Fe y Alegría: Educación Popular de Calidad en Argentina

Durante ‘La Noche de Fe y Alegría’, un evento organizado por la Fundación dedicada a la Educación Popular con el fin de recaudar fondos para la misma, se compartió un video en el que los propios educadores y alumnos de los centros educativos de todo el país narran su tarea y el sentido que tiene para ellos pertenecer a Fe y Alegría. 

Tras el evento, el Director Nacional FyA, Fernando Anderlic, fue invitado al programa de Radio Nacional ‘Va de Vuelta’ para poder hablar de la fundación:

“Nosotros lo que hacemos es generar escuelas gratuitas en asentamientos o barrios donde no hay presencia de la escuela pública o, si bien existe escuela pública, la misma no logra satisfacer la demanda de la población en cuanto al número de alumnos que necesitan atender. Trabajamos en alianza con los gobiernos provinciales que nos proveen los subsidios para poder mantener la planta tradicional de la escuela, es decir, los sueldos de los docentes y nosotros nos encargamos de gestionar la escuela, de construirla, de formar a los docentes y trabajar en esos contextos, convencidos de que la educación es la herramienta fundamental que tenemos para construir un mundo mejor para todos.”

En el video producido por la Fundación, esta información se complementa con los testimonios de los protagonistas que dan cuenta de que la incidencia de la labor de Fe y Alegría trasciende las paredes de los centros educativos. Los barrios donde se asientan suelen experimentar mejoras  en las condiciones de vida a partir de la radicación de la institución en él. 

 Puedes ver el video completo en el siguiente link

Y escuchar la entrevista a Fernando Anderlic aquí.

Juan Carlos Scannone SJ: «La fe se hace cultura. No es lo mismo ser cristiano en la Amazonía que en España, India o África»

Entrevista a Juan Carlos Scannone SJ, quien con 88 años siendo uno de los grandes teólogos de referencia en la Iglesia. Profesor del Papa Francisco e impulsor de la teología del pueblo es gran conocedor de la Iglesia en América Latina y, por tanto, consciente del gran paso que supone el Sínodo de la Amazonía, que ha comenzado en el Vaticano este domingo. Un foro para reflexionar sobre el compromiso y la misión de la Iglesia en la evangelización de esta zona de América Latina, que abarca 9 naciones distintas y hasta 30 millones de habitantes. 

Estos días, Scannone estuvo en la Fundación Pablo VI para presentar algunas de las conclusiones del Grupo de Trabajo ODUCAL “Sociedad Civil y Bien Común. Hacia una nueva articulación del mercado, el Estado y la sociedad civil”. Para él, el Sínodo de la Amazonía es una profundización en lo que se ha venido trabajando desde hace 50 años en Medellín hasta ahora, en la línea de la inculturación y la opción preferencial por los pobres.

¿Qué cree y qué espera usted del Sínodo? Va a abrir una nueva etapa en la Iglesia en América Latina?

No una nueva etapa, pero sí, al menos, una profundización de lo que se ha venido trabajando en Medellín, primero, y Aparecida, después, en todo lo que se refiere a la inculturación y la sinodalidad. Ambos son dos conceptos muy importantes no solamente para la Amazonía y la Iglesia Latinoamericana, sino para toda la Iglesia Universal. Por un lado, que la fe se hace cultura y que, por tanto, no es lo mismo ser cristiano en la Amazonía que en España, Argentina, India o África. Cuando se adoptan formas culturales, hay a la vez un movimiento de encarnación, de purificación y de transformación. Pienso que ese momento de inculturación es muy importante, sobre todo en esos pueblos originarios de la Amazonía que son muy diversos. Y por otro lado, la sinodalidad, entendida como una gran orquesta en la que cada uno toca un instrumento distinto pero desde la unidad. Esa impronta de la Trinidad en la Iglesia se manifiesta como una comunión y un caminar juntos.

