Celebración de la Eucaristía en las casas de familia – Tomás Bradley SJ

Los párrocos de parroquias jesuitas a lo largo de toda Argentina Uruguay nos cuentan la experiencia, motivación y frutos de celebrar la eucaristía en las casas de las familias de las comunidades a las que han sido misionados.

Por Tomás Bradley SJ

Una primera cosa que tengo que decir al respecto es que nunca se me ocurrió reflexionar mucho sobre el tema. Me pareció natural celebrar la Misa en las casas o en lugares públicos que no sean un templo por el desafío de hacer llegar a la gente a Jesús, con todos los medios posibles y adaptándome a lo que la realidad presentaba. Y la Misa es la oración más sublime y sencilla que tenemos: ofrecemos, escuchamos Su Palabra, participamos de Su Sacrificio Redentor, comulgamos con Su entrega recibiéndolo y nos animamos a salir a anunciarlo. 

Desde la Encarnación, no hallo lugar profano. Por lo tanto, lo sagrado puede darse en cualquier sitio. Ignacio nos invita a descubrirlo en todas las cosas, hacer lugar sagrado una casa, una oficina, una calle, una plaza, etc., poner los medios para que el Dios de Jesús se haga presente allí donde Él quiere llegar.

Nótese que no estoy hablando sólo de casas de familia, sino de cualquier lugar que no sea el templo. El criterio de Ignacio de ver según tiempos, lugares y personas el quehacer apostólico me parece una brújula de increíble fecundidad. Al hablar de ‘casa de familia’ no estamos estimulando exclusividad para pocos o algunos, tampoco como celebración de elite, sino como acercamiento a las familias de acuerdo a la misión que se está llevando adelante. La celebración tiene que ver siempre con una comunidad en salida que abre, expande, busca, cuestiona.

Es que las casas de familia son todo un templo. Sucede demasiado en ellas: dolores, gozos, trabajos, vida de la gente. Y sus mesas son quizá los más sencillos y adecuados altares del Jesús que se acerca a todos y quiere darse y partirse para todos. Me emociona mucho, me consuela celebrar en la misma mesa que la familia cocina, toma mate, charla, discute, descansa. 

Lo mismo creo de los lugares de trabajo. Ellos son el ámbito donde la gente entrega horas de vida y de ilusiones. En los años en que estuve en Resistencia, celebraba una misa mensual en las oficinas de AFIP, también en la entrada a la UNNE y en la UTN. Los lugares donde las personas pasan tiempo de su vida trabajando, estudiando, compartiendo vida; donde están aprendiendo y donde están construyendo un mundo mejor, son el escenario justo para celebrar el “sacrificio de Dios por nosotros y la humilde ofrenda nuestra con y por Él”.

En las misiones en La Rioja, en el Impenetrable chaqueño, en las casas de misión en la parcelas de Ugarteche en Mendoza, en las escuelas, aquí en Tacuarembó, siempre he sentido que la actitud de “salida” es misión hecha celebración concreta. Evidentemente que no son nunca celebraciones descolgadas, o como dije antes de grupos cerrados que se reúnen a vivir una comunidad intimista e irenista. Al contrario, son desafío de abrir nuestras comunidades, de salir al encuentro de la gente a su mundo, como lo hizo Jesús al ir a la casa de Zaqueo, al participar de la cena de bodas en Caná, al quedarse a comer y dormir en la casa de Marta, María y Lázaro, al compartir la cena con los publicanos y pecadores, y al mismo tiempo ir a lo de un fariseo. 

Los templos son muy necesarios. Nos hacen bien con su presencia firme que nos recuerda ese ámbito especial que Dios quiere regalarnos. Pero no son lugares excluyentes de la presencia del Dios hecho hombre. Y creo que fue un error pastoral y teológico grave, de fondo una herejía cristológica, encerrarlo y alejarlo de la vida común de la gente. Ojo, hablo de acentos, de cornisas sutiles, al actuar de acuerdo a la Iglesia de Jesucristo que creemos vivir. Hace mucho bien la adoración del Santísimo en el Templo, lo mismo el tiempo regalado para estar frente al Santísimo, lo mismo que la reunión dominical de la comunidad local que se encuentra para celebrar al Cristo que vive todos los días, lo mismo que la misa diaria para aquellos que pueden concurrir. Pero esta práctica litúrgica, tiene sentido al hacer que el rito con contenido vaya marcando el ritmo de nuestras vidas. Lo cual no quiere decir que sea lo único. Y mucho menos que lo sagrado sólo esté en el presbiterio o sobre el altar consagrado o cerquita del Sagrario. Y que sólo los consagrados o sacerdotes pueden acceder a ellos, como si el lugar físico marcara la diferencia jerárquica en la intimidad con Dios. Y esto, lamentablemente, se ha hecho notar durante muchos años. 

