J. M. Rodríguez Olaizola SJ: Bailar y dialogar con el tiempo, desde la madurez

Bailar con el tiempo es el nuevo libro de José María Rodríguez Olaizola SJ. El jueves 05 de octubre fue el día elegido para su presentación, un diálogo-entrevista guiado por el jesuita Antonio Allende. La conversación llevó a profundizar en algunos de los temas que propone el libro, desde la metáfora del baile como imagen para hablar del vivir y discurrir de la vida.

En el texto encontramos una reflexión muy audaz sobre en qué consiste ese paso de la juventud a la vida adulta y las batallas que seguramente forman parte de casi todas las vidas: por la libertad, por saber vivir historias y no puros presentes desencadenados, por encontrar el amor verdadero, por aceptar los límites…

“¿Qué hace que la gente no quiera madurar hoy?”, el autor lo sintetizó en dos respuestas: los miedos y las renuncias. Reconoció que algunos de los miedos de los que habla el libro han sido grandes miedos personales suyos en el pasado y en otros todavía se reconoce. Son miedos muy humanos: al fracaso, al rechazo, a la soledad … y para sortearlos Olaizola exhorta “¡No dejes que el miedo te paralice!”. Así como propone no fijarse en las renuncias que conlleva madurar, sino en las elecciones en positivo que acarrea.

También se dialogó de la madurez que existe en los ámbitos de la sociedad más pública, y en especial el modo infantil como se tratan hoy públicamente los problemas, sin profundidad ni matiz. Un caldo de cultivo para su idea del auge de “la cultura de la cancelación” que explica así: “Es el tengo derecho a no escuchar aquello que me molesta” y para ello “tú te callas porque lo que vas a decir me pueda herir”.

Para Olaizola madurar tiene que ver, entre otras cosas, con “descubrir donde quieres echar raíz”, aprender a vivir los días grises y educar una mirada no egocéntrica que entienda que el otro es otro, independiente de tu propia realidad.

Con “Bailar con el tiempo”, el autor da continuidad a otra de sus obras donde la temática también se vehiculaba con el baile, “Bailar con la soledad” publicado en 2018. Y, nunca mejor dicho, si Dios quiere, esta trilogía se completará con un tercer volumen, ya en mente del autor, que se titularía “Bailar con Dios”.

Fuente: infosj.es

Sínodo: 3 primeras claves

La participación de toda la Iglesia: la presencia de no obispos enriquece el proceso. Especialmente de las mujeres, con derecho a voz y a voto, sobre todo las religiosas están siendo protagonistas positivas estos días.

La disposición de los participantes: el modo de estar con los otros, mirándose a los ojos, en 35 mesas redondas, ayuda la escucha atenta, el diálogo franco y mejora el proceso de discernimiento comunitario.

Esto impide que las –inevitables- tensiones perjudiquen el discurrir de la Asamblea y que unas pocas personas, amparadas en su jerarquía, acaparen la voz de la Asamblea.

La conversación espiritual: cuando en círculos menores, los 35 grupos comparten lo vivido al finalizar cada módulo como lenta apropiación de un modo de ser Iglesia al que el clericalismo no está aún acostumbrado.

#Sinodo | Card. Hollerich SJ: «No temer a las tensiones»

El Card. Relator General del Sínodo inició la segunda semana de trabajos del Sínodo convocando al desafío de la fraternidad y apertura de las puertas de la Iglesia a todas las personas, al modo de Jesús, dando testimonio del amor de Dios por el mundo aún frente a grupos “que podrían irritarnos porque su forma de ser podría parecer una amenaza a nuestra identidad”.

Al retomar las actividades, el tema en que se centrarán los ‘círculos menores’ por la dinámica de la conversación espiritual, se centra en la comunión y cómo ser más plenamente signo e instrumento de unión con Dios y unidad del género humano.

Las reflexiones teológicas del P. Radcliffe op, la prof. Anna Rowlands y el testimonio de 4 experiencias eclesiales en torno al tema central, el Card. Hollerich subrayó que esta 2ª semana los participantes deberán confrontarse «con preguntas precisas y concretas», fortalecidos por el «clima de colaboración» construido, en el que «empezaron a pasar del ‘yo’ al ‘nosotros’

25° Aniversario del Centro de Espiritualidad Ignaciana de Argentina (CEIA)

En consonancia con la frase ignaciana “Traer a la memoria tanto bien recibido” (EE 234), el pasado miércoles 27 de septiembre tuvo lugar en el Salón de Actos del Colegio del Salvador (Callao 542) el festejo del 25° Aniversario del Centro de Espiritualidad Ignaciana de Argentina (CEIA).

