Ser Padres de Nativos Digitales

¿A qué edad podemos comprarle su primer móvil?, ¿con cuántos años podemos desactivar el control parental?, ¿cuántas horas de conexión al día son razonables y cuándo comienza a ser insano?

Por Jorge Luis Rodríguez Oropeza

Después del bilingüismo, tal vez, la mayor preocupación que acusamos los padres en la actualidad sea la de la relación de nuestros pequeños con las nuevas tecnologías.

Nadie, en su sano juicio, se atrevería a permitir que un niño conduzca un vehículo, incluso sería de temerarios entregárselo a un adolescente. Parece que, por consenso comprendemos cuál es la edad para conducir vehículos pero no lo es tal, es la ley quien nos lo impone. Siempre, la ley nos deja más claro en qué consiste el ejercicio de nuestras responsabilidades.

Pero, lo que nos concierne no es un tema de ley. ¿A qué edad podemos comprarle su primer móvil?, ¿con cuántos años podemos desactivar el control parental?, ¿cuántas horas de conexión al día son razonables y cuándo comienza a ser insano?

Nos ha tocado ser padres de unos pequeñajos digitales y tenemos demasiadas respuestas ajenas para estas preguntas que nos surgen de cara a su relación con la tecnología. Cada teórico nos indica cómo hacerlo, unos se centran en la importancia de la tecnología para desarrollar capacidades, otros ponen su foco en los peligros, mientras que otros son partidarios del equilibro. No es un problema de falta de respuestas sino de demasiadas respuestas.

¿Existen los nativos digitales?

En 2001, Marc Prensky acuñó el término nativo digital, queriendo identificar con ello a aquellas personas que habiendo nacido a finales de siglo XX se convertían en los primeros estudiantes universitarios del nuevo milenio, apreciándose en éstos una relación con la tecnología mucho más próxima, de igual manera que es más próxima la lengua materna.

Según este profesor, los nativos digitales dedican apenas 1 de cada 7 horas a la lectura, destinando el resto a videojuegos, conexión a internet, correo electrónico y televisión.

Prensky observó en los nativos digitales tres características fundamentales: se distinguen de tal manera de los profesores (inmigrantes digitales) que el proceso de aprendizaje se ve afectado, deja entrever la probabilidad de que el cerebro de los nativos digitales sea fisiológicamente distinto –como consecuencia de los estímulos digitales que ha recibido- y por último, da cancha al aspecto lúdico digital como poderosa herramienta para facilitar el proceso de aprendizaje.

Lo que el autor no deja claro u otros tantos han malinterpretado es que ser nativo digital no significa que se sea competente en lo digital. Ser nativo digital no supone que se tiene la pericia necesaria para hacer un uso inteligente de la tecnología.

Esto ha motivado a que más de una docena de autores, coordinados por Susana Lluna y Javier Pedreira «Wicho», se hayan juntado para publicar un libro titulado «Los nativos digitales no existen».

Entre otras cosas, el libro nos sirve para desmontar una serie de mitos, tales como que el aprendizaje digital es innato, no se viene al mundo preprogramado para lo digital. El haber nacido en esta época no supone un dominio de las habilidades técnicas sino que, por el contrario, puede facilitar la confrontación de dificultades adicionales. La confianza que nuestros nativos tienen en la tecnología les puede ocasionar mayor dificultad para adoptar un correcto proceder en temas de seguridad.

En resumen, el libro nos viene a recordar que, tanto para padres como para educadores la responsabilidad sobre el uso de la tecnología por parte de nuestros menores sigue siendo nuestra. No vale el «piloto automático» ni el «yo padre, de tecnología lo justo» y dejar que nuestros pequeños salgan airosos como puedan.

Los riesgos

Existan o no los nativos digitales, lo cierto es que el término ya está en boca de todos, y algo nos hace pensar que la etiqueta no es lo más importante.

El refuerzo. Reforzar constantemente la existencia de la diferencia puede potenciar la brecha generacional. Diferencias entre generaciones siempre han existido, solo estamos ante una de ellas.

Falta de profundidad. La realidad del planeta es mucho más compleja que el ambiente universitario del primer mundo. Por un lado, la teoría no tiene en cuenta que hay países lo suficientemente pobres como para que no existan nativos digitales y por otro, es ingenuo pensar que pueda haber uniformidad en una generación cuyos miembros viven en contextos con realidades sociales, económicas y políticas muy diferentes. Podemos encontrar más parecidos entre un inmigrante digital y un nativo digital de un país rico, que entre dos nativos de países económicamente diferentes.

Del concepto a la etiqueta. Estudios que se desarrollan con genuina pretensión de aportar conocimiento acaban convirtiéndose en simples generadores de etiquetas o herramientas para hacer segmentaciones de mercado. Esto ha ocurrido con las nociones de millenials, generación X, Y, y Z. De lo que pretendió ser un concepto solo queda la caricatura.

Enfoque

Entonces, ¿cómo enfocar nuestra relación de padres con estos pequeños que tienen una estrecha e ineludible relación con la virtualidad?, ¿cómo ejercer nuestra tutela sin caer en los extremos de la tecnofilia y la tecnofobia?, ¿cómo acompañarlos en el inicio del ejercicio de su ciudadanía digital?

Según nuestro parecer, es más cuestión de enfoque que de método. Tiene que ver más con centrarnos en el horizonte que en una lista de consejos. Esta es la vía que pretendemos explorar en nuestra próxima entrega.

Fuente: Entre Paréntesis

 

Palabra de CPAL de Octubre de 2018

Compartimos la Palabra de CPAL del mes de octubre, que está dedicada a conocer más a Monseñor Oscar Romero, quien será canonizado el 14 de octubre próximo. 

Por Rafael Moreno SJ

El 22 de agosto pasé por San Salvador y un amigo mío me pidió le comentara un artículo que está escribiendo sobre las distintas interpretaciones que hay con relación a la conversión de Mons. Romero. Ello me provocó que hiciera mi propia reflexión al respecto. Al oírla, mi amigo me insistió que la difundiera con motivo de la canonización del Arzobispo, el próximo 14 de octubre. Esta es la razón por la que comparto mi opinión sobre el camino recorrido por Monseñor hasta llegar a ser San Romero de América. Para ello me baso en el contacto personal que tuve con Monseñor Romero, por haber sido uno de sus colaboradores cercanos mientras fue Arzobispo de San Salvador; me apoyo también en algunos artículos escritos por personas que lo conocieron bien.

