Aprendiendo a promover la justicia en un contexto chino

Fernando Azpiroz SJ escribió un artículo para el anuario 2020 de la Compañía de Jesús en el que comparte su experiencia de misión en China, desde el enfoque de la espiritualidad ignaciana. 

El texto

Vivir una fe que promueve la justicia significa también actuar y tomar decisiones en medio de ambientes difíciles y desafiantes. Cuando nos enfrentamos a contextos así, diversas imágenes llenan nuestros sentimientos, imaginación, mente y corazón. La espiritualidad ignaciana presta una atención especial al discernimiento de las imágenes, en el momento en que aún estamos buscando un sentido, como condición previa antes de buscar soluciones sólidas a problemas concretos.

En estas líneas quisiera compartir unas reflexiones sobre tres imágenes que tienen raíces tanto en la tradición ignaciana como en la cultura china. Expresan mi aprendizaje personal y mi integración de aquellos elementos ignacianos que han influido en la manera en que yo llevo a cabo nuestra misión en China. Estas imágenes y aprendizajes se expresan con tres caracteres chinos: aprender a dialogar con el diferente, representado por el carácter «Ren» (仁), que significa «humanidad»; aprender a esperar lo improbable, representado por el carácter «Wang» (望), que significa «esperanza»; y aprender cómo hacerse innecesario construyendo un «juntos para la misión», representado por el carácter «Dao» (道), que significa «el Camino».

Desde los tiempos de Matteo Ricci, los jesuitas se han sentido atraídos por el carácter Ren , que representa a una persona con un número dos. Lo que nos hace humanos es la relación con el otro. Los modernos confucianos expresan esto como la capacidad de sentir con el corazón de otra persona. Cuanto mayor es la brecha que separa a esas dos personas, más fuerte resulta esta experiencia de hacerse humano. En mis 13 años en China, colaborando en Ricci Social Services (Servicios sociales Ricci), he sido bendecido entrando en estrecha relación con personas que eran muy diferentes a mí. Personas con lepra, niños y adultos que vivían con el VIH/SIDA, las religiosas chinas que los servían, trabajadores del sexo, funcionarios públicos, etc. Después de todos estos años, me resulta imposible entenderme a mí mismo sin ellos: se han convertido en parte de quién soy y de cómo entiendo nuestra misión, que es la fuente de nuestra identidad como jesuitas. Muchos de ellos, incluidos los funcionarios, se han convertido en mis amigos, mis compañeros de misión y mis mejores maestros.

Dialogar con nuestras diferencias ha supuesto un largo proceso de comprender lo que nos une, lo que nos complementa y lo que nos empuja en direcciones opuestas. Este diálogo ha significado la construcción de un espacio de libertad mutua, que ha transformado y hecho más profundas nuestras identidades. El diálogo – especialmente con aquellos que parecen estar contra nosotros – está inscrito en el fondo de nuestro ADN jesuita. No es solo una forma de negociar con contextos difíciles para llevar adelante nuestra misión. El diálogo ha sido y es en sí mismo una parte fundamental de nuestra misión de reconciliación y justicia, como dice la Congregación General 36.

Pero el diálogo en China no funciona tan rápido, así que tuve que empezar a «aprender a esperar lo improbable». Cuando comenzamos nuestro servicio a las personas afectadas por la lepra en China hace 30 años, las condiciones eran terribles. Ni siquiera los pacientes de lepra lograban entender por qué las religiosas que trabajaban con nosotros querían venir a los lugares más inhóspitos de China para quedarse y vivir con ellos. «¿Cuándo se van a marchar?» era la pregunta habitual que les hacían a aquellas heroicas religiosas en aquellos días. Lo mismo ocurrió cuando empezamos a servir a los enfermos de VIH/SIDA hace 15 años, o a las mujeres en riesgo hace cinco años. El carácter chino que significa «esperanza» representa un sabio mirando a la luna, pero firmemente plantado en el suelo. Para mí, esto ha significado amar el presente y sus circunstancias y tener esperanza en el futuro; servir y dialogar cada día con la realidad presente, sabiendo que al hacerlo nos estábamos preparando para el don del futuro. «Esperanza» ha sido una de las palabras más importantes en nuestras recientes congregaciones y uno de los mayores regalos que he recibido en mi misión en China.

