Encuentro de Directores de Comunicación: Construir una nueva narrativa

Del lunes 20 al jueves 23 de mayo pasado se realizó en la Curia General de los Jesuitas en Roma la Reunión de Directores de Comunicación de las diferentes Conferencias. La Compañía de Jesús en toda su diversidad fue representada por Anastasia Makunu de la conferencia de África y Madagascar, Michael Laski de Canadá-USA, Ría Limjap y Vanessa Gorra de la conferencia de Asia Pacífico, Partha Pratim Ray por el Sudeste Asiático, Philip Debruyne SJ y José de Pablo SJ por la confernecia de Europa. Por el equipo de la Curia General estuvieron presentes John Dardis SJ, Stefano Maero, Pierre Bélanger SJ, Robert Ballecer SJ y Caterina Talloru. Nuestra Conferencia (CPAL) fue representada por quien escribe, Fernanda Falcone Pino, Coordinadora de la Secretaría de Comunicación Institucional.

Mg. Fernanda Falcone Pino – Coordinadora de la Secretaría de Comunicación Institucional

Como todos los años nos dimos cita en Borgo Santo Spirito, 4 (Roma), una esquina que nos acoge con sus puertas abiertas con rostros nuevos y otros ya conocidos de jesuitas de todo el mundo que con humildad y sencillez nos dan la bienvenida y hacen sentir en casa. Para nuestra fortuna, en esta oportunidad coincidieron muchas reuniones simultáneamente, por lo que pudimos intercambiar y hasta compartir media jornada de nuestro itinerario con los compañeros de las Oficinas de Desarrollo.

La semana fue conducida por una intensa agenda llena de contenidos interesantes y desafiantes sobre los cuales reflexionar, crecer y construir como un cuerpo apostólico universal que comunica. A ello debemos sumarle los nuevos rostros e historias que descubrimos detrás de los colegas que se sumaban por primera vez a esta experiencia.

Parte del equipo de Directores de Comunicación reunidos

El primer día, contamos con la presencia del Padre General quien inauguró el encuentro haciendo foco en las Prioridades Apostólicas Universales (PAU), recientemente dadas a conocer, y lo que espera de todos nosotros, los encargados de la comunicación.

“Éstas llegan en un momento clave para la Iglesia, pues hablan de reconciliación y paz en un momento donde se viven tantas divisiones. Tenemos que enfatizar sobre algunos aspectos para poder tomar beneficio de este momento y no perdernos el Kairós”, expresaba en su discurso inaugural el P. General Arturo Sosa SJ. Hizo énfasis en que las PAU´s son orientaciones, no necesidades; no son un plan para seguir al pie de la letra, son un mensaje para inspirar; son una invitación para la creatividad y para la imaginación, para tomar riesgos y ser proactivos y trabajar unidos para lograr objetivos comunes. Esa es la invitación que se nos hace: innovar en nuestros trabajos, desafiarnos, inspirar, emocionar; y nosotros los comunicadores desde nuestro rol podemos hacer mucho para lograrlo.

“Es vital entender los deseos y la pasión detrás de la PAU. Queremos llegar a las personas, queremos compartir la esperanza, queremos inspirar. Queremos contribuir a la curación de tantas heridas de personas y de la tierra. Queremos ser un factor de liberación y reconciliación. Esa es la misión que nosotros, como jesuitas, compartimos con aquellos que se asocian en nuestros diferentes apostolados, expresó el P. Sosa. Las PAU´s son universales, porque toda la Compañía de Jesús está involucrada en una misión universal de reconciliación y justicia; por ello le dedicamos toda una mañana a reflexionar sobre ellas, mientras el Padre General nos hacía énfasis en algunos aspectos de las mismas para comunicar asertivamente. A esta petición del Padre General debemos sumarle la destacada exposición que realizó el P. John Dardis SJ, Director de Comunicaciones de la Curia. A través de diferentes recursos audiovisuales nos iluminó el camino sobre como poder ser más creativos en nuestras narrativas y composiciones, ganar en la efectividad de nuestras comunicaciones y ser más proactivos en el trabajo colaborativo y en red.

Los siguientes días contamos con la presencia de destacados invitados como el P. Federico Lombardi S.J quien nos habló sobre las lecciones aprendidas en comunicación y manejo de crisis en un tema tan delicado y actual: Abusos en la Iglesia. Lombardi participó activamente del encuentro realizado a inicios de año en el Vaticano sobre “La Protección de los Menores en la Iglesia”, e hizo énfasis en que existen tantas heridas abiertas que nosotros los jesuitas debemos hacer foco en sanarlas, en reconciliar a las personas a través de algo tan valioso como la experiencia de Ejercicios Espirituales. Hizo énfasis, también, en preparar personas en este tema: el acompañamiento y la comunicación y denuncia de abusos ¡Debemos ser aliados de la prensa contra los abusos! Para concluir Federico Lombardi expresó que prevenir el abuso es la mejor forma de prevenir la crisis. Debemos construir una cultura positiva, una cultura de cambio.

Tanto el P. Lombardi como el equipo de comunicaciones de la provincia de España, que trabaja sobre la celebración del Año Ignaciano en 2021 – 2022 que conmemora el V° centenario de la conversión de San Ignacio, nos dieron luces sobre lo que venimos realizando en cada uno de nuestros territorios, y nos ayudaron a visualizar oportunidades de mejora a nivel de nuestras estructuras, procesos, recursos, talentos y formación.

