A Veces hay que Esperar

A veces hay que tener paciencia y sentarse junto a las losas, que no han de durar eternamente.

 Por José María Rodríguez Olaizola, sj

A veces hay que esperar,

porque las palabras tardan

y la vida suspende su fluir.

 

A veces hay que callar,

porque las lágrimas hablan

y no hay más que decir.

 

A veces hay que anhelar

porque la realidad no basta

y el presente no trae respuestas.

 

A veces hay que creer,

contra la evidencia

y la rendición.

 

A veces hay que buscar,

justo en medio de la niebla,

donde parece más ausente la luz.

 

A veces hay que rezar

aunque la única plegaria posible

sea una interrogación.

 

A veces hay que tener paciencia

y sentarse junto a las losas,

que no han de durar eternamente.

Fuente: Pastoral SJ

 

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *