P. José Ignacio Mantecón SJ gana el premio nacional por la Paz 2015 – Perú

Jesuitas Perú

En reconocimiento a su loable labor social en el distrito de El Agustino, P. José Ignacio Mantecón SJ, coloquialmente conocido como Padre “Chiqui”, ha sido el ganador del Premio por la Paz 2015 en la categoría de Sociedad Civil – Experiencias Extraordinarias otorgado por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP)

Con más de 30 años trabajando con jóvenes en alto riesgo especialmente con pandilleros y por sus novedosos aportes en seguridad ciudadana tanto para personas como para diversos gobiernos públicos del país, el P. Chiqui recibe este reconocimiento por su trayectoria en el trabajo social y lo convierte en el segundo jesuita en obtener esta premiación en tres años. Anteriormente, en el 2013, el P. Fred Green SJ fue premiado con el mismo reconocimiento en la categoría Sociedad Civil – Persona Natural por su labor educativa en Tacna.

 

 

Miguel Yaksic sj: “Los migrantes son una contribución y no un problema para el país”

Los migrantes y refugiados han estado en la primera línea de la agenda noticiosa en 2015. Debemos conocer y abordar los desafíos que su situación presenta para nuestro país. Entrevista con el director del Servicio Jesuita a Migrantes.

Hace algunos meses, el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) tenía otro nombre: Ciudadano Global. Pero dentro de esta obra de la Compañía de Jesús surgió la necesidad de modificar esa denominación debido a que “trabajamos en red con muchos países. En América Latina —México, Nicaragua, Costa Rica, Honduras, República Dominicana, Haití, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina— se conoce como Servicio Jesuita a Migrantes, y sólo en Chile se llamaba Ciudadano Global. Por eso, dado que la migración es un fenómeno internacional, y para favorecer la colaboración, decidimos volver al nombre original. Además, en el mundo somos conocidos como SJM ya que derivamos del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), que tiene una trayectoria de varios años”. Así lo explica el actual director nacional de la institución, Miguel Yaksic sj.

“El SJM es una fundación sin fines de lucro que acompaña y defiende a las personas que migran en situación de vulnerabilidad, a refugiados y a víctimas de trata y tráfico de personas”.

En Chile, específicamente, ¿en qué está centrado el SJM?

Fundamentalmente, protegemos los derechos de aquéllos que migran a Chile en situación de vulnerabilidad, y trabajamos asistiendo y facilitando su inclusión social. Tenemos tres áreas. Nuestra área social está dedicada a la atención social y jurídica de las personas migrantes de modo de favorecer la regularización, y para facilitar los procesos de integración en la sociedad de acogida. Representamos migrantes ante la justicia cuando tienen una orden de expulsión que no respeta derechos fundamentales, como el principio de interés superior del niño, y cada vez que en el procedimiento no se da un debido proceso. Tenemos un programa laboral en alianza con varias empresas amigas que están contratando extranjeros. Y hacemos muchas otras cosas, como ofrecer cursos de español a haitianos, etc.

Para favorecer la inclusión de los migrantes, es necesario también desmontar mitos, prejuicios y estereotipos. En Chile nos vemos como un país homogéneo cuando en realidad somos un país progresivamente más multicultural. Por eso, nuestra segunda área de trabajo es el área de educación en competencias interculturales. Ofrecemos cursos y talleres de capacitación a agentes del Estado que están en la primera línea de atención de migrantes, a las escuelas que reciben migrantes (a sus alumnos y profesores) y a otras organizaciones de la sociedad civil. Finalmente, hay un área de incidencia, que está orientada a promover los cambios políticos e institucionales que Chile necesita para convertirse en un país hospitalario, inclusivo de la diferencia y respetuoso de los derechos de las minorías.

¿A cuánta gente tienen capacidad de asistir?

En el SJM trabajan 25 personas. El año pasado, 2.029 migrantes fueron atendidos por primera vez en las tres oficinas nacionales. Muchos de ellos han sido derivados a otros programas dentro del SJM, como el programa laboral, de atención legal, etc. Eso, sin contar todos los talleres de sensibilización y educación, las intervenciones territoriales en los campamentos de Antofagasta, ni a los migrantes haitianos que estudian español con nosotros, entre varias otras iniciativas de intervención social. También, se atienden extranjeros en mesas especiales instaladas por la institución en los valles de Azapa y Lluta.

