¿La Universidad es Lugar para la Espiritualidad?

Esta era la pregunta que nos convocaba recientemente para desarrollar en el XII Congreso Internacional de Filosofía Intercultural: Formación, espiritualidad y universidad. La cuestión se inserta en una búsqueda mayor. ¿Es posible una reformulación intercultural de la formación universitaria? ¿Es posible avanzar hacia una educación postsecular?

 La aspiración de una “formación integral”

En primer lugar, me gustaría enfrentar una posible respuesta que en términos actuales suele plantearse a esta pregunta desde universidades sostenidas desde el ámbito católico. Esta respuesta nos puede ayudar a realizar un entendimiento radical de la cuestión, no puramente externo o aditivo del problema de fondo.

Lo primero que hay que decir que las universidades promovidas por la Iglesia, aspirarían a ofrecer una formación integral. La misma aspiración ya estaría partiendo de un diagnóstico previo, que creo podemos fácilmente compartir más allá del propio ámbito de la Iglesia por otras visiones no religiosas. Y es que la formación universitaria que en general se ofrece en la actualidad, no aspira a una formación integral que responda también al cultivo de la dimensión espiritual de la persona.

Ello sería una cuestión privada y/o vinculada con las religiones o con las tradiciones de espiritualidad que tienen su ámbito de competencia fuera de la universidad. La formación científica y profesional es el ámbito propio y formal de la universidad moderna. Por ello, frente a esta dedicación decididamente secularizada de la universidad, habría que completarla con otro tipo de formación de corte espiritual y/o religioso optativo que trabaje en una formación complementaria del universitario para favorecer su desarrollo integral como persona.

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Para ello, en el ámbito católico, se ofertarían asignaturas específicas de carácter espiritual y teológico en línea con la espiritualidad cristiana y la reflexión académica sobre la fe cristiana. A su vez, se ofrecerían experiencias de profundización interior, fuera del ámbito reglado de formación curricularmente reconocido, que permitan la práctica de la espiritualidad cristiana. También experiencias de conocimiento y servicio en la realidad social más precaria o vulnerable para desarrollar la dimensión social de la espiritualidad cristiana. Se trataría con ello, en suma, de ofrecer formación intelectual, interior y social, como complemento al ámbito propio y general de la formación científica y profesional en la universidad.

 Pues bien, esta es la respuesta, en síntesis, que desde el ámbito de la formación universitaria católica podría ofrecerse al alumnado en el mejor de los casos. Señalo que “en el mejor de los casos”, porque no pocas veces estas otras dimensiones complementarias tienen carácter muy marginal en la oferta global de formación, o bien, sencillamente no se llegan a ofrecer. En este caso, las universidades del ámbito católico ofrecerían sobre todo una formación profesional orientada a las demandas del mercado de trabajo y las necesidades de sobrevivencia económica de estas instituciones, en un ámbito tan competitivo como el de la formación universitaria. Así, quedaría limitada a una oferta de algunas prácticas religiosas de carácter privado en los propios recintos universitarios. La “capilla” universitaria y la adopción de símbolos cristianos en la formulación icónica de la identidad universitaria sería el reducto de lo espiritual y religioso, quedando todo lo demás colonizado por el espíritu secular de la época.

 Límites de una “formación complementaria”

Pues bien, la señalada “formación complementaria”, puede ser una respuesta, a mi juicio, valiosa y necesaria de aportar en el estado actual de la formación universitaria. Sin embargo, corre el riesgo de confundir esta propuesta con la aspiración a desarrollar una “formación integral” auténtica. Con ello, se puede incurrir en el peligro de dar por buena la fractura existente entre el ámbito propio de la formación disciplinar y profesionalizante, y la “formación complementaria”. Esta “formación complementaria”, aun cuando es, como decíamos, pertinente y valiosa, se suele presentar como estructuralmente aditiva y externa a la “formación principal”. En este caso, se entiende que la formación principal sería neutra para la dimensión espiritual, por ello, se necesitaría la formación complementaria. Así, se daría por supuesto que la apropiación de la competencia científica en un campo universitario y la capacitación profesional para ejercer en un campo tecno-científico, de suyo, no tocarían la dimensión espiritual de la persona. Las ciencias y cualquier tecnología física o social serían neutras desde el punto de vista de la conformación de la espiritualidad del sujeto.

