52 jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

El Papa Francisco habló sobre las ‘fake news’ e invitó a los comunicadores a ejercer un ‘periodismo de paz’.

El domingo de la Ascensión se celebra la jornada mundial de las comunicaciones sociales, impulsada por el Vaticano y, en su mensaje, el Papa Francisco llama a ‘compartir la verdad, el bien, la belleza’ como imagen y semejanza de Dios, a través de un ‘un periodismo hecho por personas para personas, y que se comprende como servicio a todos’, especialmente a quienes no tienen voz.

Inmersos en un contexto de comunicación cada vez más veloz, el servicio a la verdad frente a las falsas novedades (‘fake news’) se vuelve una prioridad, dice el Papa. La capacidad de mímesis con lo posible, la atracción que generan y la habilidad de sus difusores para fundarlas en estereotipos, hacen al impacto y visibilidad de estas infundadas informaciones.

Frente a esta realidad, Francisco reconoce los esfuerzos para enfrentar la desinformación de instituciones y particulares que ‘enseñan a no ser divulgadores inconscientes de la desinformación, sino activos en su desvalimiento’. A su vez, hace un llamado a redoblar los esfuerzos para enfrentar ‘la estrategia utilizada por la “serpiente astuta” de la que habla el Libro del Génesis, la cual,… fue la artífice de la primera fake news’

Un llamado ‘a promover un periodismo de paz’ que, sin negar los problemas, ‘sin fingimientos, hostil a las falsedades, a eslóganes efectistas y a declaraciones altisonantes’… que se esfuerce por la búsqueda ‘de las causas reales de los conflictos, para favorecer la comprensión de sus raíces y su superación’ inspirados en la oración de San Francisco ‘Señor, haz de nosotros, instrumentos de tu paz…’

¿Inculcar o Transmitir?

Una pista para aquellos que se interesan por transmitir su fe a otros y acaban siendo cuestionados o acusados de querer inculcar una serie de valores.

Por Dani Cuesta, SJ

Hay quien cree que la única explicación satisfactoria para que a día de hoy siga habiendo gente con fe radica en el verbo inculcar. Para esta gente, los creyentes lo serían simplemente porque alguien de su entorno más cercano les ha inculcado la fe. Y a la vez, el hecho de que la Iglesia a día de hoy siga tan interesada en la educación se explicaría precisamente porque los colegios son una herramienta ideal para llevar a cabo esa inculcación de la fe y de los valores cristianos a los niños.

Las distintas definiciones que la RAE da del verbo inculcar, tienen alguna referencia a la fuerza, el empeño y el ahínco. Por lo tanto, si aplicamos este verbo a la fe, se podría sacar la conclusión de que, con insistir y repetir sus conceptos, valores y prácticas fundamentales, sería suficiente para asegurar que ésta quedase insertada en los individuos. Sin embargo, la realidad en multitud de ocasiones nos demuestra lo contrario.

En este sentido, creo que es mucho más acertado a la hora de hablar de la fe, el uso del verbo transmitir. Puesto que en este verbo tiene un matiz muy diferente del anterior y, lo que es más importante, no tiene los tintes voluntaristas y de esfuerzo con los que se caracteriza el verbo inculcar. Quien transmite, busca comunicar algo importante para su vida, algo que ha encarnado en su existencia y que le ha configurado como persona. Y lo hace respetando la libertad y sobre todo la individualidad de la otra persona. Asumiendo que el otro tiene que hacer suyo este mensaje para que así pueda a su vez transmitírselo a otras personas. Y sobre todo, sabiendo que no todo depende de su esfuerzo e interés, sino que, en la transmisión de la fe juegan un papel muy importante la acción de Dios y la actitud del receptor.

Por ello, creo que es muy importante que tomemos conciencia de que lo que intentamos hacer en nuestra vida es transmitir la fe que otros nos transmitieron. Esto nos ayudará a defendernos cuando otros nos acusen de querer inculcar o incluso influenciar a las personas. Pero sobre todo, nos dará unas claves muy diferentes para integrar los éxitos y los fracasos de nuestra pastoral. Puesto que somos transmisores de algo que no es nuestro pero que, a su vez necesita de nuestro esfuerzo e interés para que pueda llegar a encarnarse en los demás.

