La Compañía de Jesús presenta sus acciones e iniciativas para la Cumbre del Clima (COP25)

La Compañía de Jesús en España lanza el conjunto de acciones e iniciativas previstas que se llevarán a cabo en el marco de la Conferencia de Naciones Unidas por el Cambio Climático que comenzó en Madrid el lunes 2 de diciembre y se extenderá hasta el viernes 13. 

Un grupo de jesuitas y laicos de diferentes organizaciones participarán en la agenda oficial del evento, tanto en actividades institucionales como espacios de sociedad civil y de movimientos religiosos en defensa del cuidado del planeta. La Universidad de Comillas, el grupo de EcoJesuit, Entreculturas o Alboan son algunas de las entidades de la Compañía que intervendrán en el marco de la cumbre, en la que se prevé que participarán más de 25.000 personas provenientes de más de 200 países.

La Compañía de Jesús a nivel global, eligió el pasado mes de febrero sus 4 preferencias apostólicas para los próximos 10 años. Una de ellas es precisamente “El cuidado de la Casa Común”. El P. General, en su reciente visita a Andalucía, concretaba la importancia que la ecología tiene para la Compañía: “Nos proponemos, desde lo que somos y con los medios a nuestro alcance, colaborar con otros en la construcción de modelos alternativos de vida basados en el respeto a la creación y en un desarrollo sostenible capaz de producir bienes que, justamente distribuidos, aseguren una vida digna a todos los seres humanos en nuestro planeta».

Entre las actividades en las que participarán jesuitas y miembros de sus obras, destaca el jueves 5 de diciembre el Foro sobre el Cuidado de la Casa Común, impulsado por el Movimiento Mundial de Católicos por el Clima. Se celebrará en la Fundación Pablo VI (pº Juan XXIII, 3) de Madrid de 10.00 a 14.00 horas; y contará con la participación de Jaime Tatay SJ (profesor de Ecología y Ética en Comillas) e Irene Ortega (coordinadora de Ciudadanía de Entreculturas) en dos de las mesas redondas del evento.

El siguiente día, viernes 6 de diciembre, una Marcha de movilización contra el Cambio Climático recorrerá la ciudad de Madrid desde Atocha hasta Nuevos Ministerios, a partir de las 18.00 horas. Las personas y entidades jesuitas participarán dentro de la representación del grupo de Católicos por el Clima. Previamente a la manifestación, a las 16.30 horas, tendrá lugar una oración compartida en la Iglesia de los Jerónimos (c/Moreto, 4).

El grupo de Ecología de los jesuitas a nivel global, EcoJesuit, también tendrá una participación muy activa en la COP25. Su coordinador, Pedro Walpole SJ, acudirá al espacio oficial de la Zona Azul de la Cumbre, junto a Jaime Tatay SJ y otros representantes de Alboan, Entreculturas y Comillas. Además, ha animado a la movilización y al compromiso con una campaña de recogida de firmas en la plataforma Visibles.org.

Fuente: Jesuitas Lationamérica

Sobre la oleada de protesta social y las frágiles democracias de nuestro continente

Pronunciamiento de la Red de Centros Sociales de la Compañía de Jesús en América Latina y el Caribe sobre la oleada de protesta social y las frágiles democracias de nuestro continente – Diciembre de 2019

«No hay democracia con hambre, ni desarrollo con pobreza, ni justicia en la inequidad. Un sistema político-económico, para su sano desarrollo, necesita garantizar que la democracia no sea sólo nominal, sino que pueda verse plasmada en acciones concretas que velen por la dignidad de todos sus habitantes bajo la lógica del bien común, la solidaridad y una opción preferencial por los pobres».

Papa Francisco durante la Cumbre Panamericana de Jueces sobre Derechos Sociales y Doctrina Franciscana, junio2019

Latinoamérica ha estado viviendo durante este segundo semestre del 2019 un estado de ebullición social, política y económica. En los últimos meses, las democracias del continente y sus aparatos estatales han mostrado sus grandes limitaciones y sombras, como las violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos, la adopción de medidas que fomentan la destrucción de las economías locales y el impacto negativo de los megaproyectos minero-energéticos sobre los territorios y los patrimonios naturales y culturales. A la par, se vive una oleada de movilizaciones que expresan el deseo de los pueblos a no resignarse a una dinámica histórica de exclusión. Las calles Latinoamericanas evidencian el grito de una ciudadanía agotada por la explotación y la convergencia de diversas formas de resistencia

Para la mayoría de la población, el desempleo, los bajos ingresos económicos, el acceso limitado y precario a la salud, la baja calidad de la educación, la inequidad en los sistemas pensionales, la inseguridad, la represión política sobre las propuestas y resistencias de los pueblos, la corrupción y el deterioro de lo público, entre otras problemáticas, son manifestaciones de la fragilidad de los sistemas políticos en Latinoamérica. Estas situaciones provocan una acelerada migración de millones de personas, sobre todo de jóvenes, en búsqueda de alternativas para sobrevivir.

En este contexto, tienen lugar las protestas de millones de personas y organizaciones a lo largo y ancho del continente, provenientes de diversos sectores, en su mayoría populares: los pueblos indígenas y las comunidades afrodescendientes y campesinas, las mujeres, los estudiantes y los maestros, los sindicatos, a quienes cada día se unen jóvenes inconformes que consideran que las medidas de política social y económica los perjudican de manera grave y los deja sin futuro, pues reducen cada vez más las oportunidades de acceder a la educación superior, a un trabajo digno y a un desarrollo.

Así ocurrió en Ecuador donde al eliminar el subsidio a los combustibles se reactivaron las movilizaciones de los indígenas y de otros sectores. En Chile, considerado hasta ahora el modelo a seguir, solo bastó aumentar el valor del pasaje del metro de Santiago para que la copa se terminara rebosando. En Brasil se observa cómo la reanudación de proyectos económicos ultraliberales desmantela las estructuras de participación ciudadana, degradan los derechos sociales adquiridos y mercantilizan la naturaleza. Perú vive una crisis institucional y, en Uruguay, la gente protestó masivamente contra el mayor protagonismo de los militares en la vida pública y política del país. Venezuela continúa sacudida por una crisis política, económica, social y humanitaria y, en Bolivia, tras la salida de Evo Morales, el pueblo boliviano se enfrenta a una crisis democrática que refleja problemas políticos y sociales de hondas raíces.

En Centro América y el Caribe tampoco están exentos de padecer injusticia socioambiental y las secuelas de históricas y múltiples violencias. Por ejemplo, en Haití, República Dominicana, Nicaragua, Guatemala, Honduras y Panamá se han vivido durante los últimos meses, movilizaciones populares cada día más fuertes y continuas en exigencia de sus derechos.

Recientemente, en Colombia el Paro Nacional que inició el jueves 21 de noviembre y la forma como el Gobierno Nacional ha respondido, muestra el meollo del problema que enfrenta este país y, en general, los países de la región: sociedades marcadas por profundas desigualdades, inequidad y exclusión económica y política, así como sistemas políticos y económicos clientelistas y corruptos.

Si bien los detonantes de las reacciones sociales se manifiestan de manera diferente en este convulsionado continente, hay elementos que tenemos en común: la indignación y el descontento causados por la desconexión de las élites políticas y económicas con las realidades de las grandes mayorías; esta es la crisis de un modelo de Estado puesto al servicio de grupos económicos con enorme capacidad de influir en el diseño de políticas públicas que generan pobreza, y de grupos políticos aferrados al poder con modelos igualmente excluyentes. Desde la perspectiva de Boaventura De Sousa, asistimos a la implantación de un cierto fascismo pluralista que antes no había existido, en el cual las sociedades son políticamente democráticas y socialmente fascistas 1.

Por todo lo anterior, la Red de Centros Sociales de la Compañía de Jesús en América Latina y el Caribe:

  • Invita a todos los actores sociales y políticos a generar herramientas útiles para reconfigurar las democracias en nuestros países y profundizar la construcción de alternativas efectivas de participación popular. Es necesario implementar nuevas prácticas para la construcción ciudadana de lo público, e iniciativas de diálogo entre los diversos sectores, incluso entre los antagónicos.
  • Declara su solidaridad con todas las víctimas de la violencia en los diferentes países, rechazamos el hostigamiento a los líderes estudiantiles y sociales, los desmanes y arbitrariedades de la fuerza pública y hacemos un llamado contundente a la garantía de los derechos fundamentales por parte de los gobiernos de nuestros pueblos latinoamericanos.
  • Reclama a los actuales gobiernos Latinoamericanos crear espacios de diálogo democrático, incluyente y eficaz, a escuchar los clamores ciudadanos y brindar prontas respuestas políticas. 
  • Anima a quienes lideran las movilizaciones a optar por un ejercicio pacífico del derecho a la protesta. Es necesario promover diálogos nacionales incluyentes y brindar las garantías que permitan hacer de la masiva protesta social una oportunidad de reconciliación, de cambio profundo, creativo y no violento, para repensar el rumbo de nuestras naciones y ahondar las democracias latinoamericanas.

Con fe y esperanza motivamos a que se escuchen los clamores de las gentes, pese a que algunas fuerzas quieren conservar sus grandes privilegios e insisten en aferrarse a salidas violentas. Es tiempo para que juntos encontremos un nuevo modo de organizar nuestra sociedad y nuestra economía, para que se ponga en el centro de sus prioridades al ser humano y a la naturaleza.