Sínodo para la Amazonía, nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral

El documento de preparación al Sínodo, Instrumentum Laboris, aborda los grandes retos que tiene la Iglesia en la evangelización de la región panamazónica: explotación de los indígenas, la corrupción, la salud, la educación, la ecología… Y, sin embargo, uno de los temas que más revuelo ha generado es la posibilidad de que en las zonas remotas de la Amazonía puedan ser ordenados hombres mayores y casados. ¿Por qué tanta polémica con una parte tan minúscula de todo el documento preparatorio?

Es un problema sobre todo mediático de la prensa occidental, pero en el fondo ya hay en la Iglesia Católica muchos casados que son sacerdotes. Porque no es que el sacerdote se case, sino que la gente casada, que tiene familia, esposa e hijos, pueda ser ordenado sacerdote. Esto se da ya en todos los ritos occidentales, también los católicos, que las personas se casan antes del diaconado. Con los últimos Papas (Francisco, Benedicto XVI y Juan Pablo II) se ha dado que cuando había, por ejemplo, pastores luteranos que ya tenían su familia y se hacían católicos, se les concedía, primero, ser sacerdotes y luego párrocos. Ya ahora, aún en el rito latino, hay gente casada que es sacerdote, aunque son minoría.

El Sínodo de la Amazonía es un impulso a la evangelización de América Latina, pero también en Europa hay grandes retos, por el escepticismo y el relativismo moral. ¿Cómo atraer a los que se alejan en Europa y, sobre todo, a los jóvenes?

El Papa les dice a los jóvenes que hagan lío y se comprometan, sobre todo socialmente. La ecología, el cuidado de la Casa Común, por ejemplo, están generando un gran compromiso en los jóvenes. El caso más álgido en Europa son los refugiados a los que se está rechazando, incluso hasta el punto de dejarles que se ahoguen en el mar. En muchos casos, el rechazo se está dando por cuestiones pseudoreligiosas, alegando una defensa de la cultura cristiana frente al dominio musulmán. Pero una cosa son las tropas turcas que venían y estuvieron siglos en España y otra los refugiados, que es gente que muere de hambre. No vienen a conquistar. Ahí entra el imperativo cristiano y humano de amor al pobre y al necesitado, aunque no sea cristiano. A esto el Papa le ha dado mucha importancia, puesto que los huidos y refugiados son algunos de los más pobres de la época actual, tanto en Europa como EEUU, e incluso en América Latina. No nos vienen a cambiar, sino que son personas que necesitan una ayuda. Hay todo un movimiento en la Iglesia que está tratando de dar respuesta a esa problemática, que conoce muy bien el Papa Francisco por su experiencia en Argentina.

Refugiados insisten que no son terroristas

Precisamente por este motivo, en España hay muchos católicos que están criticando y poniéndose en contra del Papa Francisco, generando casi un cisma dentro de la Iglesia. ¿Por qué se critica tanto al Papa precisamente cuando lo que dice es puro Evangelio?

En el fondo lo que está dándose es una conversión al Evangelio. Si quieres ser cristiano (no culturalmente cristiano, sino evangélicamente cristiano) la Caridad debe ser el mandamiento supremo. Y la Caridad significa que si hay que amar a todos, cuánto más a los más necesitados. En la Biblia se habla del pobre, el extranjero, el huérfano y la viuda como el prójimo más necesitado. Hoy sirviendo al pobre y el extranjero, sobre todo el que viene refugiándose de una guerra o de una hambruna, hay una conversión al verdadero cristianismo, al Evangelio.

Fuente: Religión Digital

De fariseos y publicanos

A veces rezamos como  el fariseo y a veces como el publicano. 

Por José María Rodríguez Olaizola, SJ

A veces al rezar te sale el fariseo que llevas dentro. Y entonces te apropias un poco de Dios, y le dices: «soy de los tuyos», pero en realidad lo que le estás diciendo es: «Tú eres de los míos». Y, veladamente, se te cuela la mirada por encima del hombro a los otros, los que no creen, o creen de manera distinta; los que celebran distinto que tú; los que sobre los diferentes problemas se sitúan en otro lugar, tienen otras opiniones o perspectivas. Arrugas la nariz, por dentro, aunque por fuera tu rostro sea plácido y sereno. Te sientes más verdadero en tus convicciones, y les detestas un poco –aunque jamás utilizarías el verbo detestar– porque no son como tú.

