Un Documental sobre el Sacerdote que Transformó la Pobreza en Esperanza

Se ha proyectado en la Filmoteca Vaticana el documental «Pedro Opeka – buenos amigos» de Jože Možina; el sacerdote argentino que vive y trabaja en la Isla Africana de Madagascar.

Hay quien lo define como el “Santo combatiente” o “el hombre de los milagros”. Su nombre es padre Paolo Pedro Opeka. Su historia de amor hacia quien sufre está atravesando océanos y montañas. Consigo lleva sólo la fuerza de la fe y del rostro de Cristo en las periferias del mundo. Lazarista, misionero, el padre Pedro Opeka es un argentino de ascendencia eslovena.

Su Historia

En 1975 se dirige a Madagascar donde conoce la desesperación y la pobreza de miles de personas que viven en los basureros. No acepta esta situación: se pone del lado de los pobres, lanza proyectos, entre ellos, la ciudad de la esperanza, Akamasoa, que en malgache significa «buenos amigos”. En la capital Antananarivo, hay basura por escarbar, pero también una colina de piedra.

El primer albañil

Es el primero que se pone a martillar esa base dura para transformarla en grava para construir. Transmite, como su padre le había enseñado, el trabajo de albañil y tanta esperanza. Año tras año, ladrillo tras ladrillo, vuelve a escribir el futuro. Hoy día 23 mil personas, que antes escarbaban en los basureros, viven en aldeas recibiendo cuidados médicos, jardines de infancia, escuelas y parques.

Fuente: Vatican News

¡La CPAL cumple 19 años!

El martes 27 de noviembre de 2018, la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe (CPAL) cumplió 19 años de fundación. Durante estos años, la Conferencia se ha dedicado a promover, articular, estimular e incentivar la colaboración entre hombres y mujeres, trabajando por una misma Misión, la Misión de Cristo.

 A lo largo de estos años, la CPAL ha inspirado su ruta de acción en el Proyecto Apostólico Común (PAC); columna vertebral del trabajo de la Compañía de Jesús en nuestro continente, que guía la planificación global de los sectores, redes y obras interprovinciales. Esto, le ha permitido ampliar su visión de los 18 países que la conforman, creciendo en la construcción de redes, colaboración y comunicación, trabajando cada día más en el “qué hacer” con y/por el otro.

 Somos un Cuerpo para la Misión: Colaboradores jesuitas y laicos conformamos un solo sujeto apostólico que refuerza, potencia e impulsa nuestra Misión. Es por esto, que hoy podemos decir que la CPAL ha tenido grandes avances significativos con aciertos y algunos desaciertos, pero con el ánimo intacto de seguir fortaleciendo nuestra labor en beneficio de una realidad mejor.

 La CPAL en números:

  •  12 Provincias en 18 países de América Latina y Caribe.
  • 14 Redes Apostólicas.
  • 17 Centros de Espiritualidad.
  • 40 Centros Sociales.
  • 42 Equipos de atención a migrantes (RJM).
  • 190 Parroquias y templos.
  • 100 y más Radios.
  • 89 Colegios, en 19 países, con 131.244 estudiantes.
  • 30 Universidades, en 14 países.
  • 2.000 Servicios Educativos de Fe y Alegría en 22 países, con 1.500.000 de participantes.
  • Servicio Jesuita a la Panamazonía (SJPAM) integrado por 9 países.
  • Red de Solidaridad Indígena integrada por 8 provincias.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

Mónica Larrosa, graduada de la UCU y la “Psicología Positiva”

Una ex-alumna de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), Licenciada en Psicología cuenta de la perspectiva que usa para trabajar con sus pacientes.

“La Psicología Positiva establece que no solo hay que trabajar en lo que no está funcionando, en el déficit, sino sobre todo en la promoción, en la prevención de la salud mental y en potenciar las fortalezas del carácter de las personas”, explicó Mónica Larrosa, graduada de Psicología, quien utiliza ese enfoque para buscar el bienestar de las personas.

Actualmente trabaja en varios proyectos, todos ellos apuntan a brindar herramientas a poblaciones de contexto vulnerable.

En la organización civil Jóvenes Fuertes, trabaja en tres de sus proyectos. Uno de ellos es Creciendo Fuertes “en donde trabajamos las 24 fortalezas de Psicología Positiva en liceos e instituciones educativas de contexto socioeconómico vulnerable; yo trabajo específicamente en el Liceo Jubilar”. Otro de los proyectos es el Programa de Educación al Carácter (PEC), que consiste en “brindar talleres de fortalezas específicas de Psicología Positiva y estrategias saludables para tomar y encauzar decisiones, para niños y adolescentes de colegios de Montevideo”. Mónica además coordina en Jóvenes Fuertes la segunda edición de la diplomatura en Psicología Positiva que formar agentes para el cambio social.

Además, está vinculada al Centro de Atención al Desarrollo Integral (CADI), en el colegio para niñas Los Rosales, donde trabaja como profesora de inglés y como preceptora, “que vendría a ser el vínculo entre el colegio, las niñas y la familia”. También realiza una suplencia como psicóloga en el CAIF que gestiona CADI.

Mónica siempre tuvo una gran vocación por la Psicología. “Me gustan mucho las conversaciones, las charlas, escuchar, el saber la historia de las personas, por qué toman las decisiones que toma. Ahora que trabajo en un contexto socio-económico vulnerable, es lo que más pongo en práctica, sobre todo cuando uno está hablando con personas que tuvieron vidas difíciles”.

