Simposio Educación Ignaciana para el Servicio y la Justicia

El pasado 21 de febrero del 2018, se llevó a cabo el Simposio Educación Ignaciana para el Servicio y la Justicia en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador con el propósito de dar a conocer las características y alcance de un Modelo Educativo orientado al servicio y a la promoción de la justicia.

Dicho encuentro contó con la participación especial del P. Rafael Velasco, SJ, exrector de la Universidad Católica de Córdoba (Argentina) y actual responsable de la Red Latinoamericana de Parroquias Jesuitas (Relapaj) a cargo de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe (CPAL); Luz Silva, coordinadora pedagógica de la RUEI; Carlos Vargas (Director Nacional de Fe y Alegría – Ecuador) y Mauricio Burbano, SJ, Director Adjunto del SJR Ecuador.

«Profundizar en el Modelo Educativo significa afinar en la implementación de la propuesta educativa de la universidad en todas sus partes: currículo, evaluación, gestión académica, investigación. Un elemento sustancial para el logro de este horizonte pasa por el perfil docente; es decir, aquellas características y condiciones que todo docente ha de acreditar y representan su capital profesional en aras de su más alto desempeño y que garantizan la formación integral para sus estudiantes, meta y centro de nuestra institución», destaca el documento resumen del Simposio.

Esta actividad forma parte de la «Transformación Social a la Educación Ignaciana” que viene desarrollando la Compañía de Jesús en el Ecuador, como parte de la renovación de las exigencias sociales presentes y futuras al proceso formativo.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

 

Conferencia Global sobre Cooperación Académica de las Universidades Jesuitas

Con la participación de jesuitas de diversas universidades de la Compañía de Jesús, se realiza en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, la conferencia global sobre cooperación académica ‘Universidades jesuitas: hacia la transformación del mundo’.

Optar por los pobres y excluidos, y acompañarlos en su liberación, es el deber primordial de las universidades jesuitas; el cual habrán de cumplir a través de la docencia, la investigación, la vinculación y la innovación, dijo el Maestro David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la universidad jesuita de la Ciudad de México.

Así lo comentó el Mtro. Fernández en ‘Desde abajo y desde adentro, la respuesta universitaria a los tiempos turbulentos’, comentario que hizo a la conferencia ‘Un puente sobre las aguas turbulentas: Las universidades jesuitas en la era de fragmentación’ que pronunció el Padre Michael Garanzini, secretario de Educación Superior de la Compañía de Jesús, en la conferencia global sobre cooperación académica ‘Universidades jesuitas: hacia la transformación del mundo’.

El Rector consideró que no puede haber reconciliación si no hay justicia. “Usted (Garanzini) lo señala, en efecto, pero pone un énfasis diferente al que yo quisiera poner: la justicia queda incompleta si no hay reconciliación, es cierto; pero pretender una reconciliación sin justicia, pretender que la Universidad se sitúe en los ‘puntos de reconciliación’ como usted dice, es situarse por encima y desde afuera de las contradicciones históricas y es falsear la reconciliación, es dejar de lado la transformación de realidad para consagrar el status quo”.

Dicho lo anterior, Fernández Dávalos mencionó que lo que entonces pueden hacer las instituciones de educación superior es por supuesto llenar las expectativas de los jóvenes que acuden a las universidades, con lo que señaló en su charla el Padre Garanzini: conocimiento integrado, una brújula moral, una comunidad genuina, un paradigma global y una espiritualidad adulta.

Pero, adicionalmente, el Padre David Fernández puntualizó que en las universidades de la Compañía de Jesús (como la IBERO) la misión de servir a la fe y promover la justicia y la reconciliación se puede concretar de la siguiente manera:

Habiendo considerado los actuales procesos internacionales y su asociación con los principales problemas socioeconómicos de los países pobres o dependientes o periféricos, es indispensable contribuir efectivamente a hacer crecer y distribuir la riqueza.

Asimismo, promover la eficiencia en la planeación y asignación de recursos y hacer de los mismos un uso que sea compatible con el medio ambiente y lo preserve para las generaciones venideras. Pasar de una “economía que mata”, como dijo el Papa Francisco, a otra que dé vida, particularmente a las mayorías. Necesitamos impulsar prioritariamente un desarrollo cada vez más incluyente y solidario.

