Fratelli Tutti con perspectiva migrante

Alberto Ares SJ es director del Instituto de Estudios sobre Migraciones (IUEM) y adjunto a la coordinación del Servicio Jesuita a Migrantes en España. En esta oportunidad nos presenta un análisis de la encíclica ‘’Fratelli Tutti’’ desde la mirada de la realidad migratoria.

Entre los puntos que reflexiona Ares se encuentran:

  • Somos un familia
  • Fronteras y miedos
  • Derechos sin fronteras
  • Un mundo abierto
  • La hospitalidad que brota del amor
  • Políticas inclusivas y ciudadanía
  • Identidad, comunidad y las dimensiones local y universal
  • Diversidad, amistad social y el encuentro con los últimos
  • Diálogo interreligioso y paz social
  • Espiritualidad, teología y acción pastoral

Podés descargarlo haciendo click aquí: Fratelli Tutti y Migraciones

 

Córdoba Urgencia Alimentaria se hace eco en la Fundación del Papa Francisco

La campaña Córdoba Urgencia Alimentaria, organizada e implementada por seis instituciones de Córdoba en el marco de la pandemia por COVID-19 en junio del 2020, hoy se hace eco en The Papal Foundation.

Esta iniciativa de Cáritas Córdoba, Pastoral Social, Jesuitas, Radio María, Hombre Nuevo y Manos Abiertas nació con el objetivo de mitigar la falta de comida en 25.000 familias, tanto de la ciudad como del interior de la provincia, acercando módulos alimentarios a través de zonas pastorales de la Arquidiócesis de Córdoba. La acción se desplegó en diferentes medios audiovisuales, gráficos y digitales, incluyendo la propia web: www.urgenciaalimentaria.com.ar

A fin de año, el objetivo inicial propuesto se logró gracias al trabajo conjunto de personas y entidades que aportaron dinero, tiempo y tareas voluntarias, y de personalidades del medio artístico y deportivo, que sumaron su mensaje a la comunidad.

Hoy esta enorme satisfacción se multiplica gracias a una donación extraordinaria de la Fundación Papal para contribuir con la campaña Córdoba Urgencia Alimentaria en el año 2021, verdadero reconocimiento y aliento al esfuerzo ya realizado. A su vez, representa esperanzas renovadas para las miles de familias que siguen necesitando un gesto solidario para algo tan básico como llevar un plato lleno a la mesa.

Links de interés:

 

Un informe presenta los logros y desafíos de los Hogares de Cristo

El pasado martes 23 de febrero un grupo de periodistas y comunicadores asistieron virtualmente a la conferencia de prensa en la que se presentó el informe “Evaluación de impacto integral de los Centros Barriales del Hogar de Cristo”.

Hogar de Cristo

La Federación Familia Grande Hogar de Cristo es una red de centros barriales que tienen como finalidad dar respuesta integral a situaciones de vulnerabilidad social y consumos problemáticos de sustancias psicoactivas, poniendo en primer lugar a la persona y sus cualidades. Creada en 2008 en los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires, la federación hoy nuclea 190 centros barriales en 19 provincias de la Argentina.

El sello es “recibir la vida como viene, porque toda vida es sagrada y valorada”. El otro principio es “acompañar cuerpo a cuerpo, poner en práctica la Parábola del Buen Samaritano, ayudar a los hermanos que sufren para que se pongan de pie”, con un Jesús “cercano, presente y amigo, que nos abraza”. Esto, destacó monseñor Carrara, es una familia, que acompaña la dimensión educativa, los emprendimientos laborales. El Hogar es una familia que recibe, abraza y acompaña, donde los chicos se sienten parte, se adueñan de ese lugar para sentarse en una mesa, y en lo cotidiano se va haciendo un espíritu de familia. Son protagonistas centrales en la familia del Hogar de Cristo.

El informe

El informe presentado a través de la plataforma Zoom, y transmitido en vivo por YouTube expone los resultados de una investigación que buscó comprender cómo los centros barriales contribuyen al desarrollo humano e inclusión social de las personas que ellos acompañan.

El trabajo de investigación se realizó en el marco de un convenio entre el Departamento de Investigación Francisco Valsecchi de la Facultad de Ciencias Económicas de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) y la Federación Familia Grande Hogar de Cristo con la participación de un equipo interdisciplinario e interinstitucional.

Referentes de Ecología en la CPAL: Reflexión conjunta y articulación para la incidencia en la región

Representantes de varias obras y redes desde diferentes sectores de la Compañía en América Latina y El Caribe, se ha reunido periódicamente desde finales de 2019 con el fin de dialogar, reflexionar y articular procesos que puedan incidir en la agenda de ecología, medio ambiente, justicia y sustentabilidad de la región y el mundo.

A raíz del trabajo compartido, en el mes de febrero del corriente año publicaron su primer Boletín informativo:

Boletín del Grupo de Referentes de Ecología en la CPAL 

25 de febrero de 2021  

El Grupo de Referentes de Ecología de la CPAL nace a finales de 2019, reuniendo a representantes de obras y redes de los diferentes sectores en la región, que estuvieran gestionando procesos en relación a temáticas socio-ecológicas (medio ambiente, clima, justicia, sustentabilidad, agricultura, ecología integral, etc.), para generar una instancia de diálogo, reflexión y articulación de procesos, con el fin de contribuir en la incidencia a nivel regional, y desde ahí, aportar una visión y perspectiva de la CPAL a la Red Ignaciana de Incidencia Global (GIAN por sus siglas en inglés) de Ecología: Ecojesuit.

El Grupo está conformado por colaboradores de la Compañía que representan a las siguientes obras y redes de la CPAL:

Sector Educativo: 

Sector Social: 

Sector Pastoral: 

Durante su corta pero sustanciosa trayectoria, el Grupo ha puesto sobre la mesa varios temas de la agenda ecológica a nivel regional, participando, difundiendo y generando espacios de diálogo, y apoyando en su difusión a las diversas iniciativas entre las mismas redes y obras.

Estas son algunas de ellas:

  • Webinar «Análisis del impacto ecológico del COVID-19», grupo referentes ecología CPAL (abril/2020)
  • Seminarios sobre Ecología Integral, Red de Centros Sociales (junio-noviembre/2020)
  • Compromisos de Ecojesuit para construir una nueva normalidad (julio/2020)
  • Apoyo y Participación en la Asamblea Mundial por la Amazonía (julio/2020)
  • Movilización para la ratificación del Acuerdo de Escazú
  • Seminario 5 años Laudato Si, AUSJAL (septiembre/2020)
  • Conversatorios Virtuales para estudiantes sobre Ecología y Decálogo de Hábitos para el Cuidado de la Casa Común, FLACSI

Gracias al apoyo de la Oficina de Comunicación de la CPAL, en las próximas ediciones del boletín se estará profundizando en cada uno de los procesos e inicia vas que se vienen impulsando.
Contacto: Para cualquier información, comunicarse con Jimena Castro al correo:  jimena.castro@flacsi.net.

Fuente: jesuitas.lat

Migrantes: Hacia un «nosotros» cada vez más grande

«Hacia un ‘nosotros’ cada vez más grande», es el título elegido por el papa Francisco para el 107º Día Mundial del Migrante y del Refugiado, a celebrarse el domingo 26 de septiembre próximo.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede explica que la frase está inspirada en el llamamiento del Papa a que «al final ya no estén ‘los otros’, sino sólo un ‘nosotros'», incluido en la encíclica Fratelli tutti.

«Y este ‘nosotros’ universal debe hacerse realidad, en primer lugar, dentro de la Iglesia, que está llamada a crear comunión en la diversidad», afirmó.

El mensaje, subdividido en seis subtemas, prestará especial atención al cuidado de la familia común, que, junto con el cuidado de la casa común, tiene como objetivo ese «nosotros» que puede y debe ser cada vez más amplio y acogedor.

Para favorecer una adecuada preparación para la celebración de este día, también este año la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral preparó una campaña de comunicación a través de la que se desarrollarán los seis subtemas propuestos por el Papa.

Cada mes se propondrán subsidios multimedia, material informativo y reflexiones de teólogos y expertos que contribuirán a profundizar en el tema y los subtemas elegidos por el Santo Padre.