Fuente: Pastoral SJ

Animar la Esperanza, Animados por la Esperanza

La carta del Papa Francisco a la Iglesia chilena los anima a mantener la esperanza en tiempos difíciles. La institución atraviesa hoy un tiempo de grandes acusaciones y descrédito de parte de la población chilena.

Por Juan Pablo Espinosa Arce

La carta que el hermano Obispo de Roma, Francisco, envió a la Conferencia Episcopal Chilena y que ha sido recientemente dada a conocer, nos llega en un momento crítico como Iglesia chilena. Parece que estamos, usando la imagen del filósofo Franco Volpi, como parados en una placa de hielo que se desintegra amenazándonos con botarnos al agua congelada. Los escándalos del círculo de Fernando Karadima, las acusaciones contra los Hermanos Maristas, los Salesianos o los Jesuitas, parecen como un largo invierno en el cual nos cuesta reconocer la verdad y la justicia. ¿Hay esperanza en la Iglesia chilena?

Y es en medio de estas situaciones en las cuales la carta de Francisco nos llega como aliento de esa misma esperanza que parece desvanecerse. Qué providencial ha sido que ella nos encuentre en medio de la esperanza de la Pascua y qué significativo que llegue junto con la proclamación de la Exhortación sobre la santidad en nuestro tiempo.

Hay una maravillosa síntesis entre esperanza, santidad y Pascua: la esperanza brota del Santo entre los Santos que resucitó glorioso destruyendo la muerte, nuestra muerte. Hay santidad en cada signo pascual que invita a mantener la esperanza en medio de los “ojos que no pueden ver” de Emaús (Cf. Lc 24), en medio de la falta de pesca (Cf. Jn 21). Hay esperanza en una Iglesia que es santa y pecadora, necesitada constantemente de purificación (Cf. Lumen Gentium 9), de una Iglesia que es de Jesús y no exclusivamente nuestra. Una Iglesia que es Pueblo de Dios donde los Pastores también se equivocan y piden perdón. ¡Y qué bueno que lo hagan! (Muchas veces endiosamos a los líderes, no solo de la Iglesia sino a nivel de organizaciones humanas) ¡Qué necesario es escuchar el perdón de pastores y laicos! Una Iglesia que comprende, con dolor y conversión, que la autosuficiencia, las búsquedas de poder y del instalarse en los “castillos de invierno” (Francisco en su carta), son signos claros de una traición al Evangelio de Jesús de Nazaret. Son esos signos de ausencia del Espíritu, de un desoír la fuerza del Resucitado que nos sorprende en la sala común y nos anuncia su paz (Cf. Jn 20).

En medio de la alegría de la Pascua, hemos de aprender a animar la esperanza y a ser animados por la esperanza. ¿Hay esperanza en la Iglesia? Por la fe creemos que mientras Jesús resucitado envíe constantemente su Espíritu sobre nuestras comunidades, la esperanza será un estímulo constante para vivir nuestro cristianismo.

La Iglesia se ha remecido con la carta de Francisco y con su reconocimiento de que las heridas deben sanar, no como “acto poético” o discursivo, sino como el surgimiento de una práctica y una atención pastoral, pero ante todo humana, de ponerse del lado de las víctimas. Utilizando la expresión del teólogo alemán Juan Bautista Metz, hemos de crear entre todos una “mística sensible al sufrimiento”. Metz hace una teología que reconoce en Auschwitz y en el Holocausto un punto de inflexión. Dice que no se puede ser cristiano “de espaldas al dolor”. Hoy, la Iglesia chilena dice: “no podemos seguir siendo Iglesia de espaldas al sufrimiento de las víctimas”. Hemos de crear, concretamente, espacios de encuentro, de libertad, de cuidado pastoral, de escucharnos y reconocer/denunciar estas situaciones que ennegrecen a la Iglesia, a esa comunidad de creyentes que es “oscura pero hermosa” (Cf. Ratzinger, El nuevo Pueblo de Dios, 185).

