Ejercicios Espirituales para jóvenes: Programa Pedro Claver
Testimonio de los jesuitas Fabio Solti sj, Ignacio Rey Nores sj y Juan Berli sj, sobre la experiencia vivida con un grupo de jóvenes que se encuentran en proceso de recuperación de adicciones.
Del 22 al 27 de mayo pasado hemos realizado una tanda de Ejercicios Espirituales para 26 jóvenes del Hogar de Cristo, gracias al aporte de las becas del Programa Claver que ofrece la Conferencia de Provinciales Jesuitas en América Latina y Caribe (CPAL).
Fue en el Centro Loyola –Colegio Máximo- de San Miguel. Los ejercitantes pertenecen a nuestras casas de acogida para la recuperación de adicciones, que llevamos adelante con la comunidad de laicos de nuestras Parroquias de San Francisco Solano, diócesis de Quilmes (a 20 km de Buenos Aires).
Guiamos esta tanda Fabio Solti SJ, Ignacio Rey Nores SJ y Juan José Berli SJ quienes terminamos satisfechos y agradecidos al Señor y a tantos agentes que con su oración y colaboración nos brindaron su apoyo. Nada más lindo y nuestro que ofrecer la experiencia de los Ejercicios Espirituales.
Para la Provincia ARU ha sido una propuesta y desafío concreto acompañar a personas que padecen el drama del consumo problemático de drogas, entendiendo que es prioridad de justicia en nuestras pastorales, ya que ni la sociedad, ni la escolaridad ni las familias están libres de este flagelo.
Desde enero del año 2021 nos hemos integrado a la Familia Grande del Hogar de Cristo, pudiendo abrir ya 3 centros de convivencia en las Parroquias de Solano, y un Centro barrial (no convivencial) en la Parroquia del Patriarca San José (San Miguel).
Uno de nuestros principales aportes desde la espiritualidad ignaciana es el de animar sus vidas desde una fe, muchas veces inicial. Colaborar con su encuentro personal con Jesús, testimoniando la misericordia del Padre y el abrazo fraterno de la comunidad parroquial. Queremos prepararlos con cimientos sólidos en su reinserción social y creemos que trabajar elaborando un “proyecto de vida” y potenciando sus cualidades personales en clima de compañeros de Cristo es el sello distintivo ignaciano que procuraremos seguir ofreciendo a lo largo de sus pasos en la recuperación.
Fuimos testigos de verdaderos encuentros con el amor de Dios, viéndolos crecer en hondura a lo largo de los distintos días de los Ejercicios. Para la mayoría fue un descubrir la Presencia de Dios en la oración, como así también la Maternidad de María. Las propuestas de cada jornada contaban con cuatro momentos de oración en silencio, exámenes de la oración y puesta en común en grupos y en las Misas.
Como siempre, el Señor no ha dejado de sorprendernos. Recibimos el ciento por uno de lo que entregamos. Fue admirable el testimonio de estos chicos que vivieron en la calle, que perdieron sus dignidades básicas, que llegaron al Hogar desubicados por la adicción, con serios abandonos familiares y envueltos en situaciones de violencia delictiva.
Vivimos cinco días de contemplación “ad amorem”. Hermoso regalo para continuar acompañándolos como testigos del paso del Señor en sus historias.
Reafirmamos la gratitud a Dios por la inspiración que dio a San Ignacio; realmente sigue haciendo nuevas todas las realidades con su amor, que es eterno.
Fabio Solti SJ
Ignacio Rey Nores SJ
Juan José Berli SJ