Red Jesuita con Migrantes: segundo encuentro regional de colaboradores

El pasado 20 de Agosto se realizó el segundo Encuentro Regional de colaboradores de la Red Jesuita con Migrantes. Estuvieron presentes representantes del SJM Argentina y Uruguay, SJM Chile, SJMR Brasil, Encuentros SJS Perú, JRS LAC, JRS Colombia y JRS México, y del ERIC Radio Progreso Honduras, y de la coordinación de la RJM LAC, acompañados Crear Media y Sentido Común de Colombia.

Así lo presentan y lo comparten desde la web oficial de la RJM:

En el marco de este Encuentro se presentó el Festival Latinoamericano de Experiencias #COONSPIRAMOS, que permite reconocer la diversidad de acciones y personas que colaboramos en esta misión de Reconciliación y Justicia.

«Desde la Red Jesuita con Migrantes y a partir de cada experiencia local de servicio y acompañamiento de las personas obligadas a migrar en Latinoamérica y el Caribe, hemos venido reconociendo la importancia de promover los saberes, prácticas y aprendizajes relacionados con la acogida, la integración local, la coexistencia pacífica, la interculturalidad, reconciliación y hospitalidad que se manifiestan y se promueven en las diversas comunidades desde donde huyen, por donde transitan, a donde llegan y a donde retornan, las personas que han sido obligadas a migrar. Lo que buscamos con estas acciones es dinamizar estos procesos y conectar secuencias de aprendizaje para compartir las experiencias con otras regiones y países.»

A partir de una estrategia de comunicación educativa en red de varios años que hemos llamado “Campaña por la Hospitalidad”, vamos transitando cada día más hacia un proceso de reflexión conjunta y continua sobre lo que implica la Cultura de la Hospitalidad en la acción y su relación con distintas dimensiones del acompañamiento a la migración forzada; al mismo tiempo, es un trabajo común de promoción de estrategias para lograr mayor participación de otras personas, organizaciones y colectivos, en la respuesta efectiva a las necesidades de las personas migrantes forzadas en cada uno de los lugares de Latinoamérica y el Caribe.

#COONSPIRAMOS es una dinámica de re-alimentación que reconoce un proceso que lleva años de desarrollo, que aprovecha un momento coyuntural de imposibilidad de encontrarnos físicamente, y sobre todo, que proyecta un camino de colaboración y comunidad de saberes, prácticas y aprendizajes mucho más fluido. Responde en su conjunto a una necesidad de la Red y a una urgencia de la realidad social de las personas migrantes forzadas caracterizada por situaciones de estigmatización y hostilidad que aumentan y cambian de acuerdo a factores muy diversos.

Para visitar el Festival y conocer más del proceso podes hacer click aquí.

Fuente: redjesuitaconmigranteslac.org

Promotio Iustitiae: aportes del segundo congreso de Apostolado Social

El Secretariado para la Justicia Social y la Ecología de la Curia General de la Compañía de Jesús publicó el último número de Promotio Iustitiae, un documento que recoge las ponencias y aportaciones del segundo congreso de Apostolado Social celebrado en Roma en noviembre del 2019, con el fin de ponerlas a disposición de todo el mundo para la posterioridad.

El histórico congreso del cincuentenario se celebró inmediatamente después del Sínodo de la Amazonía (octubre 2019) y vino precedido además por la promulgación de las Preferencias Apostólicas Universales en febrero de 2019 y por el Sínodo sobre los Jóvenes (octubre 2018). El evento generó un material suficientemente rico con vistas a la renovación y la reavivación del compromiso con la misión de justicia, ecología y reconciliación para toda la Compañía de Jesús. Proporcionó también algunas directrices de cara a planificar el futuro de la misión de fe-justicia-reconciliación para la próxima década, especialmente en el contexto de la implementación de las Preferencias Apostólicas Universales. El programa de los cinco días de congreso, estructurado de un modo singularmente ignaciano, proporcionó una excelente oportunidad de dedicar tiempo a la oración y la reflexión, escuchar testimonios personales y aportaciones de expertos, compartir experiencias mediante la conversación espiritual con individuos y grupos, y discernir y planificar en común los futuros procesos de implicación.

La idea de la publicación es que el documento ayude no solo a saborear la experiencia única del congreso, sino también a proseguir el proceso de análisis socio-político-económico-cultural, de reflexión y de discernimiento colectivo en las múltiples obras e instituciones jesuitas mientras continúan trabajando por hacer realidad la justicia social y ecológica, la igualdad, la dignidad y los derechos humanos.

