Taller Psicoespiritual en el CEIA
El “Taller Psicoespiritual” ofrece herramientas y destrezas para integrar nuestra dimensión humana con nuestra experiencia de “la” Espíritu.
La propuesta consiste en recorrer un camino en tres etapas:
El TCP (taller de crecimiento personal), el Taller de Discernimiento y los Ejercicios Espirituales Tecepeanos.
• El TCP permite realizar un mapa de la propia psicología, compuesto por las dos caras del corazón: Herida y manantial.
• El Taller de Discernimiento ofrece herramientas para descubrir, en el mismo mapa, las invitaciones de “la” Espíritu y las trampas del mal, según las orientaciones de Ignacio de Loyola.
• Los Ejercicios Espirituales proponen abrirse a la experiencia del Dios que habita en lo más íntimo de la propia intimidad, y desde allí escuchar la invitación a la tarea del Reino, que atrapó y apasionó a Jesús de Nazaret.
Una clave importante para este proceso es integrar y armonizar los tres elementos de ese “tríptico”: El conocimiento de uno mismo, el seguimiento de Jesús, y el compromiso por un mundo más justo. Buscamos potenciar la plenitud humana(dimensión psicológica) desde una combinación de técnicas basadas en lo corporal. Dicha plenitud se cualifica con el encuentro con Dios (dimensión espiritual), y se realiza en el compromiso por la transformación del mundo actual desde el dinamismo de la justicia que brota de la fe (dimensión histórica).
Notas importantes:
• Recomendamos transitar las tres instancias en el orden que se proponen.
• Quienes ya realizaron el TCP en otros tiempos y lugares, pueden inscribirse directamente en cualquiera de las dos instancias siguientes.
¿Qué es el TCP?
El Taller de Crecimiento Personal (TCP) es una experiencia que propicia un reconocimiento del proceso vulnerado (la herida) y el pozo de la positividad (el manantial). Como en todo taller, los participantes aprenden a usar herramientas que los capacitan y ayudan a limpiar su herida y potenciar su manantial.Seguimos el libro del jesuita guatemalteco Carlos Cabarrús, “Crecer bebiendo del propio pozo” (DDB, 10ª edición, Madrid, 2008). La metodología empleada es la formación teórica, la reflexión personal, el trabajo en grupos y la convivencia, además del acompañamiento del equipo.
La motivación más profunda del Equipo del TCP: Que cada persona descubra en lo más profundo suyo el enorme caudal de vida que posee, y que desde allí descubra que en ese manantial siempre ha estado el Dios verdadero, “el Agua Viva”, la imagen del Dios que Jesús nos regaló casi incesantemente. Un Dios que es quien me sana, me potencia y me invita a participar también de la “redención del género humano” y de la tierra, y a trabajar denodadamente por su proyecto neurálgico: Su REINO.
Éste es el camino que lleva a desarrollar plenamente la dimensión humana: Limpiar la herida desde el propio manantial, para pasar a la plenificación de la existencia que consiste en la capacidad de crear el amor y las condiciones del mismo. Por esto, el compromiso con el crecimiento personal, es un proceso continuo que sólo es posible si se nutre con el agua del propio pozo, el agua que nace del manantial interior, el Dios “más íntimo que mi intimidad”.
Taller de Discernimiento
Un breve recorrido por el Discernimiento Ignaciano, según las indicaciones del libro del P. Carlos Cabarrús, SJ, “La Danza de los Íntimos Deseos” (DDB, 2006).En su introducción se nos dice que “Ignacio de Loyola inventó una metodología para distinguir, para discernir –decía él– lo que contribuye a la vida personal y comunitaria, y lo que contribuye a generar el mal personal y del mundo. Es decir, de Ignacio podemos aprender a discernir la vida para descubrir, al evaluar lo que hacemos y al analizar la realidad, qué es todo aquello que contribuye a la vida personal y a la vida comunitaria, y a la vez darnos cuenta de cuál es el modo como contribuimos a generar el mal personal y del mundo.”
Guiados por este material, trabajamos sobre los descubrimientos del TCP en cuanto a los dos rostros del corazón, la herida y el manantial. Buscamos aprender a desmontar la culpa malsana y los fetiches (falsas imágenes de Dios), para introducirnos –teóricamente– en el lenguaje del encuentro con Dios, tratando de aprender a descubrir sus invitaciones.
Ejercicios Espirituales Tecepeanos
Para quienes han vivido la experiencia del TCP y quieren integrar la fe en su identidad reencontrada, los invitamos a caminar en la dinámica que implica el “tríptico psico–histórico–espiritual”: Un trabajo personal que hace descubrir el manantial, y en él, el Agua Viva –Dios– lanzándose a la solidaridad porque cada uno es agua para los demás desde una espiritualidad que me cura porque me comunica el amor incondicional de Dios y me lanza a la historia, y en donde el compromiso es escenario místico porque ahí puedo encontrar el rostro de Jesús.
Por otra parte, el dolor de los que sufren cura mi dolor… Es una dinámica cíclica, en donde lo personal lleva a lo espiritual y esto, al compromiso, pero a la vez, cada uno de estos aspectos se reorienta hacia los otros.
En este marco se inscriben los “Ejercicios Espirituales Tecepeanos” que ofrecemos: Una semana de silencio y oración al modo ignaciano, donde pasamos por el cedazo de “la” Espíritu todo lo que descubrimos durante la experiencia del TCP, con acompañamiento diario personalizado.
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