Reunión de Electores para la CG36 de la Conferencia Europea de Provinciales

Los electores de la CG36 de Europa y Oriente Medio se reunieron en Ariccia, cerca de Roma, desde la tarde del 18 de Octubre hasta el 22 por la mañana, tres días completos. Participaron 55 electores, otros tres no pudieron estar presentes por estar participando en el Sínodo de la Familia.

Es la primera vez que una Congregación General comienza desde las Conferencias. Se busca con ello que haya una mejor preparación y profundización en el estudio de los temas, y una Congregación más eficaz cuando comience la sesión plenaria en Roma en octubre de 2016.

Primer día

Al comienzo de la reunión el Coordinador del grupo de Jesuitas Europeos en Formación (EJIF), Luis Palha, habló por Skype desde el filosofado en Braga. Él presentó las esperanzas y las expectativas que tienen los escolares y hermanos en formación sobre la CG36, según lo habían discutido en el último encuentro de EJIF que tuvo lugar en Loyola.

Después cada elector, en un tiempo de oración personal, meditó sobre sus propias esperanzas para la Congregación. Luego se compartió por grupos y finalmente en un plenario.

Por la tarde se trabajó sobre el documento elaborado por la Comisión Preparatoria titulado “Las llamadas del Rey Eternal a la Compañía de Jesús hoy”. El texto es un resumen, en forma de meditación, del material recibido en las diferentes Congregaciones Provinciales que habían respondido a la petición del Padre General de pensar sobre las llamadas del Rey Eternal a la Compañía hoy.

Segundo Día

El segundo día comenzó con la discusión “De Statu Societatis” –las luces, sombras y perspectivas de futuro de nuestra vida y misión. Como un catalizador para la reflexión hubo una seria de presentaciones sobre:

La evangelización en un mundo secular

Diálogo interreligioso, especialmente con el Islam.

Justicia y la llamada a servir a los pobres, especialmente refugiados y migrantes.

Ministerio intelectual y la llamada a la profundidad

La llamada a nuestra renovación espiritual, tanto individual como comunitaria

Estos temas representaban;

Las fronteras identificadas hace unos años por la Conferencia: Evangelización en un tiempo secular, diálogo interreligioso, especialmente con el islam.

Áreas que Europa ha identificado como aquellas en las que podemos contribuir especialmente a la Compañía universal: migración, apostolado intelectual

Un tema que ha destacado entre las 242 llamadas propuestas por las Provincias: nuestra renovación espiritual, individual y comunitaria.

A estas presentaciones les siguieron, de nuevo, un tiempo de reflexión personal, grupos para compartir y un plenario para recoger los frutos del diálogo.

La tarde se dedicó a trabajar sobre la Relatio Previa elaborada por la Comisión Preparatoria. La primera parte se refiere a la renovación de nuestra identidad y misión, mientras que la segunda se refiere a las estructuras de gobierno necesarias para llevar adelante nuestra misión. Al final del día el Provincial de Oriente Medio, Dany Younes, y el Elector Victor Assouad compartieron la situación de Siria y la región.

Tercer día

La última mañana se dedicó a reflexionar sobre la Parte IX de las Constituciones y las cualidades del Superior General, se contó para ello con una presentación de Nick Austin, jesuita británico. Después de un tiempo de oración personal los electores compartieron en grupos las cualidades necesarias para el próximo General de la Compañía de Jesús, que será elegido en octubre.

Por la tarde los electores eligieron a los miembros europeos de diferentes comités y comisiones de la Congregación General.

Comité Coordinador: Stefan Dartman (GER)

Diputación de statu: John Dardis (HIB)

Renovación de nuestra vida y misión: José Ignacio García Jimenez (ESP)

Renovación de las estructuras de gobierno para la misión: Juan José Etxeberría Sagastume (ESP)

Cada una de las seis Conferencias nombra un miembro para cada uno de estos grupos. El comité coordinador, presidido por el P. General, tendrá su primera reunión a comienzos de Diciembre. Una de sus primeras tareas será nombrar un moderador para cada uno de estos grupos.

En la eucaristía final se oró especialmente por los novicios de primer año –más de 60- que han entrado este año en nuestros 12 noviciados.

Congreso de Fe y Alegría: “Culturas juveniles, ciudadanía y paz”

Desde muy temprano empezaron a llegar a Barranquilla los chicos y chicas que desde este 16 y hasta el próximo 18 estuvieron compartiendo las experiencias, los saberes y sentires que se han generado, a partir de su participación en este evento internacional.

Con una misma lengua pero con diferentes acentos los y las jóvenes fueron encontrándose, reconociéndose e interactuando sus expectativas al llegar a este añorado encuentro. “Cuando me enteré que podía participar me emocioné mucho, pero cuando ví que eran muchos los que participaban en la selección, solo me quedó ponerlo en manos de Dios, dije si me conviene que sea yo la elegida, y bueno acá estoy”, fueron las palabras de Jessica Carolina López representante de Ecuador.

Ni Sarah Paul Christelle, representante de Haiti, se apartó de la alegría, a pesar de que habla otro idioma, francés y creole, se integró a la alegría y participó activamente.

“A todos las/los compañeros de Nicaragua, aquí les estamos representando en el Congreso Internacional de Juventudes compartiendo experiencia con los demás representantes de las Fe y Alegrías de América Latina, el Caribe y Europa sobre el trabajo que hacemos todos con una sola conexión sin fronteras”, expresó Fernando Chávez de Fe y Alegría Nicaragua.

Las emociones por crear espacios de diálogos intergeneracionales son notorias, “me anima el hecho de dar espacios a las/los jóvenes y mis expectativas es que podamos ir formando, construyendo en una fe, en una paz en una alegría y compartir con todas/os”, añadió.

Desde Argentina

Yanina Garbesi, coordinadora del grupo que está viajando a Colombia al Congreso Internacional ‪#‎FeyAlegríaCulturasJuveniles‬, nos comparte su testimonio, sus inicios en Fe y Alegría, y la emoción y expectativas frente al encuentro.

