XXI Asamblea General Ordinaria de AUSJAL

Desde el 14  y hasta hoy, 17 de mayo se estará llevando adelante en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (México) la Asamblea General Ordinaria de la Asociación de Universidades Jesuitas de América Latina (AUSJAL).

La agenda contempló la discusión y aprobación del nuevo Plan Estratégico de la Asociación para el periodo 2019-2025, la reflexión sobre el trabajo de AUSJAL en el marco de las nuevas Preferencias Apostólicas Universales y la elección de los miembros del Consejo Directivo 2019-2021, entre otros temas.

Por otra parte, luego de un proceso de selección, el actual Consejo Directivo de AUSJAL designó a la Magister Norma Patricia Guerrero Zepeda, coordinadora de Relaciones Académicas de la Dirección de Cooperación Académica de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, como nueva Secretaria Ejecutiva de la Asociación.

La nueva Secretaria Ejecutiva se desempeñó como Secretaria Técnica del Consejo Regional del Área Metropolitana (CRAM), de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior de la República Mexicana, A.C. (ANUIES); ha sido Enlace de apoyo para la Vocalía de la Vicepresidencia de la Región México de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), además de fungir como Enlace AUSJAL desde 2015; entre otros cargos.

Fuente: Jesuitas Lationamérica

Escuela Especial ‘Padre Juan Carlos Constable SJ’ en San José del Boquerón

El pasado 8 de abril, en dependencias del Espacio para la Infancia (EPI) San José del Boquerón, se realizó el lanzamiento del proyecto de Escuela Especial ‘Padre Juan Carlos Constable SJ’, una institución oficial, de enseñanza, contención y estimulación para niños con capacidades diferentes.

Este proyecto abarca las poblaciones comprendidas en la zona del Salado Norte, Departamentos Copo y Pellegrini, con el objetivo de integrar jóvenes y niños, mientras se cumplan los plazos de creación oficial y definitiva de la Escuela Especial.

En el acto, entre otros, estuvieron presentes el P. Juan Carlos, la Srta. Mary Quadri, las Hermanas Dominicas de Nueva Esperanza, profesores y personal de la institución, así como autoridades locales.

 

22 de Abril: Ignacianos por la Ecología

Los colegios de la Federación Latinoamericana de Colegios de la Compañía de Jesús  se ha propuesta revisar sus hábitos de consumo que se dan dentro de sus instituciones a fin de hacerlos más amigables con el ambiente. Este 22 de Abril, día de la Tierra, lanzan su propuesta.

“Cuidar de nuestra Casa Común” sigue siendo definitivamente un llamado a la acción urgente. Así lo reconfirma una de las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús, aquellas que guiarán nuestro espíritu de servicio y promoción de la justicia durante los próximos 10 años.

El pasado 28 de marzo, estudiantes de colegios de la Compañía, se reunieron para compartir sus iniciativas para el cuidado del medio ambiente, en una Aula Conectada promovida por Educate Magis, la comunidad global de educación.

Impulsados por el compromiso y creatividad de estos grupos de estudiantes, desde FLACSI-Jóvenes nace esta propuesta de acción conjunta, para que el próximo lunes 22 de abril, Día Internacional de la Tierra, ¡unamos nuestro espíritu ecológico! Y cambiemos nosotros para darle una vuelta al cambio climático.

Somos consumidores cotidianos de bienes y servicios que tienen que ver con elementos de la naturaleza. En el día a día de nuestros colegios, tenemos un sinnúmero de hábitos asociados a nuestra relación con el medio ambiente: la energía eléctrica que usamos para los computadores y la luz, el agua para lavarnos las manos y con la que se cocina nuestro almuerzo, por nombrar sólo algunos. Esta propuesta de acción conjunta, invita a detenernos y reflexionar sobre el origen y destino de lo que consumimos. Seguiremos siendo consumidores, ¡pero más conscientes y responsables!

¿QUÉ HACER?

  • Organizarse, seleccionando una acción para llevar a cabo y la mejor manera de ejecutarla.

  • Hacer un registro gráfico de la acción, y compartirla en los medios oficiales del colegio (página web y redes sociales), recordando etiquetar a @flacsijovenes (Instagram y Facebook), y usando los hashtags: #IgnacianosPorLaEcología y #SomosFLACSI.

  • Ignacianos Por la Ecología es una de las iniciativas que componen FLACSI – Jóvenes, línea de trabajo dirigida a nuestros estudiantes para promover su formación como ciudadanos globales, desde el trabajo con migrantes, liderazgo Ignaciano, conciencia ecológica y política; y, trabajo en red global. En FLACSI contribuimos al desarrollo integral.

