Dios está…

‘La medida que experimentamos su cuidado, nuestra visión de todo se irá transformando.’

Por Mariano Durand SJ

Repasar la historia de nuestras vidas es un ejercicio interesante. Sea que escribamos o la relatemos, siempre surgen nuevas miradas sobre los mismos eventos. Y reaparecen sentimientos y emociones con los que nos identificamos.

Si regresas sobre tu historia, puedes preguntarte a cada paso, ¿dónde estaba Dios? En tal evento, tal conversación, tal encuentro, situación o experiencia interna. Porque Él ha estado presente, en todo momento y lugar.

Dios está en la persona en la que confiamos, la que nos sostuvo en momentos difíciles. Está en la decisión que tanto costó tomar, pero que nos hizo crecer. Dios está en el deseo recurrente, en la superación y en el encuentro casual que terminó forjando una profunda amistad. Está en las elecciones –y sus respectivas renuncias- que trajeron hasta donde llegamos hoy.

San Ignacio de Loyola – y muchos otros peregrinos espirituales antes que nosotros – descubrieron que el amor y la presencia de Dios son constantes. No importa por lo que estamos pasando, ni cómo estemos respondiendo, Dios está con nosotros. Y a medida que experimentamos su cuidado, nuestra visión de todo se irá transformando.

¿Estás dispuesto a ver la historia de Dios entrelazada en la tuya?

 

Reflexión del Evangelio – Domingo 09 de septiembre

Evangelio según San Marcos 7, 31-37

Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis. Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos. Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: “Efatá”, que significa: “Ábrete”. Y en seguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente. Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: “Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos”.

Reflexión del Evangelio – Por Marcos Stach SJ 

El Evangelio de la Misa de este domingo contiene en sí una catequesis bautismal que es válida para nosotros. Lo primero que resalta es un dato no menor, que es la ubicación donde sitúa Marcos al Señor Jesús: “volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea…” (Mc. 7, 31). Jesús se encuentra en tierra no judía, es decir, extranjera; lo cual constituye un dato escandaloso si nos atenemos a la mentalidad de esa época. Es ahí donde el Señor cura al sordomudo, quizá se trate de un pagano como los de la región donde se encuentra. Y es clara la intención del evangelista, que con esa ubicación viene a decirnos que la salvación de Jesús es universal, para todos, judíos y los que no lo son. Nos viene bien a nosotros, que a veces delimitamos nuestro metro cuadrado, incluso en los ámbitos eclesiales y no nos animamos a mirar más allá, aun entre nuestros hermanos; esto hace que la vigencia de Jesús en Tiro y Sidón siga siéndonos patentes.

Sin embargo, existen dos datos en el Evangelio en los que quisiera detenerme, porque creo que allí se contienen algunas claves para nuestra vida cristiana: Uno consiste en la curación y su método de aplicación tan singular, y lo segundo es aquello que se esconde entre ser sordomudo y la consiguiente recuperación de las facultades comunicativas, es decir, oír y hablar.

De la extraña metodología que emplea el Maestro para curar al sordomudo, pareciera que Jesús emplea una liturgia para restituirle el oído y la voz: “Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. Después levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: “Efatá”, que significa: ‘Ábrete’.” (Mc. 7, 33-34). En el modo de proceder del Señor lo que se esconde es una hermosa catequesis bautismal, que aplica a nosotros: El sordomudo es separado, no pertenece a la confusión del amontonamiento, el Señor viene a devolverle su dignidad de Hijo y eso exige distancia saludable de aquello que resulta nocivo. La apelación de Jesús a los sentidos es ejemplar: toca oídos y lengua, suspira y dice “Efatá, ábrete”. En el ritual del bautismo existe un signo del rito, que suele hacerse al final y que está inspirado en este Evangelio, en el cual el Sacerdote dice, mientras toca oídos y boca del recién bautizado: “El Señor Jesús, que hizo oír a los sordos y hablar a los mudos te permita, muy pronto, escuchar su palabra y profesar la fe para la gloria y alabanza de Dios Padre. Amén.” Y lo tomo porque es para nosotros, que fuimos bautizados, llamados a la plenitud de la vida cristiana. Pocas veces consideramos la grandeza del don que se nos regaló con el bautismo, y puede hacernos bien volver al mismo. El bautismo nos sumergió definitivamente en la Pascua de Jesús, participamos ya de su Pasión y de su Resurrección. Allí hemos recibido nuestra Vocación, con mayúscula; esa que nada la borra, porque el bautismo es la consagración por excelencia del cristiano, ungido, quien se acerca a Dios, cara a cara, con la alegría de saberse amado y viviendo ya ahora una vida nueva, incluso con flojeras y límites.

