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Bert Daelemans SJ. «Ejercicios espirituales» con el arte

Está naciendo un nuevo método para impartir los Ejercicios Espirituales: un método creativo, pero al mismo tiempo fiel a la tradición. El mismo Ignacio de Loyola había expresado el deseo de incluir imágenes en su texto de los Ejercicios Espirituales (EE); alrededor de 100 años después de la primera edición, se publicó en Roma la primera versión ilustrada, que inauguraba una larga y fecunda tradición, que aún sigue viva.

 

Nuestra propuesta es tan intrínsecamente ignaciana que logra evitar las trampas habituales de algunos retiros: basta pensar en aquellos que no rezan de manera personal, sino que se dejan llevar por lo que dice el predicador, contraviniendo la recomendación que Ignacio da al guía de los Ejercicios, de no interponerse entre el Creador y su criatura y dejar que el Señor se comunique directamente con ella, «abrazándola en su amor y en su alabanza» (EE 15); o la trampa de quedarse en la abundante reflexión mental, en el «mucho saber», sin «sentir y gustar las cosas internamente» (EE 2).

 

Este artículo se desarrollará en tres partes. En la primera, ilustramos una manera ignaciana de acercarse al arte, descartando tres formas que podemos considerar inadecuadas. Sobre esta base, en la segunda parte, enumeraremos 10 frutos sorprendentes de tal experiencia. Finalmente, en la última parte, presentaremos brevemente nuestra propuesta concreta para orar con el arte.

 

Una manera ignaciana de acercarse al arte

En primer lugar, debemos despejar una objeción que a menudo se hace al arte, es decir, que nos aleja de la realidad. Durante una de nuestras conferencias sobre este tema, un oyente criticó el arte, culpable, según él, de endulzar y distorsionar la realidad, a menudo brutal y violenta, creando un mundo imaginario incapaz de ofrecer un terreno seguro para acercarse al Dios de Jesucristo.

 

Esta objeción es un criterio valioso para distinguir el arte, por así decirlo, «auténtico» de formas expresivas edulcoradas, que no nos interpelan en absoluto, manteniéndonos encerrados en nuestra zona de confort y devolviéndonos solo la imagen que ya tenemos de nosotros mismos (la misma objeción sirve para distinguir la oración auténtica de la falsa). Obviamente, no hablaremos de este arte empalagoso, porque no creemos que sirva para un camino ignaciano.

 

Ahora bien, las únicas obras que no se deben considerar son aquellas que no ayudan al hombre «a alcanzar el fin para el cual fue creado» (EE 23); si luego son útiles para otros, no nos corresponde a nosotros juzgarlo. Romano Guardini afirma que el arte digno de ese nombre no se limita a devolvernos la realidad tal como es, como lo haría un espejo o un periódico, sino que la «celebra» con una nota de esperanza, mostrando cómo en esa realidad también están presentes los gérmenes del reino de Dios. En este sentido, puede mostrar la violencia sin violentar, orientándonos hacia el bien (como cuando quien propone los Ejercicios debe asegurarse de que el ejercitante se sienta espiritualmente «movido» y los esté haciendo de la manera correcta [cf. EE 6]). Naturalmente, ni para Guardini ni para nosotros el arte que logra este resultado tiene que ser necesariamente de temática religiosa.

 

Para proponer una manera ignaciana de acercarse al arte, conviene ilustrar otras tres que no son plenamente ignacianas, pero que quizás hemos utilizado durante nuestros retiros: la primera es usar el arte con fines religiosos; la segunda es utilizarlo para ilustrar un concepto; la tercera es observar el arte como espectadores. Se trata de enfoques legítimos, que ciertamente tienen su lugar en los Ejercicios, pero que no son plenamente ignacianos. Aquí, en cambio, queremos proponer una manera realmente nueva y profundamente ignaciana, en la que el arte no es simplemente un remedio o un pretexto, sino el lugar y la letra misma de la oración.