Fuente: FLACSI

¿Por qué los jesuitas deseamos participar en la vida universitaria?

Discurso del Padre General Arturo Sosa en la Universidad de Zagreb

Los vínculos entre la Compañía de Jesús y el mundo universitario se remontan al siglo XVI, cuando Ignacio Loyola y sus primeros compañeros se conocieron en la Universidad de París. Se podría decir que la Compañía de Jesús fue concebida en un entorno universitario, aunque no originalmente para fundar universidades.

Durante los primeros años de la Compañía, Ignacio, de buen grado, enviaba a jóvenes jesuitas a universidades ya existentes como Coimbra y Padua, Lovaina y Colonia.

Sin embargo, al poco, la Compañía comenzó a crear sus propias estructuras educativas, y en algunos casos, progresivamente se convirtieron en universidades. Ignacio tomó conciencia del gran potencial apostólico de la educación y no dudó en situarla por encima de otros “servicios ordinarios”, ya que la educación aportaba mayor gloria y servicio a Dios al promover un bien más universal. Ignacio promovió un compromiso en la educación superior porque el bien que se podía lograr a través de las universidades era más “universal”.

Tanto Ignacio como los primeros jesuitas vieron ‘en letras y ciencias’ un medio para servir a la sociedad mostrando también el camino hacia Dios. Esta visión de fe nunca ha entrado en contradicción con la búsqueda de la verdad y del bien universal independientemente de fe o religión. Por lo tanto, en la tradición académica jesuita, que ha dado forma a muchas universidades en todo el mundo, no existe incompatibilidad entre los objetivos de toda universidad y la inspiración cristiana e ignaciana que nos es propia.

La Universidad es una comunidad comprometida en la búsqueda incesante de la verdad, reconociendo críticamente el carácter provisional de nuestras formulaciones. Esta tarea también es muy apreciada por la fe cristiana y por nosotros los jesuitas. Siempre queremos comprender mejor el mundo en el que vivimos, para servir el bien más universal.

Contemplando el mundo que nos rodea, somos testigos del escándalo de los crecientes niveles de desigualdad que generan violencia, migraciones forzadas, discriminación racial, pobreza extrema, autoritarismos y populismos que hacen falsas promesas de redención social. Lamentablemente, también somos testigos de la imposibilidad de detener el deterioro del medio ambiente, debido a la falta de responsabilidad en el cuidado de nuestro Hogar Común.

Esta toma de conciencia representa un desafío a la investigación en nuestro trabajo científico, que debe arrojar luz sobre nuestra realidad, descubrir las raíces de la injusticia y proponer alternativas para la transformación económica y social. Y nuestros sueños de transformación deben también informar nuestra enseñanza. Desde esta forma de ver, desde esta postura frente a la realidad, encarnamos la opción preferencial por los pobres, por la que la universidad se convierte en un proyecto de transformación social para generar una vida plena.

La universidad no existe para sí misma, sino para la sociedad y para su transformación a mejor. Cuando la universidad se concibe como un proyecto de transformación social, se mueve hacia las periferias y fronteras de la historia humana, donde encuentra a aquellos que son descartados por las estructuras y poderes dominantes. Una universidad así abre sus puertas y ventanas a los márgenes de la sociedad, acogiendo un nuevo soplo de vida que hace de los esfuerzos de transformación social una fuente de vitalidad y autorrealización.

Al contemplar el mundo hoy, también debemos mirar hacia el mañana. La implicación en la universidad, tal y como la entendemos en la tradición jesuita, debe tener una capacidad creativa, que se manifiesta sobre todo en su capacidad de anticiparse a su tiempo, de caminar varios pasos por delante.

Esto es particularmente importante en una era de globalización y cambios rápidos acelerados por la cultura digital. La Universidad es un lugar privilegiado para discernir las tendencias y los posibles efectos de las diferentes corrientes de la globalización, para promover aquellas que producen una vida plena. Debemos discernir dónde la globalización a través de la estandarización de las culturas puede poner en riesgo el multiculturalismo, y dónde, por el contrario, es capaz de multiplicar los espacios multiculturales y promover oportunidades para la interculturalidad. La universidad también parece ser un lugar privilegiado para explorar la experiencia espiritual de la religión como dimensión de las culturas, fomentando la victoria sobre todas formas de fundamentalismo.

Educar a las personas para la ciudadanía mundial – que se opone a la tendencia a crear un espacio global uni-cultural – significa reconocer la diversidad como una dimensión constitutiva de una vida humana plena. En este sentido, la Compañía considera que acompañar la formación de todos los jóvenes, pero especialmente de aquellos que deciden servir en la política, es una de las mayores contribuciones que podemos hacer para mejorar la situación de las sociedades humanas en todo el mundo.