A veces, al rezar asoma el publicano. Y entonces dices a Dios, con una mezcla de pesar y aceptación, dolor y confianza: «Esto es lo que hay». Y lo dices sin reto ni rendición, sin arrogancia ni ego. Entonces expresas, desde lo hondo, que no puedes, que no sabes, que no alcanzas, pero que aun así, caminas, confiando en que con tu barro él sabrá qué hacer. Y ofreces tu amor, a veces ensombrecido por el egoísmo; y tus manos vacilantes, y tus dudas. Y, en tu fragilidad tan absoluta, la oración se vuelve abrazo.

Fuente: Pastoral SJ

Una peregrinación como signo del camino que continúa – Castores del San Javier

Castores es la propuesta pastoral que el Colegio San Javier de Tacuarembó, Uruguay (al igual que el Colegio Seminario de Montevideo) ofrece a los alumnos que cursan los últimos tres años del secundario. Desde hace cuatro años, realizan una peregrinación de 20km como cierre de las actividades del año.

Tres compañeros

Con esta peregrinación culmina un ciclo de tres años. A lo largo de este ciclo, cada peregrinación estaba marcada por una figura particular. El primer año del ciclo tuvo como figura central a San Ignacio. La peregrinación estuvo marcada por la experiencia de caminar junto a Ignacio, aprendiendo de su vida, acompañando el camino que lo fue llevando hacia la fundación de la Compañía de Jesús. El segundo año la peregrinación tuvo como figura clave a San Javier, compañero de Ignacio y patrono del Colegio. 

Este tercer año la peregrinación fue acompañada por María, bajo el lema “María, ayúdanos a ser portadores de alegría y de esperanza”. Diversas advocaciones marianas estuvieron presentes a lo largo del caminar de los Castores: María del Camino, cuya imagen se venera en la iglesia de los jesuitas en Roma; la Virgen de los 33, patrona de Uruguay; la Virgen de Guadalupe, patrona de América; la Virgen de Itatí y Nuestra Señora de la Esperanza. Esta última advocación tiene una significación especial para los alumnos de sexto año que egresan del Colegio, que se encomendaron para que María los anime en esta nueva etapa de su vida en la universidad, para seguir soñando y apostando por una formación integral y humana.

40 años de Castores en Tacuarembó

Esta peregrinación se inscribe en un momento especial para el Movimiento Castores, que cumple 40 años de presencia en el Colegio San Javier. Para celebrar este hecho se está preparando una fiesta para el 9 de noviembre a la cual están invitados todos los Castores que pasaron por el Movimiento, muchos de los cuales son padres de los jóvenes que actualmente participan de sus actividades.

Roberto Jaramillo SJ sobre Ordenación de sacerdotes en la Amazonía

Roberto Jaramilo, S.J., actual presidente de la Conferencia de Provinciales de América Latina (CPAL) expuso durante el Sínodo que la sugerencia de los “viri probati”, realizada desde las comunidades indígenas al Sínodo Amazónico, debe considerarse desde las vocaciones y no para dar solución a la falta de sacerdotes en la Amazonia.

La ordenación de hombres casados como sacerdotes o los “viri probati”, es un tema continuamente presente en los medios de comunicación porque forma parte de uno de los puntos de reflexión en el Sínodo de la Amazonía que se desarrolla en el Vaticano.

Según Roberto Jaramilo, S.J., que participó del Sínodo Amazónico; la sugerencia realizada desde las comunidades indígenas y plasmada en el punto 129 del Instrumentum laboris (documento de trabajo de la Asamblea de Obispos) tiene que considerarse desde un punto de vista de vocación y no para dar solución a la falta de sacerdotes en la Amazonia.

“El asunto de los viri probati o de los hombres probos a ser ordenados presbíteros debe ser porque tienen vocación no como una solución a las vocaciones escasas o una medida puramente circunstancial para que administre una comunidad”, señala Jaramillo haciendo referencia a la intervención que tuvo en el aula sinodal.

