Francisco: La Sorpresa nos Conmueve el Corazón

Compartimos la homilía de Papa Francisco en el domingo de Pascua.

“Y la sorpresa es lo que nos conmueve el corazón”, agregó el Papa, porque (con el lenguaje de los jóvenes) es “un golpe bajo”.

“El primer anuncio: sorpresa. El segundo: la prisa, las mujeres corren. Las sorpresas de Dios nos ponen en camino inmediatamente, sin esperar. Y así corren. Para ver. Y Pedro y Juan, corren. Los pastores, en la noche de Navidad corren para ver lo que habían anunciado los ángeles. Y la samaritana, corre. Esa gente corre, deja lo que está haciendo. También el ama de casa deja las papas en la olla, y aunque las encuentre quemadas, corre para ver”, advirtió el Pontífice.

“También hoy sucede en nuestros pueblos, en nuestros barrios, que se corre para ir a ver. Así se dan las sorpresas, siempre, de prisa”, añadió el Santo Padre, y destacó que en el Evangelio hay uno “que no quiere arriesgarse” y “se toma un poco de tiempo”: Tomás, a quien el Señor espera con amor. Es el que decía ‘creeré cuando vea’. Pero “el Señor también tiene paciencia con quienes no van tan de prisa”, animó.

El anuncio: sorpresa. La respuesta: de prisa. Y el tercer punto, continuó el Papa, es una pregunta: “¿Y yo qué? ¿Tengo el corazón abierto a las sorpresas de Dios? ¿Soy capaz de ir deprisa, o siempre estoy con esa cancioncita ‘mañana veré, mañana, mañana…?’”.

“¿Qué me dice a mí la sorpresa?”, invitó a preguntarse. “Juan y Pedro fueron corriendo al sepulcro. Juan, dice el Evangelio, creyó. También Pedro creyó, pero a su modo, con la fe mezclada un poco con el cargo de conciencia de haber renegado del Señor”.

Finalmente, Francisco preguntó a los fieles: “Y yo hoy, en esta Pascua de 2018, ¿yo qué?, ¿tú qué?, ¿yo qué?”.

Fuente: AICA

Cinco Elementos de las Redes Jesuitas

Dani Villanueva SJ, director de la Fundación Entreculturas, impartió una conferencia titulada “Redes Proféticas. Tejiendo estructuras jesuitas para la colaboración global”. Durante la misma habló sobre la expansión del trabajo en Red dentro de la Compañía de Jesús, en el marco de un mundo globalizado.

Durante la Misma, el jesuita mencionó cinco elementos importantes de las redes jesuitas que desarrollamos a continuación:

  1.  Las estructuras son las que siguen a la misión. Las redes tienen que entrar en esa dinámica, de construir redes por bien de la misión, ya que las redes son respuestas estructurales a una misión renovada.
  2.  Las redes animan a crecer en identidad y misión compartida. Es fundamental trabajar una narrativa global que ayude a ser parte de algo mayor a la propia institución.
  3.  La diversidad y la inclusión. Sería un error pensar que trabajar en red significa homogeneizar el cuerpo apostólico; es fundamental reconocer que las redes permiten hacer estrategias que tienen en cuenta la adaptación local y las particularidades de cada ecosistema, y a la vez utilizan ventajas a nivel global.
  4.  Apertura e innovación. Las redes permiten experimentar, colaborar con otros, y con eso aprender y cambiar. Las redes abren a las posibilidades de innovación y de emprendimiento.
  5.  Participación y discernimiento. Necesariamente para que funcionen, las redes tienen que ser creadas desde una participación en el diseño de la estrategia compartida. No hay innovación sin colaboración, no hay colaboración sin confianza, y no hay confianza sin transparencia. El inicio del trabajo en red tiene que ver con transparencia y participación.

Fuente: Ibero

Poner Orden en el Derecho Ambiental

Seguimos compartiendo reflexiones, puntos de vista e iniciativas que surgen en consonancia con la llamada a Cuidar la Casa Común.

Por Agustín Domingo Moratalla

El pasado lunes 26 de febrero intervino en el seminario de Investigación de la Cátedra Francisco José Ayala de la Universidad Pontificia de Comillas el profesor Carlos de Miguel. Especialista en Derecho ambiental, este profesor nos presentó la perspectiva jurídica de las cuestiones ecológicas que estamos tratando este año en el seminario, completando así otras perspectivas como la social, científica o económica que también forman parte de la investigación. Nos presentó las líneas básicas de un documento en el que está trabajando y que tendrá el carácter de “tratado internacional” con el que se pretende poner cierto orden en el Derecho ambiental.

El documento ha sido elaborado por un grupo internacional de juristas que, después de la declaración de París del Cambio Climático el pasado año 2015, pretenden poner orden en numerosas disposiciones internacionales dispersas sobre contaminación, transporte de materias peligrosas, protección de especies protegidas o contaminación espacial. Con el protocolo de Kioto (1997-2005), las Cumbres de Río (1992) y la cumbre de Johannesburgo (2002) se incrementaron de tal manera las expectativas en protección medioambiental que los últimos años se han caracterizado por cierto desánimo y frustración al comprobar que los objetivos no se han cumplido. Recordemos que estas cumbres incorporan ya el concepto de desarrollo sostenible dentro de la agenda internacional y establecen una vinculación estrecha entre recursos naturales, medio ambiente y pobreza.

