¿Qué nos falta?

Reflexión por Dani Cuesta SJ

Comenzamos de nuevo la Cuaresma y, casi de modo automático nos viene la pregunta de «¿qué podemos hacer?». Es algo que se repite de manera personal, comunitario, parroquial, o institucional. Enseguida comenzamos a pensar en propósitos, en acciones solidarias, en quitarnos de cosas que nos sobran, y en tantas otras cosas.

Sin quitar el valor a todos estos gestos y actos concretos, lo cierto es que creo que quizá podríamos completarlos con una pregunta de fondo. Esta no es tanto ¿qué me sobra? O ¿qué puedo quitarme?, sino que más bien pone su quid sobre el «¿qué me falta?»

Y es que, creo que muchas veces vivimos nuestra vida desde una carencia fundamental inconsciente que nos hace intentar rellenar ese hueco con otras realidades que no calman nuestro anhelo profundo. Así, pensamos en hacer tantas cosas y en lograr tantas metas. Pero, la realidad es que, al conquistar nuestros objetivos, nos sentimos vacíos y necesitamos emprender otros nuevos que, lejos de aliviarnos o unificarnos, nos desasosiegan y disgregan internamente. Tristemente, esta dinámica tan humana, traspasa también muchas de nuestras acciones como cristianos. Y así, al conseguir (o no) nuestros logros, nos sentimos tristes, vacíos, e impulsados hacia el activismo.

Por eso, creo que una pregunta fundamental que debemos hacernos en esta Cuaresma es la de «¿qué me falta?». Porque respondiéndola descubriremos por qué tenemos tanto miedo al silencio, a la soledad, a la desaprobación y al fracaso. Por qué pasamos tanto tiempo con el teléfono en la mano, mientras la vida pasa delante de nosotros. Por qué necesitamos llenar nuestro tiempo con mil cosas y entretenimientos que nos encierran en nosotros mismos y en nuestro círculo cercano. Por qué no somos valientes para arriesgar por los demás, y nos escudamos detrás de tantas excusas. Por qué en ocasiones sentimos nostalgia, tristeza, anhelo, sin saber de dónde vienen.

La respuesta a esta pregunta no está en hacer más cosas esta Cuaresma, ni en quitarnos de aquello que nos sobra. Sino más bien en descubrir que nos falta lo más importante: Dios. Nos falta el silencio cotidiano de la vida orante para descubrirlo. Nos falta la mirada contemplativa para encontrarlo en la realidad. Nos falta el deseo profundo de buscarlo y confrontarnos con Él. Nos falta tanto hacernos conscientes de su presencia. Nos falta decir «habla, Señor, que tu siervo escucha».

Quizá por ello esta Cuaresma merezca la pena detenerse a pensar ¿qué nos falta? Antes de ponerse a buscar ¿qué nos sobra? Para desprendernos de ello. Probablemente, debamos buscar más el silencio interior que el ruido de quien llena a amigos y conocidos de mensajes y pensamientos que ni siquiera ha meditado. Sin duda todo ello nos ayudará a ver después, desde la luz de ese Dios que nos falta y que tanto necesitamos, qué es aquello que nos sobra y de lo que debemos quitarnos.

Fuente: pastoralsj.org

Scape Room para conocer la vida de San Ignacio

Conocer la vida de san Ignacio a través de Realidad Virtual ya es posible gracias a una sala de escape que, con motivo del Año Ignaciano, se ha puesto en marcha en la Universidad de Deusto, en España. El pasado 3 de marzo se abrió este espacio que, con unas gafas de Realidad Virtual, nos introduce de lleno en la Capilla de la Conversión, la habitación donde hace 500 años Ignacio de Loyola se debatía entre la vida y la muerte.

Para ‘escapar de la habitación’, hay que resolver diferentes retos. Una experiencia inmersiva que ayudará a acercarse al lugar donde Ignacio tuvo su experiencia convaleciente y transformadora que le hizo peregrino buscador de Dios.

A partir de ese momento, se podrá participar en diferentes días tanto en el campus de Bilbao como en el de Donostia (consultar aquí el horario). También se dejará en abierto la experiencia para que cualquier persona que tenga las gafas de Realidad Virtual Oculus Quest 2, se la pueda descargar y probar, o incluso resolver la sala escape en versión web.

