Jesuitas Mendoza: Palabras de bienvenida del P. Leonardo Amaro SJ

En el mes de Diciembre del año pasado, el P. Leonardo Amaro SJ, asumió como rector del Templo del Sagrado Corazón en la ciudad de Mendoza. Fue en el mes de Febrero de este año que comenzó concretamente con las tareas asignadas a su nueva misión, relevando en este servicio al P. José María Mattaldi.

En su mensaje de bienvenida dirigido a colaboradores de las obras confiadas a los jesuitas en Mendoza y  a la comunidad eucarística del Templo del Sagrado Corazón, el P. Leonardo Amaro sj afirmó: «Me he sentido muy acogido y acompañado por todos. Agradezco de corazón el afecto y la bienvenida. Me encuentran con deseos de que caminemos juntos y de que mi humilde servicio, unido al de mis compañeros jesuitas, contribuya a revitalizar la vida cristiana en esta zona de la ciudad.»

Sus experiencias previas le permitieron llegar mejor preparado a esta nueva misión: «Antes de llegar por acá estuve casi siete años de párroco en la Sagrada Familia de Córdoba, donde se fue forjando mi corazón de pastor.«, agregó.

Encomendamos a Dios este nuevo desafío asumido por el P. Leonardo, a sus compañeros jesuitas en Mendoza, y a toda la comunidad ignaciana presente en el Templo.

Lee el mensaje completo en jesuitasmendoza.ar

 

 

El Papa Francisco invita a redescubrir la centralidad de la misa

A medida que en muchos países se reabren las iglesias tras la pandemia, el Papa pide a los católicos que redescubran la centralidad de la misa del domingo para su fe y su espiritualidad.

Lo dice en un mensaje enviado a la Semana Litúrgica Italiana celebrada en Cremona, que ha leído el organizador del encuentro, Mons. Claudio Maniago:

“El tiempo de privación ha permitido tomar conciencia de la importancia de la liturgia divina en la vida de los cristianos, que encuentran en ella la mediación objetiva que requiere el hecho de que Jesucristo no es una idea ni una emoción, sino una persona viva, y su Misterio es un acontecimiento histórico”.

A principios de este año, el Papa invitó a los católicos a ver la liturgia como modo de alimentar la oración personal y construir comunidad. Explicó que “toda la espiritualidad cristiana se basa en la celebración de los sagrados misterios”. “Un cristianismo sin liturgia, me atrevo a decir que quizás sería un cristianismo sin Cristo, sin un Cristo completo”.

En su mensaje, el Papa pide a los organizadores de este encuentro que busquen modos de ayudar a las parroquias a mantener viva la fe tras el «ayuno litúrgico» del año pasado, con el que ha disminuido la asistencia a misa entre ciertos grupos de edad.

«Que el domingo, la asamblea eucarística, los ministerios, el rito, salgan de esa marginalidad hacia la que parecen precipitarse sin remedio, y recuperen su centralidad en la fe y la espiritualidad de los fieles”. Mons. Claudio Maniago

El tema de la Semana Litúrgica Italiana de este año, que se aplazó a causa de la pandemia, es una frase del Evangelio de Mateo: “Donde dos o tres se reúnen en mi nombre: Comunidades, liturgias y territorios”.

Fuente: romereports.com

CPAL: nuevas propuestas del Sector Parroquias y Templos

El lunes 7 de junio, los coordinadores parroquiales pertenecientes a la Red Latinoamericana de parroquias confiadas a la Compañía de Jesús – RELAPAJ, se encontraron de manera virtual para hacer un balance sobre el trabajo de la pastoral parroquial en los últimos meses y compartir novedades del sector.

Una nueva página web

En ese mismo espacio se presentó el nuevo sitio web – sjparroquiasytemplos.org –  con el que se pretende: dar conocimiento masivo de la ubicación de las parroquias y templos de la Compañía de Jesús en Latinoamérica, y lograr una mejor interacción entre agentes de pastoral (Catequistas, Jóvenes, Ministros de la Comunión, Misioneros, Voluntarios, Colaboradores de la Liturgia, Músicos, etc.)

