Plan de Formación Común CPAL

Querido/a amigo/a en el Señor:

Celebramos el Bicentenario de la Restauración de la Compañía de Jesús, agradeciendo nuestra herencia y renovando el espíritu para colaborar en la Misión Común a la que hemos sido llamados por el “Rey Eternal”.

El Sector Colaboración de la CPAL (Conferencia de Provinciales Jesuitas en América Latina)  con alegría, deseando ser más para servir mejor, dedica a los colaboradores y colaboradoras en la Missio Dei, este Plan de Formación Común con la esperanza de “Crecer Juntos en la Fe y el Servicio”.

El Plan fue elaborado como signo de lo que anhelamos ser: un solo cuerpo apostólico que trabaja en colaboración para contribuir en la construcción de la América latina y el Caribe que Dios desea.

Expresamos nuestro agradecimiento a la CPAL por su apuesta decidida, proporcionando aliento y los recursos humanos disponibles para la consecución de este Plan añorado en su seno desde su fundación. Va también nuestra sentida gratitud y admiración al Profesor Vinicio Morales, a los Padres Álvaro Quiroz s.j. y Roberto Jaramillo s.j., quienes diseñaron los módulos de las áreas Crecimiento Personal, Espiritualidad y Compromiso con la Fe y la Justicia respectivamente, y a la Profesora Maritza Barrios, del sector Educación, quien tuvo a su cargo la orientación y asesoramiento pedagógico para su elaboración. Así como también va nuestro agradecimiento al Prof. Claudio Vinicio Solís quien colaboró con nosotros en la elaboración del Módulo 0 Transversal y la guía para participantes y tutores.

Creemos que de esta manera ayudaremos a la concreción del “Fortalecimiento del cuerpo apostólico y la colaboración en la misión”. Esto es, colaborando para llevar a la práctica el objetivo 18 del PAC, facilitaremos la consecución de nuestras prioridades apostólicas en la parte de Reino que nos toca construir hoy.

Esperamos la creatividad de las Provincias para completar, terminar y enriquecer esta obra que hemos empezado, de ella seguramente surgirán nuevas síntesis que ayudarán a comprender y encarar la misión de manera renovada, fortalecida y así poder recoger mejores y mayores frutos de la herencia espiritual que nos legara Ignacio de Loyola.

Los delegados y delegadas del sector Colaboración agradecemos sobre todo a la Santísima Trinidad: Dios – Colaboración, que confió en nosotros esta tarea y que la hemos emprendido para Su Mayor Gloria.

“En todo amar y servir”.

Sector Colaboración CPAL.

Plan de Formación Común CPAL

Módulos del Plan de Formación

Cardenal Sturla Inaugura el 30° Ciclo Lectivo de la UCU

En la educación “debemos tener una mirada realista y esperanzadora”, señaló el Cardenal Daniel Sturla, Gran Canciller de UCU, durante la Lectio Inauguralis 2015

Para inaugurar el 30° año lectivo de la Universidad Católica del Uruguay el Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla SDB, Gran Canciller de UCU, dictó la Lectio Inauguralis “Una mirada a la Iglesia en tiempos del Papa Francisco. Algunos desafíos para la educación”.

Durante su alocución el Cardenal Sturla hizo un recorrido histórico en la historias de los papados. Cómo han ido variando las personalidades de los distintos Santos Padres, desde el tiempo de los primeros cristianos, pasando por la edad media, el renacimiento y hasta nuestros días. Durante este recuento recordó que “los papas desde el siglo XIX a la fecha han sido todos Santos”, más allá de no haber sido canonizados, e hizo especial hincapié en San Juan XXIII y San Juan Pablo II. “Cuando Francisco se asomó al balcón en San Pedro, supimos que se venía algo grande”, recordó Sturla.

Luego recordó la misión que el Papa Francisco les había encargado a los cardenales creados en el último consistorio. “El papa nos pidió transparencia”, recordó.

Para finalizar, Sturla se centró en la educación y se mostró preocupado por la “falta de sentido de la vida en los adolescentes”, agregó que en este aspecto “hay que tener una mirada realista y esperanzadora” y “hay que transmitir fe”, sin importar de qué fe se trate.

Según expresó una vez terminada la conferencia, Sturla sintió “por un lado, un honor muy grande y cierto susto de tener que hablar ante tanta gente y asumir este rol de una Lectio Inauguralis”. “Pero el Señor ayuda”, agregó “y uno se prepara, entonces al final termina primando la alegría de haber podido brindar este servicio”.

Es la primera vez que un Cardenal es Gran Canciller de la Universidad y que un integrante del colegio cardenalicio da una Lectio Inauguralis. La Lectio Inauguralis se realizó el 16 de abril en el Aula Magna de la Sede Central y se emitió de manera simultánea a través de videoconferencia a las sedes de Salto y Punta del Este.

