El Sector Social no está en cuarentena – Por Guillermo Blasón SJ

Guillermo Blasón SJ es el Delegado Apostólico del Sector Social de la Compañía de Jesús en Argentina y Uruguay, y comparte con nosotros algunas novedades sobre la actualidad del sector y las distintas obras que lo abarcan. Nos cuenta cómo fueron transitando la particularidad de este último tiempo y  los desafíos que se fueron presentando con el avance de la pandemia.

El Sector Social no está en cuarentena

Hay situaciones humanas que remiten a Dios. Cuando surgió la pandemia y la cuarentena, muchas personas se acercaron naturalmente a nuestras parroquias, centros sociales y hogares buscando una ayuda (alimentaria, de ropa, trámites, etc.). También muchos que querían ayudar vieron en nuestras obras un canal donde poder hacerlo. Mi primera impresión como delegado del Sector Social (el sector que comprende las obras o acciones en la Provincia dedicadas especialmente a los más desfavorecidos) fue ver cómo al menos queríamos seguir estando presentes cuando todo se cerraba; de ahí que muchas de nuestras obras se han reinventado, pero siguieron abiertas. 

Me toca colaborar cotidianamente en la Obra y en el Hogar San José en Bs. As. ayudando a personas en situación de calle, pero también, de a poco y a fuerza de Zoom, estoy tomando contacto con los referentes de las distintas obras del sector. Muchas han tenido que responder a nuevas manos que piden y, afortunadamente, también otras que dan. En la mayoría se pasó a atender las urgencias quedando los proyectos de fondo para cuando “salgamos de esta”. También hemos visto que a medida que esta situación se extendió en el tiempo, el ímpetu de las ayudas ha decaído, y no necesariamente por mala voluntad, sino porque seguramente los recursos propios empiezan a escasear.

Me siento privilegiado de estar en este lugar en este momento. Quisiera ser instrumento para que respondamos como Compañía y estemos a la altura de la situación. Se habla de que después de la pandemia será otro mundo el que veremos. No lo sé, pero sí le pido al Señor que seamos lúcidos para acompañar todo el proceso, la emergencia y la reconstrucción. Y mientras tanto, que la cuarentena no nos impida atender al que toca en nuestras puertas, ya que tal vez nunca más que ahora, somos depositarios de una fe en el Dios que no quiere olvidarse de ninguno. 

Guillermo Blasón, SJ

Mensaje del Papa para 106 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado

El Vaticano difundió este viernes 15 de mayo el Mensaje del Papa Francisco para la 106ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que se celebrará el próximo 27 de septiembre con el lema “Como Jesucristo, obligados a huir. Acoger, proteger, promover e integrar a los desplazados internos”.

Se trata de un mensaje que aborda el drama de los desplazados internos. Sobre este tema, la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha publicado las “Orientaciones Pastorales sobre Desplazados Internos”, un documento, dice el Papa, que desea inspirar y animar las acciones pastorales de la Iglesia en este ámbito concreto.

“A la luz de los trágicos acontecimientos que han caracterizado el año 2020, extiendo este Mensaje, dedicado a los desplazados internos, a todos los que han experimentado y siguen aún hoy viviendo situaciones de precariedad, de abandono, de marginación y de rechazo a causa del COVID-19”, dice en su mensaje.

Es necesario conocer para comprender

El conocimiento es un paso necesario hacia la comprensión del otro. El Papa recuerda que cuando se habla de migrantes y desplazados, casi siempre se mencionan en números. ¡Pero no son números, sino personas! Si las encontramos, podremos conocerlas, podemos conocer sus historias y comprender.  Podremos comprender, por ejemplo, que la precariedad que hemos experimentado con sufrimiento, a causa de la pandemia, es un elemento constante en la vida de los desplazados.

