Mujeres y hombres en movimiento por la dignidad

Red Jesuita con Migrantes de Centroamérica, ha impulsado este año la generación de reflexiones con el objetivo de promover el diálogo social alrededor de las vulnerabilidades y luchas que enfrentan las mujeres en las migraciones.

Desde RJM creen que es indispensable visibilizar los diferentes esfuerzos transformadores que han asumido con gran liderazgo miles mujeres involucradas en el drama de la migración forzada en Centroamérica.

La ‘campaña Mujeres y hombres en movimiento por la dignidad’ comenzó en junio y se extenderá hasta septiembre. cada mes se publicarán hojas informativas, con dos o tres reseñas sobre realidades que experimentan las mujeres centroamericanas afectadas por la migración, además de cápsulas radiofónicas y una serie de ilustraciones digitales sobre dichas vivencias.

El 10 de junio comenzó a circular la primera parte del cuaderno ‘Mujeres centroamericanas en movimiento: Migración, refugio y dignidad’.

Al concluir la campaña, se compartirá el cuaderno completo que no sólo pretende ofrecer información clara y puntual sobre los distintos escenarios de resistencia femenina ante la migración, sino que también, ser una herramienta de trabajo para que mujeres y hombres que permita acercar a más actores sociales en la búsqueda de alternativas dignas al desplazamiento forzado, un drama que sin duda trastoca hondamente la vida millones de personas alrededor del mundo.

Acceso a los materiales

Fuente: CPAL Social

 

ConJugando – Fe y Alegría Uruguay

Fe y Alegría en muchos sentidos representa un cambio de paradigma dentro de nuestra sociedad y del modelo educativo mismo. La fundación está constantemente buscando herramientas que permitan contener, enseñar y estimular a sus alumnos de la mejor manera. Por eso compartimos esta noticia sobre una nueva iniciativa de la red de colegios en Uruguay va resultando muy exitosa.

ConJugando es un programa de estimulación cognitiva desarrollado en Fe y Alegría Uruguay. Apuesta a potenciar las capacidades de aprendizaje de niños y niñas en edad escolar a través del juego y de la atención grupal e individual de un equipo itinerante integrado por psicopedagogas y psicóloga.

El programa se lleva adelante desde el año pasado en seis clubes de niños y un colegio con resultados alentadores. Las evaluaciones aplicadas junto a la Universidad Católica del Uruguay a principios de 2015, indicaban que el 78 % de los niños y niñas que participaban del proyecto, presentaban rezagos muy importantes por ejemplo, en sus procesos de adquisición de la lectura. Luego del trabajo del equipo junto a los educadores de cada centro a lo largo del año, el mismo indicador era de 36 % de los niños con ese grado de dificultad, lo cual si bien dista aún de ser positivo, significa una mejora sustancial.

ConJugando busca además ir incorporando paulatinamente un trabajo más profundo de la dimensión emocional para desarrollar otro tipo de competencias que complementen el desarrollo cognitivo. Tanto los directores como los educadores de los centros educativos, se muestran satisfechos con este proceso que ha permitido un abordaje diferente de la enseñanza, en particular en educación no formal.

 Fuente: Boletín de Fe y Alegría 

Explorando la relación entre la fe y la justicia

Entender que el cristianismo, como religión que tiene vocación de transformar estructuras que generan injusticia, tiene unos valores y una manera de ver el mundo singular. Esta conciencia no se maneja únicamente en los países del tercer mundo, donde quizás las injusticias y desigualdades son más evidentes que en los países ricos. También en Europa la Compañía de Jesús se encarga de llevar adelante instancias que inviten a las personas a reflexionar sobre la relación entre fe y Justicia.

Es uno de los objetivos del curso sobre Fe y Politica que organiza desde el año 2006 la Compañía de Jesús en Europa, con la colaboración de sus centros de reflexión en el ámbito de la relación entre la fe y la justicia, y que se celebra en Venecia a finales de agosto.