En medio de la alegría de la Pascua, hemos de aprender a animar la esperanza y a ser animados por la esperanza. ¿Hay esperanza en la Iglesia? Por la fe creemos que mientras Jesús resucitado envíe constantemente su Espíritu sobre nuestras comunidades, la esperanza será un estímulo constante para vivir nuestro cristianismo. Hemos de aprender a reconstruir nuestras confianzas, a reparar nuestras caídas y dolencias. Hemos de vivir una fe desde la espiritualidad del samaritano que se acerca a las heridas de los desconocidos, que las cura y que los acompaña hasta la posada, hacia el “hospital de campaña” como la llama Francisco. Sólo desde estos gestos concretos, que nacen como impulso misionero del Espíritu de Dios, podremos mantener viva la esperanza. Sólo desde la gracia de Dios que actúa objetiva y concretamente a pesar de la idoneidad moral del ministro y de los fieles (una de las bellezas de la teología sacramental y de nuestra fe cristiana), podremos caminar en esperanza. Sólo desde este Dios de la esperanza vivida en la historia de todos los días podremos anunciar un renovado cristianismo, un seguimiento de Jesucristo que “nos precede en Galilea” (Secuencia de Pascua).

“No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia; y las naciones pondrán la esperanza en su nombre” (Mateo 12,20-21). Hoy la mecha humeante protesta porque no quiere apagarse, aunque algunos soplen y soplen. Parece que la están avivando. Hoy las cañas dobladas por la violación, por el temor, por la manipulación de conciencia perpetradas por algunos ministros y laicos, se resisten proféticamente a caer y quebrarse. De esas cañas dobladas y de esas mechas humeantes, el Espíritu suscitará nuevas cosas. La esperanza hoy nos llega como anuncio pascual. La esperanza brota de la muerte y del dolor como anuncio de vida y “vida en abundancia” (Jn 10,10). Las acciones de Monseñor Scicluna y del Rvdo. Bertomeu, el encuentro de mayo en Roma con Francisco, el movimiento de Laicos de Osorno, las acciones silenciosas de cientos de comunidades cristianas convencidas del Evangelio, nos permiten respirar el buen olor de la esperanza. ¡Cuánto hay que aprender de este momento clave en la Iglesia chilena! ¡Hay que abrir los ojos a la acción de Dios que quiere purificarnos! Ahora, queda avivar la fe y “pedir insistentemente” (1 Tesalonicenses 5,17) para que “el Espíritu que habla a las Iglesias” (Apocalipsis 3,11) haga brillar el sol de justicia.

Fuente: Territorio Abierto

 

De los Nombres de Cristo

En los distintos templos (capillas, parroquias, etc.) hay modos tradicionales en los que nos referimos a Jesús y que los describen desde un lugar particular. Aquí compartimos otros, que también hablan del Señor desde características de su modo de ser que podemos percibir en los evangelios.

Por Dolores Aleixandre

Tenemos muy reciente la Semana Santa y quizá nos hemos sentido sumergidos en el inevitable discurso que emerge cada año amenazando con teñir de color morado a quienes la celebramos. Con suerte -y si en la parroquia había sensibilidad musical- puede que ya no hayamos escuchado lo de “No estés eternamente enojaaaaado”, pero lo más probable es que, junto al nombre de Jesús, se hayan pronunciado palabras como víctima, inmolación, expiación, reparación, sacrificio o satisfacción. Es un lenguaje de larga tradición pero no es el único: junto a él existen otras maneras de nombrar a Jesús sin despegarnos de lo que nos cuentan de él los evangelios y aún estamos a tiempo de recordarlos:

El Despierto (el Lúcido, el Consciente, el Enterado…).

Resulta llamativa la insistencia de los evangelistas en dejar claro que Jesús se daba cuenta de lo que se le venía encima, que no era un inconsciente, que no le pilló de sorpresa. El gran salto de conciencia le llegó a través de la mujer que ungió su cabeza con perfume durante un banquete en Betania (Mc 14,1-11). El gesto evocaba lo que habían hecho los profetas con los reyes de Israel, pero él lo leyó de otra manera: era un aviso de que su vida estaba a punto de ser derramada como aquel perfume y le quedaba poco para ser ungido antes de su sepultura. Lo intuye Juan cuando anuncia con solemnidad: “Era la víspera de la fiesta de la pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de dejar este mundo para ir al Padre…” (Jn 13,1). Es la versión evangélica del sutra budista de la Plena Conciencia: “Cuando respiro, soy plenamente consciente de que respiro…” y él podía decir: “Cuando me levanto de la mesa y me quito el manto para lavar los pies de los míos, soy plenamente consciente de que los estoy queriendo más allá de lo que creí que podía llegar a quererlos…”.

