Compartir experiencias de fe: la agenda del Consejo Ampliado del P. General

Del 7 al 11 de junio, el Consejo Ampliado del Padre General, que se reúne tres veces al año, tiene su reunión nuevamente on line, por cuarta vez consecutiva, debido a la pandemia en curso. En estas reuniones suele abordarse mucho material: se discuten y reflexionan temas que afectan a la misión, se hace algo de planificación, se comparten ideas en pequeños grupos y, en el plenario, y se lleva a cabo una conversación espiritual.

Esta reunión de junio es un poco diferente, porque no habrá mucha «materia» ni mucha planificación. En su lugar, en los pequeños grupos y en la sesión plenaria, los miembros orarán y compartirán lo que está en el corazón de toda misión y todo discernimiento: sus experiencias de fe en el Señor Jesús.

El primer día se dedicó a que cada uno haga memoria de su propio camino de fe. El segundo día, los participantes recordaron aquellas personas y circunstancias que moldearon su fe de manera especial. El tema del tercer día fue «La fe en la Iglesia», de la cual y hacia la cual fluye nuestra vida como cristianos y nuestra misión como jesuitas. El cuarto día se propuso examinar cómo nuestra «mínima Compañía de Jesús» ha sido fuente de consolación o desolación en el proceso de fortalecimiento de nuestra fe. El quinto y último día pretende recoger los frutos de los días anteriores y reflexionar hacia dónde conduce el Espíritu al grupo.

or un lado, bastantes experiencias serán semejantes, ya que los jesuitas compartimos los mismos textos de la Escritura, los mismos Ejercicios Espirituales de San Ignacio, estructuras muy similares de formación y misión, y experiencias parecidas de vida comunitaria. Por otro lado, también saldrá a la luz la diversidad, que tiene su origen en la educación familiar irrepetible de cada uno, en una herencia cultural y lingüística tan diversa, en las tradiciones y prácticas de la Compañía específicas de una u otra Provincia. Compartir estas diferencias es importante ya que confirma la convicción de que nuestra vida como religiosos es un testimonio de que la unidad en la diversidad es posible, de esa comunión que hace que jesuitas de procedencia tan plural sea un grupo de verdaderos «amigos en el Señor».

El Padre General lo dice mejor que nadie: «La intención de esta semana es crear un espacio en el que podamos reconocer esta variedad y comprender cómo forma parte del don que Dios hace a la Compañía, a la Iglesia y a la humanidad. Buscamos experimentar en este grupo de compañeros cómo nuestra unión de mentes y corazones no es homogeneidad ni uniformidad, sino armonía y comunión que nace del corazón de Cristo…”

El Padre General ha propuesto este singular encuentro del Consejo Ampliado como una forma adecuada para comenzar este Año Ignaciano. Esperamos que este grupo pueda crecer como cuerpo de discernimiento al servicio de la misión de la Compañía, compartiendo y escuchando a los demás.

Como conclusión del último día, se compartirá también un breve informe sobre el trabajo de la Comisión que revisa los «Estatutos de la Pobreza» y la Instrucción sobre la Administración de Bienes.

Fuente: jesuits.global/es

Manresa se transforma para la celebración del año ignaciano

La ciudad de Manresa abrió sus brazos a la celebración de Ignatius500 desde el primer momento de la convocatoria. La conversión de San Ignacio marcó profundamente a esta ciudad, desde su experiencia como peregrino mendigo, sin pretensiones de gloria pero con profunda espiritualidad y experiencia vital.

Unas semanas antes de inaugurarse Ignatius500 se presentó a la ciudadanía de Manresa la nueva imagen que la sociedad civil ha adoptado para la conmemoración de la llegada de San Ignacio a la ciudad en 1522, evento fundante de la celebración manresana, que se realizará plenamente en 2022.

De hecho, desde el 2014 la ciudad viene preparando la memoria de este evento, que marca también los 500 años del inicio del Camino Ignaciano.

Fueron invitados al acto el P. Lluís Magriñà sj. y el P. José L. Iriberri sj. Como se puede ver, la nueva imagen une en su logo el Sol del Camino Ignaciano y la mirada transformadora, apareciendo el ojo que lo puede ver todo de una forma diferente, siguiendo el slogan del Ignatius500.

