SJES: Oración y escucha para un mayor compromiso

Finalmente, el Secretariado para la Justicia Social y la Ecología pudo organizar un encuentro anual “presencial” en la Curia General. El Secretario, Xavier Jeyaraj, aprovechó la oportunidad para reunir con su equipo no sólo a los seis delegados del Apostolado Social de las Conferencias, sino también a los líderes de las Redes Globales de Advocacy Ignaciana (GIAN) y a los miembros de un nuevo Comité Asesor. Fueron cinco días completos de intercambio, en los que los encuentros interpersonales contaron mucho, pero sobre todo se profundizó y fortaleció el compromiso con el trabajo de las GIAN.

Como ya es costumbre en todas las reuniones de la Curia – y probablemente en la mayoría de los ambientes jesuitas e ignacianos del mundo – el método se inspiró directamente en la espiritualidad ignaciana: oración personal y en común, conversación espiritual en pequeños grupos donde la escucha es una parte importante del proceso, examen ignaciano de lo vivido y pasos de discernimiento para orientar el futuro.

«Después de dos años de separación, esta semana ha sido un grato recordatorio del valor de estar juntos de forma presencial. El primer día, un día de oración y de compartir, fue un regalo especial y una oportunidad para entrar en un encuentro más profundo con los demás.» Ted Penton SJ – Conferencia de los jesuitas de Canadá y Estados Unidos de América.

«A lo largo de la semana hemos escuchado las llamadas a un mayor compromiso con los gritos de la pobreza en todo el mundo. Estamos trabajando en toda la familia ignaciana para abogar por los que están en la pobreza.» Sue Martin – Conferencia de los jesuitas de Asia-Pacifico

Fuente: jesuits.global/es

 

Mensaje del Papa para la Jornada Mundial del migrante y refugiado

«Construir el futuro con los migrantes y los refugiados» es el título del documento, firmado en San Juan de Letrán el pasado 9 de mayo, en el que el Pontífice entrelaza su examen del fenómeno migratorio -que sigue siendo de actualidad y se ha hecho más urgente por la guerra de Ucrania- con pasajes bíblicos de los Profetas y del Evangelio.

La mirada está puesta en los acontecimientos actuales, las «tribulaciones de los últimos tiempos» que nos llaman a renovar nuestro compromiso con la construcción de «un mundo donde todos podamos vivir dignamente en paz». El proyecto de Dios es «esencialmente inclusivo» y «sitúa en el centro a los habitantes de las periferias existenciales», afirma.

Ciertamente, señala el Papa, «la presencia de los migrantes y refugiados representa un enorme reto», pero también es «una oportunidad de crecimiento cultural y espiritual para todos». Gracias a ellos «podemos madurar en humanidad y construir juntos un ‘nosotros’ más grande».

El llamamiento se dirige entonces a todos los creyentes, especialmente a los jóvenes: «Si queremos cooperar con nuestro Padre celestial en la construcción del futuro, hagámoslo junto con nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados. ¡Construyámoslo hoy! Porque el futuro empieza hoy, y empieza por cada uno de nosotros «.

Fuente: vaticannews.va

Hospitalidad si, hospitalidad siempre

En el mes de Abril, Cristianisme i Justicia publicó un nuevo artículo sobre hospitalidad. «Hospitalidad si, hospitalidad siempre» es el título de esta nueva publicación que tiene como autores a María del Carmen de la Fuente y Santi Torres Rocaginé, ambos miembros del Servicio Jesuita a Migrantes de España.

«Ante la guerra y el hecho de que tantas personas se vean obligadas a abandonar su casa, nos sentimos conmovidas y movidas a actuar. De forma individual, comunitaria o institucional, nos planteamos qué podemos hacer, cuál debe ser nuestra aportación, cómo ayudar a paliar el sufrimiento innecesario que vemos en el rostro de tantas personas y familias.», afirma el texto.