LA REALIDAD NACIONAL

¿Cuál es la realidad de los migrantes hoy en Chile?

Actualmente, en el país viven casi medio millón de migrantes. Los flujos han crecido rápidamente. La migración más importante llega proveniente del cordón andino: de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. De esos flujos, los más grandes han sido el peruano y el boliviano, pero el colombiano está creciendo mucho y de manera desafiante. Ellos vienen en su mayoría desde Bueanventura, de la costa del Pacífico. Es una zona empobrecida, con mucha violencia y narcotráfico. Ya contamos con más de 30 mil colombianos en nuestro país. Hoy la migración en el continente se ha vuelto compleja porque en muchos casos no está bien claro si se trata de migrantes o refugiados. El refugiado es el que se ve obligado a dejar su tierra porque su vida está en peligro, debido a persecuciones por motivos de raza, de color, de religión u otras razones. La pregunta es qué pasa en países como Honduras, Guatemala o Nicaragua, o en zonas como el Valle del Cauca en Colombia, donde no hay persecución pero sí la violencia extrema y la exclusión van de la mano. Entonces, ¿se trata de migrantes o refugiados? Esta pregunta plantea desafíos a la misión del SJM y del SJR en el continente. También han llegado cerca de cinco mil haitianos, país que está sumido en una crisis política desde hace mucho, y el terremoto de 2010 acrecentó el problema.

En general, ¿se recibe bien al migrante en Chile? ¿Somos un país xenófobo, racista?

Hay una buena cuota de xenofobia y discriminación. Sobre todo cuando creemos que nos vienen a quitar el trabajo. Pero los migrantes no nos quitan el trabajo, ya que en cantidad en Chile sólo llegan a un 2,6%, y para que un mercado laboral se vea afectado por la migración se necesita del orden del 10% o más. Los migrantes trabajan, cotizan y tienen más años de educación que el promedio de los chilenos. Ciertamente, representan mucho más una contribución que un problema. Pero como no estamos acostumbrados a ver personas distintas, nos sentimos amenazados. En Chile nos solemos autopresentar como una sociedad más o menos homogénea. Por eso, nos cuesta la diferencia. No estamos habituados a que algunos de nuestros barrios cambien de color y de costumbres.

FOCALIZAR NUESTROS ESFUERZOS

¿El Gobierno está trabajando bien en la materia?

El Departamento de Extranjería y Migración de este Gobierno ha avanzado en materia migratoria. Podemos nombrar tres logros: uno, es que por la vía administrativa se han creado nuevas visas y, de ellas, la más importante es la visa por motivos laborales, que complementa a aquélla que estaba sujeta a contrato de trabajo y en la que el empleador se veía obligado a pagar el viaje de vuelta. La nueva es más amplia: para cualquier persona que venga a ejercer en Chile alguna actividad lícita. Así, al ampliar la visa, el proceso de regularización se hace más expedito y fácil. A su vez, es un camino de inclusión porque permite acceder a la protección social. Lo segundo, es que el Ministerio del Interior, por oficio, solicitó al Registro Civil que inscribiera como chileno a todo niño nacido dentro del territorio del Estado, sin importar la situación migratoria de sus padres, por el derecho del ius solis (salvo el hijo de turista o tripulante), evitando así la apatridia. Y un tercer punto es que en los últimos meses ha bajado la tasa de rechazo arbitrario en la frontera. Chile exhibe la legislación más antigua de la región, la más desactualizada. Tiene el foco en el control fronterizo y no en los derechos del migrante, y otorga muchas facultades al oficial PDI que está en la frontera. En varias ocasiones esas facultades amplias se han convertido en fuente de discriminación arbitraria. El Gobierno del presidente Piñera introdujo un proyecto de ley que significó un gran avance. No obstante, mantenía el foco en el aporte económico que podía hacer el migrante a Chile. Eso está bien, pero no es suficiente. Hace falta una ley con enfoque de derechos, que aborde la migración integralmente. Sabemos que el Gobierno actual ha estado trabajando en un nuevo proyecto de ley porque le hemos hecho llegar nuestros aportes. Esperamos que el Ejecutivo introduzca esa ley en el Congreso para que inicie la fase legislativa este segundo semestre.

¿Cuáles son las próximas metas del SJM?