Hay que hacerse prójimo para servir

“Los miedos y los prejuicios, nos hacen mantener las distancias con otras personas y a menudo nos impiden acercarnos como prójimos y servirles con amor”.  Para Francisco, acercarse al prójimo significa, a menudo, estar dispuestos a correr riesgos, como nos han enseñado tantos médicos y personal sanitario en los últimos meses. Este estar cerca para servir, va más allá del estricto sentido del deber. El ejemplo más grande nos lo dejó Jesús cuando lavó los pies de sus discípulos: se quitó el manto, se arrodilló y se ensució las manos (cf. Jn 13,1-15).

Para reconciliarse se requiere escuchar

Nos lo enseña Dios mismo, que quiso escuchar el gemido de la humanidad con oídos humanos, dice el Papa, enviando a su Hijo al mundo: «Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él […] tenga vida eterna» (Jn 3,16-17). El amor, el que reconcilia y salva, empieza por una escucha activa. En el mundo de hoy se multiplican los mensajes, pero se está perdiendo la capacidad de escuchar. El Papa nos dice que sólo a través de una escucha humilde y atenta podremos llegar a reconciliarnos de verdad.

“Durante el 2020, el silencio se apoderó por semanas enteras de nuestras calles. Un silencio dramático e inquietante, que, sin embargo, nos dio la oportunidad de escuchar el grito de los más vulnerables, de los desplazados y de nuestro planeta gravemente enfermo. Y, gracias a esta escucha, tenemos la oportunidad de reconciliarnos con el prójimo, con tantos descartados, con nosotros mismos y con Dios, que nunca se cansa de ofrecernos su misericordia”.

Para crecer hay que compartir

Aquí el Papa recuerda el pilar fundamental de la primera comunidad cristiana: la acción de compartir. Nos invita acompartir para crecer juntos, sin dejar fuera a nadie, y afirma que la pandemia nos ha recordado que todos estamos en el mismo barco. Darnos cuenta que tenemos las mismas preocupaciones y temores comunes, nos ha demostrado, una vez más, que nadie se salva solo. Para crecer realmente, debemos crecer juntos, compartiendo lo que tenemos.

Se necesita involucrar para promover

Al respecto, el Papa dice que si queremos realmente promover a las personas a quienes ofrecemos asistencia, tenemos que involucrarlas y hacerlas protagonistas de su propio rescate. La pandemia nos ha recordado cuán esencial es la corresponsabilidad y que sólo con la colaboración de «todos —incluso de las categorías a menudo subestimadas— es posible encarar la crisis». Debemos, añade el Papa, «motivar espacios donde todos puedan sentirse convocados y permitir nuevas formas de hospitalidad, de fraternidad y de solidaridad»

Es indispensable colaborar para construir

La construcción del Reino de Dios, señala por último Francisco, es un compromiso común de todos los cristianos y por eso se requiere que aprendamos a colaborar, sin dejarnos tentar por los celos, las discordias y las divisiones. Y en el actual contexto, es necesario reiterar que: «Este no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que enfrentamos nos une a todos y no hace acepción de personas» (Mensaje Urbi et Orbi, 12 abril 2020). Para preservar la casa común y hacer todo lo posible para que se parezca, cada vez más, al plan original de Dios, El Papa dice que debemos comprometernos a garantizar la cooperación internacional, la solidaridad global y el compromiso local, sin dejar fuera a nadie.

Fuente: vaticannews.va

 

16 al 24 de mayo: celebración de la Semana Laudato Si’

La Semana Laudato Si’, es una celebración en honor de la encíclica del Papa Francisco sobre la ecología y el cambio climático, que tendrá lugar del 16 al 24 de este mes, de forma virtual. 

El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano invita a los católicos a participar en esta semana que «inaugura un camino de transformación de un año de duración, a medida que atravesamos la crisis del momento actual, rezando, reflexionando y preparándonos juntos para un mundo mejor en el futuro».