La publicación de una nueva página web surgió a partir de la necesidad de explicitar el servicio que desea brindar y por el que trabaja la pastoral parroquial. Se pretende ir incorporando documentos para el trabajo común y datos de referencia de cada Parroquia y Templo. La plataforma es gestionada por el equipo de Delegados Provinciales del sector, quienes se reúnen cada dos meses para compartir la vida y misión desde las parroquias.

Iniciativas comunes

Como balance de lo compartido y trabajado en las últimas reuniones, surgieron nuevas ideas en el equipo de Delegados, entre ellas:

  • Encuentro LAyC de colaboradores de Cristo en la misión parroquial;
  • Reformular el documento «Características de las Parroquias Jesuitas»;
  • Retomar virtualmente los Encuentros de Formación;
  • Compartir material de Ejercicios Espirituales;
  • Ofrecer la Escuela Ignaciana de ARU como espacio de formación, etc.

Encuentro de colaboradores LAyC

Para el mes de Julio se ha convocado al 1er Encuentro de laicos/as, religiosas y jesuitas que colaboran en Parroquias y Templos jesuitas de América Latina y el Caribe. 

Guiado por el lema «Junto a Ignacio compartimos nuestras heridas y caminos de conversión», será una instancia para presentarse, conocerse, compartir entre Provincias, tejer redes y formar comunidad.

«Este primer encuentro Latinoamericano y Caribe de laicos, religiosas y jesuitas que colaboran en Parroquias y Templos, en principio es por el Año Ignaciano y también para seguir profundizando en la interacción entre jóvenes, catequistas, ministros de la eucaristía. Es decir, que todos los agentes de pastoral en las parroquias puedan estar en conexión y que no sea sólo desde los párrocos, sino que sea todo el sujeto apostólico el que se encuentre”, afirma Juan Berli SJ, Delegado de la Provincia Argentino Uruguaya.

 

 

Juan José Berli SJ: nuevo delegado de Misión para la Red Latinoamericana de Parroquias Jesuitas

Juan José Berli SJ acompaña acutalmente a las comunidades parroquiales de Luján y Fátima en la Diócesis de Quilmes, es asistente nacional de CVX y delegado provincial del sector colaboración en ARU.

En el mes de Agosto, la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe, le ha asignado una nueva misión. Así nos lo cuenta: 

El pasado 15 de agosto, fiesta de la Asunción, Roberto Jaramillo SJ presidente de la CPAL, me ha nombrado Delegado de Misión para el servicio parroquial y coordinador de RELAPAJ (Red Latinoamericana de Parroquias Jesuitas).

Eso me hace miembro del equipo central de la CPAL, aunque ejerciendo el cargo sin ser residente en Lima. La anterior coordinadora, Roxana Gutierrez, y los jesuitas José Raul Arbelaez (COL) y Fernando Casillas (MEX) continuarán siendo miembros del equipo asesor. Ya para la próxima reunión -17 de septiembre- de delegados provinciales de este sector estaré participando de manera activa.

Me anima poder colaborar con este servicio que ofrecemos los jesuitas a la Iglesia, concretamente con el aporte de nuestra espiritualidad y la inserción apostólica en las diversas realidades más pobres de cada Diócesis. Es un desafío permanente poder fecundar con nuestra experiencia misionera desde la impronta de los Ejercicios este apostolado parroquial. Creo que allí confluyen muchas obras nuestras: apostolado social, educativo, espiritual, misionero, grupos/movimientos, juventud, adicciones, migrantes y como no, también el apostolado intelectual.

Se me pide colaborar en el fortalecimiento de la vinculación entre las diferentes líneas de acción apostólica: “enredando” el apostolado parroquial con AUSJAL, Fe y Alegría, FLACSI, CENTROS SOCIALES, INDÍGENAS, JÓVENES, VOCACIONES, CLACIES, y con otras muchas iniciativas que iré conociendo en el caminar del servicio.

Otros dos desafíos más son el de continuar el trabajo de formación de agentes pastorales y las iniciativas de misión parroquial de “salida” a las fronteras.

¡El Señor se sirva de mi instrumentalidad para no descuidar la actual misión parroquial de Lágrimas y Luján! Cuento ya con el apoyo de mis compañeros de comunidad -Gabriel, Fabio, Agustín-. Les pido también a ustedes, hermanos SJ de la Provincia, su intercesión y compañía.