Una novedad fue que durante el encuentro realizamos actividades que estuvieron marcadas por la conversación espiritual y la oración, que nos permitieron abordar el conocimiento interpersonal y la reflexión de nuestros intercambios y contactos de una forma diferente, mucho más enriquecedora. En lo personal, siempre es un placer poder participar de estos encuentros donde nos vemos enriquecidos y fortalecidos de la experiencia vivida, de los conocimientos y últimas novedades compartidas, así como poder intercambiar y presenciar el trabajo de mis colegas.

El Espíritu, que nos animó y nos guió durante estas actividades, estuvo presente no sólo en el “hacer” sino, también, al darnos la oportunidad para “crecer unidos”.

En conclusión, regresamos a nuestras tareas con muchos desafíos a cumplir en este camino que comenzamos a soñar y caminar juntos el pasado año, con el corazón contento y reconfortado por lo vivido y por lo que vendrá.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

Ejercicios Espirituales Ecológicos en UCC

 

El área de Pastoral de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) llevó adelante el fin de semana del 5 y 6 de junio la primera tanda de Ejercicios Espirituales ecológicos. La modalidad es novedosa en el país y la Provincia. Aquí te contamos un poco de qué se trata la idea, cómo surge y con qué objetivo se realiza.

La propuesta surge en Chile, país en el que ya se ha realizado varias veces. Es una idea original de Cristobal Fones SJ (jesuita reconocido por su trabajo musical). El equipo de espiritualidad del Área de Pastoral de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) la trajo con el objetivo principal de que fueran una propuesta que resultara más atractiva para los jóvenes de la universidad que los Ejercicios Espirituales tradicionales, y que sirvan como puerta de entrada a la experiencia de los Ejercicios. Por este motivo la materia de oración es solo Principio y Fundamento, sin llegar a entrar en Primera Semana. De todas formas, también es una propuesta válida para aquellos que ya hayan realizado Ejercicios previamente

Que sean ecológicos significa que en la oración, en los puntos y en las lecturas que se proponen, se trata de incluir a la naturaleza. Para que la contemplación de la naturaleza sea parte de la oración, especialmente al estar en espacios abiertos y bien en contacto con la naturaleza. El lugar se hace muy presente Tanto en los bloques en sí de oración como en el resto del día.

Estructura

La experiencia de este fin de semana incluyó algunas oraciones contemplativas grupales, otras de conciencia corporal, de respiración, de atención plena. Utilizamos los espacios grupales para ejercitar los sentidos, y por otro lado hacían sus oraciones personales. A la noche también hicimos oraciones contemplativas con canciones y el domingo celebramos la eucaristía.

El para qué…

En primer lugar, la propuesta se trajo con el objetivo de que los estudiantes de la universidad conocieran los Ejercicios Espirituales. Además, los principales aspectos que se plantearon desde los puntos de oración fueron la conciencia de uno mismo, conciencia de Dios y conciencia del otro, la otra persona en la que también está Dios. De manera que con esto el ejercitante se pudiera abrir a esta búsqueda de sentido y de Dios, y en ese camino también pueda reconocerse a sí  mismo, dónde se para frente a esa presencia divina, dónde está parado frente al otro.

“Déjate abrazar”: la Compañía busca potenciar su Misión en la Amazonía

Este 25 de junio los Jesuitas de Latinoamérica lanzarán la campaña: “Déjate abrazar”, iniciativa con la cual buscan potenciar su misión en la Amazonía. La campaña será presentada en el Auditorio de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya de Lima, Perú.

“Esta iniciativa de los jesuitas de Latinoamérica, dirigida a América y parte de Europa, busca crear conciencia sobre las principales problemáticas de la Amazonía, dar a conocer el trabajo de los jesuitas en la región, y expandir redes de solidaridad que permitan recaudar fondos para la sostenibilidad de su trabajo.

Impulsar la misión en la Amazonía

En la nota de prensa de lanzamiento de la Campaña se recuerda que, “en consonancia con el impulso que el Papa Francisco ha dado a la labor de la Iglesia en la Amazonía, los Jesuitas de Latinoamérica vienen potenciando su misión en la región a través del Servicio Jesuita a la PanAmazonía (SJPAM), desde el cual articulan y dinamizan su misión junto a las comunidades indígenas, la Iglesia Católica y diversos actores del desarrollo”.

En sintonía con el Sínodo Amazónico

Aunque se han dado pasos importantes en esta labor, señalan los Jesuitas Latinoamericanos, hoy se necesitan nuevos recursos para seguir luchando por la preservación de la vida de la región. En respuesta a esta necesidad nace “Déjate Abrazar”, Campaña que se extenderá hasta fines del presente año y cuya motivación se alinea al espíritu del próximo Sínodo Amazónico,  convocado por el Papa Francisco para octubre de este año.

Expertos y testimonios de la Amazonía

Asimismo, en el comunicado de los Jesuitas Latinoamericanos se anuncia que, el día del lanzamiento de la Campaña “Déjate abrazar” estarán presentes Mons. Alfredo Vizcarra SJ, Obispo de Jaén; el P. Roberto Jaramillo SJ, Presidente de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina (CPAL); el P. Alfredo Ferro SJ, Responsable del SJPAM; y la líder indígena Anitalia Pijachi, colaboradora de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM); quienes darán su testimonio sobre las necesidades más urgentes de la Amazonía, y el trabajo que viene desarrollando la Iglesia Católica en esta región. Además, estará presente el P. Ernesto Cavassa SJ, Rector de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM) y Presidente de la Red de Universidades Jesuitas de América Latina (AUSJAL).

Fuente: Vaticannews.com

Ciclo ‘Cine con Alma’

Decía Igmar Bergman “No hay otra forma de arte que vaya más allá del conocimiento ordinario como lo hace el cine, directo a nuestras emociones, profundamente al cuarto oscuro del alma.”