El Descartado.

El término, familiar ya gracias a Francisco, evoca un largo proceso de conspiraciones, tramas, maniobras, traiciones y pactos entre sus enemigos. En torno a Jesús se fue tejiendo una red siniestra, hábilmente justificada con argumentos y razones políticas: “Conviene que muera un solo hombre por el pueblo”, había sentenciado Caifás. Hay que descalificarlo hasta convertirle en sospechoso, en encausado y presunto imputado; no sabrá defenderse de las calumnias y será fácil demostrar su culpabilidad, conseguir sentencia firme y un linchamiento popular hasta quitárnoslo de en medio. “¿No oyes de cuántas cosas te acusan? –le dijo Pilato. Pero él permanecía en silencio” (Mt 27,14). Estaba envuelto en el silencio como en un manto real, ese manto en el que siguen envueltos hoy los descartados de nuestro mundo.

El Vacío.

Quizá mejor el Vaciado, el Desfondado, el Quebrantado, el Hundido. Lo escribe Pablo sobrecogido: “Se vació de sí mismo, tomó la condición de esclavo” (Fil 2,20). Tumbado entre los olivos del huerto, despojado de fuerzas y de ánimo, siguió empujando su confianza hasta los límites de lo imposible. “No llevéis alforja, ni dos túnicas…”, había aconsejado a los suyos: él subió sin alforja al monte y la túnica se la arrancaron antes de crucificarle, para qué la quería ya. “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allí”, había dicho Job (1,20). También a él un seno materno le recogía, desnudo, al final de la noche.

El Eufórico.

La raíz griega va más allá de un estado de ánimo propenso al optimismo: euforos es alguien que ha llevado bien una carga, que ha conseguido buenos resultados, que es portador de algo bueno (frutos, noticias felices, alegría…). Cuántas razones tenía el Viviente en la mañana del primer día de la semana para recibir ese nombre. Cuántas razones tenemos también nosotros para vivir junto a él su euforia pascual.

Fuente: alandar.org

 

La Asociación Síndrome de Down repudia el Aborto por Discapacidad

La Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra) expresó su total y absoluto repudio a la actitud discriminatoria, de los profesionales de la salud que sugieren a los padres interrumpir los embarazos ante la posibilidad de que el bebé nazca con síndrome de Down.

¨Ningún bebé con síndrome de Down puede ser descartado a causa de su condición¨, advirtió la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra) a médicos, genetistas y legisladores en el marco del debate de la legalización del aborto.

«Hola. Mi nombre es Julia. Tengo un embarazo de 11 semanas. Me realicé un diagnóstico prenatal en una clínica de Capital y me dijeron que es muy probable que mi beba tenga síndrome de Down. Junto con mi pareja estamos muy angustiados. Tenemos mezcla de alegría y de profunda preocupación. El obstetra nos dio como alternativa interrumpir el embarazo, ya que, según nos manifestó, las personas con trisomía 21 tienen cardiopatías que son a veces incompatibles con la vida. ¡Necesitamos ayuda! Agradecería mucho que nos den contención, información y asesoramiento.»

Este texto es uno de los tantos mensajes que llegan a la Asociación por distintos medios de comunicación por parte de padres que reciben información tendenciosa, arbitraria y sesgada por parte de genetistas y médicos.

«Desde ASDRA queremos dejar muy en claro nuestro total y absoluto repudio a esta actitud de los profesionales de la salud que, sin ningún escrúpulo, sugieren a los padres que interrumpan sus embarazos en una actitud lisa y llanamente discriminatoria. Ningún bebé con síndrome de Down puede ser descartado a causa de su condición”, expresaron.

Además, consideraron inadmisible que las familias reciban sugerencias de prácticas eugenésicas que, además de inmorales, hoy son también ilegales, “ya que sólo demuestran la falta de formación de muchos médicos y genetistas que brindan datos con una soberbia y omnipotencia que contrasta con la realidad de las personas con síndrome de Down”.

