Cuatro claves para gestionar “una crisis comunicacional” frente a abusos en la Iglesia

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Ante una crisis comunicacional derivada de un tema tan sensible y delicado como pudiera ser un abuso sexual, la doctora Albertina Navas, laica ecuatoriana, asesora en comunicación estratégica y marketing digital, gestión de la reputación, manejo de crisis, ofreció cuatro claves.

Esto lo hizo en el marco del Encuentro latinoamericano y caribeño de las Comisiones episcopales de prevención de abusos. Según  Navas, uno es la preparación; un segundo, la gestión; tercero, reparación; y, finalmente, transparencia.

1) La preparación

La preparación implica “tener protocolos y coordenadas de crisis previo a que esto estalle” para tener una conciencia interna bien sea en la comunidad o en el grupo directivo.

Simplemente “hay que estar claros que después de una crisis comunicacional por abuso sexual” se debe “recomponer el posicionamiento institucional, porque eso puede afectar también a los seguidores y a otras personas que ven a la iglesia como un referente ético”.

Por lo que se debe contar con “un comité de crisis permanente que esté formado o integrado por la primera autoridad si es una conferencia episcopal, el obispo en la persona de comunicación y la persona del área jurídica y de ahí se llama dependiendo de la naturaleza de la crisis a otros invitados”.

2) Gestión de la crisis

Hay una relación proporcional entre crisis comunicacional y escándalo que “afectan la imagen ante la opinión pública”, depende mucho de cómo se gestione. Por ello, un segundo elemento es la gestión.

Lo importante es que “ese comité de crisis genere los lineamientos, haga el manual de crisis, tenga una estrategia de vocería y claridad de respuestas”, explicó la especialista ecuatoriana.

“Es importante que tomemos decisiones basadas en datos para decidir cuál sería la mejor respuesta”, dijo toda vez que recomienda siempre responder “esa debe ser la primera opción en un caso de abuso”.

Navas indicó que ante una crisis digital el tiempo estimado que debemos responder a la víctima o víctimas es de 90 minutos, “quizás en 90 minutos no tenemos todas las respuestas, pero es importante un pronunciamiento inicial que diga que estamos informados del hecho y que estamos tomando las medidas”.

3) La reparación

La reparación es la tercera clave. Esta etapa tiene que ver con la reparación reputacional de las personas o institución que “hayan sido dañadas injustamente. Esto significa trabajar la reputación digital”.

Consiste en hacer un balance entre “la huella y sombra digital, es decir, no solo salir a decir cosas positivas, sino también generar que otras instituciones y personas con peso en el entorno digital hablen positivamente para equilibrar la narrativa”.

Si fuera el caso de que “se compruebe la responsabilidad” se debe también “ofrecer una disculpa sincera y adecuadamente. Esto es resumir el problema, especificar sus consecuencias para los perpetradores y relevar los valores de la comunidad”.

Todo ello pasa por el fortalecimiento que “implica lograr posicionar agendas positivas respecto de lo que la institución está haciendo correctamente en otras áreas. Es importante aclarar que en ningún caso se trata ni de lavar imagen, ni de quitar responsabilidad”.

4) La transparencia

Finalmente es clave saber que la transparencia “es el marco de acción para cualquier gestión de comunicación en crisis más en un entorno tan sensible y delicado como un abuso sexual”.

Transparencia comunicacionalmente hablando quiere decir “claridad”, es decir, utilizar un lenguaje comprensible y directo a los públicos claves; segundo, se debe tomar en cuenta lo factual, lo que “está enfocado en los hechos”.

Se debe tener mucho cuidado en “no revictimizar ni causar daños colaterales a terceros”; y, por supuesto, “ser sinceros, que se note y se sienta esa intención de reparación que hay detrás de las acciones tomadas”.

En este proceso de transparencia, se debe ser consistente, que toda comunicación se base en los hechos, porque “la comunicación sola no cambia comportamientos, sino que tiene que reflejar esas acciones tomadas en favor de la protección de la víctima de manera adecuada”.

Finalmente no hay que perder el foco. Cualquier pronunciamiento no debe tratar “temas menores, sino centrarse en la protección y reparación de la víctima”. Aún cuando “se debe abrir un espacio al público” sobre la situación, está el riesgo – en ese caso – de que las personas “nos puedan criticar duramente. Allí tenemos que saber gestionar esa negatividad”.

