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«Mi vida es seguir esa pista que se me dio en un momento e ir trazando un recorrido. No sólo para mí, sino compartirlo, en lo posible con mi generación”

Javier Meloni Sj cuenta su testimonio de sentirse llamado a la vida consagrada.

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Agradecimiento – Votos 2015

Hoy que concluimos este tiempo de Noviciado que dio comienzo a nuestro camino de Jesuitas, son muchos los rostros y los nombres de aquellos que se han ido cruzando en este camino y han hecho posible el encuentro con Dios, que nos va enamorando.

Es difícil transmitir la experiencia vivida, las huellas que en nosotros se han ido generando al compartir con tanta gente. Y a su vez más difícil encontrar el modo de expresar nuestro agradecimiento a todas ellas. De igual manera, queremos decir en sencillas palabras, aquello que surge desde un deseo profundo de dar gracias “por todos estos dones recibidos.”

En principio queremos dar gracias a nuestras familias por el don de la vida y de la Fe: porque en nuestras casas aprendimos a compartir con generosidad y a valorar lo simple del paso de Dios en la vida diaria. Y porque en lo incierto y a veces incomprensible de nuestro camino, se animan a confiar y a acompañarnos.

A la Compañía de Jesús, por dejarnos caminar por esta senda de hacernos y ser compañeros del Señor. Y en ella a los Jesuitas, que nos han acompañado y han estado cerca en este tiempo. En especial queremos agradecer a Alejandro, nuestro Provincial: por su escucha atenta y su cercanía.

A  Juan Carlos y Marcelo, y a la comunidad de los dos años de noviciado, especialmente a Pablo, Ernesto y Cristian, por alentarnos siempre, por la paciencia y la confianza en todo momento y por el testimonio de su consagración. Queremos además agradecer a Laura, por su delicadeza, su atención y su espíritu de servicio en el noviciado.

Agradecemos también a la comunidad de Ciudad Mi Esperanza y a la Parroquia San Ramón Nonato, a la comunidad de Nuestro Hogar 3 y la Parroquia Jesucristo Salvador del Mundo: por la amistad y el trabajo compartido, por el testimonio de alegría, de Fe, de lucha y de compromiso que nos han regalado durante estos dos años.

A la familia Márquez y a todas las familias que trabajan en el cortadero de ladrillos, por enseñarnos silenciosamente el valor del trabajo, del compartir entre todos lo que se tiene, y de preocuparse por los demás y sus necesidades.

A las comunidades jesuitas de San Ignacio en Montevideo y San Francisco Javier en Resistencia, y al personal de los Hospitales Español y Perrando: por habernos hecho sentir parte de sus trabajos cotidianos y del deseo de servicio a los enfermos, en quienes encontramos a Jesús en la Cruz y en la soledad.

Quisiéramos también agradecer de modo especial a la comunidad de San José del Boquerón: a Marcos, Juan Carlos, Nico, Rodrigo y Mary. Con ellos a tanta gente que encontramos en el monte santiagueño, en las comunidades y en las escuelas donde trabajamos, que nos han manifestado el rostro de Dios en su fe, su alegría, su hospitalidad ilimitada, su confianza y amistad para compartir el tiempo, la mesa, los mates, las alegrías y los dolores de la vida.

Nos gustaría, además, dar gracias a todos aquellos que se sumaron a nuestro camino cuando peregrinamos hacia San Nicolás: a todas las personas que nos abrieron las puertas de sus casas y de sus vidas, con quienes compartimos nuestras búsquedas, necesidades y cansancio. En especial a las Carmelitas de San Nicolás, por esperarnos y recibirnos siempre con alegría.

A la Comunidad de la Pastoral Carcelaria y a los chicos de los Institutos de Menores: por permitirnos conocer sus historias y sus sueños de un futuro distinto, y compartir juntos al Dios de la Misericordia.

Por último queremos dar gracias por el don de la amistad que nos une, y por los nuevos amigos que dentro de la Compañía surgen y dan fuerza a nuestros pasos.