Dios se encarnó en Jesús. Como he dicho antes, desde allí no hay lugar profano para Dios. Que los hombres volvamos a alejarlo a Dios clavándolo en una cruz lejana, es drama nuestro. Esa cruz tiene sentido en la Cena que se hizo horas antes. Donde el Maestro lavó los pies, donde se dio, partió y derramó por la redención de los hombres. Hecho sacramental que se hace pasión en la muerte en la cruz real y concreta en el monte Calvario.

Dios acerca, une, sirve. Nunca aleja ni discrimina (en el sentido de desterrar en lo indigno). Por ello, celebrar con la gente la misa en el lugar que sea, siempre ha de estar impregnado por esta asunción de nuestra condición humana que Dios ha hecho en Cristo Jesús. En Él, Cristo, no está la dicotomía digno – indigno, profano – sagrado, santo – pecador. Él, Dios hecho hombre, nos asumió en serio. Así en Él somos santos, siendo también pecadores. Somos dignos porque somos amados no porque seamos intachables. Somos sagrados que hacen ofrenda de Su vida intentando imitar la entrega de nuestro Señor por nosotros. Todo por Su gracia. 

Me extendí demasiado. La razón de celebrar las misas en las casas o en otros lugares siempre es en sentido de misión: Iglesia en salida. No habría que haber dicho mucho más. Dios salió de sí, nosotros intentamos hacerlo hacia los que todavía no lo conocen y lo celebramos con aquellos que intentamos vivirlo. 

El motivo pastoral siempre va a exigir un buen discernimiento. Si los matrimonios se realizan en los templos, como acción ordinaria, es para ayudar a los fieles a que se conciban como comunidad y no como celebración hecha para mí o para mi grupito social. Lo mismo pasa con los bautismos. Con la celebración de la Eucaristía, también hay que discernir si la razón es de una comunidad en misión o es modo de cerrarnos en un modo exclusivo y excluyente, sólo para escogidos. Tentación casi gnóstica. 

Al mismo tiempo, el modo de realizar la Celebración Eucarística es algo a tener en cuenta. Sencilla, con cantos que sepa al gente, con participación de los niños. Catequesis y liturgia también se entrecruzan. Por ello se puede reunir solemnidad con juego, con diálogo (en realidad toda la celebración es un gran diálogo). El punto es que normalmente lo hacemos monólogo. Y los fieles son sólo espectadores. 

Tenemos una deuda muy grande en la revisión en el modo de celebrar la Eucaristía para que refleje el sacrificio de Cristo hoy que asume el dolor de su pueblo, que perdona sus pecados y que se reúne a celebrar con él, a escuchar su palabra y a elevar sus plegarias. Nuestras misas siguen siendo muy clericales. Y les falta “celebración de comunidad”. Esta es quizá la característica que remarca la verdad teológica: “lo asumido es redimido”, que se une con el milagro eucarístico de ser Dios en Jesús que nos redime en cada Misa. Celebración de comunidad, sacrificio de Dios siempre encarnado. Diálogo redentor.

San Ignacio: Una Fiesta de Todos

La Parroquia San Ignacio de Montevideo se prepara para que la fiesta de su Patrono sea una fiesta de todos. 

El próximo domingo 4 de agosto celebraremos la fiesta patronal de San Ignacio de Loyola, nuestro santo patrono. Este año lo hacemos en el marco de lo que ha sido la Misión “Casa de Todos”, que ha sido un regalo para toda nuestra diócesis y también para nuestra comunidad parroquial. 

Hemos salido al encuentro de nuestro barrio tanto en el habitual formato de “casa por casa”, al que le hemos agregado las “salidas” a las ferias, a las plazas, a los semáforos y también al Hospital de Clínicas. Hemos tenido la preciosa experiencia de ser “Iglesia en salida”; ahora queremos vivir juntos la experiencia de ser “Iglesia puertas abiertas”: así como en la Pascua “salimos” al encuentro de nuestros vecinos, ahora queremos “abrir la casa” y hacerlo en especial con/a los “preferidos del Señor”, con/a quienes les toca vivir hoy situaciones de soledad, rechazo y marginación, como son las personas que están en situación de calle; y con/a quienes han tenido que dejar sus países buscando mejores horizontes de vida para ellos y para sus hijos, como son los migrantes. 