Por Rafael Pelufo SJ

El buen cine tiene la capacidad de tocar lo esencial, de hacerse eco de las preguntas radicales del hombre, de esbozar respuestas y señalar caminos. En ese sentido, las películas tienen una pretensión no sólo de belleza sino de verdad. El cine no es pura ficción; hay pocas actividades más serias que el cine. El cine siempre nos revela algo de la realidad del mundo, del alma o de Dios.

Evidentemente, no toda película es cine, como no todo escrito es literatura. Hay muchas películas puramente comerciales, hechas sin más pretensión que ganar dinero. Si no son pornográficas, lo único que las separa de la pornografía es que no muestran escenas de sexo explícito; pero se parecen al verdadero cine tanto como una fotonovela a una novela de Victor Hugo o un jingle publicitario a una Sinfonía de Beethoven, y en esto poco importan los presupuestos. Hay basura muy costosa.

Pero el buen cine es, para la mayor parte de nuestros contemporáneos, un tesoro enterrado y oculto. Son pocos los que conocen la riqueza que esconde el mundo del cine. Yo pertenecía a esa gigantesca masa de iletrados, en lo que al cine respecta, hasta que, durante mis estudios de teología, el Prof. Jean Collet, docente del Centre Sevres de París, me abrió los ojos. ¡Vaya sorpresa! Además de mostrarme la obra de los grandes directores, me enseñó a ver más allá de la linealidad de una historia, la tridimensionalidad del cine, su profundidad.  

Desde entonces he querido compartir con otros este regalo.

Aquí en Córdoba me propuse desenterrar algo de ese tesoro y ofrecerlo a la gente. Comencé pasando una película al mes en la pequeña biblioteca que está junto a la entrada, en el edificio de la Compañía de Jesús. Nunca hice demasiada propaganda. Los que sabían eran algunas personas de los grupos que se reúnen en la misma Compañía o gente que acompañaba espiritualmente: o aquellos a quien el Padre se los quiso revelar. De a poco el grupo se ha ido extendiendo y ahora somos algunos más. Hace dos años, un integrante de la directiva del Museo de arte religioso “Juan de Tejeda”, me propuso hacer un ciclo de Cine Espiritual en el museo. Se llamó “Cine con Alma”.

Desde entonces, paso dos películas al mes: una en la Compañía y otra en el museo. Intentamos que sean películas variadas tanto en tiempos, lugares y temáticas. Hemos visto películas de Bergman, Rossellini, Rohmer, hasta películas de Zong Yimou, Kieslowski o Clint Eastwood. Dramas o comedias, en color o en blanco y negro. Lo único que le exigimos a una película es que sea buena desde el punto de vista cinematográfico, honesta con la condición humana, profunda y que nos ayude a comprender mejor al ser humano, el sentido de su vida y la relación con la trascendencia.  

– El cine es como un espejo pintado- dijo en una oportunidad Ettore Scola. Pero no es un espejo que refleje la superficie de los objetos y personas, sino uno capaz de reflejar la hondura del alma.

Podemos sentirnos reflejados en la angustiosa pregunta de Bergman ante el aparente silencio de Dios en “El séptimo sello” o en la no menos dramática “Como en un espejo”, o con la sencillez y grandeza del amor en las películas de Zong Yimou, “Amor bajo el espino blanco” o “Camino a casa”. Acompañar la incansable búsqueda de sentido de Ingrid Bergman en “Europa 51” de Rossellini o el profundo deseo de cambiar la realidad para bien de Amelie, en “El fabuloso destino de Amelie Poulain”. Dejarnos enseñar de la enorme dignidad de Yolanda en “Conducta” de Ernesto Daranas o de la renuncia a sí mismo y la apertura al otro del protagonista de “El gran Torino” de Clint Eastwood. Sea de una manera o de otra, estas películas reflejan lo más hondo de la condición humana, a veces opacada por el pecado y el mal.

La dinámica de estos encuentros es muy sencilla. Vemos la película y luego intercambiamos opiniones y comentarios sobre lo que la película nos suscitó.

No sé si recordaré la lista completa de películas que hemos visto, pero las dejo como recomendación. A los que están por aquí por Córdoba, los invito a sumarse los primeros miércoles de cada mes en la Compañía de Jesús (Caseros 141) y los terceros viernes en el Museo Juan de Tejeda (Independencia 122) a las 19 hs. La entrada es libre.

  • Conducta (Cuba, 2014). Ernesto Daranas
  • La Palabra (Suecia, 1955). Karl Theodor Dreyer
  • El séptimo sello (Suecia, 1957) Igmar Bergman
  • Cómo en un espejo (Suecia, 1961)
  • La promesa (Bélgica, 1996). Jean Pierre y Luc Dardenne
  • Europa 51 (Italia, 1952) Roberto Rossellini
  • El decálogo (I y V) (Francia, 1988) Christof Kieslovski
  • El fabuloso destino de Amelie Poulain (Francia, 2001) Jean-Pierre Jeunet
  • El gran Torino (USA, 2008) Clint Eastwood
  • Amor bajo el espino blanco (China, 2010), Zhang Yimou
  • Ni uno menos (China, 1999), Zhang Yimou
  • Las Flores de la guerra (China, 2011), Zhang Yimou
  • Camino a casa (China, 1999), Zhang Yimou
  • Cartas al P. Jacob (Finlandia, 2009) Klaus Haro
  • La isla (Rusia, 2006) Pável Lunguín
  • Adiós, muchachos, (Francia, 1987) Louis Malle
  • Trash: La esperanza viene de la basura (GB, Brasil, 2014) Stephen Daldry, Christian Duurvoort
  • Pequeña Miss Sunshine (USA, 2006) Jonathan Dayton, Valerie Faris
  • Estación central de Brasil (Brasil, 1998) Walter Salles
  • Cinco días sin Nora (Mexico, 2012) Mariana Chenillo
  • La estrategia del caracol (Colombia, 1994) Sergio Cabrera
  • Primavera, verano, otoño, invierno… nuevamente primavera (Corea, 2003) Kim Ki Duk
  • Amazing Grace (Inglaterra, USA, 2009) Michael Apted

Xavier Melloni SJ: “El silencio no es la ausencia de ruido sino la ausencia de ego”

Entrevista del Portal ‘La Vanguardia’ de España al jesuita Xavier Melloni SJ, en el contexto de la polémica versión ‘sexual’ del Padrenuestro divulgada en los Premios ‘Ciudad de Barcelona’ de febrero pasado.

