La Misión entre personas, más que un trabajo

Ponemos a su disposición el artículo de Espiritualidad de la CPAL del mes de Mayo. Este mes, la reflexión está dirigida principalmente a la dimensión apostólica y al modo en que esta se lleva adelante; contraponiendo el simple cumplimiento de la tarea asignada; con el vivir la misión descubriendo la profundidad del llamado que se hace a quien se encomienda un proyecto en particular.

“Nuestra misión más que un trabajo es una relación entre personas” de Fernando Montes SJ es un texto entregado al P. Juan Pablo Cárcamo SJ, director del Centro de Espiritualidad Ignaciana de Chile, para su publicación promoción.

Allí reflexionamos sobre el sentido más hondo de la palabra misión, que es que ella, necesariamente, se refiere a una relación entre personas que se involucran en una acción. En el lenguaje corriente esto se ha desatendido y hasta olvidado.

Limitar la misión a una tarea a cumplir, a prioridades o a objetivos a alcanzar, significa vaciarla de sus contenidos más profundos.

Eso destruye la mística de la acción. Eso es particularmente grave al momento de formar los “agentes” encargados de ejecutar la misión.

Este vaciamiento de los elementos relacionales convierte a los agentes en meros activistas. Se los prepara para un trabajo y no para un encuentro o un seguimiento; la idea de servicio se empobrece.

De este modo hay que tomar conciencia que la primera prioridad al definir una misión, la prioridad de las prioridades es profundizar la relación que está en la fuente. Esto es tanto más necesario cuanto hoy existe el peligro en transformar la misión en un mero trabajo.

CPAL SJ

 

M. Rupnik SJ: La Belleza, Lugar de Comunión

«Me he dedicado toda la vida a las dos cosas: al símbolo y a la belleza. Y al final, pienso que tengo que decir que lo más grandes teólogos de la belleza son justamente los teólogos rusos (…). Ellos son los que nos han hecho ver que la belleza es la cima de lo trascendental.”

Así inicia Marko Rupnik su conferencia sobre “La Belleza como lugar de comunión”, que se llevó a cabo en Marzo de este año en la Universidad Católica de Chile.

Escuchar Audio

El P. Marko Ivan Rupnik es un jesuita que ha dedicado su vida al estudio y la realización de obras de arte. Son particularmente famosos sus mosaicos. Además, es el diseñador del logo del año Jubilar de la Misericordia.

Desde septiembre de 1991 vive y enseña en el Pontificio Instituto Oriental de Roma, Centro Aletti , del que es director. También enseña en la Pontificia Universidad Gregoriana. Desde 1995 es Director del Taller de arte espiritual del Centro Aletti. Desde 1999 es consultor del Pontificio Consejo para la Cultura. A las actividades de artista y de teólogo añade desde siempre la más específicamente pastoral, sobre todo mediante conferencias y la dirección de numerosas tandas de ejercicios espirituales.

Visitar a los Presos – Obras de Misericordia

Pastoral SJ hace una reflexión sobre la experiencia de las Obras de Misericordia en el mundo actual. Les invitamos a reflexionar sobre esta invitación a llevar la Misericordia que Dios nos regala al mundo, poniéndola en las obras .

“Conducimos hasta allá. Hay que salir corriendo del coche para llegar a cubierto, porque llueve. O no. Primero se pasa un control de seguridad externo donde se muestra el documento de identidad. Después se pasa un nuevo control, interno ya, en el que se recoge la identificación de la prisión a cambio de dejar el DNI. Arco de detección de metales. Se abre una puerta, se cierra, y entonces se abre una segunda puerta. Así en tres ocasiones. Aún pueden quedar un par de controles más antes de llegar a la sala donde tendrá lugar la reunión. Uno ya ha perdido la cuenta de las puertas atravesadas, así como la compostura en el vestir por quitarse el cinturón ante el arco.

Ir a la cárcel es muy molesto, muy tedioso. La verdad. Dan ganas de buscarse otra obra de misericordia.

Pasa la tarde y hay que volver a casa. Y en el coche, feliz, uno vuelve -como cada semana- a pedir perdón a Dios por la pereza con la que fue, avergonzado por el agradecimiento con el que vuelve. Porque en la cárcel ha compartido su tiempo con Jesús preso, ha velado un ratito junto a él en una noche de jueves santo de varios años de condena. Porque al llegar a casa y recordar los rostros de las personas encerradas y el pedacito de vida con ellas compartida, uno se rinde a Dios y reconoce que visitar, visitó, pero que la misericordia no la llevó a los presos, sino que de ellos la recibió.”

Pastoral SJ

 

Ayuda ante la Emergencia por el Terremoto

Los Jesuitas de Ecuador se comprometen con las víctimas del terremoto ocurrido el pasado 16 de abril y ofrecen un espacio desde el cual colaborar con ellas.

El sismo de 7,8 grados se registró en la zona norte de la provincia de Manabí cuyo hipocentro se situó frente a Pedernales, a 20 km de profundidad. Los daños aún son incalculables.

Hasta el momento se registran 507 víctimas mortales, 4000 heridos y miles de personas desaparecidas. Las ciudades de Manta, Pedernales y Cojimíes están entre las más afectadas. Se reportan viviendas colapsadas, carreteras bloqueadas por derrumbes y colapso de las vías, cortes de agua, electricidad y servicio de telefonía celular debido a la afectación de las torres repetidoras. Existen aún zonas incomunicadas de las que no se tiene información y a las que la ayuda humanitaria no ha podido llegar por el cierre de las vías. La Secretaría de Riesgos señala que las dificultades de los afectados se irán agudizando con el paso de los días, especialmente, en el tema de la vivienda.

Al interior de las obras de la Compañía de Jesús no hemos tenido desgracias personales que lamentar. Sin embargo, hemos tenemos graves afectaciones en la infraestructura de la Sede Manabí de la Universidad Católica, escuelas de Fe y Alegría, la Iglesia La Merced y sobretodo, en el edificio de la Fundación Centro de Promoción Social Río Manta (FRM). Estamos realizando los estudios técnicos para evaluar el estado de estas edificaciones y poder ofrecer una idea exacta de los costos que se necesitan para rehabilitarlas.

Ante las pérdidas incalculables, tanto humanas como materiales, la Compañía de Jesús, en coherencia con su misión, agradece todas las muestras de solidaridad y propone a nuestros amigos, cooperantes y donantes del exterior, la siguiente estrategia para canalizar ayuda:

1. Aportes Económicos

Los aportes económicos serán destinados para la construcción de viviendas de emergencia y campamentos en las zonas afectadas a través de la Corporación de Viviendas Hogar de Cristo.

Como referencia, el costo de una vivienda emergente asciende a $1.696 (mil seiscientos noventa y seis dólares) y un campamento o “célula de convivencia”, para 11 familias, con los servicios de comedor común, baño y ducha comunes separadas por género, espacio cerrado para recoger la basura, infiltración y retención de aguas lluvia, etc., tiene un costo aproximado de $27.000 (veinte y siete mil dólares).