A su vez, se trataría de una formación complementaria que en su globalidad (la dimensión intelectual, interior y social antes apuntadas), sólo puede tener un carácter voluntario y para quienes “más se quieran afectar”. El mínimo necesario exigible estaría vinculado a la “formación principal”. Por ello, conformaría un “plus”, en el mejor de casos, que se puede desarrollar en algunos sujetos. Este reconocimiento de la fragmentación social con respecto a la relevancia pública de una tradición espiritual y religiosa como la cristiana, implica la asunción de una posición subordinada con respecto al ámbito hegemónico de definición de la “formación principal”. En este contexto, una “reconstrucción intercultural de la formación universitaria” se vería, de partida, imposibilitada al no situarse en un terreno común de diálogo con respecto a la tecnociencia moderna en su cultivo universitario.

Buscando otras correlaciones

Frente a esta forma histórica de responder a la pregunta por la presencia de la espiritualidad en la universidad en el contexto indicado, que daría por buena e ineludible el carácter no-espiritual de la formación universitaria general en su formulación actual, tendríamos que responder que es necesario un enfoque más radical del problema para un tratamiento más crítico y realista de la cuestión.

 Y ello por dos razones de fondo, que exigen un replanteamiento del problema. La primera, es que no podemos dar buena la escisión entre ciencia, profesión y espiritualidad, dado que el desarrollo de un campo científico implicaría ya de facto, una modulación de la espiritualidad de la persona. Igualmente, la adopción de un punto de vista profesional fruto de una perspectiva tecno-científica determinada, conlleva también una modulación espiritual concreta.

Y, en segundo lugar, la inquietud de fondo por ofrecer una formación integral a la persona del universitario, en la propia tradición universitaria de la Iglesia, tiene otras respuestas posibles y también pertinentes y necesarias para responder a las necesidades de formación. Me refiero en este momento a la formulación de un paradigma de formación integral, no de carácter aditivo y externo, con respecto a la formación universitaria básica y de carácter general. Se trataría de una interpenetración de una espiritualidad concreta en las diversas disciplinas y en la orientación propia de la formación profesional (lo que hoy podríamos reconocer como un ejercicio de transdiciplinariedad). No faltan referentes históricos ni actuales. Lo consideraremos en la siguiente entrega.

Fuente: Entre Paréntesis 

Los Desafíos de la Educación

En el marco del XXVIII Encuentro del Estado de la Investigación Educativa que organiza, todos los años, la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Córdoba, el doctor en Educación Jason Beech disertó sobre los principales desafíos de la escuela argentina y respondió las siguientes preguntas:

 -¿Cuáles son las principales dificultades actuales en el ámbito de la educación?

 Destaco dos cuestiones que me preocupan. Por un lado, vivimos en un mundo en el que ha habido muchos cambios sociales; tecnológicos, a nivel de conectividad; cambios económicos, lo que se conoce como economía del conocimiento. Vivimos en un mundo muy dinámico en el que ha habido cambios empíricos, pero también en nuestra filosofía política, en la manera en que entendemos esos cambios. Ha cambiado la manera en la que se piensa en las minorías, el vínculo como vivimos con minorías como los indígenas por ejemplo, o las mujeres, o grupos que habían sido en cierto sentido marginados. Entonces si uno lo piensa de esa manera, si en los últimos 40 años ha habido cambios tan grandes e importantes; y por otro lado, si entendemos que la educación es la que nos prepara como seres humanos para vivir en este mundo, necesitamos que alguien nos dé, lo que algunos autores llaman, los medios para orientarnos en el mundo.

 -¿Y qué papel juega entonces la educación en esta nueva realidad de tantos cambios?

 Los que ya estamos en la cultura de esta actividad tan fascinante que es la educación, lo que hacemos es recibir a quienes están en la cultura y darles lo que necesitan para orientarse. Ahora, vivimos en un mundo con un desfasaje muy grande entre lo que lo que los sistemas educativos tradicionalmente le daban a los niños y jóvenes y lo que hoy se necesita para vivir en el mundo. No es solo un problema de la institución escuela sino también una cuestión más amplia, los padres tampoco saben. Yo soy padre de chicos de 14 y 11 años y cuando los veo con Instagram me pregunto ¿cómo hago para cuidarlos? es todo un desafío. Años atrás, uno los llevaba a la plaza y podía cuidar que no se golpeara y que no hablara con extraños pero en algún momento debía dejarlo ir solo. Bueno, lo mismo podríamos hacer con Facebook y demás redes sociales, pero el problema es que no las conocemos. No sabemos cómo funciona. Entonces hay un tema con la educación en general. Por eso el primer problema es una necesidad de repensar la educación, familiar pero sobre todo la escolar.

