Curas Villeros: Declaración sobre la Inmigración

El tema de la inmigración está en boga. Incialmente debido a medidas y declaraciones que se sucedieron en el contexto internacional. Ahora en Argentina también, la situación de los migrantes se ha endurecido debido a recientes medidas políticas. Los ‘Curas Villeros’ se pronuncian al respecto en la declaración que compartimos aquí.

En un contexto internacional donde hay un creciente deseo de levantar muros en lugar de tender puentes entre los pueblos, en un escenario local de declaraciones racistas y xenófobas de gran parte del arco político, replicadas hasta el hartazgo por los medios masivos de comunicación, surge un decreto de necesidad y urgencia que endurece las leyes de migración y de ciudadanía, salteando la discusión legislativa, espacio apropiado para el tratamiento de un tema tan delicado.

Los sacerdotes que vivimos en las villas, barriadas y asentamientos de GBA y CABA (Gran Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires) estamos muy preocupados por las consecuencias discriminatorias de la medida implementada desde el gobierno nacional, y por su consecuente incentivación del racismo y la xenofobia en nuestro pueblo.

Rechazamos la estigmatización del migrante, identificándolo con el delito, responsabilizándolo del problema de la droga, la inseguridad y de todos los aspectos negativos de la sociedad. El problema no es la inmigración, el problema es el delito.

Advierte el Papa Francisco que “ningún pueblo es criminal o narcotraficante o violento. Se acusa de la violencia a los pobres y a los pueblos pobres pero, sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión”.

¿Cómo llamar “igualdad de oportunidades” a una medida que deporta a un extranjero sin condena, por el hecho de ser acusado de resistir a la autoridad, vender en la vía pública, ejercer la prostitución o ser protagonista de un accidente automovilístico grave? Entendemos que aunque el objetivo de la norma fuera el de dar celeridad a la deportación de narcotraficantes y delincuentes, en la práctica la medida lleva a una persecución de todos los inmigrantes, que ya no podrán ni sonreír delante de un policía por miedo a ser deportados.

¿Cómo hablar de “igualdad de oportunidades” cuando como sociedad escuchamos a diario el llanto de las niñas y niños, hijos de los migrantes, que en las escuelas sufren la discriminación y la violencia cotidiana; cuando vemos el modo en que muchos migrantes son explotados a causa de su situación aceptando trabajos indignos?

Como sacerdotes católicos afirmamos que los posicionamientos discriminatorios son profundamente anticristianos.

Como vecinos de las villas, barriadas y asentamientos en que vivimos somos testigos diarios del sufrimiento causado por la xenofobia y el racismo. Estamos convencidos de que la explotación que a menudo sufren los migrantes es causada por los muros invisibles de la discriminación, que nos separan de ellos como de los otros, insensibilizándonos e instalándonos en la defensa imaginaria de un miedo que sólo se justifica en el prejuicio.

La Dirección Nacional de Política Criminal en Materia de Justicia y Legislación Penal publicó en 2016 el “Sistema Nacional de Estadística sobre ejecución de la Pena” (SNEEP) 2015. En el informe se indica que solo el 6% de los privados de su libertad son extranjeros. Es casi la misma proporción que la de extranjeros en la población general. Es decir, de los casi 2.000.000 de extranjeros que habitan nuestra patria, solo el 0,2 están privados de su libertad. ¿De dónde nace entonces la identificación del inmigrante con el delito? ¿Cuál era la urgencia que instaló el tema en la agenda política y mediática?

Vemos en este momento el inmenso riesgo de profundizar la fragmentación de nuestra patria, aniquilando nuestro sueño nacional de pueblo, y dejándonos con los horizontes fragmentados de grupos divididos y autorreferenciales. Esperamos que nuestros dirigentes, del espacio político que sean, nos ayuden a mirar más lejos, a vislumbrar el horizonte de Nación que como pueblo nos merecemos, superando la búsqueda cortoplacista del impacto mediático y el rédito político.

Entendemos el dolor y la impotencia de quienes sufrieron algún hecho de inseguridad, pero queremos afirmar que una cosa es ser delincuente y otra muy distinta es ser inmigrante, y que la relación entre ambas situaciones solo se origina en posicionamientos públicos, políticos y mediáticos nacionales e internacionales que calan hondo en el pueblo, conduciéndolo a la división y el racismo.

Estamos convencidos de que debemos recibir a los migrantes como recibiríamos al mismo Jesús. Que en lugar de los posicionamientos discriminatorios, xenófobos y racistas, nuestro pueblo tiene reservas morales que nos invitan a la solidaridad y a la hospitalidad. Por eso preferimos una legislación que no se enfoque tanto en castigos sino en tratar de dirigir todo el potencial de los migrantes para el bien común de nuestra Nación.

Creemos necesario señalar que los narcotraficantes, los delincuentes de la trata de personas, los terroristas y criminales, no ingresan por los controles migratorios. La droga no ingresa por los controles oficiales, y si lo hace, es con la complicidad de funcionarios que lo permiten. El endurecimiento de las medidas migratorias no es contra los delincuentes, sino contra la familia trabajadora.

Aproximaciones al tema desde la Sagrada Escritura, el Magisterio y la Historia Argentina

La Biblia está llena de migraciones. A Abram, el padre de la fe, le toca vivir un momento muy difícil migrando al país de Negue.

El pueblo de Israel estuvo esclavo en Egipto, y migró por el desierto rumbo a la tierra prometida, que estaba ocupada, viviendo la situación traumática de tener que instalarse precariamente en los alrededores de la ciudad. Luego, cuando el pueblo estuvo cómodamente establecido y había perdido la memoria de sus sufrimientos pasados, Dios le recuerda su deber de solidaridad. “También ustedes amarán al extranjero, ya que han sido extranjeros en Egipto”. Era necesario que Dios lo recordara porque la comodidad adormece el corazón, y el satisfecho deja de percibir el dolor de su hermano.