Esto nos lleva a mi tercer carácter: aprender cómo hacerse innecesario. Lao-Tse escribió que los mejores gobernantes con aquellos cuya existencia es casi ignorada por el pueblo. «El mejor gobernante permanece detrás de la escena y su voz rara vez se escucha». Cuando cumple sus tareas, el pueblo dice: «Lo hemos hecho nosotros». Un elemento central de nuestro modo de proceder jesuita es la construcción de un cuerpo apostólico para la misión. La misión – que no nos pertenece – no se confía a individuos sino a todo el cuerpo apostólico. El camino jesuita coincide en esto con el camino chino o Dao (道), «el Camino del Rey Sabio». Esto es muy importante cuando hace falta construir confianza mutua en un contexto chino, donde todo cambia con mucha rapidez. Los 30 años de servicio en China deRicci Social Services demuestran que es la continuidad de toda una comunidad y no la de personas individuales la que hace que una misión progrese.

Aprender a dialogar con el diferente, a esperar lo improbable y a hacerse innecesario. A mí me falta mucho para graduarme. Como decimos en China, cuanto más tiempo vives, más tienes que aprender.

 

Fuente: jesuits.global

Se presentó la versión digital del anuario 2020 de la Compañía de Jesús

A comienzos del mes de Julio se presentó la versión digital del anuario de la Compañía de Jesús del año 2020, cuya versión impresa fue distribuida el pasado mes de diciembre.

En la portada vemos la imagen de un indígena ticuna con mirada hacia el futuro en el Lago Tarapoto de Puerto Nariño, en la Amazonía; una fotografía de María Teresa Urueña, del Servicio Jesuita Panamazónico. Es una oportunidad para tener en mente el trabajo del Sínodo sobre la Amazonia celebrado en octubre de 2019. El tema de este encuentro, «Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral», está directamente relacionado con las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús, en particular con el cuidado que se debe dar a «nuestra casa común».

El Padre General Arturo Sosa SJ comenta en la presentación que “Todos sus artículos cuentan una historia, que es la historia de Jesús, la historia del Evangelio. Les presentamos un relato diferente sobre nuestro mundo: un relato en el que los pobres son bendecidos, los últimos son los primeros, el liderazgo consiste en el servicio y la vida se manifiesta incluso en medio de la muerte y la oscuridad.”

La publicación ofrece en la primera parte ejemplos de la implementación de cada una de las cuatro Preferencias Apostólicas Universales. Y en la segunda parte, artículos sobre el apostolado social de la Compañía, contribuyendo a las celebraciones del 50º aniversario del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología.

Haciendo click en la imagen podrás descargar el anuario en formato pdf.

 

Fuente: noticias.jesuitas.pe

«Pausa Ignaciana: Dignidad, bienvenido todo lo que hagamos para salvarla» – Por Pablo Walker SJ

Inspirado en la película «Hijos del Hombre», el sacerdote jesuita chileno Pablo Walker SJ, escribió una columna para la web jesuitas.cl: «Pausa Ignaciana: Dignidad, bienvenido todo lo que hagamos para salvarla».

Por Pablo Walker SJ

No están los tiempos para pontificar sobre nada. Sólo sé que desgraciadamente esta escena ya la habíamos visto en el cine: noticieros del mundo entero repitiendo una misma tragedia que sucede en todas partes. Grandes ciudades con avenidas desiertas. Y rostros demacrados apareciendo en el umbral de las puertas de la casa, del hospital, de la oficina. Lívidos, tratando de sobrevivir a la catástrofe.

Escribir esta columna sale a contrapelo. Esto no es película, este miedo es sin música de fondo. Pero podemos recurrir una vez más al arte, y a sus guiños a la fe en un Jesús Vivo, para ayudarnos a desactivar la proximidad de lo inhumano y para buscar el sentido de dignidad en medio de la pandemia y de lo que venga.

Una de aquellas películas sobre distopías me tocó ver estos días: Children of Men (Hijos de los hombres) film del 2006 dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón. Así como Joker del 2019 nos había preparado las retinas para no cerrar los ojos ante la violencia demencial que se desató en nuestras calles, así como nos ayudó a ver detrás de las capuchas las cicatrices de las biografías heridas, Hijos de los hombres nos ayudará a hacer ese ejercicio que hará posible salir vivos de ésta. Aunque esa vida sea para la generación que venga.

En esta obra de Alfonso Cuarón corre el año 2027 y se cumplen dos décadas de que ya no nacen niños(as) en el mundo. Ninguna ciencia ha podido esclarecer la causa. En Londres oleadas de inmigrantes ilegales son acorralados en jaulas para luego llevarlos a ghettos. La clase dirigente vive entre parques y obras de arte. Como resistencia se ha levantado en armas un grupo insurgente que devuelve las balas que les lanzan. Una espiral suicida perfecta…

Entonces sucede un milagro que podría devolver la esperanza: una mujer ha quedado embarazada, llora una criatura recién nacida…el único problema es que es una migrante ilegal. ¿Se recibirá ese milagro con todos los trastornos que trae a los poderosos de turno o se perseverará en el circuito mortal?.

