Imaginar el futuro de Fe y Alegría en África

Beatriz Borjas

Nunca creí que tendría la oportunidad de volver al Chad. Cuando estuve en octubre de 2010 mi propósito era colaborar en la formación del equipo pedagógico que acompaña la red de escuelas primarias de Fe y Alegría en Mongo, en la región de Guera. Ya hoy se ha consolidado otra red de escuelas en Bitkine en la misma región; además, está en marcha el nivel de preescolar y se comienza a sentar las bases del nivel secundario en algunos centros ante la demanda de los mismos estudiantes y de sus padres y madres. No sólo los niños y niñas son protagonistas sino las personas jóvenes como quedó demostrado durante mi segunda estancia en Mongo y en N’djamena donde Foi et Joie Tchad ha abierto recientemente un centro de formación profesional; son estos jóvenes quienes recurren al teatro como medio para sensibilizar a la población sobre la importancia de la escolarización de las niñas y de las adolescentes.

Si bien la vuelta me permitió recorrer la ruta ya casi toda asfaltada hacia Mongo, permanecí allí menos de 24 horas ya que en esta ocasión mi viaje tenía otro propósito: compartir con los participantes del Congreso de Fe y Alegría África los inicios del movimiento en Venezuela y los elementos que marcan su identidad. Mientras que el Congreso invitaba a imaginar el futuro en los países africanos, yo me preparé para viajar hacia el pasado de Fe y Alegría Venezuela y, entre documentos, “descubrí” las cartas en las que el Padre José María Vélaz mostraba su interés por ver implantada Fe y Alegría más allá del continente americano. Un año antes de su muerte en 1985, el P. Vélaz le escribía a la hermana de las carmelitas descalzas, Ana María de Jesús Acedo, las siguientes palabras: “Mi deseo de que Fe y Alegría se establezca solidariamente en África es firme, pues opino que si debemos servir a los más pobres, muchos de ellos están en las Naciones Africanas. Allí tendríamos un campo maravilloso de trabajo” (Cartas del Masparro).

Reunidos durante cuatro días en el Centro Bethel de Bakara, empezamos por caracterizar este “campo maravilloso de trabajo” debatiendo en grupo y llegando a acuerdos sobre los desafíos de la educación en el continente africano. No muy lejos se encuentran estos desafíos de los nuestros: la necesidad de un sistema educativo adaptado a la realidad del contexto, formación de los y las docentes, la defensa de una educación de calidad, recursos pedagógicos e infraestructura, así como la participación de la comunidad en la gestión del centro…

¿Cómo podrá Fe y Alegría responder a estos desafíos en los países que se hicieron presentes en este Congreso? Para buscar una respuesta hicimos el ejercicio de entrelazar las experiencias que habíamos visto en Mongo y Bitkine, las experiencias de Fe y Alegría en Madagascar y de otros proyectos educativos que tanto la Compañía de Jesús como algunas congregaciones religiosas vienen realizando en África, con los diez principios que caracterizan la identidad de Fe y Alegría. De este cruce, los participantes resaltaron tres: “nosotros educamos”, “somos promoción social” y “optamos por los sectores excluidos”; pero añadimos uno nuevo que no aparecía en el decálogo elaborado recientemente por la Federación Internacional de Fe y Alegría: la inculturación, la educación concebida como compromiso de la comunidad y adaptada a la realidad de cada país.