Además de tener ciertas aptitudes personales para ejercer la profesión, destaca la impronta de la formación que brinda la carrera, “la búsqueda permanente, estar siempre informada, saber buscar la evidencia científica, conocer las últimas herramientas o diagnósticos, el saber escuchar, el saber analizar, sí creo que me los dio la Católica”.

Por otra parte, señaló que la carrera “me dio cierta flexibilidad para entender diferentes corrientes y para saber buscar más allá de las teorías cuál es la herramienta necesaria para cada caso”.

Una experiencia que tuvo como estudiante y que la marcó, fue el intercambio que realizó a la Universidad de Málaga. “Te abre la cabeza, conoces otras culturas y a partir de las diferencias se conoce más lo que uno es y lo que quiere. Realmente aprendí muchísimo en cuanto a lo profesional, especialmente en lo congnitivo-conductural. Allí me di cuenta que esa corriente era la que realmente me gustaba. Y cuando volví acá empecé a tomar decisiones para seguir en esa línea”.

En cuanto a lo estrictamente académico, Mónica integra una línea de investigación de “Un programa de autocompasión en docentes”, liderada por la Mag. Tamara Liberman. También está de ayudante en la cátedra de Psicología Positiva.

Se nota que a Mónica le apasiona su trabajo. “Hoy en día te puedo decir que la satisfacción que me da trabajar en un contexto así me llena el alma”, expresó. “Uno se siente realmente útil, se siente herramienta, se siente que está trabajando con personas que pueden alcanzar mayor bienestar para ellas y sus familias”.

Fuente: ucu.edu.uy

Una Transformación Competitiva

En el marco del II Workshop de Bioinformática y Bioestadística en Genómica, el responsable del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba (MINCYT), Walter Robledo, visitó la Universidad Católica de Córdoba (UCC). El evento se realizó del 1 al 3 de octubre en la Facultad de Ingeniería de la Universidad.

En diálogo con Noticias UCC, habló de los temas fundamentales para el desarrollo de la cartera que dirige.

¿Cuáles son los temas que prioriza la Provincia en materia de ciencia y tecnología (CyT) y cómo impacta en ellos la bioinformática?

Uno de los temas priorizados desde la Provincia y en particular desde el MINCYT tiene que ver con el área de producción de alimentos tanto a nivel de productos primarios como de alimentos listos para el consumo humano. El otro tema es la salud.

En este sentido, nos parece muy importante mejorar la producción primaria mediante el desarrollo de nuestra propia genética vegetal y animal, un espacio que liderábamos en las décadas del 60 y 70. Hoy, claramente eso se perdió.

A través de la genética se puede lograr un mejoramiento significativo de los niveles de producción y su calidad. En particular este II Workshop de Bioinformática y Bioestadística apunta a fortalecer la formación de investigadores y técnicos en la materia y es por eso que la Provincia apoya este tipo de iniciativas. En el área de la salud también se aplica de manera directa este paquete científico tecnológico de Bioinformática y Bioestadística sobre todo en el sector público. Para nosotros tiene mucho valor este espacio de capacitación y actualización.

Hay ideas muy interesantes para desarrollar en nuestras economías regionales y muchas veces el sector privado no tiene capacidad de profundizar por el presupuesto que conllevan.

En Córdoba las universidades privadas empiezan a crecer en materia de investigación. Por ahí no tienen el volumen de las investigaciones en el sector público, pero tienen mucha calidad y es notable cómo se percibe la vinculación de ese conocimiento y su aplicación o transferencia a la actividad económica de nuestra provincia.

Con respecto a nuestra economía actual en la que hay muchos presupuestos ajustados, muchos recortes. ¿Cómo evalúa el impacto en ciencia y tecnología?

A nivel nacional existe un planteo de ajuste. El gobierno se comprometió a no emitir moneda por un lado, y por el otro lado, achicar el gasto público. Eso implica disminuir los presupuestos en todos los frentes y esto significa que el ajuste también está planteado en el presupuesto nacional de CyT que se ha elevado a Diputados.

Desde nuestro ministerio, tenemos una mirada crítica al respecto. Hemos planteado analizar y definir los nuevos presupuestos tanto de las universidades como del INTA, del CONICET y de las distintas instituciones de ciencia y tecnología nacionales, de forma tal que el impacto sea el menor posible sobre el desarrollo de las actividades de investigación, y de los procesos de inversión en infraestructura científica y tecnológica. Me refiero fundamentalmente a la actualización de los equipos, a la compra de todos los insumos, y la literatura necesaria para sostener las actividades de investigación.

Entendemos que el ajuste hay que hacerlo, tal cual está planteado en todos los frentes, pero en el caso de CyT proponemos sentarnos a discutir sobre como redistribuir la asignación del presupuesto, para que sea más eficiente. A través de los diputados de Córdoba, estamos abriendo la discusión para proponer un presupuesto, que si bien acotado, sea mejor asignado a las distintas funciones de CyT.

¿Qué puede comentarnos respecto al cambio del ministerio a secretaría a nivel nacional?

Es una pérdida de calidad institucional, que es, a mi parecer, más significativa que el ajuste presupuestario que es más coyuntural. Con esto quiero decir que se puede discutir y entender que una coyuntura se tenga ajustar, y eso puede revisarse de aquí a uno o dos años. Pero un ajuste de una estructura institucional no es tan fácil de recuperar.