Podés descargarlo en Español en el siguiente link: Promotio Iustitiae nº129

 

Fuente: sjesjesuits.global/es

Comedor La Sagrada: «somos y hacemos en la medida que estemos en relación con otros»

Desde comienzos del mes de Mayo, en la Parroquia Sagrada Familia de Córdoba, funciona el comedor solidario «La Sagrada». Un grupo de personas de la comunidad parroquial fueron los impulsores de esta iniciativa a la que se fueron sumando manos voluntarias que ayudaron a llegar a más personas. Andrea Andrione es una de las promotoras y colaboradoras de este proyecto, y nos comparte su testimonio sobre lo vivido desde el comienzo, hasta hoy: las motivaciones, los desafíos, las oportunidades.

Todo es posible

En la búsqueda de seguir en contacto, mitigando la falta de reuniones sociales, anhelando charlas entre amigos, colegas, recurrimos a distintas plataformas para de alguna manera estar más cerca.

Durante algunas semanas, noche tras noche, nos “encontrábamos” por Zoom. Nuestras conversaciones recorrieron diversos temas, tales como los estados anímicos propios y de los familiares cercanos, los efectos del aislamiento en cada uno, las consecuencias sociales y económicas de la pandemia, a nivel global y local.

De estas charlas, de varias horas a veces, con mates o tragos compartidos virtualmente, surgió la posibilidad de colaborar con el Párroco, quien agobiado por las necesidades de algunos feligreses, daba el almuerzo y cena a alguno de ellos.

De una posibilidad, pasó a ser realidad. Comenzamos, primero, recolectando alimentos no perecederos en los edificios aledaños, y entre nuestros contactos más cercanos. Hicimos tres entregas significativas a la Parroquia Sagrada Familia, donde el P. Leo repartía entre los más necesitados.

A la semana siguiente, ésto no alcanzó para atender la demanda que era visible por las calles del barrio.

Sólo un zoom más, nos bastó para organizarnos, conseguir una cuenta bancaria, y diseñar un afiche que se difundió por las redes sociales.

Ante la sorpresa de todos, en dos días conseguimos mercadería, y dar un paso más a las ganas de colaborar, de satisfacer necesidades, dar respuestas a quienes se acercan a la Parroquia. La cuenta bancaria, con mucho dinero. Un espacio disponible, que parecía nos estaba esperando, la cocina de la Sede Parroquial.

Entre los que conformamos nuestros encuentros nocturnos virtuales, amigos, compañeros de trabajo, nos organizamos en grupos de cinco, para distribuir de lunes a viernes, la tarea de cocinar y entregar un plato digno a personas en situación de calle.

Se organizó un menú tentativo, de acuerdo a las donaciones recibidas, fideos, arroz, polenta, lenteja, entre otras. Buscamos el asesoramiento de una Lic en Nutrición, quien generosamente brindó su experiencia para resolver temas a cerca de proporciones y aportes nutricionales para cubrir una dieta equilibrada.

Se comenzó el lunes 4 de mayo, entregando 25 raciones, sólo al mediodía. Para la cena, se sumó otro grupo, y nos fuimos organizando con personas de distintas procedencias, con ganas de colaborar. Desde entonces el Comedor La Sagrada no dejó de funcionar.

En una semana, las raciones entregadas superaron las 100, promedio que se mantiene hasta ahora, tanto en el almuerzo como en la cena, de lunes a lunes.

No todo fue fácil, si bien la tarea de voluntarios se lleva a cabo en un hermoso clima, en el que se prioriza la buena onda, el respeto, nos costó aunar criterios de trabajo, organizar los recursos, optimizarlos, y hacer frente a cuestionamientos de los vecinos que vieron afectada su rutina, al cruzarse con cierto “tipo de gente”, que “desprestigia” al barrio.

Gracias a Dios, las aguas están calmas, nuestra misión sigue, convencidos que el Señor provee y multiplica los panes, metafóra que se puede aplicar a los alimentos y a las manos que colaboran.

Y así, de repente, surgió esta propuesta, que no sólo fue pensada para dar de comer, sino para, de alguna manera concientizar sobre la prevención de covid 19, entregando tapabocas, marcando el distanciamiento, escuchando, conociendo distintas realidades y aprendiendo de todo y de todos.

La vida sorprende y brinda diversas oportunidades, sólo es cuestión de aprovecharlas, de compartirlas.

Solos no podemos con nada… ¡somos y hacemos en la medida que estemos en relación con otros!