Este ejercicio de diálogo en grupos y luego en plenaria fue permitiendo crear un lenguaje común entre los más de cuarenta participantes a quienes se nos exhortó a hacer sugerencias y recomendaciones a los actores que pueden hacer posible la expansión de Fe y Alegría en el continente africano; pero no podíamos concluir sin antes enumerar los recursos que se necesitan, entre los cuales se mencionaron el contar con personas comprometidas en la misión, un gran sentido de creatividad, las alianzas y las redes y una fuerte estructura de comunicaciones entre las organizaciones involucradas. Ya de vuelta a mi país me viene a la memoria las palabras del P. Suñol durante el discurso de apertura: “Desde América Latina después de 60 años de Fe y Alegría, necesitamos de la novedad de los que en estos años están empezando, ni unos ni otros nos repetiremos…”. Y desde aquí pienso que es nuestra tarea ahora aprender de esta “iglesia de fronteras” como evocaba Monseñor Henry Coudray, obispo del Vicariato Apostólico de Mongo, de fronteras geográficas, climáticas y religiosas, que está comenzando a establecer diálogos entre países vecinos para construir un oasis de paz a través de la educación. Participemos, entonces, en este diálogo abierto Sur-Sur sin detenernos en las distancias culturales y las diferencias de idiomas, porque, como lo escribió el P. Vélaz, cuando soñaba una Fe y Alegría en África: “En Fe y Alegría no tenemos ningún criterio preestablecido para dar educación a losmás pobres” (Cartas del Masparro).

 

Congreso Internacional de Fe y Alegría

Terminó el Congreso de Fe y Alegría África. Durante una semana más de 40 personas de diferentes nacionalidades, culturas y creencias; visitaron, conocieron, reflexionaron y soñaron con el futuro y las perspectivas de Fe y Alegría en el continente africano.

Para los que estuvieron allí fue un momento muy importante y especial en el que pudieron recoger con alegría y esperanza los frutos de la siembra que desde hace algunas décadas se ha realizado con paciencia y mucho optimismo.

Paras los que no estuvimos presentes, pero hemos seguido la información, nos quedan las sonrisas y la fiesta que reflejan las fotografías de las comunidades en las que se realizaron las visitas; y los testimonios de los participantes que nos han ido llegando y que con mucho compromiso y entusiasmo hemos ido compartiendo.

Gracias a todos y todas los que hicieron posible este maravilloso encuentro. A los miembros de la oficina nacional de Fe y Alegría Chad, a los delegados y encargados de las diferentes organizaciones, tanto de la Compañía de Jesús como de otras obras, Entreculturas, Alboan, Porticus, JRS. No era fácil pensar en un encuentro en el que se pudieran reunir representantes de RD Congo, Chad, Togo, República Centroafricana, Madagascar, Kenya, Zimbabwe, Camerúm, Gabón, Zambia, Burundí, Guinee Conakry. Y, entre todos, lo hicieron posible.

Nos apoderamos de las Palabras del P. Dani Villanueva, S.J. Director de Entreculturas, expresadas en un emotivo mensaje enviado a su equipo de trabajo “lo precioso de este encuentro es que ya no éramos nosotros los de Fe y Alegría visitando un poblado, sino que eran ellos, Fe y Alegría, quienes nos recibían para celebrar su fiesta. Ahora todo el poblado estaba en pie, las canciones de los jóvenes hablaban de Fe y Alegría en sus letras, el gobernador de Güera y el jefe de la aldea presidían la recepción y era el pueblo – totalmente empoderado – quien nos recibía y hospedaba para su celebración”. Y hacemos nuestro el sentimiento y la expresión, porqué estamos seguros que ese es el matiz que Fe y Alegría imprime en los lugares a donde llega, éste es el sello que desde hace 60 años se ha vuelto característico en el Movimiento, éste es el signo de que Fe y Alegría ha llegado a África para quedarse. El signo es que la gente, la comunidad, las autoridades, los padres y madres de familia, los niños y niñas, los jóvenes reconocen y sienten suyo nuestro Movimiento. Fe y Alegría en África llegó para transformar y quedarse con las comunidades de miles de hombres y mujeres que esperan por la educación de calidad de Fe y Alegría.

Federación Internacional Fe y Alegría

Una beca enseña a gastar y rendir cuentas – Fe y Alegría

Cinco años atrás, si alguien le hubiera dicho a Lucas Yapura (18) que lograría terminar la escuela, quizá no lo hubiera creído. La precaria situación económica de su hogar, con 7 hermanos a cargo de su mamá sola, y la falta de horizontes en la periferia salteña asediada por la violencia, estuvieron a punto de desanimarlo más de una vez. Sin embargo, gracias a una beca y al apoyo de su tutora, esa meta se concretó. Ahora, su próximo paso es estudiar Agronomía y devolverle a la escuela algo de lo que recibió.

