Falleció el P. Stan Swamy SJ, activista de los Derechos Humanos en la India

El padre Stan Swamy, de 84 años, destacado defensor de los adivasis y los marginados de la India, falleció el lunes 5 de julio en un hospital de Bombay. Fue acusado injustamente y encarcelado el pasado mes de octubre y, a pesar de su edad y su frágil salud, se le negó la libertad bajo fianza. Recemos por él; demos gracias por su vida entregada a los pobres.

Más información en el sitio web de la JCSA.

Más información en el sitio web del SJES.

Justicia Restaurativa: un tema que convoca al Consejo del P. General

El P. Arturo Sosa SJ, Superior General de los jesuitas, ha convocado a los miembros de su Consejo a reunirse durante 3 días en clima de oración y reflexión con el objetivo de comprender, poner en práctica y trabajar juntos en torno al concepto e idea de Justicia Restaurativa. Para eso, se invitó a un especialista en la materia, el padre Guido Bertagna, sacerdote jesuita que participa en el “Gruppo giustizia riparativa” de Turín, uno de los lugares donde se ha desarrollado especialmente este enfoque que pretende reanudar el diálogo o establecer vías de curación para personas heridas.

En la entrevista realizada por la oficina de comunicaciones de la Curia General, Guido Bertanga comenta que llegó a Roma por invitación del P. General y sus Asistentes,  con una propuesta que implicó meses de trabajo a distancia y que fue pensada en clave de retiro: con momentos de intercambio, de reflexión y de formación.

Recuperando el concepto que propone la ONU sobre justicia restaurativa en el que se la define como “cualquier proceso en el que la víctima y el delincuente y, en su caso, cualquier otro individuo o miembro de la comunidad afectado por un delito, participan juntos activamente en la resolución de los problemas derivados del delito, normalmente con la ayuda de un facilitador”, Guido agrega: «En comparación con las formas más tradicionales de justicia, la justicia restaurativa no se traduce en asumir pasivamente la pena por parte del culpable. Por el contrario, se propone y esfuerza por hacer posible un camino, activo y muy exigente, de revivir el lugar del delito, el dolor y la culpa, para llegar, si es posible, a un encuentro entre las partes “enemigas”

A modo de profundizar y dar claridad en el concepto, añade: «se ha descrito como justicia que sana (en vez de castigar) o justicia del encuentro. Es una justicia que no llega de la mano de las consabidas preguntas “¿quién es el culpable?”, “¿con qué sanciones debe ser castigado?”, sino “¿qué te/nos ha pasado?”, “¿qué podemos hacer para reparar el mal y el daño cometido?”.

Para finalizar, Guido Bertanga reconoce que éste concepto puede ayudarnos a cambiar de mirada sobre las relaciones humanas, sus heridas y tensiones. Con un enfoque esperanzador, afirma que «la Justicia Restaurativa puede ser especialmente valiosa y fructífera hoy, tanto para la Iglesia como para la Compañía.»

Fuente: jesuits.global/es

La Red de Radios Jesuitas presenta la Asamblea Eclesial Latinoamericana

La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, a realizarse en noviembre de este año, es un proceso en el que se invita a participar toda la comunidad eclesial latinoamericana. Para la ocasión, la Red de Radios jesuitas de América Latina y el Caribe ha elaborado cinco producciones radiales en las que explican en qué consiste la Asamblea y cómo participar del Proceso de Escucha.

Los audios cuentan con la colaboración de Mauricio López, quien ha estado impulsando el Proceso de Escucha y es el coordinador del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral del CELAM.

Cada corte radial tiene una duración menor a 40 segundos y pueden ser usadas libremente. El objetivo principal es que se pueda dar a conocer más y mejor la Asamblea y las diferentes formas de participar en ella.

En el siguiente enlace se puede descargar cada recurso: Descargar las producciones radiales

Palabra de la CPAL: Congreso Internacional de Ejercicios Espirituales 2021

La Palabra que la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe (CPAL) comparte a jesuitas y colaboradores en el mes de Julio.