¿Le molestó la blasfemia de aquella poetisa en el Ayuntamiento de Barcelona?

Mucho, pero no por Dios, porque a Dios la blasfemia no le llega, sino por lo que tenía de agresión contra las personas creyentes. Me sorprendió su rabia y me gustaría que me explicara la razón y el sentido de esa rabia.

¿De dónde cree usted que viene?

Es la reacción contra el residuo de la imposición del antiguo Dios autoritario. Hoy se blasfema menos, porque ese Dios impuesto está desapareciendo de nuestro imaginario.

La blasfemia en una sociedad libre sale barata, gracias a Dios.

En Irán la hubieran lapidado. Cierto.

¿Por qué en nuestra era postreligiosa cada vez hay menos curas y más artistas?

Porque ese ateísmo infantil bloquea la irrenunciable aspiración a trascender y muchos la buscan en el arte. Ese ateísmo del Dios autoritario es la fase purificadora en el proceso de la fe hacia el encuentro interreligioso.

Otros regresan hacia el Dios medieval.

Tras el ateísmo de ese Dios arcaico hay una forma progresiva de recuperar a Dios y otra regresiva: el fundamentalismo reaccionario.

¿Cuál es nuestro fundamentalismo?

Un narcisismo paradójicamente adicto a todo. Su expresión más ridícula son las redes sociales y las selfies: ya sólo nos interesa vernos y fotografiarnos a nosotros mismos.

Y nos enganchamos a cualquier cosa: drogas, el móvil, las series televisivas…

Por eso necesitamos ejercicio espiritual para superarlo. Y ahora… ¡Silencio!

El silencio no es la ausencia de ruido, sino la ausencia de ego. En los colegios laicos más avanzados del planeta se practica la meditación. Es un indicio esperanzador de que todos convergemos hacia un nuevo estadio.

Deme un consejo para Semana Santa.

Póngase una alarma y deténgase cada hora en ese silencio del ego. Deje que irrumpa el momento en toda su densidad en su conciencia. Pase así de ser mero okupa del espacio y el tiempo a integrarse en ellos. Y vivirá más. Cada instante es irrepetible: repítalo cada hora.

¡Magnífico! ¿Alguna otra sugerencia?

Renuncie a algo. La renuncia no quita; la renuncia da. Da libertad. Experiméntela. Libérese de algo de lo que cree depender.

¿Librarme de algo que necesito?

Progresará: el narcisismo y la adicción son estancamientos, fijaciones. Cuando los supere tendrá una autoestima sana. El siguiente paso es convertirla en realización y después en trascendencia. Es un proceso de superación personal –ontogénesis– que luego se repite –filogénesis– en toda la especie.

¿De verdad cree que progresamos?

Como las personas, los pueblos y las religiones también se estancan en el narcisismo. Para superarlo, deben morir en ese estadio primario y reaparecer en uno superior.

¿Cómo?

Las palabras condensan significado y energía: designan el mundo, pero también capturan cuanto designan, lo encierran. Por eso, hasta que sustituyes una palabra por otra, no puedes percibir el mundo de otro modo: no progresas. Para llegar al mar de la nueva conciencia, tal vez el río de cada religión deba perder su nombre. Y adoptar el nuevo.

¿Qué nueva fase?

Hoy los humanos entre fases de progreso estamos entre el miedo a esa evolución espiritual y la audacia de la ciencia. En ciencia sí hemos sido audaces hasta trascender la materia y llegar a la energía.

Usted dice que ya lo hacían los místicos.

Los místicos experimentaban por vía espiritual lo que después la ciencia recorrería con la razón empírica en el laboratorio. Sentían la energía que luego demostraría la física.

Visionarios de la energía del universo.

La mística sólo anticipaba el camino de la ciencia. Por eso, un poco de ciencia te hace ateo, mucha ciencia te hace creyente. Las religiones orientales son la aceptación del ya es, y las occidentales añaden su rebeldía profética: la ascensión hacia lo que todavía no es.

¿Y hacía dónde vamos?

Vamos a la síntesis de las religiones. Y digo síntesis, porque es la superación de lo anterior con una unión armónica, y no sincretismo, que es su degradación en la mezcla.

¿Cómo y por qué ahora?

La densidad de conocimiento nos lleva a un cambio cualitativo de conciencia. El esfuerzo místico debe lograr que la experiencia mística vuelva a ser de nuevo anticipación del camino que recorrerá la ciencia.

¿Y usted va a intentarlo: ser místico?

Quiero dar un paso más allá del estudio al que he dedicado 15 años.

¿Cilicios, ayuno, mortificación?

Para nada. Sólo vida normal y concentración.

Está usted muy delgado.

Porque estoy muy ocupado. La mística no es una experiencia religiosa, sino que intenta trascender lo religioso.

¿Cómo?

