Gastronomía en un establecimiento de Fe y Alegría

Fe y Alegría en Uruguay sigue apostando a fomentar la educación y a ofrecer herramientas y recursos para que las personas puedan tener una inserción laboral positiva.

El primero de junio, comenzaron los cursos en gastronomía, en el Centro La Esperanza. Una nueva propuesta de la que participan 30 jóvenes. De esta manera se generan nuevas oportunidades para los adolescentes y jóvenes que buscan retomar la educación formal.

En Uruguay, los programas de Formación Profesional Básica son una propuesta de educación media básica con un componente de formación técnica en diferentes áreas. Son desarrollados por la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTU) en convenio con organizaciones de la sociedad civil. En el Centro La Esperanza, ya funciona desde hace muchos años un FPB de carpintería.

Para Fe y Alegría supone un nuevo ejemplo de colaboración exitosa con el Estado que alienta a seguir adelante.

Fuente: Noticias de Fe y Alegría

ConJugando – Fe y Alegría Uruguay

Fe y Alegría en muchos sentidos representa un cambio de paradigma dentro de nuestra sociedad y del modelo educativo mismo. La fundación está constantemente buscando herramientas que permitan contener, enseñar y estimular a sus alumnos de la mejor manera. Por eso compartimos esta noticia sobre una nueva iniciativa de la red de colegios en Uruguay va resultando muy exitosa.

ConJugando es un programa de estimulación cognitiva desarrollado en Fe y Alegría Uruguay. Apuesta a potenciar las capacidades de aprendizaje de niños y niñas en edad escolar a través del juego y de la atención grupal e individual de un equipo itinerante integrado por psicopedagogas y psicóloga.

El programa se lleva adelante desde el año pasado en seis clubes de niños y un colegio con resultados alentadores. Las evaluaciones aplicadas junto a la Universidad Católica del Uruguay a principios de 2015, indicaban que el 78 % de los niños y niñas que participaban del proyecto, presentaban rezagos muy importantes por ejemplo, en sus procesos de adquisición de la lectura. Luego del trabajo del equipo junto a los educadores de cada centro a lo largo del año, el mismo indicador era de 36 % de los niños con ese grado de dificultad, lo cual si bien dista aún de ser positivo, significa una mejora sustancial.

ConJugando busca además ir incorporando paulatinamente un trabajo más profundo de la dimensión emocional para desarrollar otro tipo de competencias que complementen el desarrollo cognitivo. Tanto los directores como los educadores de los centros educativos, se muestran satisfechos con este proceso que ha permitido un abordaje diferente de la enseñanza, en particular en educación no formal.

 Fuente: Boletín de Fe y Alegría 

Pachacutí 2016 – Colegio Seminario

Como todos los años, el Colegio Seminario ha organizado el tradicional la experiencia del ‘Pachacutí’. El mismo es una campamento de construcción del que participan los adolescentes de entre 15 y 18 años que forman parte del Movimiento Castores en dicho colegio. Además, se suman alumnos del Colegio Monseñor Isasa, de Montevideo, San Javier, de Tacuarembó; y alumnos de colegios jesuitas de Argentinay, Chile y Estados Unidos.

“Pachacutí” significa “mundo al revés” en Quechua. En este campamento se busca “dar vuelta el mundo”, vivir a la manera de Cristo. En general, los chicos que asisten a estos colegios, viven una vida acomodada y pertenecen a un estrato social medio-alto y alto. Por eso, estar una semana completa al servicio de los más pobres, representa para ellos un verdadero cambio de paradigma.

Los pilares que hacen de Castores un movimiento ignaciano (servicio, fe y vida en grupo) son también las bases de esta actividad.

Del Colegio Seminario salieron 13 colectivos que transportaron a 470 adolescentes, jóvenes voluntarios, padres y profesores. Este enorme grupo se dividió en 26 comunidades más pequeñas que se reparten por todo el Uruguay, para llevar adelante el trabajo que haga falta en el lugar donde les toque.