Por Roberto Jaramillo, SJ – Presidente de la CPAL 

Congreso Internacional de Ejercicios Espirituales 2021

De la herida a una nueva vida: Acoger, Conversar, Transformar

(Lunes 25 al Jueves 28 de octubre del 2021)

La Compañía de Jesús nació de una herida. Ignacio de Loyola, vivió, desde su herida en Pamplona, un encuentro con Dios que transformó su límite en un camino de santidad. La herida de Pamplona es solo el punto de partida, pero se nos revela como una señal contundente de los lugares en los que Dios sigue haciéndose presente en nuestra historia y desde donde nos sigue llamando hoy. Las heridas, los heridos, el límite como apertura a Dios, nos convocan en este congreso para imaginar juntos, caminos de transformación del dolor y la pasión, en alegría, consolación y fiesta. Desde la herida hasta el reconocimiento de la santidad. Dos esquinas del relato de Dios, atravesadas por un camino que nos ha seducido y nos sigue atrayendo.

     Queremos que este congreso sea un espacio de reflexión que pueda dinamizar la vida de todo el cuerpo apostólico de la Compañía de Jesús en América Latina y El Caribe, con el aporte de especialistas de varios rincones del mundo, que se sienten interpelados por la herida transformada que está a la base de la primera preferencia apostólica universal. Cuando nos aproximamos a las heridas y a los heridos de nuestro tiempo, no podemos dejar de escuchar la invitación que Ignacio recibió a transformar el límite en apertura y a dejar que Dios se siga asomando al mundo desde la fragilidad.

     La dinámica del congreso supone un movimiento que esperamos produzca una ejercicio profundo y transformador. Después de la inauguración, con una eucaristía y una conferencia de apertura, el primer día nos acercaremos a la realidad de las heridas y de los heridos de hoy, como ‘mediación socio-analítica’, para darle contexto y carne a la reflexión que haremos (ACOGER). El segundo día estará marcado por la ‘mediación hermenéutica’ que ilumina, desde la Escritura y desde el texto de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, la misión de mostrar el camino hacia Dios, como principio y fundamento de nuestra misión hoy (CONVERSAR). El tercer día, la ‘mediación práctica’, nos ayudará a descubrir caminos y alternativas de encarnación de la experiencia de los Ejercicios Espirituales y del discernimiento, que generen las transformaciones que esta experiencia produjo en Ignacio, hasta llevarlo a vivir conforme al proyecto de Dios para él y para el mundo (TRANSFORMAR).

     Las conferencias centrales orientarán los días y serán seguidas por paneles y talleres con reflexiones y experiencias que irán de acuerdo con la estructura del Congreso. El primer y segundo día, en la tarde, ofreceremos un espacio de diálogo con los maestros que estarán a cargo de las conferencias centrales y unos testimonios con experiencias de EE alternativos. Queremos que el Congreso sea internacional, pero sin perder el acento latinoamericano, que enfatiza, no solo las dimensiones personales y psicológicas, sino también los contextos históricos y la realidad en la que se encarna la experiencia de los Ejercicios Espirituales. 

     Con el aporte de todas las provincias de la CPAL y sus centros de espiritualidad, podremos ayudar a todo el cuerpo apostólico a celebrar el Año Ignaciano con una reflexión profunda sobre las heridas y los heridos de nuestro tiempo, que son capaces de llevarnos a una nueva vida.

Fabián Antúnez SJ, Obispo electo de la Diócesis San José de Mayo

En el día de hoy, el Papa Francisco nombró al P. Fabián Antúnez SJ como nuevo Obispo de la diócesis de San José de Mayo (Uruguay). A sus 52 años, el P. Antúnez SJ se desempeña como Superior y Rector de la Comunidad del Colegio Seminario de la ciudad de Montevideo.