Ángel Morillo  Portada

@adncelam

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iglesia ruinas en reducciones del paraguay

Experiencia Vocacional CARDONER 2024

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Desde el 12 al 18 de julio, cinco jóvenes con inquietudes vocacionales de diferentes partes del país participaron en la experiencia “Cardoner” en Posadas, Misiones.

 

Acompañamos esta experiencia Néstor Manzur, Oscar Freites, Santiago Suarez, Fernando Báez y yo. Nos recibió la comunidad de la Parroquia Virgen de Itatí. Fueron días de encuentro fraterno, donde cada uno compartió su camino, las búsquedas e inquietudes sobre la vida religiosa y el carisma de la Compañía de Jesús.

 

A través de momentos de formación, iluminados por la Autobiografía, los Ejercicios Espirituales y las Constituciones, profundizamos en los pilares de la espiritualidad ignaciana y en las prácticas del discernimiento, para conocer mejor hacia dónde nos inspira e invita el Espíritu.

 

Además, realizamos actividades con la comunidad local, como salir a misionar por la zona parroquial, acompañar las celebraciones eucarísticas y animar con cantos y bailes en el encuentro de catequesis familiar. También visitamos las Reducciones Jesuíticas de la zona, tanto en Argentina como en Paraguay, con el fin de conocer las raíces de la historia de la Compañía de Jesús en nuestras tierras.

 

Por último, finalizamos con un día de “desierto”, una jornada al estilo de los Ejercicios Espirituales, para recoger lo vivido, ver dónde el Señor salió a nuestro encuentro en estos días, discernir acerca de la invitación que Dios tiene para nuestra vida, y decidir el camino a seguir en adelante. Agradecemos por sus oraciones y los seguimos invitando a rezar por las vocaciones a la Compañía.

 

Saludos y bendiciones,

 

Federico Moya sj

posadas letrero en letras de la ciudadvista de edificio reducciones en experiencia vocacional cardoner. jóvenes de espaldas

Testimonio Peregrinación a Itatí: «Lo que más me llevo es la fe de mis compañeros que movía a continuar el camino»

Soy Francesco Corraro, tengo veinticuatro años y participo en el grupo ‘Camino Joven IHS’ de la red juvenil ignaciana, un grupo de oración y espiritualidad ignaciana.

La peregrinación se trata de caminar en comunidad un total de casi 70 kilómetros para encontrarnos con nuestra Madre en su casa, Itatí. Todos los años los peregrinos llevan en sus corazones todas aquellas peticiones y promesas para entregárselas a la Virgen.

En mi caso este año fui como servidor, más concretamente en el servicio de agua. Nuestro rol como servidor consistía no solo en asistir a los peregrinos de acuerdo al servicio que elegiste, sino también el de dar apoyo emocional y espiritual durante el camino, alentando a nuestros compañeros a seguir. En una reunión previa a la peregrinación meditamos esta idea de “El verdadero servidor es el que primero se supo levantado por el Señor” y es así que, teniendo esto en presente, servimos a los demás devolviendo todas esas gracias y dones que hemos recibido de Dios pero no siendo algo que se queda sólo en la peregrinación a Itatí sino que se aplica en la vida misma, ya que estamos llamados a eso, a devolver todo el bien recibido.

Estoy muy agradecido por esta experiencia, de la que me llevo muchas cosas, esta fue la primera vez que participé de la peregrinación y lo hice como servidor, todo era nuevo para mí y aprendí mucho, pero lo que más me llevo es la fe de mis compañeros que movía a continuar el camino, una fe que muchas veces ni nosotros mismos dimensionamos que la tenemos en lo más hondo de nuestro corazón, y son justamente aquellos que caminan con nosotros los que muchas veces la despiertan.

Testimonio Peregrinación a Itatí: «Es María la que nos demuestra que, aunque cueste mucho, vale la pena»

Mi nombre es María Agustina Cardozo, tengo 21 años y soy de la ciudad de Concordia, Entre Ríos. En este momento estoy en Corrientes estudiando. Formo parte del grupo San Pedro Canisio y San Roque González de la RJI Corrientes.