2. Ayuda Humanitaria

Como respuesta inmediata para las personas y familias afectadas se ha solicitado a la población en general la colaboración con medicinas que van desde desinfectantes a repelente para insectos; víveres, de uso más extendido y otros elementos como mantas, carpas y productos de higiene.

El Señor y nuestra Madre Dolorosa les colmen de bendiciones por la ayuda recibida. Que nuestra Fe hable de nuestra Justicia.

Fuente: CPAL SJ

 

Compromiso Misionero y Voluntario en Concordia

Son un grupo de jóvenes de entre 20 y 25 años con la idea de generar un cambio en un barrio en el cual la marginación social y el abandono se encuentran naturalizados. Los guía la firme convicción de que es posible mejorar la situación y por ello, han generado este proyecto. No se ubican bajo ninguna bandera política ni religiosa, y las actividades que realizan son posibles a partir de la contribución voluntaria de donantes.

Trabajan en el barrio ‘El Silencio’, en Concordia, Entre Ríos. Está ubicado justo al lado del “Campo El Abasto”, el basural de la ciudad. La mayoría de las familias se asentaron en esas tierras luego de la crisis socioeconómica de 2001 y 2002. Su principal fuente de trabajo es “cirujeo”: recolectar materiales reciclables (papel, cartón, vidrio, plástico y metales) para vender a precios muy bajos. Hoy en día, catorce años después, la realidad material del barrio ha mejorado en algunos aspectos, pero la situación de exclusión es la misma.

La historia de este grupo en el barrio comenzó con la participación en una misión católica. Sin embargo, al enfrentarse con la realidad que allí habían descubierto, se propusieron ir más allá en su compromiso.

12208518_765922063533433_6102099377724659233_n

Una de las convicciones más fuertes del grupo es que uno de los pilares para cambiar la realidad es fortalecer la educación. Así, La Escuela Nº 32 “Nuestra Señora del Silencio” es una institución clave para la vida del barrio: asisten allí la gran mayoría de los niños que viven en el Silencio, así como también una minoría de otros barrios cercanos. Se trata de una escuela que trabaja con los chicos desde Sala de 3 hasta 6º grado. En el barrio hay un gran respeto hacia esta institución y a quienes allí trabajan. Por ello, los chicos comenzaron su tarea en el barrio colaborando con ella.

Como primera iniciativa, empezaron realizando a fines de 2014 una colecta de libros para la escuela. Lograron juntar quince cajas de libros como resultado de la donación de particulares enterados del proyecto y de distintas entidades y editoriales (Escuela Racing Club, Ed. Santillana, Ed. Penguin Readers) que, al tomar conocimiento de la realidad del barrio, decidieron colaborar. Al inicio del ciclo lectivo de 2015, visitaron la escuela para realizar talleres de lectura en cada clase y entregar a los chicos los libros nuevos.

Más tarde, se llevó adelante el Proyecto Pintemos. El grupo se puso en campaña para recolectar los elementos que necesitaban para pintar la escuela n° 32. Finalmente, pudieron llevar a cabo este objetivo en Agosto del año pasado. La actividad, además de contar con una gran colaboración, no sólo de donaciones sino también de colaboradores que se acercaron a ayudar a los voluntarios en la pintada, tuvo una amplia difusión en los medios de la ciudad.

Este año, los voluntarios visitaron el barrio nuevamente los días 23 y 24 de Abril para llevar adelante una kermesse y festejo del Día de la familia.

Si quieren contactarse con el movimiento pueden escribir en Facebook  o a porelsilencio2015@gmail.com.

Fuente: Por El Silencio 

 

Informe sobre la Deuda Social en Argentina

Fe y Justicia son dimensiones que no pueden ir separadas. Por eso publicamos este informe de la Universidad Católica Argentina, en el que se habla, no sólo del crecimiento de las tasas de pobreza e indigencia sino de una pauperización general de las condiciones de vida en Argentina.

El último informe del Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) estimó que hubo un “fuerte empeoramiento” de las condiciones de indigencia y pobreza durante el primer trimestre de 2016, sobre la base de una serie de supuestos sobre el comportamiento de la Canasta Básica Alimentaria y otros factores de política social.

“La tasa de indigencia habría pasado de 5,3% a fines de 2015 a 6,9 en marzo de este año, y afectaría a no menos del 6,2% de la población al principio de abril de 2016, lo cual daría cuenta de un aumento de por lo menos 250 mil personas en situación de indigencia, acumulando 2,3 millones de personas indigentes al final del tercer trimestre del año”, se precisó en el estudio presentado hoy en el campus universitario de la UCA.

El investigador en jefe del ODSA, doctor Agustín Salvia, pronosticó que la tasa de pobreza habría pasado de 29% a 34,5% en el mismo período y tendría un piso del 32,6% en la primera parte de abril de 2016, lo que significaría que “1,4 millón más de pobres, cerca de 13 millones de personas en situación de pobreza”.

El investigador de la UCA aclaró que las proyecciones sobre pobreza e indigencia “no toman en cuenta otros factores de riesgo como las cesantías o pérdidas de empleo ocurridas en el marco de una economía inflacionaria y afectada por ajustes macroeconómicos, ni los recientes anuncios de incrementos en materia de transporte y servicios domiciliarios”.

“Cabe suponer que las proyecciones presentadas puedan estar subestimando las tasas de indigencia y de pobreza urbana, representando las mismas apenas el piso de la eventual situación social actual”, advirtió en rueda de prensa.

“Si al menos en el corto plazo no se logra controlar los aumentos de precios en productos y servicios básicos y reactivarse la demanda de empleo, se estará cada vez más lejos de una mejora genuina en la distribución del ingreso y difícilmente podrá revertirse la tendencia ascendente que están registrando las tasas de indigencia y de pobreza urbana”, sostuvo.

En el informe “Pobreza y desigualdad en la Argentina urbana 2010-2015” se hace también un balance del comportamiento de las tasas de indigencia y pobreza en ese período.

“A pesar del contexto de alta inflación que se experimentó durante el período, dadas el protagonismo que asumieron las políticas de transferencia de ingresos hacia los sectores más vulnerables, las tasas de indigencia tanto a nivel de hogares como de población cayeron entre 2010 y 2013, tendiendo luego a mantenerse en niveles estables en 2014. Más recientemente, entre 2014 y 2015, la indigencia volvió a exhibir una tendencia levemente descendente, alcanzando al 5,3% de la población a fines del período analizado”, se subraya.

El estudio reveló, además, que las tasas de pobreza experimentaron una importante reducción entre 2010 y 2011, para posteriormente presentar una tendencia ascendente entre 2012 y 2015, hasta alcanzar al 29% de la población.

Ambas tasas siguen una tendencia similar incluso cuando se considera como fuente de información la Encuesta Anual de Hogares Urbanos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), referida al tercer trimestre de cada año. “Cuando se proyecta esta fuente de ingresos, la tasa de indigencia habría sido en 2015 de 5,4% y la tasa de pobreza de 23,7%», se precisó.

La rueda de prensa en el campus universitario que la UCA tiene en Puerto Madero contó también con la presencia del licenciado Juan Cruz Hermida, director de Gestión Institucional del ODSA.