 

Usar el arte con fines religiosos

En primer lugar, debemos rechazar el uso –y abuso propagandístico– del arte con fines religiosos. Esto sucede cuando en el arte buscamos solo aquello que queremos encontrar, lo que hemos establecido de antemano, dogmáticamente o no: si se puede separar el mensaje de la obra, no se valora el arte en sí.

 

Rezar con el arte significa, en cambio, contemplar el arte en sí mismo y descubrir en él un sustrato espiritual –justamente ahí, y en ningún otro lugar–, es decir, de manera sacramental. Porque la espiritualidad no se aleja del mundo y de la materia, ni tampoco de Dios; más bien encuentra en el arte un terreno fértil en el que la gracia asume la naturaleza, revelando su dimensión latente de alegría y vida, sin destruir nada.

 

Usar el arte para ilustrar un concepto

Otro enfoque erróneo es usar el arte para ilustrar un concepto. De este modo, el arte se convierte en un elemento secundario, en el mejor de los casos, una aplicación estéril de los cinco sentidos a una construcción mental.

 

Otra cosa sería proponer en primer lugar la imagen como una composición de lugar, como un espacio que se abre ante nosotros, no más con palabras, sino con «palabras visibles», retomando una expresión de san Agustín, es decir, por medio de colores, líneas, volúmenes, luz, espacio, gestos, miradas y manos que nos hablan sin necesidad de palabras.

 

Ciertamente, las palabras ayudan, pero más como subtítulos o notas al pie de página, aclarando en lugar de explicar, y abriendo en lugar de cerrar el espacio creado por la obra. En este sentido, las palabras, ideas y conceptos son necesarios, porque no se trata solo de sentimentalismo o de vagar en las emociones, sino de comprender con todas nuestras facultades mentales, partiendo de una concepción holística de la razón y la inteligencia, incluyendo la dimensión emocional y la relacionada con la imaginación.

 

Enlace al artículo completo t.ly/kh57Q

@laciviltacattolica

El Camino Ignaciano en Pilgrimaps

Fruto de la colaboración entre la Oficina del Peregrino del Camino Ignaciano – Obra Apostólica Camino Ignaciano y la empresa de servicios turísticos Viator Media, acaba de salir la página web que recoge lugares patrimoniales dentro del Camino Ignaciano.

Después de meses de trabajo recopilando datos, el Camino Ignaciano aparece junto a otras rutas de peregrinación y de turismo religioso, como el Camino a Jerusalén o la Ruta Jesuítica del Paraguay. Más de 100 lugares patrimoniales, mayormente iglesias y centros de culto, han sido identificados y explicados desde el punto de vista del turismo cultural, dando la geolocalización para que se puedan encontrar fácilmente los lugares, ofreciendo al link a internet de la iglesia o el monumento y ofreciendo los horarios de visita.

camino ignaciano portada de pag web pilgrimaps

Todos los lugares ignacianos del Camino Ignaciano se encuentran en esta web brevemente explicados, con la finalidad que todo turista pueda acceder a la información que le lleve a curiosear por esos lugares que hablan de la experiencia de San Ignacio de Loyola. Se puede visitar la web aquí: www.pilgrimaps.com/es/camino-ignaciano/

De momento la web se ofrece en castellano, italiano e inglés, pero se irán añadiendo otros idiomas en el futuro. Con acciones como esta, desde la Oficina del Peregrino del Camino Ignaciano se pone ya a preparar el tercer Año Jubilar del Camino Ignaciano en 2029.

El consejo de Francisco a los jesuitas: “¡No se asusten con nada!”

El pasado 28 de septiembre, el papa Francisco, en medio de su viaje apostólico a Bélgica y Luxemburgo, visitó el Collège Saint-Michel, una institución educativa católica administrada por la Compañía de Jesús, ubicada en Etterbeek (Bruselas). Allí, el Papa pudo reunirse con unos 150 jesuitas de Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos, con quienes mantuvo un diálogo que ha trascendido ahora.