La globalización está aquí, pero debemos evitar que provoque traumas y violencia. Yo intentaré modestamente hacer lo posible para que haya lucidez hacia la síntesis.

Fuente: lavanguardia.com

Reflexión del Evangelio – Fiesta de Pentecostés 2019

Evangelio según San Juan 20, 19-23

Al atardecer del primer día de la semana, los discípulos se encontraban con las puertas cerradas por temor a los judíos. Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: “¡La paz esté con ustedes!”. Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: “¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes”. Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: “Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”.

Reflexión del Evangelio – Por Santiago Suárez SJ

El evangelista combina dos hechos que la Iglesia celebra por separado: la Ascensión, celebrada la semana pasada, y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, que celebramos hoy. En esta solemnidad recordamos como los cristianos, movidos por un renovado ímpetu, comienzan a ejercer su tarea misionera.

Los discípulos que convivieron con Jesús se reconocen ahora como hijos de Dios. Esa filiación es la que permite a Jesús enviar a sus discípulos, como el Padre lo envió a Él, a anunciar al mundo el Evangelio: si creemos en el Dios Encarnado, que murió en la cruz y resucitó, la humanidad también será plenificada. Semejante tarea sería imposible sin la asistencia del mismísimo Dios, es decir, sin el Espíritu Santo para iluminar el camino sería difícil discernimiento necesario para tal misión.

El discernimiento es la herramienta que nos permite encontrar a Dios en todas las cosas. Éste supone una amistad profunda con Jesús y la tarea cotidiana de disponerse a la gracia para ordenar los afectos. El evangelista deja ver esto al describir la situación penosa en la que se encontraban lo1s discípulos: encerrados y con miedo. El miedo en la Biblia representa la falta de fe, es decir el poner absolutamente la confianza en otras cosas que no son Dios. La presencia del Espíritu Santo disipa la tiniebla del miedo y coloca a los discípulos en dinámica de misión.

El evangelista también deja claro el carácter de la misión: el perdón de los pecados. Dicho de otro modo, el envío misionero de los cristianos es nada más y nada menos que ser agentes de la reconciliación del hombre con Dios y con sus hermanos. La única manera de terminar con las dinámicas de muerte es abrir el camino para que el Espíritu de la Vida actúe: hacemos conscientes de la verdad y la belleza que nos rodea, agradeciendo el don de la vida. Reconocernos hijos de Dios en Jesús nos hará llevar esa vida incluso a los lugares más oscuros.

Pidámosle al Espíritu Santo la gracia del discernimiento, para que reconociendo su acción en nosotros y en los demás podamos en todo amar y servir.

Fuente: Red Juvenil Ignaciana

Misión de RAUCI a San José del Boquerón

La semana del 27 de Mayo al 1° de junio, jóvenes de distintos colegios jesuitas de Argentina y Uruguay se reunieron en San José del Boquerón para compartir un tiempo de misión, encontrarse entre sí y con la gente del lugar. Compartimos aquí algunos testimonios de los adolescentes que participaron de la misión.

Quiara, Colegio San Luis Gonzaga, Mendoza

Estuve esta semana en la comunidad de Vinal Suni. Pude sentir a Dios en cada mirada, en cada mate, en cada tortilla, en cada abrazo compartido con esa gente, y lo único que puedo decir es que ojalá que todos esos jóvenes que dudan de si acercarse o no a esta experiencia, se animen y no se pierdan esta oportunidad increíble.

Tomás Berragan – Colegio de la Inmaculada, Santa Fe

Mi experiencia fue muy positiva. Cada persona, cada familia que visitamos nos recibió con las manos abiertas y la mejor predisposición. Nos cebaron mates, compartimos charlas, y todo esto nos fue ayudando a crecer como personas. La verdad que, para la gente que está pensando en hacer esta misión, se la recomiendo de corazón porque es una experiencia muy positiva.

Rocío Maceda – Instituto Virgen de Itatí, Posadas

Estuve en la comunidad de Vinal Suni. Lo que tengo para decir sobre esta experiencia es que fue muy especial, muy hermosa por todo el cariño que recibimos de la gente, que estuvo predispuesta a compartir con nosotros, a conocer gente nueva y por los niños que también fueron súper cariñosos con nosotros. A las personas que tengan la oportunidad de hacer esta experiencia, la recomiendo totalmente, porque es hermosa y te abre la cabeza.

Mariángeles Wandelow – Colegio Madre de la Misericordia, Posadas.

Pude compartir con mis compañeros la Misión al Boquerón. Estuve en la comunidad de Santa Rosa y lo que más me llevo de esta misión es la hospitalidad de todas las personas que nos recibieron en sus casas, que nos cebaron mates, nos dieron comida, y nos compartieron su historia. Y me gustaría recomendarla a los chicos que están pensando o dudando si venir o no. Yo les recomedaría que lo hagan. Que les va a hacer bien a ellos y a las familias que están acá, que los esperan con ansias. Cada vez que ven a un misionero se emocionan. Quieren saber sobre nosotros, de dónde venimos, qué hacemos. Igual que nosotros queremos saber de ellos. Por eso les recomiendo a todos que se animen a venir y vivan esta experiencia y la disfruten sin pensar tanto lo que dejan en sus ciudades o sus familias porque cuando estás acá eso de verdad queda en un segundo plano.