A fin de cuentas, queremos dar gracias a Dios Padre por tantos bienes recibidos, por haberse hecho presente en todos estos rostros y nombres concretos, y sabiendo que es el Señor quien nos ha llamado, queremos encomendarnos a sus oraciones y los invitamos a que juntos le pidamos a María que con su amor de madre nos sostenga, para que repitamos como ella el SI de una entrega confiada e irrevocable. Ave María.

¡Muchas Gracias!

Marcos Stach, Agustín Borba Diperna y Matías Hardoy

 

Votos 2015

El pasado sábado 7 de Marzo, tres novicios de la Compañía de Jesús hicieron sus votos perpetuos de Pobreza, Castidad y Obediencia. Los mismos tuvieron lugar en el Templo de la Compañía de la Ciudad de Córdoba, en la que se encuentra el Noviciado San Ignacio. En el mismo, los jóvenes pasaron los últimos dos años para completar allí la primera etapa de su formación como jesuitas, en la que tuvieron que pasar por diversas experiencias.

Luego de esta etapa de Noviciado, los nuevos jesuitas comenzarán sus estudios de Filosofía en el Colegio Máximo, por lo que deberán mudar su lugar de residencia a San Miguel, provincia de Buenos Aires.

Los protagonistas de este gran acontecimiento, que contó con la presencia de gran cantidad de jesuitas de toda la Provincia son: Matías Hardoy, (21 años, Lincoln, Pcia. de Buenos Aires), Agustín Borba Diperna (21 años, Tacuarembó, Uruguay) y Marcos Stach (31 años, Las Breñas, Chaco).

Por otro lado, el 28 de Febrero pasado, hicieron su ingreso al Noviciado otros tres jóvenes: Matías Agüero (23 años, Córdoba Capital); Joaquín Tabera (24 años, San Salvador de Jujuy) y Luciano Esnaola (26 años, Río Cuarto, Pcia. de Córdoba) .

 Les dejamos aquí la fórmula que rezan los novicios de la Compañía de Jesús al hacer sus votos.

«Dios todopoderoso y eterno: Yo, -nombre del novicio-, aunque indigno de presentarme ante ti, confiado en tu amor infinito e impulsado por el deseo de servirte, en presencia de María la Virgen y de nuestros hermanos los Santos, te prometo con voto, pobreza, castidad y obediencia perpetuas en la Compañía de Jesús.

Y prometo entrar en la misma Compañía para vivir en ella perpetuamente, entendiendo todo esto según las Constituciones de la Compañía.

Te pido con humildad, por la sangre de Jesucristo, que te dignes acoger con agrado este sacrificio; y como me has ayudado a desearlo y ofrecértelo, ayúdame a cumplirlo con la abundancia de tu gracia»

 

Discernimiento, Danza de deseos

A lo largo del tiempo se han dado diferentes definiciones del discernimiento.

* Según la definición más simplista pareciera que discernir era disponer del número del teléfono celular de Dios para preguntarle en cada momento qué hacer. Evidentemente, Dios te respondería, “ya estás mayor; mira tú mismo qué debes hacer…”

* En ocasiones se ha formulado que el discernimiento sirve para “encontrar la voluntad de Dios”. Yo te diría que sí y no. Por una parte Dios no nos impone su voluntad, aunque sí tiene unos deseos fundamentales que nos los va concretando según nuestra capacidad. No es que Dios tenga siempre algo que indicarnos, Dios respeta la libertad que nos dio.

Cristo nos liberó, dice San Pablo, ¡para que fuéramos libres! Tanto así que si tú  y yo no queremos, no entra en nuestro corazón ni en nuestra vida…

* Otras personas dirán que el discernimiento es el modo para saber elegir entre dos alternativas… Otra vez tengo que decirte que sí y no. No es sólo para elegir una cosa concreta. El discernimiento es tan vital que tengo que practicarlo toda mi vida.

El título de este artículo decía “danza de deseos”, ¿verdad? Hablar de baile y de deseos corrige falsas ideas que hemos podido tener del discernimiento.

