Colaboración Pastoral en Cuba

El jesuita chileno Pablo Fernández cuenta las sensaciones y reflexiones que le ha generado una experiencia de Colaboración Pastoral que él, y otros jesuitas de diferentes países de Latinoamérica llevaron adelante en distintos lugares de Cuba.

Por Pablo Fernández SJ

Al entrar al Noviciado te explican que uno entra a la Compañía universal y la verdad que, en esta experiencia y en específico en Cuba, pudimos seguir experimentando esto. Fue fantástico encontrarse en La Habana, y en otras ciudades, con jesuitas de diferentes partes del mundo, España, Brasil, Argentina, Rep. Dominicana, etc., animados todos en aportar desde lo que cada uno tiene a esta prioridad territorial de la CPAL.

Mario Cabal (COL) fue destinado a colaborar en Santiago de Cuba, en el Centro de Fe y Cultura, mientras que Julio Villavicencio (ARU) y yo estuvimos en Camagüey colaborando con la parroquia y sus múltiples actividades. Allá nos dimos cuenta que en general sabemos muy poco de lo que pasa realmente en Cuba, ya que nos dejamos guiar por romanticismos, noticias varias o lindas fotografías, pero “una golondrina no hace primavera”. Hay que estar allá con la gente, escuchar y comer lo que ellos comen para darse cuenta qué sucede realmente en Cuba más allá de la visita de Obama o del papa Francisco.

Me quedan gratos recuerdos y sabores de esta experiencia en Cuba que me invitan a dar gracias por muchas cosas después de haber estado allá. Pero, ante todo como jesuita, me quedo con la ilusión que sí es posible trabajar entre compañeros de diferentes provincias, porque poco a poco, a través de los CIF (teologados interprovinciales) y vivencias como estas, nos vamos conociendo unos y otros, los del Caribe y del Cono Sur, los de América y los de Europa, dejando de lado las fronteras e ideologías, para realmente sentirnos parte de una misma misión como compañeros de Jesús y pertenecientes a una misma y mínima Compañía.

Fuente: CPAL SJ

 

Fracasos

Fracasar es parte de la vida, y aunque no es el horizonte más alentador a la hora de enfrentar un desafío, sabemos que siempre es posible. Como en todos los ámbitos, en el trabajo pastoral la posibilidad de fracasar está siempre abierta. La particularidad, es que al darse en este lugar pone en juego otras cuestiones, como nuestra fe y nuestras convicciones. Sabemos que es inevitable, ahora bien ¿Cómo gestionarlo cuándo ocurre?

Dani Cuesta sj

Aunque es algo que normalmente se trata de ocultar… tengo que reconocer que fracaso a menudo.

Es algo que nos pasa habitualmente a los que trabajamos haciendo pastoral, o le dedicamos a ella buena parte de nuestro tiempo libre. Invertimos grandes esfuerzos, ponemos medios, hacemos planes y objetivos, para obtener finalmente unos resultados francamente pobres. Y es un problema, porque en el fondo en la vida nadie nos enseña a fracasar o a gestionar los fracasos, sino que la tónica va por caminos totalmente contrarios.

Y en el mundo de la pastoral o de la evangelización, el tema de la gestión del fracaso es si cabe todavía más complicado. En primer lugar porque toca uno de nuestros elementos más esenciales; ya que con la fe queremos compartir la propuesta que da sentido a nuestra vida. Y claro, ante el rechazo o la indiferencia delante de esta propuesta, quien más y quien menos siente como algo se le tambalea dentro. En segundo lugar, porque ante la pastoral todo el mundo tiene claro lo que se hace mal, y la mayoría de la gente tiene la solución para este problema: habría que hacerlo más atractivo… acercarse más a los jóvenes… salir… Y ante estas críticas y propuestas, cuando se ha tratado de poner toda la carne en el asador, uno se queda tocado y preocupado por el hecho de no saber qué tecla tocar para poder hacerlo bien.

Llegados al punto en el que se ha fracasado en las propuestas pastorales, uno se siente frustrado al ver que tiene mucho que ofrecer (de hecho lo mejor) pero no encuentra el modo de hacerlo. Ahí vienen las salidas fáciles: echarles la culpa a los otros (que son los que no quieren escucharme), refugiarme en una espiritualidad cerrada e intimista (con mi grupito y nada más), alejar la mirada del problema y poner el acento en mis éxitos (profesionales y personales) o rebajar al máximo la propuesta pastoral (es decir en lugar de adaptar el mensaje, tratar de diluirlo lo más posible para que así pueda tener el mayor número de gente en la foto con la que justificaré mi “éxito” delante de mí mismo y de los demás) etc.