Las enseñanzas de la encíclica están particularmente vigentes en el contexto del coronavirus, que ha paralizado muchas regiones del mundo. La encíclica Laudato Si’ ofrece una visión para construir un mundo más justo y sostenible.

Todos los católicos están invitados a participar, del 16 al 24 de mayo, en cursos de capacitación interactivos y talleres en línea. La Semana Laudato Si’ terminará el domingo 24 de mayo, con un día mundial de oración al mediodía, hora local.

En su mensaje de video, el Papa Francisco pidió a los católicos que pensemos en el futuro de nuestra casa común:

«¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? Motivado por esta pregunta, quisiera invitarlos a participar en la Semana Laudato Si’ del 16 al 24 de mayo de 2020. Es una campaña global en ocasión del quinto aniversario de la carta encíclica Laudato Si’ sobre el cuidado de la casa común. Renuevo mi llamado urgente a responder a la crisis ecológica. El clamor de la Tierra y el clamor de los pobres no dan para más. Cuidemos la creación, don de nuestro buen Dios Creador. Celebremos juntos la Semana Laudato Si’. Que Dios los bendiga y no se olviden de rezar por mí».

La Semana Laudato Si’ está auspiciada por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano y liderada por un grupo de colaboradores católicos.

Más información en LaudatoSiWeek.org/es.

Más de 480 intervenciones sociales jesuitas ante la pandemia mundial

La situación de pandemia mundial declarada debido a COVID19 presenta hilos sin precedentes que requieren una respuesta mundial a la altura del signo de los tiempos y de los desafíos que enfrentamos.

En este sentido, la Compañía de Jesús está uniendo los esfuerzos de todas sus instituciones sociales bajo el liderazgo del Secretariado de Justicia Social y Ecología, Fe y Alegría y el Servicio Jesuita a Refugiados, para compartir y escucharse mutuamente sobre la situación de crisis de CoVid19 en varios países, en las Conferencias y redes.

Con este fin, hace pocas semanas, el Equipo de Emergencia de la Red Xavier formó un grupo de trabajo encargado de diseñar una encuesta para recopilar información detallada y actualizada de todas las organizaciones sociales jesuitas.

Esta encuesta pretende ser un instrumento vivo que, mediante actualizaciones quincenales, facilite la recopilación de información que permita no sólo el análisis contextual, sino también la reflexión y el discernimiento estratégicos.

La primera encuesta, llevada a cabo hace dos semanas, ha ofrecido cantidad de información de calidad sobre la situación en cada región y organización, que en estos momentos está siendo sistematizada y compartida con cada uno de los grupos participantes en la encuesta. Aquí tienes un breve resumen de los principales resultados. Toda la información está centralizada y difundida desde un centro de datos dedicado en covid.xavier.network.

El presente informe es un primer acercamiento a la información disponible, por lo que los datos agregados son provisionales. Se recomienda un análisis detallado a nivel regional y de red. Sin embargo, este informe quiere ser un primer paso en el esfuerzo de coordinación para la creación de redes, yendo más allá y acompañando para servir mejor a los que más lo necesitan.

Puedes acceder a más información sobre la iniciativa del SJES y XN en el data-center ubicado en la dirección covid.xavier.network

Fuente: jesuitas.lat

30 años de la Obra de San José

La Obra de San José, que brinda atención psicosocial y espiritual a las personas en situación de calle, está celebrando sus 30 años de trayectoria. La directora de la obra, Araceli Baenninger, compartió unas palabras de agradecimiento y de ánimo a toda la comunidad, «aquel festejo que habíamos pensado quedará pendiente, pero el festejo de hoy es distinto, toca a fondo nuestro corazón, es nuestra alegría compartida con cada una de las caras que se acercan a la Obra todos los días, con el equipo, y con cada uno de ustedes que siempre nos acompañan en este recorrido» 

Los festejos quedan postergados pero no así el deseo de ayudar a otros, los voluntarios de la Obra están entregando viandas y recibiendo a quien necesite ayuda, «a pesar de los miedos, las angustias, y todas las vivencias que aparecen frente a estos momentos que vivimos, surge lo mas valioso de  cada uno. Nuevamente las familias colaborando, cocinando tortas, haciendo barbijos, buscando las mil maneras de ayudar y sumar su granito de arena en estos momentos.»