Particularmente, hemos lamentado que el rango ministerial del área de CyT se pierda porque entendemos que es muy importante participar en forma directa de la discusión de los temas nacionales. En paralelo la posibilidad de estar sentado en esa mesa de decisiones permite defender mejor los presupuestos y argumentar el por qué hacen falta. Por eso entendemos que perder ese lugar a nivel de la mesa de ministros es delicado, y nos preocupa.

En mi caso, participo en los grandes temas que tiene la Provincia para definir. Tengo la oportunidad de discutir mano a mano con los otros ministros, interactuar de una forma mucho más proactiva y acercar más a la CyT como posibles herramientas e instrumentos que puedan ayudar a abordar esos problemas.

¿Qué proyecciones hacen entonces?

Intentaremos trabajar desde las provincias, desde el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología, más en cercanía con nuestros diputados, nuestros senadores y las comisiones que gestionan el presupuesto, para sostener la CyT.

 En un país como el nuestro, tenemos una gran oportunidad de crecer, de ganar competitividad, de ganar soberanía, ganar independencia, desarrollar mejor nuestra potencialidad como sociedad y como país si nos apoyamos en la CyT.

También sostengo que la comunidad científica debe hacer una autocrítica y comprometerse más en la transferencia de los conocimientos que gestiona para lograr una real transformación de nuestra sociedad. Desde las ciencias básicas se puede hacer: desde la matemática, la física, la química, la biología, y fundamentalmente de las aplicadas como la agronomía, las ciencias de la salud, la informática, entre otras. Está empezando a ocurrir ese cambio, pero nos hace falta más. Yo estoy en este workshop para apoyar estas iniciativas y para incentivar esa vinculación.

Fuente: Noticias UCC

 

No se entiende lo que no se ve

«Los movimientos sociales seguirán en la justa búsqueda de equidad en el reparto de la riqueza»

Por Virginia Bonard

En la Argentina y desde hace casi 20 años suelen suscitarse enfrentamientos de diversa intensidad pirotécnica entre los movimientos sociales populares y los gobiernos de turno.

Este país latinoamericano, mi país, que dio vida al peronismo en la década del 40 del siglo XX (movimiento político-sindical cuyo principal énfasis estaba colocado en la reivindicación de los trabajadores y la justicia social, liderado por el general Juan Domingo Perón), engendró también un nuevo sector que lucha desesperadamente por ser visibilizado por todos los argentinos: el de los movimientos sociales que surgieron como respuestas comunitarias a la gravísima crisis socio-económica-política (que rebotó contra los límites éticos empujando a la ciudadanía hacia un estado de desconfianza social que en algunos espacios aún sobrevive) que afrontó la Argentina en los años 2001-2002; familias enteras que quedaron sin trabajo se volcaron a las calles a «cartonear» (levantar de la basura cartón y papel para venderlo a mayoristas del reciclado), a buscar en los desperdicios de los barrios más pudientes el sustento cotidiano.

Estos movimientos fomentaron diversas economías populares que, de modo creativo y respetando localías, lograron encontrar nichos de producción según las características de las geografías puntuales y las habilidades de las familias carenciadas que las habitaban. Y sumaron miles. Al mismo tiempo, ese peronismo y junto con él otros partidos políticos no lograron abarcar a estos movimientos en sus filas: los movimientos sociales no tenían sindicatos, no se agregaban a sectores ideológicos tradicionales, simplemente asumieron su propia personalidad y marcaron la cancha de la economía popular desafiando estructuras de expresión política tradicional.

Tanto el kirchnerismo -que gobernó la Argentina del 2004 al 2015- como la alianza Cambiemos que hace lo propio desde fines de 2015 y hasta la actualidad, implementan ayudas sociales desde el Ministerio de Desarrollo Social dirigidas a los miembros de estos movimientos.

Según consigna el diario argentino Clarín en varias publicaciones relacionadas con este tema, fue «durante el primer año de Cambiemos, en 2016, [que] las ‘Orgas’ consiguieron la sanción de la ley de Emergencia Social, que implica 30.000 millones de pesos a distribuirse en los años 2017, 2018 y 2019 en tres partes iguales». Y fue ese mismo diario que también dio cifras sobre los beneficiados: en total son 261.000 personas las que reciben planes sociales de las cuales 60.000 pertenecen a los movimientos descriptos.

 movimientos-sociales-argentinos-bloquean-rutas-calles-masiva-protesta_1_2461120

En este contexto y dando relieve a este repaso histórico, la Iglesia argentina acompaña evangélicamente el andar de los movimientos sociales, sus tribulaciones tanto en arenas públicas como privadas.

Monseñor Fernando Maletti, obispo de Merlo-Moreno y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, es el principal referente del episcopado argentino para estos movimientos. Con la Evangelii gaudium en una mano y la Laudato si’ en la otra, Maletti es quien se sienta en la mesa de diálogo que de modo ininterrumpido desde que asumió su cargo lleva adelante la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley junto a los dirigentes de las principales movimientos sociales: Carlos Alderete, Daniel Menéndez, Juan Grabois, Emilio Pérsico y el «Gringo» Castro. Aunque se exalta que Maletti no es garante del diálogo, se sabe que la escucha respetuosa y la palabra que destensa oportunamente han propiciado mucho de la paz renegociada entre el Gobierno y los movimientos.