El Discernimiento bien entendido, es un diálogo de deseos: los que tú tienes con los deseos de Dios. Eso sí, tus deseos profundos, aquellos que dicen quién eres tú en lo más profundo. Ese diálogo de deseos, esa danza de deseos, es para producir algo nuevo, algo que brota del corazón de Dios y de mi propio corazón y tendrá que ver siempre con el gran sueño de Dios: ¡que venga su Reino! Y su Reino tiene que ver además con el anhelo que tengo yo también –en mi propia conciencia, en mi manantial-; sueños de solidaridad, de buscar la felicidad de todos y sobre todo de los que más sufren. ¿Ves cómo discernir no puede ser algo impuesto en mi vida, que me oprima o que me la haga más difícil?

Discernir no será una imposición de Dios.

Discernir, eso sí, me va a exigir esculcar dentro de lo más profundo mío, esos anhelos más guardados y cotejarlos con los deseos de Dios y así, seguir caminando por la vida, en una tónica de discernimiento perenne; en un baile perenne, haciendo que se provoque el Reino.

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¿Sabes por qué me agrada la imagen de la danza?, porque, además de que me gusta bailar, en la danza debe haber un acoplamiento perfecto entre la pareja para no tropezar. Cuanto más se acople la pareja, cuanto más se intuya los movimientos de la pareja, mejor sale el baile.

Es cierto que habrá momentos en los que tendré que decidir algo puntual o hacer una elección concreta y también para ello habré de usar el discernimiento.

Pero el discernimiento como tal es más grande que una elección específica.

 Los grandes deseos de Dios se concretan, gracias a Jesús, en lo que significa Reino de Dios. Fíjate que es la palabra clave de todos los Evangelios, y por mucho tiempo, permaneció soterrada. Esto nos trajo muchas deformaciones a la Iglesia y al mundo.

Reino de Dos es una palabra técnica y hace alusión a un proyecto que tiene Dios –Madre y Padre- para con toda la humanidad. Es un proyecto de justicia solidaria, de tolerancia, de amor, de paz, de equilibrio ecológico, donde los más necesitados son los más beneficiados. Es un proyecto que incluye a todas las personas, que debe comenzar aquí en esta Tierra y que culminará un día en el seño de Dios. ¿No sientes que ahí están expresados muchos de tus anhelos?

Carlos Cabarrús, SJ

Encuentro del Cono Sur de Estudiantes Jesuitas 2015

Durante el mes de enero se realizo en Paraguay el ECSEJ (Encuentro del Cono Sur de Estudiantes Jesuitas) que reunió a estudiantes jesuitas de filosofía de las provincias de Brasil (4), Perú (2), Bolivia (2), Paraguay (1) y ARU (2). De nuestra provincia participamos Pablo Michel y Francisco Bettinelli. Durante el encuentro tuvimos variadas experiencias: un tiempo de integración, ocho días de Ejercicios Espirituales; visita a las distintas comunidades del país; recorrido por las reducciones jesuitas; un taller acerca de las misiones jesuitas y el pueblo guaraní dado por Bartomeu Meliá; diversos talleres enfocados en herramientas apostólicas y una semana de misión en San Ignacio, ciudad que fue fundada como reducción por San Roque González y donde ahora está el Noviciado. Además, tuvimos una breve pero muy linda salida fuera del país: cruzamos a Foz de Iguazú y visitamos las cataratas.

Quedamos muy agradecidos por el tiempo vivido.

Tuvimos la gracia, por un lado, de seguir conociendo de modo más amplio y profundo a la Compañía de Jesús con sus muy diversos matices. Valoramos tanto el tiempo compartido con compañeros jesuitas de otras provincias como el haber tenido la oportunidad de ver y gustar en profundidad la misión de la Compañía en Paraguay. Por otro lado, nos llevamos el regalo de haber sido recibidos con mucha generosidad por la gente. Ya sea en la misión, (donde tuvimos que incursionar en el guaraní) como en la visita a las parroquias y obras de la Provincia. Nos esperaron siempre con los brazos abiertos y el tereré ya dispuesto para empezar a ser compartido. Le agradecemos a Dios por tanto bien recibido.