Encuentro a distancia del sector Parroquias y Templos: «A épocas difíciles, tiempos de grandes deseos»

A comienzos del mes de Agosto, los representantes del Sector Parroquias y Templos de nuestra Provincia,  se reunieron de manera virtual para compartir un espacio de diálogo, oración y reflexión comunitaria. Tomás Bradley SJ, delegado del sector, comparte sobre lo vivido en el encuentro.

Por Tomás Bradley SJ

Nos hemos reunido para rezar juntos, compartir vida, reflexionar, teniendo en cuenta nuestra vivencia de comunidad en torno a una Parroquia o Templo.

Titulamos al encuentro: “Signos de los tiempos, signos de Dios, anuncio, denuncia y compromiso”. Buscamos crecer en una conciencia despierta que desea al mismo tiempo estar unida en el Dios de Jesucristo como “su cuerpo”, reflexionando para responder mejor a la voluntad de Dios presente en nuestro hoy.

Lo hacemos en este marco: inmersos en “tiempos difíciles”, épocas de cambio o cambio de época. La pandemia ha sacado a la luz muchas luces de la humanidad actual y ha iluminado, muchas sombras de “cómo nos estamos viviendo como comunidad global y sus consecuencias locales”. Ya usar el término comunidad  para nombrar la humanidad, tiene más de utopía que de realidad.

Pero vamos a seguir diciendo “comunidad global” por el deseo que nos inspira. Como hablamos de la patria grande, al nombrar a América Latina, como la soñaron San Martín y Bolivar; o como la vivió sufriendo el exilio, Gervasio de Artigas: “Los pueblos libres”. Con más razón si soñamos desde la locura de Cristo de desear la “fraternidad entre todos los hombres”. El vayan y bauticen a todos los pueblos en el amor que él nos enseñó y vivió hasta la cruz, no es una utopía, no es un sueño irreal.

Esta decisión tiene mucho que ver con “aquel que nos llamó a su seguimiento”. Tiene que ver con su modo de ser y de acercársenos. Tiene que ver con su modo de morir y de enviarnos al mundo.

Si intentamos desentrañar un poco los signos de Dios en los signos de estos tiempos, nos encontramos con… Me animo a describir algunos…

1.- Grito que es denuncia: un grito que clama hasta ensordecernos por su contundencia: “no somos propietarios del mundo que Dios nos encomendó”. Nadie lo es.

2.- Compromiso en GRATUIDAD, herencia y legado: como miembros de comunidades “gratuitas” hacemos una opción por lo común, sin desear apropiarnos de nada.

3.- La pequeñez, allí la verdadera grandeza: nuestras PEQUEÑAS COMUNIDADES LOCALES son gigantes protagonistas del rescoldo muy vivo de libertad, humanidad y compromiso social.

4.- La TRASCENDENCIA. Mirando más allá de nosotros: “trascendencia” como fecundidad que nos precede y será “con nosotros” signo de vida cuando ya no estemos.  Trascendencia es Dios, es el hermano, trascendencia es el que piensa distinto…

5.- “Nueva arte-sanidad”: la lógica del “trabajo como una compulsión” (en concepto de Eric Fromm), ha de ceder al encuentro entre lo global y local, entre lo productivo masivo con la artesana dedicación local.

6.- La conversión continua: somos nosotros los llamados a una continua conversión al Cristo presente en el otro. Esta conciencia de asumir como propio el cambio que queremos generar, no puede sernos ajeno.

7.- Luz en las tinieblas: Donde hay ausencia de Dios, hay presencia de maldad. Nuestras vidas pequeñas, artesanales, que cobijan son una  propuesta de verdadera luz.

Que San Ignacio interceda para que no dejemos de salir al encuentro, discerniendo aquello que va quedando en nuestro interior, para que siguiendo las mociones del Buen Espíritu nos dispongamos a ayudarlo a hacer presente su Redención siempre nueva.

Vaticano: la comunidad parroquial renovada al servicio de la evangelización

La Congregación para el Clero dio a conocer hoy la Instrucción “La conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia”, promulgada el pasado 29 de junio en el que se abordaron los diversos proyectos para la reforma de las parroquias, entre la falta de vocaciones y un compromiso renovado de los laicos para anunciar.

El documento trata el tema de la pastoral de las comunidades parroquiales, de los diferentes ministerios clericales y laicos, con el signo de una mayor corresponsabilidad de todos los bautizados.

