Escuelas cerradas llenas de vida – Por Leonardo Nardín S.J.

Leonardo Nardín SJ es el Delegado para el Sector Educación de la Compañía de Jesús en Argentina y Uruguay, y nos actualiza sobre la actividad de las Instituciones Educativas en este tiempo de cuarentena, que desde el comienzo y con el pasar de los días se convirtió en tiempo de adaptación, de trabajo en equipo y de reflexión conjunta.

Escuelas cerradas llenas de vida – Por Leonardo Nardín S.J.

Este tiempo extrañísimo e inédito que estamos viviendo ha exigido una reacción casi instantánea para no quedar sepultados. En el caso de los colegios, la respuesta se ha elaborado, al menos en germen, casi en un fin de semana largo, el del 21 al 24 de marzo, cuando después del decreto de cuarentena, directivos y docentes tuvieron que preparar el modo de seguir con la misión de formar porque recibían el martes 25 el requerimiento de alumnos y familias para ver cómo seguir. Ese fin de semana fue corto, con días larguísimos que incluían las noches, las comunicaciones virtuales y la creatividad al extremo. Con lo que había, había que reacomodarse.

Así, los educadores y tantos otros “se animaron a entregar todo lo que poseían para aportar un poco de cura, de calma y alma a la situación” (Francisco, Un plan para resucitar, Vida nueva, 17 de abril 2020). Y la atención a la realidad que exigía adaptaciones a la nueva situación hizo surgir mucha generosidad, siempre dando un paso más (lo propio de la misericordia que no se contenta con el “trabajo a reglamento”). Y fuimos testigos de colegios que se han ingeniado para solucionar problemas de conectividad modificando las exigencias, acercando materiales impresos casa por casa, abriendo espacios de radio y ofreciendo diversidad de posibilidades para aprender. También vimos colegios que volvieron a cocinar, a acercar alimentos, a hacer colectas. Y constatando la angustia que la situación hacía surgir, vimos a maestros, tutores, directivos que se ocuparon de contener, de ofrecer espacios de oración, de reflexión, de llevar respuestas a problemas muy concretos. 

Y aunque se vean las escuelas cerradas, la vida sigue por otros cauces, renovados, y seguramente será como semilla de vida para el después de la pandemia, donde la nueva normalidad será distinta, sin duda, y nos queda la esperanza de que, como dice el Papa Francisco, “toda la vida de servicio y amor que ustedes han entregado en este tiempo volverá a latir de nuevo” (ídem). Y nos queda la esperanza de haber aprendido a mirar mejor y más profundo, a sentir más la humanidad en su fragilidad y en la gran fortaleza de la caridad, en haber experimentado que estamos todos en el mismo barco y en la vulnerabilidad se nos caen las caretas que pueden distanciarnos, y que nos necesitamos (gracias a Dios), y que cuando nos queremos y nos ayudamos ocurren los milagros. Dios quiera que aprendamos a que necesitamos vivir y trabajar juntos y que no nos lleva lejos caminar solos. Dios quiera que el post pandemia “nos encuentre con los anticuerpos necesarios de la justicia, la caridad y la solidaridad. Que no tengamos miedo a vivir la alternativa de la civilización del amor, que es una civilización de la esperanza: contra la angustia y el miedo, la tristeza y el desaliento, la pasividad y el cansancio. La civilización del amor se construye cotidianamente, ininterrumpidamente. Supone el esfuerzo comprometido de todos. Supone, por eso, una comprometida comunidad de hermanos (ídem).

Como red del Sector Educación ARU, nos agrupamos los colegios de la Compañía más los de Fe y Alegría y los centros educativos de Manos Abiertas.

Todos los años solemos encontrarnos como red, y este año nos tocó hacerlo de modo virtual. Faltó el calor de la presencia y las calorías de las meriendas regionales, pero compensó la posibilidad de una asistencia casi masiva que elevó al número a casi 200 participantes. Y fue muy consolador que todo el Encuentro fuera resultado de muchos equipos de trabajo que han aportado armónicamente sus reflexiones y experiencias para ofrecer un espacio de rezar y pensar sobre la identidad y el rol del Directivo. Nos dejó mucho para seguir aportando más a la misión de la Compañía de Jesús en el sector educativo. En este link podrás encontrar más contenido sobre el Encuentro: https://youtu.be/OmKcKtSHtf4

 

Si querés conocer más sobre la Red Argentino Uruguaya de Colegios Ignacianos podés acceder a su canal de Youtube haciendo click aquí: RAUCI Comunicaciones

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