Urge contribuir a posibilitar o fortalecer aquellos procesos, proyectos y decisiones gubernamentales y/o civiles dirigidos a generar mejores y consistentes condiciones de justicia social y equidad en nuestros países y el mundo.

Tales procesos, proyectos y decisiones deberán considerar con toda seriedad el punto de vista, los modos de organización y los recursos de los hombres y mujeres destinatarios de estos proyectos, a fin de lograr la existencia real de condiciones suficientes para satisfacer consistentemente sus necesidades de alimentación, salud, vivienda, educación, capacitación, seguridad, información y recreación. Especial atención requiere la situación de aquellos grupos y regiones pobres y/o en proceso de empobrecimiento.

Se requiere alentar la formación de una sociedad poseedora de una nueva cultura política en la que, lo mismo en una pequeña comunidad rural o grupo urbano que en los más altos niveles de decisión política, se respete la ley; se promueva la participación; tengan vigencia las libertades, los derechos y los deberes de todos; sea democrática la toma de decisiones y la conducción de los asuntos públicos; se priorice la resolución pacífica de controversias y la construcción de la paz.

Es fundamental reforzar y generalizar una nueva cultura en la que la dimensión ética, la identidad, la equidad entre géneros, la pluralidad, la inclusión, la solidaridad, la tolerancia, el respeto a los derechos humanos, el espíritu emprendedor y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales destaquen entre los elementos sustanciales del modo de ser y hacer de los habitantes y grupos sociales de la región y el país.

En el contexto de una sociedad cada vez más afectada por la extendida vigencia de diversos mecanismos de muerte, especial esfuerzo se ha de realizar por reforzar y generalizar una cultura en favor de la dignidad humana y de la vida; una cultura que permita entender y enfrentar estos mecanismos de destrucción y muerte con respuestas y propuestas que reconstruyan y hagan brotar la vida en todas sus dimensiones.

En todos nuestros países es preciso hoy contribuir a robustecer el tejido social, a favorecer la creación de vínculos entre los diversos grupos y sectores de la sociedad, así como a buscar una relación más equitativa entre éstos, con pleno respeto a las diferencias de género, étnicas y de condición física y grupos de edad específicos.

(Con información de la Ibero)

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

 

iLoy, el Sueño de los Pibes

En la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), se realizó la Jornada ‘Pensando la Escuela Inclusiva’, que alumnos de diferentes instituciones estuvieron visitando y donde tuvieron la oportunidad de mostrar sus trabajos y proyectos.

Los alumnos del Ipem 75 Dr. René Favaloro de Los Cóndores. Los chicos presentaron un dispositivo que permite detectar monóxido de carbono en el ambiente. Lo bautizaron con el nombre iLoy, y está adaptado para alertar a personas con discapacidad visual y auditiva. Además, su proceso de fabricación es muy sencillo y económico. Los autores del proyecto, Lihuen, Agustín y Mariano, planean realizar talleres para enseñar a fabricar este aparato. Conversamos con ellos.

¿Qué es iLoy? ¿Qué significa?

Illoy, significa “vivir” en la lengua del pueblo originario Wichi y es un aparato que detecta cuando un ambiente está contaminado con diversos gases, principalmente, con monóxido de carbono.

¿Qué les llevó a trabajar en este proyecto?

En el colegio tenemos la especialidad Electro-técnica y en uno de los ejes temáticos realizamos prácticas en el taller. Allí, muchas veces, el espacio se llenaba de humo al poner los motores a punto. Así fue como pensamos en desarrollar un dispositivo para detectarlo.

¿En qué consiste y cómo funciona?

Detecta gases como monóxido de carbono, butano, propano, etano y alerta a través de una alarma audiovisual que es comandada por un microprocesador (arduino). En sus características físicas, se puede ver que tiene cuatro luces led con el esquema de colores verde (apto), amarillo (precaución) y rojo (peligro). De esta manera, puede ser comprendido por cualquier persona, ya que tiene un lenguaje universal.

Al ser portátil, funciona con baterías y alimentación de USB. Ahora estamos mejorando el diseño, el nuevo tiene una serie de accesorios más sofisticados. Por ejemplo, si se activa la alarma por detección de monóxido y pasado un tiempo el usuario no la desactiva, el aparato envía una alerta a la policía y bomberos. El dispositivo cuenta con un chip que registra tu domicilio.

¿Qué les gustaría que ocurra con este proyecto? ¿Cuál es la idea a futuro?

