Experiencia #Vocacional en Cura Brochero

El fin de semana del 4 y 5 de noviembre, en el marco de la fiesta de los santos y beatos de la Compañía y el día de las vocaciones, se realizó la experiencia vocacional Caminando Voy.

Esta experiencia fue una peregrinación hacia Villa Cura Brochero, donde 10 jóvenes de distintos lugares de Argentina, fueron compartiendo y profundizando en sus inquietudes y búsquedas de Dios, a la luz de la vida y testimonio del Cura Brochero.

Peregrinararon junto a ellos Rafael Stratta y Cristian Marín, del equipo de Junventudes y vocaciones, y los novicios Leonel, Sebastián y Yareth. Fueron recibidos en casa Arrupe por los estudiantes, quienes con su hospitalidad también pudieron compartir con los jóvenes que participaron de la experiencia.

El camino compartido, la oración, las conversaciones y el testimonio de Brochero, permitieron llegar a destino con el corazón agradecido y el deseo de responder a las preguntas que se han despertado en cada uno.

Damos gracias a todos los que han peregrinado con su oración desde sus comunidades. Y los invitamos a seguir pidiendo al Señor por las vocaciones, y a que podamos ser testimonio que invite a otros a seguir a Jesús.

Ingresos al noviciado

José Manuel Pizarro (CL) y Fernando Arriola (PY), llegaron a Montevideo el 7 de marzo para el ingreso al Noviciado. A modo de inducción, los primeros días recorrieron la ciudad de Montevideo y visitaron las comunidades que luego serán los lugares para su apostolado.

El sábado 11 de marzo a la mañana, se celebró una misa para recibir y formalizar el ingreso de los novicios. Álvaro Pacheco SJ, Delegado del Provincial en Uruguay, presidió la eucaristía, que estuvo acompañada por la comunidad del noviciado, jesuitas de otras comunidades de Montevideo y la familia de uno de los ingresantes. También estuvieron presentes Cristóbal Fones SJ, Delegado de Formación de la Provincia Chilena y Adan Jaquet SJ, Delegado para juventudes y vocaciones de la Provincia Paraguaya.

 

Para José Manuel y Fernando, el lunes 13 de marzo empezó el tiempo ordinario en el noviciado, lo que se llama la Primera Probación, el tiempo inicial con horarios y actividades. Es también un tiempo en el que los novicios de segundo año los acompañan y los reciben.

El noviciado es la puerta de entrada a la Compañía de Jesús. Si bien cada uno hizo ya un proceso previo de discernimiento acompañado por jesuitas, la entrada al noviciado es una profundización de ese primer discernimiento, que se vive con más hondura.

Lo que se procura en el noviciado es que se dé la posibilidad de un espacio profundo de encuentro con Jesús, para poder discernir, para poder caminar en este primer tiempo hacia el mes de ejercicios espirituales. El ingreso al noviciado también significa ser recibido en un cuerpo apostólico que quiere acompañar a los ingresantes en el paso que están tomando, donde sea que continúen en adelante.

Reavivar una “Cultura de promoción vocacional”

El 8 de octubre, más de setenta jesuitas de todo el mundo se unieron al P. General en un seminario web para tratar de la promoción de vocaciones en la Compañía de hoy.

La iniciativa fue suscitada por el deseo del P. General de compartir algunas de las conclusiones de su Consiglio Allargato de septiembre, que se había centrado en el tema vocacional. La mayoría de los promotores que fueron invitados al webinario habían contribuido con valiosas aportaciones al Consiglio Allargato al haber participado en los grupos de discusión preparatorios, por Zoom, durante el verano.

Por lo tanto, se preguntaban cómo su aporte habría ayudado a dar forma a las futuras direcciones de la promoción vocacional que se habían discernido durante el Consiglio de septiembre. El seminario web también proporcionó una oportunidad para que dichos promotores vocacionales hicieran preguntas, dieran su opinión y ofrecieran sugerencias directamente al General en base a sus propuestas. Así pues, demostró ser un ejemplo innovador de cómo el creciente uso de la videoconferencia, dictado por la pandemia, no sólo está transformando sino también mejorando las diversas maneras como el P. General puede comunicar y estar en contacto con los jesuitas de todo el mundo.