Fuente: AICA

 

FAVELA AMAZONIA – MAFIAS

Días antes hemos publicado la primera parte del reportaje «Favela Amazonia», producido y difundido inicialmente por el Diario Estado, de Brasil. El mismo va describiendo diferentes problemáticas que afectan a la población con menos recursos de esa zona de nuestro continente. Aquí ponemos a su disposición la segunda entrega:

Mafias que controlan a los beneficiarios del Bolsa Familia y a los jubilados

El sistema que desvía dinero de las credenciales de asistencia social del gobierno incluye comerciantes y casas de lotería; práctica que remite al sistema esclavista de las caucherías. Continuamos publicando la IV parte del reportaje Favela Amazonia hecho para Estadao.

Maria Nascimento Rodrigues Canamari y Raimundo Canamari, una pareja de la aldea Bananeira, en Atalaia do Norte, en el estado de Amazonas, perdió hace dos meses a su hijo Rogério de un año de edad. “Murió de vómito, de diarrea” cuenta la madre. “Ellos (agentes de salud de la aldea) no cuidaron a mi hijo”, reclama. El niño, según el Ministerio de Salud, murió de desnutrición.

María recibe 154 reales por mes gracias al plan Bolsa Familia. Sin embargo, la credencial del programa se encuentra en manos del comerciante Luciano Rodrigues, quien la retiene por una supuesta deuda, que no para de crecer. El tiempo de las caucherías –cuando, a principios del siglo XX, indígenas y ribereños vivían en un sistema de esclavitud con deudas impagables- volvió al Alto Solimões.

Fuimos con la pareja a buscar a Luciano. Nuestra apariencia, no muy común en la región, debió haber hecho pensar al comerciante que éramos agentes del gobierno. María pide su credencial en lengua canamari. Luciano, que también es canamari responde algo sin quitar la vista de nosotros. Sin identificarme pregunto cuál es la deuda que tiene. Rodrigues responde que llega a “doscientos y algo”. Digo sencillamente que debe entregar la credencial de María. “Ella dejó la credencial empeñada aquí”, argumenta.

Se levanta de una silla, sale del comercio y vuelve minutos después con la credencial de María. Dice que también es indígena canamari y que trabajó como regatão (comerciante que navega por los ríos y arroyos cambiando productos industrializados por pieles de animales, peces secos y frutas de la selva). Pregunto si es verdad que tiene más de 60 credenciales. “Tengo más o menos ocho. La gente habla mucho” Insisto: “Pero cuántas credenciales del seguro social retiene usted?” “Tengo tres credenciales de jubilados”. “Y cuantos del Bolsa Familia?”, pregunto. “Tengo más o menos ocho del Bolsa Familia”.

Al preguntar si otros comerciantes retienen credenciales, Rodrigues responde “Mire, aquí es todo intercambio. Muchas personas de esas grandes tiendas también lo hacen”. También le pregunto si tiene complicaciones a la hora de reclamar los beneficios en la casa de lotería São Sebastião. “Solo se puede con documento. Muchos no pueden sacar. Solamente con la credencial no se puede sacar. Solo se puede con la clave”, aclara (él tiene las claves de las credenciales). Finalmente pregunto si Dênis Paiva, el dueño de la lotería, sabe de todo ese manejo. “A veces saco de allá. Solo con la clave.”

Buscamos a Paiva, pero había dejado la ciudad y no tenía fecha de regreso. Intentamos hacer contacto por teléfono, pero el comerciante no respondió las llamadas.

Acompañamos a Joana Matis, indígena, a hablar con Renikson Monteiro en otro comercio. Dijo que necesita saldar la deuda de su hermana, Jocelina Nascimento Matis, que vive en una aldea distante y que dejó la credencial con el comerciante. La deuda de ella llega a 540 reales, según Renikson. Joana le pide que al menos le deje ver el número, pues necesitaba vender artesanías. En realidad, necesitábamos una prueba de que Monteiro también actuaba en el sistema de retención de las credenciales. El hombre va hasta el piso de arriba de la construcción en donde funciona su comercio y vuelve con la credencial de Jocelina.

Después, bajamos hasta el centro comercial a orillas del río Javari con Pekompa Marubo, un jubilado de la aldea Boa Vista. En noviembre, dejó su credencial del seguro social al comerciante João Barbosa, João Alma de Gato, a cambio de comida y gasolina para volver a la aldea. Ahora en abril, Pekompa volvió a la ciudad para intentar recuperar la credencial. En el comercio de Alma de Gato, una empleada dice que no tiene la credencial. Para complicar la situación, otra mujer dijo que estábamos filmando. Ante nuestra insistencia para informar el total de la deuda, la vendedora saca del cajón un cuaderno con decenas de extractos bancarios de saldo y retiro de dinero. Uno de ellos es de la cuenta de Pekompa. Él estaría debiendo 800 reales. Un día después, Pekompa nos busca: dice que Alma de Gato le devolvió su credencial.

Como en la época de las caucherías.

Varney da Silva Tavares Kanamari, presidente de la Asociación de los Kanamaris del Valle del Javari (Akavaja), dice que hace tiempo que intenta convencer a los “parientes” de no entregar sus credenciales a los comerciantes. “El Bolsa Familia está trayendo mucho problema. El pariente deja la aldea y se viene a la ciudad. Compra fiado una vez y cuatro meses después el patrón (comerciante) dice que la deuda todavía no está paga. Entonces, el pariente queda por aquí, sin comida para los niños, que están enfermos”, afirma. “Yo digo, pariente, quédate cinco meses en la aldea, con cinco meses vuelves y haces la compra”.

Leonardo Gomes Kanamari, también representante de Akavaja y tesorero de esta entidad, dice que Luciano y otros comerciantes cobran hasta 180 reales por una caja de 25 balas para escopeta de caza, que cuesta en promedio 70 reales. “Doblan el precio de los productos, saben que cometen un crimen.”

En las primeras décadas del siglo pasado, indígenas y ribereños estaban en manos de los “patrones”: comerciantes o dueños de caucherías que mantenían un sistema esclavista. Ribereños e indígenas entregaban pieles de animales, peces secos y caucho para saldar deudas que nunca terminaban. Era común que los dueños de las caucherías cobraran por los alimentos precios que jamás podrían ser saldados con el trabajo forzado en la explotación del látex.

Es un crimen: afirma la ministra

Tereza Campello, de Desarrollo Social, reconoce que el Estado no debe desorganizar aldeas.

La práctica de los comerciantes de Atalaia del Norte de retener credenciales de los beneficiarios del Bolsa Familia indignó a la ministra de Desarrollo Social, Tereza Campello. Al ver los videos hechos por Estado, prometió accionar la Policía Federal. “No es simplemente que sea incorrecto. Es un crimen que cometen comerciantes y loteros cuando le quitan el derecho a las personas”, resalta. “La policía necesita accionar algún tipo de medida. Yo no puedo enterarme de esa situación y no tomar cartas en el asunto. Solo hay una forma en la que podemos solucionar ese problema: recibiendo información como la de los comerciantes que retienen las credenciales, una realidad que ustedes mostraron”.