Soy Yanina Garbesi, tengo 35 años, vivo en salta hace 8 años con mi esposo y cuatro hijos. Nos mudamos de Buenos Aires a Salta buscando nuevos caminos, ¡y encontramos nuestro lugar! Llegamos en el 2008 junto a mi esposo Matías, Juan de 2 años y Luz de 4 meses, y en el 2010 nacieron los mellizos Pedro y Felipe. ¡La familia se amplió significativamente! Estudié Psicología en la Universidad de Buenos Aires.

 En 2013 ingresé a trabajar en el Centro Educativo Fe y Alegría en Solidaridad, Salta. Conocía algo del movimiento del tiempo en que vivía en Bs. As. por haber participado en encuentros de Educación Popular. Eso fue lo que me animó a sumarme, por su compromiso y opción por estar en los sectores más vulnerables. Llevé mi currículum y necesitaban profesora de psicología así es que comencé a dar clase en el 5º año del secundario. Una experiencia hermosa de mucho aprendizaje mutuo. Actualmente también me desempeño como Coordinadora Pedagógica del nivel secundario y acompañando a los centros del NOA en el programa Cultura de Paz . ¡Me siento muy feliz de pertenecer a Fe y Alegría!

En marzo de este año hemos comenzado a caminar hacia el Congreso de Juventudes. A partir de junio comenzamos a transitar la ruta de los tres momentos previos al congreso:

I Momento: ¿Quiénes son las juventudes en mi Fe y Alegría, en mi país?

II Momento: ¿Qué nos indigna?

III Momento: Nuestras propuestas de cambio

Realizar esta ruta nos permitió compartir, escuchar y conocer qué sienten y piensan los jóvenes, cómo son los jóvenes de Fe y Alegría, qué les indigna de su realidad. ¡Se animaron a compartir propuestas para transformar esa realidad! Durante estos meses fuimos caminando juntos, los centros educativos, reflexionando, compartiendo y soñando. Los jóvenes tuvieron gran participación en todos estos momentos. Destaco especialmente el trabajo compartido con los demás centros. Emprender este viaje hacia el congreso junto a Sofía, alumna del Centro Fe y Alegría Ongay -Corrientes-, Jairo y Nicolás (egresados de FYA Solidaridad salta) y llevar las voces de todos y todas las jóvenes de FyA Argentina nos llena de emoción, responsabilidad, compromiso y nos anima a soñar que la transformación es posible. Llevamos con nosotros las voces de todos, y muchas expectativas. Tenemos un sentimiento de profundo agradecimiento por la confianza y por la posibilidad de participar del congreso, será una experiencia muy enriquecedora y de mucho aprendizaje. Además, para el equipo que viajamos es la primera vez que visitamos Colombia.

 

 

Peligrosamente evangélico

Por Ernesto Cavassa SJ

“El hombre más peligroso del planeta”. Así fue calificado el papa Francisco por el comentarista de una cadena norteamericana luego de su viaje a Sudamérica. En este periplo, el Papa reiteró su llamado a respetar y cuidar a la “hermana madre tierra”, tema central de su encíclica “Laudato si”, “sobre el cuidado de la casa común”, presentada en Roma en junio pasado. Este hombre peligroso que se subió a un avión que lo llevó de visita apostólica a Cuba, Estados Unidos y la sede de las Naciones Unidas. El Papa participó en el VIII Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia y canonizó en Washington al fraile franciscano Junípero Serra, fundador de varias misiones en la California del siglo dieciocho.

Este viaje tiene un significado particular. Su encíclica ha posicionado a la Iglesia Católica en un tema clave para el futuro de la humanidad de cara a la COP 21 a realizarse en París en diciembre próximo; al mismo tiempo, ha levantado polémicas voces dentro y fuera de la Iglesia. Francisco habló en la ONU durante su Asamblea General 70 ante numerosos jefes de Estado en una cumbre especial que tratará sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por primera vez, además, un Papa se dirigió al Congreso norteamericano en una sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes. Previamente, el Papa visitó Cuba, luego de la activa participación que tuvo en la reanudación de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Francisco no rehúye los temas que afectan a la humanidad. Por ello, la revista “Vanity Fair” lo llamó “Papa coraje” a los cien días de iniciar su pontificado. Este Papa, sin haber participado en el Concilio Vaticano II (a diferencia de los últimos 5 pontífices) es, no obstante, profundamente conciliar. En el año jubilar de este evento eclesial –estamos conmemorando el aniversario 50 de su conclusión– Francisco lleva a cabo su lema central: “Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en el corazón de la Iglesia” (Gaudium et Spes, 1). Por ello, se pronuncia con libertad y valentía sobre el cambio climático, la migración siria o africana, las desigualdades sociales o las responsabilidades políticas de los estados en los problemas que nos aquejan.

La fuente de este espíritu profético se encuentra en el evangelio. Así lo supo leer el cantante británico Elton John –conocido por sus posiciones adversas a la religión– cuando definió a Francisco como “un milagro de humildad en la era de la vanidad”. Y añadió: “Este Papa parece querer llevar a la Iglesia a los antiguos valores de Cristo y, al mismo tiempo, acompañarla al siglo XXI. Si sabe alcanzar y tocar a los niños, las mujeres y los hombres que conviven con el VIH y el sida –muchas veces solos y escondidos por el silencio–, su faro de esperanza dará más luz que cualquier progreso de la ciencia, porque ningún fármaco tiene el poder del amor” (“La Nación”, 9 de julio del 2013). Ese es el poder de Francisco. Su fuerza radica en la misericordia, es decir, en la capacidad de colocarse en la posición del otro, particularmente del que más sufre. La misericordia no es otra cosa que la empatía evangélica, aquella que hace suyo el dolor de los inocentes.

Francisco sabe que la misericordia debe ser eficaz. Por ello, llama constantemente al diálogo. “Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta es siempre la misma: diálogo, diálogo, diálogo”, les dijo a las autoridades políticas y sociales en Brasil. Lo repite constantemente en su reciente encíclica en cada una de las líneas de acción que sugiere para abordar conjuntamente el desafío urgente de proteger nuestra casa común (LS, cap. V).