Por otra parte, llama poderosamente la atención en este Evangelio que la persona sanada es un sordomudo. En este hecho podemos vislumbrar un punto que nos viene muy bien en la vida espiritual: el fenómeno del mutismo interior, con el cual la tentación suele sentirse como en traje cortado a su medida y se mueve a sus anchas. Sobre esto, me permito citar la regla de discernimiento de la primera semana de los Ejercicios Espirituales, la número 13, conocida como Regla del vano enamorado, que la renombro en este contexto, como “regla del chamullero”, entendiendo por “chamullar” ese fenómeno que es cercano a lo que entendemos como “engañar”. Precisamente, la Real Academia Española define como “chamullero” a aquel que “habitualmente utiliza expresiones confusas para desorientar a su interlocutor.” Así es el mal espíritu cuando nos tienta. Pero, en concreto, lo que se expresa en la Regla es un dato clave para derribar la tentación, conteniendo en la mente de San Ignacio una verdadera táctica, un “modo de proceder”. Dice así:

«[El mal espíritu] se hace como vano enamorado en querer ser secreto y no descubierto. Porque, así como el hombre vano que, hablando a mala parte, requiere a una hija  de un buen padre o a una mujer de buen marido, quiere que sus palabras y sus acciones sean secretas; y el contrario le displace  mucho [disgusta], cuando la hija al padre o la mujer al marido descubre sus vanas palabras e intención depravada, porque fácilmente colige [concluye] que no podrá salir con la empresa comenzada: de la misma manera, cuando el enemigo de natura humana trae sus astucias y suasiones al alma  justa, quiere y desea que sean recibidas y tenidas en secreto; más cuando las descubre a su buen confesor, o a otra persona espiritual que conozca sus engaños y malicias, mucho le pesa; porque colige [concluye] que no podrá salir con su malicia comenzada, en ser descubiertos sus engaños manifiestos.» (San Ignacio. Ejercicios Espirituales. n. 326).

El milagro de oír y hablar es clave para vencer la tentación, y es válido para nuestra vida: El enemigo es hábil para chamullarnos y fomentar el mutismo y la sordera interior, que por lo general está mediada por la vergüenza: Si el resto se entera de la tentación que tengo,… ¡qué desastre! Cuando estamos bajo el efecto de la tentación, lo primero que nos pasa es que no solemos querer hablar de aquello que nos tienta. Clave para animarnos a vencer la tentación es hablar y oír, pero en el contexto y con la persona adecuada. La observación de Ignacio es totalmente vigente: El espacio del Sacramento de la Reconciliación y del Acompañamiento espiritual – espacios que por definición pertenecen a Dios, por eso son tan privados- ayudan a que la tentación quede vencida, por la única y sencilla razón de que queda descubierta, desenmascarada y uno mismo se escucha y se libera con la gracia. Quizá podamos preguntarnos: ¿Qué cosas no quiero a hablar y me dejan en el hermetismo, siempre tan tóxico, que no libera? Vivimos aturdidos, en una realidad donde los sordos abundan… y también los mudos para el anuncio del Amor. Podríamos aventurarnos a resumirlo así: ¿Querés vencer a la tentación? Entonces animate a hablar. Dios hará lo suyo.

El sordomudo recupera el habla, vuelve a comunicarse. Y eso provoca en la gente esa exclamación llena de sorpresa y asombro maravilloso, es lo que dicen del Señor: Todo lo ha hecho bien. Y así es Jesús: Todo lo hace bien, en tu vida, en la mía, en la de los que luchamos por abrirnos a seguirlo, a veces con algún raspón del camino. Y lo hace bien a su manera, con sus gestos y su estilo.

Pidamos en este domingo a la Virgen Santísima, que habrá enseñado a Jesús el arte espiritual de ser cercano al dolor y a la vida de los demás, que nos ayude a ser transparentes para hablar y derrocar la tentación del hermetismo… y también para oír a nuestros hermanos.

Fuente: Red Juvenil Ignaciana Santa Fe

100 voces Córdoba

Durante los últimos  sábados, el Coro 100 voces Córdoba se ha estado preparando para el fin que los ha congregado: una intervención urbana coral. La misma, se llevará a cabo el jueves 13 de septiembre a las 18 hs en el Buen Pastor, un lugar emblemático de la ciudad.