También han sucedido milagros en estos meses de pandemia. No me refiero a que se limpie el aire en Hong Kong, aparezcan jabalíes en Barcelona y delfines en Venecia. Ni siquiera a las “oportunidades humanizadoras” que han aparecido vinculadas a la cuarentena, el volver a la mesa en familia, el teletrabajo en casa, el contar con los vecinos, el priorizar el cuidado de los viejos. El milagro es algo más radical: constatar que el sufrimiento devastador quizá nos podría hermanar a quienes el mercado nos segregó con violencia.

Podría… ¿Qué tendría que suceder? Benito Baranda nos ha advertido ante la ingenuidad de creer que la pandemia “nos hará bien”, pase lo que pase. No es así, estamos ante un cruce de caminos. Humanización y barbarie están a igual distancia. Mientras tanto aumentan los muertos, cesantes, arruinados y quebrados. Y se empobrecen los que ya eran pobres. Quedan exhaustos y expuestos los que en la trinchera dan la cara y cuidan la vida arriesgando la propia. Aquí no hay happy end:  aún cuando las medidas sanitarias acierten, no necesariamente saldremos de ésta mejores personas. Hoy el corona virus está quitándonos vida. Mirar esta pandemia como una oportunidad para otra cosa es frívolo. Esta crisis mundial y la recesión que vendrá será un calvario para millones. Sus frutos posibles no justifican ningún muerto.

Así dicho me tranquilizo y recuerdo que hace poco conmemoramos que Jesús no vino a blindarnos ante la muerte ni a castigarnos con ella, ni a invitarnos a la resignación. Pero que pudo con su vida y muerte abrirnos un camino para resistir la invasión de lo inhumano, justamente cuando la muerte y la pobreza nos acechan.

Si el miedo a terminar entubados nos hermana, si el temor o a no tener para nuestro padre un respirador nos hace iguales…aquí puede haber un milagro que nos salve como país. Y paradójicamente es el mismo cambio de mirada exigido en cada grito, en cada rayado, en cada piedrazo y cabildo durante el estallido social. Un milagro de horizontalidad. En esos días gritábamos en la Alameda “¿por qué tiene que sufrirse la represión y la tortura para que se escuche el simple anhelo de igualdad?”. Cinco meses después la venda de nuestros ojos ha caído: ante el miedo a una enfermedad que nos arrebate lo más querido, ante un miedo que no hace diferencias entre ricos y pobres, el privilegio, el apellido, el colegio caro y el barrio seguro se vuelven patéticos e impotentes. Nada nos blinda. Es el momento de la lucidez. Desde esa lucidez nos conectamos con quienes viven la cuarentena hacinados, cesantes, encarcelados, agolpados en un conventillo…y hacemos que esa lucidez se proyecte al futuro en un país distinto.Si ahora descubrimos que la dignidad era una vulnerabilidad compartida y no una marca de auto, si ella nos permite reconocer que nadie se salvará sólo, ¿podremos cambiar nuestro modo de vida para que Chile sea viable? ¿Podremos renunciar a lo que impide relacionarnos como iguales? ¿Revertiremos la segregación social? ¿Asumiremos nuestro destino colectivo priorizando la justicia social?

Recuerdo que el único momento de la película “Hijos del Hombre”, en que los antagonistas dejan de agarrarse a balazos, es cuando escuchan por primera vez lo inaudito…el llanto de una niña recién nacida. Sólo por un minuto dejan de disparar, de reprimir, de escapar, de estar horrorizados. Se miran con complicidad sólo por un minuto. Aquí también nos llegó una recién nacida. Se llamó Dignidad. Bienvenido todo lo que hagamos para salvarla.

 

Fuente: https: jesuitas.cl

Las redes globales de incidencia pública ignaciana sobre los efectos de la pandemia

Convocados por el Secretariado de Justicia Social y Ecología, de la Compañía de Jesús, los líderes de las redes internacionales de incidencia pública (GIAN por sus siglas en inglés) sobre derecho a la educación, migraciones,  ecología y justicia en minería se reunieron virtualmente y hablaron, entre otras cuestiones, de los efectos de la pandemia: ¿Cómo está afectando a las migraciones forzosas, la educación, el medio ambiente y la ecología, a las personas y comunidades más vulnerables?