La invitación fue abierta a tantos amigas y amigos que han participado y colaborado en Ejercicios Espirituales, cursos y diversas propuestas coordinadas desde el CEIA. Cerca de ciento cincuenta personas pudieron acercarse a este momento ideal para sentirse familia en el CEIA, conocer y recordar su historia y celebrarla.

El evento se inició con una eucaristía presidida por el Padre Provincial Rafael Velasco sj. Luego continuó con testimonios de religiosos y laicos, testigos del camino recorrido durante estos 5 lustros de actividad compartida comunitariamente, todos agradecidos de esta espiritualidad ignaciana, que tanto bien hace al ayudar a ver a Dios en todas las cosas. 

Incluyó asimismo un reconocimiento especial a Marita De Lorenzi y Susana Viñas, que hace 10 años fueron convocadas a formar parte de este equipo, y siguen participando en él, voluntariamente y con el mismo compromiso de siempre.

La ceremonia finalizó con un brindis y un ágape donde se respiraba fraternidad en esta bendición de Dios que ha sido y seguirá siendo el CEIA.

Elena Yeyati, colaboradora.

Mirá las fotos de la celebración en nuestra galería de imágenes

¿Qué tiene de particular el sínodo sobre la sinodalidad?

¿Qué es exactamente un sínodo?

Un sínodo es una reunión – tradicionalmente de obispos – para ayudar a la Iglesia a avanzar en una dirección común. La palabra “sínodo” procede del griego syn-hodos, que significa “el mismo camino”. Los sínodos eran habituales en los primeros siglos del cristianismo, y daban a los obispos la oportunidad de reunirse y debatir cuestiones de importancia para la vida de la Iglesia. En 1965, el Papa Pablo VI instituyó el Sínodo de los Obispos a nivel universal de la Iglesia. Quería encontrar un modo de continuar el intercambio fraternal y colegial que se había ensayado en el Concilio Vaticano II. Desde entonces, se organizan sínodos cada dos o tres años, que reúnen a obispos, expertos y delegados diversos para tratar temas como la Eucaristía, la Palabra de Dios, el Próximo Oriente, la nueva evangelización, la familia, los jóvenes, y la Amazonia.

¿Qué tiene de particular este sínodo sobre la sinodalidad?

A diferencia de los sínodos anteriores, el objetivo de éste no es abordar un tema en particular, sino permitirnos llegar a ser lo que Dios nos llama a ser como Iglesia, todos juntos, ¡en la realidad del mundo de hoy!

Ya no se trata sólo de un Sínodo de Obispos de un mes, como los anteriores, sino de un proceso sinodal de tres años para todo el pueblo de Dios. Todos están invitados y nadie debe ser excluido. Los laicos han participado desde el principio del Sínodo. Y ahora, por primera vez en la historia, algunos participantes laicos también tienen derecho a voto.

En segundo lugar, este Sínodo pretende ofrecer a toda la Iglesia una experiencia vivida de la sinodalidad. Se trata de recoger los frutos de lo que el Espíritu Santo nos dice aquí y ahora para llegar a ser una Iglesia más sinodal en el mundo de hoy.

Por último, el objetivo del Sínodo no es sólo hablar de la sinodalidad, sino ponerla en práctica ahora mismo, en cada diócesis, parroquia y país de todo el mundo. Nos llama a todos a renovar nuestra manera de ser y de trabajar juntos para avanzar.

Pero, ¿qué es la sinodalidad?

Básicamente, la sinodalidad consiste en un camino común. Se trata de escucharnos unos a otros, para oír lo que Dios nos dice. Es darse cuenta de que el Espíritu Santo puede expresarse a través de cualquiera para ayudarnos a avanzar juntos en nuestro camino como pueblo de Dios.

“Caminar juntos” está en el corazón de lo que es la Iglesia, como pueblo de Dios que peregrina en medio del mundo. En tiempos de la Iglesia primitiva, San Juan Crisóstomo decía que para él “Iglesia” y “sínodo” eran sinónimos, ya que la Iglesia consiste en este caminar juntos. En este sentido, la sinodalidad es una forma de renovar la Iglesia desde sus raíces más profundas, para que podamos estar más unidos entre nosotros y cumplir mejor nuestra misión en el mundo. En concreto, la sinodalidad es una forma de ser y de trabajar más cercana a las bases y más colaborativa. Pone de relieve el hecho de que todos tenemos algo valioso que aportar al Cuerpo de Cristo. De este modo, una “Iglesia sinodal” es una Iglesia de la escucha: “Es una escucha reciproca en la cual cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel, colegio episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo.” (Papa Francisco)

En definitiva, esto nos llamará naturalmente a cambiar nuestras formas de hacer las cosas, para que seamos cada vez más lo que verdaderamente somos como Iglesia, y para que caminemos juntos en medio de toda la familia humana, guiados por el Espíritu Santo.