 El estado de la cuestión

Todas las personas que han escrito o han sido cercanas a Mons. Romero coinciden que hubo un cambio importante en los últimos años de su vida que, entre otras cosas, fue el que motivó su canonización. Las discrepancias se dan al querer caracterizar el cambio, ubicar el momento en que se dio y tratar de definir qué fue lo que lo causó. En lugar de opinar directamente sobre quién es el que tiene la razón o por qué se dan estas discrepancias voy a tratar de responder las siguientes preguntas que ojalá contribuyan a describir parte del camino que recorrió Monseñor buscando realizar la voluntad de Dios.

 ¿Cómo explicó Mons. Romero su propia transformación?

Tres citas me parecen importantes para responder a esta pregunta.

 La que la menciona en el contexto de la conversión de la Iglesia salvadoreña:

En una carta privada del 28 de octubre de 1977, dice lo siguiente:

“Ciertamente durante muchos años en la Iglesia hemos sido responsables de que muchas personas vieran en la Iglesia una aliada de los poderosos en lo económico y político, contribuyendo así a formar esta sociedad de injusticia en que vivimos. Dios nos está hablando a través de los acontecimientos, de las personas. Nos habló a través del P. Rutilio, del P. Alfonso Navarro, de los campesinos, etc. Nos habla a través de la paz, de la esperanza que sentimos aun en medio de tanta tribulación”

“Yo personalmente quiero ser instrumento fiel y dócil a la acción del Espíritu Santo en estos tiempos; presto al Señor mi voz para ser la voz de los que no la tienen. Ha llegado el momento en que cada uno de los cristianos tenemos que responder al llamado del Señor”.

 La que se refiere directamente a ella

Al Cardenal Baggio le comentó en junio de 1978:

“Lo que sucedió en mi vida sacerdotal, he tratado de explicármelo como una evolución de mí mismo deseo que siempre he tenido de ser fiel a lo que Dios me pide; y si antes di la impresión de ser más ’prudente’ y ‘espiritual’, era porque así creía sinceramente que respondía al Evangelio, pues las circunstancias de mi ministerio no se habían mostrado tan exigentes de una fortaleza pastoral que en conciencia creo que se me pedía en las circunstancias en que asumí el arzobispado”

 La que habla sobre el impacto que le produjo el asesinato del P. Rutilio Grande.

Al P. César Jerez, en abril de 1977 le dio el siguiente testimonio cuando abiertamente le preguntó ¿por qué cambió Ud. Monseñor?:

Uno tiene raíces …Yo nací en una familia muy pobre. Yo he aguantado hambre, se lo que es trabajar desde cipote (niño)…. Cuando me voy al seminario y le entro a mis estudios y me mandan a terminarlos aquí a Roma, paso años y años metido entre libros y me voy olvidando de mis orígenes. Me fui haciendo otro mundo. Después regreso a El Salvador y me dan la responsabilidad de secretario del Obispo de San Miguel. Veintitrés años de párroco allá, También muy sumido entre papeles…Hasta que me mandan a Santiago María y allí si me vuelvo a topar con la miseria. …. Ya sabe, Padre, carbón que ha sido brasa con nada que sople prende. Y no fue poco lo que nos pasó al llegar al Arzobispado, lo del Padre Grande. Usted sabe que mucho lo apreciaba yo. Cuando yo miré a Rutilio muerto, pensé: si lo mataron por hacer lo que hacía, me toca a mí andar por su mismo camino…. Cambié, sí, pero también es que volví de regreso”.

 ¿Cómo percibí yo esa transformación de Mons. Romero?

Tomando en cuenta estos auto-testimonios, mi convivencia con Monseñor y el punto de vista sobre todo de Jon Sobrino, me parece que durante su vida el Obispo Oscar Romero experimentó varios cambios importantes que están inter-relacionados entre sí, aunque no todos ellos se realizaron simultáneamente.

 Ciertamente es falso que alguno de estos cambios haya consistido en el paso de una situación de pecado a la reconciliación con Dios, de estar en contra de los empobrecidos a estar a favor de ellos, de ser anti-marxista a asumir esta corriente de pensamiento.

 Los cambios que considero más significativos son:

  • Su reencuentro con los pobres que, como El mismo reconoce, sucedió al ser enviado a Santiago María. Sobre todo me parece relevante, la modificación sustancial en su forma de verlos y relacionarse con ellos que asumió siendo Arzobispo de San Salvador: dejó de ser meramente asistencialista a estar afectiva y efectivamente comprometido con ellos, asumiendo sus justas reivindicaciones hasta llegar a ser su voz y dejarse evangelizar por ellos.
  • De ser un obispo indiferente y distante de su clero pasó a ser un Arzobispo cercano a sus sacerdotes e interesado en recibir su apoyo y contar con su compañía.
  • De concebir su misión como un envío para contribuir en la instalación escatológica del Reino de Dios mediante una pastoral sacramental y una evangelización centradas en una perspectiva casi exclusivamente espiritual y ultra-histórica, a encarnar esa misión en el aquí y ahora promoviendo dicho reinado también en la realidad salvadoreña.
  • De ser un predicador al servicio de la fe desencarnada de la realidad, a ser un predicador interesado en explicitar y vivir la dimensión política de la fe cristiana interpretando e iluminando la realidad a la luz del Evangelio y comprometido con la promoción de la justicia.
  • De tener una visión de la Iglesia más bien jerárquica, centrada en su fidelidad al Papa y la comunión con los Obispos, a entenderla como Pueblo de Dios.
  • De estar en contra de la teología de la liberación por considerarla influenciada del marxismo, a apoyarse en ella, junto con la doctrina social de la Iglesia y los documentos del Vaticano II y Medellín, para poder discernir el agravamiento de la situación económica-política de El Salvador, escuchar el llamado de Dios a través de los signos de los tiempos y el clamor de las víctimas, y poder guiar y defender a sus ovejas hasta dar la vida por ellas.
  • De tener serios prejuicios en contra de las personas organizadas opuestas al Gobierno por considerarlas comunistas, ateas, subversivas, violentas, opuestas a la propiedad privada, a ir descubriendo que muchas de ellas eran ex catequistas, celebradoras de la palabra o católicas que estaban siendo injustamente explotadas, reprimidas y que lo que buscaban era conformar una sociedad fraterna que promoviera el bien común, motivadas por el Evangelio. Ello finalmente lo llevó a defender el derecho que tiene el pueblo a organizarse, a exigir sus justas reivindicaciones y a promover en la Arquidiócesis una “pastoral de acompañamiento” para los cristianos comprometidos.
  • De estar opuesto absolutamente a la violencia, viniera de donde viniera, a distinguir distintos tipos de violencia y recordar los criterios que pueden hacerla tolerable, como último recurso en el caso de la legítima defensa, sin llegar con ello a promoverla.

 Un ejemplo que manifiesta claramente el punto de partida señalado en varios de estos cambios es sin duda la carta pastoral El Espíritu Santo en la Iglesia que Mons. Romero escribió el 18 de mayo de 1975 siendo Obispo de Santiago María.