Verónica Martínez – Colegio Cristo Rey, Paraguay

Fui a la comunidad de Santa Rosa en Boquerón y lo que más me llegó de esta experiencia fueron las personas con la que conviví. No sólo con el grupo que me tocó sino con la comunidad. Es increíble cómo estas personas pueden ser tan felices en la sencillez. Los niños no necesitan mucho para ser felices. Ellos con un lápiz, con un papel, con un abrazo y con una sonrisa ya son muy felices. Las personas mayores del lugar necesitaban ser escuchadas y eso fue lo que hicimos: fuimos a escucharles, a preguntar cómo estaban y para mí, es una experiencia increíble, que te cambia la vida. Y que enciende en uno una llama grande. Invito a todos los que quieran a ir: es una experiencia que nunca van a olvidar y que vale totalmente la pena.

Luján Medina –Colegio Nuestra Señora de Itatí; San Miguel, Buenos Aires

Me tocó misionar en El Puesto. Realmente es una experiencia única. Lo que se vive ahí es inexplicable. El cariño de la gente, de los más chiquitos… es incomparable. La felicidad, la esperanza que tiene esa gente para salir adelante día a día. La fe que tienen, que no la pierden nunca. A pesar que no tener la vivienda digna, ellos siguen con la misma alegría y reciben a todos con el mismo entusiasmo todos los años. Estoy muy agradecida con el Colegio Nuestra Señora de Itatí, que fue el que me abrió las puertas para que llegue hasta acá.

Ahora estoy feliz y triste a la vez. Triste porque no me quería ir. Feliz por todo lo vivido. Es algo indescriptible, increíble, que es imposible explicar sin haber tenido la experiencia.  Estoy así, y también muy agradecida con toda la gente que nos recibió con una alegría enorme.

Juan Ignacio Marconi – Colegio del Salvador, Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Misioné en la comunidad de Santa Rosa. A esta comunidad vinieron chicos de distintos países: Uruguay, Paraguay; y de distintas provincias de Argentina: Santa Fe, Mendoza, Córdoba, Buenos Aires…

Al principio arrancamos siendo desconocidos entre nosotros y poco a poco fuimos tomando más confianza. Fuimos compartiendo cada vez más, nos reímos mucho entre nosotros, y también hubo charlas más profundas. Además, la gente de Santa Rosa nos recibió muy bien. Fueron muy cálidos a la hora de recibirnos en las casas, o de traernos, por ejemplo, mantas para dormir o comida; nos recibieron con mates dulces, tortillas y compartíamos unas muy lindas charlas.

A la tarde venían los chicos a jugar con nosotros, siempre con una sonrisa en la cara, siempre con un abrazo, un beso o preguntarnos cómo estábamos. La verdad que muy linda gente, muy linda experiencia. Cuando estaba terminando la experiencia, yo decía que no quería que termine nunca. Y quiero invitar a todos a que, si tienen la oportunidad de misionar acá en Boquerón o en cualquier otro lugar, lo hagan porque no se pierde nada, sino que se ganan un montón de cosas que en otras actividades no se viven.

Esteban Rosales – Colegio San Ignacio, Montevideo

Quería compartir mi experiencia en esta Misión en Boquerón. Realmente se generan unos ámbitos de convivencia muy lindos. Con el grupo de misión yo siento un vínculo realmente cercano, se genera una amistad que trasciende fronteras, porque cada uno viene como yo, de distintos de lugares. Unos de Uruguay, otros de Paraguay, de Santa Fe, de Mendoza, otros de Buenos Aires… y ahí se genera un intercambio que enriquece por las diferentes costumbres que tiene cada uno y que aporta y enriquece al grupo. Es realmente una experiencia hermosa. Yo la recomiendo desde ya. Cualquiera que tenga la oportunidad de ir le diría que vaya, porque no se pierde de nada. Es una semana que ganás: valores, crecés como persona, realmente te cambia la vida.

La gente nos recibió de una manera espectacular. Se notaba una riqueza humana única. Desde lo poco que tenían, ponían su silla, su espacio, a nuestra disposición, con unos mates dulces, unas tortillas. Y siempre desde el respeto. Había formas muy variadas de vivir la fe, pero siempre desde el respeto y el intercambio que enriquece. Uno sale de Boquerón con otra mentalidad. No volvés a tu casa siendo el mismo. Y es un cambio para bien, que te hace más consciente de las diferentes realidades en diferentes ciudades y países. Para mí, por ejemplo, que me sacó de la comodidad de mi país y me enfrentó a esta realidad diferente. A mí en principio me sorprendió; pero en seguida te acomodás, podés notar la sensibilidad que hay en cada uno de ellos, de los habitantes de Boquerón. Por eso invito, que si tienen la oportunidad de misionar, en Boquerón o en cualquier otro lado, lo hagan. No pierden nada.  Sólo ganás. No me alcanza con estas palabras para describir la experiencia. Simplemente magnífica.

 

Agostina del Dotto – Colegio Sagrada Familia, Córdoba

Con mis compañeras vamos a contar un poco más una de las experiencias que más nos llenó el corazón. Nosotros nos levantamos a la mañana y tuvimos 2 km caminando para llegar hasta la casa de Ema y Lorenzo. Nos recibieron de una forma muy linda y cálida. Nos ofrecieron unos mates y comida. Estuvimos un charlando un poco y ahí sentí que la humildad que tienen ellos, que a pesar de ser personas de bajos recursos económicos; son gente muy rica en sus sentimientos y su compartir. Yo sentí que no hace falta tener tantas cosas materiales para ser feliz.

Lo que yo sentí cuando estuvimos en esa casa, fue que con preguntas tan sencillas, recibimos respuestas tan completas y tan llenas de amor, de alegría, de alegría, de sus costumbres. También preguntamos qué era el monte para ellos y nos dijeron que ‘el Monte es todo’. De ahí sacan todo lo que tienen: comida para los animales… etc. Respuestas que nos llenaban el alma, que eran sorprendentes, que nos causaron tanta felicidad como seguramente ellos también sintieron. Nos soprendió cuando Emma espontáneamente sacó una verduras y nos dijo ‘vamos a cocinar, les preparo un guiso’. Le nació tan espontáneamente que nos hizo sentir como en casa. Nos pusimos a ayudarla: preparamos el guiso, comimos todos juntos, bendecimos la comida… todo fue tan especial que parecía que lo que estábamos viviendo era mentira.