La situación de los migrantes

La compañía de Jesús trabaja en todo el mundo con migrantes forzosos desde hace muchos años. Su situación se ha agravado con la COVID-19. El líder de la red, Javier Cortegoso, que coordina la Red Jesuita a Migrantes en América Latina, denuncia la situación de los centros de detención en diversos lugares del mundo, en los que el hacinamiento y las deplorables condiciones imposibilitan las medidas para evitar el contagio; el aprovechamiento de muchos gobiernos de la situación para continuar las deportaciones de personas migrantes sin garantías respecto a su salud; el abandono de las personas en tránsito y en frontera, la limitación de su acceso a los sistemas de salud, y el incremento en el rechazo y la xenofobia hacia las personas migrantes, a las que en demasiadas ocasiones se acusa falsamente de propagar el virus.

Un motivo de preocupación es la precariedad económica de las personas migrantes debido al confinamiento, puesto que están en la economía informal y deben ganarse el sustento diario. Esto, además, perjudica gravemente a numerosas familias y comunidades de muchos países ya en situación de pobreza, debido al acentuado descenso en las remesas que los migrantes enviaban a sus países de origen.

Repensar la educación

Los niños y niñas migrantes -como también aquellos que viven en pobreza y exclusión, en zonas rurales remotas, las niñas, los niños y niñas indígenas, o aquellos con necesidades especiales- sufren de manera aguda las consecuencias del cierre de colegios en 193 países del mundo.

Aunque las organizaciones que aglutinan la red han tratado de adaptarse a través de la educación virtual y por radio en la etapa de confinamiento, esta alternativa presenta enormes retos, como la carencia de material pedagógico o la brecha digital, que hacen que gran parte de estos niños y niñas queden fuera del sistema.

El coordinador de la Red internacional de Educación, Carlos Fritzen, Considera relevante “repensar” la educación e influir en las políticas públicas para que los gobiernos adopten medidas que protejan a los sectores más vulnerables e inviertan fuertemente en educación.

El deterioro del medio ambiente

Pedro Walpole SJ vive en Filipinas desde hace más de 40 años y desde allí coordina la red sobre Ecología, Ecojesuit. Insiste con vehemencia en que en los próximos años, las temperaturas alcanzarán máximos y que la escasez de agua será un problema cada vez mayor. También en que la continua violación de los límites planetarios, en particular la destrucción de hábitats y la pérdida de biodiversidad por los desastrosos cambios de uso de la tierra desde el Amazonas hasta Australia, ha hecho que la COVID-19 y las futuras pandemias sean inevitables.

Guillermo Otano, coordinador de la Red  Justicia en Minería, denuncia la reducción del espacio y libertades cívicas, el peligro de la situación de confinamiento para los defensores de derechos humanos, el impacto de las medidas de confinamiento en la minería artesanal o las interrupciones en las cadenas de suministro de minerales.

Las acciones de las redes se centrarán, entre otras, en denunciar las vulneraciones de derechos, realizar propuestas y acompañar a las personas y poblaciones más vulnerables.

 

Fuente: blog.cristianismeijusticia.net

UCA: Aportes para pensar la economía argentina más allá de la pandemia

La Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó el informe “La economía post Covid-19: Aportes para pensar la economía argentina más allá de la pandemia”.

Este trabajo es una propuesta que tiene como objetivo, explican sus autores, “movilizar opiniones, análisis y discusiones”.

“Es un aporte que simplemente intenta llamar la atención acerca de la importancia que tiene para el destino de la Argentina trabajar ya en los enormes desafíos que no son exclusivamente el control de la pandemia”, sostienen.

“Fuimos alcanzados por el virus cuando la situación de base de nuestra economía era definitivamente frágil. Y hablar de economía implica hablar de sociedad, de familias, de personas. Para que la población de un país viva en condiciones de bienestar, la economía debe estar sana”, indican.

“Debe tenerse en cuenta la no linealidad en la relación de la extensión de la cuarentena y la caída del PBI. A medida que se extiende la cuarentena el impacto se potencia mediante la mayor dificultad en recuperar la tendencia previa. Así, el costo económico de cada semana adicional no es constante, sino creciente”, afirman.

El empleo, otras de las variables de análisis

En este estudio también se analiza el empleo, por categoría ocupacional y por regiones, estimando el empleo afectado por la cuarentena, tanto en la fase 1, como en la entrada en vigencia de la fase 4 en el interior y la fase 3 en el AMBA. Este análisis se centra en el empleo formal público y privado con apertura por sectores productivos, por tratase de la mejor estadística existente.