Para mí ha sido un privilegio llegar a trabajar al SJM porque me he encontrado con un equipo humano y profesional de lujo. Parte de mi tarea como director nacional es potenciar y articular el trabajo que hacemos en Arica, Antofagasta y Santiago para que nuestro servicio sea de la mejor calidad. Y dado que el fenómeno migratorio cambia rápido, es muy importante replantearnos a fondo nuestra misión preguntándonos siempre dónde hay más exclusión, más vulnerabilidad y más desatención para focalizar allí nuestros esfuerzos.

Se Inauguró de Escuela de Oficios Papa Francisco

El gobernador Antonio Bonfatti participó de la inauguración de la Escuela de Oficios “Papa Francisco”, que funciona en la manzana 7 del distrito costero de Alto Verde de la ciudad de Santa Fe.

La escuela se construyó gracias a donaciones de particulares y un aporte otorgado por el gobierno de la provincia por un monto de 2 millones de pesos, con el cual pudieron finalizar las obras.

«Hoy es un día de mucha alegría para la ciudad de Santa Fe porque la mejor inversión es la que ayuda a garantizar los derechos básicos del ser humano: salud, educación, vivienda y trabajo”, destacó el gobernador.

«El trabajo, que en definitiva es lo que se va a enseñar acá a través de un oficio, nos puede dar aquellos valores que perdimos y tenemos que recuperar, junto con la familia y la escuela. Cuando se usa la mano en el trabajo, se aprende a usar la cabeza y a ser solidarios con el otro”, sostuvo.

“Nosotros -continuó- estamos muy contentos de que podamos tomarnos de la mano entre el Estado, las asociaciones civiles, las instituciones, la Iglesia, para poder dar respuestas en momentos complejos. Los conflictos se resuelven hablando, escuchándonos, dialogando, aceptando la diversidad y la pluralidad”, indicó el mandatario provincial.

En este sentido, Bonfatti señaló la importancia de “apoyar estas obras que realizan los hermanos jesuitas, siempre educando y creyendo en el valor de la palabra».

Por último, gobernador felicitó a “los alumnos que aceptaron el desafío, que quieren progresar en el vida. Esto nos llena de esperanza”.

El gobierno provincial, a través de la Dirección de Educación Privada del Ministerio de Educación, también asignó al establecimiento diversos cargos para su funcionamiento así como 39 horas cátedra para los cursos a implementar: 15 horas para Función Tutorial, 12 horas para el curso de “Albañil” y 12 horas para el curso de “Montador Electricista Domiciliario”.

En la oportunidad, el gobernador entregó para la biblioteca ejemplares de los libros “Signos Santafecinos en el Bicentenario” y “Santa Fe entre dos Siglos”, y una bandera nacional.

Del acto inaugural también participaron el vicegobernador Jorge Henn; el intendente de Santa Fe, José Corral; el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo; el director de la escuela de oficios “Papa Francisco”, Wilson Stegmayer; el asesor espiritual de la organización Manos Abiertas, Ángel Rossi; el párroco de Alto Verde, Héctor Bossi; el rector del Colegio Inmaculada Concepción, Leonardo Nardín; el presidente del Consejo Municipal, Leonardo Simoniello, entre otras autoridades locales y provinciales.

En la oportunidad, José María Arancedo realizó la ceremonia de imposición del nombre “Papa Francisco” a la escuela y manifestó que “manos abiertas, solidaridad e inclusión son las palabras que necesitamos en la Argentina”.

Por su parte, Corral destacó “de la obra, para la cual la municipalidad colaboró muy modestamente con el suelo; lo importante es lo que va a ocurrir adentro, preparando a las personas en oficios”.

Luego, Ángel Rossi expresó que la mejor de las respuestas, desde la organización Manos Abiertas, es “cuando un alumno se compromete con la institución y manifiesta su orgullo por estudiar en ese lugar”.

A su vez, Stegmayer indicó que “hasta el día de ayer los 24 alumnos -siete de albañilería y 17 de montador electricista domiciliario- desarrollaron sus actividades en espacios preparados provisoriamente, ubicados en lo que es el salón de catequesis y la cocina de la Capilla Nuestra Señora de los Milagros. A partir de hoy, la comunidad de Alto Verde ya tiene su aula de oficios con instalaciones debidamente preparadas para formar a sus adultos en el ámbito profesional, dos aulas para clases teóricas, un aula de informática, sanitarios para mujeres, hombres y personas con capacidades diferentes y talleres para realizar las prácticas que cada profesión demanda”.