Fuente: aica.org

90º aniversario de Radio Vaticana

El 12 de febrero, Radio Vaticana celebró su 90º aniversario. Esta obra creada por Guglielmo Marconi como respuesta a una solicitud del Papa Pío XI, fue confiada a los jesuitas. Desde 2015, con la creación del Dicasterio para la Comunicación, la radio quedó integrada en el conjunto de organismos de comunicación del Vaticano.

Al contrario de lo que se pudiera pensar, la radio sigue desempeñando una función relevante en el mundo entero. Se ha convertido en sinónimo de cercanía, llegando a grandes audiencias que no siempre tienen acceso a otros medios. En este contexto, Radio Vaticano persigue su objetivo fundamental, que es hacer un servicio público que busca alentar la esperanza y lograr que se escuche la voz del Papa, ofreciendo al mismo tiempo una lectura de la actualidad a la luz del Evangelio. Vuelve a hacerlo así, a pesar de las muchas dificultades, a lo largo de esta larga prueba mundial de la pandemia de Covid-19.

Radio Vaticana lanza programas en 41 idiomas y emite a través de varias plataformas, entre ellas Internet. Unos 20 jesuitas colaboran en Roma, día tras día, en la producción radiofónica de RV. Hemos pedido a tres de ellos que nos digan en pocas palabras lo que significa su compromiso con este servicio a la Iglesia.

Jozef Bartkovjak SJ – Jefe de la sección eslovaca

  • Mi deporte favorito para segregar adrenalina

Desde hace ocho años dirijo la sección eslovaca de Radio Vaticana, una de las pequeñas. Somos un equipo de tres personas. Además de constituir la gran fuente de noticias del Vaticano los siete días de la semana, ofrecemos a la gente amplias traducciones de las palabras vivas del Santo Padre. Utilizamos varios canales: Portal de Noticias del Vaticano, Radio Vaticana, Facebook y Boletín de Noticias por correo electrónico.

Radio Vaticana es una familia de naciones, una “Babel redimida”. Es también una prueba contundente de cómo dentro de la Iglesia se da verdadera ayuda mutua entre quienes tienen roles complementarios: laicos, sacerdotes, religiosas. Los jesuitas, gracias a nuestros votos, podemos sentirnos más libres para sacrificar casi todo por la misión, y esto gracias al apoyo de nuestra comunidad. Se palpa asimismo la continuidad de la cadena generacional: Puedo decir que encuentro gran inspiración para buscar el “magis” en nuestros grandes predecesores, que trabajaron en el programa eslovaco a lo largo de los años, y que preparo y motivo, con mis compañeros actuales, a jóvenes jesuitas para asegurar el futuro de esta misión.

El apostolado en el campo de los medios de comunicación significa para mí uno de esos “deportes que producen adrenalina”. Surgen retos innumerables en esta misión. El primero es permanecer en Dios, de lo contrario todo esfuerzo se vuelve inútil. Luego, el reto de ser capaz de escuchar y discernir dónde se encuentra la verdad. Captar el sentido en medio de tanta confusión y engaño como hay en el mundo. Y el reto de ser intérpretes fieles de lo que el Papa dice y hace. Luego, el reto de elegir el medio apropiado, ya sea vocal o multimedia, que hable a los corazones de mi pueblo eslovaco. Y no menos importante el reto de encontrar el equilibrio personal, con deporte y lectura, para no perder el aliento y poder decir “Laudato si’”.

Sanjay Dilip Ekka SJ – Sección de hindi

  • Llegando hasta hindúes y musulmanes

Justo cuando terminaba mi Tercera probación, en 2015, fui destinado a esta misión de Radio Vaticana, en Roma. Fue algo inesperado y repentino. Sin embargo, ahora me siento encantado y agradecido a Dios por haberme invitado a entregarme a esta misión.

Al principio cumplir con el horario diario de transmisión y los plazos que establece me resultaba muy exigente. Era como un maratón. Siempre alerta y “quemando el aceite de la noche” para estar listo a tiempo. He traducido al hindi discursos, homilías y enseñanzas catequéticas del Papa, así como documentos de la Iglesia, incluida la carta-encíclica Fratelli tutti. Son muchos los hindúes y musulmanes de Asia que siguen nuestros programas en hindi.