Tal como recoge Antonio Spadaro en La Civiltà Cattolica, el Papa animó a los jesuitas a “no asustarse con nada”. “El jesuita es un hombre en tensión entre dos formas de valentía: el coraje de buscar a Dios en la oración y el coraje de ir a las fronteras”, lo cual, subrayó, es “realmente la ‘contemplación’ en la acción”. “Creo que esta es precisamente la misión principal de los jesuitas: sumergirse en los problemas del mundo y luchar con Dios en la oración”, aseveró Francisco.

Al ser preguntado acerca de la secularización de Europa, el Papa reconoció que se trata de “un fenómeno complejo”. “Percibo que a veces debemos enfrentarnos a formas de paganismo”, aseguró, mientras que “nosotros debemos predicar a esta cultura con el testimonio, el servicio y la fe”.

El sacerdote, un servidor

En este contexto, Francisco señaló que “debemos estar abiertos, dialogar, y en el diálogo ayudar con sencillez. Y lo que hace que el diálogo sea fructífero es el servicio. Desafortunadamente, encuentro a menudo un fuerte clericalismo en la Iglesia, que impide este diálogo fructífero. Y, sobre todo, donde hay clericalismo no hay servicio. Y, por favor, ¡nunca confundan evangelización con proselitismo!”.

Asimismo, y en cuanto al “futuro de las comunidades parroquiales sin sacerdotes”, el Papa señaló que la comunidad, precisamente, “es más importante que el sacerdote, ya que este “es un servidor de la comunidad”. “En algunas situaciones que conozco en varias partes del mundo, se busca dentro de la comunidad a alguien que pueda desempeñar un rol de guía. Pero, por ejemplo, también hay religiosas que asumen este compromiso”, explicó Francisco.

@vidanuevadigital t.ly/jCC0y

basilica lujan fachada a lo lejos multitud de gente

Peregrinación a Luján: Unidad para construir una patria más justa

El evento religioso congregó a miles de fieles, quienes recorrieron 60 kilómetros en medio de oraciones y agradecimientos para la patrona de Argentina, Nuestra Señora de Luján.

Ariana Pernía Paolini – Ciudad del Vaticano

Miles de fieles participaron este fin de semana en la 50º peregrinación a pie a Luján; el evento, que inició el sábado con la caminata desde la Iglesia de San Cayetano en Liniers hasta la Basílica de Luján, culminó con la Misa presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva.

Al igual que cada año, los feligreses se dieron cita este domingo frente a la Basílica de Luján, para participar de la celebración Eucarística presidida por monseñor García Cuerva, quien, durante la homilía le recordó a los fieles el significado del lema que llevó la peregrinación este año, “Madre, bajo tu mirada, buscamos la unidad”, “hemos aprendido que solos es más difícil, que nos necesitamos, que aunque distintos, somos la familia de Jesús y de María; por nuestras venas corre la misma sangre, la de hijos de Dios que caminan a la casa de la Madre”.

“Madre, bajo tu mirada: mirada silenciosa que dice más que muchas palabras. Nos miras con ternura, sin juzgar ni reprocharnos nada”, expresó el arzobispo, a la vez que señaló que la Virgen “sabe que, al mirar así hacia abajo mira nuestra fragilidad”.

Del mismo modo, compartió con los presentes su devoción por la Santísima Virgen, “Madre: tu imagen original tiene solo 38 cm, hecha de barro cocido. Sin embargo, Madre, sos tan grande, sos tan inmensa en tu pequeñez. Decirte Madre nos une; allí está el fundamento para empezar a construir la unidad nacional tan anhelada”.