Manresa 2022 Transforma es la expresión del impulso que la ciudad desea experimentar con la celebración ignaciana. Joan Calmet, concejal de turismo, destacó a la asamblea ciudadana reunida que, si Manresa fue el lugar de la transformación inicial de Ignacio, también puede ofrecer hoy un entorno que ayude a la transformación personal de los que la visitan. Así, a todas las obras estructurales ya desarrolladas desde el 2014, se une ahora un presupuesto de más de un millón de euros para que el año 2021-2022 sea una experiencia transformadora que abra un nuevo futuro para la ciudad.

A la creación del nuevo Museo del Barroco, se unen las mejoras urbanísticas en la Vía de San Ignacio y en los más de 22 lugares ignacianos repartidos por toda la ciudad. A lo largo del Año Ignaciano en Manresa se celebrarán encuentros con fines diversos, como un foro-congreso inter-religioso internacional de espiritualidad, ciclos de conferencias relacionadas con San Ignacio, la espiritualidad y el Camino Ignaciano, jornadas de gastronomía de las regiones por las que pasó Íñigo en su peregrinación del 1522, conciertos musicales que recogen las nuevas aportaciones de la música basada en la experiencia espiritual del peregrino (Los Sonidos del Camino), la publicación de un nuevo cómic sobre Ignacio de Loyola, etc. A esto se añade una nueva obra musical, Enecus, actualizando la figura de San Ignacio, que se presentará en el teatro Kursaal de la ciudad. También se celebrará la Ignatian Cup, formada por diferentes torneos deportivos de equipos pertenecientes a diversas universidades y colegios de la Compañía de Jesús. La Universidad de Barcelona organizará en Manresa el IX Congreso de Historia Contemporánea con el título: “El mundo de Ignacio de Loyola”. Y en el ámbito escolar, siguiendo con la dinámica ya iniciada desde el 2014, la figura de Ignacio Peregrino se acerca a las clases de los colegios públicos de Manresa, con teatralizaciones y charlas sobre su vida y pensamiento.

Según dijo el alcalde de Manresa, desde el 2014, se han invertido más de 11 millones de euros para transformar la ciudad siguiendo el impulso originado por la aparición del Camino Ignaciano y la celebración de los 500 años, y se desea que, con las más de 40 acciones previstas, no solo el pasado y el presente, sino también el futuro de esta ciudad, camine inspirado también por el Peregrino Ignacio de Loyola.

Conocé más sobre este proyecto en la página oficial: www.manresa2022.cat/esp

 

 

Testimonios SJ: Renzo de Luca SJ recuerda al P. Adolfo Nicolás

Renzo de Luca SJ, misionero argentino en Japón por más de 30 años, recuerda al P. Adolfo Nicolás SJ, al cumplirse un año de su fallecimiento.

Como actual Superior Provincial de Japón, la enseñanza del P. Nicolás lo sigue acompañando en su misión.

«Cuando el P. Nico era nuestro Provincial en Japón y yo estaba en Nagasaki, recuerdo haberle consultado sobre alguna actividad que quería hacer. Sintiendo que mi superior local no entendía mi punto, y esperando que el Padre Nico lo hiciera, le dije francamente que esa era la razón por la que le pedía su opinión. Recuerdo claramente que el P. Nico, con su sonrisa habitual, me dijo: “Si tu superior local no está de acuerdo, no esperes que yo lo haga”. Estaba decepcionado en ese momento, pero vi el punto. Ahora que soy Provincial, no tengo miedo de repetir esas palabras a mi gente, sabiendo que, aunque algunos se frustren, les ayudarán a crecer en nuestro camino.»

 

*Testimonio extraído de la Edición n|18 de la Revista Aurora: «Sindemia«.

Rezando voy: 10 años rezando juntos

Este sábado, 29 de mayo, fue la fecha elegida por @Rezandovoy para celebrar su 10º aniversario. Aunque la fecha exacta era el 9 de marzo, optaron por un encuentro virtual que ha resultado toda una fiesta  de nombres, testimonios y memorias.