El texto recuerda, fundamentalmente, que “en la Iglesia hay lugar para todos y cada uno puede encontrar su lugar” en la única familia de Dios, respetando la vocación de cada uno.

El Dicasterio para el Clero, a petición de diversos obispos, sintió la necesidad de elaborar un instrumento canónico-pastoral relativo a los diversos proyectos de reforma de las comunidades parroquiales y de reestructuración diocesana, ya en curso o en fase de planificación, con el relativo tema de la unidad y de las zonas pastorales.

El documento, se propone ponerse al servicio de algunas opciones pastorales, ya iniciadas hace tiempo por los pastores y “experimentadas” por el pueblo de Dios, para contribuir a su evaluación y a la adecuación del derecho particular con el derecho universal.

En esta perspectiva se destaca el papel del párroco como “pastor propio” de la comunidad, pero también se valoriza y resalta el servicio pastoral relacionado con la presencia en las comunidades de diáconos, consagrados y laicos, llamados a participar activamente, según su vocación y ministerio, en la única misión evangelizadora de la Iglesia.

El documento no contiene novedades legislativas, pero propone formas de aplicar mejor la legislación vigente, a fin de fomentar la corresponsabilidad de los bautizados y promover una pastoral de cercanía y cooperación entre las parroquias. Lo que emerge, sobre todo, es la urgencia de una renovación misionera, de una conversión pastoral de la parroquia, para que vuelva a descubrir ese dinamismo y esa creatividad que la llevan a estar siempre “en salida”, con la contribución de los bautizados.

Compuesta por once capítulos, la Instrucción podría dividirse en dos áres: la primera (cap. 1-6) ofrece una amplia reflexión sobre la conversión pastoral, el sentido misionero y el valor de la parroquia en el contexto contemporáneo; la segunda (cap. 7-11), en cambio, se ocupa de la distribución de las comunidades parroquiales, los diferentes papeles que se desempeñan en ellas y las modalidades de aplicación de las relativas normas.

La parroquia, “casa en medio de las casas”

Signo de la presencia permanente del Señor Resucitado en medio de su pueblo, la parroquia es “casa en medio de las casas” – se lee en la primera parte del documento – y su sentido misionero es fundamental para la evangelización.

La globalización y el mundo digital han cambiado su vínculo específico con el territorio, que ya no es sólo un espacio geográfico, sino un espacio existencial. Pero es precisamente en este contexto que surge la “plasticidad” de la parroquia, capaz de captar las exigencias de los tiempos y adaptar su servicio a los fieles y a la historia. Por este motivo, la Instrucción subraya la importancia de una renovación en clave misionera de las estructuras parroquiales: lejos de autorreferencialidad y esclerotizaciones, deben centrarse en el dinamismo espiritual y en una conversión pastoral basada en el anuncio de la Palabra de Dios, la vida sacramental y el testimonio de la caridad.

La “cultura del encuentro” deberá ser además el contexto necesario para promover el diálogo, la solidaridad y la apertura a todos: de este modo, las comunidades parroquiales podrán desarrollar un verdadero “arte de la cercanía”. En particular, la Instrucción recomienda el testimonio de la fe en la caridad y la importancia de la atención a los pobres que la parroquia evangeliza y por quienes se deja evangelizar. Todo bautizado debe ser protagonista activo de la evangelización -reitera la Congregación para el Clero- y, por tanto, es esencial un cambio de mentalidad, una renovación interior para que se pueda llevar a cabo una reforma misionera de la pastoral. Naturalmente, estos procesos de cambio deberán ser flexibles y graduales, porque todo proyecto debe situarse en la vida real de una comunidad, sin imponerse desde arriba y sin “clericalizar” el servicio pastoral.

Divisiones parroquiales

La segunda parte de la Instrucción se abre con el análisis de las divisiones parroquiales: en primer lugar, se explica que deberán seguir el factor clave de la proximidad, teniendo en cuenta la homogeneidad de la población y las características del territorio. A continuación, el documento se centra en los procedimientos específicos relativos a la incorporación, la fusión o la división de las parroquias, así como en los relativos a los Vicariatos Foráneos que agrupan varias unidades parroquiales y las áreas pastorales que agrupan varios Vicariatos Foráneos.