“Madre, mira a tu pueblo cansado”

Durante la reflexión, monseñor García Cuerva rogó a la Virgen de Luján por el pueblo argentino que hace frente a las problemáticas nacionales, “Madre, mira a tu pueblo cansado, mira a tu pueblo que está haciendo un gran esfuerzo para sostenerse en la esperanza, para ponerse la Patria al hombro y sobrellevar la crisis que nos atraviesa hace años”.

También, el arzobispo hizo hincapié en el aumento del índice de pobreza en el país para el primer trimestre del 2024, ante el cual reprochó que “frente a las crisis, los sabios buscan soluciones, los mediocres (buscan) culpables. Hay muchos mediocres que frente al lacerante y doloroso 52,9 % de pobreza se pusieron a buscar culpables”.

Por tal motivo, García Cuerva invitó a los presentes a no rendirse y a buscar soluciones en unidad, bajo la intercesión de la Virgen María, “No nos rindamos a ser hermanos, a buscar soluciones juntos, a construir una Patria más justa y más fraterna, a liberarnos de prejuicios, odios y enfrentamientos estériles, a seguir confiando nuestras vidas a la Virgen de Luján”; también, exhortó a los fieles a unirse “detrás de dos o tres temas importantes para los todos los argentinos. Pidamos la humildad de trabajar con otros, de generar consensos y acuerdos y de tender puentes porque lo más valiente que podemos hacer es pedir ayuda y eso no es signo de rendirse, es justamente lo contrario, es negar a rendirse”.

La peregrinación contó en su recorrido con más de 60 puestos sanitarios para los feligreses y con puestos de apoyo donde participaron más 6 mil servidores; asimismo, la empresa de aguas y saneamiento, AySA, colaboró con 12 camiones cisterna dispuestos a lo largo del recorrido para proveer de agua potable a los peregrinos, de acuerdo a Infobae.

sinodo 21-24 vista de sala Pablo VI

Sínodo 2024: el Papa alentó a una nueva relación entre la jerarquía y los laicos

En la apertura de la segunda sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo, Francisco destacó el camino recorrido desde el Vaticano II y pidió no enfrentar jerarquía y laicos.

El Papa Francisco presidió hoy la apertura de la segunda sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo, en el Vaticano, defendiendo una nueva relación entre jerarquía y laicos, particularmente en el ejercicio del ministerio de los obispos.

El Sínodo de los Obispos es «una entidad plural y sinfónica capaz de sostener el camino y la misión de la Iglesia católica, ayudando eficazmente al obispo de Roma en su servicio a la comunión de todas las Iglesias y de toda la Iglesia», recordó Francisco, siguiendo a Pablo VI, e instó a considerar la asamblea sinodal «como un proceso y no simplemente como un acontecimiento».

«La composición de esta XVI Asamblea es más que un hecho contingente. Expresa una manera de ejercer el ministerio episcopal coherente con la Tradición viva de la Iglesia y con la enseñanza del Concilio Vaticano II: el obispo, como cualquier otro cristiano, nunca puede pensar en sí mismo sin el otro», defendió el pontífice en el Aula Paulo VI.

La sesión sinodal cuenta con 368 miembros con derecho a voto, de los cuales 272 son obispos; Como ocurrió en 2023, más de 50 votantes son mujeres, entre religiosas y laicas de varios países.

En un espacio dispuesto con varias mesas circulares, colocadas al mismo nivel, como ocurrió en 2023, Francisco destacó que la presencia, como «miembros de pleno derecho», de un número importante de laicos y consagrados (hombres y mujeres), diáconos y sacerdotes, es una decisión tomada «en coherencia con la comprensión del ejercicio del ministerio episcopal» expresada por el Concilio Ecuménico Vaticano II (1961-1965).

«El obispo, principio y fundamento visible de la unidad de la Iglesia particular, no puede vivir su servicio sino entre el pueblo de Dios», afirmó.

No al enfrentamiento entre jerarquía y laicos
La intervención rechazó la idea de que el Sínodo enfrentaría a la jerarquía con los laicos.