Pero en el fondo, todas estas vías de escape son una trampa que antes o después lleva a la frustración o al abandono de la causa. Por eso creo que la única salida (o entrada) para afrontar el fracaso pastoral es mirar a Jesús: el triunfador y también el fracasado. No digo nada nuevo, ni descubro el Mediterráneo, precisamente porque no hay otra manera de afrontar que nuestros planes pueden salir mal, igual que pasó con los suyos. Pero esta mirada a un Jesús que fracasa, no debe dejarnos encerrados en nosotros mismos y menos aún hacernos tirar la toalla. No, esta mirada nos tiene que llevar a descubrir que no todo depende de nosotros, sino que en nuestros planes debemos contar con la libertad de las personas y sobre todo con la acción de Dios.

Digo todo esto porque estoy seguro de que si trabajas en pastoral, habrás tenido igual que yo la experiencia de que, además de fracasar… de vez en cuando Dios se cuela en la vida de las personas y a través de ti les dice cosas que ni tú mismo te hubieras imaginado. Es verdad que esto suele ocurrir menos veces de las que planeamos, pero lo cierto es que es algo de lo que todos tenemos experiencia. Y creo que esto es algo muy importante, sobre todo porque nos hace darnos cuenta de que no todo depende de nosotros, sino que en nuestra tarea pastoral (a diferencia de cualquier otro tipo de trabajo) la intervención de Dios es la parte más importante de todas.

Por tanto, ante el fracaso en la pastoral no vale ni lamentarse, ni quedarse de brazos cruzados esperando que la acción de Dios surja de manera espontánea. Sino que más bien se trata de entender que nuestra tarea es la de preparar el camino al Señor. Sé que de nuevo no descubro el Mediterráneo, pero es así. En el trabajo pastoral, toda acción es en realidad colaboración. Y cuando uno trabaja en equipo, tiene que saber aceptar los tiempos y modos de hacer del otro.

Pastoral SJ

Formación para el trabajo en Parroquias

Para seguir avanzando en la expansión y concreción del Plan de Formación Común se ha organizado un curso-taller de Formación para colaboradores, laicos y jesuitas. El mismo tendrá lugar en la Ciudad de México, del 27 de enero al 5 de febrero del año que viene (2017).

El curso está dirigido, principalmente a los laicos que colaboran en parroquias jesuitas, a los jesuitas que ya están en este servicio o están por iniciar, como también a los escolares jesuitas, recién ordenados o no.

El taller tiene como objetivo preparar jesuitas y laicos para llevar, en colaboración, la misión de la Compañía de Jesús en las parroquias encomendadas a ella. El servicio parroquial es un lugar privilegiado para el crecimiento y consolidación de los diversos ministerios y vocaciones. La formación de laicos resulta estratégica por su residencia estable en las parroquias, y la de jesuitas por el privilegio de servir a los más necesitados en sintonía con la Iglesia y las diócesis.

A su vez, la metodología del taller seguirá los pasos de la pedagogía ignaciana: a través de herramientas como el poner contexto, compartir de la experiencia, reflexión, acción y evaluación, e inspirados en la tríada de ver – juzgar – actuar, se irá profundizando en las cinco “características de la parroquia jesuita en la América Latina de hoy”.

La organización de esta instancia de formación está a cargo de la Red Latinoamericana de Parroquias Jesuitas (RELAPAJ).

Para más información haz click

CPALSJ

 

Vuelve el MEJ al Templo Jesuitas

El Movimiento Eucarístico Juvenil volvió al Templo Jesuitas de Mendoza después de unos años de ausencia. Su relanzamiento tuvo lugar con una fiesta el domingo 29 de mayo, Fiesta de Corpus Christi.

La espiritualidad del MEJ, tiene raíces ignacianas, es una espiritualidad eucarística. La invitación que se hace a niños y adolescentes es a vivir en la amistad personal con Jesús, uniéndose a su Corazón, y siendo apóstoles en el servicio como ofrenda de la vida.

La propuesta varía según la edad. Para los más pequeños: Escuela de Monaguillos, los domingos es un espacio para jugar, aprender y preparar la misa con Jesús.

Las reuniones de los adolescentes tienen su espacio los sábados a partir de las 17hs.

En un video, comparten lo que fue la fiesta de re-inauguración. ¡No dejes de verlo!

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Confirmaciones en la Parroquia San Ignacio

En medio de una fiesta de alegría y comunión, se celebraron las confirmaciones en la Capilla San Ignacio de Montevideo. La misma tuvo como protagonistas a 76 personas que confirmaron su deseo de seguir andando su camino de Fe con Jesús y dentro de la Iglesia.