El párroco, “pastor propio” de la comunidad

Está al servicio de la parroquia, y no al revés -recuerda la Instrucción- y cuida de las almas. Por consiguiente, el párroco debe haber recibido la Orden del presbiterio; cualquier otra posibilidad está excluida. Administrador de los bienes de la parroquia y su resentante jurídico, el párroco debe ser nombrado por tiempo indeterminado, ya que el bien de las almas requiere estabilidad e implica el conocimiento de la comunidad y su cercanía.

Sin embargo, la Instrucción recuerda que, cuando una Conferencia Episcopal lo establezca por decreto, el obispo puede nombrar un párroco por un tiempo determinado, siempre que no sea inferior a cinco años. Además, una vez cumplidos los 75 años, el párroco tiene el “deber moral” de presentar su renuncia, pero no se retirará del cargo hasta que el obispo la haya aceptado y comunicado por escrito. En cualquier caso, la aceptación siempre será por una “causa justa y proporcionada”, para evitar una concepción “funcionalista” del ministerio.

Los diáconos: ministros ordenados

Una parte del octavo capítulo está dedicada a los diáconos: colaboradores de los obispos y de los presbíteros en la única misión evangelizadora, son ministros ordenados y participan, aunque de manera diferente, del Sacramento del Orden, en particular en el ámbito de la evangelización y de la caridad, incluso en la administración de los bienes, la proclamación del Evangelio y el servicio de la mesa eucarística. No deben ser considerados, por lo tanto, “mitad sacerdotes y mitad laicos”, dice la Instrucción citando al papa Francisco, ni deben ser vistos desde la perspectiva del clericalismo y el funcionalismo.

El testimonio de los consagrados y el compromiso generoso de los laicos

La Congregación para el Clero reflexiona también sobre los consagrados y los laicos dentro de las comunidades parroquiales: de los primeros, se recuerda no tanto “el hacer”, como “el ser testigos de un seguimiento radical de Cristo”, mientas de los laicos se subraya la participación en la acción evangelizadora de la Iglesia y se les pide “un compromiso generoso” para ser un testimonio de vida conforme al Evangelio y al servicio de la comunidad parroquial. Los fieles laicos, por otra parte, pueden ser instituidos lectores y acólitos (o para el servicio del altar) de forma estable, con el rito pertinente, establecida su plena comunión con la Iglesia Católica, de una formación adecuada y de una conducta personal y pastoral ejemplar. En circunstancias excepcionales, podrán recibir otros encargos del Obispo, “con su prudente criterio”: celebrar la Liturgia de la Palabra y el rito de las exequias, administrar el Bautismo, asistir los matrimonios, con previa licencia de la Santa Sede, y predicar en la iglesia o en un oratorio en caso de necesidad. Sin embargo, bajo ninguna circunstancia pueden dar la homilía durante la misa.

Los organismos de corresponsabilidad eclesial

La Instrucción reflexiona también sobre los organismos parroquiales de corresponsabilidad eclesial, incluyendo el Consejo de Asuntos Económicos: de carácter consultivo, presidido por el párroco y compuesto por al menos tres miembros, es necesario ya que la gestión de los bienes de una parroquia es “un ámbito importante de evangelización y de testimonio evangélico para la Iglesia y la sociedad civil”. Los bienes son de la parroquia y no del párroco, recuerda la Congregación para el Clero; por lo tanto, será tarea del Consejo de Asuntos Económicos hacer crecer una “cultura de la corresponsabilidad, de la transparencia administrativa y de apoyo a las necesidades de la Iglesia”. Es también consultivo el Consejo pastoral parroquial, cuya institución está “recomendada vivamente”: lejos de ser un mero organismo burocrático, este Consejo debe generar una espiritualidad de comunión, poniendo en evidencia la centralidad del Pueblo de Dios como sujeto activo de la evangelización. Su principal función es la investigación y el estudio de propuestas prácticas para iniciativas pastorales y caritativas de la parroquia, en sintonía con el camino de la diócesis. Para ser operativas, tales propuestas deben ser aceptadas por el párroco.

