Papa Francisco y seminaristas

Mensaje del Papa por la Jornada de las Vocaciones 2024

Nuestra vida encuentra plenitud cuando descubrimos quiénes somos, cuáles son nuestros dones, dónde podemos hacerlos fructificar y qué camino podemos seguir para convertirnos en signos e instrumentos de amor, de acogida generosa, de belleza y de paz, dondequiera que estemos»: el Papa Francisco ofreció ese resumen de nuestra vocación cristiana en su mensaje para la 61ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que la Iglesia conmemorará este año el 21 de abril.

El mensaje del Papa para la 61ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones (JMOV) se centra en el tema: “Llamados a sembrar semillas de esperanza y a construir la paz”, señalando que todos los cristianos estamos llamados a acoger la vocación que Dios nos ha dado para servirle en el mundo, ya sea a través de la vida consagrada, el sacerdocio, el matrimonio o como personas solteras.

La gratitud, dijo, debería caracterizar las celebraciones del Día Mundial de las Vocaciones, al recordar a los innumerables cristianos que sirven a Dios en todos los ámbitos de la vida. Invitó especialmente a los jóvenes a hacer espacio a Dios, para que encuentren la felicidad en su llamada, que respeta siempre nuestra libertad.

Dejen que Jesús los atraiga hacia Él”, dijo el Papa. “Llévale tus preguntas importantes, leyendo los Evangelios; deja que Él los interpele con su presencia, que siempre provoca en nosotros una crisis saludable”.

 

» Texto completo del mensaje del Papa para las Vocaciones: bit.ly/3x4WZro

» Fuente AICA bit.ly/4aG9BE7

Un camino sinodal: 11mo aniversario de Pontificado de Francisco

“El Espíritu Santo es Aquel que nos guía hacia donde Dios quiere”, son palabras del Papa Francisco pronunciadas en este camino sinodal de la Iglesia y signo permanente de su pontificado.

Johan Pacheco

Décimo primer año del Pontificado del Papa Francisco un camino marcado por la sinodalidad desde el inicio de su ministerio petrino, haciendo visible y llevando a la acción a la Iglesia: “hospital de campaña” que los recibe “a todos” pero “en salida” y “caminando juntos”; once años desde la perspectiva sinodal teniendo como protagonista al Espíritu Santo.

El undécimo año del Pontificado de Francisco es sinodal, un tiempo de oración para fortalecer la confianza en el Paráclito que ilumina el caminar de la Iglesia en un mundo aterrorizado por la guerra, que necesita el consuelo de Dios y la tarea de valientes constructores de la paz. Tarea también de una Iglesia sinodal que camina para encontrar al otro, escuchar, discernir y hacer presente la misericordia de Dios.

“Iglesia sinodal significa Iglesia sacramento de esta promesa —es decir que el Espíritu estará con nosotros— que se manifiesta cultivando la intimidad con el Espíritu y con el mundo futuro”, lo decía el Papa a los fieles de la Diócesis de Roma invitando a una “hermenéutica peregrina” que custodie el caminar de la Iglesia en su misión evangelizadora, no como una tarea organizativa sino con la presencia vida del Espíritu que da vida.

También al inicio de este proceso sinodal recordaba el Papa que es un tiempo del Espíritu Santo: “Queridos hermanos y hermanas, que este Sínodo sea un tiempo habitado por el Espíritu. Porque tenemos necesidad del Espíritu, del aliento siempre nuevo de Dios, que libera de toda cerrazón, revive lo que está muerto, desata las cadenas y difunde la alegría. El Espíritu Santo es Aquel que nos guía hacia donde Dios quiere, y no hacia donde nos llevarían nuestras ideas y nuestros gustos personales”.

Fuente: vatican.va

Leer el texto completo: bit.ly/4adxdzC

Encuentro anual de Parroquias y Templos jesuitas

El pasado 4 de noviembre el sector Templos y Parroquias a cargo de la Compañía de Jesús realizó su encuentro anual.

Bajo el lema: “Caminando juntos con esperanza en la belleza de la diversidad” las comunidades de la provincia ARU se reunieron de modo híbrido, es decir de forma presencial en sus zonas y a la vez todas conectadas de forma virtual.