En su nuevo cargo, sucederá a Mons. Antonio Fajardo –actualmente titular de Salto-, como 5º obispo de la Diócesis creada en 1955 por Pío XII, que comprende los Departamentos de Flores y Trinidad.

En el mensaje dirigido a toda la Provincia Uruguaya, el P. Rafael Velasco SJ, Provincial de los jesuitas en Argentina y Uruguay, escribió:

«Queridos Compañeros:

El Santo Padre ha nombrado obispo de la Diócesis de San José de Mayo (Uruguay) al padre Fabián Antúnez, sj.

Pidamos por Fabián en esta nueva misión que le es encomendada, deseando que pueda cumplirla con fidelidad y entrega, así como lo ha hecho en las misiones que la Compañía le ha encomendado. Recemos también para que Fabián pueda vivir con paz y alegría esta misión.

Por otra parte, sentimos perderlo para la misión en nuestra Provincia, aunque sabemos que esta nueva tarea será para bien mayor de la Iglesia.

Lo encomendamos en nuestra oración y deseamos que Dios lo bendiga.»

Video mensaje a las comunidades de San José y Flores

 

Comunicado de prensa de la Conferencia Episcopal del Uruguay

Comunicado de prensa de la Diócesis de San José de Mayo

Profundizando en la conversión de Ignacio

El Instituto Universitario de Espiritualidad de la Facultad de Teología de Comillas, organizó un ciclo de conferencias dedicadas a la celebración de los 500 años de la conversión de San Ignacio. La inauguración corrió a cargo de Julio L. Martínez, SJ, en uno de sus últimos actos como rector de la universidad, antes de la entrada en cargo de Enrique Sanz, SJ. “Estamos en un momento de redescubrir lo esencial”, apuntó.

En la primera conferencia, el decano de Teología, Francisco Ramírez Fueyo, SJ, se preguntó «¿Qué celebramos?» A lo largo de su intervención hizo un repaso por lo que supuso históricamente la conversión de San Ignacio. “No fue cuestión de un día. Encontró felicidad y paz en la revelación de Dios”.

Durante la segunda conferencia, el profesor Fernando Millán Romera respondió a “¿Por qué celebramos?”. En su conferencia, Millán recordó que San Ignacio se entregó a la vida con total generosidad y aludió a las palabras del papa Francisco: “El sueño de Dios para Ignacio no se centraba en Ignacio, se trataba de ayudar a las almas. Era un sueño de redención, un sueño de salir al mundo entero, acompañado de Jesús, humilde y pobre”.

La tercera conferencia llevó por título “¿Para qué celebramos?” y corrió a cargo del profesor Pablo Alonso Vicente, SJ. “Conmemorar la conversión de Ignacio es recordar que la llamada a la conversión es una llamada continua”, señaló.

Se pueden ver los vídeos de estas conferencias en este enlace.

Fuente: infosj.es

Nuevo video sobre el P. Pedro Arrupe: «Para qué vivimos»

En este mes de junio se ha publicado un nuevo vídeo sobre el P. Arrupe. Se trata de un proyecto en varias lenguas, y ya existe la versión en inglés y en español. Cuenta con la participación del jesuita español, biógrafo de Arrupe, Pedro Miguel Lamet, quien afirma:

“Arrupe es, en estos momentos que está su proceso de canonización en marcha, un testimonio de luz y de confianza, un puente entre oriente y occidente, un hombre universal, un hombre que está por encima de los nacionalismos, que quería tener el pasaporte de ciudadano del mundo, un hombre que nos decía a todos que no tuviéramos miedo.”

Fuente: infosj.es

Vocaciones: Deseos a unos días de ser ordenado sacerdote

Por Dani Cuesta SJ

Después de 14 años en la Compañía de Jesús, al acercarse el momento de mi ordenación sacerdotal, recuerdo las palabras que me dijo un compañero pocos días después de mi entrada al noviciado: la ordenación llega después de mucho tiempo de preparación y entonces uno se da cuenta de que nunca estará preparado para ella.