 Asimismo, apunta, desde las reflexiones del Sínodo, se insiste en la necesidad de una inversión de la iglesia en la pastoral vocacional y en los ministerios laicales para no dar paso a un clericalismo donde la preocupación se dirija a subsanar el número de sacerdotes en una región.

“Es parte de las medidas que se proponen dado que hay un sin número de comunidades en América Latina qué pasan meses, años sin  poder celebrar la eucaristía que es la fuente y el culmen de la vida comunitaria”, afirmó.

En ese sentido, las propuestas desde el Sínodo en este tema abarcan y se fundamentan en la preocupación por la celebración de la eucaristía, por el derecho que tienen los cristianos católicos indígenas de celebrar y alimentarse con el cuerpo y la sangre de Jesús.

“La posibilidad se ha ventilado con madurez con profundidad y que dejamos en las manos del Santo Padre para que lo considere en su discernimiento, finalizó.

La propuesta de ordenar a hombres casados surgió desde las comunidades indígenas ante la falta de sacerdotes para llevar el sacramento de la eucaristía a las diversas comunidades  de la Amazonía. Es parte de las reflexiones del Sínodo para la región Pan Amazónica que se realiza en el Vaticano del 6 a l 27 de octubre y que tiene como tema : “Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.

Fuente: Noticias Fides

La falsa sensación de comunidad

«Las relaciones se reducen a un corte superficial, en la capa más epidérmica.»

Por Igor Begler- La Biblia Perdida

«Cuanto más numerosas son las personas con que estás en contacto permanente, tanto peor; el aumento del número de conexiones baja de manera directamente proporcional al denominador común. Y todo el tejido de relaciones gira en torno a este denominador común de forma muy rudimentaria. No  es posible ninguna relación seria, no hay un intercambio de ideas ni ningún tipo de apego además de la dependencia de tener la sensación de que siempre tienes que estar cerca de alguien, de que estás conectado, al fin y al cabo. Aireas un número finito de ideas y expresiones rudimentarias. Las relaciones se reducen a un corte superficial, en la capa más epidérmica. Planas, carentes de profundidad. En este sentido, en realidad no llegas a conocer, de hecho, a nadie con quién estás en este tipo de contacto. Quizás sabes los nombres -o solo los apodos-, ves las fotos que ellos deciden compartir contigo y averiguas de ellos solo lo que quieren transmitir. Por lo general, lugares comunes: familia, juerga, entretenimiento excursiones como los turistas japoneses que se amontonan como ovejas, sin cesar, por el mismo camino, en la misma fila, con el mismo paso, con la misma ropa. Incluso el ángulo desde el cual toman las fotos a menudo es idéntico. Visitar los mismos lugares, el mismo tipo de diversión, las mismas cosas fáciles de comunicar. Cuanto más fáciles de comunicar, más superficiales serán. En la ausencia del pensamiento, todo es prefabricado. Una soledad profunda y ensordecedora».

Fuente: Pastoral SJ

Con rostro y corazón amazónicos – Palabra de CPAL de Noviembre 2019

Compartimos la Palabra de CPAL del mes de noviembre. En ella, el Presidente de la Conferencia Latinoamericana, Roberto Jaramillo SJ, comparte su experiencia de participación en el Sínodo de la Amazonía que culminó el 27 de octubre pasado.

Por Roberto Jaramillo Bernal, S.J. – Presidente de la CPAL.

“Jesús no ha venido a traer la brisa de la tarde, sino el fuego sobre la tierra”

(Homilía inaugural Sínodo Amazónico, Papa Francisco)

El domingo 27 de octubre pasado terminó el Sínodo especial para la Amazonia. Fueron tres semanas intensas de diálogo abierto, en un clima de fraternidad y de profunda responsabilidad con la vida de la Iglesia a partir de las necesidades concretas del territorio amazónico. Tanto en el aula del encuentro sinodal como en los grupos menores se expresaron con toda libertad posiciones que en ocasiones eran discordantes; raramente antagónicas. El texto final, con 120 numerales, es el fruto que refleja bien (en un lenguaje propio del vaticano) todos los asuntos tratados.