Este mapa analítico se va completando cuando hacemos foco en el Papa Francisco quien en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares, acontecido en Roma el 28 de octubre de 2014, dijo sin vueltas: «Este encuentro nuestro responde a un anhelo muy concreto, algo que cualquier padre, cualquier madre quiere para sus hijos; un anhelo que debería estar al alcance de todos, pero hoy vemos con tristeza cada vez más lejos de la mayoría: tierra, techo y trabajo. Es extraño pero si hablo de esto para algunos resulta que el Papa es comunista». Y Tierra, Techo y Trabajo se convirtieron en las «3 T» que identifican las luchas de estos millones personas que en el mundo hacen visibles a los pobres descartados de las sociedades posmodernas.

Paralelamente y otra vez en la Argentina, un escenario de continuas y masivas expresiones de los movimientos sociales está situado en las calles de la ciudad de Buenos Aires. Esto trae aparejadas repetidas situaciones conflictivas que colocan en aparentes veredas opuestas a la citada ministra Stanley y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Tal el repique ocurrido hace unos días cuando Bullrich vinculó a los movimientos sociales, las villas de emergencia y el narcotráfico: «Hemos tenido situaciones de desarme de búnkeres y detenciones de personas que los atendían, y una situación de ataque hacia las fuerzas de seguridad por parte de determinadas personas que participan de ciertos movimientos sociales, intentando parar estos procedimientos. Es necesario que los dirigentes entiendan que las personas que venden drogas no pueden ser protegidas», publicó el diario La Nación. Y estalló la polémica entre las áreas de competencia de Bullrich y Stanley.

También durante la semana pasada, los sacerdotes de villas de emergencia de la capital y el Gran Buenos Aires, acompañados por monseñor Gustavo Carrara, dieron a conocer el documento «Los movimientos sociales y su compromiso por una patria para todos». En él no se defiende tanto a los movimientos populares como que se intenta mostrar el rostro de cientos de miles de trabajadores pobres que no están en blanco, que reciben salario social complementario para seguir «parando la olla», y que a la vez pugnan por entrar al sistema laboral formal porque las economías populares forman parte de la economía grande del país aunque no se la vea. En estos barrios relevados, en perspectiva histórica, prácticamente no hubo presencia del Estado, y en muchos de ellos se instaló el narcotráfico.

«Los vecinos y vecinas son los primeros en padecer las consecuencias, en aquello más sagrado que tienen, en sus hijos e hijas. Eso los ha empujado a organizarse y a pensar no sólo en sus hijos sino en los de los vecinos. Al encontrar un espacio de participación comunitaria en distintos movimientos sociales, empezaron caminos de prevención y de asistencia directa», indica el documento.

Carrara nunca se reunió cara a cara ni con Grabois ni con Pérsico; sin embargo, considera válidas muchas de las argumentaciones que ellos sostienen al dialogar con las instituciones porque buscan visibilizar al pobre, hacer escuchar sus necesidades, acompañarlo en su búsqueda de dignidad.

Los curas de las villas de emergencia comprenden la pobreza y a los pobres de sus barriadas porque los ven: están ellas, celebran ahí la vida con alegría y sufren los impactos de la violencia instalada por el narcotráfico enseñoreado especialmente entre los más jóvenes casi como una fuente de trabajo «digno» más. La lucha por la integración urbana de las villas la semana pasada también tuvo su punto de inflexión pero esta vez fue positivo, y aquí también mucho tuvo que ver la convicción de los sacerdotes de villas junto con las organizaciones sociales: se sancionó la ley de regularización dominial para la integración socio urbana que beneficiará a 4 millones de personas que hoy viven en 4.416 barrios populares de todo el país.

La filósofa española Adela Cortina habla de «aporofobia»: odio al pobre junto a sus lógicas e inmersos en sus contextos. Y si no nombramos a los pobres hasta (quizás) no existen de veras. Saliendo de los sarcasmos, ampliar la mirada implica incluir. Quizás sea el momento de traer unas cifras indicadoras: si el 15% del presupuesto del Ministerio de Seguridad se trasladara, por ejemplo, para recuperación de adictos cambiaría esta realidad y muchísimo.

En tanto nuestras sociedades sigan apañando políticas que desdibujen estigmatizando a estos millones de vidas sumidas en la pobreza y la angustia social que ella conlleva, los movimientos sociales seguirán portando en alto sus banderas en la justa búsqueda de equidad en el reparto de la riqueza que nuestro desigual mundo hoy exhibe sin pudores ante las necesidades básicas insatisfechas de niños, jóvenes, adultos y mayores repartidos en el globo más allá de las geografías.

Fuente: Periodista Digital

 

Desplazados: un Grito de Humanidad – Palabra de CPAL de Noviembre

Compartimos Palabra de CPAl del mes de noviembre.

Por Gustavo Calderón, S.J. – Provincial Ecuador

Es desplazamiento forzado. Nos muestra la cruel realidad a la que miles de personas están obligadas en el mundo entero. No dudemos en calificar apropiadamente la situación. Salen porque no tienen otra opción ante las guerras, los conflictos, la persecución, la violencia e inseguridad alimentaria a la que están sometidos. Sus hogares, sus lugares de trabajo no brindan más un ambiente para la vida, para el sano crecimiento de sus hijos.