«No se trata ciertamente de sustituir uno por otro, alentados por el grito: ahora nos toca a nosotros. Esto no está bien», observó.

El Papa subrayó la necesidad de reflexionar sobre las formas que el ejercicio de la autoridad episcopal está llamado a tomar «en una Iglesia consciente de ser constitutivamente relacional y, por tanto, sinodal».

El hecho de que estemos reunidos aquí -Obispo de Roma, obispos representantes del episcopado mundial, laicos y laicas, consagrados, diáconos y sacerdotes testigos del camino sinodal, junto con los delegados fraternos- es un signo de la voluntad de la Iglesia de escucha la voz del Espíritu Santo».

La nueva sesión se extenderá hasta el 27 de octubre, con el tema ‘Por una Iglesia sinodal: participación, comunión, misión’; La primera sesión tuvo lugar en octubre de 2023, tras una consulta global lanzada por el Papa dos años antes.

Evangelio del Domingo ‘Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre’

El Evangelio de hoy lo encontramos en San Marcos, capítulo 10, versículos 2 al 12.

Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre, dice Jesús. A partir del Evangelio de este domingo les propongo considerar el cuidado de la manera de vivir el amor que elijamos en nuestro seguimiento de Jesús.

En la propuesta del Señor, el amor lo es todo y se fundamenta en el mismo Dios que es amor, que nos ama y que nos involucra en ese amor. Se trata de vivir a la manera de Jesús, un amor que no se aparta del compromiso, de la fidelidad, de la misericordia.

Creer en Dios es creer en el amor, ilusionarnos con Él, volver a Él si nos hemos despistado. No desde la ingenuidad ni desde idealizaciones, sino desde la convicción que en nuestra humanidad, a veces tan frágil y egoísta, el amor es el único camino que nos saca de nosotros mismos y nos permite construir fraternidad y sanar nuestro corazón roto.

Un proyecto de amor vale la pena y eso implica una paciente preparación y también un cuidado perseverante, como lo vivió Jesús en su entrega por todos nosotros. Emprender un camino así implica mucha lucidez, porque el amor muchas veces estará amenazado, pero implica también la confianza en la gracia de Dios que siempre nos sostiene y siempre, aún en tiempos oscuros, nos acompaña y da perseverancia a nuestro camino.

Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.

Esto nos invita a vivir en clave de Jesús y lo hacemos en este mundo descreído de la posibilidad de un sí fiel y duradero. Sostenido en la gracia de Dios. Sin embargo, el divorcio sigue siendo una dolorosa realidad, también en medio de quienes honestamente buscamos seguir al Señor.

La perseverancia en cualquier camino de amor sigue siendo muy difícil. Gracias a Dios seguimos teniendo testigos alegres y comprometidos de la posibilidad del amor. Y aunque la experiencia de muchos sea la de caminos frustrados, todo cristiano puede seguir mirando con ilusión y lucidez que es posible ese amor hasta el fin, como signo y sacramento del amor de Dios por todos sus hijos.

Escuchando la palabra como iglesia, hoy nos toca dar gracias a Dios por tantos matrimonios que siguen unidos y que han podido encontrar caminos de fidelidad, de perdón y de gozo que les han impulsado a la perseverancia. También pidamos por tantos matrimonios que hoy están pasando tiempos de crisis para que encuentren las ayudas necesarias que les permitan luchar por ese amor si Dios ha sido su fuente.

Y pidamos también por quienes se han separado y quizás han emprendido nuevos caminos para que encuentren en la iglesia la comprensión y el apoyo que les ayude a perseverar en la fe y en la búsqueda generosa del bien.

Pidamos al Señor por todos, por todas las vocaciones en la iglesia, los que vienen de caminos nuevos y aquellos que han experimentado caminos rotos, para que a ejemplo de estos matrimonios que con fe han perseverado en su rumbo podamos vivir nuestro seguimiento de Jesús en una entrega de amor coherente, comprometida, fiel y que nos haga felices por creer en la promesa de fidelidad que Dios nos ha hecho.