 También puede iluminar la primera impresión que me dio cuando lo conocí en junio de ese mismo año, con motivo de la masacre de Tres Calles, de la Diócesis de Santiago María.

 Ese día habíamos llegado varios sacerdotes para solidarizarnos con las víctimas y sus familiares. En la aldea estaban aún tirados los cuerpos sangrando de cuatro de los asesinados acribillados a balazos, varios de sus parientes lloraban adoloridos, aterrorizados por lo sucedido. Cuando nos disponíamos a concelebrar una Misa por todos ellos, llegó Mons. Romero. Obviamente fue Él quien presidió la Eucaristía pero lo que me molestó fue que nos arrebató el micrófono, prescindió de nosotros durante toda la ceremonia, no nos dejó tomar la palabra y, su homilía fue pronunciada con mucha elocuencia, pero de forma muy abstracta sin manifestar su indignación por tan grave injusticia que acababa de suceder.

Después del martirio de Monseñor, me di cuenta que aunque durante la Misa se opuso a hacer una denuncia pública, le había escrito una carta privada a su “amigo” el Presidente Molina. El texto refleja tanto la sensibilidad de Monseñor ante las víctimas y su intención de hacer una enérgica protesta, como sus prejuicios que le impidieron interpretarlo adecuadamente y pronunciarse sobre el hecho. Transcribo algunos de sus párrafos:

“Me partió el alma al oír el amargo llanto de madre, viudas y niños huérfanos… No menor impresión me causó el semblante de terror y de indignación que reflejaban los numerosos rostros de aquellos compatriotas a quienes saludé exhortándolos a la cordura. ….

“Cumplo con mi deber de expresar a Ud. mi respetuosa pero firme protesta de Obispo de la Diócesis por la forma en que un cuerpo de seguridad se atribuye indebidamente el derecho de matar y maltratar. No intento justificar la conducta de los acribillados. Tampoco estoy de acuerdo con quienes instrumentalizan estos hechos lamentables para sus fines políticos…” “Ruego al Señor Presidente su decisiva intervención a fin de que retorne al cantón Tres Calles la paz de los hogares, perdida ante la amenaza y el temor, y se haga justicia a las víctimas del atropello y se restituya, de alguna manera, a las familias, por la pérdida de quienes eran su sostén”.

 ¿Qué opciones fundamentales del Arzobispo Romero hicieron posible su transformación?:

No creo sea necesario tratar de ordenar cronológicamente los ocho cambios enumerados anteriormente ni intentar jerarquizarlos. Muy probablemente los más determinantes son el primero, tercero y cuarto; estos fueron en parte posibles gracias al segundo; los restantes se derivaron de los cuatro primeros y contribuyeron, a su vez, a que éstos se profundizaran y se consolidaran.

 Lo que sí me parece importante es identificar qué fue lo que hizo posible todos estos cambios.

 Obviamente lo determinante fue la acción amorosa y gratuita de Dios, sin la cual no se explica cómo una persona tan frágil, tímida e insegura como Mons. Romero llegara a ser tan firme, valiente y consecuente en el cumplimiento de su misión. Pero para que esa acción divina germinara tan fructuosamente también Monseñor Romero puso algo de su parte al adoptar durante su vida las siguientes opciones personales que convirtió en principios irrenunciables de acción quien llegó a ser San Romero de América.

 El haber asumido como principio y fundamento definitivo de su vida el buscar y llevar a cabo la voluntad de Dios.

La consecuente y firme decisión de seguir a Jesús, haciéndolo presente como Buen Pastor que conoce, ama, guía, busca, cura y defiende a sus ovejas.

Su propósito de sentir con la Iglesia, que fue su lema que eligió en su consagración episcopal en 1970 y que mantuvo hasta el final. Lo hizo ser fiel al pueblo de Dios no obstante las amenazas a muerte que recibió por defenderlo, al mismo tiempo que lo mantuvo fiel al Papa y vinculado a la Conferencia Episcopal de El Salvador, no obstante las dudas del Vaticano suscitadas por tantas incomprensiones, acusaciones, calumnias, agresiones, hasta traiciones por parte de los demás Obispos salvadoreños, con excepción de uno. En base a ellas, llegaron hasta atreverse a solicitar al Papa que lo destituyera.

El haber asumido su ministerio sacerdotal y episcopal como un servicio al Pueblo de Dios siendo “el Obispo del Sagrado Corazón de Jesús” que promueve la buena nueva del Reino.

 Estoy totalmente convencido que estos principios de acción u opciones personales de Mons. Romero, en parte inspiradas en la espiritualidad ignaciana, fueron la tierra fértil que permitió que la acción divina germinara en dichos cambios que resultaron tan fructuosos.

 Otra anécdota personal que puede ilustrar por qué consideró que estas actitudes fundamentales de Mons. Romero hicieron posible que se desarrollaran y consolidaran dichos cambios fue un comentario que El mismo me hizo un día que se sentía inquieto e inseguro ante la posibilidad de que con todas estas transformaciones hubiera dejado de cumplir la voluntad de Dios, de ser fiel en el seguimiento de Jesús, en el ejercicio del ministerio sacerdotal y estuviera traicionando su lema de sentir con la Iglesia. Le brotaron estas inquietudes ante las reacciones de los demás Obispos, las amenazas en contra de Él, los desaires y rupturas de importantes cafetaleros que habían sido amigos suyos, las acusaciones que le hacían de estar dividiendo la ya polarizada sociedad salvadoreña, el calificativo que le atribuían de ser comunista, parcial, etc.

 Padre Moreno -me preguntó- ¿no estaré equivocado, no me habré desviado del camino correcto? Nunca pude contestarle pues en ese momento llegó una persona que interrumpió nuestra conversación. Días después, cuando tuvimos la ocasión para retomarla, yo fui quien le preguntó: Monseñor, ¿qué ha pensado sobre el interrogante que me manifestó? Ya lo resolví -me contestó, muy seguro de lo que decía- me puse a orar y confirmé que Dios me estaba invitando a que escuchara el clamor de su pueblo, no fuera como un mercenario que abandona a sus ovejas amenazadas por el lobo. Luego caí en la cuenta que a Jesús le sucedió lo mismo durante su vida pública: Llegó a ser signo de contradicción y de división por cumplir la voluntad de su Padre. Entonces me dije- continuó Monseñor- si esto le pasó a Jesús que es el Verbo de Dios y la bondad infinita, con mayor razón me puede suceder a mí que soy pecador y limitado.

 Otra reflexión que le confirmaba su conclusión era recordar cómo predicaba Juan Pablo II, cuando era Arzobispo de Cracovia, en apoyo a los obreros polacos.