Y este juego de preposiciones no es casual sino que tiene una intención particular: queremos darles un lugar especial en esta fiesta. Muchos de ellos son noticia por los fríos que pasan y por el número de los que fallecen con estas temperaturas del invierno cruel, entre ellos nuestro amigo Ariel Sena que falleció en la madrugada del pasado lunes 15 de Julio. Muchos de ellos son noticia por las dificultades que se viven en sus países de origen y por las historias de lucha y fe para llegar hasta nuestro país.

A ellos queremos abrirles especialmente las puertas de nuestro corazón, pero también son ellos los que nos van a abrir sus puertas y sus corazones. Ellos, por gracia de Dios y por dedicación de muchos voluntarios, ya tienen un lugar en nuestra parroquia, tanto en la Olla San Ignacio como también en el incipiente Servicio Jesuita Migrante (SJM). Ellos serán los que nos “abran” su espacio habitual de encuentro, como es el subsuelo del templo, y allí y con ellos tendremos este año el almuerzo habitual para celebrar a San Ignacio. Muchos de nuestros “comensales”, como los llaman nuestros voluntarios, o los “patroncitos” como les gustaba llamarlos al P. Alberto Hurtado, fundador del Hogar de Cristo, junto con los voluntarios y algunos parroquianos, serán los que nos preparen y sirvan la comida ese domingo. 

Con ellos también celebraremos la Eucaristía que será presidida por nuestro arzobispo, el Cardenal Daniel Sturla. En esta misa haremos una especial mención a quienes con su esfuerzo y su aporte económico han hecho posible los arreglos del templo que se han llevado adelante en el último año: la fachada del frente y la parte baja de las fachadas laterales del exterior; y el techo y las paredes altas laterales del interior. Ese día unificamos las tres misas habituales de 11.00, 12.15 y 19.00 en una sola que será a las 12.00 con el deseo de participar todos de una misma celebración.

El coro será animado por los matrimonios jóvenes que habitualmente cantan en la misa de 12.15, y contarán también con la presencia y colaboración de los coros de las otras misas. Pero ya desde las 11.00 de la mañana nos estaremos convocando para empezar la fiesta patronal con la habitual procesión llevando en andas nuestra imagen de San Ignacio. Queremos que este sea el momento de los más jóvenes, y como ya se viene haciendo una tradición, serán los alumnos más grandes del Colegio San Ignacio quienes lleven en andas al santo patrono, y entre los jóvenes de JMI y los del MEJ llevarán adelante el recorrido y la propuesta de oración y reflexión en las distintas paradas que se vayan haciendo.

Para este año el punto de convocatoria será la Plaza Guernica, en la esquina entre Av. Cataluña y Vidal y Fuentes, y desde allí vendremos caminando hacia la parroquia.

Fuente: Parroquia San Ignacio

Sínodo para la Amazonía: nuevos caminos hacia una Iglesia más encarnada

La Iglesia se prepara para celebrar el Sínodo de los Obispos para la Amazonía en octubre. Con el objetivo de seguir conociendo la región, sus dinámicas y desafíos, se llevó adelante un seminario en el Centro Cultural Misionero de Brasilia, Brasil, cuyo tema principal fue el Instrumentum Laboris. 

Promovido por la Red Eclesial Panamazónica (Repam) y el Centro Ecuménico para el Servicio a la Evangelización y Educación Popular (Ceseep), el seminario abordó en particular tres temas. En primer lugar, se trató de entender cómo responder al grito de la tierra y de los pobres en un contexto como el de la Amazonía, donde el equilibrio de los pueblos indígenas se ve amenazado por los grandes intereses económicos de las empresas mineras, la deforestación y los proyectos de infraestructura.

Otra cuestión crucial, abordada durante el seminario, se refiere a un desafío particular: cómo reconocer, ampliar y consolidar la diversidad de los ministerios y el papel de la mujer. La falta de sacerdotes está particularmente ligada a las dificultades de las comunidades de la región amazónica para celebrar frecuentemente la Eucaristía. Para no dejar a estas comunidades sin la Eucaristía, se sugiere en el Instrumentum Laboris cambiar los criterios para la selección y preparación de los ministros autorizados para celebrarla.