Finalmente, Héctor Bossi dijo que “la inauguración de estas aulas es un complemento más de la tarea social que la parroquia realiza en el barrio para que sus habitantes puedan desarrollar sus potencialidades e insertarse en el mundo del trabajo y la producción”.

ESCUELA DE OFICIOS PAPA FRANCISCO

La escuela “Papa Francisco” se encuentra en la Capilla Nuestra Señora de los Milagros y comenzó a funcionar en marzo de este año con el dictado de cursos de construcción y electricidad. Actualmente cuenta con 50 inscriptos en las carreras.

El Aula de Oficios pertenece al Colegio de la Inmaculada Concepción y su construcción y sostenimiento está a cargo de la Fundación Manos Abiertas.

El aula está pensada para recibir a los jóvenes mayores de 18 años del lugar, necesitados de una adecuada y actualizada capacitación para insertarse en actividades socioeconómicas y productivas de la región.

Dicha propuesta surge a través de las demandas relevadas entre los aspirantes a cursar ofertas de formación profesional inicial.

 Además, se impone la articulación de la institución educativa en el medio local y regional, con organizaciones socio productivas que potencien y den continuidad a los procesos de formación. Tales articulaciones se enmarcan en el Decreto Nº 0499/10, el que aprueba a nivel provincial el “Régimen de Pasantías para Estudiantes de la Educación Superior, de la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos y de la Formación Profesional” en el marco de la Ley Nacional Nº 26427.

La capacitación integral de los destinatarios de estas ofertas, se complementará con el desarrollo de contenidos de formación general de base necesarios para el perfil ocupacional a formar y aquellos propios del ideario de la institución educativa de la cual dependerán.

Fuente: www.santafe.gov.ar

Encuentro Nacional de Manos Abiertas

Por Agustina Videla

El pasado 14, 15 y 16 de agosto, en la provincia argentina de San Juan, se realizó el Décimo Tercer Encuentro Nacional de Manos Abiertas, bajo el lema “Ahondar las raíces, extender las ramas”.

Al mismo asistieron voluntarios de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Salta, Entre Ríos, Neuquén, Córdoba y de la provincia sede, así como profesionales y sacerdotes jesuitas, especialmente invitados para desarrollar las charlas.

El Encuentro Nacional de Manos Abiertas es una posibilidad que nos ofrece el voluntariado de conocernos y reconocernos. Es la posibilidad de inflar el corazón de energía, reavivando la llama que nos impulsa a servir, enriqueciéndonos con las experiencias de aquellos que caminan a la par, que al fundirse en un canto, abrazo, diálogo o mirada, nos hacen comprender que no estamos solos.

Es además un espacio de formación para el servicio, ya que participan del mismo profesionales y sacerdotes jesuitas, que brindan su conocimiento a través de charlas sobre temáticas dirigidas especialmente a los voluntarios, poniendo a disposición una herramienta más para tratar con conocimiento las realidades en las que nos toca prestar nuestro servicio.

Los tres días de encuentro, tienen como condimento de que los voluntarios tienen que convivir y desenvolverse en la gran familia de Manos Abiertas, compartiendo el comienzo y el final del día, desayunos, almuerzos, meriendas, cenas, paseos, formación, misas, charlas y actividades grupales.

El intercambio con voluntarios de obras que persiguen los mismos objetivos que las nuestras, a través de talleres grupales, permite hacer una especie de análisis-balance de lo trabajado hasta entonces, de los métodos empleados para alcanzar los fines y de los aspectos positivos y negativos que se advierten en nuestra tarea.

En pocas palabras, el ENMA es una experiencia hermosa, que nos permite sumergirnos en un mundo de manos literalmente abiertas, abiertas en vela, a la espera de atrapar con amor la primera posibilidad que se presente para servir.

Moussa y la realidad de los refugiados africanos

Por Francisco Cáceres SJ

Hace algunas semanas conocí a Moussa, un senegalés que llegó a tierras argentinas hace varios años. Me recibió en su casa un sábado a mediodía, y mientras compartíamos un mate fue contándome su historia. Vino desde Senegal como polizón viajando por meses en barco, sin tener mucha idea hacia dónde iba, y pasando por varios puertos del mundo. Durante el trayecto fue descubierto y encerrado en un cuarto oscuro sin agua y sin comida. Con astucia logró desarmar la puerta donde estaba aprisionado y bajarse del barco. A los días descubrió que estaba en Argentina.

