Día de Oración por las Vocaciones

“(…)No hablamos del tiempo libre, sino a qué dedicamos nuestra vida. Porque el tiempo no es infinito. El tiempo se acaba.

Con la vocación pasa algo parecido. Podemos dedicarle mucho tiempo a pensar, a darle vueltas, a calcular…sin atrevernos a dar ningún paso. Esas dudas normalmente las revestimos de argumentos de peso, de buenas razones, de cosas que me quedan por hacer antes de pensármelo en serio. Y no son malas razones. Pero nos alejan del momento fundamental de nuestra vida, que no es otro que el de ponerse con libertad delante de Dios y preguntarle: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?”’

Ser Jesuita

El 5 de Noviembre, día en el que la Compañía de Jesús recuerda y celebra a todos sus Santos y Beatos ha sido establecido, también, como día especialmente dedicado a la Oración por las Vocaciones.

Por eso, hoy los invitamos a detenernos un momento a rezar por todas aquellas personas que se encuentran en la búsqueda de su vocación, para que, como dice Ignacio ‘no sea sordo a su llamado’:

Oración por las Vocaciones

Dios Padre, te ofrecemos este regalo que nos has otorgado, nuestra vocación. Al invocarte te pedimos valentía para muchos más y escucha a tu llamado, con un corazón abierto y presto a servir incondicionalmente a los demás.

Que no se pierdan en un mundo de aparente felicidad, más bien entreguen su vida al puro estilo de Jesús. Madre Dolorosa, custodia sus vidas a ser consagradas. Todo esto te lo pedimos en nombre de Nuestro Señor Jesucristo.

Amén

 

Frutos Concretos de la CG36

Una pregunta que nos llega continuamente en estos días es sobre cuáles son los documentos que se van a promulgar al término de esta Congregación General: ¿Qué decretos habrá? ¿Qué recomendaciones al Padre General? Poco a poco vamos pudiendo contarlo, ya que los documentos ya han sido aprobados y están en fase de preparación para su pronta publicación. El decreto principal es el resultado de largas conversaciones y debates bajo el tema general “La vida y la misión de la Compañía.” El documento final se titula “Compañeros en una misión de Reconciliación y Justicia” y acabamos de publicar un artículo sobre el mismo en esta página. Más allá de ese decreto… ¿cuáles son los otros resultados de tantas semanas de trabajo de los delegados?

 Algunas decisiones tienen que ver con el “modo de proceder” interno de la Compañía. Son importantes porque la Congregación General es el único cuerpo que puede tomar decisiones sobre ello y porque guiarán parte de los trabajos del P. General y de sus asistentes en los próximos años. Pero, por otro lado, no son temas que realmente se puedan considerar interesantes para el público sino más bien de régimen interno de la Compañía. Algunos de estos temas tratados en esta Congregación son: el gobierno ordinario de la Casas internacionales de Roma, temas relacionados con las responsabilidades del General de la Compañía y su papel, la mejora y la clarificación de las prácticas económicas, o las buenas prácticas sobre la vida interna de las comunidades jesuitas.

Otro de los decretos importantes de la Congregación es sobre los modos de Gobierno y sus estructuras en busca de maneras de proceder o de renovar la organización administrativa de la Orden para mejorar en la gestión de la Compañía en el ámbito universal, un tema ya abordado por la Congregación anterior (2008), pero que necesitaba un “aggiornamento” basado en la experiencia de los últimos años. El título del decreto será: “Un gobierno renovado para una misión renovada.” Este decreto profundiza en tres dimensiones claves de nuestro modo de proceder en la actualidad: el discernimiento, la colaboración y el trabajo en red. El documento, además, pide al Padre General que continúe el trabajo que queda por hacer para renovar el gobierno de la Compañía siguiendo las instrucciones de la CG35, por ejemplo, para revisar o evaluar el progreso de nuestras preferencias apostólicas del presente y, si se necesita, para identificar nuevas. Pide también estudiar la gobernabilidad de las redes jesuitas que cubren áreas más allá de las “conferencias” geográficas, y promover una mayor solidaridad de los recursos humanos, institucionales y financieros en toda la Compañía para obtener una mayor eficacia apostólica.

