Fiesta del Mailín en Buenos Aires

Relato de la experiencia de la Fiesta de Nuestro Señor del Mailín, de la que participan como voluntarios los jóvenes de la Red Juvenil Ignaciana de San Miguel.

Villa de Mayo volvió a vestirse de fiesta para celebrar al Señor del Mailín a pesar del mal tiempo. Una multitud se acercó a venerar la imagen santiagueña que desde hace décadas se instaló en pleno conurbano bonaerense.

Como hace casi una década, los jóvenes de Trujui volvieron a colaborar desde el voluntariado al servicio de los devotos, ofreciendo cercanía y afecto para que todos se sientan en casa.

Una devoción renovada que trasciende generaciones sigue siendo eco de un pueblo creyente que no teme las distancias.

Fuente: ciberfogon

María de Itatí: “Mirá Nuestra Orfandad, Curá Nuestro Dolor”

La ciudad de Itatí, reconocida por el Santuario Mariano que congrega a miles de devotos de la Virgen, ha sido protagonista de una serie de conflictos relacionados con la problemática del narcotráfico, la corrupción y la falta de compromiso de las autoridades con el bien común de la población. Esta situación ha generado, también, denuncias cruzadas dentro de la Iglesia, siendo cuestionado su proceder (para ampliar información). El Jesuita Humberto González, oriundo de la ciudad se ha expresado en repetidas ocasiones y a través de diferentes medios al respecto. Compartimos aquí su última publicación.

Por Humberto González SJ

Sabíamos que sacar a la luz el problema del narcotráfico en Itatí no iba a ser gratis: dudas, acusaciones, profundo dolor y rótulos innecesarios fueron parte del precio de que se conociera lo que hace mucho se sabía y nadie pudo enfrentar hasta ahora.

Un Juez de Capital Federal interviniendo, fuerzas de seguridad nacional tomando el pueblo, periodistas instalados, y autoridades detenidas, pareció ser el signo de una invasión. En el medio, el interés comercial de algunos que se enojaron porque con esto nadie más va a venir a compra ¿Y la verdad? El tiempo parece ser el encargado de mostrarnos dónde está

Este viernes 24 de marzo se vivieron reacciones contradictorias en coincidencia con el día de reflexión nacional sobre la memoria, la verdad y la justicia. Una marcha convocada para pedir por la libertad del intendente Terán encolumnó el reclamo por los “detenidos injustamente”. Jamás sabremos si fueron pocos o muchos los que participaron, pero fue la primera reacción numerosa a los hechos del 14 de marzo y concluyeron frente a la Basílica.

En las horas previas, durante y después, la denominada “batalla 2.0” tuvo su expresión en las redes sociales con acusaciones mutuas y defensas que intercambiaron denuncias de que hubo gente obligada a participar, proclamas del pueblo, vergüenza y dignidad…

Se habló de injusticia, mientras otros mostraban que ciertos “referentes comunicacionales” que se presentaban como periodistas independientes no eran más que voceros pagos. Y en definitiva todo esto no hizo sino manifestarnos un Itatí dividido por hechos, acontecimientos y personas. El viejo adagio “divide y reinarás” parece querer adueñarse de esta realidad. Entonces sólo queda aconsejar a la distancia la paciencia para aguardar.

Esperar a que la justicia hable, a que las pruebas digan, a que las sentencias señalen. No se puede adelantar, sólo acompañar a los que sufren en este tiempo la humillación de sus seres queridos, y a quienes han sufrido en estos años las nefastas consecuencias de nuestro pueblo estafado por el narcotráfico reconocido por todos.

Que la justicia hable. Que se acabe el narcotráfico de una vez, y que esto nos sirva de lección y aprendamos a cuidarnos del dinero fácil, del silencio cómplice, del poder corrupto y de la división estéril (que apoyada en la ignorancia) nos enfrenta y puede matarnos.

La mirada siempre terminará en Ella, la Dueña del pueblo, la que sabe y se hace cargo de sus hijos, incluso los delincuentes. A Ella en este tiempo le pedimos que se haga cargo.  Le decimos con las palabras del Paí Julian: “Mirá nuestra orfandad… curá nuestro dolor”

Fuente: ciberfogon

Brasil: Muchas Comunidades y Pocos Sacerdotes

Frente al enorme territorio que queda sin recorrer y la cantidad de comunidades sin atender, aparecen distintas respuestas para solucionar el conflicto, que generan diferentes reacciones dentro de la Iglesia brasilera.