 

 

Adolfo Nicolás, sj: «La Iglesia necesita tiempo para cambiar»

Fuente: Religión Digital

«El Papa no quiere caminar sólo. De hecho, caminando sólo podría ir más rápido. Podría ser un «star», pero si caminas sólo después viene la resaca. Francisco quiere caminar con los obispos, saber qué piensan, convencerlos a través de esta experiencia sinodal. Quiere el bien de la Iglesia, y la Iglesia necesita tiempo para cambiar». Quien así habla es el padre Adolfo Nicolás, prepósito general de los jesuitas, entrevistado por Il Corriere della Sera.

El Padre Adolfo Nicolás, 79 años, sale del Aula del Sínodo caminando hacia Borgo Santo Spirito (donde se encuentra la Curia jesuita). Ventinovesimo sucesor de San Ignacio de Loyola, es el Padre General de la Compañía de Jesús. Una vez se le definía como el «Papa Negro». Forma parte de la comisión nombrada por Francisco para escribir la «relazione» final del Sínodo. «El fruto de nuestro trabajo se entregará al Papa que luego de escuchar a todos, hará su discernimiento y decidirá».

Padre, abriendo el Sínodo el Papa ha dicho: «No es un parlamento». ¿Qué se entiende con esto?

«Una Asamblea que tiene como principio el Evangelio no funciona según la lógica de los votos, sino que es un grupo que discierne«.

También Francisco habla de «discernimiento». ¿Qué cosa significa para un jesuita?

«Según San Ignacio, el discernimiento no puede ser nunca en general, debe ocurrir siempre entre dos opciones: Si entre a y b, escogemos b es porque está más cerca al Evangelio«.

¿Por eso decía «ningún compromiso»? No se trata de encontrar una vía media…

«No. Es un proceso en el cual uno busca entrar en contacto con el Espíritu Santo y encontrar aquello que es más justo entre diversas alternativas, cuál de éstas es más fiel a la voluntad de Dios. No es una operación diplomática, sino un preguntarse seriamente y en profundidad para saber qué es lo mejor hoy para la familia, en particular para la familia cristiana».

Se tiende a oponer doctrina y misericordia ¿También esta es una alternativa?

«No. A veces se presenta así porque la doctrina no ha incorporado la misericordia. También en la iglesia se necesita una ley que se actualice a la misericordia, al Evangelio».

¿En qué sentido actualizar?

«La ley siempre busca un orden eclesial fundamental, pero el Evangelio va siempre más allá y siempre nos deja indefensos».

El Cardenal Menichelli decía al «Corriere de la Sera»: «No encadenemos la Palaba de Dios».

«Es así. Se trata de encontrar en el derecho un espacio de misericordia. Porque el derecho como lo tenemos hoy en la Iglesia, no siempre es también misericordia. Tiene principios y es porque el derecho debe ser claro. Sin embargo, la misericordia no es clara, siempre tiene una ambigüedad porque no es posible conocer a fondo el corazón humano, sus debilidades. La caridad no se puede normar».

Entonces, ¿Cómo hacer frente a las situaciones «difíciles»?

«Los sacerdotes son aquellos que aplican la ley, por eso estudiamos el derecho canónico. Pero los sacerdotes deben saber, como ha dicho también Juan Pablo II, que el último número del derecho canónico, la ley suprema, es la salvación de las almas. Y porque el Evangelio es la última norma, los sacerdotes deben aplicar las normas según el Evangelio y no lo contrario».

Y lo contrario, ¿Ha ocurrido en la Iglesia?

«Sí. Pienso en Pablo VI que decía a los sacerdotes: Estos son los principios, pero por favor, sean pastores, acompañen a la gente en su realidad. Sin embargo, otros decían y dicen aún: Se necesita ser pastor, pero estos son los principios. En apariencia es lo mismo, pero el orden se ha cambiado».

Francisco evoca al Buen Samaritano, como Pablo VI al Concilio. ¿Existe afinidad entre los dos?

«Por supuesto. Con frecuencia a Francisco no se le entiende bien. Él es muy teológico y sabe lo que dice la doctrina, lo sabe muy bien y no la quiere cambiar. Pero quiere encontrar las puertas abiertas para la pastoral. Como ha dicho también en la Misa de Apertura, una Iglesia que se cierra no es la Iglesia de Cristo. Propone en primer lugar la apertura a la persona: no los principios, sino las personas. Espero que ésta sea la fuerza que dirija el Sínodo»

¿El camino sinodal en dos etapas es casi un Concilio?

«Es una propuesta del Concilio Vaticano II para temas concretos»

Al abordar las situaciones «difíciles», ¿están en juego ideas diversas de Iglesia?

«Mi impresión es que las expectativas que se están proyectando sobre el Sínodo le son extrañas. El Sínodo no es sobre los divorciados, no es sobre las parejas homosexuales, sino esencialmente sobre la familia: ¿Cómo ayudar a las familias? Algunas tienen heridas muy profundas«.

¿No son consideradas?

«La familia está amenazada por el egoísmo, el relativismo, el subjetivismo, de todo aquello que amenaza la sociedad. Pensemos en los políticos: es difícil encontrar uno que piense en el bien común, incluso en los pobres, migrantes, los últimos. Tienden a pensar en su propio interés, en el interés del partido».

¿Por eso el Papa nos invita a «meterse a la escuela» de la familia?

«Sí. La familia supone un sacrificio muy grande de los padres que deben organizarse según el interés de los hijos. Su primera preocupación es: ¿Cómo pueden vivir, comer, educarse? Esto debemos aprender».

Hacia la Congregación General 36…

 La llamada de nuestro Rey Eterno

Preámbulo

El P. General invitó a las Congregaciones Provinciales y Regionales a “meditar sobre la llamada del Rey Eterno, y a discernir cuáles son las tres llamadas más importantes que el Señor dirige hoy a toda la Compañía”. El Coetus Praevius, tras revisar las 242 aportaciones remitidas por las Congregaciones, percibe que se repiten algunas llamadas principales.

Contexto

Como jesuitas miramos nuestro mundo a través de la lente de los Ejercicios Ignacianos como experiencia fundacional. Sobre esta base ofrecemos la meditación que sigue, sobre las llamadas entendidas como forma de sintonizar con el espíritu del Evangelio y de formular una respuesta apostólica.