Por último podemos mencionar otro documento importante en el que la Congregación ha puesto mucho trabajo e intencionalidad. Se trata de una carta de “apoyo y de solidaridad con los jesuitas y sus colaboradores que viven en zonas de guerra o situaciones peligrosas.” A lo largo de la Congregación los delegados han tenido muy presente, en muchas ocasiones, las situaciones de violencia o de tensión en las que viven muchos de nuestros compañeros en “el terreno”. De forma natural y como consecuencia del discernimiento conjunto, los delegados consideraron importante emitir un comunicado oficial al nivel más alto de autoridad de la Compañía de Jesús, expresando su cercanía en la oración y su solidaridad con los jesuitas y colaboradores que están sirviendo día a día en las fronteras más peligrosas del planeta, siendo testigos de la fe, la justicia y la reconciliación.

Fuente: gc36.org 

Noviembre: Mes de Todos Los Santos y Beatos de la Compañía

El 5 de noviembre es el día de todos los Santos y Beatos Jesuitas. También es el día de la oración por las vocaciones a la Compañía porque pedimos al Señor, junto con nuestros Santos y Beatos, que envíe más vocaciones a la Compañía de Jesús.

En esta fecha los religiosos, laicos y la comunidad ignaciana del mundo entero agradecen por los Santos y Beatos jesuitas que contribuyeron en la predicación y vivencia del Evangelio y en la construcción de un mundo más igualitario y fraterno. Este agradecimiento es acompañado por la petición al Santo Padre para que siga enviando muchas, de calidad y santas vocaciones de hermanos y sacerdotes a la Compañía de Jesús.

Rezar por las Vocaciones

Orar es ponerse en camino a la espera del Señor que recrea horizontes y llena los pulmones de aire fresco. Inspirados en Ignacio de Loyola podríamos decir que la oración de petición es dejarse llevar por la dinámica más profunda y auténtica de aquellos deseos que tienden a liberarnos del propio “amor querer e interés” (Cfr.EE, 189). Orar es asumir la vida que anhelamos como un don y como una tarea; orar es acoger los deseos que Dios pone en nuestros corazones, los cuales, al igual que los retoños henchidos de vida frágil y en estado de promesa, albergan los frutos que habrán de saborearse en el tiempo de la cosecha. (Armando Raffo SJ)

Contemplando y agradeciendo la vida, entrega y ejemplo de estos jesuitas, estamos invitados, a lo largo de todo este mes de Noviembre a a pedir de manera especialmente por las vocaciones que el Señor quiera regalar a la Compañía de Jesús; y por todos los jesuitas que conocemos. Para que Dios le de vitalidad en la nuestra vocación y una vida entregada que sea como un fuego que enciende otros fuegos.

EJI Regional en Resistencia

El fin de semana del 22 y 23 de Octubre se llevó adelante el tercer Encuentro Juvenil Ignaciano (EJI) regional en lo que va del año dentro de la Red Juvenil Ignaciana Argentina y Uruguay. De este encuentro participaron las redes locales de Resistencia, Corrientes Posadas y Asunción del Paraguay. Los 2 EJIs previos fueron en Córdoba y Montevideo.

Por Loreley Aguirre

El EJI Regional que denominamos «Tendiendo Puentes» fue el encuentro realizado en la provincia de Chaco los días 22 y 23 de octubre. Delegaciones jesuíticas, tanto de Corrientes, Resistencia y Paraguay fueron parte del evento. Durante estos días se realizaron actividades de catequesis, reflexión, trabajo en grupo y oración (personal y compartida). Tuvimos la posibilidad de conocernos un poco más, lanzarnos a la aventura de la misión y la procesión, manifestando nuestra fe y alegría por las calles de Resistencia.

Pudimos apreciar y conocer a Dios de una manera distinta, al estar abrazando a un desconocido con el cual teníamos muchas cosas en común, al llevar su palabra a cada puerta de las casas y al hacer que todos los de afuera puedan apreciar la emoción que el mismo genera en nuestros corazones.

«Tendiendo puentes» hizo posible que tres delegaciones se conviertan en familia, en amigos en Cristo. Hizo posible que nuestra memoria agradecida se expanda y haga llegar, a todos los que no pudieron asistir, la alegría de lo vivido y compartido. Los lazos creados por Dios dicen ser eternos y ojala esa fe que mueve montañas siga haciendo que todas las delegaciones se sigan uniendo para seamos un sólo pueblo.