Que Dios nos bendiga y fortalezca.

Marcelo Amaro SJ

vista general sinodo sala

Segunda Sesión del Sínodo de los Obispos está en marcha

La Segunda Sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad está en marcha, reuniendo a clero y laicos de todo el mundo para discutir «¿Cómo ser una iglesia sinodal en misión? «
Algunos aspectos destacados clave:
• 368 votantes de seis continentes, incluyendo 54 mujeres
• Cuatro «foros teológico-pastorales» para abordar diversos aspectos de la sinodalidad
• El Papa Francisco dirigirá una vigilia de oración ecuménica el 11 de octubre
• Los temas para los grupos de estudio del Sínodo incluyen misión digital, gobernanza sinodal y viaje ecuménico
Por favor, continúen manteniendo a la Iglesia y a los miembros del Sínodo en sus oraciones, pidiendo que el Espíritu Santo guíe e inspire sus discusiones con sabiduría y gracia. Que sus deliberaciones den fruto para la misión de la Iglesia, fortaleciendo su unidad y compromiso de caminar juntos por el camino de la sinodalidad.

¿Sabías que puedes acompañar el Sínodo?

 A través de su oremos juntos por el sinodo click to pray flyerRed Mundial de Oración, el Papa te invita a rezar por el Sínodo en Click To Pray https://clicktopray.org/synod.

Tu oración acompaña a la Iglesia, para la escucha, el discernimiento y avanzar juntos en el camino de la fe.

La Red Mundial de Oración del Papa está al servicio de este proceso espiritual que nos invita a reunirnos, escuchar nuestros corazones y discernir el Espíritu Santo.

La oración está en el corazón del proceso sinodal.


Apadrina un sinodal

Únete en oración con los Padres y Madres sinodales durante esta Asamblea. Al ingresar tu correo, te asignaremos el nombre de un miembro del Sínodo para que lo apadrines con tu oración. Acompaña su camino hasta la clausura de la Asamblea Sinodal el 27 de octubre de 2024. Pasos para rezar por un sinodal:

  1. Regístrate con tu email en https://oremusprosynodo.org
  2. Recibe el nombre del miembro del Sínodo.
  3. Reza para que el Espíritu Santo lo guíe.
  4. Únete y comparte esta iniciativa con tu comunidad.

50 PEREGRINACION JUVENIL A LUJAN FLYER

50 años peregrinando hacia la casa de la Virgen de Luján, Patrona de la Argentina

La tradicional Peregrinación Juvenil a Luján cumple 50 años, y será un motivo más que inspirador para renovar la fe y afianzar el amor hacia la Patrona de la Argentina. Este año se realizará el próximo sábado 5 y domingo 6 de octubre.


Este evento de religiosidad popular tendrá como lema ‘Madre, bajo tu mirada buscamos la unidad’. Desde la organización aseguran que el denominador común es caminar unidos hacia a la casa de la Virgen de Luján, para buscar “su caricia, su mano, su sonrisa, su mirada”.

Construir la unidad

Los integrantes de la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular comentaron que estuvieron reconstruyendo los pedidos e intenciones de los fieles. Allí se vislumbran agradecimientos infinitos y ruegos por tantas necesidades particulares y familiares. Se añaden a estas peticiones, las realizadas de, en y por la unidad de la comunidad, que será la clave motivadora para que los peregrinos lleguen con fuerza a los pies de María.

En el manto celeste y blanco que protege y cuida a todos los argentinos, se descubre la hermandad y el compromiso de unión como familia y como sociedad. Por este motivo, la mirada, la ternura y el manto que abriga y ampara a cada uno de sus hijos, será el destino de la próximo acto de fe que protagonizarán los fieles hacia la Basílica de Luján, durante el primer fin de semana de octubre.

