Referentes cristianos se unieron en oración por la paz y por la Patria

Con el objetivo de “orar juntos por la paz y por la Patria”, ayer martes 6 de julio a las 20 hs, referentes de distintas Iglesias cristianas de la Argentina se unieron en un encuentro de oración virtual transmitido por Youtube.

Congregados con el lema propuesto para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2021, “Permanezcan en mi amor, y darán fruto en abundancia”, participaron representantes de la Comisión Ecuménica de las Iglesias Cristianas en la Argentina (Ceica); la Comisión Episcopal de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones (Ceerjir); y referentes de las Iglesias Católica, Evangélica Bautista, Anglicana, Evangélica Luterana Unida, Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú, Evangélica Metodista Argentina, Evangélica del Río de la Plata, Cristiana Bíblica, Pentecostal, Apostólica Armenia y Nueva Apostólica.

La celebración fue convocada por delegados diocesanos de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de las diócesis argentinas, con la presencia de referentes de San Miguel de Tucumán, Córdoba Capital, Río Cuarto, Corrientes Capital, Salta, Oberá, Gregorio de Laferrere, Mar del Plata, Campana, Moreno y Capital Federal.

Más información en www.episcopado.org

Despojarnos de los lenguajes formales

Un análisis del largometraje Corpus Christi, una producción polaca lanzada en el año 2019.  La película narra la historia de Daniel, de 20 años de edad, quien experimenta una transformación espiritual mientras vive en un Centro de Detención Juvenil.

Despojarnos de los lenguajes formales

Cada país tiene un modo peculiar de expresarse artísticamente y eso se nota mucho en el cine. De hecho, últimamente he visto un par de películas polacas y tienen elementos muy llamativos. No sé tanto del séptimo arte como para hacer un estudio detallado, pero en las que he visionado la Iglesia juega un papel social muy llamativo. La última ha sido ‘Corpus Christi’, un largometraje que estuvo nominado a la mejor película extranjera el pasado 2019. El protagonista es un joven que, tras salir de un centro de detención, se hace pasar por sacerdote en un pequeño pueblo. Él, que había querido entrar en el seminario, pero sus antecedentes penales se lo habían impedido, se encuentra al frente de una comunidad que aún mantiene abierta una herida sin sanar.

Dejo a los lectores que vean y opinen sobre la película, pero a mí hay dos cosas que me invitan a reflexionar. Por un lado, hay varias ocasiones en las que el rostro del falso sacerdote expresa el temor y la reverencia de quien hace algo que le desborda. Da esa sensación cuando se ve abocado a confesar, a dar una palabra de consuelo o en el momento en que eleva la forma eucarística. Me recordó ese poema de León Felipe que afirma que para enterrar a alguien vale cualquiera menos el enterrador, porque “el que no conoce el oficio, lo hace con respeto”. La costumbre nos puede hacer olvidar esa necesaria reverencia que expresa la cara del protagonismo. ¿Cuándo hemos perdido ese asombro admirado ante la realidad que nos supera? ¿Qué nos pasa cuando ya no “descalzamos” el corazón ante la verdad del otro, conscientes de que nos encontramos en “tierra sagrada” (cf. Ex 3,14)?

Conectar con la verdad

Hay otro elemento de la película que también me ha hecho pensar. Se trata de la forma en que el falso sacerdote se dirige a Dios, pues desborda una honestidad casi descarnada. Sus predicaciones y oraciones se alejan mucho del típico lenguaje religioso que todos esperan, empleando un discurso políticamente incorrecto que, si bien despierta la suspicacia de algunos feligreses más devotos, aviva la pasión y el entusiasmo de la mayoría de su auditorio. Al expresarse sin filtros y con una verdad arrolladora, sus palabras resuenan de modo distinto en quienes escuchan y les permite conectar con su propia verdad.

No puedo evitar recordar cómo el salmista vuelca el corazón ante su Señor con frases que chirrían nuestra sensibilidad, poniendo en Manos de Quien es justo y bueno sus deseos de, por ejemplo, estrellar a los hijos de los enemigos contra las rocas (cf. Sal 137,9). ¿Qué pasaría si nos despojáramos de los lenguajes formales y fuéramos sinceros con nosotros mismos y con Dios? Igual, como los feligreses de la película, descubriríamos que Él tiene algo que decir a nuestra vida.