 Mi hipótesis de que estas cuatro opciones fundamentales de Monseñor fueron las condiciones de posibilidad del origen, desarrollo y consolidación de sus cambios la veo avalada por sus mismos apuntes personales escritos durante sus últimos ejercicios espirituales que hizo en febrero de 1980, un mes antes de que lo asesinaran:

 Al terminar la Contemplación del “Reino de Dios y del seguimiento de Cristo”, después de haber hecho la oblación que sugiere San Ignacio, concluyó: “Así concreto mi consagración al Corazón de Jesús, que fue siempre fuente de inspiración y alegría cristiana en mi vida. Así también pongo bajo la providencia amorosa –del Padre- toda mi vida y acepto con fe en Él mi muerte por más difícil que sea. …. Me basta para estar feliz y confiado, saber con seguridad que en Él está mi vida y mi muerte, que a pesar de mis pecados en Él he puesto mi confianza y no quedaré confundido y otros proseguirán con más sabiduría y santidad los trabajos de la Iglesia y de la patria”.

 ¿Cuáles fueron los factores externos que contribuyeron a los cambios de Mons. Romero?

Así como considero que es multidimensional el cambio de Mons. Romero, de la misma forma creo que son múltiples los factores externos que también influyeron en Él para generar su transformación. Entre los que me parecen más importantes destaco:

  • La creciente polarización de la realidad social, económica, política y eclesial de El Salvador agravada durante el tiempo de su arzobispado en San Salvador, en cuanto la consideró “signo de los tiempos” que había que discernir.
  • El nivel de concientización y compromiso social de la mayoría de los sacerdotes, religiosas y comunidades de base que encontró en la Arquidiócesis, que fue para El un gran apoyo, y estímulo.
  • La confianza que el pueblo sufriente depositó en Monseñor Romero y la firme determinación que le transmitió de continuar en la lucha hasta lograr su liberación, que llegó a ser una de sus principales motivaciones y fuentes de inspiración.
  • La oportunidad que le brindó ser mediador en diversos conflictos, para conocer personalmente a dirigentes de las organizaciones político populares y aun político militares lo que le permitió descubrir su motivación y trayectoria cristiana
  • Los documentos del Vaticano II y de la Conferencia de Medellín que le dieron a Él y a la Iglesia una renovada visión e impulso apostólico.

 ¿Qué impacto causó en Mons. Romero el asesinato del Padre Jesuita Rutilio Grande?

No cabe duda que entre todos los factores externos que influyeron en los cambios de Oscar Arnulfo Romero, el que propició la integración de todos ellos y aceleró su fortalecimiento y radicalización fue el asesinato de Rutilio, Párroco de Aguilares, así como las decisiones que Monseñor tomó ante semejante crimen ocurrido tres semanas después de haber sido consagrado Arzobispo.

 Coincido con Jon Sobrino que el ver los cadáveres de los tres recién asesinados encima de unas mesas fue tan determinante para Monseñor porque Rutilio era un amigo en el que confiaba plenamente como persona y como sacerdote. Ello le permitió hacerse a fondo y sin prejuicios la pregunta: ¿por qué mataron a su amigo si era un fiel seguidor de Jesús? Suponemos que se respondió: a Rutilio lo mataron como a Jesús, porque también su vida y su misión habían sido como las de Jesús. Respuesta que lo llevó a caer en la cuenta que en consecuencia la pastoral encarnada y comprometida del Párroco de Aguilares no era una desviación, sino la forma correcta de seguir a Jesús. Conlusión que llevó a Monseñor a tomar una decisión congruente que determinó toda su vida: proseguir la labor de Rutilio, sobre todo el camino de Jesús, combatiendo el pecado estructural que había generado ese y otros crímenes similares y construyendo aquí y ahora el Reino de Dios que es un Reino de justicia, de fraternidad y de paz. Lo que sí consta es que al final de su reflexión, no le quedó más que exclamar ante una religiosa que estaba limpiando en ese momento el rostro ensangrentado de Rutilio:

—Si hoy no cambiamos, no habrá cuándo, ¿verdad, hermana?

 Las tres decisiones que tomó junto con los sacerdotes, religiosas, religiosos, agentes de pastoral de la Arquidiócesis fueron contundentes: el celebrar una misa única dominical en toda la arquidiócesis, el no participar en actos oficiales de Gobierno mientras no se esclareciera y sancionara a los que resultaran culpables de tan horrendo crimen y el que hubieran tres días de reflexión sobre la doctrina social de la Iglesia en todos los colegios católicos de la Arquidiócesis. Estas tres decisiones, por una parte, evidenciaron la gravedad del asesinato, la enérgica protesta del pueblo de Dios y la firme decisión del Arzobispo de continuar la obra de Rutilio. Por otra, produjeron un distanciamiento que llegó a ruptura con el Gobierno de El Salvador, una creciente oposición del Nuncio y de los demás Obispos quienes siguieron participando en eventos oficiales y hasta algunos de ellos continuaron apoyando explícitamente al Gobierno y a los militares y la agresividad de sus antiguos amigos cafetaleros.

Todo ello contribuyó a consolidar, radicalizar, hacer definitiva la decisión tomada ante el cadáver de Rutilio

 CONCLUSIÓN

 Las respuestas a las preguntas planteadas esbozan parte de la trayectoria que recorrió Monseñor hasta llegar a ser San Romero de América, al mismo tiempo pueden explicar por qué hay diversas opiniones sobre la caracterización, la causa, el momento de la “conversión” de Mons. Romero, ya que, desde mi punto de vista, se trata de un cambio:

  • Plurilineal, no unilineal;
  • Obedece a diversos factores, no tiene una sola causa;
  • Es un proceso gradual que, tuvo un momento clave cuyos frutos siguieron incrementándose, consolidándose hasta que fue violentamente truncado por una bala expansiva que penetró el corazón de Monseñor Romero en el momento en que celebraba la Eucaristía en el hospitalito donde vivía.
  • El asesinato de Rutilo fue el factor determinante, iluminador, integrador y catalizador de todo ese proceso.
  • Este es una evolución dialéctica que incluye un salto cualitativo en la forma como entendió y vivió Monseñor su misión: sin negar lo que creía, decía y hacía anteriormente lo encarnó, lo trascendió y radicalizó desde una perspectiva más plena y evangélica;
  • Dicho salto se puede describir como el cambio en la manera de concebir y vivir su cumplimiento de la voluntad de Dios, su seguimiento de Jesús, su forma de sentir con la Iglesia, de ejercer su ministerio sacerdotal. Pasó de promover una instauración espiritualizada, ultra-histórica del Reino de Dios a colaborar en la encarnación, la historización de dicho Reinado que, aunque trascendente, incluye también una manifestación en el aquí y ahora, en el espacio y el tiempo de la historia. Este paso Mons. Romero lo dio apoyado y motivado por sus sacerdotes, lo hizo con y desde la perspectiva de los empobrecidos, de los y las excluidas, de las víctimas de la represión. Todo ello hizo que el pueblo, “su pobrería”, entrara de otra forma en su corazón y en su mente, e hiciera de él un hombre y un creyente nuevo, sin fisuras, un ser humano y un creyente cabal.