El P. General comenzó el seminario web resaltando que toda promoción vocacional comienza con la pregunta “¿cómo ayudar a las personas a escuchar la llamada que viene del Espíritu Santo?”. Crucial en el caso de nuestra vocación jesuita es el novedoso estilo de vida religiosa que Ignacio imaginó, y su consideración que el cuerpo apostólico de la Compañía necesita diversos tipos de trabajadores, tanto sacerdotes como hermanos, llamados por el Señor a trabajar en su viña. En particular, el P. General subrayó la importancia de la vocación del hermano, e hizo hincapié en que “la Compañía de Jesús, sin hermanos, no sería la Compañía de Jesús”.

Uno de los principales temas que el P. General destacó durante el webinario fue la necesidad de reavivar una “cultura de promoción vocacional” en toda la Compañía. Dicha cultura se deriva del hecho que la promoción de las vocaciones forma parte de nuestra identidad jesuita; por lo tanto, debe ser una parte esencial de la vida-misión de cada miembro del cuerpo apostólico de la Compañía.

Las características clave de esta cultura de promoción vocacional incluyen la oración diaria por las vocaciones, el que las comunidades jesuitas sean acogedoras, la animación de la promoción vocacional en todos nuestros apostolados, la invitación a que cada jesuita asuma la responsabilidad personal de invitar a los jóvenes a considerar la vida religiosa, y el esfuerzo por llevar vidas fieles e inspiradoras que encarnen lo mejor de lo que podemos ser.

El P. General dijo también a los promotores vocacionales que en los próximos meses piensa reunirse vía Zoom con los Superiores Mayores de cada Conferencia para tratar de formas concretas de fomentar una cultura de promoción vocacional en su contexto local. Un primer paso crucial en este proceso es establecer un plan claro para la promoción vocacional que detalle las personas, los medios y los recursos necesarios para acompañar a los jóvenes mientras disciernen su llamada a la vida religiosa. En particular, el General animará a los Provinciales a que envíen a algunos jesuitas a trabajar a tiempo completo en la promoción de las vocaciones, y ello sin que se produzca una rápida rotación, para que así puedan establecer relaciones, construir programas y cultivar las redes de colaboración que se necesitan.

También informó que invitaría a nuevas y más profundas relaciones entre la promoción vocacional y la pastoral juvenil. En el corazón de ambas misiones se halla el arte del acompañamiento, que requiere cercanía y armonía con los jóvenes y con Jesús. Al fin y al cabo, todas las vocaciones son un don del Señor, pero estamos invitados a cooperar con ese don y a caminar con la generación siguiente mientras discernimos juntos cómo los jóvenes están llamados a servir en la viña del Señor.

Por Mark Ravizza, SJ – Delegado para la formación

Fuente: www.jesuits.global/es

Carta en el tiempo de adviento – Rafael Velasco SJ

Compartimos el mensaje de Adviento que el Provincial de los jesuitas en Argentina y Uruguay, Rafael Velasco SJ, ha enviado a toda la Provincia. 

Queridos Compañeros: 

Hace unos días inicié con empeño la tarea de escribir a la Provincia una carta sobre la Navidad. Incluso había comenzado a hilvanar algunas ideas que me parecieron muy buenas… hasta que encontré varias de esas ideas que quería compartir con ustedes, muy bellamente expresadas en la carta apostólica del Papa Francisco “El hermoso signo del pesebre”. Así que me pareció mejor, en lugar de escribir una carta navideña, invitarlos a leer con provecho espiritual esa carta del Santo Padre. Verdaderamente da para mucho. 

De todos modos, sí me pareció que podría ser de ayuda, compartir con ustedes alguna reflexión acerca del Adviento, tiempo en el que nos preparamos para el Nacimiento y la contemplación del hermoso signo del Pesebre. 

Leemos en una de las lecturas de Adviento: 

“Aquel día, los sordos oirán las palabras del libro, y verán los ojos de los ciegos, libres de tinieblas y oscuridad. Los humildes de alegrarán más y más en el Señor y los más indigentes se regocijarán en el Santo de Israel. Porque se acabarán los tiranos, desaparecerá el insolente, y serán extirpados los que acechan para hacer el mal, los que con una palabra hacen condenar a un hombre, los que tienden trampas al que actúa en un juicio, y porque sí nomás perjudican al justo.” (Is 29, 18 – 21) 

El Adviento es tiempo de re-aprender a Escuchar y Ver: Aprender a Escuchar la Palabra de Dios que se nos revela, privilegiadamente en la Biblia, pero que resuena también silenciosa y discreta en el gran libro de la Historia humana, en las páginas modestas de la realidad cotidiana. En el Adviento pedimos al Señor que viene que nos abra el Oído para saber escucharlo a Él hablándonos en la vida de tantos hermanos y hermanas nuestros silenciados. 