Andrea Andrione

 

Para colaborar o para conocer más podes acceder al instagram: /comedorlasagrada

 

Se presentó el segundo capítulo de la serie documental «Querida Amazonia»

El pasado 19 de agosto, la productora la Verbo Filmes y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) lanzaron el segundo capítulo de la serie documental “Querida Amazonía: Los sueños del papa Francisco para la Panamazonía – El Sueño Cultural”, a partir de lo que propone el papa Francisco en su Exhortación Apostólica Postsinodal ‘Querida Amazonía’, publicada el 2 de febrero de 2020: Sueño con una Amazonia que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana

Este nuevo capítulo de la serie, que lleva por título ‘Un sueño cultural’ está en formato bilingüe (español y portugués), y contó con la participación de indígenas, campesinos, ribereños, afrodescendientes y agentes de pastoral: fueron catorce personas, de seis países de la Amazonía (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) que grabaron sus reflexiones.

Mauricio López, secretario ejecutivo de la REPAM, presenta la serie recordando el camino sinodal, recuerda que “todas las culturas le dan riqueza, sentido y vida a nuestra humanidad, ellas aportan todos esos rostros pluriformes que permiten que se pueda promover un futuro pleno”. De ahí la importancia de “discernir juntos como acompañar, defender desde sus propias voces; como proporcionar institucionalidades que promuevan y respeten; como generar más elementos artísticos, donde se pueden transmitir la estética, la belleza y el sentido del misterio; y como continuar avanzando en este camino, porque seguimos navegando juntos”.

Compartimos los links para acceder al primer y segundo capítulo de la serie:

Primer Capítulo: Un sueño social

Segundo Capítulo: Un sueño cultural

 

Fuente: redamazonica.org

 

 

 

 

 

El cardenal Michael Czerny sobre los movimientos migratorios

El cardenal jesuita Michael Czerny, subsecretario para migrantes del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral, ha señalado que el reto de los movimientos migratorios a causa del calentamiento global va a cobrar importancia en el futuro. «Algunos de nuestros mayores errores como familia humana es el de cómo tratamos la Casa Común. En nuestra sección lo vemos reflejado en los desplazados climáticos, que van a suponer un desafío creciente», aseguró. Además, Czerny ha subrayado que, para que la casa sea común, no podemos «forzar a gente a vivir sin condiciones de dignidad».

Ha hecho estas declaraciones durante una entrevista en inglés para el podcast ‘AMDG’ de la Compañía de Jesús. A lo largo de media hora ha repasado algunos de los puntos más importantes de su trabajo en el área de migrantes. Él mismo, perteneciente a una familia que emigró desde Checoslovaquia a Canadá, vivió de niño esta experiencia. «No es algo de lo que se hablara en mi familia, pero muchas veces, cuando personas migrantes me cuentan sus viajes, me viene a la memoria de nuevo», ha comentado.

El cardenal ha destacado que uno de los efectos más perniciosos del covid en los movimientos migratorios ha sido el de verse confinados en medio de sus viajes. «Ha frustrado el movimiento de la gente, al tiempo que ha hecho notar las causas que generan estos movimientos. Hoy, la gente necesita moverse más que hace seis meses: por ejemplo, la pérdida de puestos de trabajo es inimaginable».

Ha incidido en que «mucha gente, de repente, ha parado de hacer lo que hacía para el resto de la sociedad, y descubrimos que nuestras vidas dependen de migrantes, aunque no tengan derechos o están explotados», haciendo referencia a muchos de los trabajos que desempeñan, por ejemplo, en el campo. «Los gobiernos tienen que ser generosos», ha destacado.

También, Czerny ha destacado la importancia de interrelacionar lo local y lo global. «Por un lado, los humanos hemos migrado desde los albores de los tiempos, y no seríamos la familia humana que somos sin esos movimientos. A veces ha sido voluntariamente y a veces por obligación. Por otro lado, no podemos apoyar a las iglesias locales si no tenemos en cuenta sus circunstancias particulares», ha explicado.

Además, el subsecretario del dicasterio para el Desarrollo Humano Integral ha apuntado a que «cada uno de nosotros puede hacer algo». Ha recordado que «a lo largo de todo el mundo, en muchas parroquias, comunidades cristianas, o congregaciones religiosas hacen cosas y es tan fácil como ir allí y preguntar en qué se puede ayudar». Así, ha explicado el caso de Canadá, que conoce de primera mano: «Hay parroquias que acogen a familias refugiadas, y todo el mundo puede hacer algo: ayudarles con la compra, enseñar idiomas… gestos prácticos de caridad y fraternidad que abren las puertas el encuentro humano, el centro de todo esto como cree el Santo Padre».

Fuente: religiondigital.org

Campaña Córdoba Urgencia Alimentaria: «reconforta ver el objetivo prácticamente cumplido»

En los últimos meses estuvimos trabajando en conjunto con otras instituciones para llevar adelante la iniciativa solidaria «Córdoba Urgencia Alimentaria». En esta ocasión, Alfredo Pardina, Presidente de Manos Abiertas, nos cuenta  sobre este trabajo en equipo que cumplió con el objetivo primero de llegar a 25.000 familias de diferentes zonas pastorales de la Ciudad de Córdoba.