Además de ponerse al servicio, los chicos aprenden grandes valores, entre ellos, la disponibilidad. Los chicos no saben a dónde van a dormir, ni que es lo que van a hacer concretamente, ya que esa es parte de la consigna, ir dispuestos a dar lo mejor sin importar con quien les toque en el grupo.

Los pilares que hacen de Castores un movimiento ignaciano (servicio, fe y vida en grupo) son también las bases de esta actividad. En ese sentido, alguna de las cosas que viven a lo largo del campamento, como pasar frío, hambre, extrañar la comodidad de sus hogares, los acerca al sufrimiento de tantos hermanos.

En el siguiente audio podrás escuchar la cobertura que la Radio Uruguaya ‘En perspectiva’ ha hecho del día en que partían hacia el campamento.

Fuente: Radio En Perspectiva

 

Los desafíos en común de la Red AUSJAL

El rector de la Universidad Católica de Córdoba (Argentina) y vicepresidente de la Asociasión de Universidades Jesuitas en Amércia Latina, Alfonso Gómez Boulín, S.J., comparte en una entrevista realizada para la CPAL (Conferencia de Provinciales de América Latina) sus apreciaciones sobre la labor de la Red de Universidades Jesuitas en América Latina (AUSJAL ). Además, da cuenta del esfuerzo que realiza la institución para aprovechar la potencialidad de convivir en un continente que tiene una lengua en común, una historia similar y, sobre todo, desafíos comunes.

Destaca la participación de los homólogos en las Redes y Grupos de Trabajo de AUSJAL. “Sus miembros tienen los mismos intereses dentro de la universidad, ellos se encuentran con las mismas dificultades en su área de servicio (…) allí encuentran un lenguaje en común”, dice.

También resalta que el éxito de la Asociación puede medirse por la creación y ejecución de más de 30 proyectos. “Queremos colaborar juntos (…) crear espacios de participación hacia dentro de la universidad”. De los que adelanta la Red, menciona con especial interés la ejecución del Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano que concibe a toda persona como un líder. “Algunos líderes más sociales, queremos descubrirlos temprano, ayudarlos a crecer en su condición, a ser líderes positivos para afrontar situaciones incómodas”, dijo.

El Rector de la Universidad Católica de Córdoba también mencionó algunos desafíos para la comunidad universitaria: “Todavía nos faltan acercamientos interdisciplinarios”, afirma, y cree que la academia, generando espacios de diálogo, puede hacer un gran aporte a la sociedad.

Piensa que asumir nuevas tecnologías en las universidades según sus necesidades y su capacidad técnica también implica un desafío. Además de la oportunidad de generar diálogo dentro de la sociedad. “Los problemas que no eran tan notorios son más visibles en materia de Derechos Humanos, la inserción laboral de personas mayores, la convivencia de diversas culturas”, entre otras dificultades.

Finalmente, concluye que AUSJAL es una oportunidad para compartir preocupaciones en común, atendiendo a los contextos de cada una de las universidades. “Tenemos que descubrirnos entre nosotros. Podemos sacar muchos frutos del intercambio dentro de América Latina”.

Fuente: AUSJAL

 

Fe y Alegría: veinte años cumpliendo un sueño

El 3 de junio pasado se cumplieron veinte años del día en que 42 niños del barrio Alberdi, en la ciudad de Resistencia, Chaco, comenzaron sala de 5. Fue la primera escuela de Fe y Alegría en Argentina. En este país, la red de colegios ofrece educación gratuita desde 1996 y cuenta con 6000 alumnos y más de 350 docentes en localidades con altos índices de pobreza y analfabetismo de las provincias de Salta, Jujuy, Chaco, Corrientes y Gran Buenos Aires.

Con la idea de compartir esta fiesta desde sus protagonistas, la Revista Sophia entrevistó Nélida Meza, una docente que trabajó los primeros años de este primer establecimiento de la Fundación.

Hoy Nélida es directora de nivel inicial de la UEP Fe y Alegría Argentina N° 78 y sus primeros alumnos ya son papás y mamás que mandan a sus hijos al mismo jardín donde todo comenzó.