Acompañamos y nos alegramos con tantos y tantas que a lo largo de estos treinta años fueron aportando para que la Obra hoy siga presente en medio de los más vulnerables.

 

Invitación del Papa Francisco a la Semana Laudato Si

El Papa Francisco ha invitado a los católicos de todo el mundo a participar en la Semana Laudato Si’, del 16 al 24 de mayo.  Nos propone reunirnos para reflexionar, rezar y prepararnos para un futuro más justo y sostenible.

Como no será posible llevar a cabo los eventos planificados de forma presencial, en su lugar, la propuesta es unirnos en oración y reflexionar juntos, «mantenernos unidos con nuestros hermanos y hermanas en la fe mientras atravesamos esta crisis y construimos un mañana mejor.»

La Semana Laudato Si’ es uno de los primeros pasos de un camino de un año, es una manera de prepararse para emprender acciones durante el Tiempo de la Creación, que se llevará a cabo desde el 1 de septiembre hasta el 4 de octubre.

Actividades propuestas:

  • 16 al 23 de mayo:Espacio de reflexión y formación a través de capacitaciones en línea.
  • 24 de mayo: Unirnos al día mundial de oración,  para conmemorar el quinto aniversario de Laudato Si’.
  • Empezar a preparar las acciones que tomaremos durante el Tiempo de la Creación, en septiembre de este año.

Para más información podes ingresar a la web: laudatosiweek.org

La Cátedra de Filosofía de la UCC reflexiona sobre la realidad actual

Profesores y estudiantes de la cátedra de Filosofía de la Naturaleza de la Universidad Católica de Córdoba, comparten algunas reflexiones que intentan encontrar el sentido a lo que vivimos con respecto a la crisis global del coronavirus. Así lo presentaban:

«Iniciamos la última clase presencial del curso de Filosofía de la Naturaleza con la siguiente cita de Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS: «Esta no es solo una crisis de salud pública, es una crisis que afectará a todos los sectores, por lo que cada sector y cada individuo deben participar en la lucha». Seguidamente nos preguntamos retóricamente: «¿Cuál es nuestro sector?» a lo que no dudamos en responder, que nuestra tarea en un curso de filosofía es Pensar.»

Compartimos la reflexión presentada por la Cátedra:

La morada del Pensar en los tiempos de pandemia

Una de las ideas trabajadas ronda en torno a la radicalidad de la experiencia de indefensión en la que nos coloca la pandemia COVID-19, la cual ha puesto entre paréntesis nuestra cotidianeidad y nuestros proyectos, pero ha posibilitado la presentación de las preguntas existenciales. La pandemia a nivel global, devino en un tiempo y espacio abiertos en el que todos, tarde o temprano, nos detenemos a reflexionar ante la evidente fragilidad de la cual estamos hechos.

Distraídos en la urgencia de un hacer ordenado a la efectividad, hiperconectados, demorados en la futilidad de modas y novedades, nos deshumanizamos. El tercer planeta desde el sol, el pálido punto azul, la Tierra y su especie dominante, luchamos contra un micro-organismo invisible que amenaza nuestra vida, pero que paradójicamente, nos conecta con el pensar, con el filosofar acerca del lugar que ocupamos en la naturaleza, con la importancia de respetar la vida, con el valor de la solidaridad y de la sustentabilidad.