Por Rafael Marcoccia SJ

La vasta extensión territorial de Brasil supone para la Iglesia un enorme desafío. Se calcula que aproximadamente 70.000 comunidades del país no celebran la Eucaristía de manera regular.

Ya hace tiempo que en Brasil se están debatiendo posibles soluciones y en 2014 se dijo incluso que el Papa Francisco estaba informado sobre la situación y había pedido “soluciones valientes y concretas”. Una de las propuestas que se hicieron en aquel momento fue tomando forma con más fuerza: los ministros ordenados locales.

Uno de los responsables de esta propuesta es el sacerdote y teólogo brasileño Mons. Antonio José de Almeida, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Paraná. Doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Mons. José se ocupa del tema de los ministerios en la Iglesia al servicio de la vida y de la misión de las comunidades, y conoce de cerca muchas experiencias de ministerios no ordenados en América Latina.

A fines del pasado mes de abril, en ocasión del 16º Encuentro Nacional de Presbíteros que promueve la Comisión Nacional de Presbíteros y la Comisión para los Ministerios Ordenados y la Vida Consagrada, Mons. Almeida publicó un artículo titulado “Presbíteros Comunitarios para las Comunidades sin Eucaristía”, en el que presenta algunas ideas que se están madurando. La propuesta de Mons. Almeida, inspirada en las ideas de Mons. Fritz Lobinger, quien estuvo casi cincuenta años en Sudáfrica, es “ordenar líderes, célibes o casados, profundamente arraigados en las comunidades eclesiales maduras. Las comunidades eclesiales maduras son aquellas que poseen una historia de camino eclesial y de vida comunitaria, con ministros no ordenados en el ámbito de la Palabra, del culto y de la caridad, que son acompañados por sacerdotes dedicados a asistirlos y que participan de un proceso de formación continua, en comunión con la Iglesia local”.

Mons. Almeida propone que estos dos tipos de ordenaciones reciban nombres distintos: sacerdotes y ministros ordenados locales. Los sacerdotes seguirían siendo célibes y serían enviados a las parroquias de la diócesis, mientras los ministros ordenados locales servirían solamente a la comunidad en la que viven y podrían estar insertados en la vida familiar y profesional. En el caso de que no tuvieran trabajo o lo hubieran perdido, los ministros ordenados locales podrían ser ayudados y mantenidos por la comunidad, del mismo modo que ya mantienen algunos sacerdotes. “Ambos son presbíteros del mismo sacramento del orden; ambos anuncian el Evangelio en nombre de la Iglesia; ambos administran los sacramentos; ambos guían a la comunidad con y bajo el Obispo; ambos están ordenados para toda la vida”, explica la propuesta. Pero mientras “los sacerdotes asisten un área vasta y viven en una circunscripción pastoral más amplia, los “ministros ordenados locales” viven dentro de su comunidad.

Las ideas que se presentan en este artículo encuentran una fuerte resistencia dentro de la Iglesia brasileña. Aunque el problema es percibido y compartido, las soluciones que propone no encuentran mucho consenso. Hay una fuerte objeción a la idea de los “viri probati”. Muchos creen que es el comienzo del fin del celibato. Otros consideran que la propuesta en sí misma discrimina a los “viri probati” porque, opinan, habría dos categorías de sacerdotes, de primera y de segunda clase.

Para Mons. Erwin Kräutler, Obispo emérito de Xingu, “lo que está en primer plano no es la discusión sobre el celibato, sino las comunidades imposibilitadas de celebrar la Eucaristía dominical”. Y Mons. Almeida agrega: “entre los presbíteros siempre existieron diferencias. La Iglesia tendrá que aprender a manejar estas situaciones, así como aprendió a tratar otras a lo largo de su historia”.

Fuente: CPAL Social 

 

 

La Teología del Pueblo y el Papa Francisco

Los discursos y la pastoral del Papa Francisco están inspirados en lo que se denomina Teología del Pueblo. Esta es una rama de la teología latinoamericana desarrollada en Argentina por algunos teólogos y pastoralistas, y luego asumida por el Episcopado Argentino en la Declaración de San Miguel en 1969.

Les proponemos escuchar el audio de una charla, dictada por el Dr Rafael Luciani; y posterior conversatorio, realizada en el Colegio San Ignacio de Caracas (Venezuela), en la que se pretendes compartir el origen y los contenidos fundamentales de esta teología, y cómo ella ha inspirado las acciones y discursos del Papa Francisco.

A lo largo de la exposición, se reflexiona sobre el sentido actual del cristianismo y su aporte como propuesta de superación del esquema tradicional de religión cultural.