La contemplación del mundo conmueve nuestras entrañas. Con Jesús, llevado por el Espíritu, somos enviados en misión a dar la buena noticia a los pobres, libertad a los cautivos, vista a los ciegos y liberación a los oprimidos. Somos enviados a ser y proclamar con nuestras vidas la buena noticia (Lc 4,18-19).

Preludio

Contemplamos la mirada de la Santísima Trinidad hacia nuestro mundo: Vemos una juventud vibrante con ansias de una vida mejor. Vemos gentes que gozan de la belleza de la creación y se esfuerzan por encontrar a Dios en su quehacer diario. Observamos el rápido crecimiento científico, tecnológico y económico; advertimos el enorme potencial que existe para mejorar la vida en la Tierra.

Pero a la vez somos testigos de violencia, de brutal explotación y de injusticia. La intolerancia religiosa y étnica, el fundamentalismo y la discriminación corren al asalto de la dignidad humana, exacerban la desigualdad y arrojan a la marginalidad especialmente a las mujeres y los niños. El severo desequilibrio y degradación del medio ambiente, agudizados por una cultura del usar y tirar, apuntan hacia un planeta contaminado y envenenado.

El Padre quiere poner a los jesuitas con su Hijo, llevando su cruz. Jesús nos invita y nos llama, “bajo el estandarte de la cruz y bajo el Vicario de Cristo en la Tierra”, a servirle en transformar nuestro mundo en un hogar para todos, en el que las generaciones presentes y las futuras puedan vivir en paz, con dignidad y con justicia.

Llamadas

• Estamos llamados a ser testigos gozosos del Evangelio, y a cuidar de su Iglesia.

• Estamos llamados, como individuos y comunidades, como peregrinos y amigos, a ser embajadores del mensaje de reconciliación de Cristo (2 Cor 5,20); constituyéndonos así en agentes de su paz, su misericordia y su justicia.

CG36. Meditación “La llamada de nuestro Rey Eterno” 2

• Estamos llamados a caminar por un sendero de renovación espiritual – en cuanto individuos y comunidades – apropiándonos de manera nueva del patrimonio común de la espiritualidad ignaciana.

• Otra llamada, que expresan muchas congregaciones, es a fomentar un diálogo inclusivo y a la vez crítico sobre el futuro de nuestro planeta, implicando en esta búsqueda a naciones, culturas, religiones y sistemas económicos y políticos.

• Encontramos también una llamada urgente a que los jesuitas y sus colaboradores estén presentes hoy entre aquella abrumadora multitud de personas que se ven angustiosamente arrancadas de sus hogares. En concreto estamos llamados a acompañar a los migrantes vulnerables, los indígenas y las personas sin hogar.

• Finalmente, muchas congregaciones transmiten la fuerte convicción de que estamos llamados a ocuparnos de nuestro ambiente, tanto humano como natural, para desarrollar prácticas ecológicas y sociales sostenibles, capaces de sanar nuestro mundo roto, tanto dentro de nuestras comunidades y obras como en el entorno ciudadano al que pertenecemos.

Metodología

Responder a llamadas de esta categoría requiere conversión. Dejemos de lado el egoísmo y el propio interés, salgamos de la rutina y de actitudes defensivas para lanzarnos a lo profundo; salgamos con hondura al encuentro de Dios, del mundo, de los demás y de nosotros mismos.

Con hondura afectiva

Buscamos descubrir el rostro de Jesús entre su pueblo, con amor ardiente. El arrojo y la fuerza nos vienen de los que sufren y a la vez viven con esperanza. Como compañeros de Jesús acompañamos a aquellos entre los que a Él le gusta ser hallado, y a los que Él ama hasta el punto de dar su vida.

Con hondura intelectual

Non consagramos al estudio de las ciencias y de otras disciplinas académicas, incluyendo en ellas nuestras propias fuentes ignacianas, en busca de respuestas y de nuevas preguntas que puedan arrojar luz sobre las últimas causas de la explotación humana y de la creación herida, y guiarnos en el servicio del bien común.

Con hondura eficaz

Queremos afrontar los impresionantes desequilibrios en lo que toca a ecología, economía y justicia, buscando renovar nuestro entorno social en bien de las generaciones presentes y las futuras. Buscamos, con humildad y solidaridad, en unión con muchos otros, un mundo de paz y armonía.

Con hondura en la colaboración

Como amigos y peregrinos, recorremos juntos caminos nuevos, buscando y cultivando auténticos compañeros para nuestra común misión; alentando una genuina cultura de la atención de unos por otros y por el medio ambiente.

CG36. Meditación “La llamada de nuestro Rey Eterno” 3

Coloquio

Al contemplar la belleza y las heridas de la creación de Dios, vemos un ‘pueblo crucificado’ que cuelga de la cruz con Jesús. Vemos personas heridas por la pobreza, la opresión, el fundamentalismo, la violencia y la discriminación en sus múltiples formas; vemos familias separadas y muchas mujeres a las que se niega su legítimo lugar. Tantas personas desplazadas a la fuerza y arrojadas brutalmente de sus hogares. Ellos nos motivas a unirnos a la misión redentora de Jesús. Dios nos confía los unos a los otros.

Con la mirada puesta en el rostro de Cristo, contemplando el dolor que padece en este mundo y en sus gentes, nos formulamos las clásicas preguntas ignacianas:

¿Qué hemos hecho por Cristo?

¿Qué hacemos por Cristo?

¿Qué debemos hacer por Cristo?

¿Qué hemos hecho, qué estamos haciendo, que vamos a hacer para dar profundidad a nuestro espíritu, para vivir con alegría el Evangelio, para superar el egoísmo, buscar la paz, enderezar la injusticia, promover un diálogo inclusivo, ocuparnos de nuestro hogar común y para acompañar al pueblo de Dios en solidaridad?