Félix Cuadrado (Sinclair), de CVX Valladolid, y José Mari R. Olaizola, SJ son, desde su origen, los coordinadores del proyecto, y ellos se encargaron de guiar la retransmisión, que reunió en vivo a más de 5000 personas –ahora ya multiplicadas gracias a la posibilidad de verlo en diferido–.

Durante el encuentro hubo también ocasión para compartir algunas anécdotas de estos diez años, y para el diálogo con los participantes, que a través del chat fueron trasladando preguntas sobre el proyecto.

Con un brindis por la década cumplida y por las que vengan, culminó la celebración, que se puede ver aquí:

Elton Vitoriano Ribeiro SJ: ¿Sindemia y biopolítica?

En su artículo ¿Es la sindemia COVID-19 una cuestión de biopolítica?, el P. Ribeiro SJ, rector de las facultades jesuitas de Belo Horizonte (Brasil), describe las medidas que los distintos gobiernos adoptaron frente a la problemática del COVID-19.

Al extenderse el virus globalmente y ser considerado ‘pandémico’, la situación requirió de un ejercicio del ‘poder destinado a la preservación de la vida’ (bio-poder) que combinara prescripciones sanitarias con restricciones políticas que reaccionaran ante el fenómeno: sea que lo enfrentaran, sea que lo negaran.

A partir de esto, el artículo que inspira el título de la Revista Aurora nº 18 y que allí se reproduce, reflexiona en torno al concepto de ‘sindemia’, expresión que combina las nociones de pandemia y sinergia, en la mutua implicación de la problemática por el virus y las nuevas dinámicas que generan las políticas en torno al tema.

«Los términos biopolítica y biopoder son importantes para ayudarnos a comprender esta narrativa. El control político de la vida (bios) para mejorar la vida humana es parte de nuestra forma de gobernar, nuestras instituciones y nuestro imaginario social. Por ejemplo, la preocupación biopolítica de los gobiernos por la salud pública ha reducido la tasa de mortalidad infantil, aumentado la esperanza de vida y nos ha dado una mejor calidad de vida que la de nuestros antepasados. Nuestras empresas producen multitud de bienes de consumo que califican, facilitan y optimizan nuestra vida. No es exagerado decir que todas las prácticas políticas y de poder, de gobiernos e instituciones, giran en torno a la vida, sus procesos, sus necesidades, sus límites y sus posibilidades. Salud pública, medicina, educación, derecho, finanzas, organización social, deporte, ocio, cultura, religión, son solo algunos ejemplos que podríamos enumerar donde el control biopolítico de la vida está presente para bien y para mal.

A partir de entonces, la biopolítica se convierte en la clave interpretativa y hermenéutica de todos los análisis críticos de las formas de vida contemporáneas y las formas de poder político contemporáneo. Para describir esta compleja red de relaciones entre la pandemia de COVID-19 y la sociedad, surge un nuevo término: sindemia. De hecho, lo que tenemos ya no es una pandemia, sino una sindemia. Este concepto, sindemia, fue utilizado por el médico y antropólogo estadounidense Merrill Singer en 1990. Sindemia es propiamente un neologismo que une dos palabras “epidemia (sobre el pueblo)” y “sinergia (trabajo conjunto)”. Singer utilizó este término para explicar la situación en la que dos o más enfermedades se unen en un contexto determinado, que generalmente es dañino, al verse potenciadas por factores sociales y ambientales y, por eso mismo, potencia los efectos negativos de las interacciones de esas dos enfermedades en el medio ambiente. Luego, en 2009, Singer desarrolló y profundizó ese argumento en Introducción a las sindemias: un enfoque de sistemas críticos para la salud pública y comunitaria.

Este término pasó a primer plano con el editorial de Richard Horton en la prestigiosa revista The Lancet (26/09/2020), titulado: “COVID-19 no es una pandemia”. En ese texto, Horton recordó que las sindemias se caracterizan por interacciones biológicas y sociales. Por tanto, además del problema del contagio, las infecciones y las enfermedades, entran en juego las condiciones ambientales, culturales, políticas y económicas; especialmente en los países más pobres y en vías de desarrollo: problemas educativos, empobrecimiento, desempleo, problemas con el saneamiento básico, tratamiento de residuos, etc.