Si te interesa conocer más de estos debates y reflexiones, no dejes de escucharla

Retiro de Peregrinos Parroquiales – Mendoza

Dentro de la Red Juvenil Ignaciana de Mendoza, se encuentra el movimiento Juvenil Peregrinos Parroquiales, que si bien ellos tienen su trabajo en las diferentes parroquias de la Diócesis, realizan sus retiros y actividades en común en la Compañía de Jesús.

El Movimiento Juvenil Peregrinos en general tiene como fin “la conversión y desarrollo espiritual apostólico de la juventud, basada en los valores evangélicos, que pretende profundizar en un proceso creciente, vivido en COMUNIDAD y con sentido de Iglesia.”

En este marco, el pasado fin de semana se llevó a cabo el Oasis II (retiro espiritual) en la Casa de Ejercicios Espirituales San Ignacio de Loyola, para lo que la animadora Dana Costarelli comentó:

“El «Oasis» (lugar de vegetación y agua en medio del desierto) es un retiro que ofrece el Movimiento Juvenil Peregrino. Los Peregrinos Parroquiales todos los años ofrecemos el Oasis divido en dos partes a aquellas personas comprometidas en Parroquias, que ya han tenido un acercamiento previo a Dios. Nuestra misión es evangelizar jóvenes ofreciendo un proceso de conversión y espiritualidad. El primero fue en el mes de Mayo y el segundo en Agosto. En ambos retiros se realizaron actividades como: charlas (llamadas «flash» ya que son breves y buscan iluminar), misas, instancias de compartir en «dinámicas» (grupos de 3 a 5 personas), momentos de reflexión personal, etc. La invitación a los nuevos Peregrinos implica acompañar y dejarse acompañar persiguiendo el gran desafío de «unir la fe con la vida». Es así como muchos de nosotros logramos descubrir la presencia de Dios en nuestras vidas.”

Los Oasis brindan herramientas para seguir trabajando, no sólo para el movimiento sino para seguir caminando desde otra perspectiva.

Peregrinos es, como su nombre lo indica, un movimiento eclesial para jóvenes por el que, a lo largo de más de 40 años, han pasado entre 15.000 y 20.000 mendocinos.

 

‘Gran Misión’ en la Parroquia Patriarca San José

Por Santiago Suárez-Delgado, Sj y Emanuel Nehuén Vega, SJ

Movidos por el deseo de salir al encuentro de las familias de nuestros barrios (y con ellas compartir la fe y la vida) las distintas comunidades que conforman la Parroquia Patriarca San José llevaron a cabo la segunda edición de “La Gran Misión”.

Del 20 al 23 de julio, jóvenes y adultos de nuestra Comunidad Parroquial, misionaron los barrios correspondientes a las comunidades de Santos Mártires, San Alonso Rodríguez y Patriarca San José (20 y 21 de julio) y las comunidades de Virgen Niña, San Francisco Javier y Pedro Claver (22 y 23 de julio).

La misión se encuadró en el marco de una gran actividad misionera que se viene desarrollando desde hace dos años, con misiones en todo el territorio parroquial. Este sabernos ‘en misión constante’ -horizonte de nuestras actividades pastorales- se va afianzando cada vez más como parte de nuestra identidad parroquial y nuestro modo de ser ‘Parroquia Jesuita’. El salir al encuentro de los más humildes y socorrerlos en sus necesidades; el llevar la Palabra de Dios como fuente de consuelo y esperanza; el crear espacios de encuentro con Dios y de encuentro fraterno entre nosotros -para sabernos ‘comunidad’ parroquial- vienen constituyendo los trazos centrales de nuestro trabajo apostólico. Trazos que con el tiempo irán pintando, con la ayuda de Dios, la imagen de Parroquia que queremos ser.

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Este año la organización estuvo a cargo de los jóvenes de las comunidades que con esmero y entusiasmo pusieron todo de sí para salir a predicar el Evangelio a sus propios vecinos… “¡La misión nos espera acá, en nuestro barrio y con nuestra gente!” Esta era la idea que los alentó y los acompañó en las reuniones preparativas.

Hemos celebrado misas en las calles con algunos bautismos y confirmaciones incluidas. Acontecimientos que conformaron un signo expreso de una Iglesia vital, acogedora y en salida.

La misión finalizó el sábado 23 con una procesión que partió de la capilla San Francisco Javier rumbo a Santos Mártires Rioplatenses. En el camino de la procesión los jóvenes hicieron lío, contagiando la alegría de la fe a las familias de nuestros barrios. Llegados a Santos Mártires, y en torno a un fogón, tuvimos un ratito de animación y oración, en donde encomendamos a las familias que visitamos, el trabajo hecho y el que aún queda por hacer. La noche nos encontró entre chacareras y zambas, agradecidos a Dios por tanto bien dado y recibido.