Fuente: sjcuria.global

 

34° Asamblea Internacional de Fe y Alegría en Montevideo

La ciudad de Montevideo recibió, entre el 4 y 5 de abril, la 34ª Asamblea de la Federación Internacional de Fe y Alegría (FIFyA), que reunió a representantes de las distintas Federaciones Nacionales de Fe y Alegría.

Fe y Alegría es un movimiento de educación popular que lleva adelante la Compañía de Jesús en América Latina, con presencia en Europa y África.

En el transcurso de la Asamblea se presentó el tema: «Desafíos educativos y respuestas pertinentes en contextos de pobreza», moderado por Carlos Vargas, director de Fe y Alegría Ecuador.

En su participación, el P. Carlos Fritzen sj, Coordinador General de la FIFyA, nos invitó a «salir de la escuela y en el encuentro con las comunidades, releer los contextos a la luz de nuestros aprendizajes para dar respuestas pertinentes para lo local con vocación global. Y a dejarnos inspirar en esta tarea por la Preferencias Apostólicas Universales de la SJ».

A través de un audio, el P. Alfred Kiteso SJ, director de FyA en la RD del Congo y Coordinador de la Comisión África y Madagascar, compartió «una visión desde esta nueva frontera africana, la educación es la base para desarrollar a las personas y las comunidades. Sin educación no hay progreso ni autonomía. Debe ser por igual para niñas y niños comenzando por la alfabetización.»

Por su parte, Beatriz Borjas, Consultora de la FIFyA, cerró la ronda de ponencias haciendo énfasis en que «en contextos vulnerables la gente sigue creyendo y apostando por la escuela.» En el contexto global nos invitó a  «resignificar la educación popular criticando el modelo de desarrollo depredador para la creación de una ciudadanía global y de la inclusión… con capacidad de ponerse en los zapatos del otro revisando nuestra propuesta educativa que en mucho reproduce el sistema imperante … pasar de la reproducción del sistema a la creación de una nueva forma de relaciones cuidando los espacios seguros de la escuela y los ambientes educativos».

 

El Colegio del Salvador se suma a la iniciativa de Escuelas Verdes

Este año, el Colegio del Salvador ha comenzado a participar en el programa Escuelas Verdes, un Programa del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que fomenta el desarrollo sustentable a través de la Educación y la Gestión Ambiental en las escuelas.

Desde el Colegio, se cree que nuestra conducta en la vida diaria tiene que estar determinada por valores tales como el amor y el cuidado de la vida.

Esto se manifiesta en el respeto por el prójimo, el uso racional de los recursos naturales, por los ecosistemas locales y la protección de todos los seres vivos.

El Papa Francisco declara en la carta encíclica Laudato Si “….la amorosa conciencia de no estar desconectado de las demás criaturas, de formar con los demás seres del universo una preciosa comunión universal. Para el creyente, el mundo no se contempla desde fuera sino desde dentro, reconociendo los lazos con los que el padre nos ha unido a todos los seres”.

Es esta mirada de la realidad la que ha movido a la institución a sumarse a la iniciativa.

Fuente: Colegio del Salvador 

El P. General lanza un desafío a los Antiguos Alumnos de los colegios jesuitas

El Padre Arturo Sosa SJ se reunió con un grupo de exalumnos jesuitas en Bandra, India. Compartimos aquí el discurso completo que dirigió a los presentes. 

Es para mí una gran alegría estar aquí y poder compartir con ustedes ideas y reflexiones. Su presencia aquí esta tarde es un signo del afecto que conservan hacia las instituciones de la Compañía en las que estudiaron. Significa también que siguen manteniendo los valores e ideales que absorbieron durante sus años de colegio y universidad. Les agradezco mucho el tiempo que han dedicado y el esfuerzo que supone haber pospuesto muchos de sus compromisos de trabajo y familia para estar aquí.Las palabras que voy a dirigirles se dividirán básicamente en tres partes. La primera se ocupará de la misión de la Compañía de Jesús en el contexto actual. La segunda tratará sobre cómo hacer posible que Antiguos Alumnos y jesuitas participen unidos en la tarea de llevar adelante esta misión. Y, finalmente, haré algunas observaciones acerca del papel de las asociaciones de Antiguos Alumnos.A. La Misión de la Compañía de Jesús hoy.Antes de hablar de la misión en concreto, es necesario situarla en su contexto. En otras palabras, es necesario detenerse en la situación de nuestro mundo actual. Sin hacer una detenida elaboración, hago mención de los principales temas que nos salen al paso hoy día.