Asimismo, recordaron a los médicos “inescrupulosos” -que dieron su palabra de respetar el Juramento Hipocrático cuando recibieron su título-, la reciente declaración de la Academia Nacional de Medicina: “El niño por nacer, científica y biológicamente es un ser humano cuya existencia comienza al momento de la concepción. Desde el punto de vista jurídico es un sujeto de derecho como lo reconoce la Constitución Nacional, los tratados internacionales anexos y los distintos códigos nacionales y provinciales de nuestro país”.

En un contexto en el que se debate en el Congreso de la Nación sobre la despenalización y legalización del aborto, ASDRA también hizo un llamamiento a todos los legisladores para que contemplen en sus proyectos la incorporación de un protocolo acerca de cómo deben los profesionales de la salud transmitir los diagnósticos de niños por nacer o recién nacidos con discapacidad, y que analicen la posibilidad de que los padres realicen un curso en asociaciones de familias de personas con discapacidad, “así reciben un mensaje esperanzador y realista sobre sus hijos”.

Fuente: AICA

Reflexión del Evangelio – Domingo 13 de Mayo

Evangelio según San Marcos 16, 15-20

 Jesús resucitado se apareció a los Once y les dijo: “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará. Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán”. Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.

Reflexión del Evangelio – Por Gustavo Monzón

 En el día de hoy, la Iglesia celebra la fiesta de la Ascensión. Las lecturas de hoy nos muestran esta realidad de salvación y como el Espíritu Santo nos acompaña en este camino para mantenernos en la espera hasta que el Señor vuelva. Este Espíritu prometido será el que nos hará permanecer unidos en Jesús a través de la Iglesia. A su vez nos configura como hijos de Dios enviados a comunicar la esperanza de la que Jesucristo nos ha hecho parte.

Los Hechos de los Apóstoles, nos narra la historia de estos primeros testigos de Jesús que viven la cercanía de la tristeza de la muerte y la alegría de la resurrección del Maestro. Sin embargo, esta alegría no los deja extasiados y separados de la misión encomendada, sino que son invitados a dejar de mirar el cielo y volver a Galilea para comunicar esta nueva noticia.

Pablo, en su carta a los Efesios, habla de cómo será el Espíritu de Dios. Este será el mismo poder con el que el Padre resucitó a Cristo y lo glorificó en su fidelidad. De esta manera, así como Cristo fue glorificado en el cielo, nosotros conoceremos verdaderamente a Dios.

Marcos nos lleva a tener en cuenta que este Espíritu que nos hace participar en la vida de Dios, no es para quedarse encerrado en la comunidad, sino para salir y hacer discípulos que crean en Jesucristo y de esta manera se salven.

Esta fiesta, que puede pasar un poco desapercibida, nos recuerda que Jesús luego de aparecerse, en su humanidad glorificada, a los discípulos los cuarenta días después de su resurrección, sube al Padre y en este ascenso, lleva al cielo la humanidad. En este acto, el Cristo glorificado se nos adelanta y nos muestra el camino que nos espera, participar de la vida divina por toda la eternidad.

Que el Señor nos regale esta gracia para que caminemos alegremente en la esperanza a la que hemos sido llamados.

 Fuente: Red Juvenil Ignaciana Santa Fe 

El Celam presentó la Carta Pastoral sobre Ecología Integral

El Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) dio a conocer la Carta Pastoral “Discípulos Misioneros Custodios de la Casa Común, Discernimiento a la luz de la Laudato si’”, sobre ecología integral. El documento del Celam expresa la voz de los obispos, en comunión con el papa Francisco y su encíclica Laudato si´, desde una mirada latinoamericana.

“Queremos entrar en diálogo con todos acerca de nuestra casa común” y especialmente “sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta”, lo cual implica “buscar juntos caminos de liberación” que conduzcan a la “verdadera sabiduría” y al planteamiento de “respuestas integrales”, señalan más adelante.

En el documento, los Obispos convocan a toda la Iglesia a asumir el enfoque de una Ecología Integral como dimensión constitutiva de la evangelización en el Continente. Asimismo se hacen denuncias ante los graves atentados contra la vida y dignidad de los pobres por parte de la industria extractivista contra los pueblos indígenas y la Casa Común.

La Carta Pastoral será entregada a todos los presidentes y secretarios generales de las Conferencias Episcopales de América Latina y El Caribe. Además, la presidencia del Celam la entregará al papa Francisco en la audiencia que tienen prevista para mayo.