Es decir, lo que ocurre es un conjunto de problemas biológicos y sociales, que interactúan sinérgicamente y amplifican las complicaciones y dificultades que ya existen, haciendo de la unión una verdadera catástrofe o, mejor dicho, una catástrofe biopolítica.»

 

Para leer el artículo completo: https://drive.google.com/file/d/1349E5T4o6FlrxY9EPxEF2PnbtQQP2d0t/view 

El camino de conversión de Francisco Javier

Durante la semana de apretura del año ignaciano, el Padre General visitó el Santuario de San Francisco Javier, en Javier, España. El Año Ignaciano evoca, en primer lugar, la experiencia de conversión de Ignacio, que comenzó el 20 de mayo de 1521 en Pamplona, pero también incluirá el 400 aniversario de la canonización de Ignacio y Francisco Javier, que se celebrará el 12 de marzo de 2022. El equipo de comunicaciones de la Curia General en Roma entrevistó al P. José María Vicente, director del santuario de San Francisco Javier y superior de la comunidad jesuita:

  • El Año Ignaciano tiene por raíces la herida de Ignacio en Pamplona… pero el programa también incluye al compañero más famoso de Ignacio, Francisco Javier. ¿Cómo ve el lugar de Francisco en este año? ¿Cómo puede él participar en la dimensión espiritual del tema del Año Ignaciano: “Ver nuevas todas las cosas en Cristo”?

Creo que Francisco de Javier es un ejemplo vivo de que los Ejercicios le hicieron “ver nuevas todas las cosas en Cristo”.Al principio, cuando estudiaba en la Universidad de París, su forma de ver, igual a la de muchos de sus compañeros de estudio, era “para alcanzar algún beneficio o dignidad eclesiástica, y después con tal dignidad servir a Dios”, ha llegado a olvidarse de sí mismo y no pensar más que en dar a conocer la luz que es Cristo a los que no la conocen.

Si Ignacio vivió una experiencia que se inició con su herida en Pamplona y, desde ahí, comenzó un itinerario nuevo en su vida, podemos decir que Francisco también tuvo su propio proceso de conversión. Al mismo tiempo que vivió la gracia de apasionarse totalmente por el Señor, también vivió la gracia de formar parte de una auténtica “comunidad cristiana, religiosa, sacerdotal y jesuítica” que le hizo sentirse plenamente acompañado en su vida, muchas veces solitaria, como misionero del Señor.

El exégeta jesuita francés Xavier Léon-Dufour ha descrito muy bien al misionero de nuestro pequeño rincón del mundo. Escribió: “Francisco Javier permanece en el corazón de los cristianos, porque hace revivir ante sus ojos el misterio mismo de Jesucristo, nuestro Redentor y Señor.” “Su vida nos puede ayudar a admirar a Dios, el artista maravilloso que con el polvo y el barro modela obras maestras de humanidad y santidad.” “Pablo trae la luz definitiva de Cristo de Palestina a Europa, que es un mundo nuevo para él. Mil quinientos años más tarde, Javier va a hacer llegar hasta el Extremo Oriente los reflejos de esta luz.” “Si Javier ha plantado la cruz en lejanas tierras, es que antes la había plantado en su corazón de carne.”

  • Para el santuario y la comunidad, ¿qué representa la visita del Padre General con motivo de la apertura del Año Ignaciano?

A todos nos agrada conocer personalmente a nuestro P. General, a pesar de la brevedad de la visita. Y de alguna manera, sabiendo que el próximo 12 de marzo de 2022 se cumplen 400 años de la canonización, tanto de San Ignacio como de San Francisco Javier, la presencia del P. General en Javier también nos supone un deseo de fortalecer la misión de la Compañía en este lugar y el reflejo misionero que la Compañía ha tenido desde sus comienzos.

  • ¿Puede darnos ya algunas pinceladas de cómo se piensa celebrar el 400 aniversario de la canonización de Francisco Javier e Ignacio el 12 de marzo de 2022?