El relato de Moussa es emocionante y casi increíble. Los detalles de su historia me ponen los pelos de punta. Por muy inédito que parezca, es la realidad de muchos africanos que viajan semanas enteras en las mismas o peores condiciones. El polizón es quien aborda una embarcación de manera ilegal y viaja escondido. La mitad logra llegar a tierra firme y pedir asilo como refugiados. El resto muere ahogado en los océanos, porque una vez descubiertos, son lanzados al mar sin ningún escrúpulo. La tripulación de la mayoría de los barcos tiene la categórica instrucción de lanzarlos al agua y quedarse callados. Así evitan que el barco sea registrado y que no esté más del tiempo estimado en el puerto de destino. También se aseguran de no correr el riesgo de ser acusados de trata de personas, asuntos que significan pérdidas millonarias. Lo peor es que muchos de los que viajan son niños. Niños que transitan solos cruzando los mares del mundo.

Argentina es el país con más migrantes en Latinoamérica. Cinco de cada cien personas son migrantes internacionales y refugiados. A pesar de eso, cada año unas catorce mil personas son rechazadas en los puestos de frontera de este país. Son deportadas a sus países de origen, por ser considerados turistas falsos o porque no califican en el sistema. Información que se esconde para favorecer la “acogedora ley migratoria argentina”. De hecho, existen misiones humanitarias de varios países del mundo que viajan hasta los campos de refugiados, seleccionan a los perfiles que les interesan y se los llevan a sus países. Así cumplen con dar asilo a los africanos que buscan una mejor vida. Es un doble discurso. Por un lado, se alaba que un gobierno acoja a los refugiados, pero del otro lado ¿qué intereses hay detrás de escoger sólo a los mejores? No está en el horizonte de ningún país desarrollado solucionar el tema de los millones de refugiados en el mundo. Por eso prefieren recibir a unos pocos para tranquilizar sus conciencias y no profundizar en la problemática.

Lo cierto es que la realidad de los refugiados africanos es una historia doliente en cualquier parte del mundo. Lo es también en Argentina. Muchos de ellos, como Moussa, se vieron obligados a hundir su pasaporte en el mar e inventar una historia para ser recibidos como refugiados. Es la única opción que tuvieron. Lo hicieron como una forma de resistencia a un sistema perverso. Un sistema que los obligó a renunciar a su propia historia.

Como sociedad seguimos encerrando en un cuarto oscuro a los africanos. Los hemos catalogado de delincuentes y puesto bajo sospecha. Y es que su color de piel se ha transformado en un peligro para nuestra sociedad blanca. El desconocimiento de su situación nos ha llevado a generar relatos que no corresponden a su realidad. Y como no nos hemos aventurado a ir más allá y preguntarles quiénes son y de dónde vienen, hemos ignorado su enorme riqueza, creando barreras que nos separan de sus verdaderas historias.

Mientras tanto, Moussa sigue reconstruyendo su vida. Tiene hijos y ha podido formar una familia estable. Siempre le gustó hacer artesanías y durante muchos años esa fue su fuente de ingresos económicos. Con lo que ganaba pudo terminar de arreglar la casa donde vive hoy. Lamentablemente, el negocio de las artesanías ya no es rentable y tiene que trabajar cargando cajones de fruta en la feria. A pesar de todo, sigue luchando. Sigue diciéndole sí a la nueva vida que descubrió.

Si somos capaces de entrar en ese cuarto oscuro y darle voz a los relatos que hemos silenciado, quizás descubramos algo de nuestra propia historia. Esa que comenzó en África hace miles de años. Si seguimos mirándonos el ombligo, corremos el peligro de quedarnos con las historias únicas, esas que tienen finales cerrados. Si, en cambio, miramos a los ojos a los demás descubriremos historias de lucha y dignidad, de compasión y solidaridad, historias llenas de humanidad que al fin y al cabo tienen finales siempre abiertos, como el de Moussa.

Hogar de Cristo Uruguay

Cercanos a la Fiesta de San Alberto Hurtado, les traemos un breve informe sobre el Hogar de Cristo en Uruguay, homólogo de la fundación ideada en Chile por el santo jesuita.

Video Institucional del Hogar de Cristo

¿Qué es el Hogar de Cristo?