Nuestra idea es difundir el proyecto de manera gratuita. Vamos a publicar el paso a paso de cómo fabricarlo para que cualquier persona con el mínimo de conocimiento de electrónica pueda desarrollar su propio dispositivo.

¿Existen estos dispositivos en el mercado?

Si, existen, pero con otras características. Este es portátil, tiene un costo de producción más accesible y puede realizarse con materiales reciclados. Está diseñado para que puedan fabricarlo personas de sectores vulnerables para evitar posibles accidentes.

¿Tienen pensado comercializarlo?

No, queremos realizar talleres online o presenciales para invitar a personas de distintas edades para enseñarles el proceso de fabricación de este aparato. La idea es que puedan crear tres dispositivos y lo regalen a otras familias, y que se vaya armando una comunidad. Así, estaríamos llegando a más y más personas. Porque suponemos que se podrían evitar muchos casos de intoxicación por monóxido de carbono. Por supuesto que entre lo real y lo ideal hay un trayecto, pero es nuestro sueño y queremos ir por él.

Fuente UCC

Inicio del Año Académico 2018 en la UCC

El pasado 14 de marzo se dio inicio al Ciclo Lectivo 2018 de la UCC con una Misa concelebrada en y un Acto en el que juraron los nuevos decanos de Filosofía, Teología y Educación.

La eucaristía fue presidida por Mons. Carlos Ñañez, Arzobispo de Córdoba y máxima autoridad de la Universidad, Mons. Pedro Torres, Auxiliar de la Diócesis y el Superior Provincial Jesuita, RP Alejandro Tilve SJ.

Durante su Homilía, Mons. Náñéz invitó a los presentes a “poner toda nuestra labor en las manos de Dios y pedirle que, en su infinita bondad, la bendiga y haga fecunda”. Además, se refirió a la función social de la Universidad como tal, definiéndola como la de: “llevar adelante un diálogo entre la Fe y la Ciencia; la Fe y la Cultura, facilitando una evangelización de la segunda y una inculturación del Evangelio.”

Este ciclo lectivo tiene la particularidad de abrir con el traslado de la Facultad de Teología a Córdoba; y con ella, el traslado de una gran cantidad de jesuitas -profesores y estudiantes- a esta ciudad en lo que significa el regreso de las Casas de Formación de Jesuitas a Córdoba después de 250 años.

En la misa estuvieron presentes los estudiantes jesuitas que comienzan sus estudios, sus formadores y diferentes miembros de la comunidad educativa universitaria: directivos, docentes, administrativos y alumnos

A continuación, en el Auditorio Diego de Torres, de la propia Universidad, comenzó el acto académico que incluyó el  juramento las nuevas autoridades de la Facultad de Educación, Esp. Marianna Galli; de la Facultad de Teología, Dr. José María Cantó SJ y de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Dr. Pablo María Figueroa Turienzo SJ.

En la apertura, el P. Rector Dr. Alfonso Gómez SJ destacó que la dimensión humanista que la UCC imprime en sus carreras orienta y da sentido a la labor académica. «La visión humanista da lugar a inspiradoras síntesis sociales y permite dialogar con otras culturas; es necesario cultivar un humanismo con cosmovisión cristiana, con centralidad en la persona, un compromiso que nos una en la Universidad», enfatizó.

 

Innovación Educativa para el Aprendizaje

La Universidad Católica del Uruguay ha organizado un Simposio de Innovación Educativa para el aprendizaje que se realizará del 14 al 17 de mayo de este año.

El Simposio tiene por objetivos que los participantes:

  • Conozcan diversas tendencias y prácticas en innovación educativa que ayudan a transformar la educación del mundo;
  • Conecten con expertos de reconocimiento mundial;
  • Identifiquen recursos para el fortalecimiento del aprendizaje dentro y fuera del aula;
  • Y compartan experiencias con expertos innovadores de diversos centros educativos.

Contará con diversos conferencistas, entre los que se destacan: Lee Watanabe Crockett, Xavier Aragay, David Johnson, Jesús C. Guillen y Ángel González de la Fuente. Las líneas temáticas del simposio son: gestión del centro para la innovación; innovación de la práctica para el aprendizaje; neuroeducación en el aula; y tecnología para la innovación. Se podrá asistir como participante o como ponente.