La tercera pregunta se refiere a los desafíos del mundo urbano, donde vive alrededor del 80% de la población de la región amazónica. Hay dos preguntas en particular que necesitan respuesta: ¿cómo crear comunidades activas entre los residentes, la mayoría de los cuales han emigrado a los suburbios de las ciudades, pero también entre los jóvenes en las escuelas y universidades? ¿Cómo hacer frente a la cultura secularizada y consumista difundida por los medios de comunicación y vivir con la gran diversidad de iglesias y movimientos religiosos?

En defensa de la voz de Dios

Al seminario, celebrado en Brasilia, asistieron 23 obispos, entre ellos cinco miembros del Consejo Pre-Sinodal, el secretario ejecutivo de la Repam, consultores y expertos. Mons. José Antônio Peruzzo, Arzobispo de Curitiba, dijo que la Amazonía «no está aislada del mundo», sino que se sitúa en un contexto estratégico «de gran importancia para el futuro de la humanidad».  El secretario ejecutivo de Repam, Mauricio López, subrayó que el «Sínodo será el momento de defender la voz de Dios».

Fuente: Vatican News

Encuentro del Sector Parroquias y Templos

 

Entre el 17 y el 19 de junio pasados se reunieron, en la ciudad de Resistencia, los representantes del Sector Parroquias y Templos de la nuestra Provincia.

El encuentro fue llevado adelante por Tomás Bradley SJ, delegado del sector Parroquias y Templos. La Parroquia S. Francisco Javier y sus capillas se encargaron de la acogida y la logística con la que recibieron a los más de 50 asistentes entre jesuitas y laicos que fueron alojados en casas de familia. Es él quien comparte algo de lo sucedido estos días. 

Por Tomás Bradley SJ

La temática del Encuentro giró en torno a los desafíos apostólicos que las Preferencias Universales plantean al Sector e inspirados en figuras como los Mártires Rioplatenses, el P. Hurtado, Mons. Romero, Angelelli y compañeros y el P. Cacho –siervo de Dios, cura diocesano uruguayo-

A lo largo de los días de encuentro compartimos en profundidad la vida de fe y el trabajo con jóvenes (una fortaleza de las Parroquias de Resistencia); la labor de los hogares vinculados a la Parroquia; y la estrategia pastoral de los centros misionales, una riqueza propia de la historia local.

Un párrafo aparte merece la mención al trabajo con personas en situación de calle y la re inserción de ex presidiarios. En particular por el testimonio de Julio Zorrilla, un colaborador de años en la Parroquia que las vivió en carne propia y que acompaña ahora este apostolado.

El cierre del Encuentro, después de recorrer las distintas capillas que nos recibieron con inmenso entusiasmo y generosidad, se realizó en la Capilla ‘Jesús, el Camino’ con la asistencia del P. Provincial, Rafael Velasco SJ; quien guió la oración en torno a las riquezas de nuestra labor, los desafíos de ser fieles al Jesús pobre y peregrino, con una espiritualidad profunda surgida de los Ejercicios y adaptada a cada situación.

 Llenos de agradecimiento por ‘tanto bien recibido’ de Dios y compartir fraterno en el Chaco, nos toca seguir compartiendo el camino que nos acerque a Dios, en los pobres, junto a los jóvenes y trabajando por el cuidado por la casa común.

A nuestros anfitriones, que abrieron las puertas de sus hogares y su corazón; a quienes nos asistieron en las tareas más sencillas y cotidianas; a todos los que colaboraron, ¡gracias! Y que el Señor los premie con el ciento por uno.

Un sábado en el Cerro

Dos de los cinco novicios que están en formándose en Montevideo, Juan Pablo Suárez y Guillermo Jauregui realizan, cada sábado, actividades pastorales en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el barrio Cerro. Aprovechando el tiempo que tienen en el transporte público que los lleva desde el noviciado hasta el Cerro, se pusieron en contacto con el equipo de comunicaciones para contarnos su experiencia de estos sábados.

Las actividades

  • El comedor para unos 30 niños, junto a voluntarios del Movimiento Castores (Colegio Seminario)
  • Catequesis de iniciación, en 3 grupos, por niveles y edades, con apoyo a catequistas del barrio mismo.
  • Celebraciones de la Palabra y liturgias, presididas por el diácono, en la animación y el compartir la fe. 
  • Pastoral de la salud, en visitas a adultos mayores y enfermos de la comunidad; compartiendo la Palabra y la oración.