 -¿Cómo se vive en nuestro país?

 Ese problema se contextualiza en nuestro país de una manera en particular. Los cambios que se empezaron a dar en los sistemas educativos del mundo en los ’70, ’80 y ’90 a nosotros nos agarró en un momento histórico problemático en el que tuvimos tantos problemas políticos, sociales y económicos que la educación fue dejada un poco dejada de lado. No era prioridad. Lamentablemente hoy tampoco lo es pero no solamente por parte de los que toman decisiones. A la gente no le importa la educación como problema público, si le interesa la educación de sus hijos. Hay un actor que decía «a mi no me importa qué pasta de dientes le compras a tu hijo pero si me importa qué educación le das porque es problema mío y de mis hijos también» porque voy a tener que convivir con él.

-Porque es un bien común.

 Es un bien común, para que todos podamos convivir. Pero como en nuestro país fue dejado de lado, hoy nos encontramos con veinticuatro sistemas educativos que tienen enormes problemas de gobierno. Lo que tenemos es un serio problema en poder gobernar la conducta de los demás y tiene que ver con una falta de coherencia entre la jerarquía formal y la realidad.

-¿Por ejemplo?

El docente planifica su clase y se la da, como una práctica burocrática, al director; el director hace un plan institucional y se la da al supervisor pero no se aplica porque si bien existe una vía jerárquica que funciona de manera formal, no es lo que desarrolla el docente en el aula. Y no es que el docente actúe de manera negativa sino que no tiene una autonomía formal y tampoco funcionan los mecanismos de apoyo ni de control. Entonces, si se combinan estos dos problemas debemos cambiar muchas cosas pero, por otro lado, los mecanismos que debemos usar para cambiarlos están completamente desvirtuados. Cumplir con las formalidades jerárquicas es una cosa, luego gestionar las escuelas día a día es otra, de hecho tenemos tantas normas, está tan hiper regulado el sistema que cualquier director de escuela para ser bueno tiene que estar permanentemente violando normas. Por ejemplo, hay normativas que dicen que para que una escuela pueda colgar una placa deben pedir permiso. Hay un problema con ese sistema hiper regulado que funciona en paralelo a las prácticas reales y eso es un problema porque genera una relación perversa con la norma. En general, la mayoría de la gente tiene criterio entonces solamente violan normas antiguas, que no tienen sentido, pero el problema es cuando uno empieza a ser el que decide qué normas se violan y cuáles no. Entonces deja de funcionar como un sistema. Ese es otro de los problemas que necesita un cambio grande.

-¿Cuáles son los principales desafíos?

 Creo que el principal desafío tiene que ver con la escuela secundaria porque, de alguna manera, la función social de la primaria no ha cambiado tanto. Debería cambiar también pero está más consolidada. Todavía hay una relación cercana de la maestra con el niño, hay más contención. La escuela secundaria está pensada con una lógica antigua, cuando eran pocos los que asistían, una elite, y ya estaban formados; por otro lado, los chicos a esa edad eran más independientes. Hoy, un pibe de 13 o 15 años necesita más contención. Hay una primera generación que va a la escuela secundaria, a quienes sus padres no pueden ayudar tanto entonces la escuela secundaria necesita cambiar. No podemos tener docentes que entran y salen y no conocen a sus alumnos.

Fuente: Noticias UCC

Diplomatura en Educación en Contextos de Pobreza – Fe y Alegría

La Red de Colegios Fe y Alegría estará brindando una diplomatura sobre educación en Contextos de Pobreza, en la Universidad de San Isidro, Buenos Aires, Argentina.

La Diplomatura significará, para quien la realice, un proceso de aprendizaje que estará basado en los cuatro pilares que constituyen la propuesta educativa de Fe y Alegría. Los mismos encuentran inspiración en los desarrollos pedagógicos de Paulo Freire.