Mi experiencia en la peregrinación fue y sigue siendo bastante peculiar. Siempre que me preguntan por esto, me cuesta encontrar las palabras que puedan describir lo que la peregrinación significa y es para mí.

Este año caminé por segunda vez y fue una experiencia completamente distinta a lo que viví el año pasado. En esta travesía vivís momentos de euforia y mucha emoción, momentos de calma y paz, de cansancio, de satifacción, de tristeza y hasta algunos enojos. La peregrinación es para mí una síntesis de la vida misma: con momentos hermosos y algunos no tan lindos donde, revivís sentimientos y situaciones que te han pasado y que hacen que seamos quienes somos. Además, no caminamos solos con nuestras peticiones y agradecimientos, sino que caminamos con la mochila de muchas personas que lo hacen al lado nuestro. Estamos caminando todos, en el mismo asfalto, bajo el mismo sol y por ende, en iguales condiciones. Hay momentos en los que acompañamos a otros que les está costando un poco más y, hay otros momentos en los que nos toca dejarnos acompañar por algún compañero. Es amar y dejarse amar por un otro, es amar y dejarse amar por Dios.

Por último y lo más importante, no quiero dejar de mencionar a María, quien es la responsable de que nos hayamos inscripto en esa peregrinación, la responsable de que tengamos fe, de que estemos ahí, de que confiemos y nos mandemos a esa locura, es la que le da sentido a caminar todos esos kilómetros hasta su casa, es ella la que hace que valga la pena. No llegamos por nosotros mismos o las fuerzas, músculos o lo que sea que creemos que nos permite caminar tanto. Es Ella, es María, es la que hace que lo sigamos intentando a pesar del dolor y, es la que nos demuestra que aunque cueste mucho, vale la pena. Porque ella vale la pena.

Testimonio #Magis2023: «Aprendí a hacerme pequeña frente a lo Creado»

Magis es un Encuentro mundial organizado por la Compañía de Jesús, que reúne a jóvenes ignacianos de todo el mundo y se realiza como experiencia previa a la Jornada Mundial de la Juventud. Este año tuvo lugar desde el 22 al 31 de julio de 2023 y fue Portugal la sede del encuentro.

Testimonio

Soy Rocío Moreda, tengo 18 años y soy ex alumna del colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús de Buenos Aires.

Estas vacaciones de invierno tuve el gran regalo de poder participar del Magis y de la JMJ.
Al principio la verdad no sabía mucho con que me iba a encontrar, no tenía mucha idea de que se trataba el Magis, fui sin esperar mucho. A mi me tocó la experiencia de ecología y medio ambiente, ahí conocí un grupo de gente muy lindo que me hizo sentirme un poco mas cerca de casa a pesar de que todos eran de lugares muy distintos del mundo. Sentí que algo más fuerte nos hacía hermanos y compañeros en este camino que empezábamos a transitar juntos para llegar a la JMJ con un corazón renovado. Me fui con el corazón mas en paz, más cargado de experiencias y de personas. Un corazón que traspasa las barreras de lo conocido y se lanza a lo que Dios tiene para mostrarle. En la experiencia aprendí a hacerme pequeña frente a lo Creado, a dejarme maravillar por tanto regalo, tanta sencillez y grandeza al mismo tiempo. Aprendí a dejar de buscar a Dios en lo “esperado” para dejarme sorprender en donde sea que el quiera hacerse presente. Él se hizo presente en mis compañeros de experiencia, en el intercambio entre culturas, en cada caminata, cada misa, cada paisaje y cada atardecer. Al final fuimos como una gran familia porque donde está Él, hay familia.

Llegar a la JMJ con la previa preparación del Magis fue lo que hizo también que pueda disfrutarlo aún mas. En la JMJ me quede en una casa de familia y nuevamente volví a sentir el mismo sentido de familia que en el Magis. La familia desde el minuto 1 nos acogió con mucha ternura e ilusión. Ellos en su hospitalidad, cariño y alegría fueron reflejo de Dios para mi en la JMJ.