No a las “tarifas” para los sacramentos, que la ofrenda sea libre

El último capítulo se detiene sobre las ofrendas por la celebración de los sacramentos: deben ser “un acto libre” de parte del oferente y no deben ser exigidos como si fueran un impuesto o un arancel. La vida sacramental no “mercantilizada –recomienda la Instrucción- y la celebración de la Misa, como las otras acciones ministeriales, no pueden estar sujetas a aranceles, negociación o comercio. Por el contrario, se exhorta a los sacerdotes a dar un ejemplo virtuoso en el uso del dinero, a través de un estilo de vida sobrio y una administración transparente de los bienes de la parroquia. De esta manera, podrán sensibilizar a los fieles para que contribuyan voluntariamente a las necesidades de la parroquia que también “son suyas propias”.

Hay que recordar que la presente Instrucción viene después de la Instrucción interdicasterial de 1997, dedicada al tema “Ecclesia de mysterio, sobre algunas cuestiones relativas a la colaboración de los fieles laicos en el ministerio de los sacerdotes”, y de la Instrucción de 2002, publicada por la Congregación para el Clero y centrada en “El presbítero pastor y guía de la comunidad parroquial”.

Fuente: aica.org

La práctica religiosa «no es una actividad esencial, es una necesidad vital»

Luego de varios encuentros con las autoridades de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, representantes de diferentes cultos emitieron una declaración conjunta titulada “Los derechos del pueblo argentino de relacionarse con Dios y practicar su culto en todo tiempo”.

La declaración tiene fecha 14 de julio de 2020 y está firmada por el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina; el gran rabino Gabriel Davidovich, monseñor Pablo Hakimian, eparca de los Armenios y monseñor Iosif Bosch, arzobispo de la Iglesia ortodoxa griega de Buenos Aires y Sudamérica. Fue entregada en mano al Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, con copia al Director de Entidades y Cultos, Federico Pugliese.

El documento se centra en la práctica religiosa en tiempos de pandemia. Al respecto, aseguran que “no es una actividad esencial, es una necesidad vital”.

“Cuando las circunstancias son adversas, como sucede durante la pandemia que padecemos, se hace más visible su mejor rostro: el de la solidaridad para con el prójimo sin distinción”, destaca la declaración, al tiempo que advierte sobre los intentos por invisibilizar a Dios: “No se lo menciona ni se lo tiene en cuenta, desconociendo que el nuestro es un pueblo de fe, y que es fundamental el apoyo de las comunidades religiosas para que el Estado pueda aplicar con éxito las medidas para enfrentar la emergencia”.

“No pedimos privilegios ni nada que ponga en riesgo la salud: solo esperamos coherencia y una mirada integral del ser humano”, aclaran los referentes religiosos, y añaden: “Al acercar nuestras reflexiones lo hacemos con la más noble intención de contribuir al bien común, llamando la atención sobre la omisión de la dimensión más importante de todo ser humano”.

Afirman que la dificultad en aceptar que se postergue el rito religioso «deja de lado el recurso más importante para quienes en sus convicciones de fe y raíces espirituales encuentran fortaleza, salud y esperanza.»

Podes leer el texto completo en: aica.org

 

La olla que une a varias parroquias

En Montevideo, las comunidades parroquiales de Villa del Cerro se unieron en solidaridad para colaborar con las familias más necesitadas del barrio. Acompañados por los párrocos Guillermo Porras y Rubén Strina SJ, el día 1 de abril se abrieron las puertas de las parroquias Nuestra Señora de la Ayuda y Nuestra Señora Fátima para llevar adelante esta iniciativa. La revista Entre Todos nos cuenta en detalles de qué se trata la «olla que una a varias parroquias».

Reportaje completo

En la Capilla Cruz Alta, a metros de la fortaleza del Cerro, funciona una olla popular en la que participan, de una u otra forma, las parroquias y movimientos de la zona.

Bernarda y Óscar llevan 36 años juntos y viven en la calle Filipinas, al lado de la capilla donde desde hace unos años funciona el programa Volver A Empezar (VAE), impulsado por la Asociación San Juan Apóstol. En la crisis de 2002 instalaron una olla popular para ayudar a los que lo necesitaban. Cuando se agudizó la crisis por la pandemia,  retomaron la iniciativa: el 1° de abril abrieron la capilla para todos los que necesitaran un plato de guiso.