Francisco Bettinelli Sj 

Mes Arrupe 2015 en El Salvador

Los estudiantes de Teología que inician su tercer año en los CIFs de Belo Horizonte, Bogotá y Santiago estuvieron reunidos en el Centro Loyola de San Salvador (El Salvador) para la experiencia del Mes Arrupe. Un tiempo y un programa dedicados a considerar el ministerio sacerdotal, de cara a la Ordenación Diaconal y Presbiteral en un futuro cercano.

El grupo está formado por 24 escolares, de los cuales ocho proceden de Belo Horizonte, nueve de Bogotá y siete de Santiago. Su procedencia es muy variada: un mexicano, un guatemalteco, dos salvadoreños, cuatro colombianos, dos ecuatorianos, dos peruanos, un boliviano, tres chilenos, dos argentinos, tres brasileños, un polaco y dos estadounidenses.

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La primera parte del programa son los Ejercicios Espirituales, individualmente acompañados a lo largo de nueve días. Las otras dos partes están dedicadas a talleres sobre el sacerdocio en la Compañía de Jesús, y la afectividad en la perspectiva del ministerio ordenado. Para ello contamos con la orientación de los PP. Johnny Veramendi (VEN) y Kevin Flaherty (CDT).

El Equipo de formadores, que acompañan los Ejercicios, está compuesto por los PP. Gonzalo Contreras (CHL Coordinador), Javier Osuna (COL), Adelson Dos Santos (BRA), Karmelo Egüen (CAM) y Juan Miguel Zaldua (VEN-CPAL).

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La provincia centroamericana, en la persona de su provincial Rolando Alvarado, del socio Fidel Sancho, y del responsable del Centro Loyola Carlos Manuel Álvarez, nos ha brindado una excelente acogida y un sinfín de detalles y apoyo para la realización de esta experiencia.

Además el marco eclesial y jesuítico de San Salvador, que evoca las figuras señeras de Monseñor Romero y los seis compañeros jesuitas asesinados en la Universidad Centroamericana, es una referencia luminosa, muy acorde al sentido y objetivo del Mes Arrupe.

Fuente: cpalsj.org

Más Sobre Mes Arrupe 

La Castidad Religiosa en el Mundo de Hoy

La castidad religiosa en el mundo de hoy (2/3), Francisco Jálics S.J. CEIA (Centro de Espiritualidad Ignaciana de Argentina), Boletín de Espiritualidad, Año XLIV | n. 237 | Abril – Mayo – Junio 2012.

Como dije en la primera parte de este trabajo, vivimos en un mundo que se desarrolla y cuyas estructuras cambian con un ritmo acelerado. La Iglesia no queriendo quedarse al margen de esta evolución, busca adaptar sus propias estructuras humanas al mundo de hoy. Vive sus valores más espirituales de una manera encarnada en la vida humana y por eso aún sus tesoros más elevados tienen una dimensión humana que evoluciona al paso del desarrollo contemporáneo. La vida religiosa participa de esta dimensión humana y por tanto está sujeta a los cambios de las estructuras humanas.

En esa primera parte expliqué el sentido de la castidad.

Veamos ahora cómo se crece en la castidad.

El religioso madura en la castidad en la medida en que madura como persona.

Como la maduración personal es un proceso continuo y casi imperceptible hay también en la castidad un crecimiento lento y permanente en el don de sí mismo, en la paz y alegría, en la comunicación con el medio ambiente y en la oración. En esta parte, sin embargo, queremos explicitar algunas situaciones especiales y un momento de crisis. Por lo tanto nos referimos a la experiencia de los religiosos que viven su consagración holgadamente o la vivieron por lo menos durante años y de pronto se encuentran en una crisis, pero que tiene la chance de ser una crisis de crecimiento. De hecho no sólo una vida serenamente equilibrada sino los conflictos que presente la vida pueden contribuir al crecimiento.

Más aún, la vida de alguna manera cuestiona a todos los mortales que no se han purificado enteramente de sus deficiencias. Ya que nadie puede pretender tal perfección, todos van logrando su madurez –y asumiendo su castidad si son religiosos por los cuestionamientos y crisis. Esto no significa que no haya una plenitud y alegría en la vida religiosa sino que el hombre es un peregrino que va caminando, reasumiendo su vida por crisis parciales o totales, pero siempre sigue caminando hacia una vida más unida a Dios y a los hombres.