  1. Pobreza y desigualdad: Los avances tecnológicos han dado como resultado una explosión de bienes materiales y una gran variedad de servicios. Todos ellos, sin embargo, muy lejos del alcance de los pobres, millones de los cuales han de luchar a diario para sobrevivir.
  2. Masivos desplazamientos de población: Pobreza, conflictos violentos y desastres naturales obligan a un gran número de personas a huir de sus hogares para emprender una vida nueva en otra parte. Estos migrantes y refugiados tienen que hacer frente a enormes desafíos en su peregrinaje. No podemos permanecer indiferentes ante su difícil situación.
  3. La crisis ecológica: El uso derrochador que hacemos de los recursos materiales ha originado una rápida degradación del medio ambiente natural. Los pobres y marginados son los más afectados por esta crisis. Estamos llamados a escuchar el grito de la tierra y el grito de los pobres y hacer todo lo que esté en nuestra mano para cuidar nuestro hogar común.
  4. El ascenso de la derecha y el fundamentalismo: La identidad religiosa y la identidad nacional se están convirtiendo en instrumentos en manos extremistas. Estos grupos fundamentalistas están suscitando una sensación de miedo e inseguridad, con el resultado de que las minorías suelen ser víctimas de violencia y de políticas de exclusión.
  5. La realidad virtual: La tecnología de la información ha cambiado el mundo de arriba abajo y hoy día lleva las riendas de nuestras vidas. No podemos negar que nos ha aportado grandes beneficios. Nos preocupa, sin embargo, que esta nueva forma de vida afecta a nuestra forma de relacionarnos. Resulta paradójico que los nuevos medios de comunicación hayan reducido nuestra capacidad de comunicarnos cara a cara.

Esta enumeración no es exhaustiva, pero quiere poner de relieve las principales cuestiones que conforman la realidad que nos rodea. En este contexto vive la Compañía de Jesús, discerniendo su misión y los medios para llevarla adelante.Con humildad y sinceridad, la Compañía de Jesús ve su propia misión como parte de la más amplia misión de Dios. Esta misión invita a hombres y mujeres a unirse a Dios y crear con Él un mundo de justicia, de amor y de paz. Nuestra misión sigue siendo esencialmente la misma, pero ha de ser abordada desde diferentes ángulos dependiendo de las circunstancias concretas. A la luz de la realidad de hoy, la Compañía de Jesús ha discernido que Dios nos llama a una Misión de Reconciliación y Justicia. Esta misión contiene en sí tres dimensiones fundamentales: Reconciliación con Dios, con la humanidad y con la creación. Las tres están interconectadas y son inseparables.

La fe y la experiencia nos dicen que la fuente de nuestra vida es Dios. Sólo en unión con el Todopoderoso podemos experimentar la plenitud de la vida y entender mejor cuál es nuestra finalidad en la Tierra. Hoy, más que nunca, los seres humanos necesitamos desbloquear el potencial liberador que se esconde en el núcleo de la espiritualidad y de las tradiciones religiosas. Los jesuitas y las instituciones de la Compañía de Jesús ofrecen a todos, hombres y mujeres, como poderoso medio de ayuda para alcanzar un encuentro personal con Dios, la espiritualidad ignaciana.El inmenso sufrimiento y la injusticia de nuestro mundo son escandalosos, se oponen al plan de Dios y ofenden al concepto mismo de dignidad humana. Las instituciones de la Compañía están empeñadas en formar ‘hombres y mujeres para los demás’ – la frase entrañable que P. Pedro Arrupe llevaba en el corazón. Nos esforzamos por levantar unas estructuras de apoyo, que ayuden a las comunidades marginadas a alcanzar un nivel de vida razonable. Al mismo tiempo, pretendemos formar la conciencia personal, promoviendo una cultura de la fraternidad y la aceptación.

La reconciliación con la creación se ha convertido en una nueva urgencia de nuestro tiempo. Es algo que requiere un enfoque plural capaz de cuestionar los modelos de desarrollo al uso y favorecer un mayor respeto por la creación de Dios. A nivel más amplio queremos unir nuestras fuerzas a las de expertos en la tarea de detectar cuáles son las raíces y cuáles las soluciones a la crisis ecológica. Y no podemos obviar la necesidad de revisar nuestros propios patrones de consumo para adoptar un estilo de vida que refleje nuestro ideal.