“Nos juntamos con otros tres conocidos de la capilla porque vimos que el barrio  necesitaba algo así”, cuenta Bernarda. Ella es auxiliar de cocina en un salón de fiestas (ahora sin actividad), pero el que revuelve la olla es su marido, que trabaja de maitre en el mismo local. Colaboran Sandra y Marcelina —hermanas entre sí—, y Alfredo y Paola. Esta última es la única que recuperó su trabajo después de un tiempo en el seguro, pero igual mantiene el voluntariado cuando vuelve a su casa tras 12 horas de ausencia. Además de ellos, hay otros anotados en «lista de espera», por si es necesario suplantar a alguien. La iniciativa convoca a las distintas comunidades de la zona, principalmente a las parroquias Ntra. Sra de la Ayuda y Ntra. Sra. De Fátima. Los párrocos —P. Guillermo Porras y P. Rubén Strina, respectivamente— están en lo cotidiano: visitan mientras
cocinan, consiguen donaciones, se acercan a la gente, leen el Evangelio.

También, si es el caso, le piden a los encargados que fijen un tope de beneficiarios, cuando ven que las donaciones que consiguen no alcanzan para tantos platos. El P. Leonel Burone, de Casabó, está presente también.

Todos colaboran

Como en otras iniciativas de este tipo, la olla sale adelante gracias a la generosidad de muchos. De los encargados que ponen su tiempo y a veces su dinero —“estamos siempre tratando de colaborar, a veces sale de nuestro bolsillo”, contaba Óscar— pero también de los mismos beneficiarios: una señora que deja algo de dinero para pagar el gas, otra que acerca unas verduras.

Además está lo que obtienen los sacerdotes y lo que otros consiguen: un amigo de Óscar que donó para una garrafa, la ex novia de su hijo, su hijo, otro conocido de Rivera… toda una red social que involucra también a la vecina que prestó una olla más grande y a quien donó un equipo deportivo de marca para hacer una rifa y así tener dinero para comprar anafes o ingredientes. El carnicero que cobra un poco menos, los reponedores del gas que hacen algún descuento.

Y todo va para el guiso. La tarde en que ENTRE TODOS fue a hacer fotos, el plato se complementó con queso conseguido por uno de los sacerdotes. Otras veces son panchos
o carne, que se agregan a la base de verduras y fideos.

Trabajo en equipo

Los seis organizadores empiezan temprano en la tarde. Se reúnen en el salón principal de la capilla, donde habitualmente son las reuniones semanales del VAE, que ahora no se realizan a causa de la pandemia. En ese espacio que tiene una cruz pintada en la pared, imágenes de Jesús y carteleras, instalaron el horno y el anafe para las ollas. Ahí pican las verduras, cocen los garbanzos, cortan los panes. Cuando llega, Paola lee un tramo de la Biblia en voz alta.

También está la parte “administrativa”: llevan una lista con nombre y dirección de los beneficiarios, donde figura cuántos platos lleva cada uno. Ese día son unos 110 niños
y 120 adultos. Cuando son cerca de las seis, empieza a llegar la gente. Vienen del mismo Cerro o de Casabó. Son uno por familia y primero retiran un número, luego será el  momento de entregar su tupper para que lo llenen con el guiso caliente.

Las medidas de salud se cuidan en todo momento: los voluntarios tienen siempre guantes y tapabocas, usan alcohol en gel, las personas mantienen la distancia entre sí y no ingresan al templo devenido en cocina. Y siempre mantienen una sonrisa y el buen humor, señal de que hacen las cosas por amor a Dios y a los demás.

De tres a dos días

Al comienzo, la olla funcionaba los días miércoles, sábados y domingos. Por falta de donaciones, ahora será los miércoles y domingos.

Contacto por donaciones: 2311 1150 o 2311 1674.

Fuente: Revista Entre Todos

Misión Itinerante en Santa Lucía

Desde el día 4 de diciembre de este año, el Padre Alejandro Gauffin y un grupo de misioneros provenientes de Tucumán, Córdoba y Salta estuvieron acompañando al pueblo de Santa Lucía, Tucumán en la celebración de una novena.

Por Alejandro Gauffin SJ 

Hemos concluido la Novena y Misión en Santa Lucía (Tucumán). Ambas comenzaron el 4 de diciembre de este año 2019.