Lucas acaba de terminar la secundaria en el Centro Educativo Fe y Alegría N° 8171 del barrio Solidaridad, en las afueras de Salta capital. Sus docentes describen un panorama difícil: el asfalto llegó al barrio hace poco; el alcohol y la droga hacen estragos entre los chicos; los índices de violencia son altísimos. “Por ahí salís del colegio y ves a chicos de tu edad en la droga, y uno te dice: Probá, ¿o sos maricón?. Algunos, con tal de caer bien, al final hacen cosas que no quieren”, describe Lucas. Las pocas manzanas que componen Solidaridad están divididas en etapas, territorios que pertenecen a diferentes bandas de adolescentes y cuyas fronteras separan a amigos y “enemigos”. En este barrio, cruzar la calle y pisar la vereda de otra etapa puede ser una provocación grave.

Esas condiciones forman un cóctel perfecto para favorecer la deserción; contra esa amenaza batallan cada día en Fe y Alegría. En 2008 se les sumó una empresa privada, el BBVA Francés, con un programa de Educación Financiera que consiste en becar a chicos de bajos ingresos para que terminen la secundaria. Lucas es uno de los 9.633 adolescentes que recibieron esa beca a lo largo de los últimos 9 años; casi todos ellos son la primera generación de su familia en alcanzar el título secundario. “Todos los meses te depositan 700 pesos que tenés que invertir en gastos escolares”, explica Lucas, becado por el banco desde hace 4 años.

Las becas llegan directo a los alumnos a través de una tarjeta recargable, con la condición de que asistan a clases, no repitan y mantengan un buen rendimiento. Además, los chicos tienen que gastarse sí o sí los 700 pesos mensuales, pero deben rendir cada gasto. En varias localidades del interior el programa contribuyó a alentar la formalización de la economía, ya que los chicos están obligados a pedir comprobantes por cada cosa que compran: desde útiles escolares hasta ropa, medicamentos y elementos de higiene. “Al principio se gastaban todo en comida. Entonces empezamos a trabajar en qué había que priorizar y qué no”, explica Noemí Romero, la vicedirectora de Fe y Alegría, la única secundaria del barrio Solidaridad.

Uno de los ejes centrales del programa son las tutorías. “Los tutores son casi parte de la familia –afirma Micaela Sánchez, becaria y flamante egresada de Fe y Alegría–. A algunos chicos que habían dejado la escuela, los tutores los fueron a buscar a su casa y finalmente volvieron”. Jorge Rodríguez, otro ex becario, agrega: “Los tutores te aconsejan sobre cuestiones personales, te ayudan con temas escolares y te enseñan a administrar la plata”. Ese es el objetivo de la educación financiera, una propuesta aplicada en varios países para que los chicos sean consumidores responsables y aprendan a planificar y administrar sus gastos.

A nivel nacional, menos de la mitad (43%) de los chicos termina la secundaria a tiempo. En Salta, el esfuerzo conjunto de la escuela y el banco, de los chicos y los docentes, da resultados: la tasa de deserción en Fe y Alegría es casi nula. Para mantenerla, ahora la escuela lanzó la “campaña de la silla roja”: la consigna es que los chicos estén atentos si un compañero no viene y avisen a los directivos. Noemí sintetiza: “La idea es que, si una silla del aula está vacía, ninguno de nosotros puede ser indiferente”.