“Todavía estoy transitando este sueño, lo estoy caminando–comparte emocionada-.En aquel momento, al inicio, mi sueño era que mis alumnos y alumnas llegaran a la universidad, o que sacaran a sus familias de la precaria condición de vida en la que vivían. Al ver el crecimiento de lo que es Fe y Alegría hoy, me doy cuenta de que lo estoy cumpliendo. Hoy somos un movimiento reconocido en Argentina, muchos saben de nuestra labor en Salta, Jujuy, Chaco, Corrientes y Buenos Aires, sin hablar del resto del mundo. Hoy veo la escuela, la cantidad de alumnos y alumnas, el equipo de maestras… y no me cabe duda: alcancé mi sueño”.

Primeros pasos

Un día, la directora la llamó para contarle de un nuevo proyecto en la zona, para el que le habían pedido recomendaciones de maestras jardineras. “Se trataba de la primera escuela de Fe y Alegría en Argentina; un Movimiento Internacional de Educación Popular y Promoción Social que pertenece a los Jesuitas. El plan de acción estaba explicado en dos hojitas”. La directora le advirtió: “Es un proyecto diferente; no va a ser un colegio como el nuestro”.

 Había que comenzar una escuela en una comunidad muy carenciada en las afueras de Resistencia, ciudad capital de la provincia de Chaco. “No tenía idea adónde estaba yendo” confiesa entre risas hoy.

Nélida Meza, primera maestra de Fe y Alegría.

El lugar elegido para el desembarco de Fe y Alegría fue el barrio Juan Bautista Alberdi, conocido como el más peligroso de la ciudad.

Nélida cuenta de la precariedad de las condiciones de vida en el barrio y la situación de marginación que vivían sus habitantes: “Las viviendas eran de chapa y cartón. Era una zona de esteros, repleta de barro… No entrabas ni por casualidad. No existían servicios públicos. Si querías agua, había una sola canilla en una esquina y ya. Con padres y vecinos se armó una comisión y ellos nos fueron compartiendo su realidad cotidiana. Contaban cómo sus hijos eran discriminados en las escuelas estatales; muchos de ellos por la sola razón de no contar con un documento de identidad”.

El inicio fue difícil. “Comenzamos un mediodía, el 3 de junio de 1996, con 42 nenas y nenes en una sala de 5 años. Usábamos un espacio de la capilla Santa Rita. Todo era muy precario. Llegaba fin de año y los chicos tenían que pasar a un segundo grado o un tercer grado… pero no había aulas”. A medida que crecían, había que conseguir más y más salones donde educar. De a poco, Fe y Alegría empezó a comprar los terrenos de los vecinos y esas mismas casas se convirtieron en aulas.

Veinte años después

Hoy, por ese mismo barrio, el centro educativo se impone con un edificio para cada nivel: jardín, primaria y secundaria. Más de 600 alumnos y alumnas asisten cada día de manera gratuita.

Cuando Nélida, hoy con 47 años, se remonta al año 1996 y ve el camino recorrido comparte algunas lecciones aprendidas. “Todos los días hay algo nuevo: a veces feo, a veces lindo. Uno planifica para aprovechar bien la jornada, pero siempre surgen emergencias. No hay un día igual a otro. Somos un movimiento de educación popular; un desafío diario. No es algo rutinario donde uno ya sabe lo que va a pasar. Es un movimiento y se trabaja en eso que va sucediendo”.

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Además, Nélida cuenta que en Fe y Alegría aprendió a ser más reflexiva a la hora de actuar: “con los años aprendí a no atropellarme, a frenar a tiempo y a pedir ayuda cuando es necesaria”.

Un equipo de Docentes y Familias

Cuando Nélida habla acerca de las maestras de la escuela, se le nota el orgullo. “Me costó mucho armar el equipo de trabajo con las docentes. Fueron muchos años de trabajar la escucha, el respeto por el otro y dar lugar a cada uno, a cada una. Cuando las chicas se engancharon con eso, la tarea se alivianó”.

