Resumen de la disertación del Padre Luis Ugalde SJ, coordinador de la Comisión Venezolana de Educación Jesuita, dada en el marco de la Conferencia Internacional: ‘Universidades jesuitas: hacia la transformación del mundo’. En ella, señaló que la Compañía de Jesús defiende la formación humana integral y entiende por calidad de educación la que busca formar hombres y mujeres conscientes, competentes, compasivas y comprometidas.
Añadió que dichas dimensiones de la calidad se aprenden con prácticas y métodos diversos y complementarios de los racionalistas, dirigidos a formar, junto con la inteligencia, la voluntad y el afecto para transformar las personas, las sociedades y la aplicación de la ciencia y la tecnología en áreas profesionales como el derecho, medicina, ingeniería, administración, economía, educación y comunicación.
“Es necesario que en la universidad se cultive la comprensión del funcionamiento de la sociedad con la voluntad de combatir el mal y fortalecer el bien. Asimismo, es indispensable el cultivo universitario del sentido de lo público en cada ciudadano y de las políticas públicas con la comprensión del funcionamiento de la sociedad y la voluntad de cambiar los aspectos inhumanos y encontrar soluciones a los problemas”, dijo Ugalde, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello.
El Padre de origen español, pero naturalizado venezolano, señaló que la universidad ilustrada moderna debe entronizar a la ‘diosa’ razón y desterrar a los ‘dioses’ oscurantistas. “Hay un antes y un después de la Ilustración en la Universidad. La anterior a la Ilustración en definitiva está subordinada a la Iglesia y al ser ésta oscurantista -dirán los ilustrados- hace que la universidad católica y las universidades jesuitas de inspiración cristiana sean oscurantistas. Por ello pierden la razón de ser y en consecuencia los estados ilustrados no autorizarán las universidades católicas”, aseguró Ugalde.
La única causa del mal, expresó, no es la ignorancia, como afirmaban los ilustrados, sino que, a mayor desarrollo de la racionalidad instrumental, mayor es también la capacidad y el poder de hacer el mal, como se demuestra, entre otras cosas, en las dos terribles guerras mundiales. En ese sentido, aseguró que una tercera guerra mundial en el siglo XXI tendría prácticamente la capacidad de destruir la humanidad entera gracias a una racionalidad instrumental científica y tecnológica enormemente desarrollada y puesta al servicio de la barbarie humana.
Reconoció que la Compañía de Jesús desde sus orígenes dio una enorme importancia a la física, la astronomía, la matemática y otras ciencias naturales, así como valoró el aporte humanístico de autores paganos que durante más de cuatro siglos los mantuvo en el centro de la formación de los jóvenes jesuitas.
“Pero era consciente de la ambivalencia de su aplicación y de la necesidad de discernimiento, para convertirlos en instrumentos de vida y no de muerte. Los Ejercicios Espirituales son para adquirir la libertad y el amor como don gratuito de Dios-amor que son indispensables para que la ciencia y la técnica sean usadas para ‘en todo amar y servir’ y transformar los dioses del poder y de la riqueza en medios al servicio de la humanización”, dijo.
La realidad es que el poder económico y el poder político en sociedades capitalistas o de socialismo estatista tienden a endiosarse y convertir a hombres y mujeres en medios de acumulación de su riqueza y de poder. En definitiva, no son las leyes naturales objetivas, sino la voluntad subjetiva la que aplica los medios para una finalidad u otra.
El grande y permanente reto de la humanidad es el discernimiento y la libertad para decidir y ordenar los medios y la racionalidad instrumental de todo conocimiento para humanizar y dar vida a todos.
Es indispensable el cultivo universitario del sentido de lo público en cada ciudadano y de las políticas públicas con la comprensión del funcionamiento de la sociedad y la voluntad de cambiar los aspectos inhumanos y encontrar soluciones a los problemas.
Fuente: Universidad IberoAmericana