B. El compromiso de los Antiguos Alumnos con la Misión.La Compañía de Jesús es uno de los muchos grupos que se comprometen con la misión de Dios. Vemos complacidos cómo nuestros Antiguos Alumnos pasan a formar parte de este compromiso común. Voy a referirme brevemente al modo como los Antiguos Alumnos pueden contribuir a la misión común.

Implicándose de instituciones de la Compañía: Ésta es una de las formas en que muchos de ustedes expresan en concreto su compromiso personal. Varios de ustedes se han esforzado en mejorar las instalaciones de su Alma Mater, mientras que la contribución de otros ha consistido en ofrecer muy necesarios servicios profesionales. Me dicen que algunos de ustedes se acercan a prestar ayuda en algunas de las obras que lleva la Compañía en áreas rurales. Un ejemplo es la asociación de Antiguos Alumnos de Loyola, Goa, que se ha puesto en contacto con nuestra escuela de Manmad. La Asociación Stanislaus ha participado en diversos proyectos en Talasari y Uplat. Les estoy muy agradecido por su generosidad.

Tomando parte en servicios de diversa índole: Las instituciones de la Compañía no son el único lugar en que se expresa el compromiso con la misión. Muchos ex-alumnos están involucrados en distintas organizaciones religiosas y seculares al servicio de los pobres. Sería egoísta por nuestra parte pedir a ninguno que abandonase estos compromisos adquiridos para ayudar en instituciones nuestras. Nos alegra mucho ver que la concepción de la vida y los valores recibidos de sus maestros y guías espirituales son ya parte integral de sus vidas.

El testimonio de la vida cotidiana: Aprecio la generosidad de todos al ponerse al servicio de estas causas, pero eso no me impide ser consciente de que la mayor parte de su vida está dedicada a su carrera profesional y a sus compromisos familiares. Entre los aquí presentes esta noche, habrá abogados, ingenieros, médicos, químicos, banqueros, etc. Su apretada agenda les dejará muy poco tiempo para participar en tareas de servicio social. No olviden que su principal campo de misión es su lugar de trabajo y su hogar, en el trato con sus compañeros de trabajo, en la atención a los clientes u ocupándose de sus hijos. En todas estas ocasiones logren que todo lo que hagan y decidan tenga como norma una gran competencia profesional y los valores humanos más hondos. Ese debe ser su modo de participar activamente en la misión de Dios, dando testimonio con sus palabras y sus obras.

Vida política y civil: Actualmente vivimos una crisis de liderazgo en la esfera pública. Los líderes políticos nos han llenado de promesas vacías y a menudo nos hacen lamentar la carencia de un buen gobierno. Tal vez en esto la culpa sea también nuestra, y nuestras lamentaciones desde la barrera no ayudan a mejorar la situación. Es imperiosamente necesario que hombres y mujeres íntegros, renunciando a sus carreras personales, se entreguen al servicio público. Sí, vería con agrado que muchos más de ustedes asumiesen el reto de ofrecerse como líderes en el terreno administrativo o político, en Mumbai, Maharashtra o en la India.

C. El papel de las asociaciones de Antiguos AlumnosHasta aquí he intentado describir nuestra misión compartida y algunas formas en que los Antiguos Alumnos de la Compañía se comprometen con ella. Las asociaciones de Antiguos Alumnos pueden desempeñar un papel clave para hacer más hondo y amplio este compromiso. Para que esto suceda, las asociaciones de Antiguos Alumnos deben tratar de hacer lo siguiente:

Convertirse en una oportunidad para que surjan lazos afectivos: Da la impresión de que la mayoría de asociaciones lo están haciendo bien. En sus reuniones regulares muchos ex-alumnos logran reanudar viejas amistades que nacieron en las aulas y sacando del olvido hermosos recuerdos de sus días de estudiantes. Esto es ya valioso en sí mismo, pero creo que a éste se unen otros frutos. Al renovar viejas amistades se está logrando afianzar los vínculos con la institución. Al recordar “viejos tiempos”, un ex-alumno logra conectar de nuevo con los valores que un día se le transmitieron. Recuerda el papel inspirador de algunos profesores en su vida y moviliza su interior para ser fuente de inspiración para otros.