Ofrecen, además, una serie de criterios que pueden ayudar a construir una acción continuada a favor de la acogida y la hospitalidad:

Universalidad: La universalidad requiere de la movilización del máximo de recursos para atender de la mejor manera posible, al mayor número de personas.

Permanencia en el tiempo: Sostener la hospitalidad permite ir más allá del gesto de abrir la puerta y exige dar tiempo para que las personas adquieran poco a poco aquellos instrumentos que les permitirán ser dueñas de la propia vida y decidir sobre su futuro.

Mayor necesidad: Es el criterio que nos invita a poner el foco allá donde no hay ninguna atención, en los «vacíos» del sistema de protección internacional y en el acompañamiento de las personas migrantes y solicitantes de asilo más vulnerables.

Coordinación y trabajo en red: porque solos no podemos nada, ni las personas ni las organizaciones; porque los retos que tenemos por delante son demasiado grandes, dolorosos e
inalcanzables.

 

CELAM: Inicio de la fase continental del sínodo en América Latina y el Caribe

La fase continental del sínodo tiene como finalidad dialogar a nivel continental sobre el texto del primer Instrumentum Laboris, realizando un ulterior acto de discernimiento desde las particularidades culturales específicas de cada continente.

Del 9 al 13 de mayo se realizaron  reuniones virtuales de carácter regional, con el objetivo de compartir las experiencias eclesiales vividas durante el camino hacia al Sínodo de la Sinodalidad.

Estas reuniones tuvieron como objetivo poner en contacto a los distintos equipos de la región para compartir y enriquecerse con las experiencias lideradas para llevar adelante la animación del Sínodo sobre la Sinodalidad en los diferentes países. Se pretendía que estos encuentros permitan comentar las dificultades, exponer los aspectos que deben fortalecerse e identificar las necesidades comunes que desde el Consejo Episcopal Latinoamericano se pueden acompañar o asesorar para responder con coherencia a las Iglesias particulares, asumiendo su misión como organismo de comunión.

Más información en prensacelam.org

El amor familiar: vocación y camino de santidad

El tema del próximo Encuentro Mundial de las Familias, programado en Roma en junio de 2022, es: “Amor familiar: vocación y camino de santidad”. “En el quinto aniversario de la exhortación apostólica Amoris Laetitia y tres años después de la promulgación de Gaudete et exsultate – se lee una declaración del dicasterio para los laicos, la familia y la vida, emitida por la Sala de Prensa del Vaticano -, tiene la intención de resaltar el amor familiar como vocación y camino de santidad, para comprender y compartir el sentido profundo y salvífico de las relaciones familiares en la vida cotidiana”.

El encuentro será organizada por la diócesis de Roma y por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y tendrá lugar en el sexto aniversario de Amoris Laetitia y cuatro años por Gaudete et Exsultate.

Al dar forma a la experiencia concreta del amor, “el matrimonio y la familia manifiestan el alto valor de las relaciones humanas, al compartir alegrías y esfuerzos, en el desarrollo de la vida cotidiana, dirigiendo a las personas a reunirse con Dios. Este camino, cuando se vive con fidelidad y perseverancia, fortalece el amor y realiza esa vocación a la santidad, propia de cada persona, que se realiza en las relaciones conyugales y familiares. En este sentido, la vida familiar cristiana es una vocación y un camino de santidad, una expresión del “rostro más bello de la Iglesia” (Gaudete et Exsultate 9).

Un logo y un hashtag para la Jornada Mundial de los #AbuelosyMayores

 “En la vejez seguirán dando fruto” (Sal 92,15) es el tema del mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores 2022 presentado el 10 de mayo, en la Oficina de prensa de la Santa Sede. En su reflexión del Santo Padre se dirige a su generación para recordar que los que atraviesan la vejez tienen una misión importante en la vida. Están llamados a ser “artífices de la revolución de la ternura” y a “liberar juntos al mundo de la sombra de la soledad y del demonio de la guerra”. Así, el Papa invita a redescubrir esta etapa como “el don de una larga vida”.