A diferencia de estas cumbres, la de Paris se caracterizó por cierto pragmatismo con el que cada estado delimitaba los objetivos que estaba dispuesto a cumplir. En lugar de establecer objetivos ideales con los que contentar a una opinión pública internacional deseosa de buenas noticias, los estados se comprometieron a rendir cuentas periódicamente de aquellos objetivos que previamente se habían marcado. De esta forma, la credibilidad ecológica de cada país nace de la fidelidad a la propia palabra y los propios compromisos con los que se presente ante la opinión pública. Con ello se incide en la credibilidad e imagen pública de cada estado en el concierto de una comunidad internacional cada vez más preocupada por los temas medioambientales.

Esta cultura de la responsabilidad pública internacional y la rendición de cuentas necesita una articulación normativa seria para que el derecho internacional no termine reconociendo derechos a los ríos, las montañas o ciertas especies de flora y fauna. Se da la paradoja de que muchos medioambientalistas, animalistas y defensores de la ecología profunda no sólo exigen que se proteja reconociendo valor al medio ambiente sino que le asignan “derechos”, como si un animal, una planta o un espacio natural pudieran ser susceptibles de obligaciones. Y todo ello sin olvidarnos los nuevos problemas que se están planteando en los plenos municipales, los parlamentos autonómicos y las cortes generales cuando un grupo político plantea el tema de los derechos de las mascotas, los animales de compañía o los animales domésticos.

Cuando la declaración que se está redactando plantea el derecho medio ambiental y la necesidad de proteger la naturaleza, no lo hace en términos ingenuamente naturalistas, como si la especie humana tuviera el mismo valor que el resto de las especies. Por ello, el documento plantea la necesidad de articularse con los principios básicos de la ética ecológica, es decir, dejando claro que además del principio de prevención y de precaución hace falta un sólido principio de responsabilidad amparado en el derecho a la información. Una ética ecológica que debe afrontar el desafío de una justicia medioambiental porque el derecho medioambiental no sólo exige ilusión, convicción, movilización y participación social sino regulación, control, coerción y coacción normativa coherente.

Aunque el documento también incluirá algunos apartados sobre las dimensiones tributarias y fiscales de la protección ambiental, a juicio de este experto un apartado especialmente importante será el educativo. Por eso una educación ambiental que incluya el desarrollo sostenible será cada vez más importante en los programas de todas las escuelas y de todos los ciclos. Y no se trata de una asignatura, un área o una materia más dentro de la apretada agenda escolar, sino de una clave pedagógica básica con la que renovar las tradiciones educativas en las que, todavía, nos formamos como padres y maestros.

Fuente: Entre Paréntesis

Pascua es Animarse a Permanecer en el Amor

Durante los días jueves, viernes y sábado santos, se llevó adelante en el Centro Manresa de Córdoba la Pascua Joven. Una propuesta que invita a los jóvenes a caminar la Semana Santa con una mirada ignaciana y con actividades que mezclan tiempos de formación, oración y servicio.

Este año, el lema de la Pascua Joven fue: ‘Permanezcan en mi Amor’. Este marcó un recorrido que los participantes fueron haciendo a medida que contemplaban el camino de Jesús.

El jueves, la propuesta era contemplar la llamada al servicio que hace Jesús en el lavatorio de los pies; y cómo al querer llevarla a la propia vida nos descubrimos frágiles y limitados. Para ello, el disparador de la tarde fueron tres testimonios en los que la clave era compartir cómo experimentaban la propia fragilidad a la hora de ponerse al servicio y qué habían aprendido de ella. Los tres invitados fueron: Lydia, fundadora de un grupo que acompaña a familias adoptantes y defiende los derechos de los niños a ser adoptados por una familia; Mariano Oberlin, sacerdote diocesano reconocido por su trabajo con los sectores más desfavorecidos; y Matías Hardoy SJ, estudiante jesuita.

Los testimonios abrieron la puerta para que los jóvenes pudieran compartir las propias fragilidades y se animaran a lavar (y dejarse lavar) los pies unos a otros. Luego, participaron de la tradicional celebración de jueves santo en el Templo de la Compañía de Jesús, donde colaboraron con la liturgia. El primer día terminó con un rato de adoración guiada frente al monumento en el mismo Templo.

El viernes, la propuesta invitaba a ir aún más profundo: contemplar a Jesús que se deja desarmar en el amor y dejarnos desarmar. Por eso, la primera actividad del día fue una suerte de ‘vela de armas’. Un tiempo de reflexión y oración personal para mirar dentro de cada uno y descubrir cuáles son las ‘armaduras’ o ‘corazas’ que nos retienen o limitan a la hora de seguir a Jesús. Luego de este tiempo, la consigna fue ‘salir a contemplar a Jesús desarmado’ en vidas desarmadas. Los jóvenes se dividieron en grupos de 10 personas que visitaron 6 lugares distintos, principalmente hogares de ancianos, la Casa de la Bondad (hogar de enfermos terminales) y la Hospedería (hogar de gente en situación de calle).