Para estos últimos hay tres tipos de posibles contribuciones a realizar: talleres, conferencias y red de intercambios. La respuesta del Comité Académico a las contribuciones postuladas será el jueves 15 de marzo de 2018. El simposio cuenta con el apoyo de Banco Santander, Fundación Telefónica y Posadas, Posadas & Vecino.

Fuente: UCU

Colegio del Salvador – Intercambio 2018

El programa de intercambios ‘Ciudadanos del Mundo’, del Colegio del Salvador se llevó a cabo nuevamente a principios de este año.

Hace más de 10 años que el Colegio del Salvador lleva a cabo el programa de intercambios con los colegios jesuitas de Estados Unidos: Boston College High School de Boston, Georgetown Prep de Washington DC y Loyola High School de Los Ángeles.

La experiencia tiene como objetivo que los alumnos de ambos colegios puedan compartir 1 mes de intercambio educativo y cultural, viviendo en casas de familias estadounidenses, participando en clases de distintas materias y conociendo la cultura e historia de cada lugar.

Este año, se celebraron los 10 años de intercambio con el Loyola High School y la Ciudad de Los Ángeles le entregó a ambos colegios un certificado y diploma conmemorativo.

Compartimos algunos testimonios de alumnos que participaron de la experiencia:

Testimonio Agustín Pagliere

“Se me hace muy difícil resumir este mes en unas pocas palabras, en unos pocos renglones. Son tantas las experiencias, emociones, actividades y momentos compartidos que, seguramente, dejaré alguna en el camino. Voy recordando, a medida que escribo, ya pasada una semana y unos días del intercambio, muchas de ellas. Pero además de las anécdotas y recuerdos, están las personas. Personas que, a pesar de los prejuicios y los miedos que teníamos, nos recibieron muy cálidamente. Personalmente, tuve la suerte de tener una familia que se preocupaba constantemente por mí y se encargaban de que mi estadía en su casa y su ciudad sea la mejor. A su vez, por lo que me contaron mis amigos, creo yo que ellos también tuvieron la misma suerte.

Más allá de las visitas hechas a los lugares de relevancia de la ciudad, el viaje a New York y la experiencia de participar en las clases de BC High School, lo más destacable del intercambio fue el grupo de amigos que se formó. Logramos establecer un gran vínculo con nuestros host brothers e incluso hicimos que entre ellos se conozcan más.

Y así como llegamos con nuestros miedos, despidiéndonos de nuestros seres queridos más cercanos y pensando que 1 mes era mucho tiempo, nos fuimos sin caer en la cuenta de que todo había terminado (o por lo menos la mitad del intercambio, como le gusta decir a algunos). Porque lo bueno pasa rápido, y cuando es con amigos, más rápido todavía. Agradezco a Dios, al Colegio, a BC High, al grupo y, principalmente, a mis padres por hacer esto posible. Porque no muchos tienen esta oportunidad en sus manos. Nosotros somos privilegiados, entonces corresponde agradecer. A su vez, invito a aquel que tenga miedo o no esté seguro a que se anime, a que pruebe y saboreé esta experiencia. Porque, sinceramente, nadie sabe cuántas veces va a pasar el tren, cuántas veces vamos a tener la oportunidad de vivir esta experiencia, la cual puedo asegurarles, es realmente única.”

Testimonio Ignacio Rodríguez Estévez

Mi nombre es Ignacio Rodríguez Estévez y junto con otros 6 alumnos, acompañados por el profesor David Rossi, estamos realizando el intercambio con el Loyola High School.

En esta experiencia, tuvimos la oportunidad de conocer a un grupo de alumnos de otro colegio jesuita, el San Javier de Tacuarembo, Uruguay, que al mismo tiempo están haciendo su intercambio. Esa semana nos ayudó a fortalecernos y conocernos más como grupo.

Llegamos a la ciudad de Los Angeles el viernes 26 de enero donde nos esperaban las familias de nuestros “brothers” de una forma muy cálida.

Sin dudas lo más significante e intenso hasta el momento, lo vivimos el domingo. Durante la mañana servimos el desayuno a la gente que vive en situación de calle, llamados aquí “homeless”. Quedamos muy conmovidos e impresionados por cómo vive la gente.

Finalizado el servicio del desayuno tuvimos una misa, la cual nos sirvió para reflexionar sobre lo que vivimos esa mañana y de lo afortunados que somos al tener un plato de comida todos los dias, -algo que pensábamos que era tan común para todos-. La experiencia no terminó ahí porque por la tarde, salimos a dar almuerzos, ropas, aguas y elementos higiene personal a la gente que vive debajo de los puentes de la parte más humilde de la ciudad.