Es tiempo de re-aprender a Ver –libres de las tinieblas de las afecciones desordenadas- la realidad como Dios la ve. Aprender a ver con su ternura y Su compasión; ver cómo los humildes se alegran en Dios y nos enseñan por qué alegrarnos. 

El Adviento –como anuncia el profeta- renueva nuestra esperanza de que será el Señor quien viene a poner las cosas en su lugar: según los criterios de Su Reino donde los últimos son los primeros, los débiles son los fuertes, los pobres son los que nos enriquecen con su solidaridad. 

Sabemos, por experiencia, que en un mundo en el que con mucha frecuencia los injustos vencen y los débiles son descartados, la concreción de esa Esperanza es gracia y es ardua tarea. No habrá justicia sin hombres y mujeres justos, no habrá solidaridad si no hay manos que comparten el pan, no habrá buena noticia a los pobres sin labios que la anuncien y no habrá Esperanza sin pies que caminen el camino al lado de su Pueblo. 

Por eso necesitamos prepararnos, alentar la conversión del Corazón para recibir la Gracia que nos viene a traer el Niño de Belén. 

¿Qué podemos hacer para ayudar a esa conversión en este tiempo? Juan el Bautista nos da algunas pistas: 

“La gente le preguntaba: «¿Qué debemos hacer entonces?». Él les respondía: «El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro tanto.” Algunos publicanos vinieron también a hacer bautizar y le preguntaron: «Maestro, ¿qué debemos hacer?». Él les respondió: «No exijan más de lo estipulado». A su vez, unos soldados le preguntaron: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer?». Juan les respondió: «No extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo.” (Lc. 3, 10 -14) 

Como bien aconseja Juan Bautista, no hay mejor modo de prepararse que compartiendo, despojándose para ayudar a enriquecer. “El que tenga…que dé…” Dar abrigo y comida son los dos caminos para prepararse a recibir a Aquel que es Buen Pastor y Pan de Vida. Cuidar, dar abrigo, a los que nos son confiados, y alimentar al que tiene hambre. Dar alimento para el cuerpo y el alma. 

Y no sólo eso: ayudar a que la sociedad sea un lugar un poco más justo para vivir, Juan les dice a los soldados: No extorsionen a nadie, y a los publicanos no exijan más de lo estipulado. La conversión comienza por hacer con rectitud lo que nos corresponde. A nosotros –consagrados- se nos ha preservado de muchas cosas, como por ejemplo las angustias cotidianas de buscar el sustento, para que tengamos la libertad necesaria para arriesgar nuestras vidas en favor de los pobres y los desvalidos; tenemos solucionadas algunas cuestiones de vida básica para tener tiempo y dedicación para entregarnos, de manera decidida, a los que nos necesitan, para entregar nuestra vida como alimento, como nuestro Maestro “nacido en suma pobreza y así al cabo de tantos trabajos , de hambre, de sed de calor de frío, de injurias y afrentas, , para morir en cruz, y todo esto por mí (EE. 116)”. Una vida mediocre es una estafa a Dios y a Su Pueblo. Por eso, es urgente convertirnos, dejar entrar al Señor más profundamente en nuestra vida para ser aquello que somos. Servidores, “esclavitos indignos” de Jesús pobre y vulnerable. 