Está dirigido especialmente a jóvenes de entre 20 y 35 años que estén interesados en explorar la vocación de vida política y de implicación pública, desde la perspectiva cristiana. Los participantes en anteriores convocatorias en valoran la formación que ofrece en torno a la Doctrina Social de la Iglesia, que constituye una importante aportación al pensamiento social moderno pero que a menudo es muy desconocida. También cabe destacar la oportunidad que da el encuentro de conocer, compartir y debatir con otros jóvenes europeos, que tienen en común el interés por esta cuestión, pero que provienen de países, ámbitos de acción y experiencias muy diversas.

El curso «Fe y Política» tendrá lugar en Venecia del 21 al 28 de agosto de 2016, el Jesuit International Students Hostel.

Fuente: Info SJ

 

“Identidad y Misión”: Encuentro de Laicos y Jesuitas

Se multiplican los espacios para reflexionar sobre la identidad en la misión a lo largo de toda América Latina.

José Luis Serra Martínez

Jorge Atilano González Candia

El pasado 4 de junio se realizó el encuentro laicos y jesuitas que llevó por título “Identidad y Misión” en las instalaciones del “Complejo San Ignacio” (la curia), donde asistieron aproximadamente 100 laicos y 25 jesuitas de las obras de la Compañía de Jesús en la Zona Metropolitana de México. El objetivo de este evento fue “encontrarnos como laicos y jesuitas de la zona metropolitana para reconocernos como compañeros de Jesús y discernir caminos para el fortalecimiento del sentido de cuerpo”.

El encuentro comenzó con una oración comunitaria que ayudó a reflexionar sobre el sentido de Colaboración para la Misión al que estamos invitados laicas, laicos y jesuitas.

Posteriormente se realizó una exposición de la misión que tiene cada obra con el objetivo de conocer quiénes somos y qué hacemos. Al final los asistentes se reunieron por obras para compartir lo que más había impactado en este rápido conocer del trabajo de otros hermanos.

Como tercer momento se realizó el panel “Identidad y Misión”, donde se pidió a laicos y jesuitas compartieran las experiencias que han ayudado a configurar su identidad cristiana e ignaciana. Algunos puntos que se tocaron fueron los siguientes:

  • – La experiencia de acompañar nos hace humanos, nos hace sentirnos acompañados y acompañar.
  • – En el acompañamiento uno toca lo sagrado de la vida y surge la invitación de comunicar lo regalado por Dios.
  • – Nuestra misión se desarrolla en un mundo complejo donde nos toca optar por las víctimas y por la justicia.
  • – Somos colaboradores para la misión y con un sentido de Iglesia.
  • – Es necesario un itinerario de formación para laicos y jesuitas.
  • – Es conveniente separar el empleo de la identidad ignaciana.
  • – Un gran reto es cómo vivir la identidad cristiana en un mundo cada vez más plural.
  • – Reconocemos que la espiritualidad es el gran cohesionador de la sociedad.
  • – Es Dios quien nos envía a una misión con Jesús.
  • – El envío es personal pero es un envío a trabajar como cuerpo.
  • – El envío es a las fronteras y en esperanza.
  • – Estamos en un tiempo de síntesis invitados a integrar la fe y la vida.
  • – Nuestra identidad ignaciana nos recuerda que somos hombres y mujeres de espíritu, que tenemos una opción por los pobres, en un diálogo interreligioso, sensibles a la ecología y viviendo en esperanza.

Al final se hicieron algunos comentarios sobre el seguimiento a este encuentro manifestado el interés de reunirse por lo menos una vez al año en un evento de este estilo para continuar creciendo en el trabajo en equipo y en comunión.

Los participantes en general se fueron con un sentimiento de gran agradecimiento por este momento de reencuentro e inspiración mutua para continuar en la misión de Jesús.

Fuente: CPAL SJ

Reflexión del Evangelio – Domingo 10 de Julio

Evangelio según San Lucas 10, 25-37.

Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?”.

Jesús le preguntó a su vez: “¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?”.

Él le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo”.

“Has respondido exactamente, –le dijo Jesús–; obra así y alcanzarás la vida”.

 Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: “¿Y quién es mi prójimo?”.

 Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: “Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo. También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino. Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió. Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: “Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver”. ¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?”.

 “El que tuvo compasión de él”, le respondió el doctor.

 Y Jesús le dijo: “Ve, y procede tú de la misma manera”.

Reflexión – Por Gustavo Monzón SJ

Este domingo, la Iglesia nos invita a que meditemos en la imagen del Buen Samaritano. Este pasaje de la escritura, nos recuerda cuales son nuestros deberes para con el prójimo. Por otra parte, nos presenta el rostro de Dios, encarnado en Jesús quien como Buen Samaritano, nos rescata de nuestras heridas, nos consuela y nos llena de esperanza.

Esta narración se enmarca en un diálogo entre Jesús y un Maestro de la Ley. Entre ellos tenemos dos formas de vivir a Dios. Por un lado al Doctor de la Ley. Por el otro a Jesús. No son antagónicos, uno es la tradición, el otro la novedad. Uno es la forma, el otro el contenido. Ambos son camino de sentido y de misericordia. El Doctor, como nos muestra el Deuteronomio, ha escuchado la voz del Señor. Es fiel a su palabra, en sí lleva la Ley y le da cumplimiento. Con este cumplimiento quiere alcanzar la vida eterna. Y ahí se presenta Jesús. En Él está condensada la esperanza. Como nos recuerda Pablo, es “la imagen del Dios invisible”. En su persona se nos revela el rostro de Dios. Todo esto, lo intuye el Doctor de la Ley quien se siente atraído por su persona y por su mensaje. Y así le pregunta, “¿qué debo hacer para ganar la vida eterna?”. Ante este interrogante, Jesús no se impone. Le deja que saque de su Tradición, el camino de conseguir la vida eterna. Sin embargo, no lo deja encerrado en ella. Lo anima a que vaya más allá y que no se centre en el cumplimiento de la norma, sino en la actitud frente al hermano. Para eso, pone de modelo de comportamiento a un samaritano. Esto trastoca los valores y modelos del Doctor de la Ley. El último que sería ejemplar en su esquema, se transforma en modelo de vida eterna.

Con esta imagen, Jesús nos muestra como es Dios con la humanidad. Ante una humanidad herida y caída, no pasa de largo. Se acerca, la venda, cura las heridas con aceite del consuelo y la fortalece con el vino de la esperanza. La carga sobre sí en la Cruz y la lleva a la Posada de la Vida eterna. En esto está nuestra salvación, en la confianza que estemos donde estemos en el camino, Dios no abandona, ni pasa de largo, sino que nos devuelve siempre la esperanza.

 Fuente: Red Juvenil Ignaciana Santa Fe

Ignacio de Loyola: La Película

Este mes se estrenará la versión inglesa de la película sobre la vida de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús y gran reformador de su época.

Ignacio, nacido a fines del siglo XV, era un soldado que soñaba con grandes éxitos militares que. A los treinta años resultó herido gravemente en la defensa de Pamplona. Este hecho fue determinante en su vida, ya que en su tiempo de convalecencia, (que fue largo) leyó la vida de Jesús y la de algunos santos. Estas lecturas lo llevaron a un profundo cambio interior.

Después de esto toma la decisión de peregrinar a Jerusalén, pasando por Roma, donde se encuentra con el Papa. Junto con un grupo de compañeros fundaría, años más tarde, la Compañía de Jesús.

Te invitamos a ver el Trailer de la película e ir reservándote un lugar en la agenda para ir a verla.

 

Tecnologías al servicio del Evangelio

«La Palabra en Vos» es una iniciativa de un grupo de laicos de la arquidiócesis de Montevideo, que busca aprovechar las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación para difundir la palabra de Dios.

El funcionamiento es muy simple: quien esté interesado debe enviar un mensaje de whatsapp un número telefónico. Luego, el remitente queda suscripto a una lista de contactos, y recibirá todos los días el evangelio del día y un comentario del mismo realizado por alguno de los sacerdotes de la diócesis.