El pueblo de Santa Lucía, adornado por una vegetación exuberante por ser el “pedemonte”, que se encuentra a 50 kilómetros de Tafí Del Valle, tiene una historia que ha marcado a su gente: la pérdida del Ingenio como única fuente de trabajo en los años sesenta y el operativo independencia que se llevó a cabo en los años setenta.

El ingenio se conserva intacto y está ubicado en el medio del pueblo y es mudo testigo de los hechos que empobrecieron a su gente y dejaron heridas que todavía necesitan ser curadas.

Allí fuimos invitados por su párroco, el Pesbítero Jacinto Salomón Ale, quien había solicitado al P. Ángel Rossi SJ que se atendieran esas dos actividades. En la Iglesia prediqué la novena y en el pueblo, nuestros misioneros, un total de 22 venidos de Salta, Tucumán y Córdoba, recorrieron muchas de las manzanas de los barrios más humildes. Todo esto con mucho fruto y contento de la gente del lugar que nos recibió con afecto.

Los lugares en donde nos alojamos fueron muy sencillos, la comida preparada con mucho cariño y siempre abundante

Los jóvenes venidos de Tucumán, acompañados por la hermana Cris Azabal, Mercedaria, comenzaron la misión desde el primer día de la novena y llegaron a las primeras manzanas del pueblo de Santa Lucía. Ellos prepararon el camino para el grueso de los misioneros que llegaron a partir del 7 de diciembre e hicieron actividades para los niños y los jóvenes del pueblo en los últimos días de la novena

Los jóvenes misioneros se sumaron al festival de la canción cristiana que se celebró en los últimos días.

Un grupo de once jóvenes misioneros de Salta, cercanos a la parroquia San José Obrero y también a obras de Manos Abiertas, tuvieron la iniciativa de celebrar “la noche de la misericordia” con adoración del santísimo sacramento, una tarea pastoral que ellos ya están llevando adelante en la Iglesia de la Merced en Salta.

El 13 de diciembre, fiesta de Santa Lucía, la celebración fue todo el día: 3 misas de peregrinos, misa de “apromesados”, “misa del medio de la procesión” presidida por el Obispo de Concepción,  José María Rossi O.P. y la presencia de peregrinos de muchas partes de Tucumán y de otras provincias de Argentina.

 Nos acompañaron en el último día de la novena Angel Rossi SJ y el hermano Luis Rausch.

Nuevas parroquias en Quilmes

Los compañeros jesuitas pertenecientes a la nueva comunidad dependiente en la diócesis de Quilmes, junto al Padre Provincial, Rafael Velasco SJ fueron recibidos por el obispo de Quilmes y visitaron los barrios y dependencias de las Parroquias Nuestra Señora de las Lágrimas y Nuestra Señora de Luján.

Juan Berli SJ será el párroco y administrador. Junto a Fabio Solti, Gabriel Prefumo y Agustín Rivarola residirán en la casa parroquial.

Monseñor Tissera acompañó al Provincial y a quienes residirán allí, presentando algunos grupos de la Parroquia y los recibió, junto al clero diocesano, en un almuerzo de bienvenida.

Testimonio del flamante Párroco, Juan Berli SJ

“Ayer regresamos consolados. Sentimos la compañía de Jesús. Fuimos recibidos fraternalmente por los obispos y presbiterio, que hicieron su última reunión del año, muy participada (unas 60 personas aproximadamente), y una cálida bienvenida.

Conocimos las 2 parroquias encomendadas, algunas de las personas que trabajan en las Lágrimas y Guadalupe (Barrio La Matera). Nos acompañaron Mons. Tissera y los párrocos, Felix Gibs y Fernando Montes.

Conocimos también la casa de nuestra comunidad jesuita, agradable y más que suficiente para los 4. Ahora, con la coordinación de Fabio y la colaboración de todos Uds. nos queda amoblarla completa.

Recibir algo de cada comunidad SJ, lo que sea, significaría fundar esta comunidad desde el Cuerpo, colaboración en la misión. Así lo sentimos y queríamos compartírselos. Deseamos comenzar a vivir desde el 15 de enero.

Los nombramientos de Párroco de las Lágrimas y Administrador parroquial de Lujan serán el 16 y el 22 de febrero, respectivamente.

Gracias y que el Señor nos siga mostrando su misericordia en Su misión.”