Ianire Angulo Ordorika
Religiosa Esclava de la Stma. Eucaristía

Fuente: vidanuevadigital.com

Nuevo video sobre el P. Pedro Arrupe: «Para qué vivimos»

En este mes de junio se ha publicado un nuevo vídeo sobre el P. Arrupe. Se trata de un proyecto en varias lenguas, y ya existe la versión en inglés y en español. Cuenta con la participación del jesuita español, biógrafo de Arrupe, Pedro Miguel Lamet, quien afirma:

“Arrupe es, en estos momentos que está su proceso de canonización en marcha, un testimonio de luz y de confianza, un puente entre oriente y occidente, un hombre universal, un hombre que está por encima de los nacionalismos, que quería tener el pasaporte de ciudadano del mundo, un hombre que nos decía a todos que no tuviéramos miedo.”

Fuente: infosj.es

Reflexión del Evangelio – Domingo 27 de Junio

Evangelio según San Marcos 5,21-43.

Por Rafael Stratta SJ

El Evangelio de este domingo nos envuelve con su movimiento y dinamismo para invitarnos a descubrir ese deseo profundo de Dios de que todos podamos vivir, ser salvados. En este movimiento una de las primeras cosas que se pone de manifiesto es que a Jesús se puede llegar desde prácticamente cualquier lado. Muchas veces en nuestro imaginario tenemos marcada una sola ruta para llegar a Jesús: “ser buenos, ser buenas”, como nos dicen desde chiquitos. Pero lo cierto es que a Jesús llegan desde los más “puros” –como Jairo, jefe de la sinagoga, hombre notable-, hasta los más “impuros” –como la hemorroísa, considerada intocable desde hacía doce años. Frente a esto, pareciera ser que lo que más importa no es la ruta de los méritos sino el deseo profundo de querer llegar y encontrarse con Él, de la manera que sea.

Y es en el encuentro donde se manifiesta la fuerza de la fe. Los milagros, las curaciones, las resurrecciones no quieren ser espectáculo para atraer seguidores. De hecho, los dos milagros de este pasaje se gestan en lo oculto (en el anonimato del tumulto y en la habitación casi vacía). Ocurre que éstos no son otra cosa que la confirmación de lo que ya se vive: la fe profunda en el Dios de la Vida. Esta fe es poderosa, tiene efectos concretos en nuestras vidas. Lo desafiante no es buscar signos para creer más, sino encontrar estos signos que ya se van dando en nuestra vida de fe.

Por último, quisiera destacar una cosa más: si bien hay múltiples caminos para llegar a Jesús, tenemos que tener en claro que sólo podemos llegar a él si nos ponemos en camino. La persona de Jesús no es una meta a alcanzar, sino alguien a quien seguir. Por eso la petición más repetida de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio es aquella del conocimiento interno de Jesús, para amarlo más y seguirlo mejor [EE 104].

No nos trabemos planificando rutas y calculando distancias, pongámonos ya en camino. Él pasa, siempre.

La «desacramentalización» de la fe

Un artículo de Álvaro Lobo Arranz SJ sobre las consecuencias de la pandemia en la vida espiritual eclesial, a partir de los impedimentos o las nuevas modalidades para la celebración sacramental.

No sin cierta polémica, en casi todos los países del mundo el confinamiento ha impedido a millones de fieles celebrar la Eucaristía, algo que no había ocurrido jamás. Algunos sacerdotes celebraron la misa en privado y la transmitieron de forma virtual, ayudando con la palabra y la imagen a la comunión espiritual y manteniendo así ciertos vínculos comunitarios. No obstante, a pesar del intento de minimizar el efecto, el pueblo de Dios ha tenido que sobrevivir espiritualmente sin la práctica habitual de los sacramentos, al menos de forma continuada. Aquí no solo está en juego la relación con Dios, también lo está con la Iglesia, con la comunidad y con uno mismo.