El padre Darío Bossi, directivo de la red Iglesias y Minería, se mostró muy emocionado al comentar la importancia de este documento: “Nos alegra ver que nuestros obispos se han pronunciado sobre este importante tema para América Latina, ya discutido en Laudato si’ y otros documentos; la nueva carta del Celam será, sin duda, una herramienta muy útil para nosotros en nuestro trabajo con comunidades y parroquias”.

Fuente: AICA

Doctorado Honoris Causa a Jesuita que se ha dedicado a estudiar la Cultura Guaraní

El P. Bartomeu Melià SJ, jesuita español que ha dedicado su vida a estudiar la cultura guaraní y el contacto de esta con las misiones jesuíticas, ha sido investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Pontificia Comillas (España).

Bartomeu Melià, es un jesuita, antropólogo y lingüista reconocido por sus estudios sobre los indígenas de Brasil, Paraguay, Argentina y Bolivia y se ha convertido en uno de los máximos expertos mundiales en cultura guaraní. El Pa’i Melià al hacer uso de palabra mencionó “No se puede convivir con un pueblo sin hablar su lengua, sin danzar y cantar con ellos”.

¿Quién es Bartomeu Melià?

Nació en 1932 en Porreras, Islas Baleares (España). Fue enviado al Paraguay en 1954, donde inició sus estudios de la lengua y de la cultura guaraní con el padre Antonio Guash. En 1969, obtuvo un doctorado en la Universidad de Estrasburgo con la tesis: “La creación de un lenguaje cristiano en las misiones de los guaraníes en el Paraguay”. Fue discípulo y colaborador de León Cadogan (1899-1973).

Colaboró como profesor de etnología y de cultura guaraní en la Universidad Católica de Asunción. Fue presidente del Centro de Estudios Antropológicos de esa misma universidad. Estuvo como Director de las revistas Suplemento Antropológico y de Estudios Paraguayos, hasta 1976. Ese mismo año fue expulsado del país por Stroessner por repudiar públicamente la masacre del pueblo Ache-Guayaki.

Estuvo en el Brasil desde 1977 donde alternó investigaciones científicas entre los indígenas Enawene-nawé de Mato Grosso do Sul y después con los Kai-ngang, de Rio Grande do Sul. Regresó a Paraguay con la caída del régimen en 1989.

Sus trabajos se centran en los guaraníes; con investigaciones en etnohistoria y en etnolingüística. Participa activamente de diversos programas de educación intercultural bilingüe, tanto en Paraguay como en Bolivia, Brasil y Argentina.

El pa’i Melià recibió el Premio Bartolomé de las Casas, vigésima edición: por su entrega a las causas de los pueblos indígenas de Paraguay, Brasil, Argentina y de Bolivia, así como por su defensa de la lengua guaraní. Es Miembro de la Comisión Nacional de Bilingüismo de Paraguay. Además es Miembro de la Academia Paraguaya de la Lengua Española.

Ha recibido la Condecoración “Orden Nacional al Mérito Comuneros”, por la Cámara de Diputados de Paraguay por su defensa a pueblos Guaraníes de Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay y por la Defensa del idioma Guaraní.

Recibió el título de Doctor Honoris Causa, por la Universidad Católica de Asunción, en reconocimiento a su prodigiosa labor como lingüista y su compromiso con el pueblo indígena y campesino. Hoy se le suma a su curriculum el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Pontificia Comillas-España.

Fuente: Jesuitas Paraguay

 

Sobre la Gratuidad de la Red

Una reflexión sobre la privacidad y el valor de lo que compartimos en las Redes Sociales.

Por Sergio Redondo

El reciente escándalo en torno a Facebook y la fuga de datos de millones de sus usuarios ha traído a primer plano el asunto de lo que es gratis en Internet y lo que no.

Son muchos los que se han llevado las manos a la cabeza al enterarse de dicho trasvase de información y los que se han indignado no tanto con este hecho, sino con el uso posterior que, supuestamente, la empresa Cambridge Analytica hizo de ellos. Esto está provocando que muchos usuarios hayan decidido darse de baja de la red social creada por Mark Zuckerberg, incluyendo personalidades famosas como Elon Musk, fundador de, entre otras empresas, Paypal y Tesla.