Dar con nuestro camino de avance

Como peregrinos y amigos en el Señor, lo encontraremos en el partir el pan y en el compartir ese pan con otros hermanos y hermanas. Descubriremos al Señor según vayamos esforzándonos por dialogar con los que miran el mundo a través de cristales diferentes. Su luz resplandecerá en el rostro de los pobres a los que tenemos el privilegio de acompañar, y guiará nuestros pasos a través de los desiguales peldaños que conducen a la reconciliación de los que viven una inveterada enemistad. Nuestra búsqueda conllevará a la solidaridad con los movimientos populares, a escuchar el lamento de la tierra y a preocuparnos por nuestro hogar común. La entrega renovada al estudio orante y a la meditación de nuestras fuentes ignacianas y del discernimiento que ellas enseñan, nos servirán de guía para recorrer este camino.

El siguiente paso

Ofrecemos este sumario de las voces que llegan de la Congregaciones Provinciales y Regionales para que sirva en las primeras reuniones de la Congregación General que se tendrán en las Conferencias. Puede servir como contexto para el estudio y discernimiento de los postulados y otras cuestiones presentadas por los miembros de la Compañía hasta ahora.

Roma, 8 de septiembre de 2015 Fiesta de la Natividad de María

P. General Adolfo Nicolás SJ

 

“Elecciones, servicio al bien común” – Conferencia Episcopal Argentina

 “Que ningún signo de violencia o intolerancia ensombrezca el acto eleccionario y, al mismo tiempo, esperamos actitudes de nobleza para reconocer y respetar la legítima y soberana voluntad popular”, subrayó.

La Conferencia Episcopal Argentina pidió no escatimar esfuerzos para asegurar la transparencia de los comicios y evitar sospechas que provoquen “desconfianza y acentúen las divisiones entre los argentinos”, y aseguró que “una democracia sin valores y sin ejemplaridad se empobrece”.

La Comisión Ejecutiva difundió una declaración titulada “Elecciones, servicio al bien común”, destacó el valor de la democracia, pero lamentó que el proceso eleccionario se desarrolle en un “clima de agravios, sospechas y denuncias que debilitan la credibilidad de personas e instituciones”.

“Una democracia sin valores y sin ejemplaridad se empobrece. Por lo tanto, no deberían escatimarse esfuerzos en orden a mejorar los procedimientos, asegurar la transparencia y evitar todo tipo de sospechas que terminen provocando desconfianza y acentúen las divisiones entre los argentinos”, subrayó.

“Que ningún signo de violencia o intolerancia ensombrezca el acto eleccionario y, al mismo tiempo, esperamos actitudes de nobleza para reconocer y respetar la legítima y soberana voluntad popular”, agregó.

Elecciones, servicio al bien común

El pueblo argentino vive un año de especial significación cívica con una agenda electoral intensa que representa el ejercicio soberano de la voluntad popular. Se expresa así la “Nación que queremos”.

La democracia, que tanto esfuerzo nos ha costado alcanzar y preservar, es una conquista que no puede ponerse en riesgo por la existencia de prácticas que puedan socavar su legitimidad. Nos interesa la consolidación y desarrollo de nuestro sistema democrático en paz. Lamentablemente hemos asistido a un clima de agravios, sospechas y denuncias que debilitan la credibilidad de personas e instituciones.

Frente a ello sólo cabe recomponer una actitud de respeto, de diálogo sincero y de participación comprometida. Es necesario retomar el camino de los valores éticos y promover, como nos invita el Papa Francisco, una cultura del encuentro que facilite la amistad social. Así podremos vivir las elecciones como un acontecimiento esperanzador, que refleje el nivel cívico de un pueblo que va a las urnas con la convicción de que es el mejor modo de expresar la voluntad de ser una Nación cada vez más inclusiva para todos los argentinos.

De este acontecimiento, que debe ser una auténtica fiesta cívica en el marco de la Constitución Nacional, son garantes el Estado, los Partidos Políticos y los Ciudadanos. A cada uno le corresponde un papel y una responsabilidad que hacen al bien de la República. Todos somos responsables, nadie puede sentirse ajeno:

– Al Estado en sus diversos poderes le corresponde crear las condiciones objetivas que aseguren un desarrollo transparente, dando garantías al acto eleccionario;

– Los candidatos y Partidos Políticos deben presentar con claridad sus plataformas, propuestas e ideas; como así también ser respetuosos ante los ocasionales adversarios.

– Los ciudadanos, en el ejercicio de nuestra libertad y derechos, tenemos que conocer y discernir sobre las propuestas que mejor respondan a nuestros principios y convicciones, como así también sobre la idoneidad y coherencia de las personas que buscan nuestro voto. Todos tenemos derecho a desear un país mejor.

Una democracia sin valores y sin ejemplaridad se empobrece. Por lo tanto, no deberían escatimarse esfuerzos en orden a mejorar los procedimientos, asegurar la transparencia y evitar todo tipo de sospechas que terminen provocando desconfianza y acentúen las divisiones entre los argentinos. Que ningún signo de violencia o intolerancia ensombrezca el acto eleccionario y, al mismo tiempo, esperamos actitudes de nobleza para reconocer y respetar la legítima y soberana voluntad popular.

En camino a la celebración del Bicentenario de la Independencia Nacional anhelamos que estas elecciones honren el sacrificio y la entrega de nuestros mayores, por eso ponemos estas reflexiones en las manos de Nuestra Madre de Luján que siempre nos ha acompañado a lo largo de la historia, y elevamos juntos la oración por la Patria: Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso con el bien común…. Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda.

Fuente: AICA

Foto: Radio Mitre

Reflexión del Evangelio, Domingo 18 de Octubre

Por Julio Villavicencio SJ

El Evangelio de este domingo es bastante claro. Vemos, a rasgos generales al grupo de los discípulos enfrentados entre sí por las aspiraciones de poder. Cuán importante soy, cuánto me reconocen, cuánto éxito puedo llegar a tener, todo esto reflejado en ese pedido de dos de sus discípulos: “Maestro…, concédenos sentarnos uno a tu derecha y otro a tu izquierda (…) Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos” (Mc 10, 37.41). Tanto tiempo compartiendo con Jesús, y cómo nos cuesta entender su mensaje, así como les pasó a los apóstoles. Jesús escucha esto y el Evangelio dice “Jesús los llamó”. Esta parte me recuerda las veces que peleábamos con mi hermano cuando éramos niños y de repente mamá o papá nos llamaban. Eso era un reto seguro, cuando no, una penitencia. Sin embargo Jesús sigue apostando a sus amigos y aprovecha ese momento para seguir enseñando, entonces “Jesús los llamó y les dijo (…) el que quiera ser grande, que se haga servidor entre ustedes, y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos” (Mc 10, 43-44).