Magis y JMJ fueron experiencia de sentir que realmente formo parte de algo mucho más grande. Fue disfrutar sencillamente de compartir una charla, una oración, una comida. Fue un ponerse en marcha, buscar y encontrarme con tanto que me es regalado.

Magis 2023: Crear un futuro lleno de esperanza

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El magis de Ignacio dio fruto y hoy es un don para la Iglesia y para el mundo entero: la búsqueda de la voluntad de Dios por cada uno de sus hijos en lo más profundo de su ser.

Hoy, en todo el mundo, el lenguaje ignaciano es capaz de suscitar encuentros, unir a las personas, poner en movimiento a quienes buscan una comunidad en la que vivir su fe.

Una peregrina del Líbano que ha participado en anteriores ediciones de MAGIS dice que «lo que más le gusta de MAGIS es poder conocer a gente de todo el mundo». Ciertamente, vivimos en tiempos de constante movimiento, de encuentros a distancia que las redes hacen posible. Pero echamos de menos el contacto, la espontaneidad de vernos cara a cara, las risas, el compartir.

Por eso, cada vez que piensas en un encuentro de MAGIS, sueñas con la alegría de la celebración común.

El anuncio que hizo el Papa Francisco en Panamá en 2019 llenó de alegría a los portugueses. Cuando supimos que la próxima Jornada Mundial de la Juventud sería en Portugal, inmediatamente empezamos a soñar con la venida del Papa a nuestro país. En particular, los jesuitas y la familia ignaciana de Portugal comenzamos a soñar con MAGIS 2023.

Los jóvenes son los protagonistas de la actualidad. Vivimos en la era de las grandes preguntas y los grandes deseos. Es la época de la búsqueda de Dios y del sentido de la vida. Los jóvenes son quienes pueden hacer oír su voz en la lucha por la justicia. Pero también son con más probabilidad las víctimas de la pobreza y la exclusión causadas por las desigualdades contemporáneas. Son la esperanza de un futuro cada vez más ecológico y sostenible y los herederos de la forma en que tratamos nuestra Casa Común.

Queremos que MAGIS 2023 sea una experiencia que profundice la motivación y refuerce el compromiso de los jóvenes con el mundo. Esperamos que, al final de estos diez días, sus ojos puedan ver y sus corazones estén preparados para crear, como nueva generación, un futuro lleno de esperanza. Esta determinación marcará la dirección de los días siguientes: La Jornada Mundial de la Juventud contará con la participación de millones de jóvenes que, inspirados por María, no pueden quedarse sentados, sino que, se ponen en pie y parten apresuradamente hacia cualquier lugar donde la paz, la justicia y la felicidad no sean todavía una realidad.

En el logotipo, las olas evocan la apertura al diálogo, los nuevos horizontes, la acogida y el encuentro de tantas culturas. Las cinco esquinas del logotipo de MAGIS 2023 están presentes en la bandera portuguesa y representan las cinco heridas de Cristo. Mientras que los colores de las letras son los de la bandera portuguesa. El azul nos recuerda a María, nuestra Señora, Reina de Portugal y Madre de la Compañía de Jesús. María que «se levantó y se fue deprisa», el lema que el Papa Francisco ha elegido para la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud en Portugal.

Del 22 al 31 de julio de 2023, el Centro Ignaciano Lumiar, en Lisboa, se transformará en la gran «Villa MAGIS». Un colegio, un centro universitario, una casa de huéspedes, una parroquia, el JRS, varias obras ignacianas y la Curia Provincial de los jesuitas. Todo ello al servicio de los dos mil jóvenes de entre 18 y 30 años, jesuitas y religiosos de espiritualidad ignaciana de más de 100 países del mundo que se reunirán para celebrar este gran evento.

Fuente: jesuits.global

Silenciosos en la acción

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Fragmentos extraídos de la publicación “Jesuitas 2022 – La Compañía de Jesús en el mundo”

Stivel Toloza, SJ – Director, Red Juvenil Ignaciana, Provincia de Colombia

Una pastoral juvenil revitalizada con la experiencia del silencio, la contemplación y la acción.