No entraré aquí a analizar el hecho, ni mucho menos a ofrecer una opinión al respecto, pero sí me gustaría resaltar algunas cuestiones que, según mi criterio, creo que planean alrededor de semejante situación y que, en la mayoría de las conversaciones que escucho al respecto, se pasan por alto.

Nada es gratis

Sin duda, la primera cuestión que todos deberíamos tener meridianamente claro. Siempre existe una contraprestación, en todo. Pensar lo contrario es de ingenuos.

Incluso en proyectos que pueden parecer relativamente simples, casi siempre uno de los umbrales de acceso consiste en dejar un correo electrónico. En el mismo momento en que accedemos a intercambiar nuestro correo por un determinado servicio o producto estamos aportando información sobre nosotros, los usuarios, a una empresa.

Habrá quienes piensen que Facebook o Twitter son gratis por el simple hecho de no haber tenido que ‘pagar’ por ellos, pero esas personas no se dan cuenta de que en realidad lo que han hecho es confirmar una transacción utilizando otro medio de pago, información, posiblemente mucho más valiosa que una económica cuota monetaria mensual o anual.

Y tú, ¿lees el aviso legal antes de aceptar?

En estas transacciones ‘invisibles’ que venimos comentando, existe siempre un paso por el cual todos tenemos que pasar: se trata del típico aviso legal, el cual debemos aceptar —sí, sí, marcando esa casilla obligatoria antes de enviar nuestros datos— y que en caso de no hacerlo, no podríamos disfrutar del servicio o producto en el que nos estemos registrando.

En este punto, es posible que las empresas que ofrecen sus servicios pequen un poco de oscurantistas o extremadamente legalistas, ya que el vocabulario empleado en estos textos, que no dejan de ser legales, implica un considerable esfuerzo por parte de los usuarios para su completa comprensión, y lo que no podemos hacer es recurrir a un abogado cada vez que vayamos a querer hacer uso de un servicio en el cual se requiera aceptar este tipo de condiciones.

Aunque reconozco lo complicado del tema, ya que las empresas deben guardarse las espaldas ante posibles reclamaciones, tal vez podrían hacer el esfuerzo de ofrecer más claramente los puntos principales o más críticos de sus condiciones, con la opción de leer una versión más desarrollada o completa de las mismas.

Vivimos en la era de la información

Parece como si muchas veces nos olvidásemos de esto. Todos hemos escuchado en algún momento eso de ‘la información es poder’, idea que algunos atribuyen a Thomas Hobbes y otros a Francis Bacon. Independientemente de quien formulara la frase por primera vez y de su connotación, lo realmente importante aquí es tener claro que vivimos en una época en la que la posibilidad de disponer de información o, mejor dicho, de más información que los demás, supone una ventaja competitiva.

Y sin embargo, es curioso que esto parezca exclusivo de la época en la que vivimos cuando realmente ya desde muy antiguo dicha ventaja ha sido buscada y aprovechada por todos: reyes, nobles, conquistadores, comerciantes, revolucionarios, inventores, etc. Saber más que otros siempre ha supuesto ir un paso por delante. Y esto, en la época digital y, más aún, en la época de la publicidad y la globalización en todos los órdenes, alcanza cotas de poder cuyo alcance, muy seguramente, a muchos se nos escapa.

Solo hay que prestar un poco de atención

Es curiosa la indignación de muchos usuarios. Es ahora que salta el escándalo cuando raudos corren a renunciar de su perfil de Facebook. Sin embargo, es como si nunca les haya resultado extraño que, tras compartir o haber abierto una noticia o un producto en el Whatsapp o haber visitado una web en el navegador, inmediatamente hayan empezado a recibir impactos publicitarios relacionados.

No cabe duda de que el alcance del uso de los datos va mucho más allá de lo que podamos imaginar y, de hecho, su relación con la campaña electoral de Donald Trump viene a confirmarnos que vivimos en un mundo en el que la información que consumimos procede de un filtrado previo —recordemos, el filtro burbuja— realizado en base a nuestros gustos, hábitos e inclinaciones. ¿Cómo se puede realizar este filtrado? Pues gracias a nuestros datos, que ofrecemos muchas veces de manera directa, y otras de manera indirecta.