Sin embargo, lo más importante del sínodo, si bien está reflejado en él, no es el texto. El sínodo comenzó en enero de 2018 en Puerto Maldonado y el proceso de consultas y escuchas fue tan rico y positivo (en contenidos y encuentros) que, para muchos, aún antes de la reunión de la asamblea, el sínodo había ya dado frutos abundantes. Esa bendita experiencia de sinodalidad de base será repetida y multiplicada ahora al concluir el encuentro, y sobre todo después de que el papa Francisco haga su exhortación; de manera que las bendiciones serán triples. Por otro lado, la riqueza de la discusión en el aula y los grupos menores, y el encuentro de tantos y tantas personas – la mayoría de ellas – actuantes en la región amazónica, acompañados siempre por la escucha atenta y la inspiración del papa Francisco son de una riqueza incalculable.

El papa Francisco insistió sabiamente en su intervención final en el aula, en la necesidad de no fijarse (quedarse) en las cosas disciplinares (eclesiásticas, las llamó) del texto, sino en la urgencia de hacer una discusión de los argumentos allí contenidos porque son ellos los que pueden mover la razón y el corazón a verdaderos procesos de conversión (pastoral, ecológica, cultural y eclesial / sinodal). En ello consiste, también la dimensión universal (católica) de este sínodo porque, tratándose de la casa común: “si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera” (Lucas 13,1-9).

Hay que decir también que la asamblea sinodal no habría sido tan buena si no fuera por otros dos protagonistas importantes: uno dentro y otro fuera. El primero fue la presencia de 55 auditores, hombres y mujeres, religiosas y laicos que con mucha valentía, lucidez y pertinencia tomaron la palabra para expresar sus puntos de vista, especialmente sobre la participación y reconocimiento del rol de las mujeres en la Iglesia, sobre la urgencia de abandonar el clericalismo generalizado, y sobre la necesidad de que la Iglesia sea en verdad una aliada de las causas de los pobres, particularmente de los pueblos indígenas. El actor externo al que me refiero fue una multitud de personas venidas a Roma para animar diversas actividades sobre la Amazonia (conferencias, diálogos, celebraciones, exposiciones, procesiones, etc.) y que hicieron que el mundo todo se enterara de primera mano del fuego que arde en las entrañas de la Amazonia. Nuestro agradecimiento a todos y a todas ellas porque hicieron real lo que el papa expresó en el epígrafe de este artículo. El Equipo Itinerante de los Jesuitas de la Amazonia jugó un papel importante alimentando la sinodalidad.

Fue una bendición poder participar en la asamblea sinodal; éramos 18 jesuitas, 11 latinoamericanos, y una gran cantidad de participantes laicos y religiosos con los que somos colaboradores en la Missio Dei. Algunos nos encontramos varias veces en la curia general durante el tiempo del sínodo para celebrar la eucaristía y orar juntos, así como para pensar caminos abiertos para seguir transitando en-red-dados, en discernimiento y colaboración.

Un lugar especial en todas nuestras deliberaciones y encuentros tuvieron durante las semanas pasadas los pueblos de Honduras, Ecuador, Haití, Chile, Venezuela y Bolivia, particularmente. La compleja situación sociopolítica de toda América Latina y El Caribe reclama de todos nosotros, como lo hace el sínodo, una verdadera conversión social, política – sinodal, ecológica, cultural y pastoral impostergables. Conversión individual – personal, comunitaria e institucional. Las macabras imágenes de la destrucción de la vida en la Amazonia son una señal clara de que hay no sólo un malestar social sino un cáncer que corroe las entrañas del edificio social al que nos hemos acostumbrado; ahora más que nunca es actual nuestra misión de reconciliación en la justicia.

Educación, servicio y fe – 2º Inter-jesuítico de Pastoral

El segundo encuentro Inter-jesuítico de Pastoral se realizó los días 12 y 13 de octubre en San Miguel, Buenos Aires. Contó con la presencia de alumnos de los últimos años de secundario y ex-alumnos involucrados en la Pastoral de instituciones educativas pertenecientes a la Red Argentino-Uruguaya de Colegios Ignacianos (RAUCI), Manos Abiertas y Fe y Alegría, tanto de Argentina como de Uruguay.