Al frente de un programa de inclusión social que atiende a 14 millones de familias y que logró éxito por todo Brasil, Tereza Campello señala que es preciso conocer realidades como la de los beneficiarios del Vale do Javari y otras áreas indígenas. “Una cosa es él (el indígena) tener derecho como brasilero y otra es nosotros, al llevar al Estado, estar desorganizando esas comunidades. Hay una línea muy tenue ahí”, afirma. “El Estado no debe llegar e imponer el Bolsa Familia de una vez, es necesario conversar”. “Todavía tenemos un largo camino por delante. Es un momento de aprendizaje”.

Actualmente 133.161 familias indígenas reciben en todo el país el Bolsa Familia. Los beneficiarios aumentaron un 28,42% desde 2011. Ella reconoce que la población indígena necesita una atención diferenciada. “Estamos lidiando con una situación delicada. Dependiendo de la acción del gobierno, se puede desestructurar una sociedad entera. Es diferente actuar con la población de la calle, por ejemplo, pues ya tenemos experiencia”. La ministra dice que pretende inquirir las asociaciones de casas de lotería para determinar su responsabilidad en el asunto. Aunque aclara que no es posible suspender la distribución del Bolsa Familia a través de las casas de lotería por el hecho de que el programa no tiene una red de atención al público.

En los últimos años, Tereza Campello ha realizado alteraciones en el registro único de los beneficiados del Bolsa Familia para incluir una variedad de cuestionamientos y entender públicos específicos atendidos por el programa, como indígenas, gitanos, comunidades afro, palenqueros y ribereños. “El registro único era una cosa homogénea. El Bolsa Familia logró llegar al país porque es algo simple. Pero hoy sabemos que necesitamos conocer más. Pasamos de tener suplementos para públicos diferenciados, a buscar informaciones diferenciadas”, afirma. “Eso nos ayudará a hacer política pública, que no puede ser igual para todo el mundo.”

La ministra decidió retirar del registro la exigencia de una dirección fija para poder incluir gitanos y otros pueblos nómadas en el subsidio. A su vez, lamenta que hay alcaldes que incluso han puesto obstáculos para registrar familias indígenas. “Las soluciones que las personas sugieren no han resuelto el asunto”. Aumentar el plazo para el retiro del beneficio tiene un efecto colateral. “Si un indígena va a sacar un gran monto de dinero por año, lo pueden robar. Y no se cumple la función de un programa regular de alimentación.”

Tereza Campello relató que técnicos del ministerio ya habían identificado algunos problemas vistos por este reportaje, como la retención de credenciales por los comerciantes, pero este asunto se topa con la falta de pruebas.

Aclara que el hecho de que una persona no tenga ingresos fijos por mes no significa que está en la línea de pobreza. Sin embargo, en el caso de la población indígena, el 40% de las familias están en extrema pobreza. “Son ciudadanos que tienen los mismos derechos que los demás brasileros. La meta ahora es saber llegar para garantizar derechos respetando las culturas”, dice. “Una distribución de la canasta básica con productos como azúcar, por ejemplo, puede significar un mal para las culturas indígenas. Ninguna solución es simple y no puede haber una solución pasteurizada. Las situaciones de un indígena en Espírito Santo y otro en el Amazonas son diferentes”.

Fuente: Estadao

Traducción ( I, II, III y IV) : Constanza Solórzano

CPAL Social

 

«Es el vaso más vacío, el que recibirá más agua fresca»

Compartimos una nueva crónica de nuestro compañero Joan Morera SJ,  desde Mabibo, Tanzania.

«Nuestro «verano» continúa aún por este rincón de Tanzania, donde durante el último mes ha habido bastantes novedades. En primer lugar, quisiera agradecer de nuevo a todos los que estáis colaborando con esta misión a través de pequeñas aportaciones, pronto empezaremos a enviaros más detalles al respecto.

También estamos contentos porque alguno de vosotros ha iniciado los apadrinamientos de los niños más pobres de la escuela, espero que pueda ser un intercambio muy enriquecedor, ¡mil gracias!

Otro motivo de alegría para mí es un cambio contundente: dejo las pantallas para dedicarme a tiempo completo a las personas. Es decir, finalmente la escuela ha encontrado un candidato adecuado para gestionar la sala de informática, y mañana mismo comenzará para mí una etapa muy diferente de estos dos años en Loyola High School.

Una nueva etapa

La nueva etapa de hecho empezó hace una semana, cuando el decano de estudiantes una mañana de lunes me pilló todavía bastante soñoliento y alargándome la mano me dio con la otra un dossier que me despertó de golpe: «¡Buenos días Joan! Eres el nuevo tutor de Form1D. Ahora deberías ir a su clase para controlar su asistencia. ¡Hasta luego!». Todo un reto que me sitúa como educador directo en todo lo que estos estudiantes vivirán en la escuela durante sus dos primeros años: escuchar sus problemas, acompañarlos, alentarlos, corregirlos cuando sea necesario, hablar con los padres (¡hará falta swahili, claro!)… etc. Por ahora trabajo tengo a estudiar sus caras con fotos improvisadas: ¡todos nos parecen iguales, para nosotros europeos!

También he empezado a enseñar la asignatura de Valores, que es un curso propio de la escuela para educar en humanidad. Por ahora he iniciado con entusiasmo enseñándoles la vida de San Ignacio, ¡toda llena de valores! Son católicos, protestantes, musulmanes… Este viernes uno de ellos preguntaba: ¿qué es un santo?

¿Un santo puede casarse? ¡Es realmente precioso poder animarlos en tantas descubiertas!

Aparte de eso, intentaré abrir una segunda oficina de acompañamiento (para estudiantes o profesores/personal), como una especie de «oído» o «pulmón» donde la gente pueda tener algún lugar donde ir ante problemas o para acompañamiento espiritual. También estamos procurando iniciar un taller de interioridad ignaciana (psicología y espiritualidad) para trabajar a fondo con los profesores, ya que el futuro de muchas generaciones dependerá de ellos.

Los miércoles, además, habrá sesión de religión para todos: el colegio entero detiene las clases académicas y se divide por grupos y religiones. Desde el director de la escuela hasta el último profesor se reunirá con grupos de estudiantes para guiarlos y compartir juntos la fe que nos mueve hacia Dios. Es una idea innovadora que estoy seguro que nos hará crecer a todos.

Y finalmente también estoy involucrado en el ICT Club, una especie de taller de nuevas tecnologías donde los límites sólo los pone la imaginación: este viernes ante 40 chicos y chicas que han venido les he presentado tres propuestas llenas de retos: la construcción de hologramas 3D sólo con una cubierta de CD y un móvil (ver foto), la construcción de un proyector de vídeo con una caja de zapatos, una lupa y un móvil, y finalmente un proyecto bastante ambicioso pero apasionante: la construcción de un planetario en el techo de la gigantesca iglesia de la escuela (una cúpula enorme sin columnas). Todo llegará, ya os iré detallando los avances, pero ¡¡a todos (a ellos ya mí) nos brillan los ojos!!

En fin, la escuela va adelante, y prueba de esta esperanza es la foto que os adjunto, Rosemary es una chica extraordinaria que ha conseguido 19 premios en el Día de los Premios Anuales que celebramos ayer mismo. El árbol que tantos alumnos plantan con su esfuerzo dará fruto a su tiempo.