 

Carta desde Nepal

¡Qué desolación en nuestro país! Nuestra misión en Tipling parece muy afectada, por las últimas noticias recibidas. Muchas casas se derrumbaron, nuestra pequeña residencia también. Tipling está en realidad más cerca del epicentro que Katmandú.

El pasado sábado 25 de abril estuvimos, los escolares de Kamal Niwas, el P. Bill y yo, en Okhaldhunga, un pueblo de montaña a unos 150 km al este de Katmandú. Un compañero jesuita nativo, Tek Bahadur Paudel, fue ordenado sacerdote. El pueblo es totalmente hindú, incluyendo su familia. Es el único que se convirtió al cristianismo. Allí no hay iglesia. La ordenación se celebró al aire libre bajo un pabellón provisional que ocupaba el patio de la escuela en la aldea.

El detalle es importante… porque nos salvó la vida.

La ceremonia comenzó a las 9.00 am y terminó a las 11:30. Muchos estaban todavía felicitando al nuevo sacerdote, poniéndole la Khada tradicional, cuando el primer terremoto sacudió a la región: fue violento y largo. La escena daba miedo: pudimos ver al otro lado del valle nubes de polvo que se levantaban aquí y allá, acompañadas de gritos. Cada nube significaba que una casa se derrumbaba, o un desprendimiento de rocas y tierra. Retumbó desde las cumbres hasta el fondo del valle.

Hubo muchos daños también en Okhaldhunga: las casas derrumbadas no eran muchas pero sí hubo muchos destrozos que las hacen inhabitables. Incluyendo la de los padres del nuevo sacerdote. Pero ‐milagro en el desastre– no hubo ni un muerto ni un herido en Okhaldhunga.

Casi todo el pueblo, de hecho, estaba en la ceremonia de ordenación. Cuando por la noche visité con Tek algunas familias, nos dijeron en todas partes: «¡Ha sido vuestro Dios quien nos salvó…! Con la ceremonia todos estábamos fuera.»

Nos llevó tres días regresar a Katmandú. El viaje –por un largo tramo de pista fangosa ‐ con nuestro autobús de 25 plazas, fue épico, con 60 kilómetros de largo rodeo porque un puente estaba cortado. La desolación en los pueblos del camino era tremenda. No tengo ninguna duda de que el número de muertes reportadas oficialmente aumentará. Los temblores están disminuyendo en intensidad. Conté 10 hasta anoche (28 de abril 16.45pm) poco después de mi llegada a Kamal Niwas (Katmandú). El séptimo, 26 de abril a las 13.10pm (25 horas después del primero) fue tan intenso como el primero, pero más corto. Nuevos daños y nubes de polvo.

Nos preocupaba como estaría Kamal Niwas… Pero los dos edificios no parecía haber sufrido ningún daño estructural. En el interior, el espectáculo era desgarrador. Una vez más gracias por su mensaje y amable atención.

P. Etienne Degrez SJ

Nuestra Señora del Camino

La Madonna della Strada o Nuestra Señora del Camino, es la Patrona de la Compañía de Jesús y la primera ante la cual San Ignacio de Loyola y los otros fundadores de la Compañía oraban en Roma. Y también fue imagen de María que se honraba en la la primera Iglesia que tuvo a cargo la naciente Compañía de Jesús recién fundada.

Su día conmemorativo (24 de Mayo) ayuda a recordar a los jesuitas que son peregrinos, inspirándose en uno sus fundadores que eligió ser llamado “el Peregrino”.

Señora del Camino – Cristóbal Fones SJ

Señora del Camino,

muéstrame la vía

para llegar al Padre

al lado de tu hijo.

 

Señora del Camino,

en mi oración te pido

que no me dejes nunca;

me siento como un niño.

 

Dame tu luz para avanzar

y en la noche oscura guíame.

 

Hazme transparente

como fue tu vientre

para dar a luz la vida.

Ponme con tu hijo,

Señora del Camino.

 

 

Para Reflexionar en Tiempo de Pascua

No les resultaba fácil a los discípulos y discípulas expresar lo que estaban viviendo. De hecho, para hacerlo, los evangelistas acuden a toda clase de recursos narrativos y refieren esa experiencia de diferentes maneras. Sin embargo, el núcleo es siempre el mismo: Jesús vive y está de nuevo con ellos. Esto es lo decisivo, lo fundamental. Recuperan a Jesús lleno de vida.

Los discípulos se reencuentran con aquel que los había llamado y al que habían dejado solo. Ciertamente ya no será como antes, cuando estaban con él en Galilea. Tendrán que aprender a vivir de la fe. Tendrán que aprender a relacionarse con el Maestro de un modo completamente nuevo. Deberán llenarse de su Espíritu. Tendrán que recordar sus palabras y actualizar sus gestos.