Fuente: Diario Clarín

 

Primer Encuentro Nacional de Comunicación de Fe y Alegría

En el marco del programa Formación para el Trabajo, los días 24 y 25 de noviembre llevamos a cabo en la ciudad de Corrientes el primer Encuentro Nacional de Comunicadores de Fe y Alegría. Participaron los responsables de comunicación de los centro de Embarcación y Solidaridad (Salta), Taco Pozo y Resistencia (Chaco), Bella Vista y Ongay (Corrientes), San Miguel y la oficina nacional (Buenos Aires), además de cuatro voluntarios de comunicación. En total eramos 23 personas. Vivimos dos jornadas de trabajo en las que nos conocimos mejor, reflexionamos juntos sobre la importancia de la comunicación para nuestra misión, y sobre todo nos formamos en cómo realizar nuestro trabajo y aprovechar los distintos medios. También pensamos juntos acciones para poner la comunicación al servicio de una cultura de trabajo y de paz en el 2016.

El encuentro concluyó con la visita a los centros de Resistencia y Ongay, que nos llenaron de emoción. En cada aula, un alumno/a nos sorprendía brindando su testimonio de lo que era Fe y Alegría en su vida: “Estoy enamorada de esta escuela”, “Esta es mi segunda casa” dijeron en dos ocasiones. ¡Sin dudas una experiencia que nos permitió dar el primer gran paso como equipo, formarnos y fortalecer vínculos para seguir trabajando con vistas a futuras acciones!

Fe y Alegría Argentina

 

Comprá un cuaderno a Movimiento Darte y donás uno igual Fe y Alegría

Movimiento Darte es un proyecto social que nace en 2011 con el ideal de trabajar en el mejoramiento de las herramientas escolares básicas para los niños de escasos recursos. “Nuestra intención no es cambiar el mundo, pero queremos que sea diferente para los niños de hoy quienes serán los hombre de mañana” dice Maria Elena Cruz, fundadora del movimiento. Educa valores a través del reciclaje y del arte y su objetivo es hacer cuadernos de papel reciclado para que los niños puedan tener mejores herramientas para el desarrollo escolar. Reutilizando hojas que estén limpias por uno de sus lados y con portadas diseñadas por artistas de diferentes partes del mundo, hacen cuadernos para niños de escasos recursos.

Por cada cuaderno solidario ecológico, artesanal, inclusivo y diseñado por artistas que compres, Movimiento Darte donará uno igual a los alumnos de Fe y Alegría. ¿Te sumás comprando uno?

Para aquirir un cuaderno por compra online ingresá a Movimiento Darte o llamanos por teléfono a la oficina de Fe y Alegría : http://www.movimientodarte.com.ar .

Ya estuvimos presentes con un stand en la Feria de los Sueños, en Tigre, y estaremos presentes el próximo 19 de diciembre en un encuentro deportivo de lujo en en el Club Atlético San Isidro (C.A.S.I) a cargo de Los Pumas y Las Leonas. ¡No se lo pierdan!

Fe y Alegría Argentina

 

Universitarios musulmanes y cristianos

El pasado sábado 21 de Noviembre, el Centro Arrupe de Valencia celebró un «Encuentro universitario interreligioso» organizado conjuntamente con el Centro Cultural Islámico. Esta propuesta se enmarca dentro del proyecto de pastoral universitaria que se viene realizando en el Centro Arrupe y en el que, mensualmente, se promueve un encuentro de los grupos universitarios con otras realidades de la ciudad.

Los universitarios musulmanes y cristianos que participaron tuvieron ocasión de dialogar sobre situaciones que comparten como jóvenes y sobre aquellas cuestiones que les preocupan y desean abordar conjuntamente. Para ello, durante el encuentro identificaron acciones que les gustaría realizar como universitarios y creyentes que provienen de distintas religiones.

Este «Encuentro universitario interreligioso» ha sido un primer paso de un proyecto que se pone en marcha y que contará con un equipo de trabajo compuesto por jóvenes del Centro Arrupe y del Centro Cultural Islámico para promover nuevos encuentros entre los mismos universitarios y organizar las acciones que deseen realizar conjuntamente.

 

Fe y Alegría también tiene sus Pumas: ¡subcampeones de Salta!

