30 años del Nivel primario del Colegio de la Inmaculada Concepción

Este año, el Nivel Primario del Colegio de la Inmaculada Concepción celebra los 30 años de su apertura. 

Fue en el año 1989 que comenzaron a llenarse de alumnos las aulas de primer grado de un Colegio cuatro veces centenario en la ciudad de Santa Fe. El año anterior abría sus puertas el Nivel Inicial y esta camada de alumnos comenzaba a dar sus pasos en el nuevo Primario. Un nuevo nivel comenzaba en la institución.

En comunidad rezamos  con mucha esperanza, alegría y compromiso por la tarea encomendada: “Formar hombres para y con los demás” para en “todo amar y servir”.

Desde el comienzo la Virgen de los Milagros nos cobijó con su manto. Ella miraba más allá de nuestros anhelos de ese primer día de clases, contemplaba este presente y así seguirá,  guiándonos en la historia.

Como el primer día, Ella quiso salir a nuestro encuentro, es por ello que como preparación de los festejos la primer actividad fue recibir la visita de la Virgen de los Milagros en cada uno de los hogares, de alumnos y docentes.

En la semana del 1 al 5 de octubre realizamos las actividades alusivas. Tuvimos una muestra de trabajos de los alumnos, donde cada grado mostró un trabajo final de distintos proyectos desarrollados a lo largo  del año. 

También celebramos la Eucaristía juntos, tras la cual tuvimos un festejo de cumpleaños en el patio redondo con todos los alumnos, docentes, ex alumnos y ex docentes. Ahí mismo, hubo una muestra de gimnasia deportiva, con la que alumnos del Nivel Secundario homenajearon mostrando sus destrezas y entrenamientos.

Durante el fin de semana, se organizó una kermesse tradicional en el Patio de los Naranjos a la que se sumó una peña musical con la participación de alumnos, docentes, familias y amigos de la casa.

“El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres” Estas palabras del salmo 125 son las que anidan en nuestro corazón al celebrar el 30 aniversario de nuestro querido Colegio Primario de la Inmaculada Concepción.

Gracias Señor, gracias porque por el esfuerzo, la superación y la entrega de tantas personas, hoy podemos compartir en familia la cosecha de tantos frutos, dones y talentos.

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