Por Alfredo Pardina

La campaña Córdoba Urgencia Alimentaria surge de una iniciativa común de seis instituciones de la Iglesia ante esta situación generada por el COVID-19 y como bien nos planteó el P. Ángel Rossi sj en aquel momento, “a la Pandemia del Coronavirus le sobreviene la Pandemia del hambre así que algo tenemos que hacer”.

Con esta idea, y sabiéndonos siempre cerca pero nunca habiendo trabajado en conjunto, generamos una primera reunión. Allá por fines de abril tuvimos una primera charla entre representantes de la Pastoral Social, Cáritas, Hombre Nuevo, Radio María, los Jesuitas y Manos Abiertas. 

Cada organización venía sobrellevando como podía sus propias dificultades económicas y operativas ya que se hacía difícil seguir prestando el servicio (suspendimos el trabajo voluntario por precaución sanitaria y los gastos aumentaron durante esta crisis). 

Ante esta situación, al principio fue sorprendente, en lo personal, escuchar a Ángel que viniera a pedirnos este plus, este Magis, que sabíamos que hacía falta en la sociedad pero que chocaba en mi cabeza con la incertidumbre de cómo sobrellevar la necesidades de nuestra organización. Y también, aprender a confiar en Dios y ponernos a su servicio. Que prime el Espíritu, el corazón y no la razón.

Fue muy lindo y esperanzador aquellas primeras reuniones donde todos sentimos que queríamos hacerlo posible, dejando de lado intereses personales y egoísmos. Un clima de encuentro, de Iglesia trabajando en conjunto por quienes más lo necesitan ante esta situación. 

Al principio nos encontramos con algunos comentarios que desestimaban la propuesta por no considerarla oportuna, ya que en Córdoba un grupo de empresarios había desarrollado su propia campaña de recaudación de fondos para la compra de alimentos e insumos sanitarios, y la situación generaba incertidumbre hacia el éxito y concreción del objetivo propuesto: llegar a 25.000 familias cordobesas con módulos alimentarios generosos, que fueran un soporte importante para cada familia. 

Hoy, llegando a la última etapa de esta campaña, reconforta ver el objetivo prácticamente cumplido. Pero la alegría y satisfacción es mucho mayor al ver cuán bien recibidos fueron por las familias destinatarias, sus sonrisas de esperanza justifican todo esfuerzo. 

Sorprende y gratifica también ver la respuesta de empresas, y de personas o familias que, sufriendo esta realidad tanto o más, dan de lo que apenas tienen para colaborar con el prójimo, para comprometerse con su sociedad. 

Y finalmente, da mucha esperanza el gran trabajo en equipo entre todas las organizaciones primando siempre el fin común, los más frágiles. Como decía Santiago, Presidente de Cáritas, “tuvo que llegar una Pandemia para que empezáramos a trabajar juntos”. Y así fue, creo que uno de los principales logros, además de llegar a más de 25 mil familias, es el habernos reunido y trabajado como Iglesia en conjunto. Es pensar que esto llegó para quedarse y que tenemos que trabajar a largo plazo conjuntamente para lograr mejores acciones en la sociedad. Es también, saber que la Iglesia responde cuando las necesidades son extremas y muchos egoísmos renacen en la sociedad.

Creo que esta Campaña y la sinergia que se ha generado entre nosotros son una alegría, un brote verde ante tanta desolación, incertidumbre y desesperanza que vivimos hoy en día.

Uno confirma que de todas estas crisis, no solo pandemia sino de valores que ya venimos teniendo en el mundo, lo salva el voluntariado, el trabajo desinteresado, en un clima y cultura del Encuentro. Como bien dice el Papa, de esta crisis no salimos iguales, debemos salir mejores y sin duda esta experiencia me ha ayudado a creer que es posible “comenzar a cambiar… y dejar de lado la cultura de la indiferencia”.

Quiera Dios que aprehendamos los valores básicos de la vida en sociedad y como Iglesia. Que podamos pensar en objetivos conjuntos y a largo plazo aportando nuestro granito de arena para tener un país más justo y enriquecedor para todos.

Asamblea Mundial por la Amazonía: “amazonizarnos en defensa de la casa común”

En un mundo donde los ataques contra los excluidos aumentan cada día, las alianzas se convierten en instrumentos decisivos para enfrentar esas problemáticas. Eso fue lo que motivo dos meses atrás la convocatoria de la Asamblea Mundial por la Amazonía, una idea surgida en un primer momento de la Coordinadora de las Organizaciones Indigenas de la Cuenca Amazónica – COICA, el Foro Social Panamazónico – FOSPA, y la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, que después se han ido sumando miles de personas y organizaciones.