Este año, por primera vez, comenzó a entrenarse Rugby en el C.E. Fe y Alegría Solidaridad (Salta) y el equipo participó de su primer torneo organizado por la Municipalidad de Salta con el auspicio de la Unión de Rugby de Salta. Para sorpresa de todos, ¡llegaron a la final! En un partido muy peleado que tuvo que definirse por drop despúes de un empate técnico.

El entusiasmo y la alegría de los alumnos fue, con justa razón, notable:

“Me imaginaba que íbamos a perder porque no tuvimos mucho entrenamiento -cuenta Pablo, de 15 años-. Pensábamos que nos iban a pasar por encima. Al principio, teníamos miedo, nervios…pero a medida que íbamos ganando a equipos difíciles, agarrábamos confianza. Los otros equipos nos contaban que hace dos años que venían jugando…y que no podían creer lo bien que jugábamos”.

El equipo cuenta con aproximadamente 30 jugadores, la colaboración del profesor Sebastián Germán -de la institución- y de Emiliano Amadeo, oficial de desarrollo de Rugby de la Unión de Rugby de Salta.

“A pesar de que no teníamos experiencia, llegamos a la final por la comunicación y por la amistad que tenemos”, dijo Santiago, de 14 años.

“Si nos equivocábamos, no nos enojábamos -agregó Brian, de 15 años-. Al contrario: alentábamos al compañero para que siguiera jugando y mejorando”. “Estoy feliz porque tuvimos poco entrenamiento, y ¡sólo teníamos una pelota de rugby para esto! -dijo Julio, de 15-. Cuando llegamos para el torneo, al principio, al ver la ropa de los jugadores, su equipamiento y su físico, nos sentimos intimidados. Pero nos alentábamos y con esfuerzo logramos llegar a la final. Le pusimos ganas, pusimos todo para avanzar “.

Fe y Alegría Argentina

 

Mensaje de Cierre del Año de Fe y Alegría

Amigas y amigos,

El cierre del año nos encuentra entusiasmados, a pesar del cansancio lógico de esta época, porque se consolidan varios de los proyectos que desde hace muchos meses venimos impulsando.

El proyecto «Conjugando» para el fortalecimiento de las capacidades de aprendizaje cumple su primer año. Luego de ser evaluado por educadores y directivos como una herramienta que ha permitido cambiar la mirada sobre las dificultades de aprendizaje en centros de educación no formal, continuará siendo aplicado en seis clubes de niños. Además, este proyecto se nutre de nuevas ideas como las del proyecto HORIZONTE 2020,sobre el que hemos estado trabajando recientemente con los responsables de la Fundación Jesuitas Educación de Cataluña, que tiene elementos muy innovadores que creemos que están muy alineados con la propuesta de Conjugando.

Para seguir fortaleciendo el programa para la mejora de la calidad educativa hemos comenzado a trabajar con el sistema de gestión de FLACSI utilizada por los colegios jesuitas de América Latina. Este sistema nos ha permitido continuar los procesos de autoevaluación y mejora que ya se venían desarrollando y con los que los centros han logrado cambios muy significativos tanto a nivel de gestión como de su propuesta educativa.

Todos estos proyectos están siendo posibles porque muchas personas ven en Fe y Alegría una propuesta concreta y efectiva de transformar vidas y comunidades. Las familias ven los frutos del trabajo, lo agradecen y se comprometen a seguir apoyando, educadores y el personal de los centros encuentran que su labor educativa adquiere un nuevo sentido centrado en el servicio y en la valoración de su tarea, muchos nuevos colaboradores continúan renovando su compromiso y se hacen compañeros de camino desde muy diversas formas y lugares.

Sin dejar de reconocer la miseria que los seres humanos somos capaces de generar y que nos sumerge en guerras, corrupción, violencia o tensos ambientes de trabajo, en este tiempo en el que se acerca la Navidad, en Fe y Alegría queremos dar gracias porque los sueños siguen siendo nuestro motor, porque mantenemos la esperanza viva, porque seguimos disfrutando de lo que hacemos, porque se siguen sumando compañeros de camino, porque nuestro trabajo contagia FE y ALEGRIA.