Estos meses de estudio en Roma me han ayudado a poner palabras a una intuición que he ido viviendo estos años. Y es que, la vocación sacerdotal (como toda vocación cristiana) no se basa en una búsqueda de la felicidad personal o de la realización humana, sino más bien un camino de conformación y configuración con el Dios de Jesucristo, desde una plenitud que no se acerca demasiado a aquella que deseamos de manera natural.

Por ello, creo intuir que el sacerdocio no será esa felicidad de la que a veces hablamos cuando damos testimonio vocacional, ni tampoco la que aparece en los bailes y euforias que se publican en las redes sociales. No, se trata más bien de un entender la vida desde una entrega llamada a trascender nuestros traicioneros estados de ánimo, comprendiendo que se trata de algo más grande. En el fondo, la vida de Jesús fue una entrega total y feliz de sí mismo, pero sería ingenuo imaginar que en el momento de la Última Cena, al lavar los pies a sus discípulos y partir con ellos el pan, lo hiciera con la euforia con la que nosotros a veces hablamos de nuestra entrega. Esta felicidad, esta entrega sacerdotal de la vida, tiene que ver más con ese «amar hasta que duela», del que hablaba santa Teresa de Calcuta. Con una felicidad profunda, discreta y capaz de encajar incluso aquellos momentos en los que nuestras fuerzas nos pidieran abandonar, pero la voz de Dios en nuestro interior, y el clamor del mundo, nos llaman a seguir entregándonos con Cristo junto al pan y el vino.

A pocos días de mi ordenación, desde mi propia experiencia de vida religiosa y la de muchos de mis compañeros, también intuyo que en el sacerdocio no encontraré la realización humana que podría hallar desde otra opción de vida. Creo que la vocación religiosa y sacerdotal hablan de la entrega de la vida y de las propias capacidades a una realidad mayor que el proyecto personal, como es el Reino de Dios, que no está ni aquí ni allí, porque está en medio de nosotros (Lc 17, 21). Un Reino que es tan palpable como inalcanzable, tan de la Tierra como del Cielo. Un Reino que se construye desde la entrega alegre de la vida, desde la renuncia feliz, que integra nuestros enfados y decepciones cuando no entendemos por qué debemos hacer las cosas o donde nos lleva la vida. Un Reino que se descubre naciendo en cada paso de nuestra peregrinación. Un Reino que es ofrenda del pan y el vino (de nuestro trabajo), que Dios transforma en su Cuerpo y en su Sangre.

Es fácil hablar de unas realidades tan profundas como estas a pocos días de mi ordenación sacerdotal, cuando todo está inundado por la consolación, la alegría y la ilusión. Por eso, mi primera petición, sería que, cuando lleguen los nubarrones de la vida y me sienta cansado y desanimado, pueda recordar estas palabras y vivencias y experimentar que son la verdad de mi vida, trascendiendo incluso mi estado de ánimo. Pero, con todo, creo que la petición más importante, a pocos días de ser ordenado, es la de que mi vida sea cada vez más conformada y configurada con Cristo desde la entrega, trascendiendo incluso mi estado de ánimo a Dios y a los demás (en especial de aquellos que experimentan cualquier tipo de pobreza). Algo que pido de corazón y con emoción, con palabras de nuestra tradición ignaciana: «alma de Cristo, santíficame», «dadme vuestro amor y gracia, que esta me basta».