Durante la conferencia de prensa se ha presentado el logo de la Jornada que tiene en el centro un abrazo, símbolo del encuentro y del diálogo entre generaciones. También se ha anunciado que la Jornada tendrá el hashtag #AbuelosyMayores y que antes se enviarán a todas las Conferencias Episcopales una serie de indicaciones pastorales antes de finales de mayo.

Esta Jornada se estableció en 2021 y se celebra cada año en toda la Iglesia en el cuarto domingo de julio, en torno a la festividad de san Joaquín y santa Ana, los “abuelos” de Jesús. Este año tendrá lugar el 24 de julio y para celebrarla, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha indicado dos modalidades:  en cada parroquia con una misa dedicada a los ancianos e ir al encuentro de aquellos que no reciben visitas. De hecho, en el Mensaje, el Papa afirma que “la visita a los ancianos que están solos es una obra de misericordia de nuestro tiempo”.

Fuente: vaticannews.va

 

Nathalie Becquart: la iglesia sinodal como propuesta para llegar a los jóvenes

La Hna. Nathalie Becquart, subsecretaria del Sínodo de los Obispos, participó del Congreso «Raíces y Alas» que se celebró en Washington desde el 26 a 30 de abril, organizado por la Pastoral Hispana de Estados Unidos.

En su presentación, refiriéndose al mundo juvenil, insistió en que la única forma de continuar el proceso sinodal y promover la evangelización entre los jóvenes, es ser una Iglesia sinodal. La Hna. Nathalie hizo ver que no se trata de una elección personal, sino de escuchar el llamado de Dios para descubrir dónde Dios nos está llevando.

La actitud para ello es la de la escucha, según la religiosa, una Iglesia que escucha las diferentes realidades y perspectivas, y lo que cada una de ellas tiene que aportar. Aunque también señaló que no es solamente una Iglesia que escucha, sino una iglesia en la que todos nos apoyamos mutuamente. Desde ahí destacó la importancia de que la Iglesia de Estados Unidos se conecte con las Iglesias de Latinoamérica, siempre tenemos algo que dar y algo que recibir, insistió la subsecretaria del Sínodo de los Obispos.

Finalmente agradecía a todas las mujeres presentes en el Congreso, mujeres que están sirviendo a la Iglesia, destacando especialmente a las jóvenes. A esas mujeres les recordó que están en primera línea, haciéndolas ver la necesidad de seguir adelante.

Fuente: prensacelam.org

Mensaje de la Pastoral Social de Córdoba a los trabajadores en su día

La Pastoral Social de la arquidiócesis de Córdoba saludó a todas las personas que trabajan y dio gracias a Dios por quienes tienen un trabajo estable y digno, en el marco de la celebración de San José Obrero.

Tras advertir sobre una “crisis laboral”, alentó a la clase dirigente a que establezca como política prioritaria la generación de puestos de trabajo y empleo.

“El trabajo es un bien de todos, que debe estar disponible para todos aquellos capaces de él. La plena ocupación es, por tanto, un objetivo obligado para todo ordenamiento económico orientado a la justicia y al bien común”, recordó.

En otro párrafo del saludo a los trabajadores en su día, la Pastoral Social cordobesa le pidió a San José Obrero que “ayude a disipar los peligros que amenazan a muchas fuentes laborales, y a alentar a los hermanos y hermanas que están en la búsqueda de trabajo a que no pierdan las esperanzas de encontrarlo”.

“Sabemos de la incertidumbre de tantas personas desocupadas, contratadas o con trabajo informal que sobreviven a la angustia diaria con el deseo de un empleo estable”, agregó.