La intervención contará con la presencia del Jesuita chileno Cristobal Fones SJ, quien ya ha organizado intervenciones de este tipo en su país.WhatsApp Image 2018-09-07 at 4.11.03 PM

El Coro 100 voces Córdoba ha congregado a laicos y religosos de diferentes parroquias, centros de pastoral, movimientos, colegios, etc. de toda la ciudad de Córdoba y localidades cercanas. Este evento ha sido organizado por el área de Pastoral de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) y Pastoral de Juventudes de la Diócesis de Córdoba.

La idea alrededor de esta intervención será la de hacer visible a la juventud que forma parte de la Iglesia en la previa al Sínodo de los Obispos que se desarrollará en Roma en el mes de octubre y tendrá como temática: “Los Jóvenes, la Fe y el Discernimiento Vocacional”.

La canción que se está preparando para la intervención será ‘Id y Anunciad’.

Feria UCC

El jueves 13 de septiembre, de 10:30 a 18:30h, la Universidad Católica de Córdoba (UCC) estará llevando adelante la segunda edición de la Feria UCC: trabajo + desarrollo profesional.

La iniciativa busca facilitar a las empresas, organizaciones e instituciones el acercamiento de estudiantes y recientes graduados a sus áreas de selección de talentos; así como también, abrir perspectivas para fomentar las pasantías y prácticas pre profesionales y proyectos de estudio o tesis orientados a las necesidades de la empresa.

Se trata de un espacio de encuentro en un ambiente distendido y atractivo en donde distintas empresas, organizaciones e instituciones cuenten qué hacen, cómo se componen, qué perfil o perfiles de empleados buscan y las oportunidades laborales que ofrecen.

Al mismo tiempo, durante la jornada se presentarán algunos proyectos de nuestros estudiantes y graduados, así como experiencias de trabajo y pasantías en empresas y organizaciones.

También se ofrecerán charlas a los jóvenes, orientadas a ayudarlos a gestionar su inserción en el mercado laboral; optimizando las presentaciones de CVs y proporcionándoles las competencias adecuadas para transitar entrevistas laborales exitosas.

Fuente UCC

12 Razones para Transmitir la Fe

Transmitir la grandeza del Dios de Jesús es una ganancia. Y muchas razones lo avalan.

Por María Dolores López Guzmán

«Con ser una buena persona basta». Esa podría ser una rúbrica de nuestra cultura. «Vive y deja vivir». Algunos creyentes, arrastrados por este sentir, están perdiendo el interés en la comunicación de la fe convencidos de que ahí no reside lo importante. Pero no es cierto. Transmitir la grandeza del Dios de Jesús es una ganancia. Y muchas razones lo avalan:

  1. Por dar a los otros LO MEJOR. ¿Y qué es lo mejor? Nada es comparable a Dios. La vida está llena de variables (salud/enfermedad, pobreza/riqueza, honor/deshonor, vida/muerte), sólo Dios permanece siempre.
  2.  Por construir RELACIONES SANAS. Dios ‘ordena’ todo; es un buen ‘corrector’ (siempre con la misericordia a cuestas) de nuestros excesos (deseo de posesión, indiferencia, violencia…).
  3. Por COHERENCIA. Si somos bautizados, si hemos confirmado nuestra fe, si comulgamos… será porque lo consideramos importante. Si no fuera así, transmitiríamos a los demás una gran incoherencia.
  4. Por COMPROMISO. No se puede decir «soy de los de Jesús» y, sin embargo, actuar por cuenta propia. Ser miembro de la Iglesia compromete.
  5. Por no echar a perder lo que a su vez HE RECIBIDO y tiene valor. Nadie puede sustituir mi labor, ni puede realizar la misión que me ha sido encomendada. Los talentos que se tienen, o se invierten en beneficio de los otros, o se pierden.
  6. Por tratar de construir un mundo más JUSTO. El Evangelio es una Buena Noticia. Educar en los valores del Evangelio contribuye a crear personas justas.
  7. Por dar ESPERANZA. La visión materialista ahoga porque pone sus ojos en realidades caducas; la visión cristiana, que trasciende las apariencias, libera.
  8. Por animar a ser ‘hombres FUERTES’, como decía san Pablo (1Co 16, 23), de aquellos que depositan su absoluta confianza en Dios, fortaleza nuestra (Sal 46, 2). La religión cristiana es lo contrario de la ‘blandenguería’, porque el precio que se paga por un amor que te hace libre es muy alto: marginación, burla, desprecio… la muerte incluida.
  9. Por presentar MODELOS DE VIDA que merezcan la pena. Mejor parecerse a Francisco de Asís que al líder del último grupo musical de moda. La historia de la Iglesia está plagada de ‘buena gente’.
  10. Por reconocer y amar nuestras RAÍCES. Quiénes somos, de dónde venimos… tanto en su sentido original (Dios es Creador y Dador de la vida), como histórico (la fe de nuestros padres nos fue a su vez transmitida).
  11. Por crear unión y COMUNIÓN con otros, más allá de lo biológico.
  12. Por amor y para comunicar la alegría que nace de UNA FORMA DE AMAR.