El Adviento es tiempo de conversión, de volver a lo original que nos ofrece el Niño Dios nacido y envuelto en pañales. Que este Adviento nos encuentre en camino de conversión. Que sea tiempo de Esperanza y bendición. Pidamos que el Señor bendiga nuestros labios para que anunciemos su Buena Noticia a los pobres, que bendiga nuestras manos para abrirlas generosas al compartir cotidiano, que bendiga nuestros pies para caminar junto a los pasos vacilantes y cansados de los migrantes y los desplazados, que el Señor de la ternura bendiga nuestros corazones para que puedan latir al compás de los corazones destrozados por el dolor y la angustia, que el Señor bendiga nuestros oídos para que escuchemos –en medio del ruido y las palabras- el susurro tenue del Espíritu y el gemido silenciado de los descartados; que el Señor bendiga nuestros ojos para que seamos capaces de ver, como Jesús, las dos moneditas de la viuda en medio de un mundo que se obnubila por el dinero, la fama y el poder; que el Señor bendiga nuestras vidas para que, en esta Navidad, se hagan bendición para los pobres, los vulnerados y los hombres y mujeres de buena voluntad. 

Que Dios nos regale a todos un Profundo Adviento y una Santa Navidad. 

Fraternalmente. 

Rafael Velasco S.J. –  Provincial

Fallece Juan Carlos Scannone, el jesuita que enseñó al Papa la Teología del Pueblo

El 27 de noviembre pasado falleció el P. Juan Carlos Scannone SJ, reconocido teólogo y filósofo lationamericano. Compartimos aquí algo de su historia y su fructífera vida académica. 

“Lamentamos comunicar la partida a la Casa del Padre del P. Juan Carlos Scannone SJ. Agradecidos a Dios por su vida y vocación, por la dedicación y reflexión que enriqueció la filosofía y teología latinoamericanas. Querido Juan Carlos, descansa en paz”, con estas palabras han comunicado el fallecimiento del teólogo los jesuitas de Argentina en sus redes sociales.

Nacido en Buenos Aires en 1931, el religioso fue uno de los profesores de Jorge Mario Bergoglio en el Seminario de San Miguel. En el panorama latinoamericano es uno de los referentes principales de la Teología del pueblo como una evolución y concreción de la Teología de la liberación, dentro de la llamada “escuela de Buenos Aires” que trazó la nueva propuesta con los mimbres conciliares.

Entre sus obras, PPC ha publicado ‘El Papa del pueblo. Conversaciones con Bernadette Sauvaget’ (2017), una serie de entrevistas sobre el papa Francisco. En el prólogo, Sauvaget señala que “como filósofo y teólogo, Juan Carlos Scannone es una de sus figuras prominentes. Todavía hoy, esa teología del pueblo inspira poderosamente al papa Francisco”.

“Bergoglio, mi alumno”

Scannone entró en la Compañía de Jesús en 1949; su carrera académica comienza en 1956, cuando se licenció en Filosofía en la Facultad de Filosofía de San Miguel, Argentina. Luego estudió Teología, en la Universidad de Innsbruck, Austria (1963) y obtuvo el grado de Doctor en Filosofía en la Universidad de Munich, Alemania (1967). Es profesor emérito de varias universidades de la Argentina y de Europa, así como en numerosos grupos de investigación de entidades eclesiales latinoamericanas.

Desde 2003 formaba parte del equipo asesor del Departamento “Justicia y Solidaridad” del CELAM y, entre 2014 y 2016, fue colaborador permanente de la conocida publicación jesuita italiana, La Civiltà Cattolica. Recibió la noticia de la elección de Francisco desde el Colegio Máximo, otro lugar de referencia en la formación del pontífice. Desde el primer momento se refirió al Papa como “Bergoglio, mi alumno”, quien llamaba de forma cariñosa a Scannone con el apodo de “Cacho”. En una reciente entrevista a el portal Vida Nueva reivindicaba la teología del pueblo como “una opción preferencial por los pobres, pero crítica del uso del análisis marxista para el ver y el actuar”.

Fuente: Jesuitas Lationamérica

El Padre General y la reestructuración de la Compañía de Jesús

“Lo que hemos llamado ‘la reestructuración de la Compañía de Jesús’ no es un juntar provincias. Yo quisiera poner el tema en otros términos. Es un proceso muy complejo, porque es el proceso de adaptar estructuras que existen, muchas de ellas con una larga tradición en el tiempo, o crear formas organizativas nuevas para atender una misión que ha cambiado, como lo exige el desarrollo del mundo. 

O sea, el tema es que el foco de la reestructuración es la misión. 

El foco de la reestructuración no son las culturas, ni las lenguas  ni ningún otro aspecto sino que es la misión, como ha sido siempre. Y la misión es el resultado de un proceso de discernimiento que no es fácil, pero que tiene que llevar después un proceso de planificación apostólica.”