Comenzaron con la presentación y oración inicial realizada por el P. Tomás Bradley y un grupo de laicos, encomendando el encuentro a la intercesión de San Ignacio y San Francisco Javier así llegar a una «Unidad de Ánimo».

La oración y el discernimiento tuvo su fuente, su “ pozo de Jacob” en la exposición de Monseñor Ángel Rossi, quien participó del Sínodo de la sinodalidad y compartió su experiencia. El testimonio del padre Ángel sobre lo vivido en el sínodo, mostró una Iglesia viva que sintió la acción y la presencia del Espíritu Santo. Al igual que al escucharlo.

Los fuertes testimonios vividos en el sínodo, fueron conmovedores. Reconocer que como agentes pastorales, laicos, religiosas y sacerdotes, tenemos responsabilidades sumamente delicada fue un cimbronazo. La toma de conciencia del hecho de cómo recibimos a las personas en nuestras comunidades podemos dar vida o causar Muerte, nos llama a replantearnos los modo de acogida y acompañamiento.

Escucha y oración fueron las protagonistas del Sínodo, así nos supo decir Monseñor Rossi. También deben ser protagonistas en la Misión que tenemos como Iglesia, nuestras pastorales tienen que estar nutridas por la Oración para poder escuchar y acompañar a nuestro prójimo. Esto implica acercamiento, necesidad de encuentro.

Con un gran aplauso agradecimos al Monseñor su testimonio y pasamos a los momentos de trabajo presencial, compartiendo mociones de lo escuchado.

En contraposición, se reflexionó sobre aquello que nos impide caminar juntos. Dolorosa pero constructivamente reconocimos que somos comunidades prejuiciosas, los prejuicios nos frenan, no nos permiten acercarnos, por lo tanto no podemos escuchar y conocer al otro ni dar a conocer a Cristo ¿Cómo desterrar estos prejuicios? Así vivir la sinodalidad y gozar de la belleza de la diversidad, es la tarea que nos urge comenzar.

La mayor debilidad que reconocimos fue la falta de oración y discernimiento comunitario, entre la realidad social y la acción pastoral el tiempo se presenta como el tirano ¿Será? Lo que sí sabemos es que esto limita la creatividad necesaria, frente a la realidad que nos supera y nos impide vivir en verdadera comunión.

Para finalizar la propuesta de volver a la presencialidad en el 2024 fue muy festejada. La sinodalidad y diversidad un tema que recién comienza.

Restauración de la Iglesia Jesús Nazareno en Corrientes

En septiembre del año pasado comenzó la obra de restauración de la Iglesia Jesús Nazareno, monumento histórico de la Provincia de Corrientes. Ubicada en el centro de la ciudad capital, es uno de los edificios con mayor valor histórico y arquitectónico. Actualmente, es atendida pastoralmente por la comunidad jesuita allí presente.

Por un desprendimiento en la mampostería, las intervenciones se realizaron en varias etapas, comenzando por los laterales del edificio, los pisos y el techo. Se realizó, además, la reparación de humedades internas, cambios en la instalación eléctrica, trabajos de pintura y la recuperación de la fachada de la Iglesia. “Todo se dio en una lógica de restauración” afirma Francisco Bettinelli, SJ.

 

Uno de los grandes trabajos realizados fue la renovación integral del campanario, donde incorporaron un marco esquelético de columnas de acero verticales y vigas en L horizontales, construidas en una cuadrícula rectangular para soportar los pisos, el techo y las paredes del mismo.

También se colocó una unidad motora nueva en el reloj histórico, se trata de una máquina tipo G3/4 de gran torque.

Las tareas de restauración las emprendió el Gobierno Provincial, desde el Ministerio de Obras y Servicios Públicos, con la colaboración de la Junta de Historia que intervino en el proyecto para mantener la originalidad de la estructura.

 “Algo importante de mencionar es que, a partir del desprendimiento de la mampostería, una parte de la Iglesia se había cerrado. Con estos arreglos, no sólo está más linda la Iglesia, sino que se recuperó el acceso, hay un cambio de ambiente.”, agrega Francisco Bettinelli, SJ.