Encontrá más información aquí: ignatius500.org

Movimiento Laudato Si’ sobre la paz en Ucrania

El movimiento Laudato Si’ ha publicado una declaración sobre invasión Rusa en Ucrania:

El Movimiento Laudato Si’ se une al Papa Francisco y a la Iglesia Católica mundial en oración por una resolución pacífica y rápida de la invasión rusa de Ucrania. Este movimiento está activo en Ucrania, con personal y voluntarios apasionados que trabajan allí cada día para inspirar a los católicos y cuidar de nuestra casa común. Nos unimos en solidaridad con ellos, y con todo el pueblo de Ucrania.

Como organización católica, somos gente de fe y gente de paz, e instamos a la comunidad internacional a unirse frente a la agresión rusa y a lograr una paz duradera en Ucrania. Hacemos un llamamiento a los líderes mundiales para que encuentren soluciones creativas que pongan fin a la invasión sin que aumente la violencia.

Y, en consonancia con el Consejo de Conferencias Episcopales Europeas, condenamos enérgicamente las acciones sin provocación de Vladimir Putin y el gobierno ruso, que han matado a miles de personas y han generado una crisis de refugiados que no se veía en Europa desde hace casi un siglo.

Como ha dicho el Papa Francisco, «el fin último y más digno de la persona humana y de la comunidad es la abolición de la guerra»

Además, rezamos por nuestros hermanos y hermanas de todo el país, para que sientan el apoyo de los millones de personas que los tienen en sus pensamientos y oraciones.

En la Laudato Si’, el Papa Francisco denuncia la guerra y lamenta su efecto sobre todos los miembros de la creación de Dios. “La guerra siempre produce daños graves al medio ambiente y a la riqueza cultural de las poblaciones, y los riesgos se agigantan cuando se piensa en las armas nucleares y en las armas biológicas” (LS 57).

Nos unimos al Papa Francisco para instar a todos los pueblos a dirigirse al «Dios de la paz y no de la guerra» y, como ha pedido el Papa Francisco, nos uniremos a los católicos de todo el mundo en una Jornada de Ayuno por la Paz el Miércoles de Ceniza, 2 de marzo.

Por último, les pedimos que se unan a nosotros en la oración, utilizando esta adaptación de «Escucha mi voz, Señor por la Justicia y la Paz» del Papa Juan Pablo II.

A ti, Creador de la naturaleza y de la humanidad,
de la verdad y la belleza, te ruego:

Escucha nuestra voz,
porque es la voz
de las víctimas de la guerra y la violencia
que está ocurriendo en Ucrania.

Escucha nuestra voz
porque es la voz
de todos los niños que sufren y que sufrirán
cuando la gente pone su fe en las armas y en la guerra.

Escucha nuestra voz
cuando te ruego que infundas
en los corazones de todos los seres humanos
la visión de la paz
la fuerza de la justicia
y la alegría del compañerismo.

Escucha nuestra voz
porque hablamos en nombre de las multitudes
en todos los países y en todas las épocas
de la historia que no quieren la guerra
y están dispuestas a recorrer el camino de la paz.

Escucha nuestra voz
y concédenos perspicacia y fuerza
para que podamos responder siempre
al odio con amor
a la injusticia con una dedicación total a la justicia,
a la necesidad con el reparto de lo propio,
a la guerra con la paz.

Oh Dios, escucha nuestra voz.

Fuente: laudatosimovement.org

El Papa Francisco nos invita a custodiar el discernimiento

El papa Francisco participó, en la iglesia romana de Il Gesú, de la misa que celebró el 400º aniversario de la canonización de San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, junto a los españoles Santa Teresa de Jesús y San Isidro Labrador y el italiano San Felipe Neri.

Presidió la Eucaristía el P. Arturo Sosa, Superior General de la Compañía de Jesús, y concelebró un grupo de cardenales, obispos y sacerdotes. El Papa Francisco tuvo la homilía de la celebración en la que expresó una petición especial: “Queridos hermanos y hermanas, que el santo padre Ignacio nos ayude a custodiar el discernimiento, nuestra preciosa herencia, tesoro siempre válido para difundir en la Iglesia y en el mundo, que nos permite ‘ver nuevas todas las cosas en Cristo” (lema del Año Ignaciano).