Pero los anima el hecho de saber y sentir que Jesús está con ellos, y que la vida continúa.

Todos experimentan lo mismo: una paz honda y una alegría incontenible. Las fuentes evangélicas, tan sobrias siempre para hablar de sentimientos, lo subrayan una y otra vez: el resucitado despierta en ellos alegría y paz. Es tan central esta vivencia que se puede decir, sin exagerar, que de esta paz y de esta alegría nació la fuerza que impulsó a los seguidores de Jesús a querer transmitir su mensaje a otros.

Ahora bien, ¿con qué experiencias podemos contar nosotros para compartir la fe de los primeros cristianos?

¿Cómo alcanzar esa paz y esa alegría de las que ellos se sintieron inundados? ¿De qué manera podemos vivir la fe en la resurrección, sin reducirla a un mero convencimiento “en abstracto” y sin ninguna incidencia ni repercusión en lo concreto cotidiano? En definitiva, ¿qué significa creer en el Resucitado?

Creer en el Resucitado es comprender que el Evangelio es una invitación a vivir mejor. Es escuchar y comprender las palabras de Jesús como horizonte de sentido y camino de realización humana. Y es también dejarnos interpelar por esas palabras agudas y penetrantes del Maestro, que nos iluminan para no caer en la trampa de las numerosas “fuerzas de muerte” que se agitan alrededor de nosotros y que también operan en nuestro interior.

Creer en el Resucitado es experimentar que el mensaje de Jesús puede transformar nuestra existencia y dar más vida a todo lo bueno que hay en cada uno de nosotros; y puede liberarnos de todo aquello que nos ata y nos frena, que nos entristece y deprime, que nos inquieta y angustia, o que nos quita esperanza y ganas de vivir.

Creer en el Resucitado es trabajar por la vida y hacer todo lo posible por derrotar la muerte en cualquiera de sus manifestaciones. Es liberar las fuerzas de la vida y luchar contra todo lo que deshumaniza, degrada y aniquila a los seres humanos. Creer en el Resucitado es, en definitiva, mantener viva la esperanza de que otro mundo es posible; y desde ahí estar dispuestos a poner el hombro para hacer realidad en nosotros y en nuestro entorno la utopía de ese Reino de justicia, de paz y de una vida digna para todos que Jesús inauguró y con cuya causa se comprometió hasta la muerte.

Raúl Bradley SJ

 

‘Muéstranos al Padre’

«A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a Tomás: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto.» Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta». Jesús le respondió: «Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes ¿Y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre ¿Cómo dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créanme: Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi nombre, yo lo haré».

Jn 14, 6-14

Reflexión

Señor, ¿qué hay para que te manifiestes a nosotras y no al mundo?

Jesús parece no escuchar la pregunta de Judas Tadeo. No altera el hilo de su honda comunicación sobre el amor y la relación personal como condición para recibirlo. Es que en esta palabra suya está entrañada la respuesta que busca el discípulo.

Será una constante. Muchas veces sentiremos que el Señor no responde directamente a nuestras urgencias, pero encontraremos su respuesta meditando su palabra en la intimidad de nuestro corazón, en esa amalgama entre su palabra y su luz y nuestro compromiso-interpretación-decisión para actualizarla en nuestra vida concreta.

Señor, ¿por qué te manifestarás sólo a nosotros y no al mundo? Porque el que no me ama no puede recibirme. Descubrir mi presencia en el camino de la vida nunca será una imposición forzosa e inapelable. Solamente será posible en un contexto de fe y decisión por mí, de quien ya se ha puesto en camino tras mis huellas.

Eso sí, al mundo no lo abandono. Serán mis discípulos, esos que me acogen en su corazón y me traducen a sus vidas concretas, mi manifestación palpable para cada circunstancia, en cada momento de la historia.

 Leonardo Amaro Sj

El Momento de la Gracia

El momento de la gracia es el de “caer en cuenta de”. Es un instante de fronteras movedizas que uno no puede atrapar, sino que siente “es atrapado en la propia interioridad”. Es tomado desde lo profundo.

Cuando caemos en la cuenta de la gracia que nos habita percibimos un plus de nosotros mismos, algo no inventado por nuestra mente, no generado por lo que pudimos hacer ni ser, sino donado, dado desde adentro como un borbotón de agua fresca que nos nace.

El momento de la gracia es el asalto de la conciencia que nos avisa de la bendición de Dios que con su Espíritu está obrando incesante en nuestra vida.

¿Y qué hace el Espíritu en nuestro interior más íntimo?