En el Antiguo Testamento los inmigrantes constituyen, junto con los huérfanos y las viudas, la trilogía típica del mundo de los marginados. Una y otra vez, se recuerda el deber para con ellos. En la actualidad, no están en una situación muy distinta.

En sus normas de conducta, Israel tiene clara la prohibición de oprimir, de explotar, atropellar, defraudar el derecho del migrante: «No oprimirás al extranjero»; «No lo molestarás»; «No lo explotarás»; «No defraudarás el derecho del emigrante»; «Maldito quien defrauda de sus derechos al emigrante». Porque es muy fácil aprovecharse del inmigrante, incluso hoy pareciera que queremos y buscamos su trabajo (en la albañilería, los talleres textiles, las quintas, etc.) pero a ellos no los queremos.

Ya en el Nuevo Testamento María y José sufren la discriminación del migrante y son rechazados en Belén, llegando incluso a improvisar el lugar de nacimiento del niño Jesús en un establo.

Jesús, el Señor, eleva al extranjero a signo de la acogida de su Reino y se identifica personalmente con el inmigrante: «Fui extranjero y me acogisteis» (Mt. 25,35). La tradición espiritual de la Iglesia recoge la identificación, y la regla de San Benito sentencia: “El huésped es Cristo”.

San Pablo proclamará que la unidad es más profunda que la división: «Ya no hay judío ni griego, ni hombre ni mujer, ni esclavo ni libre porque todos sois uno en Cristo» (Gal. 3,28).

El Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, en su decreto Erga Migrantis Caritas Christi del 2004, denuncia que la globalización es del capital pero no del hombre.

El tema aparece con mucha fuerza en el Papa Francisco, quien una y otra vez llama a la hospitalidad que nace de la fe y a la memoria familiar adormecida por la comodidad: “en la experiencia dolorosa de estos hermanos y hermanas volvemos a ver la del niño Jesús, que en el momento del nacimiento no encontró alojamiento y vio la luz en la gruta de Belén”; “las personas de este continente no le tememos a los extranjeros porque muchos de nosotros fuimos extranjeros. Lo digo como hijo de inmigrantes, consciente de que muchos de ustedes también descienden de inmigrantes”. “Es, en verdad, un problema del mundo. Nadie debería verse obligado a huir de su Patria. Pero el mal es doble cuando, frente a esas circunstancias terribles, el emigrante se ve arrojado a las garras de los traficantes de personas para cruzar las fronteras y es triple si al llegar a la tierra donde creyó que iba a encontrar un futuro mejor, se lo desprecia, se lo explota e incluso se lo esclaviza. Esto se puede ver en cualquier rincón de cientos de ciudades.”

En nuestro país desde hace más de un siglo que el porcentaje de inmigrantes se ha ido reduciendo poco a poco. En 1917 el 30% de los habitantes era extranjero. Hoy apenas el 4% por ciento lo es. Sin embargo nos presentan una realidad ficticia donde estamos “invadidos de extranjeros”.

Desde el punto de vista cultural e histórico, nunca hemos considerado “extranjero” a un boliviano, a un peruano, a un uruguayo o a los latinoamericanos en general.

¿Cómo considerar extranjero a un boliviano si el primer Presidente de nuestro territorio fue Cornelio Saavedra, nacido en Potosí, titular de la Primera Junta en 1810?

¿Cómo considerar extranjero a un peruano, si Ignacio Álvarez Thomas, nacido en Arequipa, fue Director Supremo de las Provincias Unidas del Rio de la Plata, cargo equivalente a Presidente de la Nación?

¿Cómo considerar extranjero a un paraguayo, si fue Asunción la fundadora de Buenos Aires?

¿Cómo despreciar a los inmigrantes si históricamente muchos argentinos han debido emigrar por motivos políticos, laborales y de otra índole?

¿No fue José de San Martín el Libertador de Sudamérica?

En nuestra declaración del año 2007 sobre la urbanización de los barrios obreros habíamos señalado que: “Valoramos la cultura que se da en la villa, surgida del encuentro de los valores más nobles y propios del interior del país o de los países vecinos, con la realidad urbana. La cultura villera no es otra cosa que la rica cultura popular de nuestros pueblos latinoamericanos. Es el cristianismo popular que nace de la primera evangelización; el pueblo siempre lo vivió como propio, con autonomía, y siempre desde su vida de cada día. Es un cristianismo no eclesiástico, ni tampoco secularista, sino con auténticos valores evangélicos”.

Ya señalábamos el aporte de los migrantes. Ellos no se llevan nada. Llegan con sus manos llenas de experiencias, vivencias, historias y culturas que no hacen más que enriquecernos como personas y como sociedad. Incluso los jóvenes que vienen a estudiar nos aportan también sus conocimientos y mantienen nuestra amistad e influencia social y cultural. Los migrantes aportan una fuerza económica insustituible y dignificadora: el trabajo. La construcción de nuestras casas, la ropa que usamos, las frutas y verduras que consumimos, incluso el cuidado de nuestros enfermos y de nuestros mayores… todo está relacionado al trabajo de inmigrantes que nos ofrecen su cuidado y dedicación.

Que la Virgen de Guadalupe, patrona de toda América, nos enseñe el camino de la inclusión y la hospitalidad. Que no sea el miedo el que nos conduzca, sino el amor a todas las personas que pisan nuestro suelo argentino.

Fuente: Arg21 Noticias

Razones para Estrechar Lazos entre Organizaciones Jesuitas e Incidencia Pública

La Directora de la ONG jesuita Entreculturas de España, reflexiona sobre la importancia de la incidencia pública y enumera una serie de motivos para que las organizaciones jesuitas perseveren en su tarea y busquen el modo de ejercer una mayor influencia dentro de las sociedades en las que están inmersas.

Por Valeria Méndez de Vigo

En efecto, estos cambios en la ciudadanía alrededor del mundo ocurren a través de la incidencia pública que puede definirse, en líneas generales, como un proceso destinado a lograr cambios en las actitudes, prácticas, políticas públicas y leyes de individuos influyentes, grupos e instituciones. Su propósito es cambiar la manera en que el poder, los recursos y las ideas son creadas, ejercidas y distribuidas para que las personas y las organizaciones tengan oportunidades reales de tener el control sobre las decisiones que las afectan.