Fue sin duda una experiencia increíble y valiosa para cada uno de nosotros.

Esta semana comenzamos con la segunda etapa de nuestro intercambio: las clases en el Loyola High School!

Fuente: Colegio del Salvador

Hacer Algo por el Otro de Forma Profesional

Testimonio de Lucía Shaw, egresada de la Universidad Católica del Uruguay, realiza el acompañamiento y seguimiento socio-educativo y familiar de adolescentes en un Centro Juvenil desde la profesión que ha elegido: el Trabajo Social.

Lucía recuerda que desde chica tenía la vocación de hacer algo por los demás: “si bien nunca había hecho voluntariado fui a un colegio católico del interior que tenía un club de niños a través de un convenio con el INAU. Había niños de distintos ámbitos, de distintos niveles socioeconómicos y eso me llevó a encontrarme con otras realidades a las que yo nunca había tenido acceso”.

La carrera de Trabajo Social le permitió seguir esa vocación de servicio, pero de manera profesional. Desde hace un año y medio trabaja en el Centro Juvenil de Fe y Alegría, en Las Piedras. Allí concurren unos 80 adolescentes de entre 12 y 18 años para participar de distintos talleres y clases apoyo para sus estudios, que brindan varios educadores.

La tarea de Lucía consiste en el acompañamiento y el seguimiento socio-educativo y familiar de los adolescentes. “Este centro juvenil tiene como objetivo que los chiquilines no abandonen el sistema educativo formal y que adquieran ciertas habilidades sociales para su vida y su futuro”, señaló. Su rol no está en el aula, sino en torno a la comunidad y a las familias: “tengo a cargo un taller para referentes familiares en donde trabajamos sobre cómo acompañar a los adolescentes en su trayectoria educativa, en eso creemos que es muy importante involucrar a las familias, siempre las convocamos y tratamos de hacer un trabajo muy de cerca con ellas y con las instituciones educativas formales a los que los adolescentes asisten”.

Contó que lo que más le gusta de su trabajo es compartir las tardes con los adolescentes y agregó: “es muy gratificante, todos los logros que ellos tienen nosotros los sentimos como propios siempre; es así”. También destacó el equipo de trabajo: “es un muy buen equipo, tenemos plena confianza los unos con los otros, estamos todos unidos con un objetivo común”.

Luego que se graduó en Trabajo Social, Lucía decidió comenzar Psicología; en 2018 cursará cuarto año. “Me di cuenta que necesitaba más herramientas sobre el comportamiento humano y entender algunos fenómenos que desde la Psicología los podía abordar con mayor profundidad”.

Ambas carreras le han dado herramientas fundamentales para desempeñar su trabajo profesional, por ejemplo, el trabajo en equipo; “al ser grupos chicos siempre trabajamos en equipo y eso también me ha servido para interactuar, a nivel profesional, con personas con diferentes habilidades y diferentes formas de hacer las cosas; te permite tener la flexibilidad suficiente como para aceptar otros puntos de vista”, resaltó. También la carrera de Trabajo Social le brindó instrumentos para planificar y evaluar actividades, cosa que aplica en el día a día en el Centro Juvenil.

Sobre la relevancia que tienen hoy en día las organizaciones sociales que trabajan con adolescentes, Lucía consideró que “en algunos aspectos la educación formal está fallando un poco, entonces nosotros somos como un pilar importante para lograr que los adolescentes de sectores vulnerables puedan continuar en el sistema educativo formal, y la verdad es que se ven cambios en los chiquilines, año a año se ven avances, hemos tenido adolescentes que ha egresado y que actualmente van a la Universidad. Entonces eso es muy gratificante para todos nosotros”.

Fuente: Universidad Católica del Uruguay

Se Abre la Licenciatura en Relaciones Internacionales en la UCC

Desde el lunes 12 de Marzo comenzará a dictarse en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) la Licenciatura en Relaciones Internacionales.

Dicha carrera está destinada a formas profesionales con una visión amplia y específica a la vez, con sólida formación teórica y metodológica, que les permite analizar, comprender y actuar sobre los procesos en los que se desarrollan las relaciones internacionales: los sistemas políticos y económicos internacionales, el comportamiento de sus actores, el complejo escenario institucional en que estos actúan y los procesos de toma de decisiones a nivel regional e internacional.