El Sentido de la Castidad (PDF) – 1/3

La Castidad Religiosas en el Mundo de Hoy (PDF) – 2/3

Fuente: cpalsj.org

 

¡Lo Doy Todo!

“Bueno…¡un momento! Esto de darlo todo es muy serio. Yo quiero seguir a Jesús, y la palabra radicalidad está a menudo en mis planteamientos. Quiero ser generoso. En algún momento he considerado que esto de ser religioso podría ir conmigo”.

Este podría ser un razonamiento-tipo de muchos jóvenes que, delante de la llamada que el Señor hace en su vida, no se permiten dar el paso final porque… ¡hay tanto que perder! Se asume que la vida de oración compromete, que si te tomas en serio la relación con Jesús, hasta se le podría ocurrir la “brillante” idea de llamarte a opciones de vida que te harían ser considerado loco a los ojos de los demás.

Es entonces cuando salen a escena los miedos: ¿cómo sé yo que viene de Dios? U otro clásico que desactiva de cuajo nuestra capacidad de generosidad: “no me veo con fuerzas…yo no puedo”. Y es verdad: por ti sólo no puedes. Pero es que basándote en tus fuerzas tampoco podrás ser un buen padre de familia, sacerdote, catequista, jesuita…

Pasar del yo quiero al yo me siento llamado. Superar el miedo a los límites de tus propias fuerzas para hacer una auténtica ofrenda de ti mismo y decirle a Dios: “Señor, contigo no me puedo perder”. Así es: de los límites de tu propia capacidad pasamos a la fuerza de la apuesta por amor que Dios hace en ti. ¿La aceptas?

Enric Puiggròs SJ,

Fuente: serjesuita.es

 

Encuentro de Novicios

Como es costumbre desde hace algunos años, los novicios de las provincias de Argentina-Uruguay, Chile, Paraguay y Perú, han celebrado su encuentro en el noviciado de Córdoba, del 10 al 22 de noviembre. Dos semanas de conocimiento mutuo y de los jesuitas y obras de la ciudad, de intercambio de experiencias, de convivencia diaria, de pastoral en los lugares en los que sirven los novicios anfitriones, y de estudio del Diario espiritual de San Ignacio.

El grupo lo formaban 19 novicios de distintas edades y diversas procedencias: siete eran los anfitriones, un chileno, seis paraguayos y cinco peruanos. Once de ellos están terminando su noviciado y ocho están en primer año. Su balance y evaluación final fueron unánimemente positivos, destacando el ambiente de amistad y fraternidad, la posibilidad de compartir la alegría y el don de la vocación, las vivencias pastorales, el mejor conocimiento de san Ignacio a través de su Diario espiritual, la perspectiva de la integración de cara al futuro, el deseo de que la próxima vez participen otros noviciados… Dejemos que ellos nos lo cuenten.