El trabajo de traducción de los mensajes del Papa sigue conmoviéndome y emocionándome: son siempre accesibles. Eso hace que recibamos constantes comentarios de nuestros oyentes. Muchos expresan que nuestro programa les llega al corazón (lo cual me confirma en mi misión). Podemos llegar a la gente con los mensajes del Papa; tenemos que seguir trabajando en esta línea.

Comunicar el mensaje del Santo Padre, a través de Radio Vaticana, a los oyentes hindi de la Iglesia Universal es para mí una verdadera alegría y mucha plenitud: puedo decir que esta misión ha provocado en mí una verdadera y nueva transformación personal.

Nguyễn Văn Yên SJ – Sección Vietnamita

  • Construyendo puentes con la juventud vietnamita

Radio Vaticana celebra su 90º anniversario. Simultáneamente, el programa en vietnamita celebra sus 40 años de presencia en esta institución radiofónica de la Iglesia.

La Compañía creó el programa vietnamita en 1980 y lo gestionó durante 5 años. Después de este tiempo, los jesuitas nos mantuvimos sorprendentemente ausentes de Radio Vaticana durante 23 años. En 2008, por primera vez, dos jesuitas de Vietnam fueron destinados a realizar su magisterio trabajando en el programa vietnamita; en aquel momento dirigía la sección un sacerdote dominico. Yo fui uno de los que hizo su magisterio en Radio Vaticana en 2010… y aquí me enviaron de vuelta en julio de 2019, cuando el dominico se jubiló, para ocupar su lugar.

Preveo que mi misión en la sección vietnamita es construir un puente entre Radio Vaticana – y más ampliamente Vatican News – y la Iglesia en Vietnam. La Iglesia vietnamita es joven tanto por su historia como por sus miembros, con un gran número de jóvenes adultos. Por lo tanto, nos dirigimos sobre todo a una audiencia de jóvenes adultos, e incluimos contenidos apropiados para ellos, canalizando lo que hacemos a través de los medios sociales.

Agradezco y aprecio el apoyo de mis compañeros jesuitas vietnamitas en Roma. Gracias a su compañía, no estoy solo en mi misión, en mi servicio a la Iglesia.

Fuente: jesuits.global

Rafael Velasco SJ: «El año pasado dejó a la luz más claramente que nunca la verdadera grieta de injusticia e inequidad de nuestra sociedad»

¿Quedate en casa? – Por Rafael Velasco SJ

Alan vive en uno de los incontables municipios desafortunados del «conurbano infinito». Tiene edad como para haber terminado la escuela secundaria… pero no es así. Alguno podrá fruncir el ceño y decir medio escandalizado: «¡Cómo puede ser!». Ocurre que la vida es especialmente dura para algunos. Una casita en la que apenas caben su madre, su actual figura paterna y los tres medios hermanos hace muy difícil todo. Y en tiempo de pandemia fue peor. Si algo lo conectaba a Alan con algo parecido al mundo «normal» era la escuela, la escuela presencial. Pero el año pasado se desconectó. No solo porque la conectividad para él y muchos de sus compañeros es una palabra inalcanzable (un celular con crédito para los seis de la casa), sino también porque en realidad una de las pocas cosas que no retomó a la normalidad en su barrio fue la escuela. Todo lo demás hace meses que funciona: las canchitas donde se juega al fútbol por plata, los negocios, las iglesias (muchas de ellas bancaron lo más duro de la pandemia dando alimentos y contención), los clubes, los bares, algunas changas para Gustavo (el adulto que hace de padre de Alan) y la calle. La calle hace rato que se autodeclaró libre de ASPO, Dispo o lo que sea.

La escuela era lo único que más o menos ordenaba la vida de Alan. La última frontera frente al árido territorio de «la vagancia». Y es lo único que permanece cerrado. Antes al menos se levantaba temprano para ir a la escuela y de tanto en tanto hacía alguna tarea o dedicaba unos ratos a estudiar. Se había acostumbrado a eso. El año pasado le dejó otras costumbres: se levanta pasado el mediodía porque se acuesta pasada la madrugada… porque tiene poco y nada que hacer.