La estimación respecto al empleo indica que a fines de la fase 1, el 25,7% del empleo privado formal estaba realizando sus tareas habituales, bajo diversas formas de trabajo, mientras que en la fase 3 en AMBA y fase 4 en Interior, se alcanzaría un 41,5% del empleo formal ocupado.

Es claro que el área AMBA y la actividad de algunos servicios claves en las grandes ciudades (hoteles, restaurantes, grandes comercios, galerías, y buena parte de autónomos y monotributistas), como así también una gran mayoría de trabajadores informales son los más afectados y ven postergado por ahora su regreso a la actividad.

Entre las condiciones necesarias para el despegue de la economía, se necesita consensuar  -aseguran-  los objetivos de un proyecto de país a largo plazo. Esto implica aprender a dialogar y a ceder. Buscar la estabilidad macroeconómica, crecer en competitividad, mejorar la infraestructura y reducir la pobreza pueden ser algunos de estos objetivos de largo plazo.

“La apertura a otros mercados nos incentiva a innovar y nos permite acceder al conocimiento desarrollado por otras sociedades para así potenciar nuestra investigación local”, añaden.

Los responsables del informen consideran que “la mejor manera de reducir la pobreza es crear empleos formales, para ello es necesario invertir, y toda inversión necesita ser financiada. De allí la importancia del sistema financiero y el mercado de capitales”.

El estudio fue elaborado por:

Alicia Caballero, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA;

Federico Cuba, docente de Economía Pública de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA;

Ernesto O’Connor, director de la maestría en Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA,

Andrés Roberts, director de la Licenciatura en Economía de la UCA.

 

Podés acceder al informe haciendo click aquí: Aportes para pensar la economía argentina más allá de la pandemia.  

Mensaje del papa Francisco a los miembros de la Asociación de Prensa Católica

El pasado martes, el Papa Francisco envió un mensaje a los miembros de la Asociación de Prensa Católica (Catholic Press Association) en ocasión de la Conferencia de Medios Católicos que tuvo lugar desde el 30 de junio hasta el día de ayer. “Juntos mientras estamos separados” fue el tema de la convocatoria.

En este año, en el que la Conferencia se celebra por primera vez de forma virtual, el Santo Padre señala que el lema de este año “expresa elocuentemente el sentido de unión que, paradójicamente, ha surgido de la experiencia de distanciamiento social impuesta por la pandemia”.

Francisco recordó que, en su mensaje del año pasado para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, reflexionó sobre cómo la comunicación nos permite ser, “como dice San Pablo, ‘miembros unos de otros’, llamados a vivir en comunión dentro de una red de relaciones en continua expansión”.

Así, la pandemia permitió percibir más plenamente dicha verdad: “De hecho, la experiencia de estos meses pasados nos ha demostrado que la misión de los medios de comunicación es esencial para acercar a las personas, acortar las distancias, proveer la información necesaria y abrir las mentes y los corazones a la verdad”, explicó el pontífice.

En esta línea, el Santo Padre señala que se necesitan “medios de comunicación capaces de construir puentes, defender la vida y abatir los muros, visibles e invisibles, que impiden el diálogo sincero y la comunicación verdadera entre personas y comunidades”.

Y continúa: “Necesitamos medios de comunicación que puedan ayudar a las personas, especialmente a los jóvenes, a distinguir el bien del mal; a desarrollar juicios sólidos basados en una presentación clara e imparcial de los hechos; y a comprender la importancia de trabajar por la justicia, la concordia social y el respeto a nuestra casa común”.

Igualmente, Francisco subrayó que son necesarios “hombres y mujeres con sólidos valores que protejan la comunicación de todo lo que puede distorsionarla o desviarla hacia otros propósitos”.

Por otro lado, el obispo de Roma apuntó que “un verdadero comunicador se dedica completamente al bien de los demás en todos los niveles, desde la vida de cada persona a la vida de toda la familia humana. No podemos comunicar verdaderamente si no nos involucramos personalmente, si no podemos testimoniar personalmente la verdad del mensaje que transmitimos”.

Finalmente, invita a contemplar a los demás y a las situaciones “con los ojos del espíritu”: “Que cuando nuestro mundo hable apresuradamente con adjetivos y adverbios, los comunicadores cristianos hablen con sustantivos que reconozcan y presenten la silenciosa reivindicación de la verdad y promuevan la dignidad humana” y que “donde el mundo ve conflictos y divisiones, puedan ustedes mirar a los pobres y a quienes sufren, y dar voz a las súplicas de nuestros hermanos y hermanas necesitados de misericordia y comprensión”.