Así comienza el Padre General, Arturo Sosa SJ a explicar el motivo de los procesos de reestructuración de las provincias jesuitas que se viene dando en todo el mundo desde hace años. 

Puedes escuchar la presentación completa en el siguiente link

Apostolado social de los jesuitas: con Jesús, servir a los más excluidos

La vida de quienes, en el contexto de la Compañía de Jesús y en colaboración con ella, se dedican al apostolado social, es una manera muy concreta de seguir a Jesús acompañando al pueblo de Dios. Este es el tema del discurso inaugural del P. Arturo Sosa con motivo del Congreso de Apostolado Social, que se celebró en la Curia General de la Compañía del 4 al 8 de noviembre.

El Padre Mario Serrano SJ, delegado para la misión socio-pastoral de la CPAL y uno de los organizadores del Congreso de Apostolado Social, subraya que El apostolado social de la Compañía de Jesús es una expresión de su vocación fundamental, que está llamado a servir la fe y la promoción de la justicia. Y se expresa en una diversidad de obras apostólicas, algunas explícitamente sociales, como lo son los centros sociales, la red de jesuitas por los migrantes, el trabajo con los indígenas, las emisoras, la red de emisoras que tenemos en toda América Latina.”

Pero a la vez también, ”todas las demás obras apostólicas, educativas, parroquiales, tienen una dimensión social, al servicio de nuestras sociedades, específicamente de los más excluidos. Es una realidad que exige que nuestra fe se explicite en una acción por la justicia, por la fraternidad universal, por la acogida y la hospitalidad”.

Énfasis y desafíos. Momento para discernir

Serrano considera que el punto de partida es “discernir a dónde nos está llamando el Señor”.  Así identificó al menos dos énfasis y tres desafíos, fruto de la reflexión que se está llevando en el Congreso.

El primer énfasis consiste en “una mayor cercanía con los más excluidos. Vamos sintiendo que Dios nos llama como compañía de Jesús a estar más cerca de la gente que sufre en la Amazonía, de los migrantes, de los sectores populares, porque es desde ahí que nace la inspiración y el llamado de Dios. Y también desde ahí se nos van ocurriendo ideas de una transformación, de una sociedad que exige transformaciones, ese es uno”.

Un segundo énfasis, implica “fortalecer nuestras instituciones sociales. Que es también de alguna manera el fermento para que todas las demás obras puedan tener un compromiso serio y profundo con los más pobres, los preferidos del Señor”.

En cuanto a los desafíos, el padre Serrano considera que el primero está referido al cuidado de la casa común, particularmente a enfrentar las situaciones que conllevan desastres de tipo ecológico y que tienen que ver con la minería y la extracción de hidrocarburos. Ligado a este, está el desafío de “proteger también a las comunidades más pobres y frágiles que luchan por sus derechos continuamente, acompañándolos a ellos en sus luchas”. Para lograrlo, debemos trabajar en colaboración con otros, de esa manera todos nos enriquecemos, insistió.

El tercer desafío consiste en el reconocimiento del trabajo que muchas laicas realizan por la justicia. “El pensar su presencia, su liderazgo, lo que tiene que cambiar nuestras estructuras de participación, y los retos que tienen en el continente por la exclusión que viven, son también de los retos que vamos viendo, y de los cuales el discernimiento nos va iluminando, y que Dios nos está llamando por esos caminos”.

Sectores donde se encuentran los mayores desafíos

Mario Serrano afirmó que “uno de los desafíos que es clave, es la crisis de la democracia que estamos viviendo en América Latina. En estos momentos como que en América Latina nos arropa una crisis de la institucionalidad democrática, a la cual la Compañía está llamada a dar respuesta, desde las instituciones explícitamente dedicadas a lo social y desde las otras ligadas a la educación, a la pastoral, y a la espiritualidad misma. Porque hay que desarrollar una cultura democrática desde el fondo, y estamos llamados en todos los lugares de América Latina a dar respuesta de esto, a esa crisis de la democracia por la cual estamos pasando”.

Un segundo sector es el de los migrantes, “que pasan por situaciones, nuestro pueblo, a ser forzados a salir por situaciones económicas, la situación de crisis política en la que están viviendo muchos de los pueblos nuestros, los países en américa latina”.