XLVI Congreso Internacional de Fe y Alegría

Los días 22 y 23 de Octubre se llevó adelante en la ciudad de Lima, Perú, el XLVI Congreso Internacional de Fe y Alegría “Educación, Ciudadanía, Cultura de Paz y Jóvenes”.

Dicho encuentro representó una oportunidad para que educadores, educadoras, acompañantes, personal directivo y jóvenes pudieran entrar en diálogo alrededor de las propuestas educativas que Fe y Alegría debe impulsar para responder a la problemática social que viven los y las jóvenes hoy día en la perspectiva de la formación en ciudadanía y cultura de paz.

Los debates giraron en torno a tres ejes temáticos:

– Visión de los y las jóvenes como sujetos de derecho y de responsabilidades.

– Aciertos y debilidades de nuestros modelos educativos en formación en ciudadanía y cultura de paz de los y las jóvenes, frente al problema de violencia.

– Capacidades y habilidades instaladas e incidencia de la formación en la práctica en ciudadanía y cultura de paz de los y las jóvenes.

Un tema al que se le dio especial atención fue la problemática que representa la violencia, dentro de los centros educativos como dentro de la sociedad en general. El primer enfoque fue revisar nociones en torno a lo que significa la violencia. El segundo enfoque comprendió buscar otros conceptos generales relacionados a la violencia. La tercera aproximación se dirigió a generar preguntas, para con ellas orientar las acciones a futuro.

Al igual que en todas las actividades, el diálogo integró de forma progresiva a los directores, docentes y estudiantes. Inicialmente, las reflexiones fueron individuales; luego pasaron a conformar grupos de tres, siete y doce personas. Finalmente, se agruparon en las “peceras”, espacio donde los más de 80 participantes tuvieron la oportunidad de dialogar y, siempre con espíritu crítico -y enriquecidos por la confluencia de pensamientos y conceptos de tres generaciones diferentes- debatir sobre la mejor manera de atacar la violencia y promover espacios de paz en las escuelas.

Fuente: Federación Internacional Fe y Alegría

 

El Padre General ha nombrado un Nuevo Provincial para Paraguay

El Padre Ireneo Valdez Colmán de 55 años, ha sido nombrado nuevo Superior Provincial de la Compañía de Jesús en el Paraguay. El Padre Valdez entró al Noviciado en 1988, fue ordenado sacerdote en 1999, hizo estudios de filosofía en Asunción (1990-1992) y en el Instituto de Teología (UC). Cursó un Diplomado en Ciencias Sociales y Ética en el ILADES de Santiago de Chile (1993-1995). Obtuvo la Licenciatura en Teología, en la Facultad de Granada, España (1995-2000) y cursó un semestre en la Universidad Gregoriana de Roma (1999-2000).

El Padre Valdez asumirá en los inicios de 2017 y sucederá al Padre Alberto Luna, que ya ha cumplido su período de seis años en el cargo. Su nombramiento fue anunciado el 5 de noviembre por el nuevo Superior General, el Padre Arturo Sosa Abascal SJ, recientemente elegido en la Congregación General 36 que se está llevando a cabo en Roma.

Principales Ministerios

Fue Ayudante del Maestro de Novicios y Director del Pre-noviciado, en Paraguarí (2000-2005). Estuvo como responsable de la Pastoral Vocacional en los años 2004 y 2005. Fue Maestro de Novicios desde el 2005 hasta el 2014. En este tiempo el noviciado fue trasladado de Paraguarí a San Ignacio-Misiones.

Actualmente el P. Ireneo es párroco de la Parroquia Sagrada Familia, de la Arquidiócesis de Asunción, es Consultor de Provincia desde el 2011. Un hecho memorable ocurrió en el 2015, cuando recibió al Papa Francisco en su parroquia durante la visita Papal al Bañado Norte.