Por Ignacio Rey Nores S.J.

El domingo 24 de abril tuvieron lugar las confirmaciones en la Parroquia San Ignacio, en Montevideo Uruguay. Monseñor Daniel Sturla, Cardenal de Montevideo, confirmó a 76 personas en una celebración colmada de gente.

El grupo de confirmando estuvo integrado por 9 adultos de la Parroquia San Ignacio, dos jóvenes egresados del Colegio Monseñor Isasa que también se prepararon en la Parroquia, más 29 jóvenes que se prepararon en la Universidad Católica, junto con jóvenes de la Parroquia María Reina, del Colegio Santa María de los Hermanos Maristas, del Colegio Preu y de Centros del Opus Dei. En total más de 70 personas dijeron su «aquí estoy Señor, porque me has llamado».

El Cardenal Sturla impuso las manos a todos los confirmandos, en un primer momento, en un clima de respetuoso silencio; y, luego los ungió con el santo crisma con la calidez que lo caracteriza. El coro, que estuvo conformado por jóvenes de la Parroquia San Ignacio y de la Universidad Católica, acompañó festivamente con sus cantos.

Noticias de Provincia

 

Mensaje del décimo encuentro de Coordinadores Parroquiales

Las parroquias, como lugar privilegiado donde se lleva adelante la vida de la Iglesia, no dejan de ser punto al que los jesuitas en Latinoamérica prestan constante atención; y sobre cuya misión se reflexionar asiduamente.

Del 3 al 10 de mayo de 2016 se reunieron en la ciudad de Bogotá, Colombia, 10 coordinadores del apostolado parroquial (la Sra. Roxana Gutiérrez Suarez, coordinadora de la Provincia de Bolivia y nueve jesuitas), de las 12 Provincias de la CPAL (no estuvieron presentes Perú y ARU). Como invitado participó un laico de la Provincia del Ecuador. El P. Carlos Canillas, delegado de la CPAL para el apostolado parroquial y espiritualidad, acompañó la reunión.

La reunión comenzó tras recibir el saludo cariñoso de bienvenida del vice-provincial de Colombia. En primera instancia, se compartió la realidad de las parroquias diseminadas a lo largo de esta América mestiza y pluricultural.

Se abordó el tema de la Familia, desde los aportes de la exhortación del Papa Francisco “Amoris laetitia”.

También, se trabajó el tema de las “pequeñas comunidades”, centrándose en el Itinerario de Formación Espiritual Comunitario, publicado por el CIRE, que conjuga la espiritualidad ignaciana con la formación de pequeñas comunidades.

Se dio una nueva estructura al Taller de Formación para Jesuitas y Laicos que trabajan en la pastoral parroquial, y que el próximo año se realizará en México.

También, tuvieron la oportunidad de visitar las dos parroquias que los Jesuitas tienen en Bogotá y compartir con cada comunidad la Eucaristía.

Mediante la comunicación virtual nos hemos comprometido a darle seguimiento a los puntos acordados en el encuentro: la formación de los agentes de pastoral, la promoción de los EE.EE. para la formación de pequeñas comunidades, el acompañamiento a las familias y el cuidado de la casa común según la encíclica “Laudato Si”.

Agradecemos de corazón la Eucaristía y cena en la comunidad del CIF, y especialmente la acogida y el apoyo incondicional de la Provincia colombiana para nuestro encuentro.

Coordinadores Parroquiales de la CPAL.

Fuente: CPAL SJ

 

Refacciones en la Iglesia Jesús Nazareno

En la Iglesia Jesús Nazareno de Corrientes, a cargo de la Compañía de Jesús, tendrá importantes refacciones en el acceso principal. Además, se construirá una casa parroquial en un espacio donde actualmente se encuentra la cochera.

“Cumplido el trámite administrativo, de no más de 30 días, iniciará la refacción del acceso de la iglesia Jesús de Nazareno, de la ciudad Capital, donde también ampliaremos la Casa Parroquial», destacó el ministro de Obras y Servicios Públicos, Ing. Aníbal Godoy, al informar sobre la licitación de estos trabajos. Esto fue hace un mes, el 20 de Abril pasado.

Además, el funcionario señaló que estas obras demandarán una inversión de más de dos millones y medio de pesos y tendrán un plazo de ejecución de 240 días. Su supervisión se encuentra bajo la órbita de la Dirección de Planificación y Obras (DPO) del organismo.

¿Cuáles serán las modificaciones?

Ampliación de la Casa Parroquial

La ampliación prevista en la Casa Parroquial se ejecutará en el lugar donde actualmente se encuentra una cochera.