  

Historia

El templo fue construido en memoria de Casto Vedoya, padre de Adelaida Vedoya de Ballesteros quien lo donó a la Arquidiócesis de Corrientes en 1932. Tiene una combinación de estilo románico-neogótico y en su interior está ornamentado con detalles en oro y mármoles de Carrara.

La Iglesia Jesús Nazareno se encuentra sobre la calle Carlos Pellegrini 1558, en la ciudad de Corrientes, Argentina. La piedra fundamental se colocó en noviembre de 1928.

Card. Michael Czerny sj: Sinodalidad y el pueblo de Dios. Superar el escollo del clericalismo

En la Constitución pastoral del Vaticano II, los Padres conciliares quisieron indicar como deber permanente de la Iglesia, la actitud de discernir «a fondo, los signos de la época e interpretarlos a la luz del Evangelio» (GS 4). Es a partir del diálogo y de la confrontación con la historia, que la necesidad de la Iglesia actual de volver a ponerse en camino, como Pueblo de Dios, junto con la familia humana, se declina como conversión en cuatro direcciones diferentes: pastoral, sinodal, social y ecológica. El Concilio delineó también un estilo teológico y eclesial que da «forma» a la semper renovanda conversión integral de la Iglesia, porque la orienta a la conformación a Cristo: a la comunión.

Desde 2007, se ha hecho mucho. Los retos trazados en el Documento Final de Aparecida siguen siendo vigentes. Los problemas planteados por la globalización, las migraciones, el recrudecimiento del racismo, la intensificación de la violencia social, la precariedad de la vivienda, el aumento de la pobreza y el descuidado de la creación, siguen constituyendo a día de hoy el banco de pruebas en el que la Iglesia latinoamericana y caribeña está llamada a confrontarse con el mensaje evangélico.

Además, la pandemia, como una lente de aumento, ha evidenciado estas criticidades con mayor claridad, revelando otros aspectos concomitantes, como la emergencia sanitaria, la educativa, pero también la necesidad de un liderazgo político capaz de orientar las opciones comunes hacia el bien de todos.

Desde el punto de vista intraeclesial, hacer de la misión la expresión directa e intrínseca de nuestra identidad bautismal, significa devolver a todo el Pueblo de Dios la plena dignidad de sujeto activo de la evangelización (EG 114). Desde el texto final de Aparecida hasta la Constitución apostólica Predicate Evangelium, pasando por el Sínodo sobre la sinodalidad, se nos plantea un nuevo desafío: reformar las estructuras eclesiales de modo que se incorpore el testimonio y la acción de los laicos en la vida y en la misión de la Iglesia, a todos los niveles, hasta el punto de no considerar como un hecho anómalo y extraordinario la posibilidad de que éstos ejerzan funciones y responsabilidades de gobierno en las Iglesias locales y en la Curia romana.

La sinodalidad no debe confundirse con una estructura particular, como un sínodo o una asamblea, ni reducirse a un instrumento al servicio de la colegialidad episcopal; es más bien aquello que cualifica el modus essendi et vivendi de la Iglesia, en la expresión de sinergias y carismas diferentes que convergen en la comunión y la unidad.

Sin embargo, para que se instaure un modelo circular de Iglesia, no basta con «abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe» (DAp 365), para así adquirir formas de participación más amplias, estrategias de toma de decisiones más proclives a la escucha y al diálogo. En otras palabras, para «invertir la pirámide», debemos ante todo empezar por la conversión de los corazones y de un cambio de ritmo en la forma en que nos consideramos miembros vivos del Cuerpo eclesial. Para ello, es urgente superar el escollo del clericalismo, es decir, dejar atrás esa mentalidad autorreferencial, que desde siempre impide a la fuerza transformadora del Evangelio expresarse en una actualización concreta de estilos de vida cristiana, inspirados por el Evangelio y animados por el amor fraterno y recíproco.

Me detendré brevemente en el clericalismo, dado que considero útil hacer hincapié en algunos de sus rasgos distintivos, para discernir la dirección a seguir y el trabajo que aún nos queda por hacer, por el bien de la Iglesia. Es ante todo una praxis que genera un estilo relacional. Esto significa que se aprende por imitación, siguiendo modelos que se convierten en ejemplares y que, posteriormente, generan un horizonte en el que situar la propia forma de pensar.