La Comunidad parroquial

Un rasgo importante de la comunidad del Cerro es que está compuesta por gente muy unida. La parroquia de Fátima fue fundada por una comunidad de inmigrantes lituanos, pero todos los vecinos del Cerro se han ido apropiando del espacio.

Hace 5 años, la Compañía de Jesús debió retirar la comunidad que vivía en el Barrio (en la que residía un solo jesuita y con problemas de salud) por lo que hizo la opción de confiar el cuidado pastoral de la parroquia a un equipo coordinador de laicos comprometidos.

Este equipo se conformó entre miembros de la comunidad local y representantes de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX), el movimiento laical vinculado a los jesuitas. Ellos tomaron a su cargo la administración y animación pastoral con el respaldo del Card. Sturla, Arzobispo de Montevideo.

A partir de ese momento los laicos de la comunidad del Cerro asumieron la iniciativa y su protagonismo pastoral mostró un enorme crecimiento. El camino conjunto, entre Barrio y CVX, se fue transitando –no sin dificultades-, desde la oración, el discernimiento y la buena voluntad que abrieron puertas y consolidaron una comunidad enriquecida de dones y carismas

En todo este proceso, mucho tuvo que ver el acompañamiento de Adrián, el diácono permanente de la comunidad que con sabiduría y generoso servicio supo convertirse en el referente que la comunidad precisaba. 

No hay dudas de que este ‘experimento pastoral’ fue exitoso y dio frutos sobreabundantes, convirtiendo a Fátima en una comunidad muy viva.

Hoy se está viviendo una nueva etapa. La Compañía se siente que en condiciones de volver a acompañar este rico proceso los laicos vienen llevando adelante.

Una impresión muy fuerte que nosotros hemos ido sintiendo cada sábado, en el trato con la gente, es que se está gestando algo diferente. Al principio podría resultar un poco tensionante que la Compañía haya tomado distancia y que ahora vuelva de manera repentina. Así y todo, vemos que se va generando un compartir muy al estilo de las primeras comunidades y de la Iglesia nueva que nosotros también soñamos, donde los laicos tienen mucha mayor participación: cada uno encuentra su espacio y se van respetando procesos. 

Las cosas a veces se hacen más lentas porque se tienen en cuenta los procesos de las personas y es que en el trabajo pastoral y espiritual se ha tenido especial cuidado en la atención a las personas a quienes les está costando esta situación de transición y cambio. Lo importante es que nadie se sienta excluido y que todos se sientan invitados y acogidos en esta nueva etapa de comunidad.

Esto es algo que se puede sentir en el templo mismo: los bancos están dispuestos de forma que miran más hacia el centro en lugar de estar encolumnados hacia el frente: puedes ver a las personas a la cara y al llegar para la misa dominical, todos se saludan. Todos estos gestos de comunidad se van sintiendo en el Cerro y a nosotros nos motiva mucho ser testigos de ellos.

En estos días se está instalando la nueva comunidad de jesuitas, en la que están Rubén Strina, Juan José “Yolo” Mosca y Carlos Gauna. Nuestro entusiasmo crece por poder acompañarlos y trabajar junto con ellos.

ar junto con ellos.

Colecta Boquerón 2019

Te contamos un poco sobre la Colecta Boquerón 2019, para que conozcas su historia y sepas cómo podes colaborar. Hasta el 26 de junio tenés tiempo de acercar tus donaciones.

Un poco de Historia

Esta campaña la organizaba ‘Amigos de Boquerón’, un grupo de gente de Buenos Aires, cercana a los jesuitas Agustín López y Juan Carlos Constable, cuando ellos se hicieron cargo de la Parroquia, hace 45 años.

En ese momento, además, había un grupo de novios (devenidos, con el tiempo, en matrimonios) que colaboraban con Becas; el grupo Compartir, un grupo de la Virgen Niña, un grupo Scout… todas estas personas y grupos fueron formando una suerte de ‘red’ que multiplicaba el alcance y el fruto de la campaña.

Antes de que estuvieran hechos los caminos, las donaciones llegaban hasta Añatuya, con un camión que pagaba el obispado, y ahí había que irlas a buscar. También algunas empresas se ofrecían a traer las cosas gratuitamente.

La Parroquia San José de las Petacas se encargaba de ir a buscar las cosas,  que luego se repartían entre las 26 poblaciones, que contaban con capilla y escuela; y algunas otras poblaciones pequeñas.  