  1. El pilar ético da cuenta de la postura (consciente o inconsciente) expresada a través de valores que están anclados en toda acción transformadora con, para y desde las personas en situación de vulnerabilidad.
  2.  El pilar epistemológico que refiere a la interpretación del conocimiento como fenómeno humano y social.
  3. El pilar pedagógico que indica cómo se lleva a cabo el proceso educativo.
  4.  El pilar político que implica tomar una postura definida desde el rol que cada persona tiene en este mundo.

Objetivos de la Diplomatura

– Resignificar los elementos fundamentales que componen la concepción de la Educación Popular desde la práctica y reflexión de Fe y Alegría en Argentina.

– Tomar conciencia del significado y la actualidad de la educación como visión y práctica educativa de transformación personal y social.

– Incorporar los conocimientos y la reflexión en nuestras prácticas educativas desde el enfoque contextualizado.

– Hacer de la práctica cotidiana de la educación, una herramienta de transformación personal, comunitaria y social.

Destinatarios

Agentes de educación en contextos de vulnerabilidad que se comprometan a resignificar sus prácticas como recurso para la transformación social.

Para más información usi.edu.ar/diplomaturas-y-cursos/

FLACSI: Nuevo Plan Estratégico 2018 – 2020

La Federación Latinoamericana de Colegios de la Compañía de Jesús – FLACSI comenzó enero con la implementación del IV Plan estratégico de la Federación, correspondiente al periodo 2018-2020.

El proceso de preparación involucró a los integrantes del Equipo Central de FLACSI, quienes, desde noviembre de 2016, por medio de cuatro jornadas de trabajo presencial en Chile y en Colombia y de trabajo virtual permanente, tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre el contexto, la misión y naturaleza de FLACSI y el impacto generado a través de los programas federativos en curso. En la fase final de diseño del plan, la reflexión fue enriquecida con los aportes del Padre General, a través del discurso compartido durante el Congreso Mundial de Delegados de Educación de la Compañía de Jesús y con las contribuciones hechas por los miembros de la Asamblea General de FLACSI.

Este Plan Estratégico tiene como fin contribuir a la visión de proyectar a FLACSI como una Red Educativa que sea referente para impulsar una propuesta educativa que emana de la Espiritualidad Ignaciana, concebida para promover una formación en la Excelencia Humana Integral y con altos estándares de calidad. Asimismo, de consolidarse como instancia central en la proyección de sus redes y colegios miembros hacia el mundo.

Para el logro de este objetivo se estará trabajando para responder a dos desafíos centrales:

  • La promoción de una Propuesta Educativa que invita a la Renovación y la Innovación
  • La Formación de Ciudadanos Globales al Servicio de nuestra Misión de Reconciliación.

Para responder a estos desafíos, las acciones contempladas para el periodo se desarrollarán desde 2 programas y 12 proyectos articulados a 7 estrategias, cuyo desarrollo permitirá avanzar hacia la visión trazada, en concordancia con los fines de la Federación y contribuyendo al servicio de la Misión de la Compañía Universal.

Se invita a todos los integrantes de nuestras comunidades educativas a conocer el plan para integrarlo en sus procesos de reflexión y planificación, con el horizonte de sumar esfuerzos que permitan enriquecer el trabajo común por la educación que impulsamos en el continente.

Fuente: CPAL SJ 

 

Centro Virtual de Pedagogía Ignaciana: La Cura Personalis en la Educación Jesuita

Desde el Centro Virtual de Pedagogía Ignaciana (CVPI), que pertenece al Sector Educación de la Conferencia de Provinciales Jesuitas en América Latina y El Caribe (CPAL), comparten las selecciones bibliogáficas para Febrero – Marzo 2018: La Cura Personalis en la Educación Jesuita.

¿Qué es la Cura Personalis?

Una de las características de la educación jesuita es la Cura Personalis, entendida como el cuidado integral de la persona a través del acompañamiento, que se realiza desde el amor y el servicio para que el otro crezca, respetando sus particulares circunstancias y con aprecio a sus capacidades y necesidades. En números anteriores de este boletín hemos invitado a explorar el tema de la educación de la interioridad desde distintas perspectivas. Seleccionamos este tema en continuidad, pues la Cura Personalis es clave como estrategia pedagógica de ayuda al descubrimiento y cultivo del mundo interior de las personas, para que vivan con mayor coherencia en relación consigo mismos, con los demás, con Dios y con la Creación.