Fuente: Pastoral SJ

De Turistas y Guías

Y digo yo, ¿No será que en el camino del seguimiento de Jesús somos a veces turistas y a veces guías?

Un turista es una persona pegada a un mapa, cuyo campo de visión oscila entre sus manos (donde tiene el mapa) y el horizonte en el que quiere moverse. Sin el mapa no es nadie, pero el mapa, aquella pequeña cosa, es un seguro de vida, le hace encontrar el camino que tiene que recorrer, le confirma si su meta es lejana o cercana, le asegura si va en dirección correcta o le alerta si va en la contraria.

Algunos turistas tienen la suerte de tener un guía y, especialmente si es un amigo, entonces todo cambia. Te fías de esa persona que conoce los caminos, te pones en sus manos sin dudar de que te llevará a los mejores sitios, a los más interesantes, a donde tú querrías ir. Te fías de su experiencia. Él ya ha recorrido el camino primero y por eso tú ahora le sigues. Pero cuando llegas a los sitios, ahí, tú vuelves a tener el papel principal, el guía te explica, te da datos, pero la experiencia de ver las cosas, de descubrir los detalles y grabarlos en la retina, eso sólo lo puedes hacer tú.

Cuando vuelves a un sitio donde ya ha estado antes eres un poco menos turista. Aquello no es tu casa, pero empiezas a sentirse en ella; ya no te guía el mapa, y tal vez tampoco el amigo, sino el recuerdo de los sitios familiares, por los que has pasado y en los que disfrutaste, allí donde te ocurrió algo. Pero no te quedas ahí; te aventuras a descubrir nuevos lugares, nuevas rutas, has perdido el miedo a extraviarte, porque sabes que al final todos los caminos llevan a Roma.

Y entonces llega ese último momento, en el cual de turista te acabas convirtiendo en guía, y ahora eres tú el mapa andante de amigos, familiares… que quieren conocer aquel sitio del que tanto les has hablado. Y como guía disfrutas contando aquello que ves, y lo haces desde tu perspectiva, desde tus emociones, pasiones… no puedes dejar de transmitir aquello que llevas dentro, para que el otro pueda empezar a gustarlo a su propia manera.

Y digo yo, ¿No será que en el camino del seguimiento de Jesús somos a veces turistas y a veces guías?

Fuente: Pastoral

Alegría de los Obispos por la Beatificación de los Mártires Riojanos

Los obispos reunidos en la 180° Reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina, enviaron una carta al administrador diocesano de La Rioja, presbítero Roberto Enrique Queirolo, con motivo de la beatificación de monseñor Enrique Angelelli, los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville y el laico Wenceslao Pedernera.

Con motivo de la próxima beatificación de monseñor Enrique Angelelli, los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville y el laico Wenceslao Pedernera, los obispos argentinos enviaron una carta al administrador diocesano de La Rioja, presbítero Roberto Enrique Queirolo.

La carta se dio a conocer en el marco de la 180° reunión de la comisión permanente de la Conferencia Episcopal Argentina, que comenzó en la mañana del 21 de agosto y se desarrolló hasta el jueves 23 en la ciudad de Buenos Aires.

En el mensaje, los prelados expresan alegría por la inminente beatificación de los mártires riojanos, y adhieren «plenamente a los frutos del proceso canónico que concluyó con la declaración del martirio de estos hermanos nuestros», destacando especialmente la seriedad y el rigor con el que trabaja la Congregación para las Causas de los Santos.

«Hoy necesitamos estos modelos de personas que saben darlo todo en la lucha por los derechos de los más desprotegidos y al mismo tiempo son capaces de promover la comunión y la paz» consideran los obispos.

Texto del comunicado

Los miembros de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina queremos expresarte nuestra alegría por la inminente beatificación de Mons. Enrique Angelelli, los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville y el laico Wenceslao Pedernera.

Eran un obispo, un religioso, un sacerdote diocesano y un padre de familia. A todos ellos les cabe lo que un antiguo cristiano escribía sobre los primeros mártires: “Hacen el bien y se los castiga como malhechores, castigados de muerte se alegran como si se les diera la vida” (Carta a Diogneto).