Cuando Marcos Alemán SJ llegó a Boquerón, consiguió que un amigo suyo se hiciera cargo del costo del transporte, pagando un camión que iba hasta allá. Esto posibilitó multiplicar el volumen de las donaciones, y se sumaron a la campaña los colegios jesuitas y Parroquias de San Miguel, donde, además, hay mucha población originaria de Santiago del Estero.

Así, de a poco, se va involucrando más y más gente, y se va ampliando la red de personas que colaboran con Boquerón a través de la Campaña. Las misiones de los colegios jesuitas al lugar son otro factor multiplicador. La fidelidad del Colegio Goethe, de Buenos Aires, que participa desde 1997.  Además del denominado ‘grupo de la Costa’, quienes, desde colegios San Bernardo y Santa Teresita (poblaciones ubicadas sobre la cosa Argentina) se enviaron durante 15 años a gente a realizar trabajos en Boquerón. Cuando se les hizo dificultoso continuar yendo, comenzaron a participar de la campaña, llevando sus donaciones hasta San Miguel.

Todo esto, va ampliando las oportunidades y posibilidades que se ofrecen a la gente del monte; no sólo de acceder a cuestiones materiales, sino también a capacitaciones, formación, mejoramiento de las viviendas e inicio de pequeños emprendimientos que permiten mejorar su calidad de vida.

Este efecto multiplicador hizo que el año pasado se necesitaran dos camiones para llevar todas las donaciones que se reunieron entre todos los grupos, personas e instituciones que colaboraron.

Nombres y Rostros.

Mary Quadri nació en la Ciudad de Buenos Aires, pero vive hace más de 40 años en Boquerón. Ella es la que nos comparte la información sobre la historia de la colecta. En su relato, nombra con especial cariño a Patricia Morís, que falleció en diciembre del año pasado (2018). Era ella quien hacía todos los contactos con los distintos grupos que mandan las donaciones a la Parroquia y coordinaba el envío a Boquerón tanto desde San Miguel, Buenos Aires y San Isidro. Además de acompañar al chofer en ese recorrido.

Agustín López y Juan Carlos Constable, son los jesuitas que arrancaron con la parroquia, hace 45 años. Juan Carlos todavía vive aún, con un par de ACV encima, en Boquerón.

El P. Marcos Alemán estuvo hasta este año como Párroco de San José de las Petacas, cuando fue misionado a Mendoza, a la Parroquia Virgen de los Pobres. En su función fue relevado por el P. Víctor Pacharoni SJ.

Al mismo tiempo, el Hermano Rodrigo Castells SJ, quien vive en Boquerón continúa impulsando la campaña y buscando multiplicar colaboraciones y oportunidades para con la gente de Boquerón, y es uno de los grandes difusores de esta campaña.

¿Qué cosas se juntan?

  • Ropa, sábanas, frazadas, zapatos.
  • alimentos no perecederos
  • mobiliario, bicicletas.
  • Útiles escolares
  • instrumentos musicales
  • artículos nuevos para rifas, bingos.
  • No se necesitan libros, artículos tecnológicos, salvo radios fm a pila y celulares.

Para aquellos que quieran hacer llegar sus donaciones antes del 26 de junio, pueden comunicarse con Ernesto Miguens  y/ o Nicolás Fernández.

Testigos de la Vida de Monte

En la página web de la Parroquia San José de las Petacas, en San José del Boquerón se pueden encontrar una serie de entrevistas a la gente del Monte.

El proyecto fue llevado a cabo por la productora BOP  e ideado por el Hno. Rodrigo Castells SJ. El objetivo que persigue es el de dar a conocer la historia, la riqueza de la vida de la gente del monte.

Las entrevistas fueron realizadas a los referentes de las comunidades que ‘se animaron’ a ponerse frente a la cámara y contar allí cómo ha sido su vida en el monte. Dejándolo registrado, se puede hacer como un ‘cajón’ donde guardar la experiencia de estas personas y ‘hacer memoria’  del sacrificio que ha significado la vida del monte en el pasado, cómo se vivía, se trabajaba, se creía. De hecho, algunos videos que estarán dedicados a contar ‘mitos’ del monte santiagueño, como el del Yachay (duende).

Si quieres ver la serie de entrevistas puedes visitar la web de la Parroquia de Boquerón o en el canal de YouTube de la productora.