Hay quienes hipócritamente culpan a sus padres, que en medio de la pandemia han quedado peor que nunca porque el trabajo de empleada doméstica de ella, Karina, se esfumó porque sus patrones le dijeron que no podían pagarle si ella no iba a trabajar, y Gustavo (su pareja) ha tenido pocas changas en la construcción. No mucho más. Y lo que sí da plata en el barrio (lo sabe todo el mundo), es la venta de droga. Y eso sí que sigue a la orden del día, no hay cuarentena que valga, mientras la escuela solo ha sido una pantalla distante y, de vez en cuando, una bolsa de mercadería.

En los momentos de crisis quedan diáfanamente claras las opciones reales; no las enunciadas. Aquí ha quedado muy claro que desde las instancias dirigenciales se ha optado por consagrar la desigualdad y seguir empujando a los que están al margen más al margen aún. Esta realidad está a la vista, solo hay que querer verla. Por eso llama mucho la atención que se siga discutiendo sobre si se vuelve a la escuela de manera presencial o no. Ya deberíamos haber aprendido.

El año pasado dejó a la luz más claramente que nunca la verdadera grieta de injusticia e inequidad de nuestra sociedad. Una grieta que no es ideológica (ese es un entretenimiento perverso del que podremos hablar en otra ocasión) sino existencial: los Alan de las periferias han quedado del lado de los que «no». Es decir, del lado de los que no han tenido algo siquiera aproximado a la contención social. Solo han recibido alimentos. Pero luego a nivel educativo se han quedado más atrás que antes, porque quienes sí han podido acceder a conectividad por recursos y accesibilidad de dispositivos algo han aprendido (no demasiado tampoco), pero mucho más ciertamente que Alan. Pero además quienes tienen más recursos han podido tener otras alternativas para pasar la cuarentena. Para la gran mayoría de las familias de clases populares el gran ordenador de la vida familiar es la escuela. La escuela presencial. Cuando eso ha caído es mucho lo que se ha perdido. No solo contenidos (que también son muy importantes).

Ahora bien, ¿qué le vamos a ofrecer este año a Alan? ¿Otra vez le vamos a decir «quedate en casa» y vamos a dar vuelta la cabeza para no ver que no hay igualdad de oportunidades, que no hay mucho que hacer en casa si no hay escuela y que lo que queda es, ya se sabe, la calle y sus nefastas «enseñanzas»?

Es verdad que tiene su riesgo la presencialidad. Ahora bien, ya probamos con la «ausencialidad» y los resultados son muy lamentables. ¿Si al menos para empezar probamos algo que sea beneficioso para los chicos en vez de pensar en los intereses políticos, gremiales, sectoriales e ideológicos oportunistas?

No sé si Alan volverá a la escuela, pero seguro podremos ayudar a que otros no deserten.

Fuente: lanacion.com.ar

No basta solo un ala para volar

Por José Luis Pinilla, SJ – Migraciones y movilidad humana

“No hay mujer que no resulte sospechosa de mala conducta. Según los boleros, son todas ingratas. Según los tangos, son todas putas (menos mamá) (sic) . Confirmaciones del derecho de propiedad: el macho propietario comprueba a golpes su derecho de propiedad sobre la hembra. (…) Vuela torcida la humanidad, pájaro de un ala sola (Fragmento de ‘Patas arriba. La escuela del mundo al revés’, por Eduardo Galeano).

El vuelo torcido de la humanidad, según la metáfora de Galeano, cuando solo lo dirige el ala masculina, nos conduce al desastre. Y el vuelo de la humanidad cae en picado, o se mantiene inestable siempre… hasta que la dignidad de la mujer quede restablecida por completo. Machismo y racismo van de la misma mano sosteniendo el ineficaz aleteo solitario masculino.

Mientras rompemos mensajes como estos: “mujer mejor con la pata quebrada y en casa” o “nacida para fabricar hijos, desvestir borrachos, vestir santos”, etc., hay que liberar a la mujer que ha sido condenada muchas veces a los suburbios de la historia (eclesiástica y mundana) donde no anida el sagrado pájaro de la dignidad y la libertad.