Después seguimos charlando un poco más e hicimos una bendición a la casa con agua bendita; y uno de nuestros compañeros le dio un rosario y ella muy agradecida nos abrazó y ahí todos nos emocionamos.

El Padre General reafirma el compromiso de los jesuitas en el JRS

El 24 de mayo de 2019, el P. Arturo Sosa, Superior General de la Compañía de Jesús, renovó el compromiso jesuita con el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) como obra de la Compañía.

Al final de la guerra entre Estados Unidos y Vietnam se produjo un éxodo de dos millones de vietnamitas que huían de su devastada nación. Casi un millón de personas intentaron huir por mar, con innumerables inocentes víctimas de las tormentas, el hambre y los piratas. Entre 1975 y 1995, casi 800.000 refugiados hicieron tierra en Hong Kong, Filipinas, Singapur, Tailandia, Indonesia y Malasia, pero su llegada no era sino el comienzo de una larga saga que tomó el nombre de los “Boat People”. Ya traumatizados por los horrores de la guerra en su país de origen, los refugiados vietnamitas se enfrentaban a un destino incierto puesto que su porvenir era negociado por países que se desentendían de los refugiados. Con cientos de miles de refugiados malviviendo en campamentos, el éxodo se convirtió en una crisis humanitaria que duró más de dos décadas.

Horrorizado por la triste suerte de estos “boat people” vietnamitas, el P. General jesuita, Pedro Arrupe, alertó a los miembros de su orden, que entonces eran más de 27.000, y fundó una obra para ofrecer ayuda directa a los refugiados. Quería una organización que no sólo ofreciera ayuda inmediata, como alimentos de emergencia, alojamiento y atención sanitaria, sino también servicios a más largo plazo, por ejemplo educación, capacitación laboral, asistencia psicológica y ayuda y acompañamiento jurídicos. El P. Arrupe ideó un servicio que se extendiera por todo el mundo y actuara en respuesta rápida a los desastres humanitarios, al mismo tiempo que continuaba ayudando a otros beneficiarios largo tiempo cuando ya se había extinguido la atención de los medios de comunicación.

Ése fue el nacimiento del Servicio Jesuita a Refugiados.

Fundado hace casi 40 años, hoy en día el JRS sigue respondiendo a crisis humanitarias en África, América Latina y Central, el sudeste de Europa y Oriente Medio. La misión del JRS es acompañar a los perseguidos a causa de su raza, su religión o su clase social, y también a los desplazados por conflictos, desastres naturales o desgobierno. El personal del JRS actúa en campos de refugiados, centros de detención, zonas de guerra, instituciones para refugiados urbanos y dondequiera que se encuentren personas privadas de sus derechos humanos básicos.

El 24 de mayo de 2019, el P. Arturo Sosa, Superior General de la Compañía de Jesús, renovó el compromiso jesuita con el JRS como obra de la Compañía. En una carta pública, el P. Sosa reiteró no sólo el apoyo que el JRS ha recibido de sus antecesores Superiores y de las últimas Congregaciones Generales, sino que también hizo un llamamiento a la Compañía de Jesús en general para que “ponga en práctica plenamente su visión de un mundo en el que los refugiados obtengan protección, acceso a oportunidades dignas y participen plenamente en las esferas social, política y económica en las que se encuentran”.

El apoyo al JRS no ha hecho sino crecer gracias a las “Preferencias Apostólicas Universales” de la Compañía de Jesús que se publicaron el pasado mes de febrero. Como el P. Sosa lo señala, en esas ‘PAUs’, resultado de más de un año de discernimiento comunitario y entregadas a la Compañía de Jesús como misión directa por parte del Papa Francisco, se identifican cuatro “acentos” para los ministerios de la Compañía en los próximos 10 años, y uno de los cuatro es “Caminar con los excluidos”. Con esta carta del General, se puede decir que los jesuitas del siglo XXI quedan bien orientados para perpetuar la acción positiva iniciada por la Compañía del pasado.

Puedes leer la carta del Padre General en el siguiente link 

Fuente: Jesuitas Lationamérica

El Papa a Cáritas: En los pobres se esconde el rostro de Cristo

“La caridad no es una idea o un sentimiento de piedad, sino un encuentro vivencial con Cristo”, subrayó el Santo Padre Francisco a los 400 participantes en la XXI Asamblea General de Caritas Internacional, que se llevó adelante en Roma desde el 23 hasta el 28 de mayo.

Francisco agradeció en primer lugar el saludo que le dirigió el presidente de Cáritas Internacional, cardenal Peter Turkson y saludó a “todos los que en sus respectivos países están comprometidos con el servicio de la caridad”.

En su discurso el pontífice centró su reflexión en tres palabras clave: caridad, desarrollo integral y comunión.

Caridad

“No es un acto estéril ni una simple ofrenda para silenciar nuestra conciencia”, precisó Francisco e instando a no olvidar que “la caridad tiene su origen en su esencia en Dios mismo”. Es el abrazo de Dios, nuestro Padre, a cada persona, especialmente a los más pequeños y a los que sufren, que ocupan un lugar preferencial en su corazón.