Cada marcha de los desplazados forzados es un grito. Cada hombre, cada mujer en el camino, cada familia es clamor de humanización para un mundo herido. El último informe de ACNUR refiere que hay 68,5 millones de personas desplazadas por la fuerza a finales del 2017. El número de refugiados que ha huido de sus países para escapar a los conflictos asciende a 25,4 millones de los 68,5 millones de personas desplazadas. Esta cifra supone un incremento de 2,9 millones respecto al 2016 y el mayor aumento registrado jamás por ACNUR en un solo año. Las cifras son alarmantes.

 Michael Czerny S.J. en Lampedusa hace unos meses reiteró como prioridad absoluta de la Iglesia el afrontar el fenómeno de movilidad humana. Insistió en que es necesario contribuir a leer los desplazamientos como “signo de los tiempos”, y esforzarnos por formular respuestas pastorales eficaces y adecuadas. Recordó que el Papa Francisco favorece la cultura del encuentro remarcando la centralidad de la persona humana, y nos invita con cuatro verbos – acoger, proteger, promover e integrar – a un compromiso irrestricto por el desarrollo humano integral. En este escenario, no se puede hacer oídos sordos al grito, lo primero es salvar la vida de quienes marchan. Ni el Mediterráneo, ni los desiertos, ni nuestras fronteras latinoamericanas son cementerios.

José García Paredes, sostiene que la indignación surge cuando uno toma conciencia de su dignidad y constata cómo esa dignidad es pisoteada, despreciada, dejada de lado. Indignarse es una auténtica reacción ética. Es una señal de alarma que indica la inhumanidad de algo que está aconteciendo. Sin duda, este es un primer paso como respuesta. Tres mil hondureños salieron hacia el norte. En el camino se han convertido en más de seis mil. Indignados ante la situación de vida en sus pueblos han decidido buscar otras oportunidades. Pero también hemos visto, cómo otro grupo de indignados marcha hacia Tegucigalpa, en solidaridad y denuncia ante la incapacidad de un gobierno para brindar condiciones de vida para su pueblo. Nicaragua se sigue desangrando. Los jóvenes han liderado los reclamos por tanta injusticia. Se han perdido vidas, y son muchos los encarcelados. Centroamérica denuncia con dolor.

En Ecuador, especialmente a partir del año 2000, hemos acogido a miles de colombianos que cruzaron la frontera para encontrar espacios seguros donde vivir. La frontera norte se convirtió con el tiempo en mina codiciada del narcotráfico. El flujo de personas no ha terminado. Además, nuestros hermanos y hermanas venezolanas llegan diariamente, unos para quedarse, otros en tránsito hacia el sur. Hemos llegado a picos de 6000 por día cruzando la frontera. En la actualidad es de 2000. Se calcula 250,000 venezolanos en el país. Pocos con status legal reconocido.

 JRS Ecuador ha respondido ante este gigantesco desafío. Para ello hemos organizado albergues en el sur de Quito. Apoyamos las Escuelas de Ciudadanía y Derechos Humanos que es una propuesta de acompañamiento formativo y de fortalecimiento de saberes, experiencias y capacidades para el empoderamiento de la población desplazada en condiciones forzadas y en necesidad de protección internacional. Lideramos desde la Red Clamor conformada por otras entidades de Iglesia y civiles, las acciones de acogida, protección e integración de nuestros hermanos desplazados. Atendemos en tres lugares de frontera las situaciones diarias que se presentan. En coordinación con la Pontificia Universidad Católica, JRS Ecuador acompaña familias desde los consultorios jurídicos gratuitos, el centro de psicología aplicada, o las capacitaciones en emprendimientos productivos. Además, hemos acogido familias en nuestros centros educativos de Fe y Alegría, y el CMT. Junto con Hogar de Cristo en Guayaquil hemos dado alojamiento temporal a cerca de 7000 mil personas que han pasado desde mayo.

 Ante el grito de los desplazados forzados, como Compañía de Jesús, renovamos nuestro compromiso de luchar contra un sistema consumista que produce cada vez más empobrecidos. Buscamos soluciones duraderas. Es necesario ir a las causas de los conflictos. Miramos el futuro con esperanza. Sabemos que la solidaridad es respuesta legítima, pero hay que ir más allá, generando procesos de reconciliación profundos.

Estamos hoy llamados a acompañar y servir a los migrantes en sus tránsitos, compartiendo el pan con ellos, haciendo de sus padecimientos y luchas las nuestras, al tiempo que trabajamos por transformar un sistema que esquilma los recursos naturales de los pobres, refuerza regímenes autoritarios y alimenta conflictos bélicos, para luego cerrar fronteras y ojos ante los millones de personas que llaman a nuestras puertas a consecuencia de todo ello. Arturo Sosa, S.J. , Prepósito General

 

 

 

‘El mundo es nuestra casa’. Formando Ciudadanos Globales

Los colegios jesuitas se están volviendo cada vez más conscientes de la importancia de educar a sus alumnos para ser ciudadanos globales. Esto implica, para cada educador y cada educando, asumirse corresponsable del cuidado de la casa común y de la transformación de la sociedad a nivel local, regional y global.

Los ‘ciudadanos globales’ pueden ser personas muy arraigadas a su propia cultura, pero con un horizonte amplio, que contempla las posibilidades y la diversidad que aloja nuestro mundo.