El drama de la trata de personas, en concreto con fines de explotación sexual, es una de esas “periferias” a las que se refiere el papa Francisco. Este drama se volvió a recordar el 2 de febrero, Jornada de la Vida Consagrada y el 8 de febrero, en la Jornada contra la Trata, bajo el lema ‘Economía sin trata’, ambas fechas vestidas de ofertas de oración de la buena. Es necesario unir oración y compromiso. Ya en su día, el cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, nos animaba a recorrer un camino que ahora renuevo y que fuera “desde la conciencia a la oración, de la oración a la solidaridad, y de la solidaridad a la acción concertada, hasta que la esclavitud y la trata desaparezcan”.

Dignidad humana

Reivindicar la justicia ante este drama es vincularla en defensa de la dignidad humana –en este caso las personas traficadas con fines de explotación sexual– con otros dos pilares básicos: el bien común y la solidaridad fundada en la justicia social, hoy tan necesitada de globalización efectiva.

Una vez más, nos hallamos ante un problema de injusticia social internacional e inequidad que nos plantea debates muy profundos que no son objeto directo de este artículo (por ejemplo, la prostitución como trabajo y el consentimiento, o la invisibilidad del cliente, o la prostitución como efecto de la migración irregular, etc.). Pero sí se puede afirmar que la violencia estructural ejercida a nivel global reproduce unos mecanismos de subordinación, dependencia y explotación sumamente provechosos para la trata. El alarmante aumento de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual es uno de los problemas políticos, sociales y económicos urgentes vinculados al proceso de globalización. Una cuestión de justicia internacional impostergable.

La dignidad es el valor inalienable de la persona humana, que tiene valor y no precio, que no puede ser objeto de transacción. No negamos que el utilitarismo es un valor importante de nuestra cultura, pero este es válido cuando hablamos de objetos e instrumentos, nunca de personas. Porque supone una falta de reconocimiento de la valía intrínseca, y no circunstancial, del otro. El utilitarismo está presente en el olvido de los ancianos y su mal cuidado y abandono en estos tiempos pandémicos, en la falta de preocupación por tantas familias o niños en riesgo de exclusión o en los flujos migratorios cuando solo se ven desde el punto de vista laboral. Y lo está de forma muy visible en la relación con el fenómeno de la trata de personas con fines de explotación sexual.

Es un ultraje vergonzoso a la dignidad humana y una grave violación de los derechos humanos fundamentales. “La esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes, así como las condiciones ignominiosas de trabajo en las que los obreros son tratados como meros instrumentos de lucro, no como personas libres y responsables”, son “oprobios que, al corromper la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador”, decía ‘Gaudium et spes’, 27.

Ante ello no basta una moral “sentimentaloide” que reacciona hipócritamente ante las portadas de medios que denuncian la prostitución mientras se enriquecen con ella junto a otros muchos grupos y entidades públicas y privadas corrompidas. Esta no suscita más que un comentario soez o avergonzado, ante estos males del prójimo (de la “prójima” normalmente) que apenas obligan. Pero la solidaridad en la visión ética cristiana no es opcional sino obligante. Y superar el inmediatismo de un solo día, de una jornada…

Hay que cambiar la perspectiva y descubrir que este don de la solidaridad hacia estas víctimas es un reto que tendremos que profundizar permanentemente. Y caminar más diariamente, en procesos, no solo hacia la denuncia de la situación presente sino hacia el descubrimiento de sus causas. Entre ellas y de manera primordial las causas de la economía con trata que tantos beneficios espurios e indignos produce. Que tanto crimen genera. De ahí la necesidad de acudir cada vez más a la educación y al trabajo en red.

Tantas mujeres..

Participé en muchas actividades estos días sobre el tema, en distintas y creativas ofertas en las redes donde un montón de un montón de mujeres (Julia, Conchi, Mari Fran, Ana, Magda, Marcia, Silvia, Katya, etc.) que desde Camboya a Roma o Pamplona, con su voz y su luz, volvió a despertarme la conciencia y a avivar mi humilde compromiso. Me quemaba el alma la luz de su compromiso. Mi homenaje y agradecimiento a tantas mujeres como ellas. Tantas…

“Estamos dormidas –dice una obrera del barrio Casavalle de Montevideo–. Algún príncipe te besa y te duerme. Cuando te despertás, el príncipe te aporrea”, dice Galeano en el fragmento citado al principio. “O te vende”, que es más productivo para la economía de los explotadores, decimos nosotros.