Cuando todas las restricciones hayan concluido, es posible que bastantes cristianos vuelvan a los templos fortalecidos con una fe que se alimenta de los sacramentos, y este particular ayuno les habrá servido para darse cuenta de su importancia. Lamentablemente, esta «desacramentalización» temporal supondrá ciertos problemas para algunas comunidades cristianas y unos cuantos fieles se desengancharán por el camino, sencillamente porque el hábito forja la virtud. Pienso en parroquias cuyos feligreses tienen una salud delicada y que salir a la calle y estar con gente se puede convertir en una actividad de riesgo. También en el caso de los padres que tratan de educar a sus hijos en la fe con cierta dificultad, y tienen que volver a convencerles de la importancia de cuidar la Eucaristía tras varios meses de ausencia. Qué decir de las comunidades de jóvenes que se están formando y que pierden las rutinas que favorecen la práctica sacramental o algunas personas -tal vez con dudas de fe, miedo o sobrecarga de trabajo- que han perdido el sano hábito de celebrar los sacramentos cada semana y ahora se cuestionan su pertenencia a la Iglesia.

Además, conviene señalar que la dificultad no se reduce solo a la celebración de la Eucaristía. La actividad pastoral requiere una gran inversión de tiempo y de imaginación, porque se pretende crear procesos en las personas. Con esta pandemia este trabajo se puede haber visto interrumpido, y en algunos casos tocará recomenzar de cero. Asimismo, habrá que repensar las liturgias, encuentros y celebraciones sin el calor de la muchedumbre -procesiones, grupos, retiros, oraciones multitudinarias, conferencias, Jornadas Mundiales de la Juventud…- que hasta dentro de un tiempo no podrán celebrarse como siempre se ha hecho y alimentaban la fe de mucha gente.

Sabiendo que nuestra fe católica pivota sobre una vida sacramental, estamos ante la urgencia de rediseñar nuevas propuestas pastorales que satisfagan la vida espiritual del Pueblo de Dios y que entretejan de nuevo lazos comunitarios, y esto supone un sobreesfuerzo y una exigencia creativa para agentes pastorales que en ocasiones no dan abasto. Esto ya ocurre en algunas partes del mundo debido a la escasez de sacerdotes, el matiz es que hoy por hoy muchas comunidades tienen que actualizarse a marchas forzadas tras varios meses de ausencia de celebraciones presenciales. Afortunadamente todavía queda tiempo, motivos y creatividad suficiente para celebrar la vida.

Fragmento de: Álvaro Lobo Arranz SJ “Secuelas espirituales del Covid 19. Una experiencia de crisis y esperanza (2021-06-04. https://www.laciviltacattolica.es/)

Del egocentrismo a poner a Dios en el centro

En el contexto del Año Ignaciano, el sacerdote jesuita Vernon D’Cunha, hace un recorrido por el itinerario espiritual de San Ignacio. En el texto presenta y reflexiona sobre algunos principios de la espiritualidad ignaciana que considera más sugerentes.
Por Vernon D’Cunha
¿Quién era San Ignacio? ¿Un hombre espiritual, un hombre piadoso y santo? ¿Un hombre profundamente temeroso de Dios, dado a la oración? Cierto que no, al menos durante los primeros 26 años de su vida. El mismo Ignacio dice que hasta los 26 años fue un hombre entregado a las vanidades del mundo, preocupado principalmente por un fuerte y estúpido deseo de ganar fama.
  • Dos ejemplos:
  1. En una ocasión, un grupo de jóvenes lo cercó contra un muro. Inmediatamente sacó su espada y cargó contra ellos con tal violencia y fiereza, que si alguien no lo hubiera detenido, habría matado a alguno o lo habrían matado a él.
  2. En segundo lugar, puede que Ignacio sea el único santo con antecedentes penales certificados ante notario: por riña nocturna con intención de causar daños graves.

Me gustaría compartir con los lectores algunos principios de su espiritualidad, que me resultan más atractivos.