Momentos que dan sentido

En esta circular, de manera excepcional, quisiera alargar hasta una segunda página la explicación porque hay momentos que dan realmente sentido a esta misión, y creo que vale la pena poder compartirlos.

Uno de ellos es la vida de Mohamed (nombre falso para proteger su privacidad). Es uno de los niños que cada fin de semana me enseña swahili. Tiene un gran deseo de aprender inglés, pero todavía no lo habla. Dado que está a punto de terminar Standard7 (equivalente a 6o de Primaria), el próximo año debería comenzar Form1 (1o de ESO), y podría venir a nuestra escuela. Pero su familia vive literalmente en la miseria: la madre sola debe cuidar de 4 hermanos (él y tres hermanas) sin padre ni a penas ingreso. Ella procura vender panecillos de vez en cuando, si no se ocupa de las tareas domésticas. Muchos llevan vestidos rotos, y van descalzos. Viven en una choza muy pobre del lado de la iglesia.

Desde el comité GIA de becas de la escuela hemos querido invitarle a entrar a través de una beca, porque tiene mucha capacidad, es brillante y me entiende todas las explicaciones ya antes de que termine la frase. La escuela de los jesuitas, de hecho, fue primariamente construida para ellos, alumnos capaces y sin recursos. Siendo miembro del comité GIA de becas, ayer entré a visitarlos en su casa para hablar con la madre (en swahili) e intentar explicarle la propuesta de parte de la escuela.

Antes de entrar, pregunté a Mohamed: «¿Cómo se llama tu madre?» Y me respondió: «No lo sé». Esto en esta cultura es bastante frecuente, porque si el primer hijo/a de la madre se llama, por ejemplo, María, ella se pasaría a llamar «Mama María». Sin embargo, no deja de conmoverme que las madres africanas, piedras angulares en la vida de este continente, tan sacrificadas por sus hijos hasta darlo absolutamente todo, acaben por entregar hasta su propio nombre.

La chabola se encuentra en medio del polvo y la suciedad de Mabibo. En el interior, la miseria era omnipresente, tan grande como su dignidad. El techo estaba parcialmente hundido, y mirándolo yo me preguntaba qué pasaría en la siguiente estación de lluvias. Una mesa, un viejo sofá y la televisión -quizás el único que los conectaba al mundo exterior de Mabibo- era todo lo que podría parecerse a las casas a las que estamos acostumbrados. La salida exterior, de 4 metros cuadrados, era un estrecho lugar donde cocinar en el suelo, donde los más pequeños jugaban o se paseaban desnudos, o comían, donde todos pasaban y traspasaban atareados… Más adentro, unos 7 u 8 cubos de agua apilados, que tenían que ir a rellenar cada vez, proveían a las 3 familias emparentadas que vivían concentradas en aquella chabola. Cada familia «vivía» en una sola sala de unos 3×3 metros como mucho.

Me acercaron una silla de plástico y conversamos un rato con la madre. Ella ya conocía nuestra propuesta, Mohamed se la había explicado, pero era necesario un contacto más humano. Estaba muy agradecida, y quería invitarme a comer, pero di las gracias.

Hoy, que me he llegado de nuevo para compartir un poco más de inglés con Mohamed, me ha insistido para comer con ellos hasta que he entrado. Era la primera comida del día: té y un plato de arroz con verdura adornado con un algunos frijoles. Un solo plato compartido por toda la familia. Pero en aquellos puñados de arroz comprendí mucho mejor lo que Jesús hace en los Evangelios: comer con ellos es un signo de comunión que sella algo profundo. Para Jesús, recupera los excluidos, marcándolos con el Reino de Dios. Para nosotros también: un nuevo futuro se abre para el pequeño Mohamed. No soy el autor, sólo una sola pieza del rompecabezas para conectar dos mundos, la chabola y la escuela, y en estos instantes siento felicidad. Instrumento de un Dios que extrañamente está sentado a la mesa con nosotros en esta pequeña choza de Mabibo.

Es el vaso de agua más vacío, el que acabará recibiendo más agua fresca

Acabo este recuento de momentos especiales con una última mirada sobrecogedora: hoy, en la misa del domingo, un padre muy joven balanceaba en brazos a una niña muy pequeña que tenía síndrome de Down. La ternura que los unía no la sabría describir en frases, pero la escena venía coronada por una frase impactante que el hombre llevaba estampada en la camiseta: «Somos lo que repetidamente hacemos. La excelencia, por tanto, no es una acción, sino un hábito. (Aristóteles)». Ser niña, pobre, con síndrome de Down en un contexto como Mabibo podría ser una pesadilla, si no fuera por la caricia cotidiana, repetida, de un padre con principios tan tenaces.

Cuando uno no tiene nada, el amor es más auténtico. Es el vaso de agua más vacío, el que acabará recibiendo más agua fresca. Hoy domingo las palabras del profeta Isaías brillaban como el Sol en el beso de este padre: «¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido» (Is 49,15).»

Info SJ

 

FAVELA AMAZONAS: Un nuevo retrato de la selva

Un tercio de la población de las grandes y medianas ciudades de la Amazonía vive en territorios de narcotráfico y violación de derechos humanos. En las zonas periféricas de la selva tropical más grande del mundo, la calidad de vida es peor que en las periferias y las favelas de Rio de Janeiro y Sao Paulo. Esta es la primera entrega de FAVELA AMAZONAS.

El diario Estado encontró una nueva realidad en la Región Norte, donde hay mafias que desvían credenciales del Bolsa Familia y del seguro social, grupos que manipulan informes sobre vacunación y mortalidad infantil, mientras las milicias toman el lugar de los antiguos pistoleros. Ante el aumento del éxodo provocado por políticas públicas, la frontera y la selva pierden habitantes y los asesinatos de personas sin techo en las periferias superan los homicidios por disputas de tierra. En defensa de sus derechos, una nueva generación de líderes sociales desafía los poderes paralelos en los centros urbanos amazónicos.

La Selva se Urbaniza

Del machete Kayapó a la ametralladora robótica del grafiti.

Son tiempos de crimen, furia y odio extremos en la selva. En la Amazonía se revive la explosión de violencia urbana de las favelas, suburbios y periferias de Rio de Janeiro y Sao Paulo de los años 1980, la “década perdida”. Hoy 37,4% de la población de las 62 ciudades con más de 50.000 habitantes de la Región Norte vive en áreas ocupadas por el tráfico de drogas, en las cuales este reportaje tuvo que pedir autorización para entrar.

En la investigación hecha por Estado se compararon mapas de devastación ambiental, datos de alcaldías, informes sobre de seguridad pública de secretarías de estado y declaraciones de autoridades y activistas sociales. Hay una paradoja: justo en el momento en que la selva está más conectada gracias a la expansión del uso del celular y de internet, se aleja de la curva de mejoría en calidad de vida del Centro-Oeste, del Sudeste, del Sur y del Nordeste de Brasil.

La Amazonía, a partir de la cual se generaron discursos acalorados sobre una posible internacionalización de su territorio, hoy es una colcha de áreas en donde si el Estado brasilero no entra con sus agentes de seguridad, mucho menos con profesionales de la salud y la educación.