Fuente: aica.org

Se presentó la quinta edición de la revista Aurora

La Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina presentó la quinta edición de la revista Aurora, voces jesuitas sobre la pandemia. Hace un poco más de dos meses que nació este proyecto, que recopila las contribuciones de más de setenta compañeros y compañeras de este cuerpo apostólico.

El P. Roberto Jaramillo SJ, presentó esta nueva publicación: «Cada uno de los doce participantes en esta edición desarrolla sus pensamientos (reflexión…) con “el ojo de la intención” -diría San Ignacio- puesto en el camino (…ando); el camino recorrido y el que falta por recorrer, el conocido (con sus aciertos y errores) y el largo que intentamos vislumbrar para ir preparados y unidos. Como resalta Paul Palacios: “La resistencia no es sólo aguantar sino construir algo nuevo”, y en consecuencia pregunta: ¿Qué es ese “algo nuevo” que se está construyendo?.»

Para descargar la revista haz clic aquí: Revista Aurora

Los jesuitas de Tierra Santa invitan a un encuentro

No hablamos a menudo de esta comunidad de la Compañía: la Residencia San Ignacio en Jerusalén. Sus miembros provienen de varios continentes y se dedican a la investigación y a la formación, especialmente en el campo de los estudios bíblicos y de la religión.

La comunidad desearía compartir su experiencia de modo más amplio, y con ese propósito está preparando el lanzamiento, para 2021, de un programa de “Encuentro” (Encounter) que promueva el conocimiento y el acercamiento de los jesuitas y sus colaboradores más inmediatos a las tres tradiciones religiosas de Tierra Santa: judaísmo, cristianismo e islam. Cada una de las tres constituirá el foco de atención durante diez días; se puede elegir tomar parte en una u otra, o en las tres sesiones. Durante esos días, además de estudiar en profundidad diversos aspectos de cada una de estas tradiciones religiosas, los participantes tendrán ocasión de reunirse con miembros de comunidades de fe, y los jesuitas de la comunidad de Jerusalén compartirán su experiencia y conocimientos en el contexto particular de Tierra Santa.

Desde la oficina de comunicaciones de jesuits.global, le hicieron algunas preguntas al superior de la comunidad y animador del programa, P. David Neuhaus SJ, de la Provincia del Próximo Oriente:

David Neuhaus, ¿qué movió a la comunidad de Jerusalén a proponer, en 2021, este programa de encuentro con las tres grandes religiones monoteístas?

2021 marca el 500 aniversario de la conversión de San Ignacio y pensamos que era una buena oportunidad para ofrecer algunas sesiones en Jerusalén para jesuitas y sus colaboradores. Qué mejor lugar que la Tierra Santa para estudiar las grandes tradiciones que definen gran parte del mundo actual, el judaísmo, el Islam y el cristianismo. La Tierra Santa era muy querida por San Ignacio y fue un lugar importante de su peregrinaje. El diálogo interreligioso y ecuménico constituye una parte importante de la misión de la Compañía, pero para participar en un diálogo de ese tipo necesitamos familiarizarnos más con estas tres tradiciones religiosas.

¿Qué argumentos podría invocar un jesuita, y más aún un escolar, a su Provincial o al responsable de la formación para animarle a que le envíe a participar en esta experiencia?

En muchos lugares compartimos hoy día nuestro mundo con cristianos de otras confesiones, con musulmanes y judíos. Se ha convertido en algo esencial conocer a nuestros vecinos, entender y respetar sus tradiciones y prácticas religiosas. Tierra Santa ofrece un telón de fondo único para profundizar nuestra comprensión de estas tradiciones religiosas, ya que es en esta región donde se formaron y de manera especial en Jerusalén. La experiencia de tratar con judíos, musulmanes y cristianos orientales en Tierra Santa va mucho más allá de lo que se puede aprender en los libros. Aún más formativo es el encuentro vivo con judíos, musulmanes y cristianos en su propio entorno, con el telón de fondo de la ciudad de Jerusalén, y de Tierra Santa, Israel/Palestina, siempre tan central.