Fuente: vidanuevadigital.com

La cuaresma perpetua de los abandonados

De nuevo nos acercamos a las enseñanzas del miércoles de ceniza, la cuaresma y la Semana Santa que cada año nos sirven para meditar desde lo más íntimo sobre el dolor de la pasión y muerte, las privaciones y el suplicio, que a los creyentes nos ayudan a valorar en nuestra propia carne la importancia cardinal de la Resurrección, de que Cristo venció la muerte y validó la esperanza de la vida plena más allá de nuestro paso por la vida terrenal. Pero esa reflexión estaría trunca si no la aplicamos a la defensa de la cultura de la vida, a la lucha contra la cultura de la muerte.

Cuando se nos dice “recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás” encuentro la medida clara, definitiva, de la poca importancia que tienen las vanidades y estilos de vida del mundo. Pero el Reino de Dios no es de este mundo. Cristo no vino a hablar de la muerte. Vino a dar testimonio de la vida, de la que de verdad vale la pena, la vida que se gana cuando se entregan los egoísmos. Cristo vino a dar testimonio de la Verdad. Pero no se trata de una verdad a la que se accede encerrado en uno mismo de manera egoísta, sino a la que se llega por la Gracia de Dios, por el reconocimiento de que Cristo es el camino de la Luz y la Vida, por la entrega total del amor a los otros seres humanos, en especial los más necesitados de la tierra.

¿Cómo respondemos a ese amor?

Me llama la atención que las tentaciones que enfrentó Cristo durante los cuarenta días que estuvo en el desierto fueron principalmente de dimensión social: que se “envaneciera” con su poder, que hiciera “milagros” para beneficio propio, que se “sometiera al poderío” que reclamaba tener el demonio sobre todos los reinos del mundo. No, Cristo prefirió enfrentar la maldad de frente y entregar su vida por la humanidad. El salmista decía que, en comparación con la maravilla del universo, es sorprendente que Dios –que lo creó todo– se ocupe de nosotros, tan pequeños, tan irrelevantes. Pero Dios no solo nos ama de manera infinita, sino que nos perdona y nos salva. ¿Y nosotros qué hacemos? ¿Cómo respondemos a ese amor?

Entre nosotros hay miles de millones de seres humanos sometidos por designio de nuestras sociedades a una cuaresma perpetua. Les escamoteamos el amor, les tratamos de esconder la vida plena. Esto es así, porque puedo ver cómo las guerras convierten en cenizas miles de seres humanos para complacer el envanecimiento del poder y el afán de lucro de unos cuantos. Las armas nucleares llevan ese cuadro a su manifestación más terrorífica.

Hasta la medicina, que debería ser el trabajo sacralizado de curar y aliviar el dolor, se ha sometido a la maldad estructural que ha llegado al extremo de pretender que los países ricos acaparen los medicamentos, en lo que el querido Frei Betto describe como que en lugar de estar en medio de una “pandemia” lo que nos aqueja es una “sindemia”. De manera, que el mejor decir del teólogo, “el problema no es solo la Covid-19. Es el capitalismo sindémico que prioriza la lógica perversa de la acumulación privada de la riqueza”. Sobrada razón tiene el papa Francisco para convocar al mundo a un esfuerzo por la hermandad y por abrir el socorro de la medicina a todos los pobres del mundo, al tiempo que se promueve un verdadero análisis sobre los problemas estructurales de un sistema económico que nos asfixia.

Si de verdad queremos que nuestra fe impacte, superemos la visión individualista de la religión, impulsemos con nuestro testimonio una auténtica espiritualidad comunitaria y comencemos así  por aplicar las enseñanzas de Cristo. No sigamos condenando a los pobres y necesitados al abandono de una cuaresma perpetua. Hagamos que la verdad y la justicia sean los que anuncien nuestros pasos que lleven a los demás el consuelo y la alegría de que somos mensajeros de paz.

Fuente: vidanuevadigital.com

Testigos de la abundancia, allí donde los ojos del mundo solo ven necesidad

Por: Hno. Rodrigo Castells Daverede sj – Equipo de la Red de Solidaridad y Apostolado Indígena

Jn 10, 10b “yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia”

Luego de haber vivido varios años con las comunidades campesino-indígenas del norte de Argentina y de pasar unos meses por Bolivia, he sido destinado a la Amazonía, en la triple frontera de Colombia, Brasil y Perú.