«Queridos compañeros:
Con mucha alegría los miembros de las comunidades de los noviciados de San Ignacio de Córdoba (ARU), del Sagrado Corazón de Jesús de Valparaíso (CHI, PER), San Roque González de San Ignacio-Misiones (PAR), damos testimonio del encuentro vivido entre el 11 y 22 de noviembre del 2014.
El Encuentro ha sido un tiempo consolador, el Noviciado San Ignacio abrió sus puertas y todos nos sentimos en casa. Estamos muy agradecidos por la acogida y hospitalidad de la comunidad anfitriona, y agradecemos a la Provincia Argentino-Uruguaya y en especial al padre provincial, Alejandro Tilve, por su visita.
Ha sido también un tiempo de escucha y de acercamiento a la Compañía Universal, con rostros, nombres e historias concretas; en definitiva, el encuentro ha sido un re-encuentro con el llamado de Jesús, un tiempo para sentir y gustarde las distintas dimensiones de la vocación y misión que Dios nos confía.
Encontramos nuestra vocación no solos, sino en compañía; el grato compartir comunitario nos ha ayudado a confirmar que nuestros sueños, búsquedas, y preguntas personales, son también las de otros, y que no estamos solos en este camino porque tenemos compañeros con quienes podemos soñar juntos la Compañía.
Con Cristo en el Corazón del Mundo; conocer la misión de la Compañía en Córdoba nos reafirma en el espíritu misionero del Jesuita, nuestra vocación es para discurrir, dicen las constituciones, y en este discurrir también nos encontramos con rostros concretos de Cristo en los barrios de Nuestro Hogar III y Ciudad mi Esperanza, en sus fiestas y preocupaciones. El desafío que esto trae es que sigamos dedicando nuestras fuerzas al servicio de los demás, y sigamos compartiendo nuestra vida con los empobrecidos y excluidos de nuestro tiempo.
Era un loco por Cristo; el peregrino se hizo presente con la profundidad de su Diario Espiritual, se nos mostró más humano y cercano; este acercarnos a Ignacio también ha despertado preguntas y confirmaciones en nuestro caminar espiritual, agradecemos al P. Miguel Ángel Moreno por acompañarnos en este encuentro.
Sabemos quiénes somos mirándole a Él; Jesús es el que nos ha convocado en esta vida y misión, gracias a Él somos quienes somos, gracias a Él somos compañeros. Congregados en la Eucaristía, orando juntos y viviendo la oración personal, y en el retiro junto al P. Potxi Zaldua, nos hemos encontrado con Aquel que tiene el Oficio de Consolar. Gracias a ese encuentro y a los encuentros comunitarios, apostólicos y formativos vividos en Córdoba, podemos hoy reafirmar nuestro “Tomad, Señor, y recibid”.
Actuar como un cuerpo universal con una misión universal; agradeceremos que encuentros como éste, que nos abren a la universalidad de la Compañía y su misión, sigan siendo parte de nuestro itinerario formativo.
Finalmente agradecemos a Dios por la experiencia de compartir nuestro anhelo de estar al servicio de la Fe y la promoción de la Justicia para la reconciliación de los hombres de la mano de compañeros de diversas culturas.
Para mayor gloria de Dios.

La vocación sacerdotal, un problema de todos

Alberto Hurtado SJ.

Documento preparado para una semana de estudios de los jóvenes de la Acción Católica sobre la vocación sacerdotal.

El tema de la vocación sacerdotal no puede ser de mayor importancia para la Iglesia, dada la misión del sacerdote. Al sacerdote confió Cristo la administración de sus sacramentos, que son en su Iglesia el medio por excelencia y el camino ordinario de la efusión de la Gracia.

La celebración de la santa Misa, que es la renovación en nuestros altares del sacrificio de la Cruz, el acto más excelente que se realiza bajo los cielos, el acto que mayor gloria da al Padre, más que todos los trabajos apostólicos, los sacrificios, las oraciones… y este acto, el centro de la vida cristiana, sólo puede ser realizado por los sacerdotes. La purificación de las almas manchadas por el pecado ha sido confiada al sacerdote. En aquellos países en que el sacerdote católico ha desaparecido la Iglesia ha terminado por desaparecer…

El problema de la vocación sacerdotal es un problema cristiano en todo el sentido de la palabra, que interesa no sólo a unos cuantos escogidos, que podrían estudiar su vocación, sino que es un problema de todos los cristianos: Problema de los padres que quieran dar educación cristiana a sus hijos; problema de los jóvenes que necesitan un guía en sus años difíciles, para que los dirija en sus crisis de adolescencia; problema de los pobres que han menester de un padre que se interese por sus necesidades; problema de los que aspiran a formar un hogar, que necesitarán guías de sus conciencias, directores espirituales; problema de los que no tienen fe, problema que ellos no perciben, pero por eso es aún más pavoroso, que necesitan de alguien que desinteresadamente les tienda la mano; problema de los enfermos que buscarán en vano quien les aliente a entrar serenos en la eternidad, y quien consuele a sus parientes y amigos.

Toda la vida cristiana está llena del sacerdote, y todos debieran interesarse porque su número sea cada vez mayor y, sobre todo, porque aumenten en espíritu. Santos, pero también muchos, porque la actividad apostólica de cada hombre tiene un límite, y una vez sobrepasado ese límite, sus fuerzas no dan para más… y quedarán los demás sin ningún auxilio en sus necesidades.