El Papa recordará en Bolivia al misionero y jesuita español Luis Espinal

Este 8 de julio, coincidiendo con su visita a Bolivia, está previsto que, en el desplazamiento desde el aeropuerto de El Alto hasta el arzobispado de La Paz, el Papa Francisco se detenga unos minutos para orar cerca del lugar donde fue encontrado, hace 25 años, el cadáver del jesuita español Luis Espinal, asesinado en Bolivia por su compromiso con la justicia y los derechos humanos. Según informa la Compañía de Jesús, con este gesto, el Papa nos invita a recordar la figura de Espinal y, especialmente, a recoger su legado de defensa de los más desfavorecidos.

Era el 21 de marzo de 1980 por la noche, en Bolivia, y el jesuita catalán Luis Espinal salía del cine. Unos desconocidos le obligaron a entrar en un jeep. Espinal fue torturado y asesinado.

Luis Espinal Camps había nacido en Sant Fruitós de Bages, cerca de Manresa, hijo de una familia trabajadora tradicional y cristiana. Era el 4 de febrero de 1932. Cuando tenía sólo 4 años estalló la guerra civil española, que marcó su infancia. Uno de sus hermanos mayores murió fusilado. El 29 de julio de 1962, Luis Espinal se ordenó sacerdote en Sant Cugat. En esos momentos, la Iglesia estaba viviendo cambios fundamentales. Muere Pío XII, y llega Juan XXIII con el Concilio Vaticano II y Espinal se siente entusiasmado por las perspectivas abiertas por el Concilio.

En 1964 parte hacia Bérgamo, Italia, para estudiar Periodismo Audiovisual con la especialización de cine para la televisión. A su regreso a Cataluña hace crítica cinematográfica, trabaja en el guión y montaje de una película y empieza a trabajar en Televisión Española, en el programa “Cuestión Urgente”, con el sacerdote Martínez Roura. Abordaban temas de implicación social, como la inmigración, el alcoholismo, la prostitución, las drogas o la delincuencia. El programa obtiene un gran éxito. En el año 1967 la censura prohíbe un programa donde aparecen las viviendas miserables de los barrios marginales de Barcelona y una entrevista con Alfonso Carlos Comín. Espinal dimite.

En estos momentos pasa por Barcelona el obispo boliviano Genaro Prata, encargado de los medios de comunicación de la Conferencia Episcopal Boliviana, y lo invita a ir a Bolivia. En 1968, Luis Espinal llega a Bolivia, un país con una gran riqueza humana y material, pero que se encuentra entre los más pobres de América Latina. Desde 1968 hasta su muerte, en 1980, Espinal vive en Bolivia una época de terribles dictaduras, represión, fusilamientos y violaciones de los derechos humanos.

Allí se convierte en Lucho, como le llaman en Bolivia, y ejerciendo su trabajo como periodista y crítico de cine, trabaja al servicio del pueblo boliviano, denunciando la dramática situación que se está viviendo, la represión militar y las consecuencias del narcotráfico. Su voz se hizo incómoda para muchos. Tres días después de su martirio, en El Salvador, era asesinado también el arzobispo Oscar Romero.

Ya en Bolivia, su compromiso con los más desfavorecidos y con la lucha por la justicia, lo llevó, como él mismo decía, a “gastar la vida por los demás”.

El compromiso de Luis Espinal por la defensa de la justicia y de los pobres, desde la fe cristiana está en la línea de la misión de la Compañía de Jesús tal y como se definió en la Congregación General 32. Desde ese momento y hasta la actualidad, más de 50 jesuitas, entre ellos Espinal, han dado su vida justamente por defender una fe ligada a la justicia.

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