Esta ampliación contará en planta baja, con cochera, cocina, depósitos, sanitarios, uno de los cuales estará acondicionado para personas discapacitadas y una escalera de acceso a la planta alta, con una vinculación con la casa parroquial existente.

En la planta Alta, en tanto, se proyectó la construcción de dos aulas para actividades como formación ciudadana y espiritual, ambas con posibilidades de integración, constituyendo un espacio flexible.

Esta planta contará con una de salida emergencia ubicada sobre una de las ventanas laterales y tendrá un hall de acceso.

Acceso principal

Además, está previsto llevar adelante la refacción del acceso principal a la iglesia, que actualmente no cuenta con una rampa para discapacitados. Por lo tanto, se modificará y ampliará el primer nivel del ingreso previendo una rampa de tres tramos.

Además…

Debido al estado actual del edificio se optó por la demolición de un poco más de 38 metros cuadrados. La función de esta acción será prevenir futuras fisuras y filtraciones de agua. Sin embargo, se intentará mantener el lenguaje arquitectónico de todo el edificio y utilizar materiales similares a los originales en la reconstrucción.

Como finalización de los trabajos se pintará toda la construcción nueva, los paramentos y aberturas exteriores del hall de acceso y dependencias de la casa parroquial existente.

Fuente: Radio Sudamericana

 

Fundación Centro Juvenil Parroquial de Trujui, Buenos Aires

“Yo les propuse hacer un grupo para empezar a juntarnos, a jugar, a charlar. Ellos, a su vez, al domingo siguiente fueron trayendo más chicos”. Y así se fue armando…

El Padre Julio Merediz SJ cuenta así como se formó el Centro Juvenil de la Parroquia Trujui, de San Miguel. El evento fundacional tiene como fecha de inicio el 11 de marzo de 1965.

En un video, el jesuita nos cuenta la historia completa. Si quieres verlo haz click aquí

Fiesta de Nuestro Señor del Mailín 2016

La Comunidad de la Cuasi Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe se prepara como cada año para la fiesta del Señor de los Milagros de Mailín, que se celebrará el próximo 8 de mayo.

La convocatoria reúne a los santiagueños residentes en Buenos Aires, y a todos los provincianos que se sientan invitados a vivir una jornada multitudinaria, de comunidad, oración y alegría.

Con el lema: “Señor del Mailín, Templo Misericordioso de tu Pueblo” ya se prepara una jornada en Villa de Mayo, que tendrá novena, baile, misa, procesión y fiesta. La religiosidad popular vivida a pleno tendrá la fuerza de los que se acercan y el entusiasmo de quienes la organizan.

 Fuente: Ciberfogón

Desafío parroquial para el Año de la Misericordia

El Párroco de Patriarca San José de San Miguel, Rafael Velasco, invita a la comunidad a vivir con más profundidad el Jubileo de la Misericordia. Primero haciendo experiencia personal para luego llevarla a las palabras y las obras; y acercarse unos a otros con un espíritu de reconciliación y hermandad.

Querida Comunidad Parroquial:

Dios es una Padre misericordioso que quiere a sus hijos felices junto a él. Pero como los seres humanos solemos extraviar el camino fácilmente, Él nos envió a su propio Hijo Jesucristo para enseñarnos el camino de reconciliación con Dios y entre nosotros.

Jesús nos enseña la compasión con el que sufre, la solidaridad con los pobres y desfavorecidos, el perdón que sana el rencor y el amor que vence al odio.

Y para que no nos desanimemos, nos envió a su Espíritu Santo que nos da fuerza y Esperanza para seguir caminando cada día y para que continuemos con la alegría de la obra de Jesús.

Como comunidad de Hijos de Dios y amigos de Jesús (eso somos como Iglesia) tenemos la misión de seguir el camino de Jesús sembrando misericordia, escucha y reconciliación. Especialmente en este “Año de la Misericordia”, como comunidad tenemos el desafío de profundizar en nosotros la experiencia de la misericordia de Dios, y hacerla experimentar a través de nuestras obras: acercándonos a los más pobres y necesitados, a los que sufren, a los que se sienten más alejados, siendo nuestras comunidades “Islas de Misericordia” en medio de un mar de diferencias.

Seguramente muchas cosas iremos concretando este año con la inspiración y ayuda de Dios. Mucho de lo que compartimos en nuestra última asamblea parroquial nos está sirviendo para pensar qué más podemos hacer para ser, como comunidad. Ya lo iremos compartiendo a lo largo del año.

Recemos los unos por los otros y comprometámonos a trabajar con entusiasmo por el Reino de Dios.

Que Dios los bendiga.

Rafael Velasco SJ