En este tiempo, nos preguntamos junto a María Zambrano «¿Por qué no aceptar que el medio propio de un ser como el hombre sea justamente éste que contiene una constante amenaza que lo obliga a despertar a una superior vigilia?». Pareciera que los Estados, países y personas sólo desean que esta crisis finalice: que la vacuna se encuentre y que el virus desaparezca, mientras aguardamos refugiados tras nuestras fronteras ¿No es acaso esto, seguir viviendo desde el deseo de control y poder del ser humano sobre sí mismo y su entorno?

La amenaza de este virus inhóspito nos invita a cuestionarnos y actuar, percatándonos que la reflexión es el ecosistema adecuado para inmunizarnos contra los excesos. El filosofar, al par que se vuelve inexorable, se torna un deber moral, y es al interior del hogar, en la intimidad de las familias, en lo vincular, donde el Pensar en tiempos de pandemia ha encontrado su nueva morada.

¿Hacia nuevos modos de relacionarnos?

El aislamiento preventivo, que ha suspendido el girar irreflexivo del mundo, nos da la enorme oportunidad de crecer en nuestra conciencia social, pero de manera intimista, en el vínculo con los cercanos, y en una proximidad ampliada por las nuevas tecnologías, que vienen a mostrarnos sus potencialidades, podemos conectarnos de otros modos, menos superfluos. Nos permite plantearnos nuevas perspectivas para construir juntos y desde la libertad, sociedades más justas y fraternas.

Estamos perplejos y no sabemos qué será de nosotros, pero ésta es una ocasión para replantear nuestro destino, individual y colectivo. La filosofía se propone clarificar conceptos y puede ayudarnos en estos tiempos donde “quedarse en casa” se vuelve ocasión para ser más libres y humanos. En la última página de La peste de Camus leemos: «Esto es lo que se aprende en medio de las plagas, hay más cosas en los hombres a admirar que despreciar».

Pareciera que la palabra que define esta situación mundial es miedo, que sale a la luz cuando la realidad desvela nuestra impotencia esencial, a la que definimos y llamamos crisis; Hannah Arendt en uno de sus escritos nos dice que las crisis nos obligan a «volver a las preguntas». Hacen nacer en nosotros toda la necesidad de significado de nuestro yo, en el nexo profundo entre nuestra relación con la realidad y nuestra autoconciencia como hombres. Otra de las preguntas que surge en este momento es ¿qué nos rescata del miedo? ¿qué vence el nihilismo que vivimos? Los discursos políticos, la información válida o el apoyo moral no logran responder a nuestro deseo de una verdadera presencia que venza nuestra fragilidad, de allí que nos preguntamos también ¿En dónde tenemos fundada nuestra esperanza?

Cuando llegue el fin de esta pandemia y retorne la normalidad en nuestras vidas, quizá sin darnos cuenta, habremos adoptado un modo de vivir diferente; hemos aprendido que podemos prescindir de las cosas, pero no podemos prescindir de los otros, hemos aprendido, dolorosamente, qué no necesitamos y qué sí necesitamos. El verbo central de este tiempo es cambiar. ¿Qué cosas? Perspectivas humanas y sociales. Modo de ser y de proceder. Escala de valores. Estructuras sociales y relacionales. ¿Crecer de una lógica individualista a una más solidaria que ancle en la dignidad de la persona humana?

Se trata de un cambio gestado desde la intimidad de los hogares, múltiples, y que demanda la presencia de todas las voces y requiere habitar el espacio del pensar, un pensar situado, un pensar plural e interdisciplinario, que posibilite la expresión de nuestra naturaleza humana que se nos descubre en la capacidad de la trascendencia, para comprender ¿A qué vigilia mayor nos está llamando nuestra relación con el Coronavirus?

Este virus que tiene algo nuestro, algo humano (en tanto virus, necesita de un organismo huésped). El coronavirus «es» lo que «es», debido a nuestra propia naturaleza humana; el miedo que provoca es nuestro miedo, la crisis que evidencia es nuestra crisis; el virus es nuestro virus. Ese «nuestro» lo dota de algo de humanidad y la humanidad es ciertamente más que la crisis que provoca. «Algo más» que acontece en la proximidad existencial con el otro y en los hogares, más allá o más acá de las grandes categorías, donde lo fundante hace su emergencia en lo mínimo de las acciones cotidianas.