En este tiempo de llegada, he podido compartir la novena de navidad con algunas comunidades e ir metiéndome de a poquito en la vida de la selva y su gente. En este andar me he encontrado con el relato sistematizado de una experiencia de trabajo muy interesante que ha acompañado nuestro compañero jesuita Valerio Sartor. Este proyecto ha sido llevado adelante por Fucai y Misereor. El nombre del proyecto me ha impactado y me ha hecho rezar con mucho de lo que he vivido en estos años: “Comunidades indígenas de abundancia”. El proyecto hace un énfasis en el contraste entre la escasez y la abundancia.

Es evidente la conexión de la palabra abundancia con la cita del evangelio con que he encabezado estas líneas. Abundancia es el lugar existencial en que somos colocados quienes hemos tenido el regalo, la bendición, de conocer a Cristo. Con Él se hace presente la vida en abundancia, el Reino de Dios. La abundancia como experiencia de vida dinamiza dos aspectos que dan cuenta de la calidad de nuestra experiencia de fe: la gratitud y la gratuidad.

Por otra parte, la palabra abundancia y sus efectos gratitud y gratuidad, están íntimamente conectados con la experiencia de un Dios creador y providente. Conectados con el Dios Resucitado y vivo en la historia. Conectados con el Dios que nos habita y nos anima a anunciar su presencia abundante en la vida. En fin, esta realidad de la vida en abundancia en relación con la vida de un presente y activo en la historia, hace eco en aquella propuesta de oración con la que San Ignacio nos invita a rezar al cierre de los Ejercicios espirituales, la contemplación para alcanzar amor.

De la mano de lo que he experimentado estos años en las comunidades campesino-indígenas y la experiencia de fe vivida en el caminar a su lado, podemos afirmar que en la cultura y la espiritualidad de nuestros pueblo originarios acontece y se palpa esta Vida en Abundancia.

Cierto es esto para los ojos de la fe, por eso es necesario despertar el corazón y la mirada. Urge en nuestra tarea de anuncio gestar espacios y experiencias que den cuenta de esta presencia providente y abundante de Dios, que no llega con nosotros sino que habita allí desde siempre.

A la vez que podemos afirmar lo anterior, también debemos expresar que se hace necesario despertar la mirada de nuestros hermanos y hermanas, porque no siempre es percibida esta realidad de abundancia. Es necesario trabajar generando espacios y propuesta integrales en las que pueda acontecer este cambio en la mirada. En otras palabras, espacios y propuestas en las que podamos caer en la cuenta de la presencia providente y abundante de Dios.

Sabemos que vamos a contracorriente con la cultura dominante, la cultura del consumo, la cultura de lo superficial, la cultura de la inmediatez, la cultura de descarte, la cultura de la renta, la cultura del siempre quiero más. Esta cultura, se asienta fundamentalmente en la dinámica de la necesidad, en hacernos creer que vivimos en la escasez. Se hace urgente entonces trabajar, como se lo ha hecho en el proyecto referido, para que anunciemos esta presencia abundante de Dios que nos libere de la falsa necesidad.

Muchos discursos sobre Dios y la vida, cristianos y paganos, atraviesan la cotidianeidad de nuestros pueblos originarios. Quiera Dios encontrarnos compartiendo y viviendo el del Dios de la abundancia, la gratitud y la gratuidad. Que nos encuentre junto al Cristo de la fe, caminando con su Pueblo, en este Kairos de la iglesia al que se nos invita a sumar. Que María, Madre de la Vida en Abundancia, ayúdanos a experimentar y anunciar este tiempo preñado de sueños y sueños de abundancia. Que “de la abundancia del corazón hable nuestra boca” (Mt 12, 34b).

Asamblea comunitaria por conflicto en Escuela de la Comunidad Nuevo Simbolar (Etnia Lule-Vilela), parroquia San José de las Petacas, Boquerón, Santiago del Estero, norte de Argentina, Parque Chaqueño americano.

 

Fuente: jesuitas.lat