Conocemos el rigor y la seriedad con que trabaja la Congregación para la Causa de los Santos y adherimos plenamente a los frutos del proceso canónico que concluyó con la declaración del martirio de estos hermanos nuestros.

El 4 de agosto de 1976, la muerte de Mons. Angelelli coronó una vida de generosa entrega a la causa del Evangelio. Sabemos por sus últimos escritos que él preveía este final y estaba generosamente dispuesto a entregar la vida.

Hoy necesitamos estos modelos de personas que saben darlo todo en la lucha por los derechos de los más desprotegidos y al mismo tiempo son capaces de promover la comunión y la paz.

La corrupción pasada y presente, los crecientes sufrimientos de los más pobres y el recuerdo de nuestros propios errores y pecados, nos impulsan a mirar el testimonio de estos hermanos para seguir a Jesucristo con todas las consecuencias.

Recibí este saludo afectuoso, que te pedimos hagas extensivo a toda la Iglesia que peregrina en La Rioja.

Buenos Aires, 21 de agosto de 2018.

Fuente: AICA

 

Romero y la Iglesia de los Pobres

Hay muchísimas citas de Monseñor sobre los pobres y la Iglesia de los pobres, dichas al compás de los acontecimientos del país. A nosotros, discípulos de Romero, nos toca sistematizar ese conjunto de referencias, sembradas a lo largo de muchas de sus homilías en los tres años de pastor de la arquidiócesis de El Salvador.

En estas tres notas que he seleccionado, aparecen sugerencias profundas. Entre ellas:

  • Preocuparme por los pobres como un asunto propio; como si fuera mi propia familia.
  • Asumir la causa de los pobres como mi propia causa.
  • Convertirme al Cristo que vive en los pobres.

En la homilía del 4 de marzo del 79 dijo: «Cuando hablamos de la Iglesia de los pobres, simplemente estamos diciendo a los ricos también: vuelvan los ojos a esta Iglesia y preocúpense de los pobres tanto como de un asunto propio».

El 15 de julio del año 79, dijo en la homilía: «Yo me alegro, hermanos, de que nuestra Iglesia sea perseguida precisamente por su opción preferencial por los pobres y por tratar de encarnarse en el interés de los pobres y decir a todo el pueblo, gobernantes, ricos y poderosos: (…) Si no se interesan por la pobreza de nuestro pueblo como si fuera su propia familia, no podrán salvar a la sociedad».

En la homilía del 1º d julio del 79 dice: «Algunos creen que, cuando la Iglesia se proclama Iglesia de los pobres, como que se parcializa y deprecia a los ricos. ¡De ninguna manera! El mensaje es universal. Dios quiere salvar a los ricos también. Pero precisamente porque los quiere salvar les dice que no se pueden salvar mientras no se conviertan al Cristo que vive precisamente en los pobres. (…) Ser pobre consiste en aceptar y asumir la causa de los pobres como si estuviera aceptando y asumiendo su propia causa y la causa de Cristo».

Con estas breves muestras podemos hacernos idea de lo que significa para el Beato Romero la Iglesia de los pobres.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

 

Amores Virtuales

“El deseo de amar a un otro de carne y hueso distinto de mí implica salir de lo virtual para entrar en el mundo real del corazón humano.”

Por Marta Porta, HVN

Muchas veces cuando comenzamos a experimentar las cosas del amor, casi todo sucede en línea. Comienza con un me gusta, sigue con un chat. Entonces hablemos del fenómeno virtual en el mundo afectivo. Más particularmente en las relaciones amorosas que nacen, se crean o se sostienen en la red. Creo que asistimos a una innegable construcción. Está entre nosotros y nos atraviesa. El gesto más cariñoso puede expresarse en un mensaje y la indiferencia más fría puede sentirse en el silencio de un ‘visto’. La palabra puede tener una fuerza poderosa para armar o desarmar un vínculo cuando cliqueamos ‘enviar’. Señales con una fuerza imparable que cuelgan las relaciones en la nube y nos atrapan en un mundo afectivo potencialmente imaginario donde casi todo es posible.

Pero ¿que sucede con el amor? Él necesita expresarse realmente. Los sentidos (ver, tocar, gustar, oír, oler) son las puertas que abren a los afectos. Son las primeras ‘palabras’ de nuestro lenguaje afectivo.