Contrario a lo que temían nacionalistas y militares, el territorio prohibido no fue cercado por gobiernos extranjeros, sino por pequeños poderes internos. Gracias a su dimensión, la selva resistió en buena medida y en muchas áreas sigue en pié. Sin embargo, las personas que viven en ella, están sin asistencia. En plena era de tecnología y redes sociales, los brasileros “al margen de la historia”, término usado por Euclides da Cunha durante la expedición a los Ríos Madeira y Javari a comienzos del siglo pasado, se encuentran hoy en periferias no menos aisladas. La pelea en la Amazonía por derechos que están garantizados hace décadas en otras partes del país, continúa.

La ausencia de una red de protección social fuerte de la sociedad civil y del poder público deja a las favelas amazónicas –conocidas como invasiones- aún más lejos de los sectores productivos y de los empleos, comparado con las ocupaciones urbanas de las regiones desarrolladas de Brasil. Las muertes por armas de fuego registradas en el Mapa de la Violencia 2015 no dejan lugar a duda: la Región Norte tuvo un aumento de 135,7% en homicidios de 2002 a 2012, periodo en el cual Rio y Sao Paulo, en el Sudeste, presentaban caídas superiores al 50%. Este estudio fue elaborado por el sociólogo Julio Jacobo Waiselfisz en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y con datos del Ministerio de Salud.

El sistema de producción basado en las grandes obras de infraestructura, que dan empleos en masa pero temporales, y en las materias primas generadas por la minería, la soja y la ganadería, no garantizó una economía inclusiva. El mercado de trabajo no crece automáticamente alrededor de los proyectos. Por otro lado, los programas federales de distribución de renta por medio de transferencias directas aplicados en los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, que transformaron positivamente el sertão nordestino, no atienden a la compleja realidad amazónica.

En la inauguración de la Belén-Brasilia en 1960, carretera que conecta Anápolis y Marabá, el área amazónica de Brasil, que comprende los estados de Acre, Amapá, Amazonas, Roraima, Rondônia, Mato Grosso, Pará, Tocantins y parte de Maranhão, tenía un 35% de población urbana. Ese porcentaje aumentó a 44% en 1980, 58% en la década siguiente y 69% en el 2000. Hoy, con 24 millones de habitantes, casi un 80% de la población de esa área vive en las ciudades. La ascendencia constante de la curva muestra que la política para atender las demandas de energía y transporte de otros centros del país iniciada en el gobierno de Juscelino Kubitschek se mantuvo en el régimen militar y en la democracia y, con ella, el éxodo y la concentración de tierras.

El Brasil de la industria y del desarrollo que comenzó a ser implementado un poco antes por el presidente Getúlio Vargas, nunca convivió con la idea de la selva en pie. La excepción, por más extraño que parezca, ocurrió en el corto y escandaloso mandato de Fernando Collor (1990-1992), cuando fueron demarcadas las áreas indígenas más grandes del país.

Es importante aclarar que las historias aquí relatadas se encuentran en forma de números en los informes del Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE). Si bien la Amazonía brasilera es desde hace dos décadas más urbana que rural, los flagelos de sus ciudades suelen ser opacados por los problemas del “paraíso verde”desde que en 1989 la India Tuíra Kayapó acercó un machete al rostro del entonces presidente de la Electrobras, Jose Antonio Muniz Lopes, en una protesta contra una hidroeléctrica en el río Xingú. Bastante antes de que Gaby Amarantos, una cantante de los bares y de la sacristía de la Iglesia Católica de Jurunas, la quinta favela más grande de Brasil, saliera de Belén y tuviera éxito con Ex Mai Love y Xirley, hits de la música tecnobrega.

En la Amazonía, el avance de la urbanización también resultó en encuentros forzados entre diferentes culturas y tradiciones. Con un pasado reciente marcado por el exterminio de guerrilleros, sindicalistas rurales, líderes sin tierra y religiosos de las bases católicas de la izquierda, la región vive un nuevo momento de movilizaciones sociales. Se trata de una generación sin vínculos con entidades nacionales, que se articula en las redes sociales y orbita alrededor de la cultura en relación a la violencia y a las desigualdades. Grafiteros dibujan ametralladoras robot en los muros de las ciudades. Jóvenes líderes indígenas intentan sacar a la Fundación Nacional del Indio (Funai) del ostracismo. En la nueva selva, un lienzo de solidaridad, todavía frágil, se expresa por medio de batallas de rap, al ritmo del baile del “free step”, de la música de los soundsystems, de la actuación de los hackers del software libre y del trabajo de los documentalistas independientes. La región que dio nuevas formas a la cultura nacional, con los libros y los viajes de Euclides de Cunha, Mário de Andrade, Raul Bopp, y Dalcídio Jurandir, muestra en la actualidad un arte de resistencia.

La nueva generación de activistas sociales no goza de la atención que el exterior pone en la selva. En las últimas dos décadas, la Amazonía perdió el status de área de preocupación ambiental. La selva tropical enfrenta la competencia del deshielo, del efecto invernadero y de los cambios climáticos en el debate internacional. Esto ocurre inclusive la región siendo reserva el 20% del agua dulce de la Tierra. Viajar por la selva después del “boom” ambientalista de finales de los años 1980 y comienzos de los 1990, cuando el cacique Raoni subía a los escenarios con el cantante Sting y Jacques Cousteau sorprendía con sus aventuras en los ríos caudalosos, es encontrar un mundo de penurias conocidas por quienes viven en las metrópolis. Además, la región dejó de recibir recursos del área social de entidades y gobiernos europeos que, en medio de la crisis financiera internacional, concentran las inversiones en África, dejando el Brasil de las conquistas de la era de consolidación del real y del gobierno Lula en segundo plano.

Cómo fue realizado este reportaje

Los mapas de deforestación pueden revelar el poder del crimen en las ciudades. La recolección de datos sobre la influencia de los comandos del narcotráfico en la vida de los habitantes de la Región Norte empleó fuentes de satélites del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (Inpe) y del Imazon sobre quemas forestales, mapas de barrios, alcaldías, informes de criminalidad de secretarías estatales de seguridad pública y también declaraciones oficiales.

Se utilizaron registros de 39 municipios del estado de Pará, ocho de Amazonas, siete de Rondônia, tres de Tocantins, dos de Amapá, dos de Acre y uno de Roraima. Con la lista de las ciudades más habitadas, recurrimos a las alcaldías y al IBGE para obtener nombres de barrios e invasiones, tamaños de área y numero de habitantes. En Belén, por ejemplo, fueron analizados 70 barrios –del Guamá, con 94.000 personas al Maraú, de apenas cien habitantes-. Autoridades de seguridad pública, comandantes de policía, activistas sociales y habitantes, en los casos de las ciudades visitadas, fueron escuchados para hablar sobre la situación de cada área del barrio y de manchas urbanas de los municipios. En los casos de barrios con más de 15.000 personas, el peso dado a las declaraciones de gentes de seguridad fue mayor para estipular cuantos habitantes vivían en zonas de riesgo.