La Asociación Civil Padre Alberto Hurtado, es una Organización de la Sociedad Civil (OSC) fundada el 18 de agosto del 2003, por un grupo de laicos y religiosos, en la ciudad de Montevideo (Uruguay), inspirada en la espiritualidad de San Alberto Hurtado, sacerdote chileno jesuita (1901-1952), que demostró durante toda su vida una predilección especial por los más pobres y desprotegidos de su pueblo. Su personalidad es clave para comprender una espiritualidad cristiana encarnada en la realidad y con un compromiso sólido y coherente desde una solidaridad bien entendida.

Asociación Civil «Padre Alberto Hurtado», se inspira en la labor de este sacerdote de nacionalidad chilena que nutrido por la espiritualidad de San Ignacio de Loyola (Jesuita), demostró durante toda su vida una predilección especial por los más pobres y desprotegidos de su pueblo. La acción en favor de las personas sin protección de su país lo llevó a generar una gran cantidad de obras y expresiones concretas de solidaridad, el más emblemático y clave es el «Hogar de Cristo» para las personas sin techo, hoy extendido por casi todo Chile y con múltiples posibilidades de servicio. Esta sensibilidad compartida, impulsó la creación  de la Asociación en Uruguay. Queremos ser también signo de la fuerza de la Fe que expresada en obras concretas nos hacen cada día verdaderos hermanos entre nosotros y auténticos hijos del mismo Padre Dios.

Misión

– Acoger con amor y dignidad a los más pobres, anunciando la Buena Noticia, tomando junto con ellos conciencia de nuestra dignidad de hijos de Dios y de ciudadanos, con derechos y responsabilidades.

– Convocar e involucrar a la comunidad en la promoción de una cultura de respeto, justicia, solidaridad e integración, todo ello animado por la espiritualidad de San Alberto Hurtado.

Obras

El Hogar de Cristo en Uruguay cuenta con cuatro obras, en las cuales se prestan servicios que responden a necesidades y momentos de la vida diferentes.

-Hogar Santa María

Este Hogar recibe hasta 12 adultos mayores autoválidos que ya han hecho un proceso relacional en alguno de los refugios de Montevideo u otra institución, y requieren de un ámbito donde vivir. Es como un segundo escalón -siguiente al de los refugios- que procura generar salidas más permanentes a la situación de no tener techo propio. Este servicio no tiene una fuente estatal de financiamiento. Se procura solventar con aportes de los propios hogareños, de la asociación, de donaciones, contándose con la casa que ha sido prestada por la Compañía de Jesús. Un grupo de voluntarios viene trabajando en la organización de la gestión del Hogar. Los hogareños colaboran en las tareas de la casa según sus posibilidades y habilidades. Las necesidades principales hoy en día es lograr un financiamiento regular que permita contar con recursos suficientes, así como realizar algunas labores de mejora y mantenimiento en la casa (baños, techo, otros).

-El Proyecto Ollas

Se trata de un servicio que agrupa a un número significativo de voluntarios y cuenta con la colaboración de Castores (alumnos secundarios del Colegio Seminario). Por una parte está la “Olla fija” que recibe todos los sábados en las locaciones de Primaria del Colegio Seminario a decenas de personas para ofrecerles un almuerzo, y sobre todo una instancia extendida en la mañana de relación humana. Por otra parte, están las “Ollas móviles” que salen en recorrida de calle los martes, jueves y sábado en la noche, ofreciendo un plato de comida a sin techos o a personas que están al borde de serlo; en esas instancias también se pone especial énfasis en la relación personal. El proyecto viene ensayando diversas herramientas tendientes a intensificar lo promocional. Se financia con donaciones dinerarias y en especie.

-Centro Caif

Desde el año 2009, en convenio con el INAU, tenemos a nuestro cargo un Centro Caif (Padre Hurtado), donde estamos llevando adelante una labor educativa con niños pequeños (0 a 3 años). Se cuenta con un equipo educativo, técnico y de apoyo que supera las diez personas. La propuesta tiene un doble programa: I) se recibe una vez a las semana hasta 64 niños de hasta dos años con sus madres, realizando actividades de estimulación oportuna y talleres con los referentes adultos y II) de lunes a viernes en la mañana y en la tarde se trabaja con hasta 54 niños de 2 y 3 años en actividades educativas. Todo ello tiene como soporte la actividad técnica psico-social y la de apoyo al servicio. El Centro está vinculado a la organización Fe y Alegría.