Si bien la Cura Personalis es una de las características en las que se juega la identidad de la educación jesuita, como la entendió Ignacio y se practicó desde la fundación de los primeros colegios, no es de fácil comprensión y realización, pues no solo se trata de promover algún tiempo de acompañamiento personalizado a los estudiantes por parte de sus educadores, sino de asumirla como marca de la misión apostólica con toda la comunidad educativa, en especial con los mismos educadores y sus directivos.

En este número ofrecemos una selección de documentos que tocan tanto los fundamentos y conceptual general de la Cura Personalis, como también propuestas de enfoques y modos de proceder en la educación, incluyendo algunos trabajos de investigación que buscan aportar fórmulas para mejorar y generalizar el acompañamiento en las comunidades educativas.

Una referencia constante en los escritos sobre este tema es la conferencia “Cura Personalis” que ofreció el P. Peter Hans Kolvenbach en 2007. Explica en detalle la experiencia de Ignacio y su modo de proceder en el acompañamiento espiritual y nos dice: “En la experiencia educativa de la Compañía se convierte en el pivote de toda la educación ignaciana poniendo la mira en una educación personalizada en cuanto esta aspiración resulte posible dado el peso de todo lo que se impone a nuestras instituciones”.

TEXTOS SURGERIDOS

  •  “El acompañamiento personal”, Provincia de Loyola (2010), elaborado para “ayudar a formar y ejercitar dicho talante, partiendo del trasfondo de la espiritualidad ignaciana”. Ofrece una síntesis de los presupuestos, las características y destrezas prácticas en el acompañamiento.
  • “Propuesta Educativa y Pedagógica de la Compañía de Jesús” (2016), en particular el punto 4, que resume las características del enfoque pedagógico Publicado por la Federación Latinoamericana de Colegios Jesuitas (FLACSI)
  • “Cura Personalis en el aula como posibilidad de descubrir potencialidades” (2015), en el que se concretan puntos iluminadores para el proceso de acompañamiento personal con los alumnos; también de FLACSI.
  • Para profundizar sobre aspectos conceptuales y propuestas para el acompañamiento de los estudiantes, sugerimos:
  • “La relación pedagógica según el modelo ignaciano de formación”, de Omar Montagout Vega (2007), explica que la Cura Personalis es el centro del quehacer pedagógico que se concreta en la relación con el alumno.
  • “Pygmalión y Galatea en el aula: una aplicación de la Cura Personalis en el contexto de la relación maestro –alumno en la pedagogía ignaciana”, de Francisco Reyes Archila (2007), nos habla de las actitudes del acompañante y los presupuestos de una relación basada en la estima y expectativas positivas.
  • -“El acompañamiento personal y grupal: Cura Personalis», de Gustavo Ramírez y otros (2004), un manual con elementos conceptuales y prácticos para trabajar con niños, adolescentes y jóvenes.

Los siguientes trabajos académicos dan cuenta de propuestas novedosas o de cambio basadas en la investigación-acción:

  • “El acompañamiento ignaciano desde la gestión educativa“, de Claudio Solís (2015).
  • ”Guía para el acompañamiento a los estudiantes de 8º nivel de educación básica del Colegio San Gabriel desde la pedagogía ignaciana”, de Edwin Fonseca (2014).
  • “La interiorización del acompañamiento aplicando la pedagogía ignaciana a partir del ejercicio de participación y el compromiso comunitario de padres y madres”, de Marcela Castañeda (2014).
  • “Acompañamiento ignaciano virtual en plataforma moodle para estudiantes de 8º de básica del Colegio San Gabriel de Quito”. María Angélica Arroyo (2013).
  • “El acompañamiento como concreción de la Propuesta Educativa de la Compañía de Jesús, en el Instituto Universitario Jesús Obrero, Catia”, de Julieta Carvallo (2007)

Fuente: CPAL SJ 

 

Fernando Anderlic: Historia y Misión de Fe y Alegría

“Fe y Alegría es un movimiento de educación popular y promoción social de la Compañía de Jesús. La historia se remonta a más de 60 años atrás…. Había un jesuita, el Padre José María Velaz, a quien el Provincial destina a trabajar en Caracas, en la Universidad Andrés Bello. Allí, el inicia un proyecto con jóvenes universitarios para visitar barrios pobres que rodeaban la ciudad. El proyecto inicial tenía que ver con la catequesis: ir a enseñarle de Jesús a la gente de los barrios. Y mientras ellos recorrían los barrios los fines de semana, la misma gente les decía que además de conocer a Jesús, ellos necesitaban aprender a leer y a escribir.