 

Colaboración Pastoral en Cuba

El jesuita chileno Pablo Fernández cuenta las sensaciones y reflexiones que le ha generado una experiencia de Colaboración Pastoral que él, y otros jesuitas de diferentes países de Latinoamérica llevaron adelante en distintos lugares de Cuba.

Por Pablo Fernández SJ

Al entrar al Noviciado te explican que uno entra a la Compañía universal y la verdad que, en esta experiencia y en específico en Cuba, pudimos seguir experimentando esto. Fue fantástico encontrarse en La Habana, y en otras ciudades, con jesuitas de diferentes partes del mundo, España, Brasil, Argentina, Rep. Dominicana, etc., animados todos en aportar desde lo que cada uno tiene a esta prioridad territorial de la CPAL.

Mario Cabal (COL) fue destinado a colaborar en Santiago de Cuba, en el Centro de Fe y Cultura, mientras que Julio Villavicencio (ARU) y yo estuvimos en Camagüey colaborando con la parroquia y sus múltiples actividades. Allá nos dimos cuenta que en general sabemos muy poco de lo que pasa realmente en Cuba, ya que nos dejamos guiar por romanticismos, noticias varias o lindas fotografías, pero “una golondrina no hace primavera”. Hay que estar allá con la gente, escuchar y comer lo que ellos comen para darse cuenta qué sucede realmente en Cuba más allá de la visita de Obama o del papa Francisco.

Me quedan gratos recuerdos y sabores de esta experiencia en Cuba que me invitan a dar gracias por muchas cosas después de haber estado allá. Pero, ante todo como jesuita, me quedo con la ilusión que sí es posible trabajar entre compañeros de diferentes provincias, porque poco a poco, a través de los CIF (teologados interprovinciales) y vivencias como estas, nos vamos conociendo unos y otros, los del Caribe y del Cono Sur, los de América y los de Europa, dejando de lado las fronteras e ideologías, para realmente sentirnos parte de una misma misión como compañeros de Jesús y pertenecientes a una misma y mínima Compañía.

Fuente: CPAL SJ

 

Fracasos

Fracasar es parte de la vida, y aunque no es el horizonte más alentador a la hora de enfrentar un desafío, sabemos que siempre es posible. Como en todos los ámbitos, en el trabajo pastoral la posibilidad de fracasar está siempre abierta. La particularidad, es que al darse en este lugar pone en juego otras cuestiones, como nuestra fe y nuestras convicciones. Sabemos que es inevitable, ahora bien ¿Cómo gestionarlo cuándo ocurre?

Dani Cuesta sj

Aunque es algo que normalmente se trata de ocultar… tengo que reconocer que fracaso a menudo.

Es algo que nos pasa habitualmente a los que trabajamos haciendo pastoral, o le dedicamos a ella buena parte de nuestro tiempo libre. Invertimos grandes esfuerzos, ponemos medios, hacemos planes y objetivos, para obtener finalmente unos resultados francamente pobres. Y es un problema, porque en el fondo en la vida nadie nos enseña a fracasar o a gestionar los fracasos, sino que la tónica va por caminos totalmente contrarios.

Y en el mundo de la pastoral o de la evangelización, el tema de la gestión del fracaso es si cabe todavía más complicado. En primer lugar porque toca uno de nuestros elementos más esenciales; ya que con la fe queremos compartir la propuesta que da sentido a nuestra vida. Y claro, ante el rechazo o la indiferencia delante de esta propuesta, quien más y quien menos siente como algo se le tambalea dentro. En segundo lugar, porque ante la pastoral todo el mundo tiene claro lo que se hace mal, y la mayoría de la gente tiene la solución para este problema: habría que hacerlo más atractivo… acercarse más a los jóvenes… salir… Y ante estas críticas y propuestas, cuando se ha tratado de poner toda la carne en el asador, uno se queda tocado y preocupado por el hecho de no saber qué tecla tocar para poder hacerlo bien.

Llegados al punto en el que se ha fracasado en las propuestas pastorales, uno se siente frustrado al ver que tiene mucho que ofrecer (de hecho lo mejor) pero no encuentra el modo de hacerlo. Ahí vienen las salidas fáciles: echarles la culpa a los otros (que son los que no quieren escucharme), refugiarme en una espiritualidad cerrada e intimista (con mi grupito y nada más), alejar la mirada del problema y poner el acento en mis éxitos (profesionales y personales) o rebajar al máximo la propuesta pastoral (es decir en lugar de adaptar el mensaje, tratar de diluirlo lo más posible para que así pueda tener el mayor número de gente en la foto con la que justificaré mi “éxito” delante de mí mismo y de los demás) etc.