Como decían Ignacio y compañeros desde los inicios de la Compañía de Jesús: ‘El mundo es nuestra casa’. Los jesuitas cuentan con colegios y muchas otras instituciones en todo el mundo, lo que representa una ventaja. Al reconocerse parte de esta comunidad ignaciana, el sujeto se siente parte de realidades y entidades que quizás, geográficamente, están muy alejadas. La red siempre ha estado ahí, es parte de la esencia del ser jesuita y del carisma ignaciano

Programa de Formación

La Red Educate Magis ha creado un plan de formación que ofrece, por un lado, la capacidad a profesores y maestros de formarse; al tiempo que pone a disposición distintos recursos para trabajar con los alumnos.

El curso de formación para educadores ha sido creado por miembros de la Comunidad de Educate Magis en todo el mundo.

Para acceder al curso de formación y los materiales puedes visitar:

 

Mega Tecnología contra la Basura

Podemos usar el propio medio digital para convencer, concienciar y educar en no generar contenido inservible o de dudosas intenciones.

Por Isaac Seoane Pujol

Que los humanos humanos generamos cantidades ingentes de basura de todo tipo es algo obvio y fácil de contrastar. Y de esa obviedad nace el hecho de que estemos acostumbrados a ello y nos lo tomemos de una forma poco alarmante. Y si no, hagan la prueba: junten a varias familias con integrantes de cualquier edad en la misma casa y observen con qué naturalidad van llenando bolsas y bolsas de desperdicios. Con honrosas excepciones, por supuesto.

La tecnología es a su vez una fuente de basura, dado que los propios dispositivos tecnológicos quedan cada vez más rápido estropeados o en desuso, y están llenos de plásticos, elementos de metal, etc. Pero también puede ser una herramienta útil para luchar contra ella.

La basura que genera la tecnología puede ser además intangible. En el espacio digital hay mucho y variopinto contenido que podría categorizarse de, al menos, poco útil, por ser pudorosos. Pero también podemos usar el propio medio digital para convencer, concienciar y educar en no generar contenido inservible o de dudosas intenciones.

Este ejemplo y muchos relacionados con él parecen obvios para demostrar que la tecnología puede ser también una solución. Esto ocurre también para desperdicios analógicos. Me gustaría hablarles de un par de proyectos, por si no los conocen donde la tecnología permite luchar contra la producción de basura en este mundo y quien sabe si en los siguientes que colonicemos.

Un ejemplo puede ser la lucha contra la actual proliferación de desperdicios fabricados en plástico. Independientemente de si es o no biodegradable, los humanos desperdiciamos ingentes cantidades de plástico. No existe un rincón del planeta donde no haya llegado desperdicios plásticos de todo tipo, llegado a crear montañas del tamaño de países hasta en el propio océano.

La tecnología actual nos permite desde intentar fabricarlo, dada su inevitabilidad de uso con materiales biodegradables que permitan su desaparición natural más rápida. Pero qué hacemos con toda la basura que ya está allí. De hecho, en el Océano Pacífico existe una concentración de basura, en su gran mayoría, plástico, del tamaño de una isla o país pequeño. Contra esta isla de desperdicios se está luchando desde la concienciación de su existencia de forma digital en redes, hasta con grandes estructuras que seguro que despertarán el interés de los megalómanos y amantes de las superestructuras, como en el proyecto The Ocean Cleanup. Para seguir la evolución del proyecto podéis leer su timeline.

Pero no sólo tenemos mar y tierra llenos de basura: también tenemos el espacio lleno. Aquí además de plástico, hay metal. Mucho, muy grande, y muy pesado metal. Proveniente de satélites en desuso y otras infraestructuras espaciales, el ser humano ha creado un cinturón de basura tecnológica que comienza a ser peligroso que esté ahí.

Pero ¿cómo nos deshacemos de esta basura espacial? Los diseñadores del satélite RemoveDebris proponen lanzar desde éste una serie de grandes redes al estilo de los arponeros en el mar. Estas grandes redes se desplegarían por el espacio y la atraparía, cayendo de nuevo a la atmósfera de la forma más controlada o predecible posibles. Para que no nos acabe por caer una red llena de hierros en la cabeza. El experimento se lanzó al espacio en abril de 2018. En estos videos se puede ver su lanzamiento y primeros pasos así como una explicación de cómo funcionan estas redes y arpones cazabasura.

Ya sea, de plástico, como de metal, o de otros tipos de basura menos tangible como puede ser la información inútil o el ruido ambiental y el ruido en la red, tenemos que concienciarnos todos de poner nuestro granito de arena, por difícil que sea, y colaborar intentando generar la mínima cantidad de desperdicios difíciles de hacer desaparecer. En cualquier caso, la tecnología será de gran ayuda para apoyar a la idea genial con la que el propio ser humano vendrá de nuevo a nuestro propio rescate.

Fuente: Entre Paréntesis

 

¿A Quién Dejar de Seguir?

Para terminar bien una relación se requiere un esfuerzo que no siempre estamos dispuestos a asumir.

Por Alvaro Zapata SJ

Poco a poco nos vamos dando cuenta de las personas detrás de los perfiles. Aunque aún nos quede mucho camino por recorrer en ese sentido. Y si ya vamos conociendo bien el modo de relacionarnos, creo que nos queda una asignatura pendiente: el modo de terminar con relaciones que nos dañan, que no nos aportan, que hace tiempo se han apagado. Porque esto es más complejo que darle al botón de eliminar y enviar la relación a la papelera de reciclaje.