Los Jesuitas en Paraguay

Los Jesuitas tienen una significativa presencia en la historia del Paraguay, en la primera etapa signada por el gran proyecto de las Reducciones Jesuíticas (1598-1768) cuyo testimonio nos queda en el primer santo paraguayo, el jesuita Roque González de Santa Cruz, y en la segunda etapa (1927-2016) los jesuitas son reconocidos por su compromiso con la educación en conocidos colegios como Cristo Rey y Técnico Javier de Asunción, la obra educativa de Fe y Alegría, la acción social con medios populares, en la labor cultural, académica e intelectual, como en la pastoral parroquial y en los centros de espiritualidad.

Fuente: CPAL SJ

Homilía de Clausura de la Congregación General 36

Compartimos el texto completo de la homilía del Superior General de la Compañía durante la misa de clausura de la Congregación General 36. 

Por Arturo Sosa SJ

Al final de una fuerte experiencia de discernimiento suele aparecer en nosotros un sentimiento de vértigo frente a lo que va a venir después. Sentimos la dificultad de hacer vida la elección realizada, de convertirnos al modo de proceder que exprese la decisión que hemos tomado siguiendo el soplo del Espíritu Santo.

Los Ejercicios Espirituales de san Ignacio presentan como transición a la vida cotidiana la “contemplación para alcanzar amor”. Una contemplación en la que resuena con fuerza la primera carta del apóstol san Juan que acabamos de escuchar. Dios quiere darse a conocer como Aquel que es Amor. Por eso se hace presente en la humanidad enviando a su Hijo, gesto de amor que nos da vida, la única vida verdadera a la que nosotros aspiramos. Dios Padre pone en práctica las dos observaciones que nos hace san Ignacio al comienzo de la contemplación: “el amor se debe poner más en las obras que en las palabras” y “el amor consiste en comunicación de las dos partes”, en la que cada uno da todo lo que tiene y es. El Señor se ha entregado totalmente, hasta la muerte en cruz, y está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, porque nos ha dado su Espíritu. San Ignacio nos invita a pedir el reconocimiento de tanto bien recibido como motor para que también nosotros nos entreguemos enteramente para en todo amar y servir a su divina Majestad.

 Esta es la frase que ha guiado nuestras sesiones en el aula de la Congregación. Cristo en cruz ha estado presente en nuestras tareas para llevar nuestro discernimiento más allá de nuestros razonamientos, de nuestros gustos o malestares, para llegar a la consolación que proviene de estar en sintonía con la voluntad del Padre. Jesús, en la víspera de su pasión, se acercó al monte los Olivos y luchaba en su oración incluso hasta sudar “como gotas espesas de sangre” para aceptar las consecuencias de su misión, bastante alejadas de lo que le gustaba o con las que pudiera estar de acuerdo. Nosotros también nos quedamos impactados por los testimonios de nuestros hermanos en situaciones de guerra y así, nos sentimos empujados por el amor para decir juntos: “Tomad, Señor, y recibid, toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, y toda mi voluntad. Todo mi haber y mi poseer; Vos me lo disteis; a Vos, Señor, lo torno; todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad; dadme vuestro amor y gracia, que esta me basta”.

 También en esta Congregación General hemos vivido de nuevo esta experiencia del amor de Dios que se hace presente de modos tan distintos en nuestra vida personal y en nuestro cuerpo de compañeros de Jesús. Una vez más nos ha sorprendido la abundancia, la variedad y la profundidad de sus dones. Todo lo que hemos experimentado ha sido gracia, don gratuito y sorprendente.

El proceso de discernimiento de la Compañía reunida en Congregación General nos pone ante el reto de convertirnos en ministros de la reconciliación en un mundo que no se ha detenido durante nuestras deliberaciones. Las heridas de las guerras siguen ahondándose, los flujos de refugiados crecen, los sufrimientos de los migrantes nos golpean cada vez más, el Mediterráneo se ha tragado decenas de personas en estos dos meses que nosotros hemos pasado juntos. Las desigualdades entre los pueblos y dentro de las naciones son el signo del mundo que desprecia a la humanidad. La política, ese “arte” de negociar para poner el bien común por encima de los intereses particulares sigue debilitándose ante nuestros ojos. Los intereses particulares, de hecho, enmascarados bajo capa de nacionalismos, eligen gobernantes y toman decisiones que detienen los procesos de integración y el actuar como ciudadanos del mundo. La política no consigue convertirse en el modo humano de tomar decisiones razonables cuando renuncia a invocar la imposición de los poderosos. El deseo profundo de las madres y de los niños de todos los rincones del mundo de poder vivir una vida en paz, con relaciones fundadas en la justicia, parece alejarse en medio de conflictos y guerras por motivos opuestos al amor que nos puede hacer vivir.