Podremos hablar de esto con más detalle el año que viene. Sin embargo, yo diría que todos los años hay una peregrinación a Javier por parte de la Iglesia de Navarra. Aquí acuden muchas personas para honrar a nuestro Santo patrón, dado que es el patrón de Navarra. A estas peregrinaciones les llamamos “Javieradas”. Se hacen dos durante el mes de marzo que coinciden con la Novena de la Gracia en honor de San Francisco Javier, del 4 hasta el 12 de marzo, fecha de la canonización. Por eso, en el año 2022, la Novena de la Gracia va a ser muy especial y más solemne. Además, en predicaciones y en los Ejercicios Espirituales pondremos a San Francisco Javier como ejemplo de quien ha vivido a la perfección la espiritualidad de san Ignacio expresada en los Ejercicios espirituales.

Fuente: jesuits.global/es

La paradójica conmemoración de una herida – Javier Melloni SJ

Por Javier Melloni, SJ
Cueva San Ignacio – Manresa, España

Es extraño que celebremos el quinto centenario de una herida, los quinientos años de una brusca y no buscada detención. ¿Cómo podemos celebrar una derrota, un fracaso, un dolor? En ese desconcierto comienza nuestra historia. ¿De dónde a dónde nos conduce esta lesión? ¿En qué hemos sido vulnerados o en qué hemos de ser todavía traspasados para que nos acerquemos a la detención que vivió Ignacio en Loyola primero y en Manresa después?

Una bola de cañón fue el medio divino para su conversión. También cada uno de nosotros ha recibido esa bombarda, por lo menos, una vez en su vida, o las veces que han sido necesarias para re-direccionarnos, para recordarnos que andábamos distraídos. Esa bombarda ha sido contundente y esa herida ha sido proporcionalmente profunda a nuestra distracción o desorientación.

¿No es algo similar a lo que también ha sucedido en nuestra biografía colectiva con la Pandemia? ¿Qué adversidad poderosa ha sido capaz de detenernos para ponernos en cuestión, semejante al golpe que recibió aquel soldado aproximadamente a sus treinta años, tiempo suficiente para haber recorrido territorios erráticos y tiempo también suficiente para poder rectificarlos y emprender el camino en la correcta dirección? ¿No es este nuestro tiempo? ¿No es acaso esta nuestra oportunidad?

¿Dejaremos que la celebración de este quinto centenario se quede en mera nostalgia o en una cosmética litúrgica, o seremos capaces de identificar nuestras propias heridas –las de cada uno, y también la colectiva, hecha todavía más patente a causa de la Pandemia- para convertirla en oportunidad de que en nosotros también se produzca una metanoia, una transformación de la mente y del corazón, que nos haga más capaces de responder a la voz de Dios?

¿Seremos capaces de cambiar nuestra identidad postiza para convertirnos en peregrinos, cojos para siempre como Ignacio -marca del paso de la gracia a través de nuestra vulnerabilidad- y como Jacob también, que caminó herido desde entonces tras su combate con el ángel? En ese combate, Jacob –que luego será Israel- dejó de ser un adolescente huidizo para convertirse en un ser humano capaz de afrontar los conflictos que tenía ante él. También Ignacio dejó de ser un joven ambicioso y errático en busca de su propia gloria para salir en pos de su Señor y de su Reino.

En el lecho convaleciente –personal y colectivo- en el que nos encontramos, ¿seremos capaces de distinguir nuestras fantasías de la verdadera llamada para la que hemos nacido, y que conjuntamente hemos de escuchar? ¿Seremos capaces de distinguir las satisfacciones que nos intoxican de las llamadas que nos desinstalan y nos ponen en camino?

Cuando hayamos emprendido la marcha hacia nuestra Jerusalén, ¿estaremos dispuestos a detenernos tantas veces como sea necesario, como le sucedió a Ignacio en Manresa, y descender a nuestros propios infiernos, a nuestras propias sombras, para recoger todos los residuos que hemos dejado en ellas?

¿Estamos realmente dispuestos a ver todas las cosas nuevas? ¿Dejaremos que a través de esa herida entre una Luz que nos deje ciegos de lo que ya sabemos para recibir una comprensión de Dios, del mundo y de nosotros mismos que todavía desconocemos?