Muy Feliz Navidad

Martín Haretche – Director Nacional.

 

La educación y la salud: compañeras inseparables

María Teresa Febrer*

A veces resulta poco esclarecedor contestar una pregunta con otra pregunta; sin embargo, en esta ocasión es conveniente hacerlo y no se necesitan conocimientos especiales para responder:¿pueden los niños y las niñas o los jóvenes ver reconocido su derecho a la educación si no gozan de buena salud? ¿La buena salud se ve influenciada por la educación?

La respuesta es que resulta complicado acceder a unos niveles mínimos de salud sin unos conocimientos mínimos con respecto a qué entendemos por salud y cómo practicarla. Además, una persona enferma tiene pocas posibilidades de acceder a la educación.

La Organización Mundial de la Salud se ha pronunciado en repetidas ocasiones y de forma contundente acerca de la estrecha relación existente entre educación y salud. Sus afirmaciones van acompañadas de múltiples indicadores y han servido para reforzar los argumentos de otras agencias de las Naciones Unidas:

La educación es una herramienta básica para romper el fatídico círculo de la enfermedad, la pobreza, la desigualdad y la exclusión.

Los problemas de salud pueden socavar las inversiones en educación ya que algunas enfermedades mantiene a los niños y a las niñas lejos de la escuela. En otros casos, tienen que interrumpir prematuramente su educación para cuidar a familiares enfermos. Algunas enfermedades parasitarias tropicales reducen la absorción de nutrientes, afectan al desarrollo de las funciones mentales y comprometen los resultados educativos.

La educación y la salud se refuerzan mutuamente para que las personas puedan desarrollar plenamente su potencial humano.

La educación de las madres es un determinante primordial para la supervivencia de los niños y las niñas.

Asimismo, la educación es uno de los principales determinantes de la salud, es decir, las condiciones socioeconómicas, culturales y medio ambientales en las que las personas nacen, crecen y viven, entre las cuales se encuentra la educación, tanto formal como informal porque la educación es condición necesaria para alcanzar un nivel de bienestar físico, individual y colectivo y, por ende, lograr el desarrollo humano sostenible, en este caso, concretado en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 3 (garantizar una vida sana…) y número 4 (garantizar una educación inclusiva…).

En efecto, el ODS 4 apunta a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje para todas las personas durante toda la vida. Para ello es necesario contemplar el ODS 3, garantizar una vida sana y promover el bienestar para todas las personas a lo largo de toda su vida, ODS que me permito enlazar con el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que proclama que las personas deben alcanzar “el disfrute del nivel más alto posible de salud”.

La educación y la salud son compañeras inseparables, como son inseparables la realización del derecho a la educación y el derecho a la salud, sin equívocas prioridades entre los derechos humanos porque hoy ya no existen derechos humanos de primera o de segunda generación y todos ellos, sean civiles, políticos, económicos, sociales o culturales, deben ser respetados, protegidos y garantizados por los Estados.

La realidad, sin embargo, nos presenta casos en los que nos empeñamos en establecer cierta“competencia” en el reconocimiento de los derechos humanos. Craso error que conlleva consecuencias muy negativas, especialmente, para las personas más vulnerables quienes desconocen, en muchos casos, que son titulares de derechos que también desconocen. Así se establece un círculo maligno que la educación puede y debe quebrar con el objetivo de formar e informar acerca de los derechos humanos, piedra angular de la convivencia humana, porque no solo la educación y la salud son inseparables, también son inseparables el acceso a la alimentación, al agua y saneamiento o el acceso a una vivienda digna, por citar algunos derechos humanos.

*miembro de la ONG española Prosalus, que trabaja desde 1985 por la promoción de la salud en varios países de África y América Latina.