Las maestras son las líderes en la sala, y la comunidad las percibe como un equipo bien armado. Además, explica que “se trabaja alumno por alumno, alumna por alumna. Los conocemos como en una radiografía. Cada uno es una personita única y especial”.

Para Nélida, la docencia se trabaja desde el servicio y desde lo humano. “Un actor clave en la dinámica educativa es la familia. Esta comunidad de padres y madres, esta comunidad barrial ¡me ha enseñado tanto! –cuenta orgullosa y emocionada-. “Entre lo que ellos ofrecen y lo que ofrezco yo, construimos juntos. Hoy soy lo que soy, gracias a ellos”.

Un enorme desafío

“Antes el drama era el chico que tenía hambre y su familia que salía a trabajar para ganar el pan día a día. Hoy, ese nene que va al jardín está en un ambiente de droga y violencia”. Esta nueva realidad impulsa a la docente a pensar en que hay que reformular el modo de trabajar con los pequeños y con su familia.

Nélida se entusiasma con cada nueva camada que egresa del jardín, y con cada egreso de la secundaria. Los frutos del trabajo y del amor de tantos años la colman de alegría. Al pensar en todo el camino recorrido en la fundación, expresa: “no sé si alguna vez caeré en la cuenta; me parece algo hermoso, sublime. ¡Cuánta vida ha pasado y cuánta vida seguirá pasando por acá!”.

Fuente: Revista Sophia Online

 

¿Por qué Educación que nos transforma?

Fe y Alegría apuesta por la educación como condición necesaria para llevar adelante un cambio en las condiciones de vida de las personas y dentro de la sociedad en general. Desde Uruguay, explican de dónde viene esta convicción que mueve la enorme empresa que la Red de Colegios lleva adelante en tantos lugares del mundo.

Todos tenemos alguna noción sobre el poder transformador de la educación. Sabemos que el desarrollo de un niño o niña, su calidad de vida presente y futura, y las oportunidades que tenga como ser humano, entre otras, están condicionadas por su educación y por la de sus padres.

Hablamos de la educación en sentido amplio, pensando en los aprendizajes curriculares pero sobretodo en la capacidad de aprender, de resolver situaciones difíciles, de vincularse con los demás y de comprometerse con lo que sucede alrededor.

En Fe y Alegría educamos para la trascendencia que permite ampliar la mirada y la perspectiva, que alienta a ser más, amar más y a buscar más allá de la realidad concreta. Buscamos enseñar a profundizar. Nosotros nos sentimos atravesados por ese tipo de experiencia educativa que nos transforma en cada encuentro con los niños, las niñas y los adolescentes de los centros de Fe y Alegría y nos lleva encontrarle el mejor sentido a nuestra tarea.

Este tipo de educación transformadora no siempre muestra resultados inmediatos. Es un proceso que lleva tiempo porque los cambios profundos así lo requieren. Supone aprender en el camino y hacer ajustes cuando es necesario, incorporar nuevos métodos y enfoques renovados, pero es firme y avanza para contribuir a nuestra visión de una sociedad más justa, más fraterna, más humana.

Fuente: Fe y Alegría Uruguay

 

Discurso del Director Nacional Fe y Alegría Argentina en su 20° Aniversario

En ocasión de los 20 años de Fe y Alegría en Argentina, su director Nacional, Fernando Anderlic visitó el Centro Educativo que la red de colegios tiene en Resistencia, Chaco y allí dio un discurso en el que agradece la labor y el apoyo de tantos a lo largo de tantos años. Al mismo tiempo, habló del modo de educar que tiene Fe y Alegría y cómo se piensa seguir brindando más y mejor educación a los niños y adolescentes en el futuro.

Por Fernando Anderlic

La memoria es un elemento constitutivo central de la identidad personal de los sujetos, las comunidades y las organizaciones. Vivir únicamente el presente o desear un futuro idealizado, sin memoria que actualice la historia vivida, no permitiría afirmar quiénes somos.

Agradecimientos

En primer lugar, a Dios Nuestro Señor, por “llamarnos” a seguirlo en esta obra.