Otro sector muy fundamental es “el acompañar a las comunidades indígenas, y a los pueblos afro, que son donde se presentan la mayor realidad de exclusión y de pobreza extrema en nuestro continente”.

Y luego, insistió, por supuesto que estos retos sociales tienen en la mayoría de las veces, situaciones de conflictividad con sectores que no están interesados en el fortalecimiento de nuestras institucionalidades democráticas, que no están interesado en el cuidado de la casa común y, que, por el contrario, la explotan y desarrollan toda esta cultura del consumo extremo irresponsable y del descarte del todo, y poderes que quieren desplazar nuestras poblaciones indígenas de sus territorios.

Llamado a la conversión de la Compañía de Jesús

El padre Serrano advierte que no basta con identificar desafíos y elaborar programas para enfrentarlos. Por eso considera que,” la principal barrera es vencer nuestras propias barreras internas personales e institucionales”. Por eso, continuó: “estamos pidiendo al Señor que nos de la fuerza para que, eso que nos da a reconocer, nos de la fuerza para encarnarlo en nuestra propia vida personal y en las instituciones”.

Fuente: Vatican news

Luciano Esnaola SJ: Historias Gigantes – Un relato de campesinos a 2.000 sobre el nivel del mar

Luciano Esnaola SJ está cursando actualmente sus estudios de Filosofía y Humanidades en la ciudad de Córdoba, Argentina.  Además, se le ha encargado acompañar el trabajo que la Fundación Manos Abiertas hace en ‘Los Gigantes’. ‘Lucho’ cuenta en primera persona la experiencia de cada subir hasta la escuelita y encontrarse con la gente que vive en sus alrededores. 

Por Luciano Esnaola, S.J.

 “Y es que acá hijo, estamos lejos y alto, ni siquiera las promesas de los políticos nos llegan…” relata entre mates y sonrisas Doña Ofelia, una campesina de unos 68 años que vive en el paraje “Los Gigantes” (Sierras Grandes de Córdoba), comunidad de unos trescientos campesinos, que trabajan a campo abierto, pastoreando animales y cultivando en aquellas zonas donde la montaña regala alguna pampa de altura. Gente que practica una economía de subsistencia familiar, que sabe del cuidado del entorno natural que lo rodea, de la escasez de recursos y del aprovechamiento de las horas de luz del día. 

La escuela-albergue de montaña “Nuestra Señora del Valle”, obra a cargo de la fundación Manos Abiertas desde 2009, tiene como principal cometido el sostener el arraigo de las comunidades campesinas en la montaña. La escuela ofrece educación inicial, primaria y secundaria, a cincuenta familias acercando de este modo más y mejores oportunidades para los pobladores de las Sierras. 

Una mirada agradecida 

Volver de cada subida con los voluntarios de Manos Abiertas, es constatar que el silencio y la soledad, el trabajo duro y la fe en un Dios providente, la hospitalidad y el sueño esperanzado de una mejor calidad de vida, son moneda corriente entre los serranos. Uno puede ser testigo -agradecido- del modo en que estas personas van tejiendo esfuerzos por la gente que quieren, aún en las dificultades patentes que los rodean. 

En el libro de los Ejercicios Espirituales, san Ignacio de Loyola nos invita a

“Mirar cómo Dios habita en las criaturas, en los elementos dando ser, en las plantas vegetando, en los animales sensando, en los hombres dando entender; y así en mí dándome ser, animando, sensando, y haciéndome entender; asimismo haciendo templo de mí siendo criado a la similitud y imagen de su divina majestad…” [EE 235]

Traigo esta cita de la llamada ‘Contemplación para alcanzar amor’, porque podría tomarse como el itinerario para la experiencia de recorrer esos caminos rurales. Son palabras que reflejan el movimiento espiritual interior, que se presentan como símbolo del asombro ante el hecho concreto de ser testigo de la vida de los campesinos que poco necesita para emerger y discurrir. Palabras de San Ignacio que habilitan mil preguntas por el modo de proceder de Dios entre esta gente y sus hábitos. Son palabras que intentan llevar a concepto aquellas experiencias de encuentro con los campesinos -y quizá- con el Misterio de lo inefable, de la vida oculta de un Jesús de Nazaret que asoma entre el pan casero y el mate con peperina.  