La Iglesia, en la voz del santo Pontífice Juan Pablo II, nos interpeló hace ya tres décadas en la encíclica Centesimus Annus: “La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica” (No. 46).

Fuente:  Jesuitas Latinoamérica

Arturo Sosa S.J.: «No podemos avanzar como cuerpo, si no nos convertimos en una mínima Compañía colaboradora»

Compartimos un extracto del conversatorio virtual que sostuvo el P. General, Arturo Sosa, S.J., el pasado 12 de noviembre, como parte de las celebraciones por el 20° Aniversario de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y El Caribe (CPAL).

 Claudio Solis, Coordinador de la Dimensión Colaboración de la CPAL, preguntó lo siguiente al P. General:

Al disolver la instancia de la curia que velaba por el tema de la Colaboración ¿es un signo de libertad y avance, o es una confesión de que aún no terminamos de saber muy bien de qué se trata y cómo impulsarla? ¿Debemos seguir trabajando para aportar ideas y experiencias en el sector de Colaboración, o más bien reconocer que la colaboración es un hecho que ha estado allí sin valorarla y sin darnos mucho “por enterados”, y poner, entonces, todas nuestras energías la formación del cuerpo apostólico y en el trabajo en redes? ¿Cuáles cree que son las principales barreras para ser una “mínima Compañía colaboradora” y la forma de vencerlas?

La respuesta del P. General:

Tenemos un conjunto de luces, de estrellas, que nos pueden orientar. Como a todo el resto de la Compañía, comenzamos por las Preferencias Apostólicas Universales, que son esas orientaciones que quieren ayudar a toda la Compañía a avanzar como cuerpo en el futuro, de los próximos 10 años. He explicado en otras ocasiones que esas cuatro preferencias van juntas, son una constelación ellas mismas, son cuatro luces que alumbran complementariamente… Yo digo que son como la mano, uno no puede usar un solo dedo de las manos, que no es tan útil, cuando uno usa las manos, usa un solo dedo, puede pisarse los demás, aquí hay que trabajar con los dedos, con todos los dedos de las manos. Tenemos cuatro preferencias y un quinto dedo, que es la colaboración. Nosotros no podemos avanzar como cuerpo, si no nos convertimos de verdad en una mínima Compañía colaboradora, la colaboración entre nosotros, colaboración con otras tantas personas en este mundo que quieren la reconciliación y la justicia, esa es la mano con la cual queremos agarrar lo que nos lleva hacia el futuro.

Y más bien pensamos que la colaboración tiene que ser un ingrediente, una dimensión presente en todas las dimensiones de la estructura apostólica de la compañía y que tiene que ser también objeto de reflexión, de profundización, de crecimiento en todas las estructuras. Antes, cuando hablé de las manos como la imagen de las preferencias apostólicas, dije que el quinto dedo era la colaboración. Si en algo… la Congregación General y después lo que hemos estado trabajando en todos los niveles de la estructura de la Compañía, nos damos cuenta, es que si de verdad la Compañía de Jesús quiere ser más efectiva, o sea querer de verdad ir en pos del Magis ignaciano, necesita crecer en colaboración.

¿Cuál es la principal barrera a la colaboración? Nuestra pasividad, nuestra, y aquí hablo de los jesuitas… a los jesuitas nos cuesta mucho identificarnos como colaboradores, siempre tendemos a hablar de nuestros colaboradores. Y yo creo que es el principal mensaje de la Congregación y de las Preferencias Apostólicas, que seamos nosotros colaboradores desde el corazón, o sea que nuestra identidad en la de ser colaboradores de algo mucho más grande que nosotros, que es la misión del señor Jesús encomendada a la Iglesia católica, esa es nuestra identidad, somos compañeros de Jesús para colaborar al servicio de esa misión, es ser una dimensión sustantiva del carisma de la Compañía y tiene que convertirse en una identidad práctica y real, o sea, sentirnos nosotros colaboradores.

La expresión mínima Compañía es una expresión que san Ignacio usó permanentemente, y san Ignacio usó esa expresión cuando la Compañía estaba creciendo, y creciendo a una velocidad que los primeros compañeros ni siquiera se imaginaron, que el tema de la mínima Compañía no tiene que ver con el número de jesuitas, el término mínima Compañía tiene que ver con la actitud de los jesuitas, de los que entran en esta misión, y está tomado de la meditación de las dos banderas, de la humildad, que es lo que nos permite realmente colocarnos debajo de la bandera del Señor, en contraposición a la soberbia que es la bandera del enemigo. La humildad es lo que nos lleva a ser mínima Compañía, mínima porque somos servidores, porque somos colaboradores y por eso, por allí tenemos que seguir, por eso yo sí animo a todas aquellas personas que están comprometidas con la misión de la Compañía, a que nos ayuden a esa conversión y que sigamos profundizando en ese trabajo en colaboración y que podamos realmente lograr identificarnos como servidores de la misión de Cristo como mínima Compañía colaboradora.