Mientras luchamos y peleamos muchas veces por ser considerado grande, que la gente me considere exitoso, reconocimiento y tanta chachara exitista de este discurso mercantilista, la vida se nos está escurriendo de las manos, se nos escapa y ya no volverá. Es ahí dónde el Evangelio nos llega como “palabras de vida eterna”.

Ante estas actitudes, Jesús nos llama y nos dice: “Entre ustedes no debe ser así”, ser grande es ser servidor, dar la vida por otro. Es que esto encierra una verdad fundamental, la vida se gasta queramos o no. Nuestra vida esta para ser entregada, gastada y no hay nada que hacer. Llega un momento en que esta se acaba y la pregunta es ¿en qué gastaste tu vida? ¿En que estas poniendo tu vida en servicio? ¿En qué estás dando tu vida? Preguntas fundamentales que no siempre nos hacemos. Y lo que propone Jesús es servir. Da tu vida para rescatar, para sanar, para que el Reino tenga lugar aquí y ahora. Cada vez que alguien experimenta la misericordia, el amor, el consuelo, cada vez que rescatamos aunque sea con una sonrisa, estamos haciendo lugar al Reino aquí y ahora. Por eso “el que quiera ser el primero, que se haga servidor”.

Ahora, cómo hacemos para que este servicio no se convierta en algo meramente voluntarista, en algo que en vez de ayudar me haga un soberbio, o un deber ser, al cual si pudiera huiría sino fuera por la culpa que me persigue. Creo que el secreto está en mamá. Eso significa que el servicio amigos, nace del amor. Cuando uno se deja tocar por la necesidad del otro, le hace lugar en su corazón y siente dolor por el dolor del otro, surge necesariamente hacer algo para que esa situación cambie. Nace el servicio genuino, el que es por y para el otro. La experiencia de amor busca rescatar al que sufre, y cuando estamos experimentando esto, aquel al que intento servir, me está rescatando a mí. Está haciendo que mi vida tenga sentido mas allá de mí. Este domingo 18, es el día de la madre en Argentina, y si hablamos de servicio genuino que nace del amor, basta que miremos el hermoso oficio de ser mamá, como decía una canción. Ese oficio que nace del amor y se expresa en el servicio, en el cuidado, en la contención. Y hablo de oficio, porque más allá de que sea algo biológico, hay muchas personas que ejercen el oficio aunque no hayan llevado ese hijo en le vientre. Se trata de un amor que hace presente al Reino y en el cual aprendemos a hacer Reino. Valga esta reflexión para dar un gran saludo a todas esas mujeres que tienen el oficio de madre, gracias por enseñarnos a amar. Hasta luego y que tengan un lindo domingo.

III Congreso ProVida

Los días jueves 27 y viernes 28 de agosto, el grupo de Universitarios por la Vida de la Ciudad de Córdoba, Argentina,  organizó el III Congreso Provida en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), bajo el lema «No más silencio». Tuvo lugar en Aula Magna de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.

El Congreso buscó fomentar que los estudiantes universitarios hagan sentir su voz en defensa de la vida por aquellos que no lo pueden hacer. «¡La vida humana no se cuestiona, se defiende!» expresaron los organizadores.

El Congreso generó polémica en la última sesión del Consejo Superior de la UNC, cuando la agrupación Frente 20 de Diciembre, solicitó que sea repudiado aduciendo que en el 2010 el Consejo Superior emitió una resolución en la que avaló el tratamiento de una ley a favor del aborto. Sin embargo el rector Francisco Tamarit expresó que no se puede prohibir algo, sólo por no estar de acuerdo con ello.

congreso provida

 

Testimonio desde la Organización – Por Nicolás Gallo

Durante el colegio, la profesora de filosofía me dejó la mejor enseñanza que recibí en toda mi formación secundaria.

Estaba en el último año, y durante la clase dijo: “muchas personas aprenden a amar realmente cuando tienen un hijo, porque empiezan a amar incondicionalmente”.

No tengo dudas de que estamos en este mundo para aprender a amar cada día más. Es el mayor sentido que puede cobrar nuestra vida. La vida adquiere toda su belleza.

Pero ¿cómo amar a quien ya no está, a quien no se le permitió nacer? Cada día muchos Cristos son asesinados, y se adelantan a nuestra esperanza.

Podríamos preguntarnos por qué pasan estas cosas, pero son ellos quienes nos interrogan a nosotros: ¿Dónde estuviste? ¿por qué no me recibiste?

Hay una realidad compleja detrás de todo, pero a todos nos toca ser familia, con todos.

Este año decidí participar en la organización del Tercer Congreso Pro Vida, organizado por jóvenes universitarios, y orientado a Universitarios. Hay un marco negativo, en que decir que el aborto no es correcto provoca discriminación en algunos lugares. Es muy común en la universidad, que no nos deja pensar distinto.

Universitarios por la Vida decidieron llorar por los que no alcanzaron a largar una lágrima, a gritar por los que no tienen voz, a defender la Vida y luchar para que todos tengan la oportunidad de vivir.

“No más silencio” fue el lema de las dos jornadas de formación que organizaron, donde se habló de las Consecuencias psicológicas del aborto, de los fundamentos de la objeción de conciencia, del amor sólido en la familia, del gran valor personal, de los vínculos y la afectividad, de los ataques a la familia, y varios testimonios muy fuertes de personas que hoy pueden agradecer su vida y la de sus hijos.

Ya no participo activamente pero aprendí la importancia del compromiso social desde mi profesión. No callando y sí promoviendo la vida, saliendo en su defensa. Aprendí que es necesario no confundir humildad con pasividad; que el servicio implica también una lucha social e institucional, para que nuestras profesiones y nuestras leyes promuevan el mayor valor de todos: la Vida.