Encontrar a Dios en todas las cosas

Significa que nada cae fuera del ámbito de la vida espiritual. La espiritualidad ignaciana considera que todo ofrece la posibilidad para un posible encuentro con Dios. En el Principio y Fundamento de los Ejercicios Espirituales, Ignacio quiere que nos hagamos indiferentes a la salud o a la enfermedad, a la vida larga o corta, a la honra o a la deshonra, a la riqueza o a la pobreza… porque en todo ello hay ocasión para encontrar a Dios. Dios está presente en todos y en todo, trabajando por su maduración. En definitiva, todo participa de la fuente que es Dios, como los rayos de sol participan del sol y el agua que mana de la fuente participa de la fuente.

¿Cómo ha sido nuestro encuentro con Dios en el ambiente de la segunda ola brutal de la pandemia de Covid-19? ¿Qué mensaje nos ha dirigido Dios en estas difíciles circunstancias, tan desafiantes?

Contemplativos incluso en la acción

Estamos llamados a ser contemplativos incluso en la acción, y esto significa ser personas de acción que a la vez tienen una postura contemplativa frente al mundo. En lugar de concebir un tipo de vida espiritual encerrado entre los muros de un monasterio, Ignacio considera que todo el mundo es nuestro monasterio. Este concepto -tan novedoso y radical para la vida religiosa de aquella época- supone una invitación y significa un reto para nosotros hoy. Es una condición sine qua non si queremos encontrar a Dios en todas las cosas.

Libertad y desprendimiento

En mi opinión, lo que nos impide una vida de libertad y sana alegría es que estamos desmesuradamente apegados a personas y a cosas. Tenemos afectos desordenados. Tener afectos y apego a determinadas personas y cosas es bueno. Pero un apego desmedido y desordenado trae consigo tristeza y dolor. Todo afecto es en sí mismo atractivo. Pero cuando llega a ser desordenado, no da vida. Provoca muerte. Ignacio nos invita a avanzar hacia tener apegos ordenados. Hacerlo supone ser más libres y más felices. Ciertamente, Ignacio quiere que tengamos vida y que la tengamos en plenitud.

Discernimiento

La pandemia de Covid-19 reclama de nosotros que estemos constantemente tomando decisiones. Vivimos una crisis a la vez global, por su propagación y su impacto, y local en lo que tiene de visible. Ha afectado a casi todo y a casi todos, y nos ha enfrentado a multitud de alternativas. El reto ha consistido en elegir correctamente al enfrentarnos a muchas alternativas en conflicto. Para hacerlo, las Reglas de Discernimiento de los Ejercicios Espirituales pueden resultar de utilidad. Son válidas y relevantes hasta el día de hoy, aunque han pasado más de 470 años. Hunden sus raíces en la realidad y han resistido la prueba del tiempo. El desafío no estriba simplemente en conocer las reglas, sino en tener la sabiduría y la gracia de saber cómo y cuándo utilizarlas.

El Magis

El magis, ‘todo para la mayor Gloria de Dios’, es una de las señas de identidad de nuestra espiritualidad. La mediocridad no tiene cabida en la visión del mundo de Ignacio. La espiritualidad del magis es la espiritualidad de las infinitas posibilidades. No es una espiritualidad que ponga en peligro de infarto. Es una espiritualidad que aporta profundidad, alegría y un soplo de aire fresco a la vida. El Padre General, al hablar del magis, dice que es una llamada no sólo a hacer más, sino también a hacer las cosas mejor.

Conclusión

La vida de Ignacio es la historia de un hombre centrado en sí mismo que acaba siendo un hombre centrado en Dios. A lo largo de los años, Ignacio fue creciendo en facilidad para encontrar a Dios, hasta el punto que, hacia el final de su vida, podía decir, llamándose a sí mismo peregrino: “En cualquier momento y lugar en que quería encontrar a Dios, podía hacerlo”. Que San Ignacio nos bendiga a todos con esta gracia, para que podamos arder con Dios como él lo hizo.

Fuente: jesuits.global/es

El discernimiento que nos lleva a lo mejor

En el ciclo que anima la Pastoral vocacional de la diócesis de San Martín – Argentina, el padre Pablo Savoia, Damián Barneche y el sacerdote jesuita Emmanuel Sicre se refirieron al tema del discernimiento espiritual.