Si es así, esa herida se habrá hecho fecunda en nosotros y habrá tenido sentido celebrar este quinto centenario, que tiene el riesgo de desmantelarnos como hizo con el benjamín de los Loyola. Dispongámonos a ser puestos en una nueva dirección, no la que elijamos nosotros sino la que se muestre cuando, escuchando, lleguemos a discernir la Voz de Dios.

¿No es esta la oportunidad que tenemos también planetariamente al experimentar nuestra vulnerabilidad colectiva?

Fuente: www.jesuits.global/es

Asamblea General del CELAM

Hoy 21 de Mayo finaliza la 38º Asamblea General del CELAM, con la participación de obispos de los 22 países que lo conforman, además de miembros de Dicasterios de la Santa Sede y de organismos de la Iglesia en América Latina y el Caribe.

Esta Asamblea General Ordinaria del Celam, la primera en la historia del organismo efectuada en modalidad virtual, atendiendo a las condiciones que atraviesa el continente por los efectos de la pandemia.

Al evento acuden 85 personas, entre miembros de la presidencia, representantes de la Santa Sede, presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, delegados de los episcopados, Obispos asesores, representantes de las agencias de cooperación, conferencistas e invitados especiales.

La 38ª. Asamblea General del Celam busca presentar el proceso de renovación y reestructuración del organismo, tarea encomendada a la actual Presidencia desde su elección en Tegucigalpa, en mayo de 2019. Una labor que se ha desarrollado con el apoyo de un grupo de obispos asesores. Como parte de la agenda se presentará la propuesta, los avances y testimonios de quienes han liderado el proceso desde diversas áreas y lugares del continente.

El apoyo de la Iglesia universal

La ceremonia de instalación comenzó con las palabras de bienvenida del presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte. En su mensaje el prelado reconoció que este proceso no es algo cerrado, subrayando que el CELAM debe ser un “centro propulsor de la conciencia misionera, de la conversión pastoral permanente, como Iglesia en salida y sinodal, caminando eclesialmente con el Pueblo de Dios y las Conferencias Episcopales”.

Así mismo explicó que el organismo ha enmarcado el proceso de renovación y reestructuración en la teología del “Concilio Vaticano II, la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida y el Magisterio del Papa Francisco”, que tiene como base los cuatro sueños proféticos de la exhortación Postsinodal Querida Amazonía.

Acto seguido la Secretaria General de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR), la hermana Daniela Canavina, dirigió un espacio de contemplación tomando como base la oración de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe.

Antes de dar paso a los trabajos de reflexión se compartieron los mensajes del Nuncio Apostólico de su santidad en Colombia, Monseñor Luis Mariano Montemayor, quien manifestó su cercanía a los miembros de la Asamblea exhortándolos a dejarse guiar por el Espíritu Santo en la tarea de discernir adecuadamente frente a la misión de renovar la estructura del Celam.

De la misma forma, el prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Cardenal Marc Ouellet, expresó su confianza para que “los frutos de esta asamblea eclesial después de un tiempo de escucha y reflexión, sean signo de una Iglesia en continua conversión pastoral y misionera que crece en la vivencia y la transmisión de la fe, la esperanza y la caridad“; teniendo presente que el cambio de las estructuras es fruto de la misionariedad y es esta experiencia la que motiva la transformación de las estructuras caducas a las nuevas. De lo contrario solo se hablaría de un estudio organizacional, un análisis funcional que margina los frutos de la misión paradigmática.

Por su parte el presidente de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico, Monseñor Rubén González, animó a los presentes a desarrollar su trabajo pensando en las comunidades de cada uno de los países y sus necesidades pastorales.

Un proceso en marcha

Las reflexiones se iniciaron con la intervención de Mauricio López, quien propuso una meditación sobre la memoria agradecida de todos los pasos que ha implicado el proceso de renovación y reestructuración del Celam.

Posteriormente el Dr. Agustín Salvia se refirió a la cuestión social de América Latina y el Caribe en el contexto del Covid-19, mientras que Austen Ivereigh centró su reflexión en una mirada contemplativa de la realidad desde las prioridades pastorales del Celam a la luz de Aparecida, asumiendo una visión universal y de esperanza en prospectiva hacia el 2031-2033.