Es así que un matrimonio, el de Abraham y Patricia Reyes les dona su propia casa para que surja la primera escuela de Fe y Alegría.”

En una entrevista con una radio porteña, Fernando Anderlic, Director de Fe y Alegría Argentina, cuenta la historia de la Fundación cuya red de colegios se expande por gran parte de Latinoamérica, además de dar cuenta de la misión y el modo de entender la educación de la misma.

No dejes de escucharla en el siguiente link

 

Santos, Egresado de la UCC es Abanderado de Argentina Solidaria

Un egresado de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), ha sido nombrado uno de los 8 abanderados de Argentina Solidaria, un reconocimiento que se otorga a personas que realizan alguna actividad solidaria y sirven de ejemplo al resto de la sociedad. ¡No dejes de conocer su historia!

Santos García Ferreira tiene 28 años. Es médico egresado de nuestra Facultad de Ciencias de la Salud y uno de los abanderados de la Argentina Solidaria. Este premio anual reconoce a aquellos argentinos que realizan alguna actividad dedicada a los demás y que se destacan como ejemplo inspirador para el resto de la sociedad.

Los nominados fueron votados por decenas de miles de personas de todo el país con el objetivo de dar a conocer sus proyectos y premiarlos. Este año fueron 8 los abanderados. Y Santos no solo fue uno de ellos, sino que fue el más votado por el público. De esta manera, en la gala final que tuvo lugar el 25 de noviembre, obtuvo $300.000 como premio para que continúe con sus obras.

Nuestro graduado dirige la Fundación Íconos, organización que creó para para brindar atención de salud integral a personas en situación de riesgo y vulnerabilidad social a través de la formación de vínculos de apoyo sostenido. En este marco, se permite a vecinos de zonas rurales de Traslasierra el acceso gratuito a 14 disciplinas de la salud, brindado por más de 40 especialistas.

¿Por qué elegiste la carrera de Medicina?

Elegí medicina porque la persona enferma acude al médico en estado de vulnerabilidad, miedo y a veces vergüenza. Y me fascinó la idea de poder contener a alguien en esa situación, brindarle seguridad y tranquilidad, y hacer todo lo posible por mejorar su condición; desde la empatía e incluso el afecto. Es una profesión muy noble, si se sabe ejercer desde lo humano, y no solo desde lo científico.

¿Qué es lo que más te acordás de tu paso por la Universidad?

En mi primer día en la facu, un alumno nos dio la bienvenida y recuerdo que en su discurso insistió en que no solo pasáramos por la universidad, sino que aprovecháramos al máximo las posibilidades que ésta nos brindaba. Que nos integráramos, y que la convirtiéramos en parte de nuestras vidas. En 2015, aun siendo alumno, mi amistosa relación con buenos profesores me permitió, con mucho esfuerzo, crear el proyecto de salud Atención Primaria Ambulante, hoy uno de los pilares de la Fundación Íconos, que hoy presido.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

Los recuerdos más valiosos de mi profesión son los regalos y demostraciones de cariño de pacientes agradecidos por mi trabajo y mi calidez al atenderlos. Y eso es algo que deberíamos reforzar en nuestra formación. Muchas veces el médico, sumido en ciencia e información, descuida el lado humano del trabajo, el deber del buen trato y la importancia de la contención al paciente, no solo por una cuestión ética, sino porque es indiscutiblemente terapéutico.

¿Cuál creés que es el mayor desafío?

El mayor desafío en esta profesión es el estar actualizado. Hay que seguir formándose y estudiando toda la vida, porque está en juego la salud del paciente.

¿Qué significa para vos este premio?

El concurso Abanderados de la Argentina Solidaria, destaca a ocho personas, de entre miles de postulantes, por su compromiso solidario con las personas más vulnerables. Ser un abanderado, me genera orgullo y emoción, por la trascendencia de nuestro trabajo en la fundación, y la alegría y seguridad de que el esfuerzo vale la pena.