No es poco frecuente, especialmente en el área metropolitana de Belén, que milicias conformadas por grupos de policías o de ex policías que actúan por cuenta propia en seguridad a empresas y habitantes, en acciones de exterminio y en venta ilegal de armas y municiones, actúen en las áreas de tráfico. a veces ocurre que un hombre de milicia también es un traficante de drogas. En muchos barrios de la capital de Pará, no es posible definir si el territorio es de los traficantes o de los milicianos.

Ya que se utilizaron declaraciones orales, la investigación requirió determinar periodos de tiempos muy específicos para obtener un números más exactos. Las campañas de las fuerzas represivas del Estado pueden alterar el mapa de actuación de bandas y narcotraficantes en cualquier momento, así se hayan solidificado en las principales áreas históricamente dominadas por el crimen. Es el caso de la favela Jurunas, con 64.000 personas, donde la falta de planeación urbana y la miseria social aislaron a la población de los beneficios básicos que otorga el poder público. El periodo de tiempo contemplado en este reportaje fue el mes de mayo de este año. Las actualizaciones comenzaron cuando los registros empezaron a ser recogidos, a partir de agosto de 2014.

Sin el valor ni la rigidez de una investigación académica u oficial, este reportaje es apenas un análisis sugerido sobre lo que ocurre en Manaos, Belén, Ananindeua, Porto Velho, Macapá y Rio Branco, por citar las seis ciudades con más de 400.000 habitantes. En Marabá, que tiene 243.000 personas, se constató que el narcotráfico está presente en la vida del 43% de la población. El alcalde João Salame (PROS) hace un análisis “más conservador” y estima que un tercio de la ciudad estaría en esa situación; aunque después eleva el porcentaje al tener en cuenta la población que está en ocupaciones irregulares, áreas más propicias al crimen.

Leonencio Nossa (TEXTO) Y Dida Sampaio (IMÁGENES)

Fuente: Diario Estado

CPAL Social

 

La Política, la Teología y la Ética frente a la Pobreza

El escenario latinoamericano está marcado por el desempleo estructural como efecto de un sistema inhumano, el desequilibrio ecológico como consecuencia de la explotación incontrolada de recursos naturales, y la migración como método de salvación alternativo a la lucha político-sindical. De ese escenario emerge un nuevo actor político, con legitimidad desterritorializada, diciendo que la causa de la pobreza no es económica y que la solución está en la cultural.

Para sorpresa de los tiempos modernos ese actor es un pontífice cuya palabra es autorictas en moral política para cristianos y no cristianos -algo muy llamativo, sobre todo cuando además se pensaba que lo político padecía una crisis de representatividad. Sin embargo, desde el inicio, el cristianismo sostuvo que en el principio está la palabra, a pesar que desde mediados del siglo XIX se levanta una voz antagónica que pone el principio en la economía. Ese actor legítimo insiste en que el camino es la decisión política por el trabajo como garantía de la dignidad humana de todos, y convoca a promover a los pueblos desde una cultura de la muerte a una cultura de la vida.

Como pastor y profeta, Francisco denuncia las verdaderas causas de la pobreza. Su denuncia no es la práctica de la libertad negativa, propia del liberalismo antiguo y moderno, con sus orígenes en los éforos y los tribunos como poder de decir “no” a una voluntad soberana. Su denuncia es el ejercicio de la libertad como liberación, en el sentido de la vía negativa, denunciando las causas de la injusticia social estructural, las cuales se hallan enmascaradas bajo una falsa concepción de lo “natural”. Dicho de otro modo, el actual Papa latinoamericano no ejerce el poder de negación liberal como veto, sino el poder de negatividad frente a las condiciones de desigualdad facilitadas por procesos de deshumanización, trayendo como consecuencia para unos la riqueza, el reconocimiento y la vida, y para otros la pobreza, el desconocimiento y la muerte.

Francisco denuncia los efectos de la injusticia social que se resumen en dos; inequidad y consumo. Pero lo que parece molestar es que no se detenga en los detalles de esos efectos -tal como pretende marcarlo la agenda política actual-, sino que como verdadero soberano marca una nueva agenda desenmascarando las causas de una cultura que mata. Como si eso fuera poco, Francisco llama al exiliarse en el mundo, y no del mundo; llama a meterse en el mundo y tener olor a oveja. Su discurso no trata de una reingeniería deshumanizada, como pretenden los gobiernos retro-liberales que vienen a suceder a los populismos de la primera década del nuevo milenio, sino de la renuncia a la autonomía absoluta de los mercados y de los deseos individuales. Por el contrario, y para sorpresa de los que creyeron liquidada la teología como política, ésta reaparece, no para dar fundamento sacro a regímenes autoritarios, sino para cuestionar y desacralizar los fundamentos de un sistema inhumano; pero sin destruir la identidad local pero promoviendo al mismo tiempo nuevas síntesis culturales.

 etica2

Francisco llama a una militancia por lo humano, que en términos teológico se denomina “conversión”; llama a convertirse en pobres, y no a convertir a los pobres. Convertirse en pobre es convertirse en pueblo, tal y como lo propone la Teología del Pueblo, modalidad argentina de la teología de la Liberación. La paz como unidad, para Francisco, acontece como resultado del fin de la pobreza; y eso se logra denunciando los falsos intereses sociales que son los intereses particulares puestos como universales. La de Francisco es una paz como recuperación de una unidad perdida. Ver el principio como unidad, y no como diferencia, lo cambia todo en política. Para Francisco el principio es la unidad en la diferencia.

El Papa viaja entre el 2015 y el 2016 de un extremo a otro del continente americano, y de sus modelos democráticos –más liberales unos, más populares otros–. Como jefe de Estado, con autoridad moral transversal a las fronteras geopolíticas, se constituye en una amenaza cuando profetiza en su última encíclica que el mundo, y no solo el Reino de los Cielos, es también de los pobres. Sin pedido de disculpas, denuncia que la causa de la inequidad está en un sistema económico sin límites éticos, sostenido por una hegemonía cultural que convierte a los humanos en desechables. Esto hace que cierto sector de la derecha norteña lo acuse de marxista, que la izquierda europea relegada lo aclame, y que algunos en América Latina lo acusen de populista.

Como ejemplo de esa sospecha voy a comentar el argumento de Carlos Pagni, principal columnista del diario argentino La Nación, opositor postulativo del gobierno democrático nacional y popular de Néstor y Cristina Kirchner -país de origen del actual Papa-, quien sostuvo en una nota del día 13 de julio de 2015 que Bergoglio, al elegir nombrarse Francisco, marcó con ese gesto su pretensión de ir más allá de lo que hasta ahora fue la Doctrina Social de la Iglesia en su reivindicación de los pobres y excluidos. En mi opinión, esto no debería asombrar a nadie porque, desde los evangelios sinópticos hasta el Documento de Aparecida, la opción de la Iglesia de Cristo es por la parte del pueblo que son los pobres, es decir por el ochlos excluido, y no por el demos incluido.