Al respecto, el periodista británico señaló que “el intento de generar una Iglesia sinodal ha sido el aporte más importante del pontificado de Francisco”, reconociendo la claridad y la audacia de las propuestas” elaboradas para concretar el proceso de renovación y reestructuración del Celam.

No obstante, advirtió sobre la importancia de trabajar en la conciencia de que, por la unción del Espíritu Santo, la Iglesia latinoamericana es ahora la fuente de la Iglesia universal, y que los procesos sinodales que se han puesto en marcha aquí no son exclusivamente para el bien del pueblo y la Iglesia latinoamericanos, sino que son un tesoro para la Iglesia universal.

Finalmente, la jornada concluyó con la iluminación correspondió al Padre Carlos María Galli, coordinador del Equipo de Reflexión teológico-pastoral, quien abordó los fundamentos teológicos, eclesiológicos y pastorales del proceso de renovación y reestructuración del Celam.

Conocé más sobre el trabajo de cada jornada aquí: prensacelam.org

 

Fuente: prensacelam.org

Año Ignaciano: «Poner a Cristo en el Centro»

El 20 de mayo comenzó el Año Ignaciano de la Compañía de Jesús. Este año los jesuitas celebran un acontecimiento muy extraño: la herida de su fundador Ignacio de Loyola en una batalla en Pamplona en 1521. Ese acontecimiento cambió el curso de su vida; llevó a la fundación de la Compañía de Jesús, que a su vez provocó cambios dramáticos en la Iglesia y en la historia del catolicismo.

¿Qué se celebra?

Los jesuitas celebran el 500 aniversario de la conversión de San Ignacio de Loyola. Fue un tipo diferente de conversión. Pasó de ser un noble vanidoso centrado en el éxito mundano y la fama a ser el fundador de la mayor orden religiosa católica. Dios dio al mundo y a la Iglesia un precioso regalo a través de Ignacio: una espiritualidad que ayuda a seguir al Espíritu en todas las circunstancias de la vida.

¿Por qué esta celebración?

La celebración de los 500 años de la conversión de San Ignacio no se refiere principalmente al pasado. Se trata del presente y del futuro. Es una oportunidad para renovar y redescubrir las raíces ignacianas. Es una oportunidad para detenerse, hacer balance y volver a poner a Cristo en el centro. Se trata de una conversión continua y diaria.

  • El P. General Arturo Sosa dice:

Es bueno recordar que la herida que sufrió Ignacio en Pamplona no fue tanto un final feliz, como un comienzo feliz. La conversión consiste a veces en grandes momentos de cambio, pero también es un proceso interminable. Hay que poner a Cristo en el centro cada vez, una y otra vez. Este proceso es una peregrinación por caminos sinuosos, con subidas y bajadas, a veces teniendo que volver sobre nuestros pasos, a veces sintiéndonos perdidos. Pero encontrando en el camino personas que nos indican el camino y nos tienden la mano.

Este Año Ignaciano es una peregrinación de conversión. El Papa Francisco, en su reciente libro Soñemos juntos, dice que un peregrino es alguien “que se descentra y así puede trascender. Sale de sí mismo, se abre a un nuevo horizonte, y cuando vuelve a casa ya no es el mismo, y por eso su casa no será la misma. Este es un tiempo de peregrinación”.

Queremos ponernos en camino, dejándonos guiar suavemente por el Espíritu Santo, centrando nuestra vida cada vez más en Cristo y posibilitándonos ver nuevas todas las cosas en Cristo.

  • Sobre la conversión de Ignacio, el Papa Francisco dijo a la Compañía de Jesús:

A lo largo de su vida se convirtió […] puso a Cristo en el centro. Y lo hizo a través del discernimiento. El discernimiento no consiste en acertar siempre desde el principio, sino en navegar, en tener una brújula para poder emprender el camino que tiene muchas curvas y vueltas, pero dejarse guiar siempre por el Espíritu Santo que nos va conduciendo al encuentro con el Señor.

La iniciativa de este Año Ignaciano es del P. General Arturo Sosa, de la Compañía de Jesús. Pero extiende la invitación a todos, y en particular a todos los que se inspiran en la espiritualidad ignaciana: la gran familia ignaciana.