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Nuestro discernimiento nos lleva a ver este mundo con los ojos de los pobres y a colaborar con ellos para hacer crecer la vida verdadera. Nos invita a ir a las periferias y a intentar comprender cómo afrontar globalmente la integralidad de la crisis que impide las condiciones mínimas de vida a la mayoría de la humanidad y pone en riesgo la vida sobre el planeta Tierra, para abrir espacio a la Buena Nueva. Nuestro apostolado es, por lo tanto, necesariamente intelectual. Los ojos misericordiosos que hemos adquirido al identificarnos con Cristo en cruz nos permiten afrontar la comprensión de todo lo que oprime a los hombres y mujeres de nuestro mundo. Los signos que acompañan nuestro anuncio del Evangelio son los que corresponden a expulsar los demonios de las falsas comprensiones de la realidad. Por eso aprendemos lenguas nuevas para comprender la vida de los distintos pueblos y a compartir la Buena Nueva de la salvación para todos. Si abrimos nuestro corazón a la acción del Espíritu Santo y nuestras mentes a la verdad del amor de Dios no beberemos el veneno de las ideologías que justifican la opresión, la violencia entre los seres humanos y la explotación irracional de las reservas naturales. Nuestra fe en Cristo muerto y resucitado nos permitirá contribuir, con tantos otros hombres y mujeres de buena voluntad, a imponer las manos sobre este mundo enfermo y colaborar en su curación.

Vayamos, pues, a predicar el Evangelio por todas partes, consolados por la experiencia del amor de Dios que nos ha puesto juntos como compañeros de Jesús. Como a los primeros Padres, el Señor nos ha sido propicio en Roma, y nos envía a todos los lugares del mundo y a todas las culturas humanas. Vayamos confiados porque Él trabaja a nuestro lado y confirma con signos inéditos nuestra vida y misión.

Fuente: gc36.org

 

 

La Congregación General 36 Llega a su Fin

Hacia media mañana del pasado sábado 12 de noviembre de 2016, la Congregación General 36 proclamó su finalización. El día comenzó con la tradicional oración que, en esta ocasión, se transformó en un examen contemplativo de las seis semanas de trabajo, guiado por los padres Mark Revizza y Pablo Alonso. El viernes por la tarde se tuvo la ocasión de realizar una primera evaluación por grupos de conferencias de provinciales. Luego, el sábado por la mañana, se favoreció el diálogo espiritual en profundidad en pequeños grupos mixtos. La evaluación de la Congregación se completará con una encuesta on-line que los delegados deberán de responder en los próximos días.

En la última sesión de trabajo en el Aula, tras la votación necesaria para decretar el final de la Congregación, se procedió a una ronda de agradecimientos. Quien comenzó fue el Padre General.

El Padre Sosa tomó la palabra para agradecer los trabajos de la Congregación apoyándose en el texto de Mc 4,26, para enfatizar la importancia de reconocer que es el Señor quien hará crecer la semilla que hoy planta la Congregación. Agradeció a todas las personas y equipos involucrados en el proceso de preparación, coordinación, equipos de trabajo, comunicación, traducción, personal de la curia… terminando con un especial agradecimiento a las comunidades jesuitas de Roma que con tanto cariño han acogido a los miembros de la Congregación.

A continuación, el Secretario de la Congregación, el P. Orlando Torres, agradeció también a todas las comisiones y equipos de trabajo de los decretos, así como a los subsecretarios y resto del equipo de coordinación de la Congregación.

La sesión de clausura terminó con el tradicional Te Deum, cantada con alegría por todos los delegados, que continuó por la tarde en la Eucaristía de Acción de Gracias que la Congregación celebrará en la Iglesia de San Ignacio a las 16.00h, seguida de una recepción final en la Universidad Gregoriana.

Fuente: gc36.org