Comentando el Evangelio de la transfiguración, el Santo Padre rememoró cuatro acciones de Jesús a través de cuatro verbos, en las que encontramos indicaciones para seguir nuestro propio camino. El primero de ellos “tomar consigo” porque es Jesús quien tomó a los discípulos, quien nos ha llamado y elegido, pues “no hemos sido nosotros quienes tomamos una decisión, sino que fue Él quien nos llamó, sin ningún mérito de nuestra parte”. Como el Señor toma a los discípulos como comunidad, nuestra llamada también está arraigada en esa comunión, señaló el Santo Padre: “Los santos que hoy recordamos han sido columnas de comunión… Acojamos la belleza de haber sido tomados juntos por Jesús”, afirmó el papa Francisco.

El segundo verbo al que se refirió fue “subir”, pues Jesús subió a la montaña y por tanto el camino de Jesús hay que verlo, no como una cuesta abajo, sino como un ascenso en el que, después de un camino difícil, llega la luz de la transfiguración. “A nosotros nos gustarían caminos conocidos, rectos y llanos, pero para encontrar la luz de Jesús es necesario que salgamos continuamente de nosotros mismos y vayamos detrás de Él. Como hemos oído, el Señor, que desde el principio «llevó afuera» a Abraham (Gn 15,5), nos invita también a nosotros a salir y a subir”.

Orar y tomar las riendas

El tercer verbo que citó el Papa Francisco fue “orar” e invitó a los presentes a preguntarse qué significa para ellos orar, después de muchos años de ministerio. El definió orar como transformar la realidad, misión activa, e intercesión continua. Orar es llevar la pulsación de la actualidad a Dios para que su mirada se abra de par en par sobre la historia, afirmó. Y por tanto, hay que pensar cómo estamos rezando, porque si la oración está viva, trastoca por dentro, reaviva el fuego de la misión, enciende la alegría y provoca continuamente que nos dejemos inquietar por el grito sufriente del mundo. “Pensemos en la oración de san Felipe Neri, que le ensanchaba el corazón y le hacía abrir las puertas a los niños de la calle. O en la de san Isidro, que rezaba en los campos y llevaba el trabajo agrícola a la oración”

Finalmente, comentando la cuarta acción de Jesús en el Evangelio, el Santo Padre dijo que, es necesario “tomar cada día las riendas de nuestra llamada personal y de nuestra historia comunitaria; subir hacia los confines indicados por Dios, saliendo de nosotros mismos; orar para transformar el mundo en el que estamos inmersos”. A menudo tenemos la tentación, en la Iglesia y en el mundo, en la espiritualidad como en la sociedad, de convertir en primarias tantas necesidades secundarias. En otras palabras, corremos el riesgo de concentrarnos en costumbres, hábitos y tradiciones que fijan nuestro corazón en lo pasajero y nos hacen olvidar lo que permanece.

El P. Sosa pronunció la acción de gracias en la que agradeció la figura de los cinco santos, personas tan diversas en las que se confirma esta nueva posibilidad de guardar el mundo y la historia, a las que el Señor acompaña gracias a una conversión interior. Agradeció especialmente la presencia del santo Padre, justo en la vigilia del noveno aniversario de su elección como obispo de Roma. Y al finalizar, varios refugiados del centro Astalli (JRS en Italia) acercaron un regalo al Papa.

El cántico Ad mayorem Deum puso fin a este solemne celebración que se puede ver aquí:

Fuentes: Comunicación SJ y Vatican news

 

¿Quién quieres ser? Una experiencia escolar global

«¿Quién Quieres Ser?» es una experiencia escolar global que invita a los jóvenes a verse a sí mismos de forma diferente, a descubrir un camino hacia la plenitud de la vida, a preguntarse: “¿Quién quiero ser realmente?”.

Esta serie de vídeos incluye cuatro vídeos y materiales pedagógicos destinados a los colegios para usarlos durante el mes de marzo de 2022 con motivo de la celebración del 400 aniversario de la canonización de San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier el 12 de marzo. La serie estará disponible durante todo el año.