Cada vez es más necesaria una articulación para el cuidado de la vida de los pueblos, algo que va más allá del evento en sí de la Asamblea Mundial por la Amazonía, que con la participación de miles de personas se ha celebrado este 18 y 19 de julio. En realidad se trata de un proceso que está comenzando, que cuenta con la presencia de los espíritus de la floresta y la memoria de los ancestrales, de tantos sabios que se han ido en los últimos meses, víctimas del COVID-19.

Como se mostró desde el el inicio de la asamblea, la fuerza del Espíritu de la Creación se ha hecho presente como una fuerza transformadora. Desde ahí surge la llamada a “amazonizarnos en defensa de la casa común”, como enfatizaba Moema Miranda, sabiendo que en esa dinámica “los pueblos indígenas son los que nos guían, pero necesitan de nuestra ayuda”. Se trata, según la asesora de la REPAM-Brasil de construir una nueva realidad ante un sistema ecocida y etnocida. Según ella, este es momento para hace ver que la muerte no tendrá la última palabra, que el proyecto de los poderosos, que roba el futuro, no tendrá la última palabra.

La Asamblea Mundial por la Amazonía es una llamada a “encontrarnos desde diferentes caminos en la busca de un presente y un futuro común, que es la vida”, como afirmaba Gregorio Díaz Mirabal. Sabiendo que “no somos iguales, somos interculturales”, el coordinador de la COICA ve este momento como una oportunidad de “mostrar la riqueza de la diversidad de la selva amazónica y de sus pueblos”. Ve la asamblea como oportunidad para “buscar el equilibrio para que nuestro presente y destino sea mejor”, sabiendo que “no es fácil, pero que es posible”.

En sus palabras, el cardenal Barreto, vicepresidente de la REPAM, quien mostró su felicidad por estar participando de este momento, dijo “traer la cercanía del hermano Francisco como los pueblos indígenas le dicen, te queremos porque tú también nos quieres a nosotros y nos has invitado a participar del Sínodo”. El purpurado peruano ha querido ser “portador de esta presencia solidaria de la Iglesia católica a los pueblos originarios de la Amazonía, que están en este ecosistema vivo, que toda la humanidad tiene que cuidar”.

La Asamblea también ha servido para mostrar la realidad de la Amazonía y de sus pueblos, las amenazas que sufren con los incendios, los grandes proyectos agrícolas, minerales, los combustibles fósiles, la falta de estructura de salud y educación.

Este espacio también será momento de discusión, de búsqueda de caminos de futuro e torno a tres ejes, el COVID y su impacto en las poblaciones indígenas y las poblaciones amazónicas, el boicot a los productos, empresas, extractivismos, empresas, y acuerdos comerciales, y, finalmente, un grupo de movilización para determinar el plan de acción de los próximos meses. Una discusión amplia, para la que al final de la primera jornada ya se habían inscrito más de tres mil participantes, lo que muestra el interés despertado por esta Asamblea Mundial por la Amazonía, que puede suponer un fuerte impulso en la toma de conciencia para la defensa de una región que genera el oxígeno vital para un mundo que se ahoga, especialmente en este tiempo de coronavirus.

Fuente: redamazonica.org

 

Compromiso de Ecojesuit para reconstruir una nueva normalidad

Los coordinadores de ecología de las diferentes Conferencias han trabajado en la elaboración de este documento durante las últimas semanas, un proceso enriquecedor para todos los participantes en el que lograron iluminar el camino hacia una colaboración más clara para las Preferencias Apostólicas Universales.

Compromiso de Ecojesuit para reconstruir una nueva normalidad

La vulnerabilidad humana y la degradación ambiental quedan al descubierto una vez más a medida que crece la pandemia y la documentación del país revela la propagación del virus. Todos estamos en riesgo, pero, al igual que con otros desastres, siempre son los pobres y los marginados los que más sufren de la continua negligencia de la sociedad, dejándolos con opciones limitadas y voces debilitadas. El abuso continuo y la invasión de un entorno ya degradante aumenta el potencial de pandemias a pesar de los avances en ciencia y tecnología impulsados ​​cada vez más por un modelo tecnocrático de desarrollo (Laudato Si ‘194).

Volver a la normalidad no es aceptable, lo que se necesita es reconstruir una nueva normalidad con urgencia renovada. Una nueva normalidad requiere abordar las desigualdades e injusticias estructurales a nivel mundial y reducir la vulnerabilidad de los pobres y marginados. Una nueva normalidad significa construir una economía justa, equidad generacional y una cultura de solidaridad centrada en el bien común que sea inclusivo y bajo en carbono. Una economía de exclusión exacerba los efectos tanto del cambio climático como de la pandemia. Una nueva normalidad nos arraiga en la conciencia humilde y agradecida de nuestra interdependencia, moviéndonos en un proceso de conversión personal y colectiva con compasión y esperanza, integrando nuestras acciones como un cuerpo a través de diferentes niveles, realidades y dimensiones.