Fuente: Jesuitas Lationamérica

50 años del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología

El aniversario del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología ha sido ocasión para el encuentro y el discernimiento conjunto a fin de entender cómo responder a esas preferencias, y así servir a Dios en sus hijos e hijas en este momento complejo de la historia humana.

En 1969, tras el Concilio Vaticano II y a instancias del P. Pedro Arrupe, nació el Secretariado Jesuita para el Desarrollo Socioeconómico, cuyo primer secretario fue el brasileño P. Francisco Ivern SJ. Se cumplen, por tanto, 50 años de la creación de lo que hoy es el Secretariado para la Justicia Social y la Ecología, que asiste al Padre General en la dimensión social de la misión.

El P. General Jean-Baptiste Janssens, que precedió a Pedro Arrupe, había dado ya un impulso fundamental al apostolado social, en especial con una carta en 1949 en la que instaba a que todas las Provincias de la Compañía dispusieran de algún centro social. En aquella época proliferaron las fundaciones de instituciones sociales en la Compañía de Jesús. La visión de Arrupe fue que el servicio de la fe y la promoción de la justicia no podían separarse: para él, todos los ministerios de la Compañía tenían que responder a ambos desafíos. Lo que hasta entonces había sido una encomienda a algunos jesuitas, debía convertirse en una preocupación de todos. Dicha intuición quedó plasmada en la redefinición de la misión que recogió el decreto cuarto de la Congregación General 32: «La misión de la Compañía de Jesús hoy es el servicio de la fe, del que la promoción de la justicia constituye una exigencia absoluta».

Esa forma de comprender la misión ha ido ahormando a la Compañía durante las siguientes décadas y hoy todos los apostolados han incorporado a su manera la preocupación por la justicia. Constituye para nosotros un modo de situarnos ante la realidad.

No ha sido un proceso fácil. Las opciones tomadas han sido en ocasiones motivo de turbulencias e incomprensiones, internas y externas, y han supuesto terribles sacrificios. Con motivo del 50 aniversario del Secretariado, recordamos a los 57 jesuitas asesinados durante este tiempo por defender un mundo más justo y humano. El Padre Arrupe, cuando escribió la famosa carta de Río (1968), ya había advertido que entrar en este camino acarrearía muchos costos humanos. Pero, se trata también de un periodo en el que hemos experimentado la gracia abundantemente. El Papa Francisco, en la audiencia que ofreció a los asistentes al congreso conmemorativo celebrado en Roma este mes, resumía así lo sucedido: «Han vivido ustedes una verdadera transformación personal y corporativa en la contemplación callada del dolor de sus hermanos. Una transformación que es una conversión, un regreso a mirar el rostro del crucificado, que nos invita cada día a permanecer junto a él y a bajarle de la cruz».

En febrero de este año, el P. Arturo Sosa promulgaba las nuevas preferencias apostólicas universales, que la Compañía vive en todo el mundo como un nuevo impulso en ese proceso de conversión. Dos de esas preferencias aluden a los ejes centrales del Secretariado: el cuidado de la casa común y el acompañamiento de los pobres. Huyendo del mero auto homenaje, el aniversario del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología ha sido ocasión para el encuentro y el discernimiento conjunto a fin de entender cómo responder a esas preferencias, y así servir a Dios en sus hijos e hijas en este momento complejo de la historia humana.

Fuente: Jesuitas España

Adviento: una oportunidad para orar con las Preferencias

Las Preferencias Apostólicas Universales presentan cuatro maneras en las que buscamos descubrir los signos de la presencia del Espíritu actuando en el mundo. Si queremos que nos toquen de verdad, es bueno integrarlas en nuestra oración.

El Adviento nos ofrece una oportunidad natural para hacerlo; es una escuela que nos enseña a escuchar y a anhelar con esperanza.

Puedes descargar el material aquí 

Sobre las Preferencias Apostólicas Universales

Las Preferencias Apostólicas Universales son fruto de un proceso de discernimiento que ha durado casi dos años. Se invitó a que tomaran parte en el mismo a todos los jesuitas, junto a colaboradores nuestros. Este proceso culminó con la confirmación del Papa Francisco, que la comunicó en una reunión privada al P. General Arturo Sosa. Las Preferencias ofrecen a toda la Compañía de Jesús un horizonte y un punto de referencia. Suscitan nuestra imaginación y estimulan nuestros deseos. Dan unidad a nuestra misión. Las nuevas Preferencias constituyen cuatro campos vitales para nuestro mundo de hoy.

  1.  Mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento;
  2.  Caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia;
  3.  Acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador;
  4.  Colaborar en el cuidado de nuestra Casa Común.