En general, muchos jóvenes asocian el silencio al tedio, a cosa de monjes y monasterios. Nada más hay que ver cuán difícil se torna en ocasiones proponer, en los retiros espirituales que ofrecemos a los jóvenes de nuestras instituciones educativas, orar en silencio. Cada vez más tenemos que acudir a películas, a actividades lúdicas, a rondas recreativas, etc., para posibilitar que los retiros no sean «aburridos» y, en consecuencia, evitar que estos dejen de ser atractivos para ellos y ellas.

Por supuesto que en ningún momento estoy poniendo en tela de juicio lo importante que son estas estrategias más didácticas para que los jóvenes se encuentren con su Creador, pues todas estas metodologías se convierten en recursos valiosos para alcanzar dicho fin. Sin embargo, creo que vale la pena traer a la reflexión el lugar y la vigencia que el silencio tiene hoy en el camino espiritual de los jóvenes y cómo esta escucha atenta puede llegar a ser o seguir siendo un elemento que en la vida de los jóvenes puede dinamizar su propia conversión y su compromiso decidido y valiente con la transformación de la realidad.

Con la expresión «silenciosos en la acción» no pretendo afirmar que en adelante los retiros o Ejercicios espirituales para jóvenes deban ser siempre en un silencio absoluto. Sería ingenuo proponer algo así. De hecho, para hacer silencio no se necesita una casa de retiros para sentir el canto de los pájaros y el susurro del viento. Los jóvenes pueden vivir la experiencia del silencio en el trayecto del bus urbano, en el compartir fraterno departiendo la vida en un bar, en el concierto de música tan esperado, o, por qué no, a partir de una mirada más contemplativa y menos superficial de las redes sociales.

En medio de todo ello, la pedagogía del silencio contemplativo invita a que los jóvenes puedan escuchar su corazón y reconocer en ese corazón joven la voz de Dios que se encarna en los más sublimes silencios, pero también en el bullicio de la cotidianidad y de la rutina.

En consecuencia, la novedad de la propuesta de la Red Juvenil Ignaciana es un llamado a abrazar el silencio para ver todas las cosas nuevas en Cristo, aquel silencio en el que Dios también se nos comunica; que está lejos de ser pasivo y menos aún cómplice; silencio que se torna más bien en oportunidad para vivir con mayor autenticidad esa creación de un futuro (y un presente) esperanzador a la que nos invita la Compañía de Jesús.

 

 

Ligeros de equipaje: experiencia de Ejercicios Espirituales para jóvenes

La experiencia Ligeros de Equipaje reunió a jóvenes de diferentes territorios de Chile como Arica, Antofagasta, Santiago y Región del Bío Bío con el fin de proponerles una experiencia diferente de encuentro con Dios, a través de los ejercicios Espirituales y el compartir en Comunidad, por medio de la experiencia en la naturaleza y la inmersión en nuevas culturas. En este sentido, para el año 2023 se realizaron dos experiencias simultáneas de Ligero de Equipaje.

La primer experiencia se realizó en el sur de Chile, por medio del Trekking, Ejercicios Espirituales y acompañamiento en comunidad, se invitó a que los participantes fuesen conscientes de aquellas cosas que les genera peso en su vida que les distrae y les quita el foco de lo esencial, fortaleciendo vínculos y la experiencia de oración.⁣ Esta experiencia se realizó del 21 al 30 de enero del presente año.

La segunda experiencia se realizó en Bolivia, este encuentro estuvo marcado por una tanda de Ejercicios Espirituales en la ciudad de Cochabamba, días para reflexionar en el silencio por tanto bien recibido durante el año recién pasado y tomar fuerzas para comenzar este año con más esperanza. Esta experiencia se realizó del 16 al 26 de enero del presente año.

Conocé más sobre la experiencia aquí:

Arquidiócesis de Córdoba: Encuentro con el Obispo

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El jueves 13 de octubre, Mons. Ángel Rossi SJ, convocó a un grupo de jóvenes coordinadores, animadores y  dirigentes de grupos juveniles para escucharlos y que le cuenten qué están construyendo en la Iglesia en este tiempo. Compartimos el testimonio de Celina García, religiosa de las Hijas de Jesús, quien comparte con nosotros impresiones generales del evento:

El Señor confía en los jóvenes

El evento realizado en el Seminario Mayor de Córdoba,  fue asistido por miembros de la “Pastoral de Juventudes” de la Arquidiócesis, que tuvieron el rol de guiar la conversación, teniendo como finalidad la escucha atenta de los jóvenes, quienes tomaron la palabra la mayor parte del encuentro fueron los jóvenes.