Fue un espacio privilegiado para que alumnos y ex-alumnos pudieran intercambiar sus experiencias de servicio y de oración, las distintas actividades de las Pastorales, sus historias personales y la idiosincrasia propia de cada uno de sus lugares de pertenencia. Además de momentos de compartir entre ellos, los participantes realizaron una misión por los barrios de la zona.

El encuentro dio la posibilidad de compartir espacios propios de la identidad de las Pastorales de los centros educativos ignacianos. Se realizó, por ejemplo, un momento de Pausa Ignaciana, un espacio de oración para examinar el día y la acción de Dios a lo largo de este. Cada una de las Pastorales ha ido incorporando este modo de oración previamente, por lo cual se vivió en el encuentro un ambiente de afinidad y sintonía.  

“Doy gracias por el encuentro con la gente de Ciudad Santa María (San Miguel): sus rostros, sus historias, su manera tan particular y tan fuerte de vivir la fe, su devoción por Mamá María y por cada uno de sus patronos, sus ganas de crecer, la pasión y el compromiso de sus jóvenes con la Pastoral de cada una de sus comunidades, su humildad, su docilidad, su esperanza, su cálida compañía, su dedicación y su sensibilidad” cuenta Tomás Berríos, ex-alumno del Colegio del Salvador.

Además, Ernesto Miguens SJ, quien se encuentra trabajando en San Miguel, comparte su experiencia de este fin de semana:

«Con el lema “Peregrinos en Misión”, dedicamos un día completo a misionar 15 comunidades de Ciudad Santa María, para encontrarse con la realidad pastoral de los barrios y que la visitas tengan oportunidad de darse a conocer. 

Dos protagonistas destacaron a lo largo de todo el encuentro. 

La primera fue la hospitalidad de los anfitriones, que se hizo notar desde las reuniones preparatorias pero fue más palpable durante los tres días del evento: pastoralistas, profesores y directivos se pusieron manos a la obra: cocina, limpieza, logística, traslados, servicio… nada les resultó ajeno. Alojaron gente en sus casas, trasnocharon por cuidar chicos, madrugaron para servir del desayuno… se los vio pendiente de todo detalle: desde dietas especiales hasta prevenir que se desorientaran, se mojaran o demoraran el regreso. Y este cariño por la misión se percibía y se contagiaba.

La otra protagonista es propia de los jóvenes que participan de la pastora: es esa llama interior, la misma que está representada en el logo del encuentro. La llama que hace tolerable la lluvia (que parecía interminable), que permite disimular el cansancio con buen humor, que hace decir que sí, elegir siempre el sí. Es la llama que mueve, que da sentido, que elimina la tristeza y la inseguridad; que borra las diferencias y conflictos, que es optimista y busca el lado positivo, que pone cariño y paciencia. En fin, esa llama, ese  fuego sagrado, invadió de tal manera el salón pastoral el viernes por la mañana con los primeros invitados, que los que estábamos en la organización respiramos relajados: nos dimos cuenta de que la posta ya no estaba en nuestras manos. Ya la había tomado una mano más segura.»

 

 

¿Es buena la política?

Una reflexión sobre la política en tiempos en que se pone en el centro de la escena social. 

Por Silvia Somaré ECJ

La política es una ciencia social cuyo fin es iluminar y acompañar la organización de las personas en la sociedad, el político es el que ejerce esta ciencia, para el bien de la misma sociedad. Definiciones llenas de bondad y esperanza que, en abundantes realidades, no se presenta así.

Todos hemos escuchado frases como: ¡No hablemos de política para evitar peleas! ¡Los políticos no sirven! Y la misma Mafalda en su historieta, le endilga todos los males criticándola a tal punto, que su amiga Susanita le dice que parece la nuera de la política.