La incidencia pública se lleva a cabo a través de la investigación y el análisis, la sensibilización, la comunicación, el trabajo en red con organizaciones y grupos, la movilización de la ciudadanía y las relaciones con los encargados de tomar decisiones.

La incidencia pública ignaciana se define por sus elementos clave: es cualificada, es decir apoyada por estudio e investigación; relacional, enfocada en la gente, no solo en temas, avanzando a manera de encuentros. Aquí van algunos motivos por los que esta debería expandirse y aumentar su grado de influencia:

  1.  La incidencia pública es vital a la hora de cambiar actitudes, valores, mentalidades y políticas públicas en favor de la justicia. Porque además de acompañar a las personas y a los grupos, las organizaciones con un proyecto de transformación social (como las organizaciones jesuitas) tienen que contribuir al cambio de las estructuras sociales y políticas. De hecho, tienen la responsabilidad de hacerlo.
  2.  La incidencia pública se conecta con la voz y los derechos —tan a menudo silenciados, tan a menudo violados— de las personas y los grupos excluidos, pues implica la defensa de sus derechos e intereses y la apertura de espacios en el dominio público.
  3.  La incidencia pública fortalece la democracia y la gobernanza al fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones. La movilización de la comunidad educativa de más de 10 millones de personas en 100 países a favor del derecho a una educación de calidad para todos, promovida por la Campaña Global por la Educación —en la que participan activamente muchas organizaciones jesuitas— ha llevado, entre otras cosas, a la eliminación de los costos de inscripción y a la gratuidad en la enseñanza en varios países.
  4. Permite que ciertos asuntos se incluyan en la agenda política. La lucha en contra del cambio climático es un claro ejemplo de la acción concertada por numerosas organizaciones y movimientos sociales que han contribuido decisivamente para que sea considerado como un tema global y para situarlo en un lugar relevante en la agenda política internacional.
  5. Tenemos que generar ideas y propuestas alternativas. En tiempos de la pos-verdad, en los que lo aparentemente importante es que las emociones afloren es más significativo que nunca proveer datos, información veraz, argumentos, razonamiento. Los lazos entre las organizaciones sociales jesuitas y las universidades podrían fortalecer este propósito.
  6. La incidencia pública ayuda a leer y entender la realidad a través del análisis, la investigación, los estudios y los informes, además del contacto directo de las personas con las que está conectada, y, en ese sentido, a que muchas organizaciones jesuitas mantengan la relevancia de ciertos asuntos.
  7. La incidencia pública es relevante para fortalecer el discurso y las narrativas de las organizaciones sociales en asuntos relacionados con el desarrollo, las causas, las conexiones y las propuestas de solución.

La incidencia pública requiere perseverancia —los cambios toman tiempo— porque en ocasiones hay reveses. Requiere incluso sobreponerse a la poca importancia que en la práctica le es dada a nuestras organizaciones. Aun así, con estas razones y muchas otras que pueden ser imaginadas, ¿puede alguien dudar que la incidencia pública sea una de las mejores cosas que pueden llevarse a cabo en favor de las personas marginadas?

Tomado y Adaptado de CPAL SJ

Arturo Sosa SJ: «Sin la Mujer no hay Iglesia»

El Padre General de los Jesuitas, Arturo Sosa SJ, estuvo presente en el encuentro “Voices of Faith”, en Roma, organizado por la Academia de Ciencias en el Día de la Mujer. Allí, habló de la mayor vulnerabilidad de las mujeres frente a los múltiples conflictos que enfrenta el mundo de hoy, y al mismo tiempo reconoció el papel fundamental que muchas realizan para el sostenimiento de la Iglesia y sus obras.

Por Jesús Bastante

«Los muros son inhumanos. Cualquier intento por cerrarse es inútil, existen tantos agujeros en cualquier muro». El prepósito general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa Abascal, advirtió que la iniciativa de Trump «sólo crea más tensión» con México y con el resto del mundo.

En declaraciones a los medios tras participar en una conferencia sobre el papel de la mujer en la construcción de la paz, el jesuita venezolano insistió en que el muro «va contra los valores de los estadunidenses y de los cristianos».

«Identificar al islam con el terrorismo es una locura», criticó Sosa. A su vez, advirtió del «avance de los populismos», que esconden «peligros muy grandes» y el gran riesgo de «volver a los regímenes autoritarios, dictatoriales».

Durante su intervención en «Voices of Faith», encuentro organizado por la Academia de las Ciencias en el Día de la Mujer, el general de los jesuitas recordó que la mayor parte de los desplazados que se encuentran en la frontera entre Venezuela y Colombia son mujeres y niños.

Asimismo, denunció que las mujeres son «más vulnerables ante la violencia», y advirtió del riesgo de que puedan caer en la explotación laboral o sexual. «Ante el drama global de las migraciones, no puede no subrayar en modo suficiente la necesidad de colaboración entre las mujeres y los hombres: sólo juntos podemos obtener lo que parece imposible: una humanidad reconciliada y paz entre los hermanos y hermanas», apuntó.

Además, el líder de la Compañía de Jesús reconoció que aún no ha llegado a la Iglesia la igualdad de participación de las mujeres. Para Sosa, la inclusión de las mujeres en la Iglesia podría traer consigo un modo creativo para promover los cambios que tanto se necesitan, puede cambiar la imagen, el concepto y la estructura de la Iglesia, empujándola a ser cada vez más pueblo de Dios.

«El Papa Francisco está dando a las voces de las mujeres más posibilidades de ser escuchadas. En este esfuerzo contra el clericalismo, el elitismo y el sexismo que están conectados; el Papa busca abrir la Iglesia a voces fuera del Vaticano. Lo opuesto del clericalismo es la colaboración», estableció.