Fechas:

– Un encuentro con el judaísmo moderno: del 5 al 16 de abril de 2021
– Un encuentro con el Islam moderno: del 3 al 14 de mayo de 2021
– Un encuentro con el cristianismo en Tierra Santa: del 31 de mayo al 11 de junio de 2021
Máximo de 20 participantes por sesión, alojados en el Pontificio Instituto Bíblico.
El programa se ofrece en inglés; pensando la conveniencia de ofrecer el programa en otros idiomas en el futuro.

Para más detalles haga clic en este enlace.

Fuente: jesuits.global

La devoción al Corazón de Jesús, una larga historia y muchos jesuitas

La devoción al Corazón de Jesús tiene una larga historia, desde el “corazón traspasado de Jesús” en el Evangelio de San Juan, interpretado en la mística medieval como herida que manifiesta la profundidad de su amor, pasando por las revelaciones a santa Margarita María de Alacoque en el siglo XVII y el culto posterior al Sagrado Corazón en el siglo XIX, con su inscripción en una dinámica apostólica con el Apostolado de la Oración, hasta la Divina Misericordia con santa Faustina Kowalska a principios del siglo XX. Incluso el Papa Pío XII llegó a escribir una Encíclica sobre el Sagrado Corazón, Haurietes aquas (1956). A lo largo de la historia ha habido diversas inculturaciones de esta devoción, con diversas formas y lenguajes, pero siempre para que el Padre nos revelara en toda su profundidad el misterio de su Amor a través de un símbolo privilegiado: el corazón vivo de su Hijo resucitado. Pues “el Corazón de Cristo, es el centro de la misericordia”, dice Francisco.

Celebramos este año el centenario de Margarita María de Alacoque, canonizada el 13 de mayo 1920 por el Papa Benedicto XV. Es con la ayuda del Padre Claude de la Colombière, un jesuita, que dará a conocer el mensaje que el Resucitado le reveló sobre la profundidad de su misericordia. En 1688, seis años después de la muerte del padre Claude, la Hermana Margarita tuvo una visión final en la que, a través de María, el Señor confiaba a las Hermanas de la Visitación y a los Padres de la Compañía de Jesús la tarea de transmitir a todos la experiencia y la comprensión del misterio del Sagrado Corazón. Doscientos años más tarde, la Compañía de Jesús aceptó oficialmente esta “misión agradable» (munus suavissimum), por el Decreto 46 de la 23ª Congregación General (1883), y la confió al Apostolado de la Oración.

Desde 1861, el P. Henri Ramière SJ, director del Apostolado de la Oración, había iniciado la publicación del “Mensajero del Corazón de Jesús” y animaba una red de más de 13 millones de miembros. Este Apostolado, iniciado por los jesuitas, hoy conocido como Red Mundial de Oración del Papa, inscribe su misión en la dinámica del Corazón de Jesús, en una perspectiva de disponibilidad apostólica.

El P. Adolfo Nicolás SJ impulsó el proceso de recreación de este servicio eclesial en 2009, que condujo a una profundización de la tradición espiritual del Apostolado de la Oración y a una actualización de la devoción al Corazón de Jesús para hoy. La Red Mundial de Oración del Papa tiene una manera propia de entrar en la dinámica del Corazón de Jesús que llama “El Camino del Corazón”. Como dijo el Papa Francisco en ocasión del 175 aniversario del movimiento, es el fundamento de su misión, una misión de compasión por el mundo.

El discípulo a quien Jesús más amaba, el que mejor conocía el Corazón de Jesús, recostado junto a él (Jn 13,23) fue también el primero en reconocer a Jesús Resucitado a la orilla del lago de Galilea (Jn 21, 7). Cuanto más cerca uno está del Corazón de Jesús, más percibe sus alegrías y sus sufrimientos por los hombres, mujeres y niños de este mundo; y reconoce su presencia hoy como ayer, obrando en el mundo. Cuanto más cercanos somos al Corazón de Cristo, menos indiferentes somos a lo que nos rodea, deseando comprometernos con Jesucristo en este mundo, al servicio de su misión de compasión. El P. Pedro Arrupe veía la esencia de la devoción al Corazón de Cristo en la unidad del amor a Dios y al prójimo, y es lo que deseaba vivir: “nuestro modo de proceder es el modo de proceder tuyo.”

Fuente: jesuits.global

Tercera Probación: novedades sobre los Jesuitas en su última etapa de formación

El grupo de Jesuitas que se encuentran en Cochabamba, Bolivia, transitando la etapa de la Tercera Probación, nos comparten novedades sobre las actividades realizadas en este último tiempo. Actualmente están transitando el quinto mes de esta experiencia de formación que comenzó en el mes de Febrero.