 Por ello, el Papa Francisco en la carta de Beatificación de Mons. Romero lo caracteriza como:

  • Obispo, Mártir,
  • Pastor según el corazón de Cristo,
  • Evangelizador y padre de los pobres,
  • Testigo heroico del Reino de Dios, Reino de justicia, fraternidad y paz

 Por ello, en su carta del día de la Beatificación, el Obispo de Roma concluye:

“Quienes tengan a Monseñor Romero como amigo en la fe, quienes lo invoquen como protector e intercesor, quienes admiren su figura, encuentren en él fuerza y ánimo para construir el Reino de Dios, para comprometerse por un orden social más equitativo y digno”.

 Por ello, “el 21 de diciembre de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de marzo como Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas, con el propósito de:

 Promover la memoria de las víctimas de violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos y la importancia del derecho a la verdad y la justicia;

Rendir tributo a quienes han dedicado su vida a la lucha por promover y proteger los derechos humanos de todos y a quienes la han perdido en ese empeño;

Reconocer en particular la importante y valiosa labor y los valores de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, de El Salvador, quien se consagró activamente a la promoción y protección de los derechos humanos en su país, labor que fue reconocida internacionalmente a través de sus mensajes, en los que denunció violaciones de los derechos humanos de las poblaciones más vulnerables y su dedicación al servicio de la humanidad, en el contexto de conflictos armados, como humanista consagrado a la defensa de los derechos humanos, la protección de vidas humanas y la promoción de la dignidad del ser humano, sus llamamientos constantes al diálogo y su oposición a toda forma de violencia para evitar el enfrentamiento armado, que en definitiva le costaron la vida el 24 de marzo de 1980”.

 Por ello, el 14 de octubre del 2018 será Mons. Romero canonizado: reconocido como un testigo y modelo universal de seguidor de Jesús.

 

 

 

Un Médico de Alma y Cuerpo para Montevideo

El P. Pablo Jourdan, sacerdote desde hace 22 años y médico de profesión, fue designado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis. Compartimos aquí una entrevista realizada por el Multimedio de la Iglesia Católica de Montevideo (ICM).

Serena alegría

En sus ojos, y en sus palabras, se refleja una serena alegría por lo que está viviendo. Cuando se le pregunta por lo que siente desde que se enteró que sería obispo, contesta: “Al pasar los días fui sintiendo un profundo agradecimiento a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo por este nuevo llamado; así como también a nuestra madre la Iglesia, que a través del Papa Francisco me pedía este servicio. Desde el día que me lo comunicaron no he dejado de pedir la gracia”.

Es consciente de que el nombramiento implica un servicio y una responsabilidad. Pero también tiene claro que es un llamado de Dios, que para esto ha dejado todo y ha seguido a Cristo.

La familia y la fe

A través de su familia es que el P. Pablo Jourdan conoció la fe. Cuando recuerda su infancia dice: “Toda mi familia es cristiana, católica, practicante, sobre todo mi abuela y mi madre, acompañadas por esposos dóciles que siempre tuvieron una vida práctica cristiana. Además mi padre era paraguayo, un país muy católico; por tanto viví la fe desde muy pequeño”.

Pablo Alfonso Jourdan Alvariza nació en Montevideo el 23 de enero de 1964, a los dos días fue bautizado, “antes de salir del Círculo Católico, a la vieja usanza”, dice el sacerdote. Su familia estaba conformada por su padre (ya fallecido), su madre y cinco hermanos. Tiene dos hermanas, una de ellas religiosa consagrada, actualmente en Turín, y dos hermanos. Además tiene 15 sobrinos. En todo momento insiste en que la fe se vive en familia y que su propia familia vive en la fe.

La vida de sus primeros años, según sus propias palabras, fue normal, natural. Y cuando habla de natural hace referencia a los 15 primeros años que vivió en el medio del campo y en la ciudad Minas. Con el tiempo, el pequeño Pablo se mudó con su familia a un lugar cercano a Mariscala, pero la fe siguió constante. “Cuando vivíamos en el medio del campo íbamos a Misa a los pueblos y en Minas participaba en el Colegio Sagrada Familia”.

Fue en Minas, a través del colegio, donde tuvo una formación religiosa por parte de los hermanos que dirigían la institución. Allí hizo su primera Comunión. No muy lejos de ahí viviría una experiencia que le cambiaría la vida. “Misteriosamente, yendo al Verdún, rezando junto a mis padres a los pies de la Virgen, tuve la experiencia del llamado de Dios al sacerdocio y desde ese momento se quedó en mi corazón. Seguí haciendo mi vida normalmente, pero ya con esa idea”.

María en la vida del P. Pablo

María, la Madre de Jesús, fue una presencia constante en la vida del P. Jourdan, “desde pequeño siempre ha estado metida en nuestra casa”, comenta. Su familia estaba relacionada con los salesianos, y por tanto la figura de María Auxiliadora era parte de los Jourdan. Además su madre se formó con las Hijas de María Auxiliadora.

El futuro obispo recuerda que su abuela siempre rezaba el Rosario y muchas veces los hijos y los nietos se sumaban. También esas idas al Verdún, algo muy habitual entre los minuanos, eran experiencias fuertes, “que hacían sentir a María muy viva”, subraya. A la hora de seguir el camino del sacerdocio, la presencia de la Madre de Dios fue fundamental.

Además, en todas las parroquias donde se desarrolló su ministerio, siempre estuvo la presencia de la Virgen por una cosa u otra. Cuando habla de su experiencia pastoral distingue muy bien entre los 15 años que estuvo en Montevideo, inserto en la vida parroquial —mientras estudiaba y jugaba al fútbol — y el interior, donde la situación es muy distinta. Para el P. Jourdan, en sus destinos pastorales de la diócesis minuana, “la parroquia es más una casa de familia, más cercana a la gente, con más posibilidades de compromiso con todo el pueblo”.

“Se ven los mismos problemas que en todos lados, las mismas dificultades, pero con menos cantidad de gente, entonces se puede dar una respuesta diferente. En cada pueblo y cada ciudad se vive de forma distinta”, afirma.