Cuando tenía 20 años y soñaba como todos los jóvenes con cambiar el mundo para bien, empecé a militar en un partido político y quería ser diputada nacional para representar al pueblo. Mi papá me apoyó y me advirtió sabiamente que de llegar, iba a ser empleada de ese pueblo, para el que tenía que trabajar tanto para los que me elegirían como para aquellos que no. Después Dios y la vida me llevaron por otros caminos. Me quedó como hermoso recuerdo el hecho de que se consideraba una riqueza tener un amigo de otro partido. Amigos y amigas que aún, orgullosamente, conservo.

Hace un mes estaba en un curso y uno de los asistentes quería saber de qué idea política era el disertante, un señor trabajador, orgulloso de su familia y sus raíces. Ya algo cansado por la insistencia le contestó: Mis manos para trabajar son mi partido político. Consideré que fue una respuesta coherente, sus manos desde ese lugar, construían la sociedad más allá de su voto. Vamos a votar en determinados momentos pero a mi comunidad, a mi ciudad, a mi país lo nutro cada día con mis buenas acciones. Eso desencadena un estilo de vida que lleva a elegir candidatos que me representen y a los cuales debo pedirle cuentas. Eso es hacer política. Cada día y con el voto, darle el poder de representarme a quien considero mejor para un proyecto de sociedad digna.

Por eso mismo es irresponsable elegir candidatos por filias o por fobias. Es indigno que compren mi voto con dinero, cargos o promesas irreales. Es de cristiano rezar el voto, pedir iluminación al Espíritu Santo, decir lo que pienso con mansedumbre y no lo es defender lo indefendible y generar brechas.

 A veces se cae en vicios que atentan a la bondad de la política, por ej: los personalismos, un partido no es una persona y una persona no es un partido, se debe considerar también que la sociedad no son mis votantes y mis votantes no son la sociedad, que ganar una elección no significa oficializar ideas propias, igualmente que perder no es oposición sistemática.

 Vuelvo a la pregunta del comienzo ¿es buena la política? Y respondo que sí, como es buena la democracia. Ambas son instrumentos, no son fines, son herramientas, no son trampolines. Todos somos políticos o debiéramos serlo, al buscar lo que es mejor para la sociedad, para la patria aunque eso implique renunciar a tradiciones o a conceptos. Con el trabajo diario de nuestras manos alimentamos esa idea política.

Al pensar en política invito también a pensar en los fundadores de nuestras repúblicas. Eso evitará que nosotros seamos los fundidores.

Fuente: Vida Nueva Digital

Creer sí, pero ¿para qué?

¿Creo? ¿En qué? Y, sobre todo, ¿para qué?

Por: Pablo Martín Ibáñez

«Todo pasa por algo», «esto que me ha pasado es una señal», «voy a ver el horóscopo» o «es mi amuleto de la suerte». Frases con las que todos bromeamos, pero a las que también recurrimos sin ser muy conscientes. Como letanías que, de algún modo, expresan el deseo de que nuestra vida no pase flotando sobre la superficie en una época en la que, cada vez más, parece que la práctica de las creencias se abandona. Por falta de sentido, de reflexión, de profundidad o de incapacidad para mantenerse en las intuiciones que algún día tuviste.

Para una sociedad tan habituada a los hashtags, las campañas, las indignaciones y las modas frenéticas, este tipo de oraciones encaja como un guante. Llevar al cuello la medalla de la virgen del pueblo no necesariamente te exige ser más amable en la oficina. Leer tu horóscopo para saber qué tal tu semana no suele ser una llamada a mirar al hermano. Y así con un montón de cosas.

Y entonces la pregunta. Una que surge de lo más escondido de tu silencio. Una que nos hacemos muchos y que determina en gran medida el modo en que nos planteamos la cotidianidad del día a día y lo extraordinario de unas vacaciones en el mar: ¿Creo? ¿En qué? Y, sobre todo, ¿para qué? Acostumbrados a vivir de eslóganes o de gestos de poca hondura, el reto es enorme: vivir lo que crees sobre el terreno de lo concreto. El tiempo regalado, la ternura en la tormenta o la paciencia con la fragilidad (la propia y la ajena), con las manos de cristal y los pies desnudos. Porque creer es fácil, lo difícil es hacerlo tierra. Pero cuando se le encuentra el sentido, entonces empieza la aventura de creer.

Fuente: Pastoral SJ