Si el ejemplarismo clerical ejerce tal poder de sugestión sobre las nuevas generaciones de sacerdotes y sobre su imaginario, es porque transmite una sensación de eficiencia alentadora y una apariencia de control y de seguridad. La prioridad no se encuentra en la determinación de iluminar, mediante la Palabra de Dios, los problemas de la sociedad, sino en imponer una disciplina que pueda regular los aspectos prácticos de la experiencia creyente. Debemos reconocer, con dolor y contrición ante Dios y ante las víctimas, que las relaciones verticalizadas y discriminatorias que se crean en ciertos ambientes eclesiales clericalizados, han generado y siguen dando lugar a numerosos casos de abuso de autoridad, de poder, de conciencia y de desorden con connotaciones sexuales.

La resistencia a la hora de acoger los documentos conciliares, como también el magisterio de Francisco, incluso el documento de Aparecida en el contexto latinoamericano, se debe en gran medida a la dificultad de convertir el corazón de obispos, presbíteros y religiosos a la idea de una Iglesia de «puertas abiertas», casa de todos, en la que la afirmación de la diversidad de ministerios y de carismas, no implica la subordinación de un laicado discente a una jerarquía docente. Incluso la reticencia de numerosos exponentes del clero hacia la conversión sinodal, nace a menudo del temor, comprensible y a veces no del todo injustificado, de que abrir la participación en el gobierno eclesial a los laicos pueda causar un debilitamiento de la estructura de la Iglesia, permitiendo la entrada de ideas y la implantación de dinámicas, del todo ajenas a la fe y a los valores de la moral católica. Se escucha a menudo que el clericalismo y el arribismo de los laicos es más nocivo y deletéreo que el de los clérigos.

Aunque esto fuera cierto, la solución no pasa por perpetuar un modelo de gobierno vertical y autoritario, sino por promover y formar a los laicos en un auténtico y genuino espíritu de pertenencia y participación eclesial. Hablo de laicos, que no sólo sean competentes en aquellos ámbitos en los que lo pueden hacer mejor que los sacerdotes, sino que ante todo sean hombres y mujeres de fe, discípulos en camino, enamorados de Cristo y de la Iglesia. No se puede contrarrestar el clericalismo si, al mismo tiempo, no se permite que surja un laicado responsable y fiable. En este sentido, está en juego el futuro del anuncio evangélico: la crisis de autoridad en la Iglesia, de hecho, se refleja en la inmediata y consiguiente desconfianza de las nuevas generaciones hacia una institución que se presenta esclerótica e inflexible, fuertemente clerical y anclada en un formalismo obsoleto.

*Fragmento de Actualizar y renovar la Doctrina Social de la Iglesia bit.ly/3OviOHm

Encuentro de Parroquias y Templos jesuitas de Buenos Aires

Testimonio de Ignacio Rey Nores SJ, sobre el Encuentro de Parroquias y Templos jesuitas de Buenos Aires, realizado el pasado 24 de Marzo.

El pasado viernes 24 de Marzo nos juntamos en el Centro de Espiritualidad Ignaciana de la Argentina un muy buen grupo de representantes de las comunidades de los templos y parroquias jesuitas de Buenos Aires. Fue una jornada armada y llevada adelante por los distintos referentes laicos de las comunidades de las parroquias de San Miguel (Patriarca San José y Perpetuo Socorro), de Quilmes (N.S. de Luján y N.S. de las Lágrimas), y de los templos de Regina Martyrum y del Salvador.

El lugar que nos cobijó la mayor parte del encuentro fue el Salón de Actos del Colegio, y allí tuvimos como primer momento un rato de animación llevado adelante por la gente de Luján, que nos hicieron cantar y bailar. Luego el P. Juan Berli hizo una bienvenida hablando de la importancia de este tipo de encuentros que facilitan la comunión y comunicación entre nuestras distintas comunidades. Sandra Miguele, referente de AMBA, también nos dio la bienvenida y nos contó cómo sería la jornada.

Un momento fuerte de la mañana fue escuchar el testimonio de tres personas de comunidades de la Parroquia N.S. del Perpetuo Socorro, quienes nos compartieron cómo Dios pasó por sus vidas a través de la espiritualidad ignaciana y de la pertenencia a la comunidad. Con esos testimonios como telón de fondo, nos ofrecieron unas puntos para la oración personal en donde se nos invitaba a tomar conciencia de cómo nos viene hablando Dios a cada uno de nosotros y a preguntarnos en qué momento de nuestro camino estamos.