Boletín de CPAL

 

“No basta educar la mente, es necesario formar a los jóvenes en la excelencia humana”

Entrevista a Fernando Ponce León SJ, publicada por la revista italiana Avenire. Fernando cursó sus estudios de Filosofía en la San Miguel –Argentina-. Junto con muchos compañeros ecuatorianos, compartieron este tiempo de formación en el Colegio Máximo como parte de una colaboración inter provincial entre Argentina y Ecuador.

El pasado seis de octubre, ha sido nombrado Rector de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador para el ciclo 2015- 2020. En esta nota, él se refiere a la Universidad donde se forman personas para actuar en una realidad concreta y sobre el rol de la educación en general como motor de cambio de las estructuras sociales.

“La visita del papa Francisco no es solo un honor inmenso, es una responsabilidad que compromete para el presente y el futuro”. El jesuita, Fernando Ponce León, es una de las figuras más emblemáticas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, donde el papa tuvo un encuentro con el mundo de la escuela y la universidad. Filósofo y Director de la Escuela de Filosofía de la universidad, divide su tiempo entre los libros y las lecciones. El Padre Fernando dirigió la oficina jesuita ecuatoriana de servicio a los refugiados, enfocada en acoger a las víctimas del conflicto colombiano. Un pensador con los pies bien plantados en la tierra.

“Es la idea jesuita del Magis, el movimiento y las acciones de los jesuitas por el desarrollo. – responde el sacerdote – La educación debe tender hacia la excelencia humana, no solo académica. Formar mujeres y hombres para los otros”. Esta ha sido siempre la visión de futuro de la Universidad Católica. “Después de esta jornada, que ha puesto bajo los reflectores del mundo, deberá serlo aún más. Muchos se preguntarán qué significa ser católico y académico; y qué sentido tiene una universidad cristiana en el Ecuador actual. Nuestro deber es responder con hechos”.

El momento es crucial. La educación se está trasformando en un – si no el – motor de la inclusión social. “En ocho años, el Estado ha hecho progresos para garantizar la instrucción primaria, secundaria y superior a los grupos sociales marginados. El porcentaje de universitarios indígenas ha aumentado. Al menos 10 mil jóvenes con pocos recursos han recibido becas de estudio para especializarse en el exterior”, afirma el jesuita. Además de que la cantidad ha aumentado, tambien la calidad de la formación, como revela el informe de la UNESCO del año pasado. “El Papa ha venido a un país en transformación justamente gracias a la educación pública. Lo cual representa también una provocación para la instrucción privada. ¿De qué manera? El Estado, por cuanto resguarda la educación superior, apunta a crear mallas curriculares útiles para el desarrollo económico y la productividad nacional. Un aspecto importante que, no obstante, puede perjudicar a los estudios de ciencias sociales y las humanidades. Una universidad como la nuestra puede proporcionar alternativas bajo una óptica complementaria”, resalta el docente.

Una perspectiva alineada con la historia de la universidad. Fundada en 1946 y administrada por la Compañía de Jesús, “la Universidad Católica fue el primer centro académico privado del país andino. Para inspirar, desde el inicio, no la oposición a la cultura laica, sino a infundir y promover los valores del humanismo cristiano en los jóvenes. Todos los jóvenes: no solo una pequeña minoría. De ahí surge el sistema, pionero para la época y en estas latitudes, de una pensión diferenciada en base a los ingresos familiares. “La idea de fondo es que quienes tienen más deben contribuir con quienes tienen menos. De esa forma, casi la mitad de nuestros inscritos (46 por ciento) proviene de la clase media-baja. Hacia finales de los años noventa, cuando escaseaban las universidades privadas, los hijos de las élites estudiaban entre sus claustros de piedra. Sin embargo, ahí entraban en contacto – a menudo por primera vez – en una posición igualitaria con otros grupos sociales. De este encuentro, nació y nace el fermento cultural y la vivacidad social de esta universidad, taller de transformación. El repito – concluye el Padre Fernando – es el principio del Magis”.

Jesuitas Colombia