Gracias a ustedes, comunidad de Resistencia, que hoy representan a todas las familias de Fe y Alegría. Al estado chaqueño, hoy símbolo de todos los estados provinciales que apoyan cotidianamente con recursos económicos nuestra tarea en las provincias de Salta, Jujuy, Corrientes y Buenos Aires.

A la Compañía de Jesús a través de sus sacerdotes y hermanos, a los obispos, a los sacerdotes diocesanos y las hermanas religiosas de distintas congregaciones que han acompañado nuestro camino en todos estos años al servicio de la Fe y la promoción de la Justicia. A nuestros equipos directivos, representantes legales, docentes, personal administrativo, maestranzas, miembros del equipo nacional, voluntarios y voluntarias; todos ellos y ellas, en definitiva, educadores.

Encontramos un rasgo común en nosotros y nosotras. Nuestras ganas de vivir una vida feliz intentando “darnos” sin guardar nada, por el bien de mi prójimo, asumiendo nuestra identidad y responsabilidad de hermanos y hermanas; reconociendo que no hay alegría profunda si no estamos cerca del Misterio.

Somos mensajeros de la fe y al mismo tiempo mensajeros de alegría. Dos vuelos espirituales que son capaces de enamorar una vocación. Dos dones de Dios que son capaces de transformar el mundo. (…)

Gracias a las entidades privadas y organizaciones nacionales e internacionales y a las personas que apoyan la gestión y el sostenimiento de nuestros centros. Son parte importantísima de nuestra labor cotidiana.

Un camino lleno de sueños

En Fe y Alegría hemos aprendido a soñar. A veces los sueños se nos hacen difíciles. La escasez de recursos económicos, las dificultades del quehacer cotidiano, la violencia y corrupción del entorno, nuestras propias debilidades, los números implacables de presupuestos que no cierran, cronogramas, horarios… con frecuencia nos producen insomnio y no nos dejan soñar. Y a pesar de ello “seguimos soñando”. Soñar no es evadir la realidad sino es ser capaz de trascenderla, transformarla, hacerla surgir.

(…)

Una de nuestras mayores virtudes que poseemos es que nos sentimos inmensamente carentes y creo que esa necesidad del otro es la que nos inspira y nos pone en movimiento. Necesitamos de los y las otras. Y es quizás por eso que podemos entender que otro necesita de mí. El que se reconoce inacabado entra en permanente proceso de búsqueda, de peregrinación. Sabemos que no hay búsqueda sin esperanza. Es por eso que nuestra presencia en el mundo es la de quienes andan y no la de quienes simplemente están. Y no es posible andar sin esperanza de llegar.(…)

Trabajar por ‘los preferidos del Reino’

Fe y Alegría ha querido, desde siempre, trabajar por la promoción social de “los preferidos del Reino”. Decimos que Fe y Alegría empieza donde termina el asfalto, donde se acaba el cemento, donde no llega el agua potable ni la luz… Allí, donde están los auténticos olvidados de su propia sociedad. En el corazón de nuestros barrios, nuestros centros educativos y comunitarios son testimonio de fe en las potencialidades de nuestra gente y contagian la alegría por la transformación personal y social a través de la educación. De la fe invisible nace la alegría visible y contagiosa. Fe en encontrar la imagen de Dios sembrada en nuestros hermanos y hermanas a pesar de su rosto de acosado de tristeza, olvido e ignorancia.

Decía el P. Vélaz sj que Fe y Alegría se define como “MOVIMIENTO”, que implica la permanente desestabilización creativa, con grandes dosis de audacia, coraje y entrega, para ir respondiendo cada vez más acertadamente a las exigencias de la realidad y al clamor de los empobrecidos y excluidos de cualquier tipo. Nuestra identidad es con la misión: el proyecto de vida coincide con la propuesta de Fe y Alegría, que es el proyecto de Jesús. La misión se encarna en la vida, se traduce en un modo de ser y de actuar. Uno se realiza, realizando Fe y Alegría, haciéndola posible, estableciendo el reino de Jesús.