 

Fuente: uccor.edu.ar

Contacto:
José G. Funes, S.J.
jfunes@ucc.edu.ar

La Universidad Católica de Córdoba y un proyecto que abre puertas

Desde la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Córdoba y  a través del Laboratorio de Modelos y Prototipados (lamp), se trabaja en el diseño de un accesorio de tipo hand off que permite abrir y cerrar puertas sin tener que utilizar las manos. Su destinatario inmediato es la Clínica Universitaria Reina Fabiola, pero el modelo imprimible se encuentra a disposición de otros centros de salud de la ciudad y de otras provincias.

El proyecto fue impulsado por los arquitectos y docentes Daniel Sardo y Gabriel Massano, autores del diseño del prototipo, y está basado en el modelado y la impresión 3D.  Lo que se pretende es evitar el contagio por manipulación de manijas y picaportes en hospitales y centros de salud, lo que también podrá extenderse a otro tipo de establecimientos que lo necesiten.

Bajo el nombre «Manija COVID-19», el proyecto ha sido acreditado por la Secretaria de Proyección y Responsabilidad Social Universitaria.

La particularidad más notable del modelo desarrollado es que está concebido en una sola pieza y puede ser aplicado de manera rápida ante una emergencia, incluso sin la utilización de sujeciones complejas porque puede asegurarse con simples precintos plásticos.

El Laboratorio de la Universidad, ya entregó los primeros prototipos a la Clínica Reina Fabiola. A su vez, el Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Biomodelos 3D del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba, del que forma parte el docente Gbriel Massano, imprime unidades para el Hospital de Niños de la Santísima Trinidad. Se sumará también el trabajo de alumnos y exalumnos voluntarios.

Es importante destacar que una de las versiones del prototipo ha sido seleccionada, destacada y recomendada por expertos del U.S. Department of Health and Human Services – National Institutes of Health, para su producción en serie, destinada al uso comunitario masivo en situaciones como la generada actualmente por el COVID-19.

Fuente: ucc.edu.ar

Mensaje del Papa Francisco en apoyo a la campaña solidaria #SeamosUno

El pasado 2 de abril, el Papa Francisco envió por escrito un mensaje al P. Provincial Rafael Velasco SJ, mostrando su compromiso y agradecimiento personal por el trabajo que se está realizando para llevar adelante el proyecto de recaudación de fondos y donaciones #SeamosUno.

«Estoy contento con lo que han organizado. Iniciativas como éstas son las que se necesitan en todas partes, para el momento presente y también para sostener las medidas del “después”, expresó.

La campaña tiene como objetivo confeccionar un total de un millón de cajas para cubrir las necesidades alimentarias y de higiene de personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. La semana pasada ya se entregaron un total de 100.000 cajas y están en proceso de finalización del armado de un total de 350.000.

Tanto empresas como individuos pueden colaborar a través de la página web www.seamosuno.com.ar.

El texto:

2-4-2020

R.P Rafael Velasco

Buenos Aires

Querido hermano,

Me ha llegado información sobre el emprendimiento “Seamos Uno” del cual forma parte la Provincia Argentina de la Compañía de Jesús.

Estoy contento con lo que han organizado. Iniciativas como éstas son las que se necesitan en todas partes, para el momento presente y también para sostener las medidas del “después”.

Gracias por el testimonio. Me hace bien.

Rezo por vos. Por favor no te olvides de hacerlo por mí.

Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide.

Fraternalmente,  Francisco 

Rodrigo Zarazaga, SJ: “La gente de las villas no quiere el caos, pero el hambre lleva a la desesperación”

Compartimos una entrevista realizada al P. Rodrigo Zarazaga SJ para el diario Valores Religiosos, en el marco de la campaña de recaudación de fondos y donaciones #SeamosUno.