Consultado sobre si ve un papel de mayor responsabilidad de la mujer en la Iglesia, por ejemplo en el diaconado femenino, el padre Sosa subrayó que la institución de parte del Papa de una expresa comisión de estudio es «una señal clara de apertura a nuevas posibilidades».

«Yo debo decir de la experiencia que tengo de la Iglesia latinoamericana sobre todo -afirmó- que sin la mujer no hay Iglesia». «En este momento las mujeres son el soporte más estable de la Iglesia y la Iglesia tiene la vitalidad que puede tener porque las mujeres están muy involucradas, realmente están mucho más empeñadas, en muchos niveles. Y en papeles de responsabilidad: en las comunidades de base, por ejemplo, las mujeres tienen toda la responsabilidad».

«Me parece que este papel será todavía más en el futuro si realmente el proceso de justicia hacia la mujer y hacia las mujeres progresa», aunque «hay que buscar modos distintos». «Porque no es lo único si la mujer es ordenada o no es ordenada: este es un punto que hay que discutir. Pero hay otros, me parece que el cambio de la Iglesia, que impulsa tan fuertemente el Papa Francisco, es para buscar cambiar esta estructura hacia una situación en que la responsabilidad sea mucho más compartida», concluyó.

Fuente: Religión Digital

Amazonía: Jóvenes Reforestadores en Acción para Preservar el Medio Ambiente

Un grupo de jóvenes que se compromete con el cuidado y preservación de la casa común desde el lugar en que viven y frente a eventos que afectan su vida y la de sus comunidades. Te invitamos a leer este ejemplo de gente que toma un compromiso real, desde acciones concretas con el “cuidado de la casa común”. Pertenecen a seis comunidades del municipio de Riberalta, Beni, se unieron ante la necesidad y preocupación de contribuir a recuperar la Amazonía boliviana de los desastres ambientales.

 Por Carmen Julia Lujan y Jorge Luis Meruvia

Bajo el nombre de “Reforestadores”, un grupo de entusiastas jóvenes de la Amazonía Norte de Bolivia decidió trabajar por cuenta propia para encarar el desafío de proteger y recuperar los bosques que los acogen. Esto ante los distintos eventos climáticos que afectan a la región amazónica.

 El nombre proviene del equipo de fútbol que conformaron para practicar deporte, pero después de sufrir los efectos de tres incendios forestales producidos por la ganadería, que tras su paso dejó suelos inservibles y cultivos reducidos a la nada, el grupo de jóvenes no perdió la motivación de ver sus parcelas nuevamente con vida y productivas. Entonces comenzaron a recuperar los suelos degradados.

 Luego de tres años de trabajo, la iniciativa que comenzó con 10 reforestadores, ahora agrupa a 58 miembros entre jóvenes, hombres y mujeres, entre 14 y 31 años de edad. Pertenecen a seis comunidades del municipio de Riberalta, Beni, se unieron ante la necesidad y preocupación de contribuir a recuperar la Amazonía boliviana de los desastres ambientales.

Todos tienen una meta en común, conservar su bosque y tener en sus parcelas sistemas agroforestales diversificados.

 Las acciones que llevan adelante cuentan con el apoyo del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA Norte Amazónico) mediante el acompañamiento de la ingeniera forestal Heidy Teco, quien ha visto cómo los jóvenes reforestadores impulsan con su trabajo a otros miembros, de otras comunidades, en pro de expandir esta labor de cuidado y valoración del medio ambiente. Ver vídeo

“Han tenido la oportunidad de visitar a otros jóvenes y están viendo la alternativa de poder coordinar con municipios e ir haciendo un trabajo en conjunto y en busca de intercambio de experiencias. Necesitan la mirada y atención, que se los tomen en cuenta para que se encaminen y sigan trabajando en alternativas viables a futuro”, aseguró Teco.

 Por su parte, Erling Humaday, presidente de los Jóvenes Reforestadores, asegura que no fue fácil iniciar con este trabajo, pues para poder crecer necesitaron tocar varias puertas. Después de intentar en varios lugares, el Organismo No Gubernamental UNITAS los apoyó económicamente para fortalecer otra de sus actividades productivas, la apicultura, con el fin de implementar apiarios (colmenas de abejas) en cada comunidad.

Esta colaboración motivó aún más a los Jóvenes Reforestadores ya que vieron que sus propuestas eran escuchadas y valoradas.

 Agencia de Noticias Fides

Vivir la Espiritualidad en los Días Actuales

Pedro Trigo es teólogo jesuita español, naturalizado venezolano y uno de los coordinadores del Centro Gumilla. En la entrevista que compartimos a continuación, habla sobre el modo de ser cristiano y lo que esto exige para marcar la diferencia en el mundo actual.

¿Qué es la urgencia de lo esencial?

 Es importante, primero, observar que, para los cristianos, lo esencial no es lo estático, aquello que es siempre igual a sí mismo. Para los cristianos, a diferencia de los griegos, lo que tiene más realidad no es la sustancia, sino el actuar. Dios dice que es el acto puro. El Dios cristiano es relación, o sea, para nosotros la relación es lo que tiene más realidad. La relación hace la diferencia, para que el padre sea padre, el hijo sea hijo y se mantenga la unidad. Entonces, para nosotros, lo esencial siempre tiene que tener ese elemento dinámico y relacional. Por eso lo esencial no puede ser dicho de una vez y para siempre, tiene que ser dicho nuevamente, en cada situación, porque si no es dicho en la situación, es una ortodoxia que resulta insignificante.

 ‘¿Qué está diciendo ese señor? ¿Una cosa arcaica que no tiene nada que ver con lo que estamos viviendo?’. Es muy arriesgado decir lo que es lo esencial en cada situación. Yo parto de la novedad del [Concilio] Vaticano II y estamos en los 50 años de su realización. Para mí, lo más esencial que necesita ser dicho es que, en relación con el Cristianismo, en el cual nací, la institución eclesiástica decía que era necesario salvarse del mundo, que el mundo moderno estaba perdido, y que había que hacer una institucionalización paralela, sindicatos cristianos, por ejemplo, había un cine para cristianos, un bar para cristianos. El primer concilio pleno latinoamericano, además de decir esto, dijo también, por ejemplo, que una mujer que va dar a luz tiene que ser atendida siempre y solamente por una partera que sea cristiana. Esto es totalmente increíble, ¿no?

