100 años de presencia en el corazón del mundo
Por Javier Rojas Sj
Queridos amigos:
La vida es don. Es ofrenda que se entrega y se comparte generosamente.
Hoy, toda la comunidad MEJ celebra 100 años de presencia en el corazón del mundo. La alegría que brota en nuestro corazón nace de sentirnos amados incondicional y gratuitamente por Dios.
Sabemos que la vida que se comparte por amor no se empobrece ni se pierde sino que enciende otras vidas. Nuestra espiritualidad eucarística exige que nos convirtamos en aquello que recibimos: que seamos hombres y mujeres eucarísticos. Que derribemos las fronteras del propio egoísmo para salir al encuentro del que necesita esperanza.
El desafío que tenemos en el MEJ es que nuestra vida se vuelva eucharistía, es decir, «acción de gracias». De Dios recibimos gratuitamente su amor y en el servicio a los demás derramamos sobre el mundo el amor que hemos recibido.
Cuando entregamos nuestra vida al servicio, no nos perdemos a nosotros mismo sino que nos encontramos y nos reconocemos como discípulos de Jesús. Una vida que se entrega por amor no se pierde sino que se vuelve alimento.
Al celebrar el Jubileo del MEJ renovemos nuestra respuesta de amor a Jesús y María comprometiéndonos a servir en la Iglesia, en el corazón del mundo, viviendo al Estilo de Jesús.
Feliz Día “mejinos”
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