El deseo de amar a un otro de carne y hueso distinto de mí implica salir de lo virtual para entrar en el mundo real del corazón humano. Donde las emociones y los afectos no son sólo ilusiones. Allí la frustración –esa experiencia de que las cosas no suceden como las imaginamos, nos incómoda– nos entristece. En el corazón nos encontramos heridos y vulnerables, pero también dignos y capaces de amar y ser amados. Allí, en lo escondido y profundo del corazón que se deja tocar por el amor aparece nuestra verdadera identidad. Allí se da lo posible, que alguna vez quizás sea doloroso.

¡Anímate! A cruzar la frontera de la red. A asumir el desafío y la construcción del amor humano.

Es verdad: puede ser más trabajoso. Puede ser más largo. Porque las relaciones necesitan tiempo, lugares, gestos. Necesitan de lo real.

Fuente: Pastoral SJ

 

Cristóbal Fones, el Jesuita que Canta

Cristóbal Fones SJ estará visitando las ciudades de Córdoba y Buenos Aires. Allí realizará distintas actividades que tendrán a la música como protagonista. Compartimos aquí una entrevista que le hicieron en ocasión de la presentación de su último disco “Küme Mongen”, de raíces mapuches.

Por Mauricio Bascuñán A.

“Küme Mongen, mi primer disco instrumental, inspirado en la encíclica Laudato si’, se conecta con el recorrido que tuve por comunidades mapuches en los años 2000 y 2001.  Allí compartí profundamente con la cultura de los pueblos originarios, incluso la producción contiene un tema en quechua. Este disco es también una herramienta que busca bajar el ritmo de las personas, que nos ayude a detenernos”, dice el jesuita. El disco, de canciones inéditas y antiguas, lo hizo junto a músicos de excelencia y aprendió muchísimo.

¿Cómo genera el dinero un cura para grabar un disco?

-Antes yo pedía un préstamo y, con la venta de los discos, recuperaba la plata. Ahora como no se venden discos, la recaudación es más lenta y el dinero debe generarse en presentaciones. Yo no hago esto último, entonces debo conseguir donaciones, vía crowdfunding o entre los cercanos.

¿Tienes mecenas musicales?

El financiamiento cambia en cada caso, cada producción tiene una historia distinta. La gente quiere colaborar. En los últimos 5 años no he tenido tiempo de componer cosas nuevas, ya que la labor de la misión itinerante me lleva a viajar por muchas ciudades del país, con una agenda apretadísima. Debido a ello, el financiamiento de mis últimos discos ha sido desafiante, pero el tema de los recursos es hoy una realidad de todos los músicos. Hay que trabajar con esfuerzo y dedicación.

Tu desventaja es que los otros músicos pueden cortar entradas y hacer giras, y tú no, entonces.

Claro, se dificulta más por el modo en que estoy viviendo la música. Para mí resultaría impresentable que para asistir a una oración cantada en una iglesia hubiera que pagar una entrada. Y, en consecuencia, ocurren situaciones muy simpáticas: la gente me invita a cantar para juntar fondos para otras cosas, sin pagarme a mí o a mis músicos. Lo que hago al final de los encuentros es pedir que se colabore por la causa de tal o cual parroquia, así la plata no es un impedimento para participar. Por lo mismo, queda pendiente el financiamiento de lo que yo hago; esa plata es más difícil de conseguir. Hasta ahora vivo muy ministerialmente mi música. Soy un sacerdote que, entre otras cosas, canta como parte de la misión. Es cierto que los chilenos y en particular los católicos debemos saber que las cosas que uno quiere para su vida espiritual tienen un costo. Estamos acostumbrados a que alguien, en abstracto, lo financie. El sistema del crowdfunding es interesante porque supone que la gente que quiera que exista esto, pone el dinero para que continúe. Y funciona además cuando hay alguien que está posteando todo el tiempo; ahí hay una estrategia comunicacional que yo no tengo ni es a lo que me dedico. Pero como Iglesia vamos para allá: a que los recursos los pone cada uno, no “alguien” desde la estratósfera ni un empresario ricachón. Si muchos ponen dos lucas es mucho más valioso a que uno ponga un millón. Ojalá se tome conciencia.

“Jesuitas acústicos” y “Tú, mi hermano” han sido financiados vía crowdfunding exitosamente. “En  Youtube subimos también videoclips que hicimos de muy buena calidad”.