Los graduados estarán preparados para conceptualizar y utilizar instrumentos metodológicos cuantitativos, formales y cualitativos para investigar, diagnosticar y asesorar a diversos tipos de actores del sistema internacional, del sector público y privado.

Fuente: UCC

 

El Colegio del Salvador Cumple 150 Años

El Rector del Colegio del Salvador, fundado en la Ciudad de Buenos Aires en 1688, con estas palabras le da la bienvenida al ciclo lectivo 2018.

Por Lic. Ricardo Moscato

“Conocimiento interno de tanto bien recibido para que yo, enteramente reconocido, pueda en todo amar y servir”

Querida comunidad educativa:

Me es grato saludarlos y darles la bienvenida al curso escolar del 2018. Los invito a caminar y celebrar juntos el 150 aniversario del Colegio del Salvador desde su apertura un 1 de Mayo de 1868 como continuidad del Colegio de Loreto (1617) y del Colegio San Ignacio (1662)

Este año nos recibe un renovado Patio del Sagrado Corazón, el patio de las “palmeras”, luego de una obra de puesta en valor. Es un símbolo del espíritu del Colegio, desde donde compartimos memoria y promesa. El canto del agua de la fuente, la cruz elevada al cielo desde la cúpula de la Iglesia, los brazos abiertos del Sagrado Corazón de Jesús, la mirada misericordiosa de la Virgen María, las palmeras centenarias, las placas de los que pasaron por las aulas, todo es agradecimiento por lo vivido y, a la vez, desafío para imaginar el porvenir. Es memoria del camino educativo recorrido, animados por la espiritualidad ignaciana al servicio de la misión evangelizadora. Expresa la promesa como Esperanza de una Argentina educada y educadora, justa y solidaria, con y para los demás.

La fuente, con su agua, es quizá uno de nuestros símbolos más queridos. Símbolo de la vida, de la frescura de lo nuevo que renace y se comunica. Testigo de tantas generaciones, este año lo será de los que ingresan, de los que permanecen y de los que se despiden, desde los más chiquitos de Sala de dos años, camada 165 y futuros egresados del 2033, hasta los más grandes de Quinto año, la 150. La identidad, como el agua de la fuente, se renueva con la pertenencia y la pertinencia. La identidad ignaciana nos da la solidez de nuestra forma vital. Se es porque se pertenece, a la Iglesia, a la Compañía de Jesús, a nuestra ciudad y al país. Y educamos desde la pertinencia fecunda de nuestro proyecto educativo, que busca tejer pacientemente, en tiempos de desbordes y desamarres, de muros y grietas, las filiaciones posibles con Dios y con el prójimo, con el saber y los valores, en nuestra patria, para este mundo.

Desde 1868 nuestro colegio es punto de referencia educativo y de arraigo espiritual, mediador y puente de lazos sociales, ámbito de encuentro y diálogo entre geografías y territorios, entre tiempos y personas, entre propios y extraños, entre fe y cultura. Vivimos una realidad más compleja y cambiante que hace 150 años, distinta, desafiante que requiere más humildad para comprenderla y más coraje y audacia para sembrar en ella las semillas del Evangelio. Nuestras raíces históricas configuran una identidad en movimiento para educar a través del diálogo generacional que integra continuidades y rupturas, memoria del pasado y apertura al futuro.

Los invito para que en esta celebración de los 150 años, primero sea el agradecimiento y luego las otras palabras, las que piden perdón, las que dicen que hay que hacer, las que diagnostican, las que proyectan. Memoria agradecida a la Compañía de Jesús, a nuestra patria, a la Ciudad de Buenos Aires y las familias que nos permiten sembrar buenas raíces en “tierra profunda” para el futuro. Agradecimiento a tantos jesuitas y laicos que con su saber y pasión han construido la cotidianeidad de una trayectoria histórica, espiritual y cultural al servicio de la sociedad. Las raíces anclan las plantas y los árboles en la tierra, alimentándose de ella y asimismo renovándola. Así también, nuestra comunidad educativa necesita recrear sus raíces, para seguir dando buenos frutos y ser bendición para otros. La raíz del Salvador está en Dios. Por eso nos anima un espíritu de acción de gracias por la presencia de su Misericordia a través de las distintas circunstancias y pruebas de nuestra historia. En clave de examen espiritual, Ignacio nos invita a reconocer la acción de Dios en la historia, agradecer sus beneficios, pedir perdón por no estar siempre a la altura y la gracia para ser mejores colaboradores de ella.