Nos regenera, nos repara, nos justifica, nos salva, nos vivifica y desata, nos dota, nos consuela, nos eleva, nos ahonda, nos abre a más…

Por eso quien se abre al Espíritu que lo habita, comienza a mirar con amor al otro e intenta repararle sus grietas.

Pretende justificarlo desde su dignidad de hijo porque vio su dignidad.

Busca salvarlo a pesar de sus errores, como hace el Padre con él.

Quiere que sea vivificado e insuflado en la plenitud de la vida que siente surgir en sí mismo con libertad.

Lo ayuda a que descubra su inagotable ser lleno de posibilidades.

Intenta por varios medios consolarlo de sus sufrimientos.

Desde donde ha sido puesto por la acción de Dios, busca atraerlo hacia la cima del amor.

Quien se abre al Espíritu mira con “ojos de Reino” las honduras de la realidad y lo desea para el otro, por eso comunica.

Quien se abre al Espíritu indaga con cariño y firmeza por esa fisura interior que todos tenemos, en busca del manantial donde brota el agua y la sangre de la vida albergada en cada corazón…

 Emmanuel Sicre SJ

La difícil conversión a la alegría

“Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer” Lc 24,41 

Cuando uno ha pasado mucho tiempo tocándose la herida; cuando no ha dejado que siga su natural proceso de curación: DUELE, y lo peor de todo no deja de doler, con el agravante que ese dolor nos remite siempre al hecho traumático que lo ha generado; encerrándonos en un imperceptible círculo vicioso: el dolor genera reproche, el reproche genera recuerdo del hecho traumático y el hecho traumático nos actualiza el dolor.

Los discípulos todavía seguían con el dolor de la muerte de Jesús; seguían atormentándose con distintos reproches.

Cuando Jesús aparece trayéndoles la paz no le creen, piensan que es un fantasma.

Es sorprendente como los discípulos, de su miedo, de su incredulidad se convierten en creyentes de la resurrección.

Jesús no les hace ningún discurso, ni tampoco les cita las escrituras, sino que les hace mirar aquello que les esta produciendo dolor para que desde allí se dejen resucitar.

La conversión de los discípulos es de la tristeza a la alegría.

Esa alegría que trae Jesús, que se hace comida y organiza la fiesta de la vida.

Cuando pasamos mucho tiempo quejándonos de nuestras desgracias, cuando no paramos de auto-compadecernos, cuando somos las victimas y los incomprendidos de la historia, se nos hace difícil reconocer la alegría y la paz que irrumpe en medio de nuestras vidas.

Y cuando la alegría del resucitado entra en la vida, ella se hace misión.

Tu corazón sabe que no es lo mismo la vida sin Él; entonces eso que has descubierto, eso que te ayuda a vivir y que te da una esperanza, eso es lo que necesitas comunicar a los otros. Evangelii Gaudium 121

Raúl González

Programa de Liderazgo y Análisis Político

El Programa en Liderazgo y Análisis Político del CIAS ( Centro de Investigación y Acción Social– Jesuitas Argentina ) ya tiene sus primeros 30 alumnos.

Luego de un arduo proceso de selección, del que participaron más de 260 candidatos, el Comité de Selección eligió a un grupo de 30 participantes para la primera edición del Programa, que comenzó el siete de abril.

El Programa en Liderazgo y Análisis Político busca formar y movilizar una nueva generación de líderes políticos al servicio de la sociedad. Para ello, creamos una red dinámica de personas unidas por una profunda amistad cívica, más allá de toda ideología política, una vocación compartida por la política como herramienta de cambio y justicia social.

El Programa es una propuesta inédita que combina cursos teóricos para el dominio de capacidades analíticas y de diseño de políticas públicas, con talleres prácticos, estudio de casos, debates y simulaciones de escenario para que los estudiantes maximicen sus habilidades de liderazgo, negociación y generación de capital político.

Con el fin de brindar a los mejores estudiantes la oportunidad de realizar prácticas en el Poder Ejecutivo o en el Poder Legislativo; el CIAS ha firmado Convenios y colabora con las principales agrupaciones políticas. Además, El CIAS organiza un viaje de integración a Georgetown University, Washington D.C. para los alumnos más destacados del Programa. Mediante esta experiencia nuestros egresados podrán interactuar con políticos, funcionarios y académicos de reconocimiento internacional. El CIAS ha diseñado un sistema de Becas para ayudar a los estudiantes en forma proporcional a sus necesidades y méritos académicos. Todos los estudiantes recibieron becas desde el 50% al 100% del coto total del Programa. Con vocación universal el CIAS trabaja y dialoga, más allá de orientaciones personales, cultura y fe propia, con todas aquellas personas que entienden la política como servicio a los demás y especialmente a los más pobres.