50 años peregrinando hacia la casa de la Virgen de Luján, Patrona de la Argentina

Siete retos a las puertas del Sínodo de la Sinodalidad

Al iniciar la segunda sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, me parece importante recordar que este evento se integra en proceso sinodal que vive toda la Iglesia, lo facilita y lo concreta. La sinodalidad, dimensión constitutiva de la Iglesia, no concluye con el Sínodo de los Obispos ni se limita a él.

El Papa Francisco inaugurará la segunda sesión del Sínodo el día 2 de octubre. Para mí es una alegría poder participar y, al mismo tiempo, es también una gran responsabilidad. Sobre todo, la de ser cauce de la gracia de Dios y nunca muro que bloquea la acción del Espíritu. Pido al Señor la necesaria humildad para darme cuenta de la presencia del Señor, escuchar su voz y seguir su voluntad, con todas mis fuerzas, con todo lo que soy. Y hacerlo con serenidad y alegría. Sin miedo al desgaste y, como decía san Juan XXIII, sin detenerme a devolver las piedras que otros puedan lanzar desde los bordes del camino.

Crecer en amor

También le pido que acreciente en mí el necesario amor. Tengo muy presente lo que dije el día de mi ordenación episcopal. “Amo a la Iglesia apasionadamente. Quisiera acariciarla en cada rostro, abrazarla en los necesitados, poner bálsamo en sus heridas, asumir gozoso su variedad en la unidad, compartir y proclamar la Buena Noticia de Cristo que nos convoca y nos une”.

Estamos en momento lleno de belleza, un tiempo para profundizar en la experiencia de Cristo vivo y, por tanto, en la experiencia de Iglesia. Se trata verdaderamente de un kairós. Así entiendo la sinodalidad y, en ella, la celebración del

Muchos son los retos que se plantean. Desde mi personal experiencia me detengo en siete:

1 Reto de la coherencia. La sinodalidad nos impulsa a procurar una Iglesia “sin mancha ni arruga” (Ef 5,27). Esto nos lleva a corregir errores, sacudir el polvo del camino, potenciar lo esencial. Debe orientarse a la santidad, como es propio de la vida cristiana. Es imprescindible conocer a Cristo desde la experiencia y no solo como concepto o idea. Pero el Hijo de Dios se encarna, entra en el tiempo. Caminamos juntos, pero no en las nubes, sino en el barro del mundo y de la historia: es preciso una lectura atenta de los signos de los tiempos, mejor dicho, de este tiempo.

2 Reto de la espiritualidad. El Papa ha indicado reiteradamente que el proceso sinodal debe guiarlo el Espíritu Santo. Él es el protagonista. Y esto no debe ser una frase hecha sino una realidad. Por eso es necesario revitalizar la dimensión orante, tanto personal como comunitaria. Es hermoso que los trabajos del Sínodo estén precedidos unas jornadas de retiro espiritual. De cada uno de nosotros depende el hacer que no sean un mero trámite. Y durante los trabajos del Sínodo me parece esencial cuidar la oración (especialmente en relación con la Sagrada Escritura) y la celebración de la Eucaristía.

3 Reto de la comunión. Con Cristo y con los hermanos y hermanas. Esto solo es posible si asumimos el amor (cáritas) como verdadero eje de la vida cristiana. Resultaría verdaderamente revolucionario en esta época de agresividad, individualismo, localismo, injusticia, exclusión e intolerancia. Y solo desde la comunión podremos asumir la variedad de vocaciones, carismas y ministerios, la diversidad cultural, la integración, la corresponsabilidad.

4 Reto de la evangelización. El proceso sinodal tiene una profunda dimensión misionera y se resuelve en la evangelización. Por eso los trabajos de la segunda sesión del Sínodo se orientan a responder a una cuestión fundamental: cómo ser Iglesia sinodal misionera. Es decir, cómo testimoniar el Evangelio en el mundo de hoy. Se trata de abandonar las trincheras defensivas, el pesimismo, la resignación. Y de dar razón de nuestra fe testimoniando, como Iglesia, a Cristo vivo. Pero esto solo es posible si somos creíbles.