Me permito también contarles lo que hace un señor, muy mayor, me dijo hace unos meses: “esto pasa porque la sociedad está fragmentada, porque las familias están fragmentadas… y esto pasa porque nosotros no sabemos acompañar a quienes están embarazadas y si es necesario acogerlas y recibirlas en nuestros hogares para que puedan tener al bebé”.

Hagamos lugar en el mundo a muchas más sonrisas, a más juegos, a más imaginación, a más alegría.

 

¿Qué nos deja Laudato Si’?, Una mirada desde la teología pública

Por Gustavo Monzón SJ

En esta encíclica del Papa Francisco sobre ecología, nos encontramos una invitación a ampliar horizontes. En ese sentido, en un contexto de crisis planetaria tal como el que vivimos, la palabra del Papa es un llamado de atención para poder reflexionar acerca de nuestro lugar en el mundo y cómo administrar los dones que el Señor nos ha regalado.

Este documento nos recuerda el desafío al cual nos invitaba Benedicto XVI en su discurso en la Universidad de Ratisbona, en septiembre de 2006. El Papa afirmaba que la razón es ampliada por la fe cristiana en sus posibilidades, mediante la búsqueda de la verdad. Para que se genere esta “ampliación” debe ser capaz de abrirse a los interrogantes más profundos de la experiencia humana, pues una razón que no se abre a las cuestiones de la ética, del destino humano y de las últimas preguntas, se está suicidando. Toda propuesta, para ser merecedora de atención al hombre que piensa, debe ofrecerle un conocimiento de la realidad, una ética con criterios para vivir en la bondad y en la verdad, una propuesta de salvación última [1].

Estas reflexiones nos abren a la denominada teología pública. Esta corriente o escuela teológica, es la versión estadounidense de la teología política europea que surge después de la Segunda Guerra Mundial. En ese sentido, se considera a la teología no limitada a una serie de afirmaciones sobre las propias creencias judeo-cristianas, entendidas como un todo cerrado, como si no tuvieran ninguna relación con la experiencia humana, sino a comprenderlas en cuanto a una relación con el conjunto de la realidad objeto de experiencia humana [2].

De esta forma, se parte desde el hecho de que en las sociedades plurales tal como las que vivimos el papel de la religión es generar ideas que ayuden a constituir un horizonte común de valores cívicos compartidos por todos los ciudadanos [3].

Por tanto, leeremos esta encíclica desde una triple perspectiva. En primer lugar, como un análisis de la crisis del paradigma de civilización, en segundo lugar, considerando los aportes que realiza al Magisterio Social, y, por último, como una ampliación de horizontes tal como lo mencionábamos anteriormente.

Crisis del paradigma civilizatorio

Es en este contexto de crisis de la racionalidad científica y técnica [4](LS, 19) -que lleva al cuestionamiento profundo de un modelo de desarrollo-, y a la incertidumbre sobre el futuro que el Papa Francisco nos presenta la Encíclica Laudato Si’, Sobre el cuidado de la casa común. En estas líneas, el Pontífice se hace consciente del deterioro del mundo y la pérdida de la calidad de vida (LS,18) que lleva a considerar a la tierra como un depósito de porquería (LS,21) fruto de la cultura del descarte (LS,22).El problema ecológico presenta un reto a la teología, en cuanto el considerar a la realidad como Creación puede aportar un sentido último de responsabilidad y un llamado de atención sobre el cuidado de la misma, entendiendo al hombre como una criatura del mundo con derecho a vivir en dignidad y felicidad (LS, 43).

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Este aporte de la reflexión teológica ayuda a detenerse y a reflexionar acerca de nuestro lugar en el mundo. Para lo cual, en la encíclica nos encontramos con el concepto de “ecología integral” (LS, 59).

Al analizar la raíz humana de la crisis ecológica (LS, 101) realiza una crítica del paradigma tecnocrático dominante, además de mostrar que el poderío tecnológico pone al hombre en una encrucijada ante la Creación (LS, 102-103).

Con este análisis pone en el tapete que el ser humano no tiene una capacidad de ejercer el poder con autonomía propia (LS, 105).

Asimismo, coloca como otro de los males del momento al relativismo práctico (LS, 122), por el cual el hombre se ubica como única fuente de criterio, no respetando el don de lo creado por Dios (LS, 123).

Al analizar la raíz humana de la crisis ecológica, Francisco realiza una crítica del paradigma tecnocrático dominante, además de mostrar que el poderío tecnológico pone al hombre en una encrucijada ante la Creación.

Ante la complejidad de la crisis socio ambiental (LS, 139), Francisco propone una ecología integral (LS, 137) en donde el valor inalienable de cada ser humano se da sin importar su nivel de desarrollo (LS, 137).

Es en este punto del Magisterio Social (LS, 15), en el cual se incorpora esta encíclica, en donde las propuestas teológicas pueden ser integradas como «saberes» en los respectivos sectores de la experiencia humana y social. Saberes que colaboren con un debate serio y honesto (LS, 61).

Aportes al Magisterio Social de la Iglesia

Esta encíclica se inserta en la línea de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, en la que se afirma que “las enseñanzas de la Iglesia sobre situaciones contingentes están sujetas a mayores o nuevos desarrollos y pueden ser objeto de discusión, pero no podemos evitar ser concretos —sin pretender entrar en detalles— para que los grandes principios sociales no se queden en meras generalidades que no interpelan a nadie [5]”. De esa manera, tal como nos los recuerda Francisco, “hace falta sacar sus consecuencias prácticas para que puedan incidir eficazmente también en las complejas situaciones actuales. Por consiguiente, nadie puede exigirnos que releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos” [6].

¿De qué manera nos amplía los horizontes?

Antropológicos

En primer lugar, ante el individualismo metodológico que predomina como forma de entender al hombre, Francisco considera al humano como un ser capaz de diálogo con otros (LS, 81), de ser libre siendo capaz de limitar a la técnica y colocarla al servicio del mismo hombre (LS, 112-113).