Fuente: www.jesuits.global/es

Actividades previas al Sínodo de Obipos

Vigilia ecuménica precede el inicio del Sínodo

La Plaza de San Pedro convocó cristianos de todas las denominaciones a invocar la asistencia del Espíritu, el pasado sábado 30, como centro de distintas iniciativas de oración y relfexión.

‘Together’ fue el título elegido para esta celebración presidida por Papa Francisco, el Patriarca Bartolomé I y el arzobispo de Caterbury junto a líderes eclesiales.

La ceremonia organizada por la Comunidad de Taizé fue la ocasión de invocar al Espíritu Santo para que preceda el inicio del Sínodo en torno a cuatro dones: la unidad y el camino sinodal, el otro, el don de la paz y el don de la Creación.

La plaza de San Pedro estuvo ambientada como jardín florido en este Tiempo de la Creación, dedicado por el Papa a la reflexión por el cuidado de la casa común, en vísperas de la publicación de su nueva carta ‘Laudate Deum’, continuación de ‘Laudato Si’.

La preparación de la vigilia fue un auténtico ejercicio sinodal con el deseo de implicar a más de 50 interlocutores eclesiales, en conjunto con Dicasterios romanos.

Participantes del Sínodo en retiro espiritual

El 30 de septiembre, tras participar de la vigilia ecuménica ‘Together’ en la Plaza de San Pedro, los participantes de la XVI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos iniciaron 4 días de retiro en Sacrofano.

Bajo la orientación de la Madre Ignazia Angelini y el P. Timothy Radcliffe, los participantes compartieron cada día meditaciones, oración personal, conversación espiritual y la eucaristía hasta el martes 3, víspera de la apertura del Sínodo ‘por una Iglesia sinodal’.

Las introducciones del primer día se hicieron en torno a Jesús, piedra angular (Slm 118) y el día lunes, M. Agelini reflexionó sobre el ‘Benedictus’, invocación inicial de los Laudes.

“Bendecir, -señaló- es la actitud sinodal básica desde que existe el pueblo de Dios: «porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición» (1 Pe 3,9)…, tal actitud presupone un acontecimiento en la vida del individuo, que amplía lo estrecho y se abre a lo mucho, del individuo se refracta, pasa contagiando a toda la asamblea: «Glorifiquen conmigo al Señor,  alabemos su Nombre todos juntos». (Sal 33,4).

Por último, la religiosa desafió a los integrantes del Sínodo con una pregunta: “¿Sabrán los pasos del camino sinodal registrarse en la longitud de onda de la bendición matutina?”

 

Primera misa del Cardenal Rossi en Roma

El nuevo cardenal celebró junto a coterráneos en Na. Sra. de los Dolores, la iglesia de los argentinos en Roma. Su homilía se centró en el caminar juntos, Santa Teresita del Niño Jesús y la peregrinación a Luján que ha tenido lugar este fin de semana.

Paciencia del Señor

A la luz del pasaje del evangelio de este domingo, el cardenal Rossi resaltó la mirada misericordiosa del padre ante la llegada del hijo que había dicho que no iba, pero también recordó la actitud del otro, “que se la jugó de buenito y no fue”. Una mirada misericordiosa del padre que “nos hace mucho bien”, enfatizó, destacando “la paciencia del Señor que siempre espera”.

Con relación a la experiencia de Santa Teresita, que “lloraba sus pecados porque todo ‘no voy’ es un ‘no quiero’ a la misericordia del Señor”, el cardenal Rossi afirmó la necesidad de “ir a él sin miedo, como somos, con nuestras debilidades, con nuestras fragilidades”.

Finalmente, recordó la importancia de Lujan, el lugar donde más argentinos pasan por año, que van a buscar la mirada de la Madre. Por ello pidió unirse “a la oración de nuestro pueblo que ha peregrinado a Luján”, pidiendo su presencia mariana “en tantos lugares donde necesitamos el cobijo maternal de la Virgen”.

Nuevos Cardenales: Consistorio Público Ordinario en Roma

El Papa Francisco designará este sábado a 21 nuevos cardenales, entre ellos, a los argentinos Ángel Rossi SJ (Arz. de Córdoba), Víctor M. Fernández (al frente del Dicasterio de la fe) y el capuchino Luis Dri.

Mons. Rossi SJ revela que siente la ilusión de vivir esta misión con actitudes de escucha, diálogo y discernimiento.