El material audiovisual incorpora momentos de la vida de Ignacio; características de la espiritualidad ignaciana y de la misión ignaciana; la influencia que cada uno de estos componentes ha tenido en diferentes personas; y cómo la dinámica de cada uno está presente en nuestro compromiso en las Preferencias Apostólicas Universales.

Cada Material de Clase incluye:

  • Oración
  • Prelección
  • Actividad en el aula
  • Puntos de reflexión
  • Temas de debate
  • Proyectos sugeridos

Accedé a los recursos aquí www.educatemagis.org

Teletrabajo

Por Rodolfo García Aráoz, docente de la Tecnicatura Universitaria en Administración de Personal de la UCC

El teletrabajo o trabajo virtual, caracterizado principalmente por la dispersión espacial de los colaboradores y la desincronización de las actividades, creció gradualmente en las últimas décadas y se estableció definitivamente a partir de la pandemia de COVID-19. Posibilitado por las tecnologías de información y comunicación (TIC), el trabajo realizado desde el hogar o cualquier otro espacio ajeno a la empresa y de manera asincrónica, ha reemplazado en muchos casos al trabajo tradicional, ejecutado en el espacio físico de la empresa en un horario compartido.

Son conocidas y en algunos casos las hemos experimentado personalmente, las principales ventajas y desventajas de esta modalidad virtual. Para quien trabaja, por una parte se ahorra en costos y tiempos de traslado, pero también se incrementan los gastos para montar una oficina en el hogar. Además, es necesario tener en cuenta que la comodidad de trabajar en casa también implica algunos inconvenientes a la hora de poder concentrarse, por la presencia de la familia. Por otra parte, para la empresa también implica ahorro, porque que necesita menos espacio físico para oficinas, pero mayores costos para adaptarse a las buenas prácticas y normas de teletrabajo.

Los y las líderes de equipos de trabajo deben prestar atención a dos asuntos que presentan, según cómo sean gestionados, potenciales ventajas y desventajas. El primero es que la mayoría de las prácticas de administración usadas por las empresas fueron elaboradas para el trabajo presencial y sincrónico. La coordinación y control del trabajo se ha realizado mayormente mediante la interacción física, consecuentemente, la virtualidad anula este paradigma y vuelve ineficaz a una porción considerable de los conocimientos de gestión y prácticas de liderazgo. Un reflejo de esto es la situación que experimentó la empresa Yahoo!, que usaba extensamente el trabajo virtual. En el año 2013, su CEO, pidió a todos sus trabajadores que asistan físicamente a la empresa. El comunicado interno expresó: «Para ser el mejor lugar de trabajo, la comunicación y la colaboración será importante, así que necesitamos trabajar codo con codo. Por eso es crítico que estemos presentes en nuestras oficinas» (Infobae, 2013). En este sentido, muchos expertos sostienen que el teletrabajo demanda una forma nueva de pensar sobre la administración, la comunicación y el trabajo en equipo y un conjunto de habilidades diferentes para responder a las necesidades de personas que trabajan físicamente distantes.

El segundo asunto se refiere a los límites de las organizaciones y también de las personas que trabajan en ellas. Las nuevas tecnologías de comunicación e información, usadas intensivamente en el teletrabajo, han permitido crear organizaciones llamadas «sin fronteras». Sin embargo, algunos analistas sostienen que el fenómeno real no es de eliminación de fronteras sino de ampliación de las mismas en el espacio y en el tiempo, para llevarlas, en todo momento, hasta donde estén las y los colaboradores. La posibilidad que tiene la empresa de alcanzarlos/as casi en cualquier momento y lugar produce ventajas en términos de rapidez de respuesta frente a las demandas del negocio, aunque también afectará su salud psicofísica como consecuencia de la imposibilidad de establecer un tiempo y espacio para la vida privada y el descanso.

Por consiguiente, luego de mirar al teletrabajo desde la crisis de las prácticas administrativas tradicionales y del fenómeno de la ampliación de las fronteras físicas y temporales de las empresas, observamos cómo emergen nuevos desafíos, con posibles ventajas y desventajas, para los líderes de equipos que practican el teletrabajo.