La Educación: el instrumento para llevar el mensaje

En la escuela no elegimos un fin. En la escuela hemos elegido un instrumento para llevar nuestro mensaje. No es dando cosas como construiremos al hombre y la mujer del hoy y del mañana. Ello lo conseguiremos haciéndonos “hombres y mujeres nuevos” por la educación, herramienta por la cual ni ellos ni ellas necesitarán de las cosas que nosotros les vayamos a regalar. La educación es el manantial de todos los bienes que se pueden tener en este mundo.

Estamos convencidos y convencidas que el camino de la auténtica libertad para todos y todas y por tanto, de la verdadera democracia, tiene que contar con un largo recorrido de muchos años de escuela para todos y todas. La educación popular integral es la clave y el instrumento fundamental del desarrollo socioeconómico y personal de trascendencia. Es nuestra mayor contribución al bien común (…).

Defendemos la educación como derecho humano. Toda persona tiene derecho a aprender lo que necesita saber para alcanzar una vida digna; tiene derecho al acceso a la información y el conocimiento, a la creación de pensamiento y tecnología. Pero no es un derecho sólo individual. Las comunidades tienen derecho a la educación y a lo que ella significa de desarrollo (…).

Mejorar el mundo en que todos vivimos

El trabajo de promoción social no puede ser concebido como una tarea sólo de Fe y Alegría, debe ser realizado con otros, favoreciendo e impulsando especialmente el empoderamiento de nuestra gente, con el objetivo de que esta acción, se vincule a una acción política que sirva para la transformación social. (…)

Fe y Alegría siempre ha defendido la tesis de la educación por encima de todo. Una de las tareas más hermosas que tenemos como educadores y educadoras es ayudar a nuestros niños, niñas, jóvenes, adultos, a aprender a comprender y a comunicar esa comprensión a los otros. La tarea fundamental del educador es vivir éticamente, practicar la ética diariamente con nuestra gente. Lo importante es el testimonio que damos con nuestra conducta.

Cada clase, cada encuentro es un testimonio de una manera de afrontar la vida. Educar hoy no es igual que hace 20 años. Se requiere valentía para transformar nuestras prácticas y asumir nuevas maneras de proceder más acordes con los avances técnicos y profesionales, las nuevas fronteras de exclusión y los nuevos marcos políticos. Ser “transformador de realidades” es un deber que nos invita a participar activamente como generadores de nuevas ideas capaces de motivar a cada una de las personas que trabajan nuestro objetivo común y que deriva de la misión del servicio de la fe y la promoción de la justicia.

Ampliar las Fronteras

Como obra de la Compañía de Jesús tenemos la capacidad de ampliar las fronteras de la persona, de la cultura, de la educación, del crecimiento espiritual, posibilitando nuevas prácticas y nuevas comprensiones del mundo hasta ese momento inéditas, para que el mundo que viene sea el que soñamos y no el que esperamos, como bien decía el P. Vélaz sj. (…)

Para terminar, me gustaría dirigirme a Uds., alumnos y alumnas de Fe y Alegría Argentina: les pido que hoy y siempre sean, por favor, conscientes de que Uds. son la razón de nuestra misión. Sus vidas son el mejor testimonio de nuestro trabajo. Sueñen, anímense a soñar en grande. Sean agradecidos con sus familias, sus maestros, sus maestras, sus profesores.

Ustedes tienen el privilegio inmenso de poder educarse en una sociedad en la que muchos miles no tienen oportunidad de hacerlo. Y este tiene que ser un desafío para Uds. a futuro. Ese tiene que ser su compromiso para con la sociedad. No se olviden nunca que allí al lado, cerquita, hay un hermano y una hermana que necesita de Uds. Juéguense la vida por esa causa, apuesten a soñar y vivir sus vidas desde “el nosotros” aunque ello implique, en algún momento, dejar “el yo de lado”.

Desde aquí y junto a Uds., los y las aliento a seguir trabajando a pesar de “las piedras del camino”. Y gracias a ellas, a levantarnos para seguir avanzando, aprendiendo de nuestros errores y celebrando nuestras gracias, logros y virtudes. Todos y todas sabemos que no estamos solos porque Alguien nos cuida y nos lleva de la mano. Gracias por estos 20 años, sigamos avanzando en la propagación “de la chispa hacia el incendio”. Dios bendiga este camino.