La Compañía prestará una atención especial a estos cuatro campos en los próximos diez años, 2019 a 2029. Invitamos a todos tanto a que profundicen con nosotros en el aprendizaje y a que participen en las acciones que emprenderemos.

Queremos hacer una diferencia evangélica.

Universidad Católica del Uruguay – Dos escenas para Navidad

Se inauguró el pesebre 2019, inspirado en una leyenda japonesa y con un mensaje de sustentabilidad y cuidado del ambiente. 

Estudiantes del curso Puesta y Montaje, de las carreras de Artes Visuales, Comunicación, Educación Inicial, Recreación Educativa y Turismo, llevaron adelante el proyecto del Pesebre 2019 que se inauguró el jueves 7 de noviembre como una de las tantas actividades del Festival de Artes Múltiples.

El pesebre —que se encuentra, como siempre, instalado en el hall central— presenta dos escenas: por un lado, la Navidad asociada a la festividad y a los regalos y, por otro, la familia durante el festejo de la llegada del niño Jesús. Matilde Roselló, responsable del curso junto a Federico Arnaud, explicó la historia detrás de esta representación. “Se construyó un gran libro, en donde encontramos el pino de Navidad (que representa el Árbol del Mundo), con sus regalos debajo, y en la página siguiente, a José y María mirando al niño Jesús, realizados con la técnica de pop up”, contó Roselló. Las diferentes figuras del pesebre, así como la estrella de Belén, se hacen presentes bajo la forma del origami, inspirados en la antigua leyenda japonesa «Senbazuru» que dice que a cualquier persona que haga 1.000 grullas de papel le será concedido un deseo.

La leyenda japonesa

Las mil grullas de origami (papiroflexia en japonés) se convirtieron en un símbolo de la paz a causa de la historia de Sadako Sasaki (1943-1955), una niña japonesa que deseó curarse de su enfermedad producida por la radiación de la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima. Tras el consejo de su amiga Chizuko, y mientras estaba en el hospital, decidió que haría 1.000 grullas de papel. Pensó que su deseo no sólo sería para curarse, sino también para que todo el mundo pudiera vivir en paz y no hubiera más guerras. Sadako no pudo superar su enfermedad y tampoco acabó de hacer todas las grullas (tuvo que detenerse en la 644). Pero Chizuko y muchos otros amigos llegaron a hacer las 1.000 grullas, que, de esta forma, se convirtieron en un símbolo de la paz en todo el mundo.

“Es así que se retoma la técnica del origami, como símbolo de resistencia, símbolo de paz, la buena nueva, el nacimiento, la esperanza, el ex voto cristiano asociado al pedido, para que se cumpla el deseo”. Además, la profesora del curso explicó que, en cada una de las escenas, también se puede encontrar un código QR. “El código nace de una de las preocupaciones que surgió de los estudiantes que, pensando en el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad, repararon en los excesos que se producen con las compras para los regalos de Navidad, y cómo impacta en el medio ambiente, siendo que la esencia de estas festividades no pasa por lo material, sino por las cosas simples de la vida”, explicó.

Fuente: ucu.edu.uy

El Padre General y la reestructuración de la Compañía de Jesús

“Lo que hemos llamado ‘la reestructuración de la Compañía de Jesús’ no es un juntar provincias. Yo quisiera poner el tema en otros términos. Es un proceso muy complejo, porque es el proceso de adaptar estructuras que existen, muchas de ellas con una larga tradición en el tiempo, o crear formas organizativas nuevas para atender una misión que ha cambiado, como lo exige el desarrollo del mundo. 

O sea, el tema es que el foco de la reestructuración es la misión. 

El foco de la reestructuración no son las culturas, ni las lenguas  ni ningún otro aspecto sino que es la misión, como ha sido siempre. Y la misión es el resultado de un proceso de discernimiento que no es fácil, pero que tiene que llevar después un proceso de planificación apostólica.”

Así comienza el Padre General, Arturo Sosa SJ a explicar el motivo de los procesos de reestructuración de las provincias jesuitas que se viene dando en todo el mundo desde hace años. 

Puedes escuchar la presentación completa en el siguiente link

Discernimiento & Planificación CPAL

Los días 6, 7 y 8 de diciembre en Montevideo, Uruguay  un taller de Discernimiento Comunitario y Planificación Apostólica propuesto por la Conferencia de Provinciales de América Latina (CPAL).

Por Juan J. Berli SJ – Delegado del sector Colaboración en la Misión

Del 6 al 8 de noviembre participamos en el Taller de Discernimiento Comunitario y Planificación Apostólica organizado por la CPAL en el Centro Manresa de Montevideo. Fuimos 20 participantes, entre laicos y jesuitas –por partes iguales-, de ARU, Brasil, Chile, Paraguay y Perú. 