Ahora que Twitter está probando un nuevo menú de sugerencias basado en a quién deberíamos dejar de seguir. El mensaje que algunos usuarios se han encontrado lo dejaba claro: «No necesitas seguir a todo el mundo para saber qué ocurre. Asegúrate de que solo sigues a la gente que hace que Twitter sea estupendo para ti». Y encierra una parte de verdad. Nos habla de mucha gente a la que seguimos, de la que somos amigos solo por mantener un número más en nuestro conteo de seguidores. Personas que tenemos silenciadas, a las que no respondemos o que directamente nos asquea lo que publican, por el motivo que sea. Relaciones que hay que cortar, en definitiva. No porque no interactuemos, sino porque nos suponen un mantener una relación que en realidad no existe, solo por la apariencia de los números.

Esto encierra, a su vez, un peligro. Porque podemos acabar convirtiendo nuestras redes, nuestra vida, en un espacio donde no cabe quien no piensa como yo, quien no me sigue el juego, quien no me aporta beneficios. Construyendo relaciones en términos de eficiencia y costo, quedándome solo con lo que me viene bien, con lo que es «estupendo para ti», sin pararnos a pensar en el otro, en si le suponemos una ayuda, en si estamos comprometidos con él. Dejo de seguir, termino una relación sin detenerme a pensar más que en mi interés.

Para terminar bien una relación se requiere un esfuerzo que no siempre estamos dispuestos a asumir. El esfuerzo de poder acercarnos al otro para alejarnos definitivamente, de poder expresar aquello que sentimos y acoger lo que provocamos. Y eso no es fácil, ni sencillo, ni se resuelve dándole a un botón, siguiendo la sugerencia de unos cuantos algoritmos. A veces dejar de seguir a alguien es sencillo, es como cuando terminas una conversación con el desconocido con el que has compartido viaje o espera en una parada de bus. Pero en muchas ocasiones respondemos a una historia en la que se han ido generando compromisos. Y debemos ser conscientes de ello al decidir cortar el contacto. Porque nuestras relaciones en las redes siguen siendo con personas, también cuando decidimos pasar página.

Fuente: Pastoral SJ

 

Mensaje de la XXXVI Asamblea de CPAL

Los Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe estuvieron reunidos del 6 al 10 de noviembre en Brasil. Compartimos aquí el mensaje final de laXXXVI  Asamblea de CPAL en el que, entre otras cosas, se anuncian las nuevas preferencias apostólicas para el trabajo de la Compañía de Jesús en la región. 

Queridos compañeros y compañeras en la Misión:

Los Provinciales de América Latina, reunidos entre los días los días 6 al 10 de noviembre en el Centro de Espiritualidade Cristo Rei (CECREI) de São Leopoldo, cerca de Porto Alegre, Brasil, les enviamos un saludo fraterno. Compartimos con ustedes la memoria de lo que han sido nuestras conversaciones en este hermoso espacio de las “tierras gaúchas”.

La reunión tuvo tres grandes momentos: el primero con los miembros de los equipos de formación de nuestra Conferencia, el segundo centrado en el discernimiento de las Preferencias Apostólicas Universales a ser presentadas por la CPAL al Padre General y, el tercero para tratar asuntos varios presentados por el equipo ejecutivo de la Conferencia. Participaron con nosotros los PP Gabriel Ignacio Rodríguez S.J. y Claudio Paul S.J., Asistentes del Padre General para América Latina, el P. David Romero S.J., Delegado del Provincial de Brasil para la preferencia Amazonia, el P. Cris Llanos S.J., Superior Regional de Guyana y Jamaica, y el P. Agbonkhianmeghe Orobator S.J., presidente de la Conferencia de África y Madagascar. Por dificultades de visado, no pudieron acompañarnos los PP. David Pantaleón S.J. (Cuba) y Jean Dennis Saint Félix S.J. (Haiti).

El primer día de nuestra reunión lo dedicamos a participar en el último día del Encuentro de Formadores organizado por la CPAL con los miembros de todas las casas de formación de América Latina y el Caribe. Escuchamos el reporte de los días de trabajo previo (en los que participaron tres Provinciales) sobre el uso de los medios de comunicación y las redes sociales en las casas de formación, y sobre los desafíos comunes para una mayor y mejor integración de lo afectivosexual en nuestra vida consagrada; todo eso a partir de valiosos aportes hechos por dos compañeros nuestros: los PP. Kevin Flaherty S.J. (UMI/PER) y Rufino Meana S.J.(ESP). Fue un interesante y enriquecedor encuentro; valió la pena escuchar las inquietudes y logros de los equipos de formación, y compartir la esperanza que todos tenemos puesta en nuestros compañeros más jóvenes. El día terminó con un sabroso y abundante churrasco “gaúcho”, altamente apreciado por todos.

El segundo día de la Asamblea trabajamos los informes de la Presidencia y de los sectores y redes apostólicas, así como de la administración de la CPAL. Nos sigue sorprendiendo el volumen de trabajo realizado y la generosa dedicación de los compañeros del equipo ejecutivo. La tarde la dedicamos a conversar con el P. Rafael Velasco S.J. (ARU), coordinador de la Red Latinoamericana de Parroquias Jesuitas sobre el estado actual, las necesidades y los desafíos de la red. Ya en la noche el P. Juan Carlos Morante S.J., provincial del Perú, nos presentó la situación actual de las investigaciones en torno del asesinato del P. Carlos Riudavets S.J., en agosto pasado, en la Amazonía peruana. Las investigaciones continúan y se espera que desemboquen en el esclarecimiento de lo sucedido y la impartición de justicia.