Luego compartimos en pequeños grupos las resonancias de los testimonios y de la oración, y terminado este intercambio, un miembro de cada uno de los grupos compartió en plenario algo de lo conversado en el rato anterior.

Cerramos la mañana cantando todos juntos Alma misionera y tuvimos luego un buen tiempo para el almuerzo, en mesas distribuidas en el patio del CEIA, y todos íbamos y veníamos por las mesas donde se fue sirviendo lo que cada uno trajo, y así fuimos picoteando de manera muy gratuita y fraterna.

El bloque de la tarde lo iniciamos en el salón grande del CEIA. Allí el P. Juan nos hizo una presentación de la misión de las parroquias a la luz del magisterio del Papa Francisco, y luego dos de los jóvenes del templo del Salvador, Florencia y Cristian, nos ayudaron a entender la experiencia de “amigos en el Señor” que vivieron los primeros compañeros, sobre todo Ignacio de Loyola y Francisco Javier. Resonaron aquellas palabras que Ignacio le solía repetir al joven Javier “de qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma…”, y ese trabajo lento y constante que Dios fue haciendo en Javier a través del acompañamiento y del testimonio de vida de Ignacio. Se nos dio una consigna nueva para trabajar en pequeños grupos que consistía sobre todo en compartir los ámbitos de misión en nuestra comunidad donde nos sentíamos más a gusto y en hacer una lista de los distintos servicios que se llevan adelante en nuestras comunidades, para lo cual se nos dieron unos stickers.

Volvimos al salón del CEIA y allí hicimos una presentación en plenario de lo que escribimos en los stickers, y la dinámica era ir pegando luego esos stickers en un papelógrafo donde se había dibujado un gran árbol, con enormes raíces, un gran tronco y muchísimas ramas. Flor y Cristian agregaron luego lo importante que es que todos estos “frutos” surjan de tener en claro cuáles son nuestras “raíces”. Me tocó a mí hacer una síntesis de lo trabajado en la tarde, retomando la frase de Ignacio a Javier, e invitando a tomarnos en serio esto de tomar conciencia de nuestras raíces, tal como habla el Salmo 1, y de estar en contacto con el Amor de Dios, para lo cual hice énfasis en el texto de Juan 15 del sarmiento unido a la vid.

El cierre del encuentro fue con la Misa que se celebró en el salón de Actos del Colegio. Termino destacando la consolación de las personas de nuestras comunidades de Quilmes (y no dudo que también entre las otras comunidades), el sentir que fue un día de gracia, de esos que uno agradece haber estado allí: alegría que brota simplemente del poder encontrarnos y compartir lo que somos y hacemos allí donde vivimos, allí donde estamos, allí donde celebramos el Reino de Dios entre nosotros.

Uruguay: Restauración del órgano de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima (Cerro)

En el marco de la edición  número 36 del Festival Internacional de Órgano del Uruguay, llevado a cabo en el mes de octubre, se reinauguró el órgano de la Iglesia Nuestra Señora de Fátima (Cerro). Se trata de uno de los 35 órganos de tubos vigentes en el país, su restauración se realizó luego de haber estado en desuso durante 15 años aproximadamente.

Sebastián Gossio y Jaime Camps, fueron los técnicos organeros responsables del trabajo de restauración. En una entrevista realizada para la revista uruguaya «Sinfónica», detallaron: «Se trata de un instrumento mediano, 700 tubos en total. Posee dos teclados manuales y pedalera, con doce registros, es decir doce filas de tubos. Cada fila produce su propio sonido particular, que al ser combinadas de distintas maneras posibilita al instrumento sonar de diversas formas. Tiene filas que producen sonido puro de órgano y otras que imitan distintos tipos de flautas, y el oboe. La mayoría de los tubos son de metal, y los hay también en madera.»