Insisto, nada es gratis en la Red. Por todo hay que pagar, y la información es un medio de pago que se revaloriza cada vez más.

Fuente: Entre Paréntesis

 

La Iglesia y el Histórico Acuerdo en Corea

La Iglesia Universal y los católicos de Corea con mayor intensidad han acompañado los procesos de paz entre Corea del Norte y Corea del Sur.

El 27 de abril de 2018 se vivió un hecho histórico. El dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, se reunieron en la zona desmilitarizada, un hecho que parecía imposible hace unos meses cuando la guerra aparecía más cerca que nunca. Además, entre los acuerdos se destaca el anuncio de Corea del Norte de desmantelar su centro de pruebas nucleares. Otro gesto es el de tener el mismo huso horario que Corea del Sur, que la dictadura había modificado.

El papa Francisco llevaba tiempo rezando y pidiendo oraciones por las dos Coreas y este mismo domingo, 29 de abril, volvió a tener un recuerdo para ellas. Además, los católicos viven con esperanza este tiempo. Así lo manifiestan los líderes católicos de Corea del Sur, pues en el Norte no hay obispos ni se sabe el número de fieles que quedaron.

Años celebrando misas de reconciliación

El cardenal Andrew Yeom Soo-jung, arzobispo de Seúl y administrador apostólico de Pyongyang, aseguraba que “al observar el viento de la paz que se ha levantado recientemente sobre la península coreana expresó un profundo agradecimiento a Dios por esta providencia que lo ha hecho posible».

Durante 23 años se han estado celebrando misas por la reconciliación. El cardenal celebró la misa número 1163 con la presencia de tres obispos auxiliares. «El objetivo de celebrar la santa misa por la reconciliación nacional no es otro que cumplir con ardiente celo la misión que hemos heredado del Señor, como fieles discípulos suyos, de trabajar duro para que cada uno de los miembros de nuestro pueblo en la península coreana tenga vida y la tenga en abundancia», dijo el cardenal Yeom, haciendo alusión al pasaje del Evangelio en el que el propio Jesús habla sobre la búsqueda de la unidad: ‘El Padre y yo somos uno’, y a cómo la Iglesia debe dedicarse a trabajar para que todos seamos uno, justamente como el Padre y el Hijo, nuestro Señor, son uno, reforzando de esta manera, su misión de ayudar en la reconciliación del pueblo coreano y fortaleciendo su unidad con Dios”.

La Virgen y los mártires coreanos

También se manifestó al respecto monseñor Lazzaro You Heung-sik, obispo de Daejeon: “Me emocioné al ver en la televisión a los dos líderes reunidos. Luego recé una oración dando gracias a Dios y dando mi bendición. Estoy muy feliz porque se abre una nueva era: podemos decir que Dios hace obras maravillosas y sorprendentes. También invoqué la protección de la Virgen María y de los mártires coreanos: a ellos les confiamos el futuro de este viaje hacia la paz y la reconciliación, por el bien del pueblo coreano y de toda la humanidad”.

Monseñor Lazzaro confirmó que “en Corea se respira un aire de gran optimismo y esperanza. Lo que parecía imposible hace unos meses cuando hablábamos de la guerra, hoy se ha realizado. Hoy decimos al Señor: completa tu obra. Somos hermanos: como coreanos somos un pueblo”.

El papel del presidente surcoreano, católico

Además, quiso recordar que un gran mérito “se debe atribuir al presidente Moon, católico, que creyó en esto y trabajó arduamente para obtener este resultado”.

“Ahora esperamos tener la oportunidad de ayudar a los norcoreanos que sufren pobreza y hambre”. Los dos objetivos del desarme nuclear y de la firma de un verdadero tratado de paz están al alcance de la mano. No solo son posibles, sino realmente necesarios: «son el camino y el fruto adecuado después de esta cumbre”, señaló y recordó que “la paz en la región también requiere la voluntad política de actores como China y los Estados Unidos”.

“Los católicos en Corea -concluyó el obispo- vivieron este acontecimiento en oración y continuarán acompañando el camino del diálogo y la paz con la oración, promoviendo iniciativas de intercambio y cooperación con el Norte, para ayudar a crear una auténtica reconciliación y fraternidad”.

Fuente: AICA