Ante una razón incapaz de encontrar horizontes últimos, manifiesta que todo está conectado (LS, 120), y, teniendo esta certeza, supera al cartesianismo moderno (LS, 115,116) y pasa a colocar al hombre en relación con su entorno.

Con respecto a la crisis de un paradigma científico técnico heredero del positivismo, Laudato Si’ nos invita a ver al hombre como capaz de abrirse al encuentro de otros modos de pensar, en los que el aporte sapiencial de las diversas tradiciones religiosas contribuyen con un significado específico al debate. En ese sentido, ante el triunfo de la indiferencia religiosa y la privatización de la religión, afirma que el pensamiento judeo-cristiano coloca un compromiso y responsabilidad ante la Creación (LS, 78), y un aire a la fragmentación de saberes que no reconocen horizontes éticos de referencia al perder el sentido de la totalidad (LS, 110).

Con respecto a la crisis de un paradigma científico técnico heredero del positivismo, Laudato Si’ nos invita a ver al hombre como capaz de abrirse al encuentro de otros modos de pensar, en los que el aporte sapiencial de las diversas tradiciones religiosas contribuyen con un significado específico al debate.

Noción de Creación

De esta manera, el aporte de los principios del cristianismo a la razón secular puede ayudar al cuidado del medioambiente. En ese sentido, la idea de Creación, don originario que conlleva una responsabilidad, nos invita a ver a la naturaleza no como una fuente de recursos, sino con una finalidad determinada, que es Dios mismo (LS,80,83). A su vez, la tierra es la herencia común. Es un derecho universal, y este destino de los bienes es el primer principio ético de organización social (LS, 93).

Gobernanza global

Ante la complejidad del asunto, la sugerencia papal pasa por un desarrollo de una ecología económica como capacidad de ampliar la realidad productiva (LS, 141). En ese sentido, frente el desencanto o indiferencia ante el fenómeno de lo político, se nos invita a los cristianos a que colaboremos en la salud institucional en los países, ya que un civismo para el desarrollo de la solidaridad y el respeto de la ley es necesario para que se dé un sano desarrollo de la vida social (LS, 142). De esta forma, nos recuerda el papel de la sana política en la doble capacidad de reformar las instituciones y propiciar grandes fines (LS, 181) además de ser capaz de construir diálogos y acuerdos básicos (LS, 177).

Por último, ante el relativismo moral que conduce a la ley de la selva o a una dictadura del relativismo, este esfuerzo expresado en la encíclica nos interpela y ayuda a reconocer un criterio de objetividad moral, que le permita al hombre ser capaz de seguir una ley existente en el interior de su corazón que debe saber respetar (LS,155), ya que de oír este llamado interior va a entender al mundo, no como un espacio de consumo, sino como un proyecto en común (LS,164).

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Conclusiones y perspectivas

Esta encíclica puede ser leída desde un paradigma teológico como la teología pública. Esta lectura implica que se considere a las proposiciones fundamentales del cristianismo como públicas y capaces de construir valores comunes de cara al cuidado de nuestra casa común. En esa línea, se inserta en una comprensión de la teología como capaz de transformar la esfera pública en sociedades pluralistas y secularizadas, aportando símbolos y discursos religiosos que inspiren o fortalezcan los imaginarios sociales de cara a los problemas contemporáneos. Pues, “sólo si el cristianismo interviene en la construcción de una sociedad mundial, podrá hacer valer en ella y para ella su propio ideal de solidaridad sin odio ni violencia. Pero el amor al enemigo, la resistencia al odio y la violencia no dispensan al cristianismo de la lucha para que todos los hombres sean sujetos. De lo contrario, faltaría su misión de ser: la esperanza en el Dios de vivos y muertos que llama a todos los hombres a ser sujetos en su presencia” [7].

[1] BENEDICTO XVI, Fe, razón y universidad. Recuerdo y reflexiones. Discurso en el Aula Magna de la Universidad de Ratisbona, 12 de septiembre de 2006, 7.

[2] D. HOLLENBACH, Common Good and Social Ethics, Cambridge University Press, 2002, 22.

[3] Ibid, 100.

[4] Laudato Sii, 19. En adelante, citaremos la referencia del documento papal al lado de la idea que manifiesta de la siguiente manera: (LS, n°).

[5] Evangelii Gaudium, 182

[6] Op. Cit., 183

[7] JOHAN BAPTIST METZ, La fe en la historia y en la sociedad, Ed. Cristiandad, 244

Premio de Derechos Humanos a P. Ismael Moreno SJ

La Fundación Rafto ha distinguido en la mañana del jueves 24 de septiembre, con el premio del mismo nombre al hondureño Ismael Moreno Coto, conocido como padre Melo, por su defensa de la libertad de expresión «en uno de los países más violentos del mundo».

«El Padre Melo es un portavoz valiente que trabaja sin descanso para investigar y comunicar las razones de la violencia y el abuso cometidos contra grupos vulnerables en la sociedad», se indica en el fallo del premio, uno de los más prestigiosos en el área de los derechos humanos que se entregan en este país nórdico.

Moreno Coto, de 57 años, dirige dos organizaciones de derechos humanos en la ciudad de El Progreso (Honduras), Radio Progreso y ERIC (Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación), además de ser el fundador de la edición hondureña de la publicación regional Envío y de la revista A Mecate Corto.

«A través de la radio, la divulgación en revistas y de su labor como sacerdote, el Padre Melo se ha convertido en una importante voz pública para la democracia, la libertad de expresión y los derechos humanos», señaló el jurado.

El galardón será entregado el próximo 1 de noviembre en una ceremonia en el Teatro Nacional de Bergen (sur de Noruega).

La Fundación Rafto ha premiado anualmente desde 1987 a defensores de los derechos humanos y la democracia, entre los que figuran cuatro personas que luego recibieron el Nobel de la Paz: la birmana Aung San Suu Kyi, el timorense José Ramos-Horta, el surcoreano Kim Dae-jung y la iraní Shirin Ebadi.

El premio, dotado con 10.000 dólares, lleva el nombre del profesor Thorolf Rafto, que dedicó su vida a defender la democracia y los derechos humanos. EFE

Fuente: La Prensa HN