Todos compartimos un hogar común y la atención solo puede ser efectiva cuando hay solidaridad para satisfacer las necesidades básicas y acciones urgentes para los oikos . Ecojesuit busca fortalecer la colaboración entre redes, ya que todos formamos una visión para un mundo justo en el que se valora toda la vida.

Las historias locales y regionales de cambio de las comunidades de prácticas inspiran y fortalecen la solidaridad, quitando los temores, el aislamiento y la sensación de ser pequeños y solos en medio de un problema global. Con la solidaridad como base, Ecojesuit está adoptando un enfoque de «aprendizaje a través de redes» en el que colaboramos para profundizar el aprendizaje, reconociendo humildemente que no tenemos las respuestas, pero tenemos el deseo de contribuir a una base para la acción social. esa respuesta requiere una conversión interna que está en el corazón de estos cambios y la humilde transparencia en la comunidad jesuita y la vida institucional que Ecojesuit también busca compartir.

Se identifican seis acciones principales para contribuir al proceso de reconstrucción de una nueva normalidad y donde las Conferencias pueden participar activamente.

1. Conectar agricultura y emprendimiento

El acceso a los alimentos es una preocupación primordial claramente reflejada en las Conferencias. Esta acción implica aprovechar las actividades agrícolas y empresariales de profesionales, organizadores, otras redes y asociaciones de antiguos alumnos. Relacionado con esto está la preocupación por generar empleo local y cuestiones más amplias de desarrollo rural, migrantes que regresan, desigualdades en el mercado de productores y cambio en el uso de la tierra. El esfuerzo emergente ahora es que Ecojesuit desarrolle una plataforma global para compartir historias y estrategias locales en agricultura sostenible y comunitaria a través de intercambios animados en línea.

2. Abordar la integridad socio-económico-ambiental frente a la pobreza profunda, los negocios como siempre, la degradación ambiental.

Los impactos de la crisis COVID-19 se comparan con los desastres naturales dada la necesidad de preparación y adaptación, mientras que las crisis ambientales como las sequías y las infestaciones de langostas también afectan a las mismas personas vulnerables. No hay respuestas de libros de texto sobre cómo reconstruir mejor, pero las mayores esperanzas están en las acciones tomadas a nivel local en respuesta a las experiencias allí y las medidas efectivas tomadas por los gobiernos y organizaciones locales. También es necesario involucrar a los tomadores de decisiones estatales, gubernamentales y locales para profundizar nuestra respuesta. Ecojesuit promoverá una serie de diálogos, eventos en línea y comunicaciones de medios que resaltan e interconectan estas realidades diferentes a medida que se desarrolla el conocimiento para contribuir a construir la nueva normalidad.

3. Abogar por la acción climática, los derechos humanos y la contribución de los pueblos indígenas.

El movimiento de acción climática liderado por jóvenes en los últimos años, basado en logros históricos como el Acuerdo de París, indicó la creciente conciencia mundial de que los impactos del cambio climático no son solo ambientales, sino que destacan el derecho humano a un clima estable. Desde la extracción de combustibles fósiles hasta las secuelas de los desastres relacionados con el clima, las comunidades y el medio ambiente experimentan profundamente tanto los factores impulsores como los impactos del cambio climático. Los pueblos indígenas, que son guardianes del bosque, se encuentran entre los más amenazados en su intento de proteger sus tierras, cultura y medios de vida. Muchos países necesitan la asistencia técnica y financiera para no verse atrapados en la energía sucia barata y el ciclo industrial a medida que su economía busca crecer, pero se les da la opción preferencial de cambiar a energía limpia. Una comprensión más amplia de estas interconexiones puede contribuir significativamente a una respuesta justa a la crisis climática y la acción climática que integra los derechos humanos como una preocupación central. Ecojesuit busca contribuir a esta comprensión y fomentar la acción a través de eventos en línea y redes.

4. Rastrear y explicar las instituciones económicas emergentes a nivel global.

Las instituciones económicas internacionales (es decir, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, etc.) y las Naciones Unidas tienen una gran influencia en la dirección y las prioridades de las inversiones y los sistemas financieros más amplios. Algunos cambios en sus políticas están conduciendo a una mayor inclusión, por ejemplo, al abordar el desempleo y alinearse con empresas verdes como la energía alternativa. Buscamos comunicar y explicar estos cambios económicos globales en asociación con expertos a través de publicaciones y otros medios. A nivel mundial, Ecojesuit continúa siguiendo y comprometiéndose con procesos internacionales como la COP26 y el Foro Económico Mundial que tienen una gran influencia en el paradigma económico y las preocupaciones ambientales a gran escala.