“Adhiriendo al deseo que el papa Francisco expresó en su carta apostólica ‘Con Corazón de Padre’, imploramos a San José obrero que nos guíe en la búsqueda de caminos que nos lleven a decir: ‘¡Ningún joven, ninguna persona, ninguna familia sin trabajo!’”, concluyó.

Mensaje completo: t.ly/sjkK

Fuente aica.org

 

Notas sobre sinodalidad

Un artículo de Mauricio López Oropeza, Director del Centro Pastoral de Redes y Acción Social del CELAM.

La danza de la vida para tantos es danza de muerte, infligida por seres completamente descentrados, alejados del camino de humanización. El ser humano tiene la capacidad de vibrar con la música del otro y, sin embargo, hay seres que viven promoviendo el descarte, consideran a otros y a sí mismos basura, viven en medio de situaciones inefables. Ante esto, la sinodalidad es también experimentar el llanto de Dios sobre el mundo en cada expresión que arranca la vida.

Sinodalidad es asumir la esperanza latente, que nos anima a sostener la mirada sobre esas realidades cuando pareciera que todo se sustenta en descartar al otro, y soñar otros horizontes más fraternos. En este mundo desintegrado si tan sólo nos pudiéramos mirarnos unos a otros a los ojos, en verdad, en el anhelo de caminar más juntos y juntas sinodalmente, habría otras posibilidades de tejer otros mañanas.

¿Es el destino del mundo romperse y resquebrajarse? Frente a esta interrogante, estamos llamados a reconocer en el amor la única fuerza integradora, superior a todo, capaz de conducir a la sinodalidad plena desde la comunión de o diverso; Si bien, sabemos que el amor es complejo, a veces desconcertante, pero en la fibra más esencial de nuestro ser sabemos con certeza que sin amor no somos nada. La Sinodalidad genuina, como un modo de ser en el mundo y en la Iglesia, se sostiene en el amor para superar cualquier vacío y encontrar el sentido que nos permita pasar del yo al tú, y entonces alcanzar el nosotros. Aquí no hay cabida para los activismos sin conexión con las raíces, sin conexión con los frutos, es necesario que los caminos compartidos partan de las fibras más profundas de la vida cotidiana, o no serán genuino camino compartido. Por ello, sinodalidad es decir mil veces sí al amor compartido y en comunión; recordando, en medio de un mundo roto, tanto bien recibido como Gracia que viene de arriba. Estamos llamados a querer seguir viviendo en el amor, a sostenernos desde ahí, para seguir sintiéndonos vivos y caminando juntos.

Mantener la fidelidad en la vida, y en el Dios que llama a más vida

Acompañar la conversión para hacerla vida y vida duradera, más allá del momento presente o de los instantes pasajeros, depende de la capacidad de franquear las duras pruebas que se viven en la pugna epistemológica de ideologías contrapuestas y desencontradas. Una pugna que está también dentro del corazón de la Iglesia en su opción vital, y en el corazón mismo de las personas que siguen creando muros para afirmar una superioridad que no permite tender puentes. Toda opción por el Reino debe estar sostenida en la vida concreta del pueblo, en los territorios, en escuchar y abrazar las distintas voces, miradas, carismas y espiritualidades; ahí se teje la verdadera Sinodalidad, porque ella nace del reconocimiento de lo más profundo de cada persona y su propio camino.

Estamos en una durísima disputa que llega como gracia luego de más de casi 60 años desde el impulso del Espíritu Santo en el Concilio Vaticano II para toda la Iglesia, y con especial sentido y fuerza en América Latina y el Caribe. Al respecto, debemos mantener la fidelidad en la fuente primera, la encarnación de Dios en la vida concreta, en acompañar esa vida que se territorializa, defenderla, defender culturas, espacio vital, diversidad, pues ahí está sucediendo el hecho de la encarnación día tras día. Somos llamados a asumir una libertad que se nos ha dado como espiritualidad concreta que nos hace vulnerables ante las estructuras, los tejidos institucionales, pero que se vuelve un bello regalo escondido cuando se comparte, y que al partir el pan logra encontrar nuevos modos más ciertos, nuevos caminos inspirados en los llamados del Espíritu.