Por Sergio Rubin

“La gente de las villas no quiere el caos, pero el hambre lleva a la desesperación y su persistencia puede terminar en situaciones que no queremos; por eso, esta campaña busca ante todo que nadie pase hambre y que frenemos ante al abismo”, dice el padre Rodrigo Zarazaga, que lidera una iniciativa solidaria para distribuir un millón de cajas de alimentos y artículos de limpieza en asentamientos de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano.

La iniciativa denominada “Seamos Uno” -que por primera vez reúne a las principales confesiones religiosas, además de a relevantes ONGs como el Banco de Alimentos- es ambiciosa. Y la respuesta, auspiciosa: ya se obtuvieron 250 mil cajas gracias a la donación de alimentos de empresas o su venta al costo, y el aporte de dinero de firmas y particulares mediante el sitio www.seamosuno.com.ar. Y del esfuerzo en su distribución de miles de voluntarios.

Zarazaga es un sacerdote jesuita que dirige el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) -un think tank del pensamiento social cristiano de su orden religiosa-, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de California (Berkeley). Cercano a instituciones empresariales como la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), es un gran estudioso de las villas del gran Buenos Aires, autor del libro Conurbano Infinito.

¿Cómo surgió esta campaña?

Del diálogo con representantes de Cáritas, de la AMIA, de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas, del Consejo de Pastores de la Ciudad de Buenos Aires, del Banco de Alimentos, de la Compañía de Jesús y el CIAS, que represento. En fin, con los actores en territorios populosos. Y aprovechando nuestra vinculación con empresarios, contándoles que realmente en los asentamientos hay hambre y que no podía ser que no respondiéramos a esta urgencia. Así se movilizó un grupo de empresarios que fueron aportando no solo donaciones, sino una capacidad enorme de logística, de distribución de estas cajas.

¿A qué atribuye esta respuesta?

Creo que hay conciencia de que la persona que hoy se queda en su casa y no puede salir a trabajar, ya sea la peluquera, el vendedor ambulante o el carpintero, incluso muchas personas que no pertenecen al circuito de comedores y de asistencia del Estado, nos está cuidando. Y que entonces nosotros también debemos cuidarla. Esto es un proyecto puntual para ayudar en esta cuarentena a la emergencia alimentaria. Pero también conlleva el anhelo de que quede la enseñanza de que estamos todos juntos. Por eso el nombre: Seamos Uno. Porque estamos todos en el mismo barco y no hay una Argentina sana si no estamos todos sanos, no hay una Argentina buena si no es buena para todos.

¿Cómo se instrumenta?

Hay una cuenta a través de la cual se pueden canalizar las donaciones, que va adquiriendo volumen. A través de un departamento de compras adquirimos los productos, en general, al precio de costo, aunque muchas son donaciones. Armamos las cajas, que las distribuimos después en coordinación con las áreas sociales de los gobiernos de la provincia y de la ciudad de Buenos Aires, que nos señalan los lugares donde están detectando más necesidad.

Ustedes quieren llegar a un millón de cajas…

-Un millón de cajas que significa llegar a un millón de hogares y eso supone un 10 % de la población. Es un objetivo ambicioso, motivador para nosotros. Hoy estamos asegurando las primeras 250 mil cajas. A mí me llama mucho la atención lo que se puso en marcha. No solo el caudal de las donaciones de empresas, sino el aporte de particulares que en muchos casos ponen mil pesos cuando ganan 35 mil. Tenemos una nave logística que está sostenida por la cámara que agrupa a las empresas del sector. Es impresionante. Nos brindan una asistencia profesional. Incluso terminaron contratando a 200 personas que estaban desocupadas.

Algunas campañas suscitaron sospechas. ¿Tomaron precauciones?