50 años de Justicia y Reconciliación – Patxi Álvarez SJ

Con motivo del 50º aniversario de la creación del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología, en la Curia de la Compañía de Jesús en Roma, le hemos dado la palabra a los antiguos secretarios. Cada uno nos relata lo que llamó la atención de su equipo cuando dirigía este secretariado apostólico de la Compañía y los desafíos que percibe para el apostolado social y ecológico en el mundo de hoy.

Francisco Javier (Patxi) Álvarez,  anterior secretario de Justicia Social y Ecología, habla de esta manera del Rol del Secretariado que le tocó asumir en años anteriores

“Me tocó ocupar el cargo de Secretario para la Justicia Social y la Ecología durante el período 2011-2017. Durante ese tiempo  hubo a nivel internacional una crisis muy grande de migrantes y refugiados. En Europa fueron, sobre todo, refugiados sirios, que sumaron más de 60 millones.

Otra cosa que ocurrió a nivel internacional fue que Naciones Unidas declaró los 17 objetivos de desarrollo sostenible. 17 objetivos que tienen que ver con la reducción de la pobreza, reducción de las desigualdades, la protección del medio ambiente. A nivel eclesial también fue un tiempo importante. En el año 2013 fue elegido el Papa Francisco, que tiene una inclinación a las cuestiones sociales muy grande y en ese sentido, creo que ha dado una nueva cobertura a lo que es el Secretariado.

Los años en que fui Secretario los pasé con el Padre (Adolfo) Nicolás en la Curia. Fueron años muy  importantes, y fueron años bonitos de trabajar con él. Él siempre me decía que el secretariado debía estar orientado, no sólo al sector social sino a los distintos sectores de la Compañía: al educativo, al universitario, etc. y yo creo que eso ha sido un nuevo cariz para el Secretariado. Y por último, que él también quiso incorporar la ecología, lo ecológico en el secretariado. De ahí el cambio de nombre que sucedió en realidad con mi predecesor de ‘La Justicia Social y la Ecología’.”

Desafíos de la Compañía de Jesús en el Sector de Justicia Social y Ecología

“Hoy los retos del mundo son globales, como nunca antes lo fueron. Los principales retos que enfrentamos al día de hoy son globales y por eso, las respuestas tienen que ser, fundamentalmente, globales. Hablamos de la cuestión de migrantes y refugiados, hablamos de la creciente desigualdad, del deterioro medioambiental, de la pérdida de comunidades indígenas en tantos países, de la reducción de las desigualdades de género. Son cuestiones  globales y que necesitan respuestas globales. Yo creo que el reto de la compañía hoy es el articular entre instituciones, sectores y también naciones. De tal manera que el alcance de nuestra respuesta pueda ser mayor, y así también su impacto. Yo creo que de esa manera vamos a poder responder mejor. Y en ese sentido, tener una cercanía a los últimos, atenderlos en sus necesidades, pero también pensar en las causas de los problemas que afrontamos. Y de la misma manera también sensibilizar e incidir políticamente. Yo creo que esos son retos que no podemos abordar únicamente desde el sector social sino desde el conjunto de los sectores y este es la colaboración, el reto de nuestro tiempo.”

¿Cómo puede el apostolado social ayudar a la Compañía de Jesús a vivir el Espíritu de las Preferencias Apostólicas Universales?

“A principios de este año (2019), el Padre General ha anunciado 4 preferencias apostólicas para la Compañía. Dos de ellas están muy relacionadas con el Sector Social, que son: ‘caminar junto a los pobres y ‘proteger la casa común’. Yo creo que aquí, nosotros tenemos algo especial que aportar. Yo creo que tenemos la necesidad y también la invitación de seguir acompañando y sirviendo a los últimos. Creo que esa es la característica fundamental del Apostolado Social y al mismo tiempo yo creo que tenemos otras dos invitaciones: a ser puentes entre esa realidades de exclusión y quienes detentan el poder político y económico, de tal manera que puedan contribuir a la solución de muchos de esos problemas; y al mismo tiempo, generar una cercanía con estas personas. Acercar las fronteras a los ámbitos donde nosotros trabajamos.”

Fuente: jesuits.global

Nuevos párrocos jesuitas en Córdoba y Montevideo

Durante el mes de mayo se hicieron efectivos los nombramientos de nuevos párrocos de

  • P. Rubén Strina SJ, de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima de Montevideo
  • P. Alejandro Gauffin SJ, P. Daniel López SJ y P. Jorge Chichizola SJ –como párrocos solidarios- de San Nicolás de Bari, en la ciudad de Córdoba.