Comenzamos, luego, un tercer tiempo de nuestra Asamblea: con la valiosa y serena orientación de nuestros hermanos los PP. Álvaro Pimentel S.J. (BRA) y Hermann Rodríguez S.J. nos sumergimos durante casi dos días y medio en el discernimiento de las Preferencias Apostólicas Universales. Este recorrido comenzó con una presentación / análisis de algunos de los grandes desafíos actuales de la humanidad, para lo cual nos ayudó especialmente el P. Inácio Neutzling S.J. (BRA) luego recogimos y consideramos, de manera personal y también en grupos, el recorrido del proceso en las provincias, el examen de las preferencias anteriores, los desafíos actuales y futuros para la Misión de la Compañía, y las preferencias propuestas por cada Provincia. El Padre General nos había solicitado no sólo hacer una sistematización de los aportes de las Provincias sino realizar nuestro propio discernimiento; para ello nos ayudó grandemente la metodología del “diálogo espiritual”: la escucha atenta, abierta e indiferente, de lo que el Espíritu habla a los miembros del grupo que discierne. Fue un recorrido bonito al final del cual formulamos cinco preferencias que serán nuestro aporte al discernimiento de toda la Compañía, y que el Padre General habrá de presentar al Papa, probablemente, en el primer trimestre de 2019. Los enunciados de las cinco preferencias que son fruto del discernimiento de la CPAL son los siguientes:

1. Migrantes, refugiados, desplazados y víctimas de trata de personas. Nos comprometemos a “acoger, proteger, promover, e integrar a los migrantes, refugiados y las víctimas del tráfico humano” (Discurso del papa Francisco a los participantes del Foro Internacional de Migraciones y Paz, 21/02/2017).

2. Cuidar la casa común y promover la justicia socio ambiental. Nos comprometemos en la misión de trabajar en la promoción de una ecologíaintegral como expresión del amor misericordioso de Dios hacia toda la creación, con un particular énfasis en la Amazonia y la cuenca del Congo, biomas que interesan de manera preeminente a todo el Planeta.

3. Formación integral de los jóvenes. Fortalecer nuestro compromiso en la formación integral de los jóvenes a través de los diversos servicios apostólicos de la Compañía, colaborando de manera intersectorial e interprovincial, para promover su liderazgo en la construcción de sociedades más justas y fraternas y de una Iglesia sinodal (cfr. sínodo de la juventud 2018).

4. Espiritualidad y Ejercicios Espirituales. Ofrecer con más audacia y creatividad la riqueza de nuestra Espiritualidad para ayudar a las personas y las comunidades a salir “del propio amor, querer e interés” (EE.189).

5. Colaborar en la construcción de un mundo más justo, más democrático y ambientalmente sostenible. Nos comprometemos a formarnos intelectualmente de manera profunda y seria, y a colaborar con otros en la formación de nuevos liderazgos que contribuyan a la construcción de comunidades reconciliadas, más fraternas, y una aldea global más justa y democrática.

En el cuarto día de nuestra asamblea, terminamos la jornada escuchando al P. Orobator S.J., Presidente de la JESAM, quien presentó los desafíos apostólicos y las perspectivas de futuro de las provincias miembros de la Conferencia de África y Madagascar. Por ser una Conferencia con una gran mayoría de jesuitas jóvenes, su principal tarea es la formación. Su presencia entre nosotros: agradable, amiga y provocativa, nos hizo sentir más fuertemente la vocación universal de nuestra misión.

El último día, además de afinar el discernimiento sobre las Preferencias Apostólicas Universales, iluminados por la última carta del Padre General y orientados por el P. Cristián Del Campo S.J. (CHL), lo dedicamos a conversar sobre los aprendizajes alcanzados hasta el momento en la tarea de velar en todos nuestros ministerios por la seguridad e integridad de los menores y adultos vulnerables. Esta cultura del cuidado, forjadora de ambientes sanos y seguros, es un compromiso permanente del cuerpo apostólico para que nuestro servicio tenga credibilidad y sea evangélicamente eficaz.

Durante la 36ª Asamblea de la CPAL hemos tenido particularmente presentes la crítica situación de Venezuela, de Nicaragua y de Honduras; de manera especial ha estado presente en nuestro recorrido el masivo movimiento migratorio de hermanos de varios países de Centroamérica, quienes, con pleno derecho, buscan una salida a la violencia y pobreza que tienen que enfrentar cotidianamente. Nos solidarizamos con estos pueblos, agradecemos a los compañeros y compañeras de la Red de Jesuitas con Migrantes y del Servicio de Jesuitas a Refugiados su generosidad y sus trabajos. ¡Ustedes son el cuerpo apostólico de la CPAL en las carreteras, acompañando al pueblo que sufre! Nos comprometemos a colaborar y seguir acompañando sus necesidades.

Agradecemos a toda la Provincia del Brasil, en la persona del Provincial, P. João Renato Eidt S.J. y a su Socio, el Hno. Eudson Ramos S.J., por su hospitalidad.

Agradecemos también a todo el equipo del CECREI que nos recibió y atendió con dedicación inmejorable. El Señor de la Vida y Nuestra Señora Aparecida sabrán recompensar su enorme generosidad.

Fraternalmente en Cristo