De nuestra Provincia participamos Juan Berli SJ, Alvaro Pacheco SJ, Martin Haretche (Fe y Alegría) y Evelin Bierbrauer (Manos Abiertas). Los coordinadores del taller de la CPAL fueron Herman Rodriguez (Colombia), Alvaro Pimentel (Brasil) y Emilio Martínez (Perú). Quienes también coordinaron iniciativas similares en Méjico y en Ecuador.

Tuvimos momentos de estudio/reflexión personal y tiempos de ensayos prácticos -en grupos, para ejemplificar planificaciones en algunas obras apostólicas, teniendo como referencia la aplicación de las Preferencias Apostólicas Universales. A lo largo de todo el encuentro hubo muy buenas intervenciones de todos, compartiendo sus experiencias en diversas áreas de nuestras Provincias.

Impacta la calidad y cariño de los laicos/as que comparten con nosotros la Misión de Cristo, en una corresponsabilidad madura y profesional. La riqueza del taller se podrá ver en los frutos de la aplicación de esta metodología. Específicamente, aplicamos los pasos de la ‘Conversación grupal en 3 tiempos’: luego de la oración personal, cada uno comparte las mociones, sin ser interrumpido, estableciéndose previamente un plazo de tiempo para esta primera ronda. 

A continuación se comparten resonancias, coincidencias… o se piden aclaraciones. También este tiempo está predeterminado. Finalmente se trabaja en una síntesis, que no sea la sumatoria de todo lo ocurrido, sino principales aspectos que respondan a la pregunta o prioridad trabajada. Esto puede ser expresado con un gráfico, una narración, una puntualización, un dibujo, etc. para poder ser presentado en el plenario. 

En todo el ejercicio de esta metodología particular, se destacó el aporte del equipo coordinador, quien acompaña todo el proceso y es un facilitador de todo el proceso de discernimiento, logrando que todos nos involucremos en la tarea.

Osvaldo Chirveches SJ: “Estamos dispuestos a ponernos el país al hombro por el bien de toda Bolivia”

El presidente de la Confederación Boliviana de Religiosos, Osvaldo Chirveches SJ habla en exclusiva con el portal digital Vida Nueva. 

Osvaldo Chirveches fue superior provincial de los Jesuitas en Bolivia y actualmente es presidente de la Confederación Boliviana de Religiosas y Religiosos (CBR), en exclusiva a Vida Nueva ha dicho que la actual situación del país es de mucha incertidumbre, no en balde el dimisionario Evo Morales este lunes, 11 de noviembre, tomó un avión rumbo a México, país que le ha brindado asilo.

Por una parte, grupos afectos al Movimiento al Socialismo han salido a protestar en contra de lo que consideran un golpe de Estado, mientras que amplios sectores políticos y sociales, incluyendo a la Iglesia, hacen votos por una transición política en paz y calma que lleve a un nuevo proceso electoral.

El sacerdote ha destacado la fuerza de la juventud en estos días de protesta, la cual es “una presencia que debe ser considerada la vanguardia”. Además considera que no fue un golpe de Estado, como sectores de la izquierda nacional e internacional han asomado, sino que “estamos delante de una movilización cívica que denunció y comprobó fraude en las últimas elecciones. Eso fue lo que provocó la renuncia”.

El jesuita es partidario de la reconciliación: “Yo creo que hay un camino, el de la reconciliación y el reencuentro entre nosotros, es muy necesario y en el cual hemos andado muy poco”, por lo cual ve urgente una mancomunidad interinstitucional que esté dispuesta a colaborar “y nos pongamos el país al hombro. Allí la Iglesia católica como conjunto y, especialmente, la vida religiosa estamos dispuestos a hacerlo”.

Escalada de violencia

Tras la renuncia del Presidente, ¿cómo evalúa la situación del país?

En este momento la situación es incierta, a nosotros nos gustaría que esta incertidumbre dure poco. Hasta el momento por las noticias que tenemos todavía las renuncias por escrito de las autoridades (presidente, vicepresidente, presidente de la cámara de diputados y del senado) no han llegado para ser consideradas en la Asamblea Constituyente, por eso deja un vacío de poder muy preocupante. Es también importante encontrar una salida que nos permita continuar y caminar hacia un proceso de elecciones.

Por otro lado, el tema es qué a raíz de todo lo sucedido hay una suerte de escalada de violencia muy triste y lamentable de algunos partidarios de Evo Morales que han salido a las calles a sembrar violencia, aunque también es cierto que de parte de los comités cívicos y de los partidos políticos de oposición también hubo violencia, es decir, lamentablemente lo que no ha conseguido la renuncia del Presidente es darnos certezas, permitirnos de rearmar el país y tampoco ha permitido detener la violencia y eso es preocupante.