Junio de 2020

La vida en la Tercera Probación sigue su ritmo ya en su quinto mes. Cada día a día viene significando “encontrar a Dios que muchas veces parecía escondido y aquí fue generosamente revelándose en los detalles dando sentido a la vida y a la misión.” (Marcos Vinícius, SJ. BRA).

En estas semanas del tiempo de pascua hemos compartido algunos cursos y temas fundamentales para este tiempo de renovación y profundización. 

El curso largo de CONSTITUCIONES de la Compañía con nuestro instructor Agustín Rivarola, SJ (ARU), donde la dinámica siempre es de lectura de cada una de las diez partes, profundización personal y compartir grupal de las realidades de la Compañía como fue pensada en su origen hasta la actualidad que vivimos. “Leer las fuentes recrea nuestros modos de comprender y amar el cuerpo al que nos sentimos invitados a pertenecer por el resto de nuestras vidas.” (Emmanuel Sicre, SJ. ARU). También aprovechamos para tener un bonus track de ADMINISTRACIÓN en la Compañía con Freddy Quilo Quispe, SJ (BOL) nuestro ministro que fue durante 10 años ecónomo de su provincia. 

El curso ASCÉTICA Y MÍSTICA CONTEMPORÁNEAS con Benjamín González Buelta, SJ (ANT) desde Rep. Dominicana fue una hermosa posibilidad de reflexionar. “Este taller significó para mí una invitación a la lucidez, a saber, encontrar a Dios en el corazón de nuestra cultural actual, en sus contradicciones, pero también en sus genuinos valores.” (Deyvi Astudillo, SJ. PER). Además, “el taller de ascética y mística me recordó que todos y todas, tenemos capacidad para salir de nuestras cuevas, frías y húmedas, ya que en nosotros vive una primavera siempre deseosa de florecer y que está amenazada de manera permanente. Por eso, debemos trabajar por ella con esperanza”. (Enrique Carrasco, SJ. MEX).

Luego, vino el curso de AFECTIVIDAD CÉLIBE con Rufino Meana, SJ (ESP) desde Madrid. Cada día, los temas invitaron “a crecer en la integración personal para abrirme en mi relación con los demás” (Oscar Fuentes, SJ. ESP). Así como a “tomar consciencia de una manera más honda que, como seres humanos, somos llamados a vivir relaciones íntimas, libres y liberadoras.” (Giuseppe Riggio, SJ. EUM)

Además, tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre ACOMPAÑAMIENTO A VÍCTIMAS DE ABUSO con la religiosa de la Congregación de Jesús, Estela Clara Grignola CJ desde Argentina. En palabras de dos compañeros: “Las charlas sobre víctimas de abusos para mi significaron una toma de consciencia de esa triste realidad, que afecta a muchas personas. También la oportunidad de solidarizarse con ellas y tener más posibilidades de ayudarlas en la superación de sus dolores y sufrimientos por medio de un acompañamiento más efectivo”. (Edilberto Brandão, SJ. BRA). “Y para mí significaron una oportunidad de abrir el entendimiento y el corazón a la dolorosa problemática del abuso desde la perspectiva de la mujer y de las víctimas. A la vez, una interpelación a cuidar mi modo de estar y comunicarme como varón en una Iglesia que por su historia y estructura tiene gran riesgo de reproducir modos machistas de la fe”. (Rodrigo Castells, SJ. ARU).

A pesar de los condicionamientos de este tiempo de pandemia, pudimos llevar a cabo algunos servicios pastorales a distancia. Fue el caso de un par de compañeros donde “el curso virtual con los coordinadores de pastoral de Fe y Alegría Bolivia nos ha hecho entender que estamos llamados a dar vida construyendo juntos la Escuela de las posibilidades al buscar entender la realidad de la innovación pedagógica desde lo virtual”. (Jesús Díaz Corpas, SJ. COL). Otro grupo de compañeros se sumaron como acompañantes espirituales: “El apostolado virtual de acompañar en ejercicios espirituales para mí significó un espacio de encuentro, síntesis y creatividad. Seguir el soplo para encontrar a Dios en todas las cosas y todas las cosas en Dios. Conocer los corazones de l@s bolivian@s y el amor de Dios hacia ell@s”. (José Suárez Trueba, SJ. MEX).

Por último, compartimos que durante todo este mes de junio estaremos repartidos en las comunidades jesuitas de Cochabamba y La Paz compartiendo la vida entre compañeros. Y dos de nosotros, en el Hogar de las Hermanas del Sagrado Corazón sirviendo a niños y niñas con discapacidades diversas.