Proporcionar una plataforma para el discernimiento y la planificación: Por muy valioso que sea lo expuesto hasta aquí, espero que nuestras asociaciones den aún otro paso adelante, transmitiendo a la misión un tono de reflexión y planificación. Nuestras Asociaciones pueden ofrecer a los ex-alumnos la oportunidad de reunirse para hablar de la misión personal de cada uno. Esto, hecho con espíritu de ayuda y de mutua confianza, permite a comprender mejor la propia misión en la vida diaria. Compartir hace posible que se abran posibilidades a la colaboración. Estos intercambios consiguen que los que participan se hagan más conscientes del gran depósito de experiencia que poseen entre todos, y les capacitan para canalizar mejor su servicio de ayuda a la institución o de apoyo al buen trabajo de algún antiguo compañero de estudios. Estas reuniones pueden servir también para planificar actividades conjuntas, para evaluar proyectos en curso de realización y para definir unas estrategias que permitan mayor participación en la sociedad.

Establecer un foro de formación permanente: al tratar de la misión, casi siempre nos centramos en cuál puede ser el servicio que los ex-alumnos pueden prestar para pagar, por así decir, la deuda que contrajeron con la institución. Con esto se debe continuar, por supuesto, pero no como si se tratase de una relación unilateral. Yo insto a nuestras asociaciones de Antiguos Alumnos a que reflexionen sobre cuál sería el modo como la Compañía de Jesús puede continuar prestándoles un servicio, especialmente en lo que atañe a su formación permanente. El tesoro de la espiritualidad ignaciana puede servir de gran ayuda para navegar por los complejos caminos de la vida adulta. Las asociaciones de Antiguos Alumnos podrían organizar sesiones en las que algún jesuita pusiese a su disposición algunas herramientas capaces de cambiar su vida. Por ejemplo el Discernimiento, la Conversación Espiritual o el Examen de Conciencia. Llegar a familiarizarse con estas prácticas espirituales sería, no me cabe duda, de incalculable valor para su vida personal y profesional.

ConclusiónTeniendo en cuenta la gran importancia de las asociaciones de Antiguos Alumnos, les animo a que sigan haciendo todo lo posible para promocionarlas. No duden en invitar a un número creciente de compañeros de clase a formar parte de ellas. Todos pueden convertirse en embajadores cualificados de su Alma Mater localizando antiguos compañeros y haciendo que se pongan en contacto de nuevo con la institución. Otra forma de hacerse más fuertes es el trabajo en red entre las distintas asociaciones. Me alegra saber que son ustedes miembros activos de las Jesuit Alumni Associations of India (JAAI) y de la WUJA, al ser Mr. John Nellankavil miembro directivo de la WUJA. Me complace también conocer los pasos que se dan para estrechar la vinculación con las asociaciones de la Zona Oeste. Sigan avanzando en esta dirección. Unido a esto podrían hacer algunos esfuerzos para promover las asociaciones de Antiguos Alumnos en las escuelas rurales. Celebro que algunos de ustedes hayan visitado Talasari y Manmad para alentar el proceso de creación de asociaciones de Antiguos Alumnos en esas localidades. Pido finalmente que al menos un jesuita participe activamente en cada asociación, y que preste especial atención, entre otras cosas, a la formación permanente.Doy las gracias e manera muy especial a los organizadores del acto de esta tarde. Sé bien cuánto tiempo y cuánto trabajo han dedicado para poner en pie un programa de esta envergadura. Y a todos los aquí presentes… gracias por estar aquí, gracias por el servicio que nos brindan y gracias por el gran cariño que nos demuestran. Que todos sigamos trabajando juntos por la mayor gloria de Dios.

Fuente: sj.curia

Sínodo sobre Amazonía: ‘Buscar caminos realmente nuevos’

 La Dra. Birgit Weiler, docente de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, entrevistó al cardenal Claudio Hummes, presidente de la Red Eclesial Panamazónica (Repam), sobre la relevancia de prestar atención a la Amazonía y escuchar a los pueblos originarios.

En octubre del presente año se realizará en Roma el Sínodo de los Obispos para la Región Amazónica ¿Podría comentarnos quiénes participarán?

Van a participar todos los obispos de la región Panamazónica, residentes y auxiliares, no solo delegados elegidos como normalmente lo es en otros sínodos. Seremos un poco más de cien obispos. La convocatoria ha sido amplia pues el papa quiso que, en primer lugar, participen los pueblos originarios, como interlocutores fundamentales; y también, otros sectores de la población amazónica.

Cuando el papa visitó Puerto Maldonado en el Perú, quiso encontrarse con los pueblos indígenas y les dijo: “Hoy está comenzando el proceso sinodal. Ustedes son participantes esenciales en este proceso”. En octubre estarán en Roma representantes de los pueblos indígenas y de otros sectores de la sociedad. Muchas personas han participado en la fase de investigación, de recolección de información, opiniones, sugerencias, problemas y sueños de toda la población de la Panamazonía.

Es un momento histórico. Nunca antes hubo un Sínodo panamazónico. ¿Por qué se ha convocado justo en este tiempo? 