Pero en el fondo, todas estas vías de escape son una trampa que antes o después lleva a la frustración o al abandono de la causa. Por eso creo que la única salida (o entrada) para afrontar el fracaso pastoral es mirar a Jesús: el triunfador y también el fracasado. No digo nada nuevo, ni descubro el Mediterráneo, precisamente porque no hay otra manera de afrontar que nuestros planes pueden salir mal, igual que pasó con los suyos. Pero esta mirada a un Jesús que fracasa, no debe dejarnos encerrados en nosotros mismos y menos aún hacernos tirar la toalla. No, esta mirada nos tiene que llevar a descubrir que no todo depende de nosotros, sino que en nuestros planes debemos contar con la libertad de las personas y sobre todo con la acción de Dios.

Digo todo esto porque estoy seguro de que si trabajas en pastoral, habrás tenido igual que yo la experiencia de que, además de fracasar… de vez en cuando Dios se cuela en la vida de las personas y a través de ti les dice cosas que ni tú mismo te hubieras imaginado. Es verdad que esto suele ocurrir menos veces de las que planeamos, pero lo cierto es que es algo de lo que todos tenemos experiencia. Y creo que esto es algo muy importante, sobre todo porque nos hace darnos cuenta de que no todo depende de nosotros, sino que en nuestra tarea pastoral (a diferencia de cualquier otro tipo de trabajo) la intervención de Dios es la parte más importante de todas.

Por tanto, ante el fracaso en la pastoral no vale ni lamentarse, ni quedarse de brazos cruzados esperando que la acción de Dios surja de manera espontánea. Sino que más bien se trata de entender que nuestra tarea es la de preparar el camino al Señor. Sé que de nuevo no descubro el Mediterráneo, pero es así. En el trabajo pastoral, toda acción es en realidad colaboración. Y cuando uno trabaja en equipo, tiene que saber aceptar los tiempos y modos de hacer del otro.

Pastoral SJ

Formación para el trabajo en Parroquias

Para seguir avanzando en la expansión y concreción del Plan de Formación Común se ha organizado un curso-taller de Formación para colaboradores, laicos y jesuitas. El mismo tendrá lugar en la Ciudad de México, del 27 de enero al 5 de febrero del año que viene (2017).

El curso está dirigido, principalmente a los laicos que colaboran en parroquias jesuitas, a los jesuitas que ya están en este servicio o están por iniciar, como también a los escolares jesuitas, recién ordenados o no.

El taller tiene como objetivo preparar jesuitas y laicos para llevar, en colaboración, la misión de la Compañía de Jesús en las parroquias encomendadas a ella. El servicio parroquial es un lugar privilegiado para el crecimiento y consolidación de los diversos ministerios y vocaciones. La formación de laicos resulta estratégica por su residencia estable en las parroquias, y la de jesuitas por el privilegio de servir a los más necesitados en sintonía con la Iglesia y las diócesis.

A su vez, la metodología del taller seguirá los pasos de la pedagogía ignaciana: a través de herramientas como el poner contexto, compartir de la experiencia, reflexión, acción y evaluación, e inspirados en la tríada de ver – juzgar – actuar, se irá profundizando en las cinco “características de la parroquia jesuita en la América Latina de hoy”.

La organización de esta instancia de formación está a cargo de la Red Latinoamericana de Parroquias Jesuitas (RELAPAJ).

Para más información haz click

CPALSJ

 

Vuelve el MEJ al Templo Jesuitas

El Movimiento Eucarístico Juvenil volvió al Templo Jesuitas de Mendoza después de unos años de ausencia. Su relanzamiento tuvo lugar con una fiesta el domingo 29 de mayo, Fiesta de Corpus Christi.

La espiritualidad del MEJ, tiene raíces ignacianas, es una espiritualidad eucarística. La invitación que se hace a niños y adolescentes es a vivir en la amistad personal con Jesús, uniéndose a su Corazón, y siendo apóstoles en el servicio como ofrenda de la vida.

La propuesta varía según la edad. Para los más pequeños: Escuela de Monaguillos, los domingos es un espacio para jugar, aprender y preparar la misa con Jesús.

Las reuniones de los adolescentes tienen su espacio los sábados a partir de las 17hs.

En un video, comparten lo que fue la fiesta de re-inauguración. ¡No dejes de verlo!

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