De este modo vamos, la Compañía de Jesús va procurando estar presente, poniéndose al servicio en lugares nuevos, que le permiten estar más cerca de los más necesitados.

Parroquia de Fátima

Con su regreso a la parroquia del Cerro, los jesuitas regresan jesuitas al barrio. El P. Juan José Mosca SJ y el H. Carlos Gauna SJ son los otros dos jesuitas que estarán formando parte de la comunidad que se radica en el Cerro.

“Es el amor a los pobres y la conciencia de que nuestro lugar está ante todo entre ellos, nos hicieron volver”, reconoce el P. Rubén Strina en el día de la asunción a su nuevo rol, “después de un tiempo de trabajo conjunto de laicos de la CVX y de la comunidad local al frente de la parroquia, con muchos y excelentes frutos apostólicos.”

 

Parroquia San Nicolás de Bari

La parroquia S. Nicolás de Bari, por su parte, ocupa un territorio de 200 manzanas, en el barrio Talleres Oeste (vecino de Sagrada Familia) y cuenta con dos capillas, además de la sede parroquial. En estas semanas están acondicionando la casa parroquial para ocuparla los fines de semana.

En lo pastoral “se ve la huella que ha dejado un cura muy querido en la zona, el padre Luis Denardi, que era muy devoto del cura Brochero y que está enterrado en el terreno de una de las capillas llamada La Purísima de Brochero. Es muy recordado por los fieles” dice el P. Alejandro Gauffin.

Además de los tres párrocos solidarios, se han sumado a esta misión el H. José Molina SJ y el P. José María Cantó SJ.

Encuentro “Casa de Todos”

 La Parroquia San Ignacio estuvo comprometida desde el inicio con la Misión Casa de Todos que se llevó adelante en la ciudad de Montevideo desde el domingo de Pascua y que finalizó con una serie de encuentros que se realizaron los días 10, 11 y 12 de mayo. Su Párroco, el P. Ignacio Rey Nores nos comparte cómo fue el encuentro ‘Casa de Todos’ que se llevó adelante en la Parroquia. 

Por Ignacio Rey Nores SJ

El pasado sábado 11 de Mayo vivimos, en la Parroquia San Ignacio (en Montevideo, Uruguay) , el Encuentro “Casa de Todos”. Empezamos con un rato de “animación musical”, en el atrio de la antigua capilla, hoy Salón Sagrado Corazón, gracias a los amigos de la banda “Kerigma” quienes le pusieron toda la onda con sus cantos. Luego, en el Colegio San Ignacio, tuvimos una actividad para ‘romper el hielo’, que hizo interactuar a todos los presentes.

Luego, me tocó como párroco, dar la bienvenida a todos los presentes, destacando el regalo del Encuentro, y la gracia de habernos consolidado como comunidad a lo largo del de preparación y de las jornadas de Misión. Una vez terminada la misión, la invitación es a conocerse más y a dar la bienvenida a la gente que hace tiempo que no viene o  no se suma a una actividad de la Parroquia.

Guillermo Lemos, el director general del Colegio (San Ignacio)  dijo algunas palabras respecto de la Misión ‘Casa de Todos’ y del espacio de encuentro. Cerró su discurso con una oración.

Al finalizar,  se explicó la dinámica del Encuentro: la totalidad de los presentes se separaría en grupos que irían rotando de lugar donde serían invitados a escuchar testimonios de la misión.  A las 19.00 se reunieron todos nuevamente en el templo para celebrar la Eucaristía. Mientras tanto, los niños y adolescentes se sumaron a las actividades del Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ) en el patio del fondo del Noviciado.

En la acción de gracias, después de la Comunión, el “Chaca” Silva, además de invitar a las Catequesis ‘Casa de Todos’, que se llevarán adelante los días viernes de este mes de mayo, a partir de las 20.00hs, aprovechó para valorar cómo la Misión también nos había misionado a nosotros como comunidad. Dijo que, más allá de cuánta gente había venido al Encuentro, no nos quedan dudas que Jesús continuará trabajando en el corazón de cada persona con la que nos encontramos y en el barrio, y el número de los que vuelvan a casa seguirá creciendo.

Terminamos la Misa y el Encuentro con la certeza de que Dios nos ha bendecido muchísimo con todo este Programa Misionero Jacinto Vera, con los talleres, la misión, y el encuentro, y con la certeza de que las Catequesis que se nos vienen serán una excelente oportunidad para seguir enriqueciendo nuestra fe, y estrechando aún más nuestros vínculos y nuestra vocación misionera.