“El discernimiento no solo es saber elegir entre el bien y el mal, sino que es elegir lo mejor. Esto es un proceso y debería ser una actitud de vida”, afirmó Damián Berneche. Por su lado, el P. Pablo indicó que “la vida se va desarrollando entre lo bueno y lo mejor. ¿Y por dónde pasa lo mejor?  En lo que es mejor para mí. Para discernir me tengo que conectar con mis deseos, con lo que pasa en el mundo y también conectarme con la Palabra de Dios. El criterio fundamental de discernimiento teológico es la presencia de Cristo y de sus signos mesiánicos. Discernir de esta forma es ver lo que Dios ya está haciendo en el mundo y en mi vida”.

“Para discernir hay que hacer silencio y saber escuchar. Escuchar mis deseos, a Dios en su palabra, escuchar a lo que ocurre a mi alrededor. Tenemos que dar espacio para que Dios hable, debe haber silencio, hay que rezar, tener cultura de oración”, destacó Savoia. Y agregó Barneche: “El discernimiento no es algo cerrado, ni algo solo intelectual, debemos estar abiertos a una experiencia multisensorial, tanto física como espiritual”. Según los expositores, el discernimiento es experimentar todo y quedarse con lo mejor, buscar la voluntad de Dios, querer que nuestras elecciones se ubiquen entre la Palabra de Dios y la historia humana. También es una danza de deseos, entre mis profundos deseos y el deseo de Dios. Y es un don, una gracia que hay que pedir siempre y un proceso constante de búsqueda y escucha. No se trata de preguntar lo que debo hacer, no es obra exclusiva de la persona, no es tarea sólo intelectual, sino también espiritual y sensorial, no es elegir entre lo bueno y lo malo, sino distinguir grises y matices.

En cuanto a las condiciones para el discernimiento está la capacidad de silencio y escucha en la oración y tener con quien confrontar a través de un acompañamiento espiritual. También se presentan obstáculos, como no darnos tiempo para escuchar, tener ansiedad o no conocernos debidamente. Finalmente, el padre Emmanuel Sicre SJ desde la comunidad del colegio de la Inmaculada de Santa Fe, dijo: “Tenemos que saber dónde estamos parados. San Ignacio dice que tenemos que ver cuál es nuestro estado espiritual, si estamos consolados o desolados. Y está bueno que objetivemos esto con un acompañante espiritual. Yo elegí a la Compañía de Jesús porque me enamoró el modo en que esta congregación sigue a Jesús: somos como monjes viviendo en el mundo”.

Fuente: radiomaria.org

Reflexión del Evangelio – Domingo 20 de Junio

Evangelio según San Marcos 4,35-41.

Por Ignacio Puiggari SJ

Con el atardecer se cierra un día cargado de experiencias exitosas. En medio de la multitud hubo curaciones, milagros, comida en abundancia y la certeza naciente de que estaban con Aquél que debía de venir. Sin embargo, este hombre, Jesús, los invita a cruzar el mar; es decir, los ayuda a no instalarse en los éxitos pasados y los mueve a adentrarse con él en la inseguridad del mar. Los discípulos y las barcas eran muchas. Nada cuesta imaginarnos a nosotros también en una de ellas. El mar está tranquilo y el principio es favorable.

¿Habrán recordado esos judíos aquella experiencia de los egipcios abrazados por las olas y sepultados en lo profundo? ¿O habrán tenido en sus mentes aquella historia del diluvio y su furor? Lo cierto es que cuando el vendaval crece y el movimiento junto con el agua se tornan inmanejables, el miedo reclama con toda su fuerza la legitimidad de su presencia absoluta. Lejos quedaron las curaciones y los milagros, pero no así la presencia de Aquél. El miedo absolutiza el peligro, entrona a la muerte como Señor y único faraón; mientras que la fe, por su parte, vuelve la vista hacia ese Jesús que no sólo habita en nuestras consolaciones y abundancias. Acaso el temor sea aquella disposición más ajustada a nuestra humanidad que se encuentra en medio de las inseguridades del mundo y abierta al Misterio de Dios. Lo sabían los antiguos habitantes de estas regiones cuando presentían la venida del trueno y la lluvia.