Es un momento muy especial, es el fruto, una expresión de lo que llamamos un kairós, un tiempo especial de gracia y de iluminación de parte de Dios quien nos concede este tiempo que estamos viviendo. Eso empieza con la elección del papa Francisco. Él significa un gran cambio dentro de la Iglesia: un argentino que no era de Europa, un jesuita que toma el nombre de Francisco. Y él inmediatamente mostró que está muy consciente de la gran crisis ecológica y climática y que por ello – eso va en la línea de Francisco de Asís, el gran inspirador del cuidado de la naturaleza –en este contexto escribe la encíclica Laudato si’.

Entonces el papa, también dentro de este contexto grande de una Iglesia que está en necesidad de reformarse internamente para ser una Iglesia más misionera, más misericordiosa, más pobre con los pobres y que cuida la naturaleza, que cuida la casa común, empezó a destacar mucho la Amazonía como un territorio fundamental para el equilibrio ecológico.

¿Por qué es importante la Amazonia para la Iglesia?

La Amazonía también es esencial para nosotros como Iglesia porque nos recuerda que Dios creador nos entregó el planeta para que obtengamos de él lo que necesitamos como sustento pero sin destruirlo. Actualmente, el planeta está amenazado y explotado más allá de sus posibilidades. En la medida en que destruimos la Amazonía, destruimos las condiciones de un planeta saludable y viable en el futuro.

Es necesario reflexionar y abrir nuevos caminos para ver cómo cuidar más este planeta que Dios nos entregó y que también nosotros queremos entregar a las generaciones futuras. Entonces estamos en un momento muy central del ministerio del propio papa Francisco. Él está muy presente, nos da coraje, ánimo, nos entusiasma. Por eso tenemos tanta esperanza en este Sínodo.

¿Puede decirnos cuáles son los frutos principales que se espera de este Sínodo?

Se quieren encontrar caminos realmente nuevos, y no solo renovar o reactivar los caminos antiguos, que también es importante, sin embargo, algunos de los antiguos caminos tienen que ser abandonados, porque son más un impedimento que una ayuda para salvar el planeta y ser realmente, una Iglesia que cuida la casa común.  Esto se va a definir en este primer momento de la escucha, a medida que la Iglesia escuche a las propias poblaciones de la Amazonía y quiera oír de ellas cuáles serán los nuevos caminos.

Esperamos caminos que nos ayuden a defender la naturaleza, a preservar los bosques, a lograr que los pueblos indígenas tengan sus derechos reconocidos y sean sujetos de su historia, protagonistas de su historia y ya no objeto colonial de nuestros proyectos, un rol que les hemos forzado a cumplir y que continuamos haciendo. Con los pueblos indígenas tenemos que construir un futuro con el que sueñan y que ellos merecen. Como Iglesia también tenemos que preguntarnos, ¿cómo conseguir que esas comunidades tengan sus pastores próximos, conviviendo y celebrando con ellas la eucaristía y los demás sacramentos, tan importantes para la vida de las comunidades católicas?

Ud. ha recalcado que el tiempo postsinodal es muy importante ¿En qué deberían contribuir las universidades católicas en general y las universidades jesuitas en particular, en la fase de la implementación del Sínodo?

Durante nuestra reunión en Río de Janeiro, entre los representantes de universidades jesuitas y de la REPAM, convocados por AUSJAL se empezó a formular de qué manera las universidades jesuitas en América Latina, sobre todo en esa región de la Panamazonía, pueden colaborar en lo que dice el papa. Es muy importante que nuestras decisiones del Sínodo y todo lo que viene después tenga un buen fundamento teórico, de fuerza científica. La Iglesia tiene necesidad de esta presencia de las universidades y de esta fundamentación básica. Tuvimos la alegría de ver cómo las universidades jesuitas están realmente abrazando con mucho coraje, con mucha lucidez y con mucha voluntad la participación en el proceso del Sínodo

Las universidades en general –no solo las católicas o jesuitas– están invitadas porque aquí hablamos del interés por el planeta en bien de la humanidad. Tenemos la certeza de que las universidades estarán presentes haciendo un gran e importantísimo trabajo que la Iglesia necesita para la implementación del Sínodo.

Fuente: Universidad Antonio Ruiz de Montoya 

Una formación humana que conduce a un compromiso con el Bien Común

 Guatemala fue la cuarta parada de la gira del Padre General por la Provincia de América Central.