 Al respeto, ¿qué dijo el Concilio? Dijo que si yo, para encontrar Dios me aparto del mundo, me cruzo con la dirección de Dios que va hacia o entra en el mundo. Si lo fundamental del Dios cristiano es la encarnación, ¿cómo voy a salir del mundo? Estoy haciendo lo contrario que hace Dios. Entonces, ¿qué es lo más fundamental de todo? Encarnarme en la situación que tengo que vivir. Podríamos decir ‘no, como Jesús era hijo de Dios, él tuvo que ser un ser humano, pero, si usted es un ser humano, ¿no tiene que encarnar?’ Sí, porque en la encarnación de Jesús se hizo no sólo un ser humano, sino también nuestro hermano. Entonces, ¿qué se me pide? Que no sea uno entre tantos de una especie, de una cultura, de una clase social, de un país, sino que sea un hermano de todos.

 Jesús encarnó a partir de abajo, nació pobre, vivió pobre y murió como había nacido. (…)

 Para los cristianos, los pobres son el único lugar de universalidad real. Esto es lo más elemental de todo, pero lo que parece es que lo más elemental es lo menos practicado. No es esto lo que se acostumbra escuchar en las misas, ni en las disertaciones de teólogos. Lo que se acostumbra definir por algo más específico -yo soy jesuita y me defino como jesuita, o soy cristiano y me defino como cristiano, o soy empresario y me defino como empresario, o soy de este partido y me defino como de este partido. O soy yo y me defino por mí y todo lo demás viene después, lo que importa soy yo, y las personas con quien quiero relacionarme, mientras quiero relacionarme.

 En todos esos casos, no ocurre la encarnación como la entiende el Cristianismo, como la practicó Jesús. Quiere decir que yo, si me identifico como la institución eclesiástica, no soy cristiano. Jesús no fue de la institución eclesiástica. Entonces, ¿qué significa esto? Que tengo que identificarme como un ser humano y que ser cristiano es una especificación de ser un ser humano. Si no es una especificación del ser humano, o incluso un medio para ser más humano, entonces esa encarnación ya no será solidaria.

 Para Trigo, la encarnación cristiana solidaria tiene que hacerse a partir de abajo, porque solamente desde abajo se puede llegar a todos. «Los pobres son elúnico lugar de universalidad real”.

 Esta época en que vivimos podría ser la primera época mundial de la historia, pero no lo es, porque aunque su ámbito sea mundial y todos podamos ver a todos, aunque todos podamos ver lo que pasa en cualquier lugar del mundo, en tiempo real, sin embargo, no todos somos sujetos, sólo algunos pocos. ¿Cuál es la prueba más clara de esto? Que las mercaderías son llevadas a todos los lugares libremente, que los capitales no tienen ninguna frontera, que los gerentes, los grandes empresarios o los grandes financistas no tienen ninguna frontera, pero, para la gente de abajo las fronteras son absolutamente drásticas. Cada vez más, están colocando muros y, si las cosas no cambian sustancialmente, dentro de poco tiempo, veremos al asesinato masivo de cientos de miles de personas, porque ya no hay otro modo de contener esto. Si no las reconozco como personas, si no ayudo a desarrollar los lugares de origen, en vez de empobrecerlos, no hay remedio.

 La falta de consideración de que todos somos seres humanos, de que todos somos hermanos, está llevándonos a ver que ya es imposible vivir así. O esto cambia, o se vuelve cada vez más inviable. Esto que podría parecer algo muy elemental no lo es.

 La fraternidad es una magnitud absolutamente trascendente. Los seres humanos, en los mejores momentos, por ejemplo, en el momento de los estoicos, llegaron a decir: ‘yo soy un cosmopolita’, o sea, no soy un ciudadano de Atenas o de Tebas, sino del cosmos y de todo el mundo. Esto fue una cosa maravillosa y totalmente inasimilable para el orden establecido. Lo mismo hicieron Kant y otros [filósofos] y volvieron a hablar de cosmopolitismo, diciendo que, de alguna manera, la paz tenía que ver con esto y sobre cómo nos definimos como seres humanos.

 Encarnarse como hermano en este mundo es ser cristiano. Ser cristiano no es algo fundamentalmente religioso, no es hacer prácticas religiosas, no. Es, como hijo de Dios, vivir como hermano de todos a partir de abajo. Esto es lo esencial.

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¿Cómo vivir hoy la espiritualidad ante la intolerancia religiosa?

 Mi percepción es que, si nosotros no tenemos más densidad humana que las corporaciones mundiales, tenemos que resignarnos a lo que ellas nos dicen. La propuesta es que tenemos que fortificar al sujeto, de tal manera que me pueda afectar lo que hacen, pero no me influencian en absoluto, porque mi vida nace de mí.

 ¿Cómo se hace esto en forma cristiana? No se hace ensimismándonos. Cristianamente, esto sólo se hace a través de las relaciones, poniéndome en las manos de Dios, sabiendo que el amor es el origen de la vida y, por lo tanto, nada puede separarme de la vida, porque nada puede separarme del amor. Podrán, en todo caso, matar, pero no van a separarme del amor.

 ¿En qué se manifiesta esa confianza de fondo? En lo que me dedico a ser, fraternidad a partir de los de abajo. Cuando actúo densamente, en ambas dimensiones, libero mi libertad y esa libertad liberada se aplica en la capacidad de hacer fraternida

¿Cuál es la prueba de que hay confraternidad a partir de abajo y que incluyo a mis enemigos? La señal de que es la verdadera fraternidad, como humanos, es que inmediatamente desde abajo incluyo a mis enemigos. Por ejemplo, en Venezuela, ¿qué dije todos estos años? Si uno es antichavista, no es cristiano si uno no pide, con toda sinceridad, con toda el alma a Dios, cada día, que Chávez acierte. Si uno es chavista, no es cristiano si uno no pide, con toda sinceridad, que los no chavistas acierten. Esto es un test y no significa que me haga bien o mal, no tiene que ver con sentir, tiene que ver con querer, con lo que sale de lo más profundo de mí. Yo quiero su bien, aunque usted me considere su enemigo.