Reflexión del Evangelio – II Domingo de Cuaresma

Domingo II de Cuaresma – Ciclo C (Lucas 9, 28 – 36)

Este es mi hijo, el escogido, escuchadlo

En la impresionante escena que nos presenta el evangelio de hoy, Jesús es proclamado solemnemente “el Hijo escogido” o “amado”, precisamente después de constatar que “Moisés y Elías … hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén” refiriéndose a su muerte y resurrección. Lo que hace de Jesús el Hijo amado y predilecto de Dios es su entrega obediente a la voluntad del Padre y en favor de toda la humanidad.

La comprensión del mensaje de este evangelio nos queda iluminada si recordamos la escena de las tentaciones del domingo pasado. “Si eres Hijo de Dios” (Lc 4,3 y 9) decía el tentador. Si eres Hijo de Dios demuéstralo con tu fuerza, con tu poder, con gestos espectaculares, desafiando las leyes de la naturaleza… Esa es la tentación a la que Jesús dice no una y otra vez en su vida, hasta la última tentación cuando le decían: “Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo” (Lc 23, 37). Y no bajó de la cruz.

“Ser hijos de Dios”, “seguir al Hijo de Dios” ¿qué significa para nosotros y cómo lo vivimos? No lo podemos entender ni vivir de otro modo, sino al modo de Jesús: se demuestra y se manifiesta que somos y queremos vivir como auténticos hijos de Dios entregándonos, dando nuestra vida en el día a día de la entrega cotidiana que es el amor gratuito, el servicio sencillo y humilde, el no vivir centrados en nosotros mismos con ojos y corazón sólo para nuestras propias necesidades. Todas las demás cosas, incluidas las más devotas y santas, valen en la medida en que nos ayudan a sostener esa entrega que nadie ha dicho que sea una entrega fácil, sino que es una entrega que “crucifica”. Crucifica, pero por la fuerza de Dios, salva: a cada uno de nosotros y a los demás.

Tras esa primera afirmación resuena una llamada “Escuchadlo”. Y escuchadlo siempre: no sólo cuando sus palabras son bonitas, consoladoras, sino también cuando sus palabras son duras y exigentes. Inmediatamente antes de la escena de la Transfiguración el evangelista pone estas palabras de Jesús: “Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz de cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará” (Lc 9, 23-24). Son, ciertamente, palabras que golpean los oídos y la sensibilidad.

¿Qué es lo que da credibilidad a esas palabras, tan exigentes y tan distintas y contrarias a planteamientos humanos de lo que es ganar la vida o perder la vida? Lo que les da credibilidad es Jesús mismo: su entrega y su resurrección. Por eso el “escuchadlo” se pronuncia en el contexto solemne de la transfiguración. ¿Y qué es lo que nos da posibilidad de vivirlas? El amor y la gracia de Jesús: “dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta” (Ejercicios nº 234).

Darío Mollá SJ

Fuente: centroarrupevalencia.org

Santidad y canonización: nos preparamos para el 12 de Marzo

Durante el año Ignaciano, una fecha importante: el 12 de marzo de 2022 se celebrará el 400 aniversario de la canonización de San Ignacio. El Papa Gregorio XV, el 12 de marzo de 1622, reconoció oficialmente, en nombre de la Iglesia, la calidad de vida y el compromiso de cinco testigos del Evangelio: dos jesuitas, Ignacio de Loyola y Francisco Javier, Teresa de Ávila, reformadora de los carmelitas, Felipe Neri, fundador del Oratorio, e Isidro el Labrador, patrón de los agricultores y patrón de Madrid.

Uno de los principales oficiales de la Curia, es el Postulador General, el Padre Pascual Cebollada, quien se encarga de preparar los expedientes de las causas de canonización de los jesuitas reconocidos por su vida ejemplar. Le pedimos que nos hablara de la santidad…

La santidad es cuestión de Dios. Él es el Santo, con mayúsculas. Todos nosotros estamos llamados a la santidad como criaturas suyas, destinadas a vivir con Él para siempre; entre nuestro nacimiento y nuestra muerte, podemos decidir y actuar libremente. Contamos con el ejemplo del Señor Jesús, que pasó su vida haciendo el bien. y su Espíritu sigue guiándonos en el día a día.