Fuente: Fe y Alegría Argentina

 

#SomosFLACSI: Nuestra Identidad

La Federación Latinoamericana de Colegios de la Compañía de Jesús (FLACSI) nace para impulsar la colaboración de nuestras Redes y Colegios desde una identidad compartida, fundamentada en la propuesta pedagógica ignaciana.

El Vice Presidente de la Federación y Rector del Instituto Oriente de México, el P. Saúl Cuautle, SJ ha hablado sobre la identidad de la propuesta educativa que hacen los colegios jesuitas: “Después de 15 años, lo más importante, en términos de fortalecimiento, es que distintos colegios hemos podido confluir en una experiencia educativa de misión común y que el aporte de cada uno se ha transformado en un solo cuerpo a nivel latinoamericano, a nivel de crecimiento, de madurez y de compartir experiencias”, explica el P. Saúl. El énfasis está puesto en un modelo educativo que se refuerza en los más de 470 años que la Compañía de Jesús lleva impulsando la educación en el mundo.

Por su parte, Sônia Magalhães, rectora de Colegio San Luis de Brasil, comenta que “hay mucho que celebrar, hay mucha gente a la cual darle las gracias por todo el trabajo. Hoy nos reconocemos como parte de algo más grande y más significativo que lo que uno puede estar haciendo en un colegio en particular en cualquier parte de Latinoamérica”.

Ambos consideran importante que el diálogo que se plantea en cada reunión desde la federación, permite compartir aquello que los une en la misión diaria.

Por último, el P. Saúl hace un llamado a todos los colegios miembros de FLACSI a seguir aportando a la construcción de este cuerpo regional, recordando que son los actores centrales del trabajo de la Federación.

Para mostrar al mundo su identidad FLACSI ha difundido un video en el que la muestran en menos de dos minutos.

FLACSI se ha ido constituyendo en un referente para apoyar la misión educativa que desarrollan sus colegios miembros. De esta manera, impulsa la vida de las redes locales, la colaboración efectiva entre los distintos centros educativos, y, promueve la creciente inserción de Latinoamérica en una red educativa global.

Fuente: FLACSI

 

Una forma diferente de educar – Fe y Alegría

El director de la Fe y Alegría Uruguay, Martín Haretche, comentó en el programa radial Pisando Fuerte cómo es el trabajo que realiza la fundación en zonas marginales.

Escuchar entrevista

La misión de Fe y Alegría es brindar educación de calidad a niños y adolescentes, dándoles un apoyo integral a la formación, de modo que esta les permita tener las mayores herramientas posibles para desenvolverse en el mundo.

Fe y Alegría nació en Venezuela hace 60 años y se encuentra en casi toda Latinoamérica. En Uruguay se encuentra hace ocho años.

 

Defender a los pobres y amar a los enemigos

Dos personajes desconocidos que hacen de estos valores un modo de vida. Te invitamos a enterarte de quiénes son.

Por Daniel Izuquiza SJ

Me apuesto un euro a que el 90% de quienes lean este post no conocen a sus dos protagonistas. Y me apuesto otro euro a que, al menos el 80% de quienes lo lean, acabarán encantados de haberlos conocido. ¿Aceptan el reto y la apuesta? Vamos allá. Hoy voy a hablar de Ivo de Kermatin y de Dirk Willems. Creo que he ganado un euro. Veamos si gano también el segundo.

Ivo de Kermatin

Resulta que Ivo de Kermatin murió un 19 de mayo de 1303, en un pueblo de Bretaña. De hecho, su nombre a veces se dice en francés, Yves Hélory de Kermartin, y otras veces en bretón, Erwan Helouri a Gervarzhin. La lápida de su tumba, sin embargo, tiene esta inscripción escrita en latín: Sanctus Ivo erat brito / advocatus et non latro / res miranda populo. Lo que, en castellano, viene a ser: “San Ivo era bretón/ abogado y no ladrón/ maravilla para el pueblo”.