5 Reto de la renovación. El Espíritu ahuyenta todo temor: el miedo a cambiar, a salir de la autorreferencialidad, en expresión del Papa Francisco. El adagio clásico Ecclesia semper reformanda expresa el profundo desafío de una Iglesia siempre joven. Se trata de volver a formar, rehacer según la forma Ecclesiae que es Cristo. Desde ahí (y solo desde ahí) asumiremos, como consecuencia, la necesaria renovación de estructuras.

6 Reto de la vanguardia. La fe cristiana es dinámica, el Espíritu saca de las seguridades e impulsa más allá. Tenemos la tentación de la retaguardia, es decir, de las zonas de mayor confort, de las rutinas (“siempre se ha hecho así”), de la opción de mínimos. El proceso sinodal nos llama a asumir y vivir la radicalidad evangélica, y a hacerlo en las opciones de la vida cotidiana. Desde el servicio.

7 Reto del entusiasmo. La verdadera alegría es fruto del Espíritu Santo. Se trata de la alegría evangélica de los humildes, de los que se dejan entusiasmar por Cristo, de quienes encarnan la Buena Noticia. Asumiendo las dificultades, las asperezas, los sufrimientos y las incomprensiones, pero abriéndolos, siempre, a la esperanza. Mirando la realidad como Dios la mira.

Iniciamos la aventura de la segunda sesión del Sínodo de los Obispos. Una etapa más en el proceso sinodal de la Iglesia, que nos plantea nuevos horizontes y nos impulsa por nuevos senderos. Si Dios quiere, los recorreremos juntos con generosidad y audacia. Nos encomendamos a la oración de todos.

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*Luis Marín de San Martín, O.S.A., subsecretario de la Secretaría General del Sínodo

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Intenciones del Papa previo al Sínodo. «Los sacerdotes no somos los jefes de los laicos, sino sus pastores»

«Todos los cristianos somos responsables de la misión de la Iglesia. Todos los sacerdotes. Todos«. El Papa Francisco ha querido lanzar una declaración de intenciones, a través del ‘Vídeo del Papa’ de octubre, en la previa de la apertura de la segunda asamblea del Sínodo de la Sinodalidad. Y lo ha hecho con un claro llamamiento a la corresponsabilidad de todos en la construcción de la Iglesia: «Los sacerdotes no somos los jefes de los laicos, sino sus pastores«, subraya.

Bergoglio va más allá: «Jesús nos ha llamado a unos y a otros. No a unos por encima de los otros, ni a unos por un lado y a otros por el otro, sino complementándonos». «Somos comunidad. Por eso debemos caminar juntos recorriendo el camino de la sinodalidad», subraya Francisco.

Una misión que vale para todos, todos, todos… «Claro, ustedes me pueden preguntar ¿qué puedo hacer yo, conductor de autobús?, ¿yo, campesina?, ¿o yo, pescador?», pregunta el Papa. «Lo que tenemos que hacer todos: dar testimonio con nuestras vidas. Y corresponsabilizarnos de la misión de la Iglesia«, recalca.

Y es que «los laicos, los bautizados, están en la Iglesia en su propia casa, y tienen que cuidarla. Lo mismo que nosotros, los sacerdotes, los consagrados. Cada uno aportando lo que mejor sabe hacer», sostiene el pontífice. «Somos corresponsables en la misión, participamos y vivimos en la comunión de la Iglesia».

«Oremos para que la Iglesia siga apoyando por todos los medios un estilo de vida sinodal, bajo el signo de la corresponsabilidad, promoviendo la participación, la comunión y la misión compartida entre sacerdotes, religiosos y laicos», concluye Francisco, en su vídeo-oración previa al Sínodo de la Sinodalidad.

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