Entre la Medicina y el fútbol

Otro espacio importante de su vida lo ocupa la Medicina. La profesión nace como un deseo de servir y está muy relacionado con su vida de sacerdote; pastor de alma y cuerpo, se podría decir. Hoy, al recordar esos años de estudio y discernimiento, dice: “Empecé a estudiar Medicina, pero cuando estaba en el tercer año me decidí por el sacerdocio. En ese momento me acompañaba Nicolás Cotugno, que me dijo que siguiera y después, ya como Arzobispo, me motivó a que continuara. Y cuando pasé a la Diócesis de Minas, con Monseñor Víctor Gil, entonces congenié las dos cosas. Mientras estudiaba Medicina, estudiaba la Filosofía desde afuera y cuando terminé la carrera ingresé en el Seminario. Pude terminar las dos cosas”.

¿Y el fútbol? Siempre le gustó. De niño jugaba en el campo, y cuando llegó a la capital, para terminar el bachillerato, enseguida se puso a jugar en Central Español.

La despedida y la bienvenida

Movilizante para el futuro Obispo Auxiliar de Montevideo han sido las palabras de Mons. Jaime Fuentes, Obispo de Minas. “Me dijo que lo que el Papa Francisco viene pregonando lo veía en mi persona; lo que me dejó en paz y es un halago muy importante para dar este paso”. A pesar de esto, la gente de Lavalleja lo tomó con una doble sensación. “Por un lado una alegría muy grande, y me hicieron sentir como que fue una elección de ellos mismos, que estaban 100% de acuerdo con el Papa. Y por otro lado, estaba dolida y hasta lagrimeando porque me venía para Montevideo”, comenta.

Así y todo está contento con su nuevo destino ya que su recibimiento en Montevideo ha sido excelente. “Con el Card. Daniel tuve una acogida muy grande, muy cercana, con todo el apoyo. Nos encontramos ya para dar los primeros pasos y conocer los nuevos desafíos y tareas”, concluye.

Fuente: icm.org.uy

 

¿Se llevan bien la Empresa y la Propiedad Privada?

La empresa no puede considerarse únicamente como una “sociedad de capitales”; es, al mismo tiempo, una “sociedad de personas”, capitalistas y trabajadores.

Por Juan Fernández de la Cueva

Acabo de leer un escrito de Guillermo Rovirosa, impulsor y primer militante de la HOAC. Considero muy interesante su tesis: el modelo de empresa capitalista está basado en una falacia que equipara la propiedad privada con el Derecho Natural. Esta afirmación está basada en lo que él llama “consenso universal”, algo así como un tópico que es admitido por todos, pero que no resiste un análisis científico.

La propiedad privada es un derecho que tiene la persona a usar los bienes de la tierra para su desarrollo integral. La persona no puede lograr suficientemente su libertad más que en la medida que tenga un poder soberano y exclusivo sobre un mínimo de bienes.

Ahora bien, en el Derecho Natural, la propiedad privada está subordinada al derecho a la vida y al destino universal de los bienes, especialmente para los pobres. La propiedad privada no es un fin en sí misma: no es para poseer, pues su finalidad está orientada a la realización personal y social del ser humano. Y por eso la DSI insiste en que hay dos situaciones que niegan la propiedad privada:

  • cuando uno no llega a “ser” porque está impedido por el culto al “tener”,
  • cuando uno no llega a realizar su vocación humana al carecer de los bienes indispensables.

La empresa en el capitalismo primitivo se basa en la colaboración de dos grupos necesarios y complementarios denominados capital y trabajo:

  • el primero: inversores que ponen su capital para la fábrica, las máquinas, los conocimientos técnicos… con el objetivo de producir bienes y ganar dinero,
  • el segundo: un gran número de personas que aportan su trabajo ganándose un sueldo con el que vivir dignamente.

Los promotores del capital, llamados capitalistas, eran dueños de los medios de producción de la empresa y de su gestión. El principio legitimador de esta situación se sostenía, como he dicho antes, en el principio axiomático de que el Derecho Natural legitima automáticamente al capital la posesión de toda la empresa.

Pero la empresa no puede confundirse con los medios materiales, ni con la fábrica, ni con las maquinas. La empresa no puede considerarse únicamente como una “sociedad de capitales”; es, al mismo tiempo, una “sociedad de personas”, capitalistas y trabajadores. Tomar una parte por el todo invalida cualquier teoría, y en este caso, produce frutos de injusticias y sufrimientos a la parte del todo excluida.

Los Medios de Producción en la Empresa Moderna Capitalista

En la nueva empresa capitalista de las grandes corporaciones financieras, quien aporta el capital son multitud de inversores. Pero éstos no son dueños de los medios de producción ni de su gestión. Solo son propietarios de sus “acciones”.

¿Cómo se puede decir que son dueños de una empresa si solo están pendientes de la ganancia proporcional a sus “acciones” pero entregan a los gestores la orientación de su inversión, tanto si son bombas o medicinas, si respeta el medio ambiente o destruye el ecosistema?

¿Cómo se puede decir que son dueños de una empresa si entregan a los gestores los procedimientos con los que van a conseguir sus beneficios, renunciando a ver si dichos procedimientos con los trabajadores han sido justos o injustos? Tengamos en cuenta que los trabajadores han dejado de ser la parte fundamental y complementaria de la empresa y son ahora unos recursos (incluso son denominados “recursos humanos”) que se adquieren y se venden a precio de mercado.

A lo que no han renunciado los inversores es al principio axiomático de que la propiedad privada (quien origina el capital) equivale al Derecho Natural y por eso se pueden apropiar de toda la empresa, capital y trabajo. La Iglesia afirma rotundamente que esto es una falacia, aunque esté admitido por un “consenso universal” según Rovirosa.

Doctrina Social de la Iglesia

Lo fundamental en el planteamiento antropológico de la Iglesia es que “la propiedad privada no es un derecho absoluto e intocable: al contrario, siempre lo ha entendido en el contexto más amplio del derecho común de todos a usar los bienes de la entera creación” (LE 14). Este es el criterio para determinar si la propiedad de los medios de producción es justa y legítima.

Especial mención merece la versión de que los medios de producción están vinculados al derecho de quienes trabajan. Porque la actividad humana es lo que hace que los bienes naturales fructifiquen para el bien de las personas, ricos y pobres. Por eso la encíclica Quadragésimo anno nº 65 propone un nuevo contrato social en el que los trabajadores participen de la gestión y los beneficios de la empresa.

Los medios de producción no pueden ser poseídos contra el trabajo.

Fuente: Entre Paréntesis

Curso en Economía Social y Solidaria

La red COMPARTE sigue promoviendo el desarrollo de capacidades para la mejora y fortalecimiento de las iniciativas de economía social y solidaria que están en marcha en 8 países de América Latina (Ecuador, Perú, México, Paraguay, Bolivia, Guatemala, El Salvador, Colombia).