Al regresar, se sumaron a la celebración de Viernes Santo en el Templo de la Compañía, que estuvo seguida de un vía crucis. El mismo fue guiado, también por los jóvenes de Pascua Joven. Al finalizar las actividades en el Templo, se regresó al Centro Manresa para examinar el día.

El sábado tuvo como objetivo preparar los corazones para acoger la Buena Noticia del Resucitado. Por eso, la primera propuesta fue “salir a mirar la realidad de todos los días con ojos nuevos”. Se invitó a cada uno a salir a la calle, poner atención y dejarse sorprender por algún detalle o algo que antes no hubieran visto y registrarlo con una foto. Luego, cada uno compartió la foto que había tomado y qué había visto de distinto.

Luego, la invitación fue a preguntarse: ¿cómo quiero permanecer en el amor de ahora en más? Para armar una suerte de ‘Plan de Vida’ en el que ponerlo en acciones concretas. El tiempo restante de la tarde fue destinado a preparar la celebración del sábado de gloria.

Luego de la celebración hubo una cena para festejar la Resurrección todos juntos.

 

 

 

Teologado San Pedro Fabro de Chile Acoge a Nueve Escolares Jesuitas

Hace poco compartimos algo de la experiencia que están teniendo los estudiantes de Teología que están viviendo en el Centro Interprovincial de Formación. Hoy compartimos la vivencia del CIF San Pedro Fabro, que está en Santiago de Chile, y en el que también confluyen jesuitas en formación de toda Latinoamérica.

Por Gerardo Aguilar, SJ

El 9 de febrero, el Teologado San Pedro Fabro de Santiago de Chile acogió a nueve escolares jesuitas que formaron el grupo de primer año de teología. El encuentro interprovincial fue muy vivificante por los diferentes países que conforman el grupo: Chile (2), Argentina (1), Paraguay (1), Bolivia (1), México (2), Honduras (1) y El Salvador (1).

Los primeros días fueron para ambientarse, desempacar y tomar el nuevo ritmo de vida; paralelamente, se inició el proceso de inducción. La primera semana se pasó de manera fugaz entre las lecturas, dinámicas comunitarias, momentos de oración y trámites migratorios. Sin embargo, hubo tiempo para descansar en Calera de Tango y cerrar la primera parte de la inducción al Teologado.

La segunda parte de la inducción fue la participación en el encuentro anual de la provincia chilena, que permitió empaparse de la realidad jesuítica y eclesial del país, y los Ejercicios Espirituales anuales, a cargo del P. José María R. Olaizola, SJ. El cierre de la inducción fue oportuno por la tónica espiritual con la que se hizo.

Este breve tiempo ha sido favorable para crear vínculos, compartir motivaciones, aspiraciones y sentir corresponsabilidad apostólica en la misión de la Compañía de Jesús. En cada uno se siente el deseo de dar lo mejor y de aprovechar cada oportunidad de formarse para dar, en el futuro, un buen «servicio presbiteral de la fe».

Agradecemos a la provincia chilena por la hospitalidad con la que nos han recibido, tanto jesuitas como comunidades y, sin duda alguna, al grupo de padres que acompañaran la formación en estos años: P. Alberto Luna -Rector-, P. Roman Guridi, P. Fernando Verdugo, P. Cristian Brahm y P. Juan Ochagavía.

Pedimos que, en sus oraciones, tengan presente a este grupo de amigos en el Señor que inicia, con «grande ánimo y liberalidad» la tarea que la Compañía le ha encomendado en estos años.

Fuente: CPAL SJ

Oración por la Vida

Una oración para rezar y valorar toda la vida, en especial la de aquellos más frágiles.

Por Emmanuel Sicre, SJ

Jesús, vos que sos el Camino, la Verdad y la Vida

Enséñanos a recorrer el camino bueno del amor a todos los seres humanos.

Danos la valentía de compartir, con gestos y palabras,

la verdad de que nos amás sin condiciones, siempre y todo lugar.

Inspiranos el deseo de cuidar toda vida, en especial,

aquellas amenazadas por el egoísmo del corazón humano.

Jesús, que defendamos siempre

con un amor tierno como el de María,

A quienes viven todavía en las panzas de sus mamás

A los niños y niñas solos y abandonados

A las madres y padres alejados de sus hijos

A las mujeres y a los varones que sufren violencia

A quienes salen de su país por la pobreza y el hambre

A quienes padecen enfermedades y vicios tristes

A quienes no tienen trabajo

A quienes son discriminados y ninguneados

A quienes están mayores y solos

A quienes duermen en las calles

A quienes son víctimas de la injusticia social y económica

A quienes tienen miedo y son manipulados

A quienes se arrepienten del mal que hicieron.

 

Jesús, que podamos ser una sola familia humana

donde todos experimentemos la dignidad de ser hijos

de un Padre Bueno que nos llama a la vida plena

y la mesa compartida entre hermanos.

Amén.