¿Cuándo y cómo nació esta actividad solidaria?

Hace casi diez años me di cuenta de la suerte de mi situación, y de las posibilidades que tenía de ayudar a personas menos favorecidas. Corrí la voz entre amigos y conocidos, y empezamos a trabajar en zonas marginales. Nos dedicamos a brindar salud integral a personas en situación de riesgo y vulnerabilidad social, a través de la formación de vínculos de apoyo sostenido. En criollo, tratamos de mejorar la situación de vida de las personas carenciadas, pero siempre desde lo vincular, el afecto y el realmente conocer a esa gente y generar una relación. No hacemos nada meramente asistencial.

¿Cuáles son tus planes para el futuro?

Por lo pronto, deseo terminar mi especialidad en psiquiatría, y posicionar a Íconos solidariamente, para que crezca más. A largo plazo, me gusta ver qué me sigue regalando la vida.

 Fuente: UCC

Visión de Enfermería Centrada en la Familia

La Facultad de enfermería y salud de la Universidad Católica del Uruguay ha organizado una serie de charlas con el objetivo de humanizar la mirada y el trato para con los pacientes y sus familias de las personas que trabajan en ámbitos relacionados a la salud.

La Prof. Rosana Tessa habló sobre la importancia del cuidado de calidad en el recién nacido prematuro. La charla “Cuidado de calidad en el recién nacido prematuro; una visión de enfermería centrada en la familia” se basó en tres pilares fundamentales: el neurodesarrollo del recién nacido prematuro, la participación activa de la familia y el cuidado enfermero de la calidad que favorezca el normal desarrollo de los recién nacidos.

Durante su exposición Tessa concientizó sobre la importancia de la temática y brindó herramientas para lograr un cuidado de calidad: “los niños que nacen en condición de prematuro tienen, dada su inmadurez anatómica y funcional, mayor riesgo de sufrir complicaciones perinatales y de requerir asistencia especializada. Debido a la prematurez, existe a nivel mundial un aumento de la morbi mortalidad perinatal”, señaló.

La profesora Tessa agregó que, en la mayoría de los casos, “no hay una causa específica de esta condición pero sí se puede actuar sobre los factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de que se dé el parto prematuro. Esto se logra, por ejemplo, cambiando estilos de vida, a través de una alimentación adecuada, del control prenatal y del seguimiento del embarazo”. La conferencia fue organizada por la Facultad de Enfermería y Tecnologías de la Salud. Se realizó el 15 de noviembre en la Sede Central. Contó con la participación de Andrea Milgron, presidenta de la Asociación uruguaya de padres de prematuros.

Fuente: UCU

 

EntreCulturas y Fe y Alegría se Unen para Trabajar por la Educación

Compartimos con ustedes los frutos de un trabajo de cooperación entre la Fundación Entre Culturas, la Red de Colegios Fe y Alegría, y la AEDIC en pos de promover el acceso a la educación en América Latina.

EntreCulturas y Fe y Alegría, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), ha ayudado a más de 430.000 personas en 17 países latinoamericanos, gracias al Convenio de calidad educativa para la inserción de poblaciones vulnerables en América Latina.

El 20 de Noviembre se presentó la evaluación de dicho convenio en España, Día Universal de la Infancia. “El 20 de Noviembre nos recuerda uno de los colectivos más importantes como humanidad: el de los niños. Queremos poner el acento en aquellos que están sufriendo la vulneración, ya que 236 millones de niños no tienen acceso a la educación”, señaló Dani Villanueva, director de EntreCulturas.

Las líneas de este programa no sólo se han centrado en lograr que el acceso a la educación “sea una realidad en todos los lugares”. Para lograrlo, los impulsores de esta iniciativa han dado un “mayor peso” a la línea de trabajo, además de incorporar la acción pública y la perspectiva de género.

MEJORAR EL ACCESO Y LA CALIDAD EDUCATIVA

Los proyectos realizados se han centrado en mejorar las condiciones de acceso a la educación, permanencia y finalización de personas jóvenes y adultas en contextos altamente vulnerables; y a mejorar la calidad educativa a través de procesos formativos y de gestión escolar, asociados a la práctica docente y directiva y a la participación de las comunidades.