Esta perspectiva es la única que puede salvarnos, porque esas diferencias se hacen absolutas y no puede ser. En el caso de Chávez, por poco marxista que fuese, tendría que reconocer que la política es una superestructura. Y una superestructura no puede definir mi vida, esto sería totalmente irracional. Hay cosas mucho más profundas que ésta, no puedo definirme por eso. Para poder pensar, tengo que tomar decisiones más profundas, si no, como me identifico con esto, no puedo pensar. En todo caso, puedo pensar ideológicamente como una declaración de principios, pero no como una realidad actuante en mi vida. La espiritualidad es vivida a través de las relaciones, poniéndonos en las manos de Dios, sabiendo que el amor es el origen de la vida.

 Sobre la historia de la evangelización en América Latina, ¿cuál es su herencia hoy?

 América Latina nace con una contradicción constituida. La contradicción es que yo te bautizo y tú eres mi hermano, pero saliendo del templo yo soy el señor y tú eres el siervo. Los mejores momentos de la historia de América Latina son los que quisieron superar esta contradicción, de manera que pensemos la fraternidad por sobre la opresión.

 Escribí un largo artículo con la lectura de la historia de América Latina, que dice que los momentos que decimos que son buenos son aquellos en los que triunfó la fraternidad sobre la opresión del hombre por el hombre. Los mejores evangelizadores se pusieron a favor de los indígenas y en contra de los que habían llegado. Y los indígenas captaron esa contradicción.

Fuente: CPAL Social

Los Rostros de la Deportación

Un documental que le pone rostro a una de las problemáticas sociales de las que más se ha estado hablando en el último tiempo.

De los 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, el gobierno federal ha prometido enfocarse en la deportación de un grupo prioritario. En su primera semana como presidente, Donald Trump ya ha implementado nuevas y agresivas acciones ejecutivas migratorias. Ya sea por haber llegado recientemente, por tener un historial delictivo o por cumplir alguna otra categoría de prioridad, el futuro de muchos de estos inmigrantes indocumentados es incierto.

Univision Noticias utilizó un equipo de cámaras de última generación —con capacidad de grabar en 360 grados— para capturar en realidad virtual las historias de siete inmigrantes. El resultado es ‘En peligro de deportación’, una serie documental que le permite a los usuarios ponerse en los zapatos de algunos de los indocumentados con cinco de los casos en mayor peligro de deportación durante la administración de Donald Trump.

El primer video de ‘En Peligro de Deportación’ es una compilación de cinco historias sobre casos de inmigrantes indocumentados que estarían en mayor riesgo de deportación bajo las políticas de Trump.

Fuente: CPAL Social

 

Rodrigo Zarazaga SJ sobre la Situación Socioeconómica en Argentina

El jesuita Rodrigo Zarazaga, director del CIAS, se dedica a estudiar y formar a otros en un ejercicio de la política comprometido con la realidad social y con las personas. En esta entrevista, analiza las políticas argentinas respecto de la pobreza y las carencias que atraviesa gran parte de la población.

 Mariano De Vedia

Una imagen de la Villa 21 ocupa la pared central en la oficina del sacerdote jesuita Rodrigo Zarazaga, en el Colegio Del Salvador. En la orden religiosa que le dio al mundo el primer papa argentino, Zarazaga dirige el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) y concentra sus energías en la Escuela de Liderazgo Político, donde busca que los futuros dirigentes conjuguen su vocación política con una inserción profunda en el campo social.

 ¿Es posible salir de la pobreza?

-Sí, es posible. La pobreza es un problema muy grande, muy grave, pero es limitado, no es infinito. Es posible, pero no lo venimos haciendo bien.

¿Y cómo se lo puede lograr?

-Cuando llegó la democracia, en 1983, se eligió la política de transferencia de ingresos para lidiar con la pobreza. Y nunca pasamos a soluciones más estructurales. Hoy, con un tercio o más de pobres hay que ir a lo estructural. Necesitamos una apuesta mayor y eso exige coraje. La transferencia de ingresos es más rápida, más fácil, paliás la urgencia y solucionás lo electoral. No hay incentivos para atacar el fondo.

¿La emergencia social aprobada en el Senado es una solución?

-Es algo más político que social, no veo que atienda las causas estructurales. Puede ser una victoria de la oposición, ¿pero porque la declaremos, los pobres van a estar mejor? No es una solución. Podemos discutir si es necesario como paliativo. Pero a mí me interesa más cómo invertir en bienes y servicios públicos de calidad en las áreas de concentración de pobreza. Cuando Alemania Occidental se hizo cargo de Alemania Oriental pusieron un impuesto de solidaridad.

 ¿El Papa apoya la iniciativa?

-Francisco marca los límites del capitalismo para incorporar a la gente. En el capitalismo no está solucionado el piso de igualdad, deja afuera a un porcentaje de la población, lo que Francisco llama la cultura del descarte. La inversión estructural puede dar ese piso de arranque.

¿Cómo se tiene que abordar el problema estructural?

-Hay dos condiciones necesarias pero no suficientes: educación y salud. El 40% de la pobreza del país se concentra en el conurbano. Allí hay más de 60 hospitales y en condiciones debe haber cuatro. En los municipios del conurbano la coparticipación se define por las camas ocupadas en los hospitales y los intendentes tienen más incentivos a tener más camas ocupadas que a tener prevención. Muchos jóvenes terminaron el secundario y no trabajan. No encuentran el salto al primer empleo. Es un salto abismal y hay que achicar esa brecha con capacitación.

