se espera que pueda concluir en enero del próximo año cuando, en Roma y con su Consejo Ampliado, sea el mismo P. General quien las defina y presente al Papa.

El sitio web dispuesto ofrecerá materiales en torno a tres temas: Liderazgo, Discernimiento y Planificación Apostólica. Esta página web, dinámica y ágil, se actualizará regularmente y ofrecerá materiales diversos para poner en práctica entre nosotros y con nuestros colaboradores más cercanos.

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La Risa y el Llanto

La Música es parte del lenguaje de Dios y como tal, nos ayuda a expresar lo inexpresable.

Por Borja Iturbe

La música es un lenguaje, un grito más allá de la palabra y más allá del silencio. Por supuesto que requiere la palabra, pero para superarla. También requiere el silencio, pero para colmarlo. La música que naciera del ruido sería vaciedad; la que naciera del desorden podría ser dañina; la que se quedara tanto en el mero vacío como en la mera razón moriría en su pobreza.

La música no hace milagros. Lo que no vives, no lo expresa; lo que no habita ya en ti, no te lo da; lo que no conoces, no te lo comunica. Sólo lo que ya has vivido en lo profundo de tu ser, lo que ha sido curtido en tu amor, dolor, sufrimiento, soledad, gozo,… (como dice ‘gracias a la vida’: la risa y el llanto, los dos materiales que forman mi canto…), eso es lo que la música toma para darle alas, expresarlo y, si te dejas, besarlo con besos sanadores. Toma lo que hay en ti para engrandecerlo.

¿Cómo es eso posible? ¿Cómo es posible tal grandeza y tal belleza? Quizá la razón es tan sencilla como que la música es, al igual que cada uno de nosotros, creatura de Dios, lenguaje de Dios. Es uno de sus muchos regalos. Me atrevería a decir que no fue fácil para Él crearlo pues requirió la cooperación de muchos elementos. Necesitó del aire y del silencio; nos dió cuerdas vocales, instrumento maravilloso en nuestro interior, oídos de una complejidad asombrosa, manos de filigrana, una capacidad casi ilimitada de imitar; y, por supuesto, contó con nuestra libertad, pidiéndonos cooperar con él, poniendo a nuestra disposición piedras y palos, cañas que se pudieran ahuecar, cuerdas en tensión. ¿Nunca os ha asombrado el derroche de medios que se requiere para interpretar la melodía más sencilla?

Y todo ello para engrandecernos, para darle alas a nuestro amor, para profundizar en nuestro dolor, para que podamos comunicar lo incomunicable, para reposar nuestro sudor, para sanar nuestras heridas, para hacer fecunda nuestra soledad,… para mostrarnos un delicioso camino para llegar a Él. También Jesús entonó un canto en la cruz…

Pastoral SJ