Bolivia es otra

Luego de 13 años en el poder por parte de Evo Morales. ¿cuál debería ser el rumbo de Bolivia en esta nueva etapa democrática?

 Creo que Bolivia ha dado pasos significativos en la línea de la inclusión social. Hemos podido visibilizar a  pueblos indígenas que no tenían la visibilidad y no tenían las oportunidades. Lo primero que tendríamos que hacer, y ojalá así sea, se convoquen a las nuevas elecciones, este  proceso de participación y presencia no puede ser negado, donde aparezcan nuevos líderes, nuevos rostros como mujeres y otros indígenas.

Bolivia para bien o para mal es otra afortunadamente. En eso hay que reconocer el trabajo del gobierno de Evo Morales. Él ha conseguido que muchas personas sean visibles, que muchos comunidades indígenas tengan un lugar en nuestro país y sean atendidas, creo que ese es un primer dato que no se puede dejar de lado de cara al futuro.

Falta de nuevos liderazgos

 ¿Entonces cuál fue el error de Morales que lo han llevado a esta serie de acontecimientos?

 No ha sido una sola decisión la que le ha conducido a este proceso democrático de su mandato quede interrumpido. A mí me vienen a la cabeza y al corazón dos cosas: la primera no era necesario cortar procesos de aparición de nuevos liderazgos, no sólo dentro de su propio partido, sino también de la pluralidad y la diversidad de puntos de parecer en el país. Yo creo que una sociedad que quiere crecer en la diversidad, como dice nuestra constitución política del Estado, no puede cortar el surgimiento de nuevos liderazgos y ese fue un error significativo.

Todavía resuenan las palabras del padre Xavier Albó, cuando recibió el premio Cóndor de los Andes en pleno Palacio Quemado, en La Paz, quien le dijo al presidente Morales que ya era tiempo que deje el poder y que permita que otros líderes emerjan.

El otro punto es el tema del manejo del poder. Yo que he sido provincial de los jesuitas de Bolivia, te puedo confesar que no es algo sencillo cuando uno tiene en sus manos la capacidad de tomar tantas decisiones, necesitas hacer una reflexión muy honda, escuchar mucho a la gente y a veces tener uno mismo que dejar de lado los propios criterios. En eso, creo, el presidente Morales no ha tenido la sencillez que siempre le caracterizó como para poder reubicarse y tomar buenas decisiones dejando de lado su propio criterio. A ello le sumamos el entorno que lo rodea,  el cual no lo ha asesorado de la mejor manera.

Desarmar la palabra

 ¿Cuál es su mensaje al pueblo boliviano en estos momentos?

 Los obispos sacaron un pronunciamiento invitando a que entremos en un franco proceso de acompañar a Bolivia camino a unas nuevas elecciones y eso implica detener la violencia, el insulto y la agresión. Eso es necesario, invitar a todas y a todos a que podamos favorecer este clima desarme.

Lo segundo, es que apoyemos todo lo que nos conduzca sanamente a un nuevo proceso electoral y que haya una vez más una amplia participación. Yo tengo un cierto temor de que la gente de nuestra querida Bolivia no quiera participar, se rebele contra el mismo o hable de un cierto descrédito. Ese sería un flaco favor que le haríamos a las actuales y a las futuras generaciones que intentan proponer algo al país.

Lo tercero, es que nos demos un tiempo para favorecer nuevos liderazgos. Esto no es solamente un asunto de que si Evo Morales, Mesa, Camacho, Pumari están o no. Ese no es el meollo. Hay gente joven muy interesante, que tiene una sensibilidad muy valiosa y valdría la pena darle una oportunidad. Esos jóvenes tienen inyectado el chip de una Bolivia nueva, que no es la misma de hace 13 años afortunadamente. Además que permitan seguir transitando como un Estado con una conjunción de diversas culturas por la vía de la reconciliación y el reencuentro.

Fuente: infodecom.net

“Dame de beber”: a propósito de la oferta actual de espiritualidad

La búsqueda religiosa hoy es, ante todo, búsqueda de espiritualidad. De esta constatación se siguen dos demandas fundamentales a la Iglesia y a todas sus instituciones. Primero, que sea una auténtica maestra de espiritualidad. Segundo, que ofrezca espiritualidad cristiana. 