¿No se lo hace porque no tiene rédito inmediato?

La política tiende a transferir ingresos para asegurar la gobernabilidad y relega otras cosas prioritarias.

 ¿Se puede cambiar el esquema?

-Si cortás la transferencia de ingresos hoy es una locura. Hay gente que va a sufrir hambre. La pregunta es cómo nos hemos convertido en una sociedad de planes. La Argentina no puede ser una sociedad de planes. La política tiene que lidiar con la urgencia, con presupuestos limitados y asegurarse la gobernabilidad, sobre todo cuando no es peronista. Así, redobla la apuesta a la transferencia de ingresos y el resto se posterga.

¿Y cómo salimos, entonces?

-En algún momento, alguien con coraje tiene que empezar a revertlrlo.

¿Hay sectores que están cómodos en esta sociedad de planes?

-Creo que no. Dicen que el pobre se acostumbra a vivir de planes, pero en general ese plan es un suplemento. A la par, cartonea, o trabaja en la construcción en negro. Si pudiera elegir, preferiría un sueldo digno.

 ¿Qué pasos se pueden dar para superar la lógica de la transferencia de ingresos?

-Una transferencia masiva de infraestructura, una política de shock en obras. Un especialista en reforma tributaria podría definir cuánto puede venir de impuesto a la riqueza y cuánto de endeudamiento. Tiene que ser un número muy grande y eso exige liderazgo.

 ¿El Gobierno avanza hacia la inversión en infraestructura?

-Dicen que sí. Por ahora lo que uno ve es que aumentan la transferencia de ingresos. Se discute por un bono de $ 2000? ¿y en marzo, qué?. No se sale de esa lógica.

 ¿Hay condiciones para la creación de empleo genuino?

-Es un problema en el mundo, no sólo en la Argentina. No me resigno a que no sea posible. Todos hablan del 32% de la pobreza y hay otro dato inquietante del Indec: el 6% de indigencia. Son dos millones de personas con dificultades para comer.

 ¿Hay alguna fórmula para enfrentar la indigencia?

-La presencia del Estado en villas y asentamientos debe incrementarse. Tenemos en el imaginario las villas de la Capital, donde está el club, la capilla, el cura, la organización. Pero en las villas del conurbano muchas veces no hay nada. El verdadero líder político rompe con lo obvio. Lo obvio sería: año electoral, transferencia de ingresos inmediata, la gente lo siente en el bolsillo, consume y te vota. La gente se da cuenta cuando el hijo va a un colegio, termina y no sabe leer, o cuando va al hospital y debe esperar tres horas y cuidar que no se le caiga el techo en la cabeza. Si un gobierno invierte en infraestructura, le va a rendir incluso electoralmente.

 Fuente: lanacion.com.ar

Radio Popular Centroamericana cumple 60 años

Radio Progreso, la principal experiencia de radio alternativa popular en Honduras, cumplió 60 años. Compartimos aquí en que consistió su festejo y algo de su historia.

 “Radio Progreso” llega esta semana a sus 60 años acompañando al pueblo hondureño en todas sus luchas. Seis décadas de compartir junto a los hondureños y hondureñas sus alegrías, tristezas y grandes conquistas.

 Radio Progreso ha mantenido su compromiso con los pobres y puede considerarse la principal experiencia de radio alternativa popular en Honduras.

 Las actividades para celebrar los sesenta años iniciaron el sábado 10 de diciembre y se extendieron hasta el sábado 17. Entre las propuestas planificadas para los distintos días estuvieron contempladas los públicos que escuchan la radio, por lo que el domingo fue dedicado a trabajar con los niños.

Al mismo tiempo, se desarrollaron tres foros. Uno sobre Derechos Humanos, que contó con invitados Internacionales. Otro sobre la temática de las Migraciones, que contó con la colaboración del Servicio Jesuita a Migrantes para su organización; y un tercer foro sobre “Medios de Comunicación y Desafíos de la Libertad de Expresión”

 La jornada del sábado 17 de diciembre estuvo llena de muchas actividades, que culminaron con una misa que acompañada por las comunidades y gente que desde hace 60 años acompaña Radio Progreso para darle gracias a Dios de la Vida

 La Historia de la Radio Popular

 Radio Progreso nació en 1956 en Santa Rita, Yoro, bajo las siglas HRPL, con una cobertura aproximada de 1 kilómetro y bajo la administración de un partido político tradicional de Honduras.

 En el año 1961 se constituye la sociedad “Estación Radial Progreseña”,  que sale al aire con el nombre de Radio Progreso. Se planteaban contribuir con el adelanto y la superación de los diferentes valores cívicos, morales y cristianos del pueblo progreseño.

 Fue hasta el año 1968 cuando la Compañía de Jesús adquirió la frecuencia para evangelizar y educar a la población de la zona norte del país.

 En el año de 1975, la frecuencia fue traspasada en forma definitiva a la Iglesia Católica, a través de la Institución Educacional Yoreña. Cambia la programación y se inicia el proyecto de radio popular.

El 13 de marzo de 1979, el gobierno dirigido por los militares ordenara su cierre. Se le acusa de incitar al rechazo de los proyectos del gobierno de Oswaldo López Arellano.

 Las organizaciones sindicales, campesinas, magisteriales, profesionales, el pueblo hondureño en conjunto con organismos internacionales, protestaron por la medida.

 Luego de largos trámites, Radio Progreso funciona nuevamente el 21 de mayo 1979. Pero con menos potencia, fue cancelada la autorización para transmitir en onda corta y su programación quedó mutilada y bajo vigilancia. Tuvo que cambiar su estilo de programación, pero continuó siendo “La Voz de los Sin Voz”.

 En el año 2002 y ante la necesidad de avanzar a las nuevas tecnologías y presentar a la población mejor calidad en las producciones nace Alegría FM, misma que meses después se fusionaría con Radio Progreso para funcionar en la frecuencia 103.3 FM.