Pedimos la auditoría a cuatro compañías de renombre que aseguran la transparencia del proceso: Deloitte, E&Y, KPMG y PWC. Es triste que cuando uno plantea esto la experiencia del pasado lleva a hacer preguntas de este tipo. La distribución es a través de Cáritas, de los pastores, del Banco de Alimentos, en fin, de los referentes en el territorio de las entidades que participan de la campaña. Es triste que cuando uno plantea esto la experiencia del pasado lleva a hacer preguntas de este tipo. pero son pertinentes, como digo, si miramos hacia atrás. Por eso, a veces digo: seamos uno, pero también seamos distintos.

Usted es un profundo conocedor del conurbano. ¿Teme un estallido social en el conurbano?

Precisamente este programa busca, además de evitar el hambre, que frenemos ante ese abismo. La persona que no le dio de comer a sus hijos hoy y no sabe si podrá hacerlo mañana entra en una desesperación. Cuando esa desesperación se va acumulando puede terminar de la manera que no queremos. El riesgo está porque la gente con hambre cae en la desesperación. Pero la gente de las villas no quiere vivir en el caos. Y no creo que llegue a eso como primer recurso. El conurbano cuenta con más de 1.200 villas. Hay quienes creen que sus habitantes viven en una ignorancia total, que no les importa nada. Pero están equivocados. Ricos y pobres le tenemos miedo al coronavirus. Y ellos tampoco se quieren contagiar. A veces conmueve ver en casas muy precarias a la señora cómo limpia con lavandina un piso muy precario. Creo que sí, tenemos que estar atentos y ayudar a que la gente no caiga en la desesperación. Ayudándolos también nos ayudamos.

Pero a ellos se les hace particularmente difícil cumplir con la cuarentena…

Claro, el condicionamiento estructural hace que puedan enfrentar a la pandemia en distintas condiciones que nosotros. Suelo decir que está la cuarentena de Nextflix y la cuarentena de tortilla santiagüeña. Es mucho más difícil para ellos porque a veces seis personas viven en una habitación y no tienen agua potable. Pero, insisto, tienen tanto miedo como nosotros. Si uno echa un vistazo verá que en las villas hay menos movimiento.

Si uno ve la cola de los jubilados en los bancos del viernes pasado, no parece que el Estado esté a la altura de las circunstancias…

Creo que de todo esto se desprende una doble enseñanza. Hay un rol muy importante del Estado y sin el Estado no se puede enfrentar este tipo de situación. Eso nos coloca a todos frente al desafío de tener un Estado honesto y eficiente. Además, el Estado no logró acortar las desigualdades, proveer de servicios de una manera homogénea en el país en al menos lo más básico, que determinan en los asentamientos que la pandemia sea mucho más dura. Está la cuarentena de Netflix y la de seis personas que viven en una habitación y no tienen agua potable.

¿La crisis sanitaria servirá para una mayor toma de conciencia de nuestra situación social?

Soy un hombre de fe así que no puedo creer más que sí. Es una ocasión para que todos tomemos conciencia de que no hay una Argentina sana si no es sana para todos. La pandemia nos igualó a todos: la persona que no puede quedarse en su casa porque necesita procurarse el sustento es un problema para todos. Entonces, repito, no hay una Argentina sana si no es sana para todos. No hay Argentina buena si no es buena para todos. Esto es algo que la dirigencia en esta crisis puede encarnar.

¿Será esta una oportunidad para lograr un gran acuerdo entre todos los dirigentes para afrontar cuestiones como la pobreza y la educación?

Sin duda lo veo como una oportunidad. No hay que ser ingenuos y creer que porque tenemos esta crisis van a desaparecer los intereses, las ideas de cada uno. Eso es propio de la política y es hasta es bueno que sea así. Pero sí hay una oportunidad para decir que tenemos un norte. Y tener un consenso mínimo en torno a ese norte, a la Argentina que queremos.

 

Fuente: Valores Religiosos