Fuente: pastoralsj.org

Del egocentrismo a poner a Dios en el centro

En el contexto del Año Ignaciano, el sacerdote jesuita Vernon D’Cunha, hace un recorrido por el itinerario espiritual de San Ignacio. En el texto presenta y reflexiona sobre algunos principios de la espiritualidad ignaciana que considera más sugerentes.
Por Vernon D’Cunha
¿Quién era San Ignacio? ¿Un hombre espiritual, un hombre piadoso y santo? ¿Un hombre profundamente temeroso de Dios, dado a la oración? Cierto que no, al menos durante los primeros 26 años de su vida. El mismo Ignacio dice que hasta los 26 años fue un hombre entregado a las vanidades del mundo, preocupado principalmente por un fuerte y estúpido deseo de ganar fama.
  • Dos ejemplos:
  1. En una ocasión, un grupo de jóvenes lo cercó contra un muro. Inmediatamente sacó su espada y cargó contra ellos con tal violencia y fiereza, que si alguien no lo hubiera detenido, habría matado a alguno o lo habrían matado a él.
  2. En segundo lugar, puede que Ignacio sea el único santo con antecedentes penales certificados ante notario: por riña nocturna con intención de causar daños graves.

Me gustaría compartir con los lectores algunos principios de su espiritualidad, que me resultan más atractivos.

Encontrar a Dios en todas las cosas

Significa que nada cae fuera del ámbito de la vida espiritual. La espiritualidad ignaciana considera que todo ofrece la posibilidad para un posible encuentro con Dios. En el Principio y Fundamento de los Ejercicios Espirituales, Ignacio quiere que nos hagamos indiferentes a la salud o a la enfermedad, a la vida larga o corta, a la honra o a la deshonra, a la riqueza o a la pobreza… porque en todo ello hay ocasión para encontrar a Dios. Dios está presente en todos y en todo, trabajando por su maduración. En definitiva, todo participa de la fuente que es Dios, como los rayos de sol participan del sol y el agua que mana de la fuente participa de la fuente.

¿Cómo ha sido nuestro encuentro con Dios en el ambiente de la segunda ola brutal de la pandemia de Covid-19? ¿Qué mensaje nos ha dirigido Dios en estas difíciles circunstancias, tan desafiantes?

Contemplativos incluso en la acción

Estamos llamados a ser contemplativos incluso en la acción, y esto significa ser personas de acción que a la vez tienen una postura contemplativa frente al mundo. En lugar de concebir un tipo de vida espiritual encerrado entre los muros de un monasterio, Ignacio considera que todo el mundo es nuestro monasterio. Este concepto -tan novedoso y radical para la vida religiosa de aquella época- supone una invitación y significa un reto para nosotros hoy. Es una condición sine qua non si queremos encontrar a Dios en todas las cosas.

Libertad y desprendimiento

En mi opinión, lo que nos impide una vida de libertad y sana alegría es que estamos desmesuradamente apegados a personas y a cosas. Tenemos afectos desordenados. Tener afectos y apego a determinadas personas y cosas es bueno. Pero un apego desmedido y desordenado trae consigo tristeza y dolor. Todo afecto es en sí mismo atractivo. Pero cuando llega a ser desordenado, no da vida. Provoca muerte. Ignacio nos invita a avanzar hacia tener apegos ordenados. Hacerlo supone ser más libres y más felices. Ciertamente, Ignacio quiere que tengamos vida y que la tengamos en plenitud.

Discernimiento

La pandemia de Covid-19 reclama de nosotros que estemos constantemente tomando decisiones. Vivimos una crisis a la vez global, por su propagación y su impacto, y local en lo que tiene de visible. Ha afectado a casi todo y a casi todos, y nos ha enfrentado a multitud de alternativas. El reto ha consistido en elegir correctamente al enfrentarnos a muchas alternativas en conflicto. Para hacerlo, las Reglas de Discernimiento de los Ejercicios Espirituales pueden resultar de utilidad. Son válidas y relevantes hasta el día de hoy, aunque han pasado más de 470 años. Hunden sus raíces en la realidad y han resistido la prueba del tiempo. El desafío no estriba simplemente en conocer las reglas, sino en tener la sabiduría y la gracia de saber cómo y cuándo utilizarlas.