Victor Fernández “es un hombre de gran capacidad espiritual e intelectual”, una figura que hará mucho bien, de acuerdo con Rossi. Por su parte, Luis Dri será creado Cardenal como “figura emblemática”, asegura el arzobispo. El sacramento de la Reconciliación lo ha apasionado en toda su historia de servicio a la Iglesia

Entre los nuevos cardenales también se encuentra otro jesuita, Mons. Stephen Chow Sau-yan SJ, obispo de Honk Kong.

El nuevo Cardenal subrayó las diversas procedencias de los integrantes del Colegio Cardenalicio «Lo importante es tener voces más diversas… creo que la Iglesia se está enriqueciendo con voces diferentes»

El prelado jesuita reconoce el importante papel de la Iglesia de Hong Kong como iglesia puente entre Oriente y Occidente, “Y también lo es la Iglesia, entre la Iglesia en China y la Iglesia universal.”

A propósito del próximo consistorio, el Papa Francisco señaló que «la inserción de los nuevos cardenales en la diócesis de Roma, manifiesta el vínculo inseparable entre la Sede de Pedro y las Iglesias locales esparcidas por todo el mundo», y añadió «de donde vienen expresa la universalidad de la Iglesia, que sigue proclamando el amor misericordioso de Dios a todos los pueblos de la tierra.»

  • La ceremonia en la Plaza de San Pedro iniciará a las 10 am hora local (05 AM, en Arg/Uru).
  • La transmisión en directo se podrá seguir a través del streaming de Vatican News https://www.vaticannews.va/es.html

«Together»: se acerca la Vigilia Ecuménica de oración que precede al Sínodo de Obispos

El 30 de septiembre de 2023 tendrá lugar en Roma una vigilia ecuménica de oración, en presencia del Papa Francisco y representantes de diferentes Iglesias, para encomendar a Dios los trabajos de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.

Abierta a todo el Pueblo de Dios, esta oración conjunta incluirá la escucha de la Palabra de Dios, la alabanza y la intercesión, los cantos de Taizé y el silencio, fuerte signo de fraternidad, unidad y paz.

La vigilia ecuménica de oración se realizará en vísperas de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá como tema: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión” y se desarrollará del 4 al 29 Octubre de 2023. Como dijo el Papa Francisco en su anuncio del 15 de enero de 2023, esta vigilia se inscribe en un camino sinodal y ecuménico: “El camino de la unidad de los cristianos y el camino de la conversión sinodal de la Iglesia están unidos”.

Para los jóvenes que asistan a la vigilia, habrá un programa especial durante todo el fin de semana, dirigido por la comunidad de Taizé.

Oraciones en otras partes del mundo

En diferentes partes del mundo se llevarán a cabo vigilias de oración, pequeñas o grandes, en ciudades o pueblos, alrededor del 30 de septiembre como signo de comunión con los reunidos en Roma y para orar por el proceso sinodal que comienza en ese momento.

 

 

Nuevo Responsable del Secretariado de Justicia Social y Ecología de la Compañía de Jesús

El Padre Roberto Jaramillo Bernal, SJ ha sido nombrado por el P. General Arturo Sosa, SJ como nuevo responsable del Secretariado de Justicia Social y Ecología de la Compañía de Jesús.

Roberto Jaramillo es colombiano, nacido en 1963. Jesuita desde 1981 y ordenado en 1993; después de haber hecho todos sus estudios básicos en Colombia, trabajó dos años en la formación de los nuestros (como ministro del juniorado) en Bogotá, y en seguida fue destinado a trabajar en la región Amazónica del Brasil de la cual hizo parte entre los años 1995 y 2013.

Hizo su Tercera Probación en Montreal, Canadá, en el año 1998 y entre los años 1999 y 2003 hizo un doctorado en Antropología Social en la EHESS, en París. Trabajó luego en la amazonia en la pastoral parroquial, en la fundación y conducción inicial del Centro Social – SARES; prestó servicios seis años como Superior de la Región Brasil Amazonas y, finalmente, trabajó con comunidades indígenas en la frontera entre Brasil y Guyana.

En 2014 fue llamado a colaborar en Lima (Perú) en la CPAL (Conferencia de Provinciales de América latina y el Caribe) como Delegado del Apostolado Social durante 4 años y, posteriormente, sirvió seis años como Presidente de la Conferencia, hasta abril del presente año.

Con gran entusiasmo, le deseamos abundantes bendiciones al Padre Jaramillo en su nueva misión, que iniciará con la toma de posesión del cargo en Roma el 8 de enero de 2024.

Fuente: jesuitas.lat