La sinodalidad que he podido vivir como laico en mi ministerio dentro de la Iglesia ha sido una Gracia que se ha ido tejiendo progresivamente, que ha mantenido la fidelidad al llamado primero, purificando la intención para ir comprendiendo poco a poco ¿qué significa trabajar juntos por el Reino para todos, sabiendo que nadie es ajeno a este llamado de Jesús? Sinodalidad es el nombre de la Iglesia del presente, lo ha dicho el propio Papa Francisco, pero qué difícil se ha vuelto tejer esto como una posibilidad real en medio de polos en tensión, de pugnas ideológicas y de intentos de someter a los otros bajo las pequeñas verdades particulares.

Llamados a mirar con los ojos renovadores de la Sinodalidad

Sinodalidad es una invitación a crear nuevas posibilidades de vida plena a la manera de Cristo, que, a pesar de la amenaza y la muerte inminente, siempre triunfa. Estamos llamados a redimir el caos y a definir criterios que permitan trazar, progresivamente, nuevos caminos de esperanza para reorientar el mundo desde la posibilidad de una verdadera fraternidad universal. Derrumbando y edificando, como decía Dios mismo a Jeremías, para que se abrieran posibilidades de futuro, uno que se construya en plural y en colectivo, sinodalmente.

Vivir en clave sinodal, se trata de honrar la vida que florece en el Señor, que en absoluta libertad interior nos invita a abrazar las novedades del Espíritu que sucede en el diario vivir, que aparece en el camino, que camina entre nosotros en medio de la realidad porque ha querido compartir nuestro destino y hacer parte de esta peregrinación; Sinodalidad es una invitación a no defender solamente nuestras certezas sin espacio al diálogo, para no caer en los fundamentalismos o miradas autorreferenciales que se toman los espacios y asfixian al Espíritu. Solo la mirada en comunidad tiene sentido, ahí donde la perspectiva más allá de nosotros abre posibilidades hacia una genuina sinodalidad.

En definitiva, no podemos someter este Kairós de Dios bajo ‘megaestructuras autoafirmantes’, que pierdan de vista nuestro llamado a ser un solo cuerpo de Cristo en medio de la diversidad; si bien las institucionalidades resultan muy importantes, solo son realmente esenciales cuando sirven al propósito mayor del Pueblo de Dios, que es el encuentro con el Señor de la vida. Para ello, estamos invitados a vivir en honesta sencillez, al sabernos frágiles y limitados, para que el Espíritu sea el que moldee nuestro rostro, nuestro servicio, nuestro ser Iglesia todos los días y cada día.

Fuente: vidanuevadigital.org

Campaña Somos Amazonía

«Somos amazonía» es una campaña para movilizar a la ciudadanía contra el cambio climático, defender la Amazonía y proteger a los pueblos que la habitan.

La crisis sanitaria y económica que resulta de la pandemia provocada por el Covid-19 no puede ocultar la persistencia de otras crisis sistémicas, que como siempre, afectan de manera desigual y más agresivamente a los territorios y sociedades más vulnerables. La Amazonía es uno de estos contextos.

Los diversos mensajes del Papa sobre la Casa Común y en la exhortación apostólica Querida Amazonía y las organizaciones locales alertan de la relevancia de la selva amazónica para el equilibrio ambiental y sostenibilidad del ecosistema, pero también de su fragilidad ante la amenaza por intereses militares, comerciales e industriales.

Alboan y Entreculturas llaman a implicarse en la lucha contra el cambio climático, la defensa de la Amazonía y el cuidado de los pueblos indígenas, con el lema. Somos Amazonía. Ser parte de la solución, está a un solo click: https://www.somos-amazonia.org/