El problema es que esa opción –según percibe Pagni- ahora en América Latina se presenta “enmarcada en categorías políticas y económicas afines al populismo”, y opina que el pontífice argentino -por no detenerse en los efectos propuestos por la agenda mediática hegemónica, claro está-, disimula las demandas insatisfechas por los gobiernos populares locales. A mi modo de ver, el desacuerdo entre la prensa crítica y el papa profeta está en saber qué se entiende por demandas insatisfechas, ya que para unos es la inseguridad, y para otros la pobreza como su causa directa. Según Pagni, se asiste en esta gira latinoamericana a “la versión más atrevida de la concepción socioeconómica del Papa”, lo cual puso en evidencia que “la «tercera posición» de Bergoglio suscribe al magisterio de la Iglesia, pero más “a su atracción por el peronismo” –dicho como si ese fuese el pecado, y no la pobreza que el papa denuncia -además de dar por supuesto, Pagni, que corrupción política y populismo son sinónimos.

 francis--644x362

Por otro lado, según el politólogo boloñés Loris Zanatta, reconocido académico italiano especialista en la relación Iglesia-Estado de Argentina, en una nota de ese mismo periódico con fecha 10 de julio de 2015 sostiene que Francisco “causa un gran temblor político”, porque sus visitas son “pastorales”. Como Zanatta, muchos se deben estar preguntando por qué el papa no retoma la vieja discusión sobre la consustancialidad entre el Padre y el Hijo en lugar de ocuparse de la teología económica y de querer tener olor a oveja. El problema está en que esos críticos del discurso pontificio actual confunden religión y teología, y entienden por teología un discurso filosófico sobre cuestiones intratrinitarias, desconociendo a la teología como económica -es decir como discurso de Dios sobre su creación, y como práctica liberadora de los cristianos, en tanto y en cuanto colaboradores suyo y a la luz de los evangelios y la tradición de la Iglesia, en el camino histórico hacia la liberación.

Zanatta, como politólogo, considera que compete a la religión “ordenar” el campo de la política, pero desconoce -a conciencia- la especificidad de la teología en los fundamentos políticos de la cultura. Cuando el boloñés opina que “sus diatribas [refiriéndose al sucesor de Pedro] en contra de la economía de mercado son simplistas y no ayudan a combatir la pobreza, y que su forma de demonizar el dinero recuerda la que en un tiempo la Iglesia reservaba al sexo”, parece olvidar –aunque no ignorar- que poner en la economía sin límites morales la causa del conflicto social es algo de larga data y amplio espectro ideológico. Decir que el dinero es un fetiche que como significante vacío pretende ocupar el lugar del inefable Absoluto, y que los mercaderes son cosa non-santa, está en el Evangelio antes que en El Capital, y en la patrística y la monástica antes que en la Teología del Pueblo o el populismo peronista.

Estamos ante un Papa que ha optado por el pueblo pobre respetando las aspiraciones de cada cultura en particular, incluso sus elecciones democráticas. Entonces, cuando le critican no denunciar ciertos efectos particulares del sistema, muestran una práctica conocida de los medios hegemónicos, aquella mediante la cual, con sus preguntas, buscan inducir una respuesta, marcando así la agenda del debate político. Instalando como problema los efectos, los medios de comunicación ocultan su causa verdadera: la inequidad del sistema. El discurso profético del papa Francisco no debería asombrar a nadie porque, desde los evangelios sinópticos hasta el Documento de Aparecida, la opción preferencial de la Iglesia de Cristo es por la parte del pueblo conformada por los pobres. Por otro lado, si bien el discurso del Papa es pastoral y profético, no por eso deja de ser teológico, sobre todo porque no habla solo de los efectos de la injusticia, sino también de sus causas, poniendo los fundamentos de su crítica en el modelo trinitario y en el dogma de la encarnación, a partir de los cuales el ser humano es concebido como relacional y su cuerpo vale tanto como su alma.

VATICAN-POPE-AUDIENCE-BIRTHDAY

Muchos se preguntarán por qué el Papa no retoma la vieja discusión medieval sobre la consustancialidad entre el Padre y el Hijo en lugar de ocuparse de la teología económica –nombre con el que se denomina al discurso de Dios sobre su creación, y a la práctica liberadora de los cristianos como colaboradores en el camino histórico hacia la escatología–, y de querer tener olor a oveja. Lo hace. Todo su discurso pastoral y profético hace referencia a los principios de la teología dogmática como fundamento de su crítica y de su propuesta. El fin es el hombre como imagen de Dios, siempre; y es el hombre pobre en tanto y en cuanto deshumanizado.

Muchos críticos están dispuestos a aceptar el rol de la religión como “ordenadora” de lo social, pero parecen desconocer –a veces a conciencia– la especificidad de la teología como crítica de los fundamentos políticos subyacentes a la cultura puesta como necesaria, sacralizada. Leer los signos de los tiempos es hacer teología, más acá de la práctica religiosa. Es ver la teología como práctica histórica, como práctica cultural. Un teólogo que lee los signos de los tiempos para luego denunciar las causas de la injusticia y anunciar la vida buena para los hombres, es profeta y pastor. Las demandas por justicia son un signo de los tiempos que el profeta lee como texto para luego denunciar sus causas. Por esto mismo, “la profecía, a diferencia de la apocalíptica, resalta la continuidad entre el presente histórico y el futuro escatológico”.

A mi juicio, la elección de un Papa como Francisco es ya un signo de los tiempos, no solo por ser el primer latinoamericano, ni el primer jesuita, sino también por ser el profeta del pueblo en tiempos de crisis científica, política y cultural –y no digo económica, lo cual según Francisco es la consecuencia y no la causa–. Con esto quiero resaltar que, cuando la crisis se manifiesta en política como crisis de representación, en ciencia como crisis de verdad y en cultura como crisis de sentido, la Iglesia Católica –también una institución histórica que como tal padeció esa misma crisis, al punto de llevar al pontífice predecesor de Francisco a la decisión de la renuncia–, es al mismo tiempo la primera institución histórica que parece haber sabido leer esos signos de los tiempos a tiempo, eligiendo colegiadamente un nuevo pontífice capaz de ver esa crisis, juzgarla con categorías no impuestas por agendas hegemónicas que solo denuncian efectos o resultados, y actuar en ella desacralizando sus causas.

francisco

El discurso profético y pastoral de Francisco también es percibido como locura por todos aquellos teóricos de la política que, desde la sola perspectiva de la relación Iglesia-Estado, ven en lo teológico una amenaza a lo político, pensando que todo intento de fundamentación teológica de lo político deviene necesariamente en totalitarismo, sin poder sospechar que la teología pueda tener una función colaboradora con procesos de liberación social, en el marco de los límites que marcan los principios de libertad e igualdad sobre los que se establecen las formas de gobierno actuales, dentro del Estado moderno, como Estado de derecho, pero interpretándolos de otro modo: igualdad como equivalencia, no como identidad, y libertad como misericordia, no como tolerancia.

Mientras tanto, el comentador radiofónico norteamericano Rush Limbaugh dice que el Papa Francisco es un marxista y la Iglesia católica es hipócrita cuando critica el capitalismo que la financia; el prestigioso filósofo italiano Gianni Vattimo habla en una conferencia en Buenos Aires de la “papinter” como nueva internacional socialista; y un autor se ve obligado a afirmar –casi con ironía– en una columna, que “El papa es cristiano!”.

CPAL Social SJ