Captura de pantalla (30)Efectivamente, Ivo es conocido como abogado de los pobres. Pero no se contentó con darles un servicio mediocre, sino que les ofrecía la mayor calidad y rigor en su defensa. No en vano había estudiado en las mejores universidades del momento (la Sorbona y Orléans). Era abogado y sacerdote. Ejerció como juez y como abogado defensor.

Tenemos el testimonio de un amigo suyo, Juan de Kerhoz: “El maestro Ivo fue piadoso y compasivo, porque informaba gratuitamente por los pobres, los menores, las viudas, los huérfanos y todas las demás personas miserables; él sostenía sus causas, se ofrecía a defenderlos, incluso sin habérsele solicitado: también se le llamaba el abogado de los pobres y de los miserables. Les defendía gratuitamente, así es cierto, porque numerosos desgraciados me lo han contado, felicitándose calurosamente de la ayuda que les había prestado Maestro Ivo”.

Es conocido también por el “decálogo de San Ivo” que viene a ser uno de los primeros códigos éticos de la profesión de la abogacía. En la actualidad, existe la Fundación Ivo, con base en el Bronx, Nueva York, que proporciona atención jurídica gratuita en contextos de exclusión social, hace seguimiento a las condiciones de encarcelamiento en Nigeria y otros países subsaharianos, proporciona cuidado a los hijos de personas en prisión y desarrolla un programa de empoderamiento económico en ambientes empobrecidos.

Dirk Willems

El caso de Dirk Willems nos hace dar un saltito de tres días hacia atrás, porque murió un 16 de mayo, y un salto hacia adelante, porque fue en el año 1569. Dirk era un creyente anabautista, una corriente cristiana de reforma radical y hondas convicciones pacifistas. En el contexto de las persecuciones religiosas del siglo XVI, fue detenido. Logró escapar de la cárcel y, mientras huía perseguido por un guardia, éste cayó en un lago helado, al quebrarse la frágil capa de hielo que le sostenía. Dirk, en lugar de seguir corriendo y salvar su vida, se detuvo, volvió tras sus pasos y ayudó al perseguidor, salvándole la vida de morir congelado. Dirk fue detenido de nuevo, puesto en prisión y, finalmente, ejecutado en la hoguera.Captura de pantalla (31)

Una primera mirada dice que Dirk Willems perdió su vida cuando la podía haber salvado. Pero al decidir salvar al perseguidor, en realidad salvó también su conciencia… y también su vida. Ya lo dijo el Señor Jesús: “Quien se empeñe en salvar su vida, la perderá; quien la pierda por mí y por la Buena Noticia, la salvará. ¿Qué le vale al hombre ganar todo el mundo si pierde su vida?” (Marcos 8, 35). Dirk podía haberse quedado en el hielo helado y frágil; pero optó por el fuego ardiente y sólido del Evangelio… aunque eso le supusiera, paradójicamente, el fuego de la hoguera.

Creo que estos dos santos, Ivo de Kermatin y Dirk Willems, encarnan muy bien lo nuclear del Evangelio: amar a los pobres y amar a los enemigos. Posiblemente esté ahí lo distintivo del amor cristiano. Una opción radical por las personas y grupos empobrecidos. Un respeto exquisito por toda persona humana, superando las etiquetas que convierten al otro en “enemigo”. Uno fue un sacerdote y abogado católico bretón del siglo XIII; el otro, un joven de unos 20 años de edad, menonita-anabautista en los Países Bajos del siglo XVI. Los dos empeñaron toda su cabeza y todo su corazón, toda su racionalidad y toda su afectividad, para amar de manera radical y auténtica al otro en necesidad. Por eso son reconocidos como santos, canonizado Ivo de Kermantin y considerado mártir Dirk Willems. Ambos, además, superan los límites confesionales y son reivindicados como santos locales (en Bretaña y en Holanda). Y, por lo mismo, universales.

Fuente: Entre Paréntesis