Santa, es la persona que se deja llevar por este Espíritu y se pone en manos de Dios. Con manos abiertas, le ofrece sus proyectos, su tiempo, sus logros y decepciones, sus pensamientos y opiniones. Ella vive donde le toca estar en cada momento, activa, con ojos y oídos abiertos. Y va respondiendo en cada circunstancia, ante sus hermanos, según indican las bienaventuranzas: como pobre de espíritu, misericordiosa, limpia de corazón, hambrienta de justicia y de paz… Lo que depende de ella no lo hace sin contar con Dios, lo cual frecuentemente lo perciben también los demás. De este modo, su vida, aunque con imperfecciones, resulta parecida a la del Señor.

P. Pascual Cebollada

Una causa de canonización comienza en la Iglesia, cuando buena parte del pueblo de Dios descubre estas actitudes personificadas en alguien que, incluso conocieron antes de su muerte y que ahora les ayuda a vivir más cristianamente. También rezan y piden su intercesión ante Dios en sus necesidades. Además, piensan que es importante que a otros, muchos distantes en el tiempo y en el espacio, les llegue este testimonio ya que generará más vida. Puede empezar en la diócesis donde murió, todo un proceso eclesial de recogida de información –con testigos orales y documentos escritos- que demuestren su santidad. Esto, en el caso de alguien que no haya muerto asesinado “por odio a la fe” –la fe o virtudes vinculadas a ella-, es decir, un mártir. En esta última situación, se lleva a cabo una labor semejante, abundando en las circunstancias de su muerte, tanto de parte de la víctima como del homicida. En ambos casos se detecta un testimonio claro del Evangelio, pero de un modo significativo en un martirio, tan frecuente en los primeros siglos del cristianismo y presente en toda la historia.

A partir de esta exhaustiva recopilación de datos, corresponde a la institución que ha pedido a la Iglesia esta canonización elaborar un trabajo escrito donde se ofrezcan detalladamente las pruebas que indican que la persona podría ser considerada santa. Esta –así llamada- Positio, es estudiada y juzgada en el Vaticano por la Congregación por la causa de los Santos. Si la causa va adelante, es el Papa quien finalmente autorizará una declaración de virtudes (venerable), beatificación (Beato) o canonización (Santo) de este cristiano extraordinario. Un mártir necesitará un milagro reconocido por su intercesión para ser santo, mientras que un “confesor” necesitará dos.

Los dos primeros santos jesuitas fueron Ignacio de Loyola y Francisco Javier, canonizados en Roma el 12 de marzo de 1622, junto a Isidro Labrador, Teresa de Ávila y Felipe Neri. Hoy la Compañía de Jesús cuenta con 53 santos, 34 de ellos mártires. Gracias a estos procedimientos, conocemos mejor en todo el mundo vidas y personalidades tan diversas, atractivas cada una de ellas a unos o a otros. Desde hace 400 años, el proceso de canonización ha cambiado, pero el camino hacia la santidad sigue siendo el mismo.

Día Internacional de la Mujer: urge una verdadera conversión

Palabras del P. Roberto Jaramillo SJ, Presidente de la CPAL, con ocasión del día internacional de la mujer.

Lo primero que surge en mí al escribir estas líneas es una inmensa gratitud a todas las mujeres que con su presencia han tejido la historia que nos trae hasta aquí como seres humanos, como ciudadanos, como cristianos, como jesuitas, como compañeros y compañeras de Jesús. Marías, Magalis, Cármenes, Cristinas, Clarisas, Dianas, Mariluces, Rosas, Anas, Virginias, Tiffanis, Teresas, Cristinas, Lauras y tantas otras amigas y compañeras, presencia maravillosa de la más clara obra del Creador.

¡No lo digo para inflar el ego de nadie!, pero sin el amor vivido en carne femenina algo del infinito amor de Dios se quedaría encubierto para el mundo; y su revelación no sería perfecta. Un amor que es a la vez ternura y firmeza, perdón y justicia, denuncia y reconciliación, paciencia y compromiso, sufrimiento y generosidad.

El Papa Francisco nos ha ayudado a tomar consciencia y a decir bien alto que “las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres, a partir de la firme convicción de que varón y mujer tienen la misma dignidad, plantean a la Iglesia profundas preguntas que la desafían y que no se pueden eludir superficialmente” (EG, 104).