En el temor contemplamos cómo, en medio de nuestra indigencia, el Dios de la vida reclama para sí todo señorío. El gozo de la gran calma y del silencio nos adentra en ese otro mar -siempre inmanejable, siempre peligroso- de su misterio que nos desinstala y nos mueve al viaje comunitario de la salvación.

Fuente: cvxuruguay.org

San Ignacio Challenge

El Año Ignaciano #ignatius500 nos anima también a recorrer, en este caso virtualmente, los lugares ignacianos a través de un Challenge on line. A través de videos, relatos, reflexiones y oraciones, podrás viajar gratuitamente por el mundo de San Ignacio… y también hacer un recorrido interior que renueve y fortalezca la vida espiritual.

Un challenge se centra en el reto de conocer más profundamente una realidad del pasado que nos sigue interpelando y enseñando en la actualidad. Dividido por etapas, progresivamente compartirás información sobre el lugar al que llegas, testimonios de quienes ya han estado allí y reflexiones que te ayuden a crecer interiormente.

La plataforma que hace posible este desafío presenta el Challenge San Ignacio de Loyola para visitar virtualmente el entorno del santo, para recuperar el potencial de su espiritualidad y con la posibilidad de apoyar una obra social concreta, para que el amor no quede solo en palabras sino también se exprese en obras.

Motivados inicialmente por superar las dificultades del confinamiento, Challenge internacional nace para sostener la propuesta de la pastoral juvenil en La Rioja (España) y rápidamente se extendió a otras propuestas. De los encuentros formativos presenciales se organizaron, en etapas, una serie de contenidos para peregrinar virtualmente. Así, la primera experiencia prevista para 30-40 españoles llegó a más de 3200 y de todo el mundo.

Cada challenge está modelado en etapas que, a medida que se van completando, avanzan hacia el destino final. La organización ha sumado la posibilidad de compartir este camino con algún guía o acompañante que, también a través de correo electrónico va estableciendo un vínculo espiritual y de asesoramiento para el crecimiento interior.

Todas las propuestas son gratuitas, sólo se precisa contar con un dispositivo y conexión a internet para participar. Con generar un usuario y definir una contraseña se genera el espacio personal en el que se reciben las instrucciones para cada recorrido. Como complemento, también se ofrece la posibilidad de colaborar voluntariamente con un donativo para alguna institución en apoyo a contextos vulnerables.

Gracias a la iniciativa de quienes han participado y colaborado con el San Ignacio Challenge, se ofrece la posibilidad de colaborar con la obra social de Fe y Alegría en la localidad de San José del Boquerón. En definitiva, la propuesta puede generar conocimiento, revitalización interior y sensibilización social.

Para participar: www.challengeinternacional.com

Conferencia Internacional: “Mujeres en la Iglesia: El desafío de la sinodalidad»

La Hna. Nathalie Becquart, sub secretaria del Sínodo de Obispos, primera mujer con derecho a voto en esta instancia eclesial, será la oradora principal del Webinar “Mujeres en la Iglesia” organizado por la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos.

El gran desafío de la sinodalidad en la iglesia y el rol de las mujeres es el centro de esta Conferencia Internacional, con una figura altamente significativa en este campo. Ma Lia Zervino, presidente de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas aseguró que “será una gran oportunidad para conversar con la Hna. Becquart sobre cómo ha de ser el futuro papel de las mujeres en la Iglesia, laicas y consagradas, para avanzar en línea con el Papa Francisco”.

La iniciativa  durará unas 2 hs y contará también con la participación de la Dra. Sophie Gadima, Ministra de Estado en África, única católica en ser Ministra en un gobierno musulmán; y Cristiane Murray, primera mujer en ser vicedirectora de Prensa de la Santa Sede. Las interevenciones serán comentadas por Mons. Jorge Eduardo Lozano, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM.

La Conferencia tendrá lugar el próximo Viernes 18 de Junio en los siguientes horarios: Perú, México y Colombia (09:00 horas); Centroamérica (08:00 horas); Chile y Estados Unidos (10:00 horas); Argentina, Brasil y Uruguay (11:00 horas).

El evento será transmitido en el canal de YouTube de la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos:  https://www.youtube.com/liderescatolicos y  se puede inscribir en el link www.liderescatolicos.net/mujeres