“Hay mucha colaboración con las congregaciones ignacianas femeninas y las organizaciones ignacianas laicas, como la Comunidad de Vida Cristiana (CVX)», dice el P. Sosa. «De hecho, la mayoría de las iniciativas y eventos tienen lugar a nivel local, en todo el mundo, y son una colaboración entre jesuitas y otros. Esto es algo que valoramos enormemente”.

  • Los principales eventos internacionales:

20 DE MAYO DE 2021

Apertura oficial del Año Ignaciano en Pamplona (España), exactamente 500 años después de que la bala de cañón alcanzara a Ignacio. Se celebrará una Eucaristía en la catedral con el Arzobispo Francisco Pérez González y el P. General Arturo Sosa y se retransmitirá en directo en https://youtu.be/YqE1hFOGC9Q

23 DE MAYO DE 2021

Peregrinos con Ignacio. Oración online con el P. General Arturo Sosa y el Papa Francisco para iniciar el Año Ignaciano. Transmitida tres veces, cada vez en inglés, español y francés en https://ignatius500.global/live/

12 DE MARZO DE 2022

Misa solemne en el Gesù de Roma con motivo del 400 aniversario de la canonización de San Ignacio, San Francisco Javier, Santa Teresa de Jesús, San Isidro Labrador y San Felipe Neri.

31 DE JULIO DE 2022

Clausura oficial del Año Ignaciano en la fiesta de San Ignacio.

Mensaje de la 41ª Asamblea de la CPAL

Mensaje final de la última Asamblea de la Conferencia de Provinciales jesuitas de América Latina y el Caribe, celebrada del 10 al 14 de mayo.

Estimados compañeros jesuitas y miembros del Cuerpo Apostólico

Una vez más nos hemos reunido virtualmente en Asamblea para compartir el camino que venimos haciendo como Conferencia. Ha sido un espacio para orar y discernir nuestra misión y para avanzar en el fortalecimiento de las redes y proyectos comunes. Además de los superiores mayores de nuestras provincias, participaron los asistentes del P. General para América Latina meridional y septentrional, los Superiores y Delegados de Cuba, Amazonas, Haití y Guyana-Jamaica. También participaron todos los miembros del equipo central de la CPAL.

Fueron presentados los informes de trabajo de los miembros del equipo central y también sobre otros temas particulares como: el Proyecto Caribe, la preparación del Año Ignaciano, el Servicio Jesuita a la Panamazonia, la Red de Radios, los proyectos de EduRed, el ‘modo nuestro de proceder’ de la RJM y del SJR/LAC, la Asamblea Eclesial Latinoamericana y del Caribe, y el estado general de las redes de la CPAL. Dedicamos también un tiempo para compartir los procesos de planificación apostólica de cada una de nuestras provincias y regiones, y la manera cómo podemos -guiados por las PAU- integrar y alinearnos en el PAC.2 como un solo y único cuerpo apostólico.

Para presentarle al Señor los frutos de nuestro discernimiento celebramos una eucaristía en la cual cada uno de los participantes compartió y bendijo el pan y el vino desde sus lugares de residencia. En ella dimos gracias por el camino recorrido y por las personas que nos han ayudado a avanzar, realizando sacramentalmente el misterio de ser un solo cuerpo animados y guiados por el mismo Espíritu.

Una preocupación especial durante estos días fue la situación particular de Colombia; nos sentimos muy cercanos a las juventudes y al pueblo que ha levantado su voz y que ha sido reprimido tan duramente por las fuerzas del Estado; enviamos un saludo fraterno y solidario a todos los compañeros y compañeras del cuerpo apostólico en Colombia que se sienten identificados con las justas reclamaciones. ¡Sigan adelante en la construcción de un futuro esperanzador para todos! El trabajo por la reconciliación y la justicia tiene que seguir animando nuestra vocación.

Con un corazón preocupado, sensible y solidario con todos aquellos que sufren en el mundo los rigores de la pandemia y sobre todo las consecuencias de las injustas condiciones en que le toca afrontarla a millones de conciudadanos, nos encomendamos confiados a Nuestra Señora del Camino para que nos conceda, en este Año Ignaciano, la gracia de ser puestos con el Hijo y solamente desear y elegir hacer la voluntad del Padre a través de su Espíritu.