 En agosto de este año, arrancó la segunda edición del “Diplomado en Economía Social y Solidaria” en el que participan 17 representantes de centros sociales y organizaciones productoras que forman parte de la red, y que apuestan por mejorar y profesionalizar sus prácticas empresariales desde una lógica económica alternativa y solidaria. Durante la formación hasta enero 2019, abordarán aspectos como la innovación cooperativa y social, gestión de empresas de economía social y solidaria, el balance social cooperativo, metodologías de planificación territorial de COMPARTE, y conocerán buenas prácticas latinoamericanas y europeas.

 El Diplomado se desarrolla principalmente online con acompañamiento tutorial y contempla una semana de formación presencial del 22 al 28 de octubre en Puebla, México donde está el Laboratorio de Innovación Económica y Social de la Universidad Iberoamericana (LAINES). El LAINES colabora con la red COMPARTE desde 2014 y es el centro universitario encargado de la impartición y dinamización de este Diplomado.

 Fuente: Blog Alternativas de Desarrollo

 

La Ilusión del Reciclaje

La cuestión está en replantear nuestro modo de vida.

Por Mariano Durand SJ

Las campañas en favor del reciclaje no llegan a generar un impacto representativo frente a la pretensión de vivir, dentro de uno solo planeta, consumiendo el equivalente a cuatro planetas tierra. Independientemente de lo que consumamos, el mero volumen de lo que consumimos está haciendo colapsar el medioambiente.

Claro que el plástico es una plaga para el medioambiente y las campañas para limitar su uso o reutilizarlo pueden ser bien intencionadas. Pero no podemos creer que reemplazando un recurso sobreutilizado lograremos mucho. ¿Es que no hay alternativa? ¿Nos rendimos? En absoluto: duplicamos la apuesta y nos enfocamos en el origen del problema, no en sus consecuencias.

La cuestión está en replantear nuestro modo de vida. Es un enfoque al que no llegan las grandes campañas. Los medios masivos que generan contenidos para el gran público usualmente llegan hasta el punto de proponer que ‘es preciso –hasta urgente- hacer algo’ por este planeta. Difícilmente superan el límite de la concientización y rara vez sugieren alguna acción colectiva de real impacto.

Irónicamente, son las principales industrias contaminantes las que fomentan grandes campañas mundiales por el medio ambiente para mostrarse ‘socialmente responsables’. Con esto se aseguran de controlar la crítica y crean la ilusión de que los consumidores asumamos también cargas de responsabilidad ¡pues es la única alternativa!

Así reducen el compromiso por el medio ambiente al mero hecho de que cada uno asuma la responsabilidad de las decisiones personales. Además de instalar la creencia errónea de que una mejor forma de consumismo salvará al planeta. Mientras tanto, distrae la atención frente a los problemas estructurales: un sistema político rehén de los intereses comerciales, un sistema económico que postula la codicia sin medida, un esquema social que se sostiene en la imposición de mayores cargas a quienes menos tienen.

Desde ya que podemos minimizar el impacto de nuestro consumo, pero no será ‘asumiendo cada uno su propia responsabilidad’ como revertiremos la ecuación. Ni de lejos.

Principalmente, porque nos mantenemos en la ignorancia en relación a los impactos de las industrias en la naturaleza (las explotaciones pesquera, petrolera y de agrotóxicos podrían bastar de muestra). El poder corporativo hace todo lo posible por persuadirnos del ‘gran esfuerzo’ del que nos debemos sentir capaces de hacer, mientras nos mantengamos en la esfera de su conveniencia. Y mientras nos hacen asumir la carga del impacto que generan.

Si realmente queremos cambiar esto tendremos que asumir una actitud radical: vivir con simpleza, austeramente.

Claro que seremos criticados, marginados, estigmatizados, sospechados. El mercado se pondría muy nervioso por el simple hecho de no someternos a sus designios.

Para que seguir viviendo en un solo planeta sea viable, comencemos por reducir nuestro propio consumo. Pero también enfrentemos el poder corporativo dominante, revirtamos los resultados políticos y restrinjamos al sistema que se alimenta a sí mismo consumiendo el mundo.

Si queremos defender el planeta, no parece haber otra alternativa que cambiar el mundo.

 

Frente al Consumismo, Dignidad

¿Cómo entender que el horizonte vital de las personas occidentales, los anhelos, los sueños y las expectativas estén, sobre todo, en la esfera del tener?

Por Raquel Lara

Comprar unos pantalones nuevos, salir a comer a la típica franquicia o pedir comida a través de una aplicación, son tendencias y modas creadas para dar respuesta a una vida que el único interés es consumir cada vez más sin pensar en las consecuencias que mis actos puedan estar provocando en otras personas, ¿es eso lo que nos espera?

Nuestra sociedad se ha edificado, sobre un sistema capitalista donde triunfa el consumo masivo, irresponsable e individualista. La “crisis económica”, que aún siguen sufriendo muchas personas, más allá de los entresijos financieros, es una crisis de valores que se ha ido tejiendo desde un tipo de sociedad donde se orientan nuestras opciones de consumo para el beneficio de unos pocos.

¿Cómo entender que el horizonte vital de las personas occidentales, los anhelos, los sueños y las expectativas estén, sobre todo, en la esfera del tener? Sin duda, este modo de vivir, nos determina profundamente y nos lleva a potenciar comportamientos que nos deshumanizan y anulan nuestra dignidad.

Nos arrebatan nuestros derechos

Todos los derechos que como clase obrera se han luchado y conquistado, nos lo están arrebatando de manera vertiginosa. No solo tenemos que preocuparnos por la siniestralidad en el trabajo, las reformas laborales o educativas que truncan nuestras oportunidades… sino que, además, llegan nuevas modas que dan encanto a la pobreza y nos encadenan a un sistema que va contra la dignidad de la persona. Entre esas modas se encuentran el “friganismo”, llenar la nevera con lo que se recoge de la basura o el “nesting”, ver con buenos ojos quedarte en casa todo el fin de semana, siendo en muchos casos la única opción de ocio posible. Estas nuevas corrientes que buscan supuestamente mejoras psíquicas y físicas están acabando con otro de los logros conseguidos, la sociedad de bienestar.

Debemos luchar contra estas corrientes que no nos impulsan para organizarnos junto a otros, sino todo lo contrario, el acomodarnos a la situación actual inmovilizándonos ante ella. Sin duda, es tiempo de ser conscientes de nuestro consumo, de asumir nuestra responsabilidad de ser coherentes y cuidadosos con el resto de personas y el medio ambiente. Nuestro futuro depende de ello.

Estamos fomentando un modo de vivir totalmente limitador y de descarte, consiguiendo olvidar el desarrollo de la dimensión del ser, perdiendo sentido crítico, conciencia de clase y capacidad para la participación e implicación social.