Igualmente, se ha trabajado para mejorar la formación técnica para crear condiciones de inclusión laboral en sectores vulnerables, trabajando con jóvenes con dificultades de continuidad educativa, y personas adultas; y en promover la participación de las comunidades educativas en las políticas públicas y defender el derecho a la educación en América Latina, fortaleciendo las capacidades de Fe y Alegría para la acción pública.

“Para la AECID fue casi un hito el convenio, es un gusto y un desafío apostar por estos retos. Los convenios nos permiten trabajar a medio plazo dialogando con las organizaciones”, ha señalado Muñoz Llabrés al tiempo que ha destacado que es ‘interesante’ combinar el convenio con proyectos, ya que, a su juicio, “esa combinación es una riqueza para el sector”.

“El Modelo de Fe y Alegría funciona. Se han mejorado situaciones de familias con problemas socioeconómicos, así como relaciones intrafamiliares”, afirmó Belén Rodríguez Navas, responsable de la Unidad de Evaluación en Entreculturas, que también ha asegurado que los centros de Fe y Alegría han conseguido “una gran coherencia entre lo que se trabaja y lo que se consigue”.

Fuente: europapress.es

 

La Muerte como Parte de la Vida

Ana Núñez, enfermera uruguaya, egresada de la carrera y estudiante de la Universidad Católica del Uruguay (UCU) cuenta su experiencia y visión de los cuidados paliativos y de la interacción entre pacientes, médicos y otros profesionales de la salud.

Estudiante de la Maestría en Cuidados Paliativos, Ana Núñez se especializa en brindar calidad de vida a pacientes terminales. Pasó gran parte de su niñez en centros de salud: su madre era enfermera y, mientras trabajaba, Ana hacía los deberes en los hospitales. Será por eso que para ella los servicios de salud y el cuidado de los enfermos siempre fueron algo natural, “de todos los días”.

Ana Núñez se licenció en Enfermería por la UCU y cursa la Maestría en Cuidados Paliativos que ofrece la Facultad de Enfermería y Tecnologías de la Salud. Actualmente se desempeña en la Unidad de Cuidados Paliativos Oncológicos de la Asociación Española, trabajo que requiere de profesionalismo y actitud de servicio para acompañar a los pacientes durante sus últimos días de vida. Profesionalismo y trabajo en equipo

“Tratamos con pacientes que están en una etapa terminal, entonces es fundamental lo que aportes al bienestar físico, psicológico y también espiritual” de los pacientes, contó Ana. Y ese aspecto es justamente lo que más le gusta de su trabajo “el contacto con la gente, pero en una situación en donde yo puedo brindar lo que aprendí”, destacó. En esta especialidad, el abordaje es holístico e integral por lo que es necesaria la presencia de diferentes miradas y abordajes.  Es, sin dudas, un trabajo en equipo: “somos cinco médicos, todos oncólogos especializados en cuidados paliativos, tres auxiliares de Enfermería y yo, la única licenciada en Enfermería”.  También tienen el apoyo de la psicóloga, fundamentalmente para el paciente y su familia, “pero que muchas veces nos da herramientas para afrontar como equipo determinadas circunstancias en el relacionamiento con el paciente y con la familia”. El aporte de la MaestríaAna destacó algunas asignaturas que le abrieron el espectro sobre cómo posicionarse frente a una persona en una situación terminal, el respeto a su ser, no desde lo religioso sino desde lo espiritual. Este enfoque también colabora en lograr empatía con el paciente, porque “si no hay empatía, si no hay algo que nos conecte, mal vas a poder acompañar a esa persona”.

Por otra parte, destacó las clases de Antropología que también complementan a los cursos que tienen más que ver con los cuidados médicos y de enfermería. Otro paradigma Para Ana, la muerte es parte del proceso: “nacemos, vivimos y morimos”. Por eso trabaja desde un paradigma diferente: “hay pacientes que no se curan pero que tienen derecho a tener calidad de vida hasta el último día (…) Esa gente vive y tiene derecho a vivir dignamente. Con los conocimientos que tenemos en nuestro equipo, si podemos dar calidad de vida…  ya está, cumplimos con nuestra misión. Para el cirujano la muerte es fracaso, para los cuidados paliativos la muerte es parte de la vida”.

Fuente: UCU