De camino al encuentro 

La aventura de subir a la escuela de Los Gigantes, tiene sabor a misión rural. Subir cada sábado, por el camino austero y de ripio que te lleva hasta la escuela, es ponerse una mochila que lleva lo básico, es prepararse para estar sin señal de teléfono todo el día, es sujetarse al mapa y el GPS para poder dar con las complicadas ubicaciones de los puestos en medio de las quebradas. Toda una misión que te desafía, que te regala un paisaje imponente, pero sobre todo, que te renueva en el encuentro gratuito con los campesinos, en sus historias sencillas y de trabajo duro. 

Cuando llegamos a la escuela, desayunamos todos los voluntarios juntos -unos 58 jóvenes- y salimos al campo -en camionetas- a visitar a las familias de los chicos que durante la semana estudian y viven en la escuela-albergue. En cada una de las visitas, es fácil saberse acogido desde el primer momento (aunque no te conozcas con la familia). No hay ansiedades en el trato, se comparte la vida diaria, las alegrías y las luchas. Prestas el oído y también sos escuchado, te acercas en puntas de pie a la soledad de tu hermano que no puede, o le regalas una escucha atenta que te agradece como si le hubieses dado flor de consejo; te acerca a las personas, sin barreras, desde la gratuidad y dejando la esperanza de un nuevo encuentro.

Ojalá podamos regalarnos más momentos de quietud para poder asombrarnos de lo extraordinario en lo ordinario. Para poder vivir un poquito más con la premisa de cambiar la mirada juicio, por una mirada agradecida. Para abandonar la mirada que nos arroja números rojos por lo que nos falta, para abrirnos a la pregunta por el Misterio de una vida plena en el despojo material. Un vida gigante como la de Doña Ofelia que vive “lejos y alto”, aunque más cerca del Cielo.

Franco Raspa SJ: “Mendoza es mirar y confiar en el trabajo de Dios a lo largo de mi vida”

Franco Raspa SJ cuenta cómo fue su llegada a Mendoza y lo que esto significa dentro de la experiencia de vivir su vocación dentro de la Compañía de Jesús. 

Por Franco Raspa, S.J. 

Mendoza viene siendo en este tiempo algo más que mi primera misión en Argentina como sacerdote. Yo diría que es caer en la cuenta de doce años de formación en la Compañía de Jesús. Mendoza es mirar y confiar en el trabajo de Dios a lo largo de mi vida. 

En este oasis en medio del desierto me encontré con un reducido grupo de compañeros que buscan hacer frente cada día a la mies abundante, que se da por estas tierras. Dos de ellos trabajando junto a los más sencillos en el barrio San Martín; mientras los otros dos, en la zona céntrica de la ciudad, en la atención del templo Sagrado Corazón de Jesús y, en la práctica y atención del centro de espiritualidad. 

En lo particular, la misión principal que se me ha encomendado es la ser capellán del colegio San Luis Gonzaga. La cosecha en el colegio es enorme. De ahí, que mi labor en estos primeros meses se haya enfocado en conocer la siembra. Conformada no solo de estudiantes, sino también, de educadores y de un nutrido grupo de familias. 

El resto de mis jornadas giran en torno al acompañamiento de grupos juveniles y en la colaboración con el servicio sacerdotal del templo. Allí, para mi sorpresa, las filas para el sacramento de la reconciliación son interminables. Se podría decir, parafraseando a nuestro querido san Francisco Javier, que uno queda con los oídos y el corazón cansados de tanta escucha y gracia de Dios.

Confiado en la compañía del Señor a través de lo que veo e intuyo, camino día a día junto a mis compañeros en buscar y hallar a Dios por estas tierras. 

P. Arturo Sosa SJ: ¿Qué es el discernimiento?

“Creo que el Discernimiento es un verdadero regalo de la espiritualidad ignaciana para la Iglesia; quizás, incluso, para la humanidad. El discernimiento es aprender a ver más allá de las apariencias, de lo que la razón puede mostrarte, de lo que puedes leer o aprender de las maneras convencionales que tenemos de alcanzar el conocimiento, y estar atentos y abiertos a los signos del Espíritu en la propia vida”. 

Así empieza en Padre General de los jesuitas, Arturo Sosa SJ a definir qué es el discernimiento. 

El video fue elaborado por la curia jesuita en Roma. Puedes verlo en el siguiente link