Vivir como personas libres y solidarias

Debemos de descubrir lo que verdaderamente necesitamos, así como de las consecuencias que nuestro consumo provoca en otras personas al otro lado del planeta. Por tanto, hemos de buscar siempre la coherencia en nuestro estilo de vida, poniendo en marcha alternativas que nos permitan despertar y desenmascarar las estrategias manipuladoras del sistema, permitiéndonos vivir como personas libres y solidarias.

Esta sociedad de consumo va calando en cada uno de nosotros, haciéndonos aceptar y justificar situaciones difícilmente comprensibles y aceptables desde el Evangelio y el testimonio de Jesús. Él nos propone un estilo de vida alternativo que implica la opción por la justicia y por las personas más empobrecidas. Él nos enseña a gozar de lo sencillo y descubrir la belleza de lo gratuito, del estar al servicio del otro, de organizar la economía en comunidad y a repartir la riqueza entre todas y todos. ¿Y si empezamos a exigir que el mercado esté al servicio de los seres humanos, y no los seres humanos al servicio del mercado?

Fuente: Vida Nueva

Acuerdo Provisorio Santa Sede – China sobre nombramiento de los Obispos

Después de un gradual y recíproco acercamiento, ha sido firmado hoy en Pekín el Acuerdo Provisorio sobre el nombramiento de los Obispos con el deseo de que contribuya positivamente en la vida de la Iglesia en China, al bien de los chinos y a la paz en el mundo

En el marco de los contactos entre la Santa Sede y la República Popular de China, que están en curso desde hace tiempo para tratar cuestiones eclesiales de interés común y promover ulteriores relaciones de entendimiento, el 22 de septiembre de 2018, se ha celebró una reunión en Beijing entre Mons. Antoine Camilleri, Subsecretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, y S.E. el Sr. Wang Chao, Viceministro de Asuntos Exteriores de la República Popular de China, respectivamente Jefes de las delegaciones vaticana y china.

 En el contexto de esta reunión, ambos representantes firmaron un Acuerdo Provisional sobre el nombramiento de los obispos.

 El Acuerdo Provisional antes mencionado, que es fruto de un acercamiento gradual y recíproco, se estipula después de un largo proceso de delicadas negociaciones y prevé evaluaciones periódicas sobre su implementación.

 Trata del nombramiento de los Obispos, una cuestión de gran importancia para la vida de la Iglesia, y crea las condiciones para una colaboración más amplia a nivel bilateral.

 La esperanza compartida es que este acuerdo fomente un proceso de diálogo institucional fructífero y con visión de futuro y contribuya positivamente a la vida de la Iglesia Católica en China, para el bien común del pueblo chino y para la paz en el mundo.

 Fuente: Vatican News

 

La colaboración dentro de la Compañía de Jesús – Padre Hermann Osorio SJ

«La colaboración es la condición básica de la supervivencia de la raza humana… porque de diversas especies de humanos que pudo haber en un momento determinado de la historia de nuestro universo, la única especie que sobrevivió fue la nuestra, que es el homosapiens y según esta teoría la capacidad de sobrevivir de esta especie fue la capacidad de colaborar en grupos más amplios, de lo que normalmente lograban hacer otros».

El P. Hermann Rodríguez S.J., Delegado para la Misión de la CPAL nos comenta su concepto de colaboración y la importancia del mismo para la Compañía de Jesús.

Este video forma parte de una serie de una campaña organizada y dirigida por la Oficina de Comunicación Institucional de la CPAL, con el propósito de profundizar en la «colaboración», como una forma de proceder que nos hace compañeros de tantos hombres y mujeres (religoso/as y laicos) en la construcción del Reino.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

 

Reclaman Protección y Apoyo para la Agricultura Familiar

La Comisión Nacional de Justicia y Paz reclamó a las autoridades protección y apoyo para la agricultura familiar, tras advertir que ha mermado la promoción y desarrollo de las actividades que llevan a cabo estas familias. Compartimos aquí el comunicado:

Texto del comunicado

El objetivo permanente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz es trabajar por la superación de situaciones de injusticia, especialmente las que afectan a los grupos de población más vulnerables, por la paz social y el diálogo sincero como camino de encuentro. Entre otras tareas, desde hace años estamos en contacto con organizaciones de la agricultura familiar campesina e indígena de todo el país, con agentes de pastoral que trabajan con familias campesinas, con miembros de instituciones de promoción y con las mismas familias. Así aprendimos a valorar los inestimables aportes de la agricultura familiar en la producción de alimentos, el arraigo poblacional en los territorios, el cuidado y la preservación de los bienes naturales que son patrimonio de todos.

También constatamos los problemas que las aquejan y, dentro de nuestras limitadas posibilidades, procuramos aportar a su superación. Con este espíritu, colaboramos con la Mesa de Diálogo de la Agricultura Familiar mientras funcionó, en el ámbito del Ministerio de Agroindustria; manifestamos ideas y sugerencias a las autoridades; promovimos encuentros entre distintos actores. Con el mismo espíritu, en los últimos meses mantuvimos varias reuniones con funcionarios de la Secretaría de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial y del Ministerio de Agroindustria de la Nación.

La impresión que nos llevamos de los encuentros con las autoridades fue que las políticas de promoción y desarrollo de la agricultura familiar estaban aseguradas y se trabajaba por su mejoramiento. Por eso vemos ahora con preocupación que los equipos técnicos al servicio de las familias de pequeños productores – que son esenciales para el trabajo de desarrollo y crecimiento con estas familias -, sea en los territorios o en reparticiones ligadas al sector, estén siendo reducidos en forma drástica y se haya reducido el financiamiento de varios programas. La consecuencia es que las familias tendrán aún menos cooperación técnica y económica o quedarán totalmente desguarnecidas. También nos preocupa que los canales institucionales de diálogo se hayan debilitado, que la reglamentación de la ley 27118 de agricultura familiar, que podría aportar algunas soluciones, esté tan demorada.

Como lo hemos mantenido siempre, en aquellas coyunturas que exijan restricciones, los costos económicos y sociales no deben recaer sobre los débiles. Por el contrario, en momentos de dificultades, son quienes necesitan mayor protección y apoyo.

Hacemos pública estas preocupaciones que ya manifestamos en privado a las autoridades, esperando que se arbitren alternativas de soluciones concretas para el desarrollo integral de la agricultura familiar, privilegiando el bien común y el diálogo conducente a alcanzarlo, acordes con los tiempos, las urgencias y el deterioro que se está dando en las economías locales, con el riesgo de que los problemas se agraven y se pierda lo logrado. Todos estamos invitados a “no amar de palabras sino con obras”.

Fuente: AICA