Si consideramos la caridad como un ‘servicio’ la Iglesia se convertiría en una ‘agencia humanitaria’ y el servicio de la caridad en su ‘departamento de logística’. Pero la Iglesia no es nada de esto, es algo diferente y mucho más grande: es, en Cristo, el signo e instrumento del amor de Dios por la humanidad y por toda la creación, nuestro hogar común”.

Desarrollo integral

Refiriéndose al desarrollo integral, el Papa explicó que “en el servicio de la caridad está en juego la visión del hombre, que no puede reducirse a un solo aspecto, sino que implica a todo el ser humano como hijo de Dios, creado a su imagen.

“Los pobres, dijo el pontífice, son sobre todo personas, y sus rostros ocultan el de Cristo mismo”. Y como “signos de su cuerpo crucificado tenemos el deber de alcanzarlos incluso en los suburbios más extremos y en los sótanos de la historia con la delicadeza y la ternura de la Madre Iglesia. Debemos aspirar a la promoción de toda la persona y de todos los hombres para que sean autores y protagonistas de su propio progreso”.

“El servicio de la caridad debe elegir la lógica del desarrollo integral como antídoto a la cultura del descarte y de la indiferencia”.

Asimismo recordó el Santo Padre que “la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual” porque, “la gran mayoría de los pobres tienen una apertura especial a la fe; necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad. Por eso, la opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria”.

Comunión

A continuación Su Santidad definió la tercera palabra: comunión, “central en la Iglesia” porque “define su esencia”. “Es la comunión en Cristo y en la Iglesia la que anima, acompaña y sostiene el servicio de la caridad, tanto en las propias comunidades como en las situaciones de emergencia en todo el mundo. De este modo, la diaconía de la caridad se convierte en un instrumento visible de comunión en la Iglesia” y es por eso que como Confederación, son acompañados “por el Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral”, al que agradeció “su apoyo a la misión eclesial de Caritas Internationalis”.

Por último Francisco exhortó a los presentes a vivirlos “con el estilo de la pobreza, la gratuidad y la humildad”.

No se puede vivir la caridad, dijo el Papa, “sin hacerse cercano a  los pobres”, que “no son números sino personas”. Con ellos se aprende a “practicar la caridad en el espíritu de la pobreza, aprendemos que la caridad es compartir”.

Francisco advirtió entonces que no sólo la caridad que no llega al bolsillo es una falsa caridad, sino que la caridad que no implica el corazón, el alma y todo nuestro ser es una idea de caridad que aún no se ha realizado”. Y llamó la atención a tener cuidado de “no caer en la tentación de vivir una caridad hipócrita o engañosa, una caridad identificada con la limosna, con la beneficencia, o como una píldora calmante para nuestras conciencias inquietas”.

“Eviten, advirtió el Santo Padre a los miembros de Cáritas, asimilar el trabajo de la caridad con la eficacia filantrópica o con la eficiencia de la planificación o con una organización exagerada y efervescente” y afirmó seguidamente que “es escandaloso ver a los operadores de la Caridad que la convierten en negocio” refiriéndose a quienes hablan de la Caridad “pero viven en el lujo o la disipación u organizan Foros sobre la Caridad desperdiciando tanto dinero innecesariamente. Duele mucho ver que algunos operadores de caridad se convierten en funcionarios y burócratas” aseveró.

Al respecto concluyó reiterando que la caridad es “el deseo de vivir con el corazón de Dios que no nos pide tener un amor genérico, afecto, solidaridad, hacia los pobres, sino de encontrar a Él mismo en ellos con el estilo de la pobreza”.

 

Fuente: AICA

Una contribución de los jesuitas a la Iglesia: Discernimiento y Liderazgo

En el año en que se cumplen seis años en el pontificado del Papa Francisco, los jesuitas están llevando a cabo un programa de liderazgo en la Curia General. El objetivo del mismo es reflexionar sobre las características de un liderazgo discernido desde el nuevo paradigma que propone del Papa Francisco, que enfatiza la escucha, la voluntad de Dios y no la nuestra propia y hacer lugar para el Espíritu Santo.

Esta iniciativa es respuesta al espíritu de servicio a la Iglesia que el P. Arturo Sosa, Superior General, ha puesto en evidencia en la presentación que ha hecho de las recién publicadas Preferencias Apostólicas Universales. El programa incluye varias dimensiones espirituales: un tiempo de reflexión, la llamada “conversación espiritual”, compartir en pequeños grupos y un tiempo de oración personal. Todo ello para crear un espíritu de equipo. El liderazgo guiado por el discernimiento implica todo un modo de proceder que, según el Padre Sosa, “nos permite entrar en comunión en el cuerpo único cuya cabeza es Cristo”.

La primera parte del seminario se ha celebrado en la Curia jesuita del 27 al 31 de mayo. Una segunda parte, con los mismos participantes, será ofrecida en octubre. El encuentro reúne a personas de los Dicasterios Vaticanos, a Superiores Generales de diversas Órdenes y Congregaciones y a algunos miembros del propio Consejo General del Padre Sosa.

La Compañía de Jesús ofrece este tipo de servicio porque cree que la tradición ignaciana, con su énfasis en el discernimiento, posee un gran potencial que puede ser muy útil a la Iglesia de hoy. En efecto, nos vemos confrontados a problemas difíciles, algunos completamente nuevos, debido a los rápidos cambios que se producen en el mundo.

El mensaje cristiano fue, desde el principio,radicalmente nuevo en su visión de las relaciones entre Dios y los seres humanos y en su manera de dar prioridad a los más pequeños, una lectura con discernimiento de los signos de los tiempos puede resultar muy importante. Así un liderazgo competente en sintonía con la tradición ignaciana puede dar a luz un estilo eclesial contemporáneo y lleno de vitalidad.

Fuente: sjcuria.global