El Magis

El magis, ‘todo para la mayor Gloria de Dios’, es una de las señas de identidad de nuestra espiritualidad. La mediocridad no tiene cabida en la visión del mundo de Ignacio. La espiritualidad del magis es la espiritualidad de las infinitas posibilidades. No es una espiritualidad que ponga en peligro de infarto. Es una espiritualidad que aporta profundidad, alegría y un soplo de aire fresco a la vida. El Padre General, al hablar del magis, dice que es una llamada no sólo a hacer más, sino también a hacer las cosas mejor.

Conclusión

La vida de Ignacio es la historia de un hombre centrado en sí mismo que acaba siendo un hombre centrado en Dios. A lo largo de los años, Ignacio fue creciendo en facilidad para encontrar a Dios, hasta el punto que, hacia el final de su vida, podía decir, llamándose a sí mismo peregrino: “En cualquier momento y lugar en que quería encontrar a Dios, podía hacerlo”. Que San Ignacio nos bendiga a todos con esta gracia, para que podamos arder con Dios como él lo hizo.

Fuente: jesuits.global/es

El discernimiento que nos lleva a lo mejor

En el ciclo que anima la Pastoral vocacional de la diócesis de San Martín – Argentina, el padre Pablo Savoia, Damián Barneche y el sacerdote jesuita Emmanuel Sicre se refirieron al tema del discernimiento espiritual.

“El discernimiento no solo es saber elegir entre el bien y el mal, sino que es elegir lo mejor. Esto es un proceso y debería ser una actitud de vida”, afirmó Damián Berneche. Por su lado, el P. Pablo indicó que “la vida se va desarrollando entre lo bueno y lo mejor. ¿Y por dónde pasa lo mejor?  En lo que es mejor para mí. Para discernir me tengo que conectar con mis deseos, con lo que pasa en el mundo y también conectarme con la Palabra de Dios. El criterio fundamental de discernimiento teológico es la presencia de Cristo y de sus signos mesiánicos. Discernir de esta forma es ver lo que Dios ya está haciendo en el mundo y en mi vida”.

“Para discernir hay que hacer silencio y saber escuchar. Escuchar mis deseos, a Dios en su palabra, escuchar a lo que ocurre a mi alrededor. Tenemos que dar espacio para que Dios hable, debe haber silencio, hay que rezar, tener cultura de oración”, destacó Savoia. Y agregó Barneche: “El discernimiento no es algo cerrado, ni algo solo intelectual, debemos estar abiertos a una experiencia multisensorial, tanto física como espiritual”. Según los expositores, el discernimiento es experimentar todo y quedarse con lo mejor, buscar la voluntad de Dios, querer que nuestras elecciones se ubiquen entre la Palabra de Dios y la historia humana. También es una danza de deseos, entre mis profundos deseos y el deseo de Dios. Y es un don, una gracia que hay que pedir siempre y un proceso constante de búsqueda y escucha. No se trata de preguntar lo que debo hacer, no es obra exclusiva de la persona, no es tarea sólo intelectual, sino también espiritual y sensorial, no es elegir entre lo bueno y lo malo, sino distinguir grises y matices.

En cuanto a las condiciones para el discernimiento está la capacidad de silencio y escucha en la oración y tener con quien confrontar a través de un acompañamiento espiritual. También se presentan obstáculos, como no darnos tiempo para escuchar, tener ansiedad o no conocernos debidamente. Finalmente, el padre Emmanuel Sicre SJ desde la comunidad del colegio de la Inmaculada de Santa Fe, dijo: “Tenemos que saber dónde estamos parados. San Ignacio dice que tenemos que ver cuál es nuestro estado espiritual, si estamos consolados o desolados. Y está bueno que objetivemos esto con un acompañante espiritual. Yo elegí a la Compañía de Jesús porque me enamoró el modo en que esta congregación sigue a Jesús: somos como monjes viviendo en el mundo”.

Fuente: radiomaria.org