Los invito a educar celebrando y a celebrar educando. Ante los desafíos de la educación es un tiempo oportuno para profundizar aprendizajes integrales y efectivos a través del mejoramiento institucional, la innovación pedagógica y el acompañamiento pastoral. Implica renovar compasión solidaria y sensibilidad religiosa “con y para los demás”. Insistir en una pedagogía de la mirada que integre los ojos de la inteligencia, que queremos provocar, y los ojos del corazón que queremos conmover. Junto a las familias, educar en una mirada que integre el poder con la bondad, y la bondad con la belleza, las exigencias con el amor, que sea testimonio del “ser y del hacer”, de la oración y de la acción. Para ello compartimos una inteligencia histórica capaz de discernir la trayectoria educativa ignaciana y recrearla a la luz de los signos de los tiempos para innovar. Comprendemos la innovación educativa como actitud y proceso de búsqueda de nuevas ideas y aportes para la solución de los desafíos educativos, que provocan cambios en nuestras prácticas y en el contexto. Una buena práctica de innovación ha de ser creativa, efectiva, sostenible y compartible. El camino recorrido desde hace tres años por el Sistema de Calidad en la Gestión escolar (SCGE) animado por FLACSI le pone medios concretos a este objetivo. Este año se expresará en la finalización del Proyecto Curricular actualizado y articulado entre los tres niveles y con una segunda autoevaluación de calidad de todo nuestro proceso educativo. Continuaremos con la implementación del MAFI (Mapa de aprendizajes integrales) y avanzaremos en nuevas formas de evaluación integral.

Los invito entonces a celebrar desde la cotidianeidad fecunda con el día a día de los aprendizajes. Tendremos actos y actividades especiales cuya agenda oportunamente compartiremos. Lo hacemos con humildad y sencillez, desde nuestra identidad ignaciana en cuyo corazón está la Fe que promueve justicia en el diálogo con los demás y en el cuidado de nuestro planeta. Lo hacemos como parte de la red global de educación de la Compañía de Jesús, testimonio de la Encarnación en nuestro mundo cambiante, tan necesitado de reconciliación con Dios, con los demás y con la creación.

Hemos elegido como lema del año “En todo amar y servir”. Expresa una aspiración profunda que San Ignacio nos propone en los Ejercicios Espirituales. En todo, significa encontrar a Dios en “todas las cosas y personas”, en nuestra vida cotidiana, descubriéndolo aún en lo ambiguo y opaco para lo cual necesitamos educarnos en una nueva sensibilidad contemplativa. Encontrar a Dios en nuestro día a día del colegio y hacer de nuestro colegio comunidad educativa, lugar de encuentro con Jesucristo.

Amar es el presupuesto de toda educación, ya que no se educa lo que no se ama. Como padres y educadores sabemos del amor como lucha frente a nuestros propios egoísmos y comodidades. Amar a cercanos y lejanos. En nuestra comunidad y saliendo de ella. Con amor que recibe muchos nombres: amistad, pasión, compasión, respeto, paciencia. Porque también se aprende a mirar con misericordia, a comprender otras vidas, acompañarlas en las buenas y en las malas y actuar en consecuencia. Y como dice San Ignacio hay que poner el amor más en obras que en palabras. Y aquí entra el servir.

Servir es la disposición para ayudar, atender, sanar. Servir en lo cotidiano. En la familia, en el trabajo, en el descanso. Sirven las palabras y los gestos; los silencios y las miradas; sirve nuestro tiempo, si lo empleamos bien; y la risa que se contagia; las canciones que nos alegran, los conocimientos que entusiasman, los esfuerzos por levantar al que anda caído. Sirve dar la vida cada día aunque sea difícil y a veces cueste. Sirve estudiar, formarse, aprender. Servir es crecer dándose cuenta que los talentos son dones de Dios a cultivar para el Bien común. Junto con las familias, somos el espacio donde aprendemos que el servicio al otro humaniza. Queremos seguir siendo escuela del servicio generoso a Dios y a los hermanos, especialmente a los más pobres y desamparados. Ignacio de Loyola lo aprendió al mirar, conocer y amar a Jesús y estamos convocados a seguir sus huellas

Agradeciendo a los educadores, laicos y jesuitas, su renovada vocación y a todas las familias su confianza, colaboración y esfuerzo cotidiano, los invito a ponernos en manos de María, Madre de la Misericordia. Un saludo especial a las familias que se incorporan este año. Bienvenidos al Colegio del Salvador,

Fuente: Colegio del Salvador

Universidad de Comillas: “España no es Capaz de Integrar a los Refugiados”

El informe ‘¿Acoger sin integrar?’ ha sido elaborado por la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de Comillas, el Servicio Jesuita a Migrantes y la Universidad de Deusto. El mismo habla de la situación de los Refugiados y Migrantes Forzosos que se establecen de modo más o menos temporal en España.