El domingo 27 de enero, después de un tiempo en una iglesia de la Compañía muy popular por la devoción del pueblo guatemalteco al Cristo de la Misericordia y a San Judas Tadeo, el P. Sosa fue al Colegio Javier para encontrarse con los jesuitas que trabajan desde hace muchos años en Guatemala. Su mensaje, en esta ocasión, puede resumirse de la siguiente manera: “[sentirse y actuar] como un solo cuerpo, integrado por diversidad de miembros, tareas y carismas, que tiene como cabeza al Señor” y “en permanentemente escucha de su Palabra y en común discernimiento de los signos de los tiempos”.

Al día siguiente, las 12 obras de la Compañía en Guatemala tuvieron la oportunidad de presentar su trabajo. La mayoría de estas obras tiene un perfil educativo, aunque se desarrolla también mucho trabajo pastoral en parroquias y templos. La irradiación de todas estas instituciones en el país es inmensa y todas inscriben su trabajo en el horizonte de la proclamación de la fe que busca la justicia y la reconciliación en una sociedad profundamente fragmentada por diversas formas de exclusión, racismo, violencia contra la mujer, corrupción e impunidad.

El P. General en sus palabras alentó a todos a “continuar trabajando con empeño en el servicio del Reino enfocándose en la formación humana y en una educación que permita tener ciudadanos comprometidos en el servicio del bien común, haciendo posible que surja la vocación al servicio público, en el que la acción política se perciba como una contribución al ordenamiento social que permita el bien de todos”.

 En la homilía de la eucaristía, señaló la necesidad de articular “la profundidad intelectual, en el análisis, reflexión y estudio de la realidad social”, con “el discernimiento espiritual para descubrir dónde está actuando el buen Espíritu”, es decir aquel que, como Jesús, sana, protege y construye la vida humana.

Una última parada del viaje guatemalteco fue la visita al proyecto educativo Puente Belice. Es una particular experiencia formativa con jóvenes provenientes de barrios extremadamente vulnerables de la ciudad, en la que tienen la oportunidad de aunar estudio y trabajo.

Fuente: sjcuria.global

Lo que llamamos Filosofía

Estamos cambiando de época. Y esto nos obliga a responder a los interrogantes que este tiempo nos plantea.

José Daniel López, SJ – Coordinador de la carrera de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Humanidades UCC.

En la aurora de la cultura occidental surgieron en Grecia aquellos a los que se los llamó “amantes de la sabiduría” o filósofos. Estos amaban y deseaban la sabiduría porque al no tener todas las respuestas para las cuestiones fundamentales, reconociendo su ignorancia, comenzaron a preguntarse aspirando llegar al conocimiento. Desde entonces, la filosofía es la disciplina que surge de las incertidumbres humanas y que se dirige hacia los temas centrales que cuestionan y estimulan nuestra existencia: el mundo, la vida, lo Divino, los otros, las instituciones, la historia y el hombre mismo.

Efectivamente, la filosofía piensa y pregunta, porque pensar es preguntar. Y el desarrollo de la pregunta filosófica implica respuestas que abren siempre nuevos interrogantes. La filosofía, entonces, busca perseverar en el pensar.

Un momento fundante de la filosofía fue cuando en la Grecia antigua, los filósofos comenzaron a indagar el mundo y la naturaleza. Ya no les bastaba ver cómo son las cosas y sus cambios, querían saber por qué las cosas y la naturaleza son de una determinada manera y por qué cambiaban, y si había algo que permanecía en medio de los cambios. La admiración y el asombro ante el cosmos, bello en su orden y trágico en sus cambios y su destino, hizo surgir la pregunta filosófica. Admirarse del mundo y buscar comprenderlo es Filosofía.

La admiración por el mundo trae consigo el deseo de conocerlo y también de transformarlo. Este deseo es lo que llevó, en los tiempos modernos, al desarrollo de la ciencia y de la técnica. Y la transformación del mundo hizo tomar conciencia al hombre de sus posibilidades, de su fuerza… y también de sus condicionamientos y sus límites. Por ello, la filosofía es habitar el mundo tomando conciencia de las posibilidades y los límites de nuestra condición humana.

Y si miramos nuestra cultura y nuestro entorno nos damos cuenta que vivimos un momento de cambio y de transición profundo. Estamos cambiando de época. Y esto nos obliga a responder a los interrogantes que este tiempo nos plantea. No solamente dar respuestas a las situaciones y dificultades ocasionales, sino de descubrir los cuestionamientos que gestan nuevas formas de convivir y de interpretar la vida. Animarse a formular las preguntas profundas que late en cada una de las transformaciones y conflictos que atraviesan nuestra época, es lo que desde la época de los griegos llamamos Filosofía.

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