-Centro Juvenil

También en convenio con INAU, en el local contiguo al de nuestro Centro Caif, en mayo de 2012 abrimos un Centro Juvenil que recibe hasta 50 adolescentes y jóvenes de entre 12 y 17 años. Se ha constituido un equipo de educadores, técnicos y personal de apoyo, a lo que se le suman talleristas de concurrencia más puntual. Se trabaja en un abordaje de apoyo al estudio que vienen cursando así como de recreación y formación en general; en definitiva de socialización positiva en sentido amplio. También está vinculado a Fe y Alegría.

Invitación al Encuentro Nacional de Manos Abiertas

«Por otro lado es cierto (y uno lo vive así), que normalmente el corazón lo mete sin reservas en la obra en la que pertenece. Pero, también es bueno recordar que formamos parte de una familia, de un movimiento que va más allá de mi obra, que va más allá de mi gente, que va más allá de mi ciudad. 

Un movimiento y una familia a la cual pertenecemos y que es más amplia que ‘lo nuestro’. «

Con estas palabras, el P. Ángel Rossi convoca a los voluntarios de la Fundación Manos Abiertas a encontrarse en la edición 2015 del ENMA (Encuentro Nacional de Manos Abiertas), que será en San Juan, los días 14, 15 y 16 de Agosto.

Ver Vídeo Invitación

Taller de Oficios en Alto Verde – Manos Abiertas

«El Taller de Oficios de Alto Verde ya es una realidad»

En Alto Verde, Santa Fe, funciona la escuela de oficios «Papa Francisco», a la que asisten unos 27 alumnos. Los talleres que se dictan, por el momento, son el de montadura de electricista y albañilería. Sin embargo, la idea es que la oferta pueda ir ampliándose  progresivamente.

El proyecto es llevado adelante, conjuntamente, por el Colegio de la Inmaculada y la Fundación Manos Abiertas.

Si queres saber más de esta iniciativa, te invitamos a ver este vídeo.

Ver Vídeo

Maratón Solidaria a Beneficio de una Escuela en Alto Verde

La escuela para adultos que la Fundación Manos Abiertas construye en la Manzana 7 ya tiene fecha inaugural: el 27 de agosto. La obra es el único destino de lo recaudado en el evento.

El frío no acobardó a las 739 personas que el domingo por la mañana decidieron «sumar kilómetros con causa» en la 5ta. Maratón Solidaria de la Fundación Manos Abiertas. En dos modalidades —4 y 10 kilómetros— cada paso sumó un ladrillo a la Escuela Papa Francisco que la fundación erige en la Manzana 7 de Alto Verde donde 24 adultos se capacitan como Montador Electricista y Albañilería.

La construcción del edificio está cerca del final: el 27 de agosto se hará la inauguración de la estructura de tres aulas y un salón de usos múltiples con todas las dependencias necesarias para su funcionamiento.

La maratón le dio impulso a la obra: es el evento anual de mayor recaudación y este año sumó $ 175.030,63 entre lo reunido con auspicios e inscripciones. «El evento superó las expectativas, no sólo por el apoyo de los auspiciantes que nos acompañan desde el inicio y esta vez redoblaron esfuerzos sino también por la cantidad de corredores que participaron», contó Natacha Bértola, referente de la Fundación.

El trabajo en Alto Verde

Como la Papa Francisco, la Maratón también crece conforme pasan los días. «Sirvió para que la gente conozca la escuela de oficios y dimensione la obra, el movimiento que se está generando en el barrio», agregó Bértola.

La tarea más visible es la construcción de la escuela, que ya prevé sumar otras formaciones: Ayudante de cocina y Acompañante de ancianos el año entrante, más una sala de informática para todos los alumnos.

Pero no es la única obra: la entidad desarrolla diferentes actividades tanto en la Manzana 7 de Alto Verde como en el Paraje La Boca y La Vuelta del Paraguayo.

En la Parroquia Jesús Resucitado funcionan un comedor de ancianos y clases de apoyo escolar. En la «Casita del voluntariado», a 50 metros de la escuela de oficios, todos los días la fundación dicta talleres para contener a mamás y chicos. En la capilla jesuita del Paraje La Boca funciona el emprendimiento Sabores de la Boca de fabricación y venta de repostería. Y, en la Vuelta del Paraguayo lleva adelante un comedor que entrega 192 raciones diarias de comida.

Tal como la construcción de la escuela, todo se realiza con voluntarios y se financia con apoyo de asociados y donaciones.