5. Fortalecimiento de la plataforma de acción de las universidades Laudato Si ‘, otras plataformas de acción del año Laudato Si’ y Querida Amazonia

Las universidades Laudato Si ‘y otras seis plataformas de acción están surgiendo y son una oportunidad para resaltar el papel de nuestras instituciones educativas en la acción social y ambiental, y la investigación basada en la comunidad. Discusiones iniciales entre el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU) y algunas universidades ya han comenzado para que estas universidades puedan participar en el proceso de diseño y desarrollo. Ecojesuit también continúa apoyando los esfuerzos de desinversión de las instituciones jesuitas. Querida Amazonia es otra área de acción adicional, ya que su llamado a la ecología integral y la sinodalidad influyen e informan el trabajo y el enfoque de Ecojesuit. Ecojesuit continúa facilitando y participando en discusiones con universidades y la IAJU, y aquellos que buscan involucrarse con las plataformas de acción de Laudato Si ‘y discusiones sobre biomas territoriales.

6. Promover la ecospiritualidad y la necesidad de su conciencia en la educación básica.

La conciencia ecológica y la ecoespiritualidad van de la mano en el desarrollo de un sentido más profundo de propósito y significado de la ecología integral entre los jóvenes. Las escuelas son lugares donde podemos ayudar a plantar semillas de interconexión, comunidad y cuidado para que las escuelas puedan liderar y llevar a cabo las acciones de colaboración que se necesitan con otras Secretarías y Redes. Ecojesuit busca promover los esfuerzos de ecoespiritualidad en las escuelas y actividades juveniles para ayudar a encender la conversión ecológica.

A través de estas acciones, Ecojesuit busca contribuir a formar una actitud renovada a medida que reconstruimos una nueva normalidad donde la justicia ecológica y social se integra mejor en nuestros valores y estilos de vida. Esto enfoca los esfuerzos de Ecojesuit y afirma nuestro compromiso con las Preferencias Apostólicas Universales (UAP). Ecojesuit facilitará y permitirá debates que incluyan voces de comunidades locales, líderes empresariales, líderes religiosos, responsables políticos y expertos económicos para contribuir a una perspectiva más amplia para una sociedad justa y sostenible.

 

Fuente: www.ecojesuit.com

Semana Social: los Obispos llaman a «remar juntos» hacia la unidad

La Comisión Episcopal para la Pastoral Social (Cepas) inauguró este lunes 6 de julio la tradicional Semana Social, por primera vez en modalidad virtual, con la consigna «Nadie se salva solo. Es tiempo de actuar ahora para el futuro».

En el acto de apertura, que se transmitió por Youtube, participaron el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, y el obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Cepas, monseñor Jorge Rubén Lugones SJ.

Monseñor Ojea se refirió a la nueva ética del sistema financiero que propugna el Papa Francisco. «He aquí que nos encontramos frente a esta pandemia, una suerte de noche, de tinieblas, todos en la misma barca”, afirmó en relación con la crisis que vive el mundo.

El prelado dijo que lo primero que le surge es que han quedado expuestas las falsas seguridades en las que habíamos construido nuestras agendas. El segundo mensaje, sostuvo, es animarse a ser creativos incubando la posibilidad de un mundo distinto. En tercer lugar, generar una nueva conversión para dejar de idolatrar el dinero y el consumo. “En cada crisis sale lo mejor y lo peor de cada uno”, señaló.

El presidente de la CEA planteó que la situación de los desocupados, del hambre, de la marginalidad requiere la unidad de pensamiento, por lo que consideró que el objetivo es trabajar juntos para lograr una unidad poliédrica, como define el Papa, una unidad con los que piensan distinto.

Agregó que el Estado, lógicamente, no puede estar ausente en una situación como la que padecemos, pero no todo puede venir del Estado. “Hay experiencias conmovedoras en nuestro pueblo que se brindan por el prójimo en la adversidad”, aseguró.

Para finalizar, monseñor Ojea manifestó que “es momento impostergable de repensar la economía y los valores culturales de nuestra sociedad”.

Por su parte, monseñor Lugones adviritió que “la pandemia ha puesto en evidencia la enorme cantidad de excluidos o descartados del sistema, como dice el papa Francisco, que hoy requieren de cuidados y atención, además de oportunidades para el futuro», por lo que pidió: «No caigamos en las mezquindades que nos han llevado a visualizar en esta pandemia las desigualdades que hemos generado”.

“América latina no es el continente más pobre pero sí el más desigual. La Argentina no es una excepción, la pandemia ha manifestado todas las desigualdades, desigualdad educativa, desigualdad sanitaria, desigualdad de conectividad, desigualdad en la bancarización, etc.”, puntualizó.