Los domingos, la reflexión del Evangelio estará a cargo del cardenal Daniel Sturla, arzobispo del Uruguay.

 Número de teléfono si sos de Uruguay:  099 985 930

Número de teléfono si vivís en Argentina: +598 99 985 930

Espiritualidad Ignaciana en la 3° Edad

La espiritualidad Ignaciana no tiene utilidad limitada al tiempo de juventud en que las personas deben decidir qué rumbo seguir en la vida. Sin embargo Dios tiene algo para decirle a todos, y en cualquier momento de la vida.

El próximo mes de septiembre, el Centre Internacional d’Espiritualitat Cova Sant Ignasi empieza un nuevo curso, esta vez dirigido a las personas que se encuentran alrededor de los 65 años o que superan esa edad.

Se trata de un programa que propone «asumir creativamente» la llegada a este tramo de la vida y que permite prepararse desde diversas perspectivas. Para el coordinador de este curso, el jesuita Francesc Riera, esta nueva propuesta de la Cueva responde a la voluntad de ayudar a las personas a tomar las decisiones cuando llega este momento.

«En cada etapa de la vida la persona debe tomar sus opciones, hacer su elección, dicho en lenguaje ignaciano. Es evidente que entre los 20 y los 30 años se hacen elecciones importantes sobre cómo conducir la propia vida. También cuando la persona supera los 65 años se sitúa ante opciones importantes y deberá decidir si desea vivir la vida creativamente, o sólo dejarse llevar por ella.»

La metodología del curso está marcada por la tradición de Ignacio de Loyola y de sus ejercicios espirituales, que invitan a vivir la vida conscientemente, creativamente y con plenitud.

Una época de gratuidad

Una de las circunstancias de cambio que más inciden en esta época es, a menudo, el final de la etapa laboral. Sin embargo, para el organizador del curso, Francesc Riera, se abre la posibilidad para que las personas se dediquen en esta etapa a actividades más gratuitas, que han pospuesto a lo largo de toda su vida.

La propuesta ha tenido un muy buen recibimiento: ya hay varias personas inscriptas, procedentes tanto de España como de América Latina y algún otro punto de Europa.

Fuente: Info SJ

 

PROGRAMA COMPARTE – Red de Centros Sociales de la CPAL

La lucha por la Fe y la Justicia incluye acompañar y brindar herramientas a quienes, desde sus ideales, pero también con su modo de vida.

Desde el 9 hasta el 13 de Junio se llevó adelante en Perú, el Encuentro Anual del PROGRAMA COMPARTE, de la Red de Centros Sociales de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina, CPAL.

El Programa COMPARTE se entiende a sí mismo como “una comunidad de aprendizaje y acción que procura la creación de alternativas económico productivas de alcance territorial, sostenibles y escalables”. En él están comprometidos 14 Centros Sociales de América Latina y otras instituciones, especialmente universitarias, acompañan los trabajos del COMPARTE desde sus propias competencias.

Más de cuarenta mil productores (rurales en su mayoría, pero también periurbanos) que trabajan parcelas pequeñas o emplazamientos suburbanos, organizados en más de dos centenares de asociaciones, son acompañados en diferentes programas y asesorados por los miembros del Comparte. Al rededor del 20% de esa población participa del esfuerzo del programa COMPARTE, que pretende fundamentalmente cuatro cosas:

1- Mejorar sus capacidades técnico-productivas (apuesta por la calidad y no por la cantidad), y asegurar la seguridad alimentaria de los territorios en que viven,

2- Crecer en sus capacidades asociativas y político-organizativas,

3- Colaborar con esas asociaciones en su capacidad operativa a través de una Lectura Estratégica de los territorios en los que desarrollan sus actividades, y

4- Buscar con ellos rutas y canales de comercialización justa que les permita no sólo obtener ganancias mayores en sus actividades sino mejorar sus medios (integrales de vida).