El Papa Francisco en Chile

Durante la fallida visita de Francisco a Chile en febrero pasado, Cristóbal Fones participó en varios actos “diversos y significativos”. Detalla: “Por ejemplo, me pidieron ayudar en varios coros y celebraciones, como las del Templo Votivo de Maipú y del Santuario del Padre Hurtado. Animé en “Magis”, que es una propuesta de vida cristiana ignaciana para jóvenes menores de 30 años. Allí vi que los chicos quieren cosas más profundas, no sólo de entretención sino de concientización. También estuve en la Catedral de Santiago animando a quienes esperaban la llegada del Papa Francisco. Allí fue un poco tenso, animé como durante dos horas, la mayoría de pie. Me costó un poco. Al final vimos lo que sucedía con la hermana Nelly en la cárcel. Y cuando terminó ese día llegué al Santuario del Padre Hurtado y salí llegando tarde en la tele.

¿Qué concluyes de la visita del Papa Francisco?

Mi impresión es que el Pueblo de Dios que peregrina en Chile está más adulto y quiere cosas más verdaderas. Sentí que el espectáculo de la visita del Papa les importaba menos que el contenido y eso hizo que fuera menos masiva. Los organizadores no lo tenían pensado así. Tenían en mente la visita de Juan Pablo II y las grandes peregrinaciones. Chile ha cambiado para bien. La Iglesia, pese a que esté desprestigiada, es una mejor Iglesia que la de hace 20 años, está con los ojos más abiertos. Es doloroso pero ciertamente mejor.

¿Qué valor tiene la música como herramienta evangelizadora?

La música y la evangelización tienen que ver con la predicación. Algunos sacerdotes tienen el talento de hablar en cuñas; yo, cultivo el de la música. Estos dos son espacios importantes para la Iglesia. Yo distingo música de la oración. Cuando le canto a Dios no debo usarlo como plataforma para dar mi mensaje, debo más bien tratar de desaparecer y ser una mediación en el encuentro con el Creador. No hemos de robarle a Dios su protagonismo. Mi gran deseo es permitir que cada corazón logre hablar como un amigo habla con otro, y así encontrar la Verdad. Somos colaboradores de una misión que no nos pertenece.

En las últimas décadas han proliferado bandas y cantantes de música católica, ¿son más profesionales que los de antes?

El fenómeno parte hace unos 20 años, cuando jóvenes y adultos católicos empiezan a explorar la música con contenidos de fe fuera del templo y la liturgia. Por muchos siglos la música litúrgica fue “la” música religiosa. Y esa música tiene un fin que es la celebración comunitaria. Han ido surgiendo canciones celebrativas, de anuncio, salmos con otros ritmos. Mientras no abandonemos lo otro, creo que esto  enriquece. Aplaudo el camino que han hecho iglesias hermanas, con distintas tradiciones eclesiales. Han arriesgado mucho en ese sentido. Como su liturgia es menos normativa y más espontánea, el camino que te indiqué anteriormente, los evangélicos lo vienen haciendo desde hace rato. Y ese camino ha inspirado a los católicos a crear nuevas entradas musicales para vivir la fe.

No quiere ser “criticón”, dice. Pero afirma: “Hay algunas cosas bien hechas, con una intensión recta, y otras como selfies, que son para mostrarse uno. Antes era muy caro acceder a grabar. Hoy cualquiera puede hacer una grabación, lo que estimula a muchos grupos. Si tu objetivo es grabar un disco de música católica, creo que estamos mal, si en cambio es comunicar la música en que Dios está inspirado, hazlo. La producción musical es el medio no el fin. La música exige mucho discernimiento y compromiso con la comunidad”.

¿No está mal que un católico vaya a un recital de música evangélica?

Un buen católico, consciente de su identidad y tradición, no debe tener miedo de dialogar con otras tradiciones, no sólo cristianas. Lo que pasa es que muchas veces no sabemos en lo que creemos. A veces quedamos deslumbrados por una frase que dijo no sé quién y tiramos todo por la borda porque no sabemos de nuestra fe. Este año di un concierto con un pastor evangélico, que titulamos “Cura y Pastor” y, sin deslavar lo particular de cada una de nuestras tradiciones, cantamos a dúo un tema que habla del celibato, Paz armada-, y el pastor lo introdujo. En lo fundamental, nos encontramos en todo. Me pasa lo mismo con el mundo mapuche, yo no tengo que tratar de ser mapuche para sentirme hermano de ellos, ni viceversa. Siempre está la tentación de querer colonizar, de homologar. Cuando uno supera la dinámica de la sospecha, es posible dialogar con todas las culturas, religiones y tradiciones.