El P. General constituyó, hace un año exactamente, una comisión internacional sobre el papel de la mujer en la vida y servicio apostólico de la Compañía; comisión que ha de presentar sus resultados en tres años. En nuestra Conferencia (CPAL) ya desde 2018 existe un grupo – hoy llamado Genero e Igualdad – que nos ayuda a “promover en todo el Cuerpo Apostólico relaciones de igualdad entre los géneros, que sean testimonio contracultural de superación de cualquier tipo de sexismo”, objetivo específico que nos hemos propuesto en el PAC.2.

No es fácil ni rápido transformar los modos (cultura) y las estructuras de la sociedad, de la Iglesia Católica y de nuestra Compañía de Jesús, nacidas y arraigadas en esta secular tradición occidental de carácter marcadamente patriarcal. Urge una verdadera conversión, liberación, transformación de lo masculino para permitir que la igualdad, la fraternidad y la libertad reinen entre todos.

A todas y cada una de las compañeras de camino en este servicio apostólico de la Compañía de Jesús en América Latina y el Caribe nuestro abrazo agradecido, nuestra admiración por sus vidas y sus luchas, y nuestro deseo sincero de avanzar en el camino de la igualdad, de la fraternidad y de la libertad; que “para ser libres nos libertó Cristo” (Gal 5,1).

Roberto Jaramillo, SJ
Presidente de la CPAL

Fuente: jesuitas.lat

Tercera Probación: testimonio desde Bolivia

Ya ha pasado un mes desde la llegada de los ocho jesuitas y más nuestro instructor (P. Agustín Rivarola SJ de Argentina). Iniciamos esta aventura de la tercera probación en Cochabamba provenientes de dos continentes y de seis países: Brasil (2), Colombia, Paraguay, Portugal (2), Eslovaquia y Polonia:

Adán Jacquet, de la Provincia del Paraguay; Bruno Nobre y Francisco Campos de Portugal; Cleiton Nery Santana y Franklin Alves Pereira de la Provincia del Brasil; Tomas Jellus, de la provincia de Eslovaquia; Uriel Salomón Salas, de Colombia; y Wojciech Morański, de la provincia de Polonia del Sur.

También hacemos mención del acogedor equipo en la casa de La Taquiña: el P. ministro Justino Mamani SJ, Doña Mabel en la cocina y Doña Benita en el aseo de casa. Ellas nos alimentan y nos cuidan con mucho esmero.

Empezamos el terceronado aprendiendo un poco de la cultura, situación sociopolítica y actividades de la Compañía en Bolivia. Ha sido para nosotros muy interesante participar en la presentación sobre la cosmovisión andina y en la ceremonia de bienvenida al estilo propio de los Andes.

Disfrutamos mucho también del encuentro con el P. Provincial Ignacio Suñol y el P. Socio Bernardo Mercado. Conocer la cantidad y diversidad de las obras de la Compañía de Jesús en Bolivia ha sido muy inspirador y edificante. Tuvimos también un buen encuentro con un analista de la Realidad Boliviana y profesor de la UMSS, José Luís, que nos explicó con detalles la actual situación sociopolítica de Bolivia.

Además de esto hemos conocido Bolivia gracias a las excursiones, como al Santuario de la Virgen María de Urkupiña, al monumento de Cristo de la Concordia en Cochabamba, al Carnaval en Oruro y la inolvidable fiesta de las comadres en la casa de la Esperanza en Cochabamba, donde disfrutamos el cariño y la acogida por la comunidad de los padres mayores.

Para volver a nuestras fuentes de la Compañía hemos seguido un programa de lecturas propias de la Tercera Probación (la Autobiografía del Peregrino, el Diario Espiritual de san Ignacio de Loyola), también preparamos y presentamos nuestras propias autobiografías y participamos en un curso virtual sobre la historia contemporánea de la Compañía presentado por el P. Víctor Codina, SJ, desde Barcelona. Además, durante los fines de semana tenemos actividades pastorales en la parroquia Santa Vera Cruz, la Casa de la Esperanza y el Hogar de Sagrado Corazón y el Asilo Buen Pastor.

Por último, el domingo que viene iniciaremos nuestro Mes de Ejercicios. Les pedimos humildemente que nos tengan en sus oraciones para que este tiempo de re-encuentro con Dios sea fructuoso para nosotros y para la Compañía.

Wojciech Moransky (PME)