Una de los aportes importantes que la Compañía de Jesús ha hecho en su historia tiene que ver con una visión positiva y optimista de la realidad y de la acción del hombre, como prolongación, gratuita, del poder y el amor creador de Dios.

El esfuerzo invertido y la apuesta que hace la Red de Centros Sociales con el Programa COMPARTE nace y se alimenta de un convencimiento profundo de que Dios está obrando maravillas en su creación, y de que todos tenemos la capacidad y la obligación (moral) de encontrar caminos alternativos de organización social en sus dimensiones económica, cultural, política y también religiosa.

CPAL Social

 

Miserando Atque VI

Seguimos compartiendo textos y perspectivas que nos ayuden a lo largo de todo este Jubileo a reflexionar sobre la Misericordia desde distintas espiritualidades y experiencias.

Por Javier Aparicio Suárez, OSB. Prior del Monasterio de San Salvador del Monte Irago. Rabanal del Camino (León)

La misericordia en el Camino

“… y jamás desesperar de la misericordia de Dios” (Regla de San Benito 4,74)

El Capítulo 4 de la Regla de San Benito está dedicado en su totalidad a la enumeración de los instrumentos con los que el monje ha de crecer en la caridad. Al comienzo y al final del mismo nos presenta el amor a Dios y la misericordia de Dios como principio y final de toda vida monástica, y no solo como un compendio de “instrumentos” con los que ganar y conquistar la respuesta de Dios.

El ábside de nuestra vieja iglesia de Rabanal presenta una impresionante grieta que lo atraviesa desde la parte superior hasta prácticamente el inicio del muro absidial. La fábrica original no fue capaz de soportar todo el peso superior que se dejaba caer sobre la seatera central. Desde la nave tan solo el Cristo crucificado rompe la visión total de la que bien podría considerarse una ruina.

A lo largo de los años la mirada contemplativa del peregrino que camina hacia Santiago me ha enseñado a descubrir la belleza de esta ruina como metáfora de nuestra propia vida, rasgada por nuestra miseria y fragilidad. Sin embargo, toda nuestra vida se muestra diferente cuando se contempla y se ve desde la perspectiva del Crucificado, del Cristo clavado en la Cruz .

El ábside de nuestra iglesia es un espejo de esa nuestra propia vida. Uno puede y debe ver todas y cada una de las grietas, el paso de los años, los pesos y las cargas, el pecado y nuestra debilidad… pero a través de Cristo, esa misma realidad cobra un significado diferente. Porque todo, absolutamente todo en nuestra vida forma parte de la historia que el Dios de la misericordia va escribiendo en nosotros.

Todo es motivo de salvación; nada se queda al margen de la misericordia de Dios. El ábside resquebrajado, nuestra propia vida rota y marcada por una historia de desamor, de envidias, de falta de solidaridad, de ceguera, es bella si somos capaces de mirarla a través de la Cruz de Cristo. Es la belleza escondida de saber que la última palabra es la de Dios, que la misericordia se ríe del juicio (Sant. 2,13), que todo está impregnado del amor de Dios, que lo derrama abundantemente sobre nosotros, en el aquí y ahora de nuestra particular historia porque es eterna su misericordia (Salmo 117).

Dios es eternamente misericordioso con nosotros tal y como somos, y no tal y como deberíamos ser. Por eso San Benito recuerda a sus monjes que ahora y siempre, estemos donde estemos, y seamos lo que seamos, no podemos ni debemos “desesperar jamás de la misericordia de Dios”.

La misericordia de Dios -en palabras del Papa Francisco- es como ese sol que nos visita cada mañana, “… una gran luz de amor, de ternura. Dios perdona pero no son un decreto, sino con una caricia, acariciando las heridas del pecado”.

El monje al igual que el peregrino y, en definitiva, todos y cada uno de nosotros hemos de caminar cada día con la confianza de ser acariciados por la mano de Dios. Es la confianza y la certeza de saber que “aunque una madre pueda olvidarse del hijo de sus entrañas”, Dios jamás se olvida de nosotros (Is 49,15).

Fuente: Entre Paréntesis