EL MACHI CELESTINO

“Viví 2 años en una comunidad mapuche, donde aprendí mucho. El llamado conflicto mapuche no tiene 500 años; el problema actual no es el encuentro entre culturas, sino la invisibilización del encuentro entre culturas. Esto comienza hace 200 años, cuando se constituye Chile. El mayor apogeo de la cultura mapuche fue en el período colonial, allí se encontraron los dos mundos. Los mapuches adquirieron destrezas con el caballo, desarrollaron la platería, organizaron a las comunidades. El problema más grave fue cuando alguien por decreto, en Santiago, dictaminó que un mapuche es un chileno, y ellos dicen “¿y aquí qué pasó?”. Hoy el pueblo mapuche nos está ayudando a darnos cuenta que ellos nunca han dejado de ser una nación. Son un pueblo que hoy pertenece al Estado de Chile, y es un tremendo desafío aceptar que hay varias naciones dentro del Estado de Chile. Eso supone repensar y organizarnos. Es un desafío gigante y apasionante”.

Así resume el jesuita un tema que conoce in situ, en terreno. Y las canta claras: “Los que se sienten amenazados de la diversidad en la unidad son los que tienen patrimonio en territorio mapuche. Intereses personales que van en otra línea por la que debemos caminar. Lo que estamos viendo con el machi Celestino, por ejemplo, para la gran mayoría es incomprensible. El gasto que debe hacer el Estado de Chile para que él deba ir a renovarse espiritualmente a su rehue, es incomprensible para muchos. No todos deberían estar de acuerdo, pero las cosmovisiones diversas que coexisten aquí siempre han existido. El conflicto mapuche es un aguijón para que, como Estado de Chile, podamos dar un salto cualitativo de maduración y comprendernos más. La aproximación es demasiado judicial y con muy poca altura intelectual”.

¿Cuál es la raíz del problema?

Si los mapuches fueran los más ricos de Chile, no tendríamos este problema. El clasismo chileno ha marginalizado a nuestros pueblos originarios porque son pobres. Es por nuestro prejuicio europeizante y ahora estadounidense de creer que tener plata es el modelo de felicidad, éxito, estética. Este modelo nos tiene agotados e infelices, con altas tasas de suicidios. No es normal que el chileno no pueda resolver sus dramas afectivos, familiares y laborales. ¡No me digan que este modelo de felicidad es mejor que el mapuche! Hay un prejuicio porque son un pueblo pobre y el chileno medio le tiene miedo a la pobreza. Lo dice la hermana Nelly León: “En Chile se encarcela la pobreza”, se invisibiliza porque nos da miedo. Hacerla explícita significa hacerse cargo, y eso nos cuesta.

¿La música puede aportar de alguna manera en estas crisis, incluyendo la de la Iglesia?

Totalmente, desde todos los ángulos. Lo que está en crisis es un modelo de Iglesia y no la Iglesia de Jesucristo, la gran mayoría sintoniza con lo que Él nos propone en el evangelio. La Iglesia no está en crisis, sino la jerarquía de la Iglesia; además nuestra participación es muy clericalista, con un endiosamiento de los ministros, y muy infantil. Muy poca gente sabe de verdad quién es Jesús, de qué hablaba, qué hacía. Más fácil es decir “padre, ¿es pecado o no es pecado?”. Esta última es la Iglesia que se debe caer a pedazos, y me parece muy bien. Tiene que surgir, una que siempre ha estado: la Iglesia comunitaria. No creo, que valga decir, que antes era el tiempo de los curas y ahora el de los laicos. Ahora es el tiempo de los bautizados.  El Papa le dijo a los obispos de la Iglesia de Chile que “se ha olvidado de Jesucristo”, cuando esa es la única misión que tienen. Si me preguntas, esto es muy doloroso, pero menos mal que lo estamos viviendo. El Espíritu Santo está más que soplando, está tirando un huracán para bien. No sólo para el bien de las víctimas de abusos, sino para todos.

¿Hay críticas de los jóvenes más activos que participan en la Iglesia Católica?

Sí, y me debo dejar interpelar. Trabajo con los jóvenes y ellos no tienen pelos en la lengua, te dicen las cosas en la cara y es súper doloroso escucharlas, pero hace bien. Y no siempre tienen la razón. A veces creen que saben las respuestas, pero muchas veces no las tienen, necesitamos encontrarlas juntos. Una de las cosas atroces de la cultura actual es que endiosa a la juventud, y tenemos abandonados a todos nuestros abuelos, porque no producen y porque no saben usar el celular los miramos en menos. Eso es de una soberbia absoluta. El Chile del mañana no es el Chile de los jóvenes de hoy, es el Chile de los niños, los jóvenes, de los adultos y los mayores. Si no cachamos eso, vamos a tropezar siempre con la misma piedra.

Foto portada: Arzobispado de Santiago.