Se abrió el micrófono y el arzobispo retomo algunas citas de la Exhortación apostólica postsinodal, Christus Vivit que sintetizan las convicciones que tiene la Iglesia dadas por el pasado Sínodo de los jóvenes, para este tiempo. Seguidamente los representantes de cada comunidad y parroquia se fueron presentando.

El clima fue de reencuentro, abrazos, saludos… que daba cuenta de cierta familiaridad, alegría y sorpresa por la convocación recibida. Entre mates fue pasando el micrófono de un lado a otro del salón, el cual quedó pequeño, eran más de 100 jóvenes provenientes de zonas céntricas y también del interior de Córdoba.

Luego de la presentación, se dieron un tiempo de reflexión para que los representantes de cada comunidad preparen la segunda parte de la conversación, orientados por cuatro elementos: las necesidades que traen, los límites con los que conviven, que se está construyendo y que sueñan.

Haciendo un intento de síntesis de lo compartido, en esta segunda parte, hay algunos elementos importantes que valen ser destacados. Los jóvenes desean ser acompañados en el itinerario cotidiano y formativo en sus comunidades; que en ese caminar juntos, jóvenes y adultos, puedan “ponerse” sobre la mesa, en diálogo sincero, los diversos temas que abarcan los desafíos de la vida actual y; varios destacaban la formación en prevención y acción para casos de abuso, adicciones y otras problemáticas que afectan a todas las zonas pastorales, especialmente en algunas zonas más que en otras.

El encuentro finalizó con una breve síntesis, por parte del Mons. quien advirtió que es un pecado eclesial no escuchar a los jóvenes, agradeció cada cosa linda que fue compartida, destacó que el próximo año el eje de la Arquidiócesis será la misión, que tenemos que pensar en dos o tres momentos de reunión de “todos los pelajes”. Exhortó a los jóvenes a buscar “liderazgos lindos” en los grupos donde están, que cuiden a los que llegan a sus comunidades especialmente a los frágiles.

Y, como tesoro final compartió dos ejemplos del Evangelio que nos hablan de que Dios confía en los jóvenes, la primera la Virgen María, una muchacha, adolescente de Palestina a quien se confía en su vientre la encarnación del Hijo de Dios y, otro momento el de Juan, el discípulo amado, cuando se le confía, a los pies de la cruz, el cuidado de María, la Madre de Jesús, y desde ese momento Madre de la Iglesia. Ambos eran jóvenes cuando se les confía una tarea grande, porque Dios Confía en los jóvenes.

IX Misión RAUCI en San José del Boquerón

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Desde el 28 de mayo al 4 de junio, más de 70 alumnos y docentes de 15 colegios de Argentina y Uruguay, participaron de IX misión en San José del Boquerón, organizada por la RAUCI (Red Argentino Uruguaya de Colegios Ignacianos).

Los misioneros vivieron una experiencia de mucho aprendizaje y entrega durante lo compartido en los cinco parajes que visitaron.

Juan Luis Panizza SJ, estudiante jesuita uruguayo, participó de la misión como coordinador de grupo y compartió un breve testimonio sobre lo vivido:

«Lo más importante es lo que compartimos con la gente del lugar: visitamos sus casas a la mañana, escuchamos sus historias, hicimos talleres en la capilla a la tarde, y recibimos de parte de ellos una generosidad desbordante. Nos ayudaron a cocinar, nos trajeron colchas, nos llenaron un tanque con agua del río, arreglaron en horno de barro de la capilla para hacernos pan, nos invitaron a ver el partido entre Argentina e Italia en una tele que funcionaba a partir de un generador. Fueron como ángeles que nos cuidaron, especialmente Hermelinda, Ramón y Marta.

Y también fue central lo que compartimos entre nosotros, sobre todo a la noche, en torno al fuego. Eran compartires profundos e íntimos, en los que se era posible pispear la interioridad de los demás, entrever sueños y heridas. Y se hacía con un cariño y una misericordia tal que hacían que las palabras fueran sagradas y sanadoras