El presidente de la Cepas consideró que “más que nunca es necesario repensar la economía con rostro humano para el escenario post pandemia”, y enfatizó: “Una economía que ponga el centro de la atención en las personas, en la dignidad del trabajo, en el diálogo como factor articulador de las diferencias políticas y sociales. En una economía de la producción y el consumo antes que en una economía de la especulación”.

Monseñor Lugones sostuvo que urge deponer “odios que nos despersonalizan, distanciamientos ideológicos y acusaciones constantes que no hacen más que generar enemistad, descalificación, mediocridad y culpabilizaciones sin solución”.

“Estamos en una coyuntura donde la creatividad de todos debe poder ayudarnos recíprocamente, será posible con la participación de todos los sectores, como podremos encontrar los mejores caminos de salida, ya que -como dice el papa Francisco- ‘estamos todos en la misma barca’ y sólo saldremos juntos”, concluyó.

Podés ver los encuentros de toda la semana en el canal de Youtube: Comisión Episcopal de Pastoral Social

Fuente: aica.org

La tolerancia religiosa y la unidad de los cristianos en Uruguay

El Consejo de Iglesias Cristianas del Uruguay (C.I.C.U.) es la institución máxima de coordinación de las Iglesias cristianas del país.

“Este Consejo expresa la firme voluntad de las Iglesias que lo integran de trabajar unidas en favor de la integridad de la Creación, a todos los niveles y por todos los medios a su alcance, conforme los grandes principios contenidos en las Sagradas Escrituras, así como a apoyar todas las expresiones que realcen el alcance de dichos valores en medio de la sociedad uruguaya”, explica el sitio web de la institución.

Semana de la unidad de los cristianos

Las distintas Iglesias cristianas, reunidas en el Consejo Mundial de Iglesias, celebran todos los años, desde 1908, la Semana de Oración por la unidad de los cristianos. El objetivo de esta cita anual es el de unirse, por medio de la oración común y el diálogo fraterno, al deseo del mismo Jesús: “Padre, que todos sean uno” (Juan 17,21).

En el mes de junio realizaron un vídeo en donde, entre otras cosas, afirman que “la adversidad mundial nos ha hecho más humildes, más necesitados de Dios y más atentos a la necesidad de quien está a nuestro lado. Es tiempo de estar unidos y servir fraternalmente. Impulsados por el Espíritu de Pentecostés, fortalecidos por el ejemplo de muchos y conscientes de los propios límites, los invitamos a unirnos en oración por la unidad al Padre de todos”.

La actualidad de la unidad de los cristianos en Uruguay

Mons. Arturo Fajardo destaca que “se ha acentuado en el diálogo con mayor fuerza las coas que nos unen, que las cosas que nos separan. Además, se ha insistido en el esfuerzo común de testimoniar el Evangelio de Jesucristo en una sociedad secularizada y en el servicio a los más pobres”. Y añade que es “importante que se ha avanzado en el conocimiento mutuo y el contexto histórico en el que nacieron, para tener claro el tronco común”.

Mons. Daniel Genovesi explica que “la espiritualidad cristiana no es un conjunto de reglas sino una relación con una persona, Jesús. Y a partir de ese vínculo se abre una nueva dimensión que, lejos de suprimir nuestra realidad, la asume, la sana, la eleva y la transforma. Con una mirada nueva hagamos gestos nuevos que nos encaminen a esta unidad. Dios, que habita en nosotros, cuidará de ello”.

Vía Crucis por la unidad y el mensaje de los líderes católicos

Desde el año 2014 se realiza en Montevideo el Via Crucis ecuménico, que en el principio reunía a las iglesias anglicana y católica y que desde hace dos años convoca también a la luterana o alemana. El tradicional Via Crucis comienza en la catedral anglicana y finaliza en la católica, y el recorrido es acompañado por líderes y miembros de las tres comunidades religiosas.

A finales del mes de marzo de 2020, en el contexto de la pandemia por Coronavirus, líderes de diversas denominaciones cristianas y de la religión judía se reunieron para dar un mensaje de esperanza a la población. Lo hicieron a través de un video filmado en Plaza Independencia.

La oración por la patria

Otra de las iniciativas que contribuye a la tolerancia religiosa fue la oración por la patria, que se llevó a cabo en marzo de este año, luego de que asumiera su cargo el actual presidente. El Arzosbispo de Montevideo, Card. Daniel Sturla, fue anfitrión de una ceremonia organizada junto con iglesias cristianas y la colectividad judía en la que se rezó por el país, en el comienzo de un nuevo gobierno.

 

Fuente: icm.org.uy