El mismo, ha sido presentado en un acto que contó con la presencia del rector de Comillas ICAI-ICADE, Julio L. Martínez, SJ y otras autoridades de instituciones involucradas en la producción del informe entre las que se encontraba el Servicio Jesuita al Migrante (SJM).

En palabras del rector de la Universidad de Comillas, Julio L. Martínez, la integración, que tiene que ver con las instituciones básicas de nuestra sociedad y el Estado, también pasa por “cómo actúen las organizaciones y las personas en el respeto, la solidaridad, el cuidado, la apertura de la ciudadanía para los demás o, incluso, la amistad. Ese sentido de la integración que llega a los que queremos realmente juntarnos con otros para defender los derechos, la justicia y la solidaridad”.

Friz-Prguda ha señalado que son ya más de 65 millones de desplazados forzosamente en el mundo, de los que “más del 50% de ellos vienen de tres países: Siria, Afganistán y Sudán del Sur. Más del 50% son niños y niñas, y más del 50% son mujeres y niñas. Además, el 80% se encuentran en los países del sur global, con situaciones económicas frágiles, no industrializados”. Friz-Prguda ha recordado que durante el año pasado 3.119 personas murieron o desaparecieron en el Mediterráneo, y que en lo que va de año ya son 368 personas muertas o desaparecidas. “Llevamos 5 años subiendo la cifra cada mes respecto del anterior”, aseveró.

La representante de ACNUR ha explicado que la integración en los países de acogida es importante ya que se ha sufrido un cambio de paradigma en el que “hay cada vez menos soluciones duraderas, hay cada vez menos personas que puedan retornar a sus países de origen porque ya haya condiciones adecuadas”. “Hace 25 años hubo millones de retornos, el año pasado fueron tan solo 100.000 retornados de más de 65 millones de personas desplazadas”, puntualizó.

En el informe se señala que, en 2016, se triplicó el número de solicitudes de asilo en España de personas procedentes de zonas en conflicto en Oriente Medio, Latinoamérica y África Subsahariana. Si en 2014 la cifra de solicitantes fue de 5.952, en 2016 ya era de 16.554. No obstante, entre 2007 y 2016, España solo acogió al 1,29% de todas las personas refugiadas que entraron en la Unión Europea, lo que supone una proporción muy alejada de su peso económico y político.

Dificultades de integración

El cuaderno de trabajo ‘¿Acoger sin integrar?’ pone de manifiesto las dificultades con las que se encuentran las personas solicitantes de asilo en el aspecto laboral, dado que, a pesar de que un 20% de los refugiados cuenta con estudios universitario, su empleo se caracteriza por la escasez y la precariedad.

“Trabajan de manera cíclica, y se suceden periodos desiguales de empleo formal, desempleo y trabajo informal, sufriendo un deterioro de su situación personal, económica y familiar. A pesar de contar con permiso de trabajo desde los seis meses, quienes consiguen asilo en España no acceden a un empleo regular y estable en sus primeros años en el país”, asegura Juan Iglesias.

El informe explica: “el sistema español de acogida a refugiados no cuenta ni con los recursos, ni con los medios, ni con la capacidad política de enfrentar y transformar ese conjunto de factores que determinan la trayectoria de integración de los solicitantes de protección internacional. Algo que solo se podría hacer desde políticas estructurales de integración social de las que el Estado adolece en este momento”.

Por ello, propone una serie de medidas con el objetivo de facilitar la integración de los refugiados en la sociedad española, como reformar el sistema de distribución de plazas y solicitantes de protección durante la fase de acogida, flexibilizar el sistema en función de las necesidades de integración o desarrollar un marco reglamentario que recoja formalmente la política de acogida e integración en España, sus límites y obligaciones, entre otras.

Consultar el informe completo

Fuente: Universidad de Comillas