La iniciativa para la restauración se dio con la llegada de Jaime Teuquil, diácono chileno, a Uruguay. «Siendo él mismo organista, fue quien promovió la reparación, que contó con el apoyo económico de Jesuitenweltweit, además de contribuciones de la colectividad lituana del Cerro, que constituye una parte importante de la feligresía de esa iglesia. Cabe agradecer a la Iglesia Católica la disposición en la recuperación del instrumento, en especial al párroco P. Rubén Strina.», comentaron Sebastián y Jaime.

Por último, los técnicos a cargo de la restauración compartieron el deseo de que, con el ejemplo de Nuestra Señora de Fátima, otras iglesias se animen a recuperar sus órganos, o a poner en óptimas condiciones los que están en funcionamiento.

Lee la nota completa aquí: Artículo Revista Sinfónica

 

Uruguay: Encuentro Nacional de las Familias 2022

El sábado 22 de octubre se realizó, en el Colegio Seminario, el Encuentro Nacional de las Familias, que reunió a familias de todas las diócesis de Uruguay, movimientos y grupos.

La actividad contó con la participación de sacerdotes, religiosos y laicos pertenecientes a parroquias, colegios, movimientos y asociaciones católicas que trabajan por la familia.

En el transcurso de la jornada hubo testimonios, encuentros temáticos y charlas a cargo de varios expositores, como María José Soler con “Características de la familia resiliente”, el P. Ricardo Facci con “La Pastoral Familiar como
catecumenado permanente”
y Fernando Vidal con “Aprender a discernir en familia”, entre otros.

Al mediodía tuvo lugar en el templo del Sagrado Corazón la santa misa, que fue presidida por Mons. Fabián Antúnez, obispo de la diócesis de San José de Mayo y presidente de la Comisión Nacional de Pastoral de Familia y Vida, de la Conferencia Episcopal del Uruguay.

«En la familia vamos descubriendo la experiencia vital de amar y ser amados, que configura a las personas y da anclaje y raíces, que permite proyectarse. Que permite que cada uno de sus miembros pueda soñar, experimentar los talentos y cualidades, y preguntarse por la propia vocación.»
Fuente: icm.org.uy

Sinodalidad es caminar juntos

Un grupo de Comunidad de Vida Cristiana (CVX) comparte una reflexión sobre la sinodalidad, las preguntas que surgen en torno al tema, y la invitación que nos deja pensar en una Iglesia Sinodal.

Reflexión

El domingo nos juntamos en la parroquia San Alejandro a intercambiar ideas a partir de las reflexiones que inspiró un panel conformado por su párroco, Richard Arce y tres miembros de la CVX: María Márquez, Agustina Langwagen y Macarena Sarroca.

En nuestro corazón y mentes quedaron resonando algunas preguntas: “¿Cuáles son los modos de ser Iglesia? ¿Qué es ser Iglesia? ¿Qué es caminar juntos?”

En un contexto de crisis algunas claves parecen ser la apertura, la humildad y el desafío de ser portadores de alegría. A todos quienes somos parte de la Iglesia desde nuestra vocación particular se nos llama a la corresponsabilidad, nos sentimos parte en tanto “hacemos parte”.

Como CVX reflexionar en clave sinodal nos interpela nuestros propios modos de animar a la participación, en especial la de los más jóvenes y cómo nos vinculamos a su vez con nuestros hermanos de la Iglesia local y con la sociedad en general.

Para intentar darnos tiempo para hacer preguntas, compartimos un texto que da marco al encuentro.

Richard Arce – Sinodalidad.pdf

II Encuentro de Parroquias y Templos Jesuitas de América Latina y El Caribe

El próximo Sábado 18 de Junio, entre las 18 y las 21hs (hora argentina/uruguay), se realizará el Segundo encuentro de Parroquias y Templos Jesuitas que forman parte de la CPAL.

“De la conversión a la misión ignaciana renovada en clave de Cuerpo Apostólico” es el lema que los convoca en esta ocasión, y están invitados a participar todos los grupos afines al trabajo pastoral, entre ellos: Catequesis, liturgia, animación, guiones y música; sacristanía, pastoral social, pastoral de la escucha, grupos juveniles, movimientos, comunidad de Vida Cristiana, voluntariados, grupos misioneros, espiritualidad y ejercicios ignacianos, comunicación, etc.

Pueden completar el link de inscripción aquí: https://forms.gle/fJjR5nk6NCmH5Kd88