Por Gabino Uríbarri Bilbao, SJ

Nuestro modo de vivir occidental y posmoderno está marcado por la prisa, la presión, la competencia y el individualismo. Esto sobrecarga a las personas de tal modo que genera estrés y angustia de modo estructural y sistémico. Ante esta circunstancia proliferan diversas vías para enfrentar y superar con éxito los retos fundamentales de la vida cotidiana: el trabajo, la familia, la satisfacción personal. Algunos ensayan la solución farmacológica, con un alarmante consumo de ansiolíticos y antidepresivos. Otros la solución terapéutica, con un aumento de prácticas de tenor psicológico, con componente sanador: terapias variadas, coaching, mindfulness. También se cultiva la solución centrada en el cuerpo: ejercicio físico (fitness), yoga, pilates, dieta, cremas, belleza. No pocos buscan la solución espiritual: el contacto con una fuente de paz, de serenidad, de energía, de fuerza, de sentido, de gratuidad, de generosidad, de criterios verdaderos, de coraje para afrontar sanamente los conflictos. Por supuesto, las diversas alternativas se dan en intensidades diversas y con solapamientos variopintos.

En este contexto, la oferta de espiritualidad en el mercado es variada y muy atractiva. Mejora la vida de las personas (wellness), que encuentran mayor profundidad, paz, sosiego y bienestar. Este es el campo de juego en que hoy la Iglesia ha de ofrecer su espiritualidad, mostrando que es capaz de proporcionar una fuente de bienestar a quienes viven con sobrecarga, estrés y angustia, porque hace crecer la dicha en la vida cotidiana: en el modo de vivir el trabajo, de ser familia, de entenderse uno mismo y el logro personal, de afrontar el conflicto, el éxito y el fracaso.

Discernimiento

La presión del mercado corre el peligro de que en centros cristianos se ofrezcan formas de espiritualidad que tienen demanda, pero no son propiamente cristianas. Aquí se impone, por honestidad, un discernimiento. Hay elementos valiosos de entre la oferta que circula que se pueden incorporar. Estamos necesitados de interioridad, paz, sosiego, silencio, encuentro profundo con nosotros mismos. Eso es bueno. Pero solo eso no es espiritualidad cristiana.

Fe y oración; oración y fe no se pueden deslindar como dos mundos paralelos. La oración es un ejercicio de la fe. Por eso, la espiritualidad también es un ejercicio de la fe. Así pues, entre los criterios elementales de una espiritualidad cristiana están los siguientes. Jesucristo ocupa un puesto preeminente, porque es el Salvador, que muestra el camino de la vida humana más plena como vida filial. Por medios diversos se busca conocerle mejor, amarle más, seguirle con mayor radicalidad. La Sagrada Escritura, como Palabra de Dios, ocupa un lugar especial como inspiración y pauta ejemplar que nos muestra el plan de Dios para nosotros y para el mundo, así como el modo de agradarle. Los sacramentos son momentos significativos, en que gratuitamente se recibe el don de Dios y se explicita su contenido. En ellos se objetiva y alimenta la fe, se impulsa la espiritualidad, se vive la eclesialidad, se reconoce el don inmerecido de Dios. Se da una vertebración de inmanencia y transcendencia de Dios. Aun encontrando a Dios en la soledad y en la intimidad más profunda del corazón –somos criaturas suyas, moldeadas a imagen de su Hijo, a quienes ha donado el Espíritu Santo–, Dios es un Tú, fuente de bendición y adoración. Sin encuentro personal con el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo no hay espiritualidad cristiana. La oración es fuente de encuentro con Dios y conmigo mismo. En ese encuentro se produce un descentramiento del propio yo, que lo enriquece y potencia.

Nota de los obispos

La reciente nota doctrinal de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, «Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo» (Sal 42,3). Orientaciones doctrinales sobre la oración cristiana (28. 08. 2019), pretende estimular a todas las instituciones de Iglesia a que ofrezcan el tesoro de la espiritualidad cristiana (cf. § 40), proporcionando orientaciones teológicas para evitar sincretismos incompatibles con la fe u ofertas que no sean propiamente cristianas (esp. parte IV), patrocinadas y promovidas como tales en centros cristianos.

Durante muchos años, el mascarón de proa con el que la Iglesia se ha empeñado en la evangelización ha sido la caridad. Sin dejarla de lado, pues en la fe cristiana no se puede separar el amor a Dios y al prójimo, particularmente al menesteroso e indigente, las trompetas tocan a cambio de paradigma. Si la Iglesia no consigue hacer valer en el mercado posmoderno una oferta espiritual atractiva, porque genera bienestar, paz, fuerza, gratuidad, alegría, altruismo y profundidad, dejará de ser referente religioso, aunque lo pueda ser social.

“Dame de beber” le pide Jesús a la samaritana (Jn 4,7). En el transcurso del diálogo junto al pozo de Jacob se cambian las tornas: la samaritana le pide a Jesús el agua de la vida eterna (Jn 4,13-15). La Iglesia, como receptora de esta agua y del secreto de su fuente inagotable, tiene la doble misión de salir al encuentro de la gente que busca pozos y que tiene sed, para entrar en diálogo amable con ellas y abrirles el camino hacia la fuente, de cuyo seno corren ríos de agua viva (Jn 7,38; Ap 22,1-2).

Fuente: vidanuevadigital.com