Servicio Jesuita al Migrante
El Servicio Jesuita al Migrante (SJM), realizo un vídeo con parte de las entrevistas hechas a extranjeros que viven en nuestro país, en el marco del proyecto «Por una cultura de la hospitalidad y del encuentro», buscando dar a conocer el trabajo que realizan con los migrantes.
En el corto conocemos la historia de Miller, Ursula y Domigo, quienes cuentan como fue que llegaron a la Argentina, sus grandes expectativas y la realidad con la que se encontraron.
Servicio Jesuita al Migrante
El Servicio Jesuita al Migrante (SJM) se inicia con el propósito de servir y acompañar en el proceso de regularización para la residencia de los migrantes en Argentina. De esta manera se pretende disminuir, la falta o mala información, el miedo y los abusos que se generan en este entorno. Este servicio se origina en el año 2002 y es llevado adelante por voluntarios en el Barrio Mitre San Miguel provincia de Bs. As. Actualmente forma parte de la Red Sudamericana del Servicio Jesuita al Migrante que perteneciente a la Compañía de Jesús.
Por una cultura de Hospitalidad y del Encuentro
La campaña nace de la Red Jesuita con Migrantes, y busca reprobar el ambiente hostil que cada vez más impera en nuestras relaciones sociales . En particular condena la discriminación, el mal trato, los secuestros, la explotación, los abusos y las violaciones a los derechos humanos que padecen las personas latinoamericanas, desplazadas, refugiadas y retornadas en sus países de origen, tránsito y destino.
El objetivo de la campaña es contribuir a la construcción de una ciudadanía y de una política pública inclusiva, hospitalaria, solidaria y tolerante sobre todo hacia las personas migrantes, desplazadas internas, refugiadas y deportadas y hacia las diversidades culturales en América Latina. Se desarrollará a través de las siguientes estrategias:
1. Sensibilización y movilización interna: en primer lugar la campaña pretende fomentar “la hospitalidad en casa», es decir entre las obras educativas, pastorales, sociales de la Compañía de Jesús, de FIFyA, de CVX y nuestras propias comunidades religiosas. Todas están llamadas a involucrarse activamente no sólo mediante la promoción de la campaña, sino también mediante la adopción de experiencias concretas de acogida, colaboración y hospitalidad hacia las personas migrantes, refugiadas y desplazadas.
2. Ampliación de los promotores: la campaña no se concibe como una iniciativa exclusiva de las redes que por ahora la promueven, desea promover una gestión más amplia que incorpore, como sujetos de su propia historia, a las mismas personas migrantes y refugiadas y sus organizaciones y también a otras redes e instituciones civiles.
3. Sensibilización y movilización social: gracias a la articulación entre las obras, las redes, los sujetos sociales y sus iniciativas, la campaña espera generar regionalmente un mensaje común, una sensibilización colectiva, una movilización concertada, con múltiples y variados desarrollos nacionales. La campaña se propone ofrecer algunas iniciativas y materiales a todas las obras involucradas en América Latina y el Caribe para que en cada país se adapten a su contexto y se desarrollen, cuanto más mejor, de acuerdo a sus posibilidades. Además se procurará que las obras, instituciones y/o comunidades locales organicen sus propias iniciativas y con ellas aporten, desde su propia realidad y contexto, a la construcción global.
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