 En 2009 ocurrió algo que no se esperaba en pleno siglo XXI, un golpe de Estado. Radio Progreso siguió su compromiso con el pueblo y denunció este hecho criminal, por esto fue cerrada por militares el 28 de junio, día del golpe. Desde entonces, el equipo que sostiene la voz de Radio Progreso ha sufrido constantes amenazas a su ejercicio por la libertad de expresión.

 Fuente: CPAL Social

Entreculturas Pone en Marcha una Escuela Online de Voluntariado

Con el objetivo de brindar recursos para quienes quieran ponerse al servicio de la fe y la Justicia en cualquier parte del mundo, la Fundación Entre Culturas lanza una novedosa propuesta de formación.

La Fundación Entreculturas ha puesto en marcha una Escuela Online de Voluntariado desarrollada junto con la startup madrileña Inserver como parte de sus proyectos de RSE.

La Escuela Online de Entreculturas, es un espacio de formación para el desarrollo y el cambio social. Nace por la necesidad de generar y difundir un análisis crítico sobre las dinámicas y realidades sociales del mundo que nos rodea desde el campo de la ciudadanía, el desarrollo y el cambio social.

La Escuela online de Entreculturas no solamente es un espacio de e-learning tradicional sino que pretende ser un espacio de Encuentro y Lugar Común referente en la formación para el Desarrollo y el Cambio Social en el sector de la cooperación Internacional.

En palabras de Sonia Fernández Holguín, Coordinadora de Personas y Equipos de Entreculturas, “esta Escuela online pretende ser una herramienta que contribuya a la generación de ciudadanía global. La formación que promovemos en este espacio virtual, tiene que ver con el desarrollo humano y social, la ciudadanía global y su participación, la solidaridad, la cooperación y la justicia social”.

El objetivo del proyecto para Inserver, “es que nuestros conocimientos en eLearning puedan ayudar a organizaciones tan importantes como Entreculturas a seguir desarrollando sus proyectos, a crecer y a ayudar a la sociedad a través, en este caso de un programa formativo diseñado para los voluntarios”, señala Felipe Casajús, CEO de Inserver

Fuente: Info SJ

Jesuitas en Latinoamérica y Pueblos Afro-latinoamericanos

El Sector Social de la Conferencia de Provinciales de América Latina ha generado un grupo dedicado a trabajar la dimensión Fe y Justicia enfocándose en la situación de los pueblos Afro-latinoamericanos, su cultura y su interacción con el resto de los grupos étnicos que forman parte de nuestro diverso continente.

Un grupo convocado por el sector social de la CPAL, realizó su primera reunión presencial en la tierra de San Pedro Claver, para reflexionar y ofrecer luces en su misión con las comunidades afro en América Latina y el Caribe.

Entre el 5 y el 8 de diciembre se reunió en Cartagena, Colombia un grupo de jesuitas y colaboradoras laicas para compartir y reflexionar sobre la misión de la Compañía de Jesús con las comunidades afros en América Latina y el Caribe. Estaban presentes: Osvaldo Concepción, SJ de la República Dominicana, Clovis Cabral, SJ. y la profesora Adevenir Pinheiro del Brasil (Unicap/Recife y Unisinos/Sao Leopoldo), Alvaro Gutierrez, Jefferson Chaverra, Jorge Camacho y Jesús Diaz, jesuitas colombianos, Carmen Jaramillo colaboradora de la Misión de San Pedro Claver en Cartagena y Roberto Jaramillo SJ, delegado Social de la CPAL.

Este grupo, convocado por el sector social de la CPAL desde comienzos del año 2016, ha venido trabajando de manera virtual y ahora realizó su primera reunión presencial en la tierra de San Pedro Claver quien es una inspiración, guía y luz del evangelio en su labor. Su tarea es reflexionar y ofrecer luces para mejor servir a la Fe y promover la Justicia en /con / por las poblaciones AFRO de nuestro continente Latinoamericano y Caribeño. Animan y guían esta iniciativa principalmente tres de las prioridades del Proyecto Apostólico Común de la CPAL: cercanía y compromiso con nuestras poblaciones marginadas, diálogo entre fe y cultura, y la integración latinoamericana.

Después de poner en común la situación de nuestros trabajos particulares se identificaron problemáticas y desafíos comunes que constituyen los seis grandes núcleos de reflexión que se ofrecieron como posibles “entradas” a nuestro trabajo de reflexivo sobre el servicio de la fe, la promoción de la justicia (misión SJ) y los pueblos afroamericanos y afrocaribeños:

  1.  lucha por los territorios
  2.  Identidad – procesos de afirmación y culturas
  3.  teología, identidades, celebración del decenio internacional de los afro-descendientes
  4.  racismo estructural
  5.  emprenderismo afro
  6.  Teología, pastoral y espiritualidad afroamericana y afrocaribeña

Tareas concretas del nuestro grupo en próximo año

  • Dedicar las dos primeras reuniones del año (febrero y abril) a escuchar y conversar con los compañeros de Haití sobre la situación de su país, la misión y desafíos de la Compañía y las formas posibles de ser solidarios con ellos.
  • Comenzar un trabajo de recolección de la historia presente y pasada de nuestro servicio en comunidades afroamericanas y afrocaribeñas.
  • Constituir un grupo de comunicación virtual para compartir noticias, experiencias, materiales, e información sobre aliados actuales y alianzas posibles.
  • Realizar un inventario de posibles experiencias apostólicas y de voluntariado en comunidades afroamericanas y afrocaribeñas en las que servimos.

A todos nuestros compañeros y compañeras que trabajan en américa latina y el caribe en, con y por las comunidades AFRO les enviamos nuestro abrazo fraterno de colaboradores en la misión, y los invitamos a participar con nosotros en estas y otras iniciativas que puedan sugerir. A los superiores provinciales agradecemos la tarea que nos han encomendado como parte del Proyecto Apostólico Común de la CPAL, y reafirmamos